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MATRICULA: 163711
GRUPO: PG47
La presente investigación tiene como fin exponer dos casos con problemáticas en
el desarrollo del lenguaje durante la infancia. Se considerarán dos factores: el ambiental y
el biológico. La competencia comunicativa es valiosa otorgando más importancia a la
persona que al sistema comunicativo. Según Maqueo (2005, p. 150) “se trata de un
modelo de lenguaje que se dirige más hacia la conducta comunicativa y la vida social”. Su
objetivo
es descubrir qué ocurre en la realidad y su posterior transmisión. Para ello la escuela, en
consonancia con la familia, creará una serie de situaciones, educativas o no, para el
desarrollo de la misma. El intercambio con los iguales, actividades programas o juego
libre, son algunas de las situaciones que el niño vivirá a lo largo de su infancia y
contribuirán a que estas capacidades se desarrollen.
En el caso encontrado para abordar el factor biológico es de un niño con más de 6 años
de edad y durante la gestación la mamá presento diabetes gestacional, después durante
la etapa postnatal el pequeño tuvo que ser intervenido quirúrgicamente debido a una
hemorragia intraventricular infantil.
El segundo caso es un estudio practicado a más de 300 niños los cuales presentaron
problemas con su lenguaje la mayoría de ellos con problemas familiares en los cuales
resaltan el estilo y ambiente de vida, las carencias afectivas por parte de los padres y/o
cuidadores.
DESARROLLO
Con el paso del tiempo se ha ido consolidando la idea de que el ambiente social,
económico y cultural moldea el lenguaje infantil. Las teorías del desarrollo reconocen una
variedad de interacciones complejas entre la genética y el ambiente que moldean el
desarrollo infantil (Bronfenbrenner y Morris, 2006; Rogers, Nulty, Aparicio y DeThorne, 2015).
la escolarización de la madre, ha sido asociado frecuentemente con el desarrollo del
lenguaje infantil, en el sentido de que una menor cantidad de años de escolarización
parece funcionar como un factor de riesgo. Existe, de hecho, abundante evidencia de la
asociación entre años de escolarización materna y retraso del lenguaje o de rendimientos
lingüísticos descendidos en los primeros años de vida (Hoff, 2006; Hoff y Tian, 2005
; Keegstra, Knijff, Post, y
Factores ambientales
Los padres de los niños fueron contactados en escuelas y centros de salud públicos de la
Ciudad de México y de Querétaro, mediante una charla de libre asistencia en que se
informaba sobre las posibles dificultades del lenguaje en niños en etapa preescolar y la
necesidad de detección de dichas dificultades. Luego, se les invitaba a formar parte del
proyecto, con un énfasis en que la invitación era abierta para todos, existiera o no una
preocupación previa. En caso de que los padres manifestaran la disposición de participar,
se les solicitó que firmaran un consentimiento informado y aprobado por el comité de ética
del Hospital General Dr. Manuel Gea González.
Los padres deben cubrir y satisfacer las necesidades de los niños, ya sean las
relacionadas con el desarrollo emocional, así como las relacionadas con el desarrollo
cognitivo y lingüístico, ya que consideran primordial alimentación, salud y vivienda.
La escolarización parental impacta en una mayor probabilidad de presentar un trastorno
de lenguaje. Desde una perspectiva biopsicosocial, existe creciente evidencia de que el
impacto protector/desfavorecedor de la educación materna ocurre en la medida en que
dicho contexto de escolarización activa una cadena de otros elementos relevantes para el
desarrollo lingüístico del niño: acceso a una buena información sobre el desarrollo del
lenguaje infantil; conformación de un adecuado ambiente de interacción y organización en
el hogar; fortalecimiento de las habilidades de sensibilidad parental frente al surgimiento
de dificultades en el desarrollo.
Factores biológicos
Según el DSM-5 (2014), en la actualidad, no podemos incluir el problema del niño dentro
de los trastornos de comunicación, incluidos dentro de los trastornos del neurodesarrollo
ya que uno de sus criterios diagnósticos es que: “Las dificultades no se pueden atribuir a
un deterioro auditivo o sensorial de otro tipo, a una disfunción motora o a otra afección
médica o neurológica y no se explica mejor por discapacidad intelectual (trastorno del
desarrollo intelectual) o retraso global del desarrollo. ” Por esta razón, se considera que el
niño presenta un retraso en el desarrollo que le afecta tanto a nivel motor como a nivel del
lenguaje y conductual y que este no se puede explicar por ningún otro criterio diagnóstico.
Este niño presenta todos los fonemas que se deben tener adquiridos a los 3 años,
pero se observan problemas en cuanto a la adquisición de los fonemas
correspondientes a los 4 años, de ahí que se concluya que el niño tiene un desfase de
entre 1 año y medio y 2 años en todos los niveles (fonológico, semántico, sintáctico y
pragmático).
CONCLUSIÓN
https://uvadoc.uva.es/bitstream/handle/10324/25429/TFG-M-L1022.pdf?sequence=1
Auza B., Alejandra, & Peñaloza Castillo, Christian. (2019). Factores individuales y familiares en el
Trastorno del Desarrollo del Lenguaje (TDL). Iztapalapa. Revista de ciencias sociales y
humanidades, 40(86), 41-66. https://doi.org/10.28928/ri/862019/atc2/auzaa/penalozacastilloc
González, R. y Hornauer-Hughes, A. (2014). Cerebro y Lenguaje. Revista Hospital Clínico
Universitario de Chile, 25, 143-153