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PASOS PARA UNA INVESTIGACION:

La averiguación científica se lleva a cabo según los lineamientos en general del


proceso cognitivo. En ella se asiste, por consiguiente, a aquel acercamiento del
individuo hacia el objeto del que ya conversábamos, por un lado, y a la verificación
de las teorías que se elaboran al confrontarlas con los datos de la realidad, por el
otro. A pesar de que el proceso cognitivo, en la vida real, es constante y algunas
veces bastante desorganizado pues, no lo olvidemos, hablamos de una
experiencia innovadora donde no tienen la posibilidad de excluirse ni la intuición ni
la subjetividad existe la probabilidad de diferenciar en el mismo varias
monumentales fases o instantes que, a partir de un criterio abstracto, presentan
las sucesivas ocupaciones que va desarrollando el investigador a medida que
labora.
Los presentaremos posteriormente, en términos aún bastante en general, para
después ir definiéndolos de un modo más concreto. Existe un primer instante en
que el científico ordena y sistematiza sus inquietudes, formula sus cuestiones y
prepara organizadamente los conocimientos que conforman su punto de inicio,
repasando y asimilando lo que se ya se sabe respecto al problema que se ha
postulado. Es el momento en que se crea la delimitación o excepción entre
individuo y objeto, debido a que ahí el investigador se ocupa por conceptualizar
qué es lo cual desea saber y en relación a qué hechos. Por igual puede
considerarse como la fase en que se expone explícitamente la teoría inicial, el
modelo teórico del que partimos y que se habrá de comprobar a lo largo de la
investigación. Es en este instante una vez que se formulan los inconvenientes
básicos de toda indagación y una vez que se debe atender preponderantemente a
la racionalidad de lo cual recomendamos y a la coherencia lógica de nuestro
marco teórico. Por estas razones hemos adoptado la designación de instante del
plan, o momento proyectivo, para referirnos a esta parte inicial del proceso. A
partir de este punto el investigador debería intentar de fijar su táctica ante los
hechos a aprender, o sea, debería formular un modelo operativo que le posibilite
acercarse a su objeto y conocerlo, en lo viable, así es. Del mismo modo debería
indicarse que, en este segundo instante, es preciso hallar procedimientos
específicos que permitan afrontar teoría y hechos.
La inquietud más grande a lo largo de toda esta etapa es la de llevar a cabo
sistemas de comprobación lo más confiables probables, y el nombre con que la
designamos es, por todo lo anterior, instante metodológico. Luego, ya elegidos los
procedimientos o tácticas en general que han de servir para realizar nuestro
trabajo, se hace primordial abordar las maneras y procedimientos concretos que
nos permitan recolectar y ordenar las informaciones que requerimos.
A esta tercera etapa la denominamos momento técnico y, aunque es apenas una
proyección y continuación del momento anterior, decidimos considerarla
separadamente por cuanto supone la ejecución de trabajos que en la práctica son
bastante diferentes a los anteriores. En esta etapa suele incluirse además el
trabajo cómodo de la obtención de los datos, puesto que a lo largo de éste se
redefinen y ponen a punto las técnicas y las herramientas que se emplean en la
investigación.
Finalmente, una vez que el investigador ya dispone de los datos que le otorgan
los objetos en análisis, se abre una totalmente nueva etapa, que tiene por
cometido llevar a cabo los nuevos conocimientos que es viable deducir de los
datos adquiridos. Se vuelve de esta forma de los hechos a la teoría, del objeto al
sujeto, cerrando el periodo del entendimiento, aunque no de manera definitiva,
pues la nueva teoría alcanzada únicamente puede concebirse como un
preeminente punto de arranque para el desenvolvimiento de novedosas
averiguaciones. El nombre que mejor se acomoda a esta etapa de la indagación
es, por lo tanto, el de instante de la síntesis, aunque puede además llamarse
momento teórico o instante de la redacción final.

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