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¿Existe relación entre la

motricidad y el desarrollo
del lenguaje en niños que
presentan Trastorno
Específico del lenguaje?
Alejandra Toloza.
Introducción.

Actualmente, educadores y educadoras mantienen un gran compromiso con el


desarrollo cognitivo e integral de los niños en las escuelas de lenguaje, sin
embargo, ¿se puede reflexionar con respecto a la influencia existente entre el
avance motriz de los menores con el logro en sus capacidades lingüísticas?

Es relevante tener en cuenta, que según la American Psychiatric Association


(Tomblin et al. 1997), en niños de habla inglesa, la prevalencia de este trastorno
(TEL) fluctúa entre 6% y 8, y en nuestro país la presencia del Trastorno Especifico
del Lenguaje, correspondería al 4% de los niños entre 3 y 7 años (De Barbieri,
Maggiolo y Alfaro, 1999), siendo uno de los trastornos relacionados al lenguaje
oral con mayor prevalecía en el país.

Por otra parte, autores como Kain, J., Concha, F., Salazar, G., Leyton, B., del Pilar
Rodríguez, M., Ceballos, X., & Vio, F. (2009) en su estudio” Prevención de
obesidad en preescolares y escolares de escuelas Municipales de una Comuna de
Santiago de Chile” exponen que la obesidad infantil en Chile ha sido reconocida
como un problema de salud pública prioritario. En preescolares de 2 a 5 años que
asisten a jardines infantiles estatales de la Junta Nacional de Jardines Infantiles
(JUNJI), la prevalencia de obesidad aumentó de 8,5% a 10,5% (peso/talla > 2 DE
Referencia NCHS 1977) entre 1985 y 2005, pero afortunadamente este % ha
disminuido y actualmente es de 9%. Sin embargo, en escolares de primer año
básico del país, la proporción de niños obesos aumentó de 14% a 19,4 % durante
la última década. Por otra parte, el desarrollo del lenguaje y los desafíos en esta
área tal como es el Trastorno Específico del Lenguaje, se mantienen,
demostrando que actualmente ambas áreas se encuentran en desmedro. Por
tanto, ¿Existirá relación entre ambas variables?
Desarrollo.

En primer lugar, se puede mencionar, que el ser humano tiene la capacidad de


desarrollarse de forma integral, ya sea en el área cognitiva, social, psicológica,
emocional y motriz. Es por esto, que, en el área de la educación, se pretende
desarrollar las diversas inteligencias, ya sea lingüística, matemática, espacial,
musical, cinestesia, interpersonal e intrapersonal y naturista (Gardner, 2016), sin
descuidar alguna en desmedro de la otra, teniendo en cuenta que anteriormente,
el enfoque consideraba que el desarrollo motriz o social, era de menor relevancia
que el área motriz. Considerando esto, es que el área motriz, se considera
relevante al igual que los demás ámbitos, ya sean cognitivos o sociales, en
particular para el desarrollo del lenguaje en las poblaciones de menor rango etario,
ya que en el periodo comprendido entre los 0 a 6 años, es cuando mayores
conexiones neuronales se producen.

Es a partir de esto, que se realizan estudios para conocer la incidencia que el


desarrollo del área motriz tiene en relación con el lenguaje, considerando que
ambas áreas influyen en el desarrollo integral y aprendizaje del ser humano tanto
en esta etapa como a lo largo de su vida.

Es por eso, que se puede hacer referencia a investigaciones de Trauner, Wulfeck,


Tallal y Hesselink (2000) donde, pudieron evidenciar cómo los niños con desafíos
en el lenguaje demostraban un retraso en la adquisición de la marcha
independiente.

Por otra parte, Iverson y Barddock en el año 2011, concluyeron, que los niños en
edad preescolar con desafíos del lenguaje evidenciaban dificultades en su
competencia motriz. También, se puede mencionar, que, para estos
investigadores, esto confirmaría: “la presencia simultánea de problemas motrices y
problemas de lenguaje en poblaciones que pudieran presentar problemas motrices
y/o de lenguaje” (Iverson y Barddock, 2011). Demostrando la incidencia que tienen
ambas áreas del desarrollo en los niños.
Sumado a esto, los autores (Behrens, M., & Hauch, J. 2011). En
su estudio Does Motor Development Influence Language Development?.
Concluyen que etapas de la vida influyen ampliamente en el sistema lingüístico
emergente. Sin embargo, uno de los otros precursores que requieren atención
adicional es el desarrollo motor.

Finalmente, y en relación a la realidad actual en el país, se puede considerar que


en este, no existen variedad de estudios alusivos a la temática, sin embargo, los
autores (Cid, F. M., Roco, G. C., Aravena, F. M., & Morales, P. V. 2015) realizaron
un estudio titulado “Relación entre la motricidad gruesa y el trastorno específico
del lenguaje en niños y niñas de 4 y 5 años de la comuna de Paine, Chile”, en el
cual, se aplica test de TGMD-2 con la finalidad de evaluar la motricidad de los
estudiantes, por otra parte, los test TEPROSIF-R, TECAL y STSG, evaluando el
lenguaje. Cabe señalar que, en este, se concluye acerca del beneficio del
desarrollo motor, para el desarrollo de habilidades de comprensión lectora en
niños con trastornos del lenguaje.

Considerando las investigaciones mencionadas, se puede mencionar que existen


referencias con respecto a la temática establecida, existiendo relación entre el
desarrollo del lenguaje con las habilidades motrices de los infantes.

Sumado a esta idea, e debe mencionar que el ser humano explora su medio a
través de sus sentidos, y es a través de esto, que incorpora nuevos
conocimientos, es decir, a través de movimientos realizados día a día, tales como,
caminar, lanzar, correr, saltar, los niños y niñas, se exponen al aprendizaje
constante, inmersos en un entorno rodeado naturalmente del lenguaje y de nuevos
movimientos, por lo tanto, y tal como plantea (Iverson, 2010) "es muy difícil
estudiar el lenguaje desgajado del cuerpo, es más, se podría afirmar que el
desarrollo del lenguaje está corporizado”.

Considerando esto, se debe tener en cuenta, que existen estudios que exponen,
que, durante los primeros dieciocho meses de vida, los bebés adquieren un
conjunto de nuevas habilidades motoras que cambian significativamente. El
cuerpo se mueve e interactúa con el medio ambiente, con esto
se argumenta que las adquisiciones motoras proporcionan a los bebés una
oportunidad de practicar habilidades relevantes para la adquisición de son
necesarios para ese propósito; y que la aparición de nuevos cambios en la
experiencia de los bebés con objetos y personas de son relevantes tanto para el
desarrollo comunicativo general como para la adquisición del lenguaje.

Aplicadas estas ideas al estudio del desarrollo del lenguaje, el enfoque


corporizado y sensomotor considera que el niño al comprender las palabras y al
actuar e interactuar en el medio, reclama las mismas áreas sensomotoras en su
cerebro, y a media que se desarrolla, la comprensión de las frases implica la
simulación mental de las secuencias de acción que describen (Pulvermüller,
2005).

Entrelazando y comentando la importancia que tiene la motricidad en el desarrollo


del lenguaje en los primeros años de vida, los autores (Sarlé, P. M., & Rosemberg,
C. R.Eds. 2015). En su libro “Dale que… El juego dramático y el desarrollo del
lenguaje en los niños pequeños” nos comenta que en estos primeros años los
niños comienzan a aprender en las interacciones con los miembros de sus familias
y sus maestras y compañeros de jardín, aquellas habilidades, conocimientos y
comportamientos que necesitan para participar, paulatinamente de forma más
idónea de las actividades sociales que configuran su vida. En este proceso de
socialización lo niños van progresivamente conociendo los comportamientos y las
acciones y las reacciones que pueden esperar de las otras personas, adulos y
otros niños, aprenden paulatinamente la dinámica de las interacciones sociales,
las reglas y las normas que rigen la participación; identifican los objetos presentes
en su entorno y comprenden que se pueden hacer con ellos. También aspectos
emocionales, buscar la compañía de otra persona cuando se sienten tristes o
cuando, simplemente, no quieren estar solos, todos estos comportamientos, estos
conocimientos y estas habilidades se realizan en buena medida atreves del
lenguaje y el niño aprende a hablar al mismo tiempo que se producen todos los
aprendizajes mencionados.
Por otra parte, Campo Ternera, L. A. (2010). En su estudio
“Importance of the motor development in terms of the evolutionary process of
language and cognition in children between ages 3 to 7 in the city of Barranquilla
(Colombia)”, refiere que el desarrollo es un proceso continuo a través del cual el
niño va adquiriendo habilidades gradualmente complejas que le permiten
interactuar con las personas, objetos y situaciones de su medio ambiente en
diversas formas. Incluye las funciones de la inteligencia y el aprendizaje, por
medio de las cuales entiende y organiza su mundo, amplía la capacidad de
comprender, hablar su idioma, desplazarse, manipular objetos, relacionarse con
los demás, y el modo de sentir y expresar sus emociones.

El mismo estudio además plantea que en términos de los procesos evolutivos, el


desarrollo físico es considerado durante los primeros años de vida como “la base
sobre la que se establece el desarrollo psicológico, aunque éste sea bastante
independiente de las características físicas”; de este modo, el desarrollo motor
ocupa un lugar intermedio entre el desarrollo físico y el psicológico, al depender no
sólo del desarrollo de los músculos y nervios relacionados sino también de
capacidades sensorioperceptivas. Como ejemplo de esto, la coordinación entre
aspectos madurativos de los sistemas nervioso, esquelético, muscular y sensorial,
el progreso motor determina y a su vez resulta influenciado por otros componentes
del desarrollo infantil, como los aspectos físicos.
Conclusión.

En primer lugar, se considera que la implementación de programa de patrones


motores puede ser una herramienta que permita a los estudiantes de escuelas de
lenguaje evolucionar positivamente en sus desafíos, ya que el mantener
problemas motrices puede influir negativamente en el desarrollo del lenguaje o
viceversa, tal como reafirman Iverson y Barddock, (2011), “la presencia simultánea
de problemas motrices y problemas de lenguaje en poblaciones que pudieran
presentar problemas motrices y/o de lenguaje”
En segundo lugar, este tipo de revisión bibliográfica, genera instancias para que
expertos en motricidad, influyan a través de esta área al desarrollo integral de los
menores que pertenecen a escuelas de lenguaje, reconociendo que estos se
encuentran aún en un período relevante del desarrollo de su plasticidad neuronal,
y son capaces de incorporar estos nuevos conocimientos afianzando además
otras áreas como lo son, en este caso, el lenguaje, ya que según el estudio
realizado en Paine, Chile, se concluye con respecto al beneficio del desarrollo
motor, con respecto al desarrollo de habilidades de comprensión lectora en niños
con trastornos del lenguaje. (Cid, F. M., Roco, G. C., Aravena, F. M., & Morales, P.
V. 2015).
Por tanto, durante esta revisión, se considera que cada estudiante debe
desarrollar sus habilidades considerando su mayor potencial tanto en el área
motora como del lenguaje, ya que estás deben fomentarse de manera paralela
para el logro de las metas e hitos esperados para las edades correspondientes, al
igual que en el caso de los niños y niñas quienes presentan Trastorno Específico
del Lenguaje, se hace imperioso mantener activa el área motriz ya que esta
permite que el estudiante explore e incorpore nuevos conocimientos, adquiriendo
las herramientas cognitivas y a su vez relacionadas con el lenguaje que su entorno
les puede entregar.
Bibliografía.

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Cid, F. M., Roco, G. C., Aravena, F. M., & Morales, P. V. (2015). Relación entre la
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