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Asistencia Sanitaria Inicial en Situaciones de

Emergencias
Puntos Claves
 1.- La causa más frecuente de parada cardiaca en lactantes y
niños pequeños es la insuficiencia respiratoria, mientras
que en los niños más mayores y en los adolescentes son los
accidentes de tráfico.
 2.- Existe una relación entre el síndrome de la muerte
súbita del lactante y la costumbre de colocar a los bebés
boca abajo en las cunas, por lo que no se les debe acomodar
en esta posición.
 3.- La lucha contra los accidentes es la principal estrategia
para prevenir la parada cardiaca infantil.
 4.- La secuencia de RCP básica para “no profesionales” es la
misma si la víctima es un niño o un adulto. Sólo hay dos
pequeñas modificaciones, en los niños, si sólo se dispone
de un reanimador, antes de alertar al 112 se realizará 1
minuto de RCP iniciándola con 5 ventilaciones.
 5.- La apertura de la vía aérea se realizará con la maniobra frente-
mentón (excepto en accidentados). La extensión del cuello que
se produzca será moderada en los niños y escasa en los lactantes
(posición neutra).
 6.- Para analizar la presencia o no de circulación, los sanitarios
no sólo observarán la presencia o no de “signos de circulación”,
sino también buscarán el pulso carotídeo en los niños mayores
de 1 año y el pulso braquial en los lactantes.
 7.- En los niños que no han llegado a la pubertad, los sanitarios
iniciarán las compresiones torácicas no solo en ausencia de
signos de circulación, sino también cuando las pulsaciones son
inferiores a 60 latidos/minuto y la perfusión periférica es mala.
La frecuencia de las compresiones será de 100 por minuto con
una secuencia de dos ventilaciones cada 15 compresiones (si se
cuenta con dos reanimadores profesionales). Las compresiones
se efectuarán con una presión suficiente como para deprimir el
tórax un tercio de su anchura.
 8.- Las compresiones se efectúan con el talón de una
única mano en los niños mayores de 1 año y con sólo
dos dedos en los lactantes. La zona de compresión en
los niños es la misma que en los adultos.
 9.- En niños mayores de 1 año pueden utilizarse los
desfibriladores semiautomáticos usados en los adultos,
aunque lo deseable es emplearos con un adaptador
infantil que reduzca la energía descargada.
Introducción
 En los lactantes, las causas más habituales de parada
cardiorrespiratoria (PCR) son la insuficiencia
respiratoria aguda (de diversas causas, incluida la
asfixia por atragantamiento), el síndrome de muerte
súbita del lactante y las infecciones. En niños, también
la causa inmediata más frecuente de parada cardiaca es
la insuficiencia respiratoria, a diferencia de lo que
sucede en adultos.


 Se ha encontrado relación entre la incidencia de estas
muertes súbitas y el hábito de poner a los bebés boca
abajo en la cuna, pero se ha logrado disminuir
significativamente estas muertes con campañas de
educación, poniendo énfasis en no colocar en esa
posición a los bebés. En la actualidad es indiscutible
que los padres deben colocar a los niños boca arriba en
la cuna, aunque alternativamente pueden ponerles en
posición lateral, nunca boca abajo. El colchón no debe
ser excesivamente blando y se evitará que en las
proximidades de la cara del niño haya cualquier cosa
que pudiera dificultar la respiración en el transcurso
del sueño.
 En los niños y adolescentes, la principal estrategia para
disminuir la incidencia de paradas cardiacas es la
prevención de los accidentes. Estos constituyen la
primera causa de mortalidad, y muy especialmente los
de tráfico, que son los responsables del 40% de esta
mortalidad accidental, aunque en los niños de 1 a 4
años la mayoría de los accidentes se producen en el
hogar.
 Prevención de los accidentes domésticos
 Disponer de una instalación eléctrica protegida
 Instalar enchufes de seguridad
 No utilizar alargaderas con enchufes supletorios
 Disponer de un lugar seguro y no accesible para guardar los medicamentos y otro
para las sustancias tóxicas de uso casero.
 Proteger las ventanas y escaleras con sistemas de seguridad.
 Las piscinas deben disponer de un cerramiento de protección, en invierno, se debe
usar una red o lona.
 Extremar las medidas de seguridad en la cocina, especialmente con los cuchillos,
gas, etc.
 Evite quemaduras: mangos de sartenes y cazos fuera del alcance de los niños y no
sobresalir de los bordes de la plancha de cocina.
 Evite atragantamientos: no deje jugar con piezas pequeñas, ni deje que un niño
pequeño intente comer trozos grandes de comida.
 Vigilar a los niños durante el baño diario.
 Guardar los productos cosméticos fuera del alcance de los niños
 No acostar a los lactantes boca abajo.
 Usar cunas con barrotes de baja altura y escasa separación. Evite que usen literas los
niños pequeños.
 Utilizar pijamas y ropa ignífuga (pijamas , ropa de cama…)
 Permitir solo los juguetes recomendados para la edad (evitando piezas pequeñas,
pinturas potencialmente tóxicas, etc).
 Obligar a usar casco en juegos peligrosos, como usar patines o montar en bicicleta.
Técnicas de RCP en la infancia
 La diferencia entre la RCP infantil y la del adulto está
condicionada por el hecho de que mientras que en el adulto
las paradas son principalmente de origen cardiológico, en
los niños la gran mayoría de ellas son debidas a otras
alteraciones, principalmente de origen respiratorio. En las
recomendaciones del ERC se propone que la RCP para “no
profesionales” sea prácticamente la misma,
independientemente de que la víctima sea un niño o un
adulto. Esta propuesta está basada en el hecho de haberse
comprobado que el miedo a no saber realizar la RCP en los
niños inhibe a los “no profesionales”, dificultando su
aplicación. Este miedo puede disminuirse cuando se
enseña una guía común para niños y adultos.
 En las recomendaciones actuales sólo hay dos pequeñas
diferencias en las pautas de RCP básica para “no
profesionales” referida a los niños en relación con los
adultos, concretamente que en los niños antes de alertar al
112 se realizará 1 minuto de RCP y que se iniciará con cinco
ventilaciones.
 La problemática de la población en relación con el
aprendizaje de la RCP infantil no es extrapolable a la de los
profesionales de la salud, que pueden recibir
entrenamiento y formación continuados para una mejor
adaptación de las técnicas de RCP a las necesidades de los
niños. Por ejemplo, adecuando la secuencia de
compresiones: ventilaciones a 15:2 en vez de a 30:2 del
adulto.

 Desde el punto de vista de la resucitación, se considera
niño hasta el momento en que se inicia la pubertad y
lactante al menor de 1 año. La RCP básica y la
instrumentalizada infantil están estructuradas como la del
adulto en una secuencia de tres pasos, que se clasifica con
las tres primeras letras del alfabeto:
 A: Aproximación y apertura de la vía aérea
 B: Ventilación
 C: Circulación
 D: Desfibrilación semiautomática
Cada paso consta de una fase de valoración que va ligada a
una intervención correctora concreta, engarzándose entre sí
para constituir un “plan de acción” único, sencillo y fácil de
memorizar.
 Para comprobar si existe circulación espontánea se
deben buscar durante 10 segundos los denominados
“signos de circulación”, concretamente la presencia de
tos, respiración normal o algún tipo de movimiento. La
respiración agónica (boqueadas irregulares,
ocasionales y superficiales) no es un signo de
circulación. Si en 10 segundos no se está seguro de la
presencia de estos signos, deberán iniciarse las
compresiones torácicas. (no sanitarios)
 Para analizar la presencia de circulación, los
sanitarios, a diferencia del resto de la población, no
sólo deben observar si existen signos de circulación,
sino que también buscarán el pulso carotídeo en los
niños mayores de 1 año, mientras que en los lactantes
deben escrutar el pulso braquial.

 En las guías de RCP básica pediátrica para ciudadanos, se
recomienda el inicio de las compresiones torácicas, sin
necesidad de analizar si existen signos de circulación, es
decir, una vez que se han aportado las cinco ventilaciones
iniciales a un niño que no responde y que no respira. Los
reanimadores sanitarios deben evaluar el pulso antes de
iniciar las compresiones torácicas. Estas compresiones
deben instaurarse si uno no está seguro de la presencia de
pulso o si el niño presenta una frecuencia cardiaca inferior
a 60 latidos/min. con mala perfusión periférica. El
fundamento de esta recomendación radica en que la
perfusión de los tejidos ha disminuido a un nivel crítico,
muy similar al de una parada cardiorrespiratoria.
D.- DESA
 En niños, la fibrilación ventricular es menos frecuente
que en el adulto, de forma que los ritmos desfibrilables
no son la primera causa de paradas cardiacas, aunque
representan un porcentaje representativo de ellas (5-
20%). La experiencia acumulada en el tratamiento de
la parada cardiaca en el adulto con los desfibriladores
semiautomáticos, ha impulsado su introducción en el
tratamiento de la parada cardiaca infantil.

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