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“Francisco de Miranda”
Catedra de Obstetricia
SUFRIMIENTO FETAL Y
RESTRICCIÓN DEL
CRECIMIENTO INTRAUTERINO
Monitor: IPG
CI 25.376.975
También llamado pérdida de bienestar fetal o distrés fetal, comúnmente hay tendencia al
intercambio o confusión de los conceptos de Sufrimiento Fetal por Asfixia Fetal, ya que,
es una peligrosa complicación del parto en la que el bebé no recibe el oxígeno necesario, y que
podría ocasionar daños irreparables en el tejido cerebral, por lo cual es importante actuar con
rapidez, tomando las medidas necesarias para proteger la salud del bebé.
Se refiriere a un estado que altera la fisiología fetal antes o durante el parto, de tal modo que
es probable su muerte o la aparición de lesiones permanentes en un período relativamente
breve. En general, es causada por un déficit de oxígeno secundario principalmente a
insuficiencia en la circulación útero placentaria, compresión del cordón umbilical y
complicaciones fetales como la sepsis o las hemorragias.
Una vez que ha nacido, el test APGAR puede revelar el alcance de los daños que el
sufrimiento fetal ha producido en el bebé. Para evitar las graves consecuencias que tiene la
disminución de oxígeno.
Para entender los problemas del déficit de oxigenación fetal es necesario un adecuado
conocimiento de la respiración fetal y de los elementos que en ella intervienen. Es conocido
que la homeostasis de la circulación fetal es dependiente de la integridad de las diferentes vías
o caminos que el oxígeno y los diversos nutrientes tienen que atravesar para llegar al feto, así
como para la expulsión de sus productos de desecho.
Vía Materna
Vía Útero Placentaria
Vía Umbilical
1. Vía Materna:
Está constituida por la circulación AortoIliaca, que transporta la sangre oxigenada y los
nutrientes hacia el útero a través de las arterias uterinas. Se debe tener en cuenta que el buen
funcionamiento de la vía materna dependerá de:
Cualquier obstrucción del flujo sanguíneo a nivel del Sistema AortoIliaca originará un déficit
de nutrientes y oxígeno al feto.
A través de la vena Cava la sangre retorna al corazón derecho materno desde la mitad inferior
del cuerpo, por lo que su compresión ocasionará un estancamiento de la sangre en estos
niveles, produciéndose un secuestro de este volumen sanguíneo atrapado de la circulación
materna efectiva, lo que disminuirá el retorno venoso y con ello el volumen de expulsión,
disminuyendo así la cantidad de sangre disponible para la circulación AortoIliaca.
Las arterias uterinas llevan la sangre oxigenada hacia el interior del útero, ramificándose y
atravesando el miometrio hasta los espacios intervellosos de la circulación placentaria.
La vía uteroplacentario puede ser afectada a nivel miometral como resultante de una
hipertonía o taquisistolia uterina que conducirá a una falla en la perfusión de los lagos
vellosos, o a nivel de la vascularización placentaria.
Una vez que la sangre ha atravesado el miometrio y llegado a los lagos vellosos, ésta se pone
en contacto con la placenta. El flujo sanguíneo normal a través de los espacios intervellosos
placentarios puede verse afectado al ocurrir un defecto en la vascularización placentaria, como
por ejemplo un aumento en la resistencia periférica de los vasos placentarios, que producirá
una gradiente de presión significativa en contra de la sangre que debe fluir a través de la
placenta para el intercambio con la circulación fetal. Esto podría originar una disminución en
la perfusión placentaria, afectando consecuentemente el intercambio gaseoso con la
circulación umbilical.
Bajo circunstancias normales con una funcionalidad normal de todas las vías que mantienen la
homeostasis fetal, esta disminución de la perfusión es bien tolerada por el feto, quien no
presentará evidencia de hipoxia hasta que por lo menos ocurra un aumento en la presión
intraamnióticas de 70 mm de Hg, o sea que en circunstancias ordinarias, con una placenta
sana, permeabilidad de la vía materna y ausencia de contracciones uterinas excesivas, la vía
placentaria no será afectada significativamente por presiones intraamnióticas menores a 70
mm de Hg. En la práctica se ha observado que una placenta sana, puede ser bien perfundidas
bajo presiones de 100 mm de Hg. Por otro lado, una placenta defectuosa, puede no permitir
una adecuada oxigenación de la circulación umbilical a presiones de 50 mm de Hg+, que es
aproximadamente la gradiente usual de presión intraamnióticas durante la contracción de un
trabajo de parto normal.
3. Vía Umbilical:
Está dada por el cordón umbilical que contiene una vena y dos arterias. Es un flujo
dependiente cuya oxigenación ocurre desde la vía materna a través de la vía úteroplacentaria,
donde la sangre oxigenada fluye por la vena hacia el feto y la sangre desoxigenada sale del
feto por las arterias. La dinámica del flujo sanguíneo fetal es opuesta al del sistema
circulatorio del adulto.
La compresión del cordón umbilical puede ocasionar una disminución del flujo de la sangre
oxigenada hacia el feto solamente, o puede, además, ocluir ambos vasos arteriales, quedando
la sangre atrapada dentro del feto.
La homeostasis de la circulación fetal, depende además de una vía materna intacta que lleva
sangre hacia el útero, de una vía úteroplacentaria intacta que lleva la sangre a través del útero
y la placenta, y finalmente, de una vía umbilical intacta que permita a la sangre fetal discurrir
a través de los vasos umbilicales.
Dos son los principales mecanismos descritos en este sentido, uno es el mecanismo "Everest"
descrito por Bancroft, mediante el cual el feto desarrolla una policitemia con el objetivo de
aumentar el transporte de oxígeno por la sangre, al aumentar la cantidad de hemoglobina que
es el transportador de este gas; el otro mecanismo es la vasodilatación a nivel de la placenta,
originada por la hipercapnia, lo que produce un aumento del flujo sanguíneo permitiendo la
adaptación del sistema circulatorio fetal, que distribuirá el oxígeno a los órganos nobles.
ETIOLOGIA
Las causas que pueden producir una alteración en el intercambio de oxígeno entre el feto y su
madre pueden ser maternas, fetales, placentarias, funiculares (cordón umbilical) y uterinas:
1. Causas maternas. Algunas afecciones maternas, implican una disminución del aporte
transplacentario de oxígeno. Estas afecciones pueden ser:
Hipotensión arterial. Implica una disminución del flujo de sangre arterial materna
hacia la placenta y puede estar producida por una hemorragia aguda durante el
embarazo, por la ingesta de fármacos hipotensores o por el síndrome de decúbito
supino, que se produce por la compresión de la vena cava inferior por el útero gestante.
Hipoxia materna. Ciertas cardiopatías, una anemia grave o una insuficiencia
respiratoria pueden hacer disminuir el flujo placentario de oxígeno hacia el feto
durante el embarazo.
Acidosis materna. Se produce en las gestantes con diabetes insulinodependientes, que
se descompensan.
Hipertensión arterial. Tanto la hipertensión arterial crónica (HTA) como
la hipertensión inducida por el embarazo, pueden dar lugar a un crecimiento
intrauterino retardado y a sufrimiento fetal.
Dependiendo del número de células afectadas, la lesión será mayor o menor. En el proceso de
disminución de intercambio de oxígeno entre la madre y su bebé se pueden distinguir tres
etapas:
CUADRO CLÍNICO:
Aunque es más común escuchar o saber de ésta complicación durante el parto, tal y como
lo hemos mencionado, también es posible que éste se presente desde el embarazo. Por lo
tanto, estaríamos hablando de dos tipos de sufrimiento fetal: agudo y crónico.
El sufrimiento fetal agudo: se considera una urgencia médica, ya que se presenta de
forma repentina y durante el parto, cuando la falta de oxigenación del bebé ocurre de
forma brusca. En estos casos, el nacimiento del bebé debe suceder lo más pronto posible,
ya sea por cesárea de urgencia o por vía vaginal, bajo constante vigilancia médica.
DIAGNÓSTICO:
El diagnóstico del Sufrimiento Fetal es de presunción clínica con la sospecha de hipoxia,
fundamentado en una alteración a nivel de la monitorización electrónica de la frecuencia
cardíaca fetal y certeza neonatológica se realiza mediante el nacimiento de un niño con
elementos de asfixia perinatal.
PRUEBA NO ESTRESANTE
Cuyas siglas en ingles son NST (Non Stress Test) observa la capacidad de incrementar la FCF
asociada a movimientos fetales. El descarte de una lesión neurológica en ausencia de hipoxia y
acidosis constituye el fundamento de esta técnica. Por el contrario la ausencia de estas
elevaciones de la FCF, pudiese estar asociada a hipoxemia pero también a otras situaciones
como, ciclo de sueño fetal, o efectos de drogas (narcóticos, barbitúricos, beta-bloqueantes).
El registro de por lo menos dos episodios de aceleración de la FCF superior a 15 latidos por
minuto con una duración mayor a 15 segundos durante un periodo de observación de 30
minutos asociados a movimientos fetales, es denominado prueba reactiva. Por el contrario, el
no alcanzar los parámetros antes mencionados, es llamada prueba no reactiva. Estas
observaciones pueden repetirse hasta por dos periodos
PERIODO PRUEBA
Preparto Monitoreo fetal no Estresante
Monitoreo por contracciones uterinas o estresante
Perfil Biofísico
Estimulación Vibroacústica
Ultrasonido Doppler
Monitoreo Electrónico Continuo de la FCF
Auscultación Intermitente de la FCF
Intraparto
Oximetría de Pulso Fetal
pH sanguíneo cuero cabelludo Fetal
APGAR
Pos-parto Gasometría Cordón Umbilical
Pruebas Neuroconductuales
Perfil Biofísico, situaciones y puntajes
Parámetro Normal (2 ptos) Anormal (0 ptos)
Prueba NST Reactiva No Reactiva
Mov. Respiratorio
Al menos 1 de 30´´ en 30 min. Ausencia
Fetal
Mov. Corporales
3 en 30 min. <2 en 30 min.
Fetal
Extremidades sup. e inf. en
Extremidades en extensión o
Tono Fetal completa flexión, cabeza sobre
flexión parcial
tórax
Líquido Amniótico ILA 5 cm. ILA < 5 cm.
REANIMACIÓN FETAL
Existen una serie de maniobras que en ciertas situaciones pueden evitar una Cesárea, o
retrasarla con el fin de ganar tiempo para una mejor preparación pre-operatoria sin producir
resultados neonatales adversos. Dentro de ellas tenemos las siguientes:
Cabe destacar que se ha demostrado que los fetos con CIR están predispuestos al desarrollo de
retraso cognitivo en la infancia y a enfermedades en la edad adulta (Obesidad, Diabetes
mellitus tipo 2, Enfermedades coronarias y Enfermedad cerebro-vascular). Es de importancia
conocer que todo feto con CIR cursa con riesgo de muerte fetal intrauterina de 1,5% (<p10) y
2,5% (<p5); Los fetos PEG están predispuestos a complicaciones en la vida neonatal como
hipoglicemia, hiperbilirrubinemia, hipotermia, hemorragia intraventricular, enterocolitis
necrotizante, convulsiones, sepsis, síndrome de dificultad respiratoria y muerte. El 95% del
peso fetal se gana a partir de la semana 20.
DEFINICIÓN
FISIOPATOLOGIA
Los mecanismos por el cual un feto compromete su crecimiento dependerán del mecanismo de
daño, que pueden ser malformaciones, infecciones e hipoxia. En un 70 a 80% de los casos la
causa es hipoxia, en la que describiremos los mecanismos involucrados así como los
mecanismos fetales de adaptación fetal a la hipoxia y su relación con la clínica así como con
los exámenes de bienestar fetal
Hipoxia crónica: Si bien la disminución de la presión parcial de oxigeno puede ocurrir por
múltiples causas, que pueden ser altura, enfermedades respiratorias, alteraciones cuantitativa o
cualitativas de la hemoglobina, hasta danos vasculares en enfermedades crónicas, la más
frecuente es un alteración de la placentación
FACTORES DE RIESGO.
Factores preconcepcionales:
Factores concepcionales:
1. Embarazo múltiple
2. Aumento de peso materno (menor de 8 Kg. al término del embarazo)
3. Corto intervalo intergenésico (menor de 12 meses)
4. Hipertensión arterial inducida por el embarazo.
5. Hemorragias frecuentes que producen anemia.
6. Infecciones.
7. Malformaciones congénitas.
ETIOLOGIA
Causas maternas
Causas fetales
Causas ovulares
1. Insuficiencia placentaria
2. DPP
3. Placenta previa
4. Placenta circunvalada
5. Acretismo placentario
6. Patologías del cordón umbilical: Inserción velamentosa del cordón
7. Corioangioma
8. Arteria umbilical única
CLASIFICACIÓN:
Clasificación Clínica
Se describen tres tipos de RCIU, basado en la incorporación a la clínica del concepto de las
tres fases de crecimiento celular descritas por Winnick:
- RCIU severo: Fetos que se encuentran con peso ultrasonográfico estimado por debajo del
percentil 3 para la edad gestacional. Esta clasificación tiene peor pronóstico y aumento en la
morbilidad y mortalidad perinatal.
• TIPO I: o PFE <p3 o ICP <p5 (tomado en dos ocasiones con una diferencia mínima de 12
horas sin haber cumplido previamente betametasona, betabloqueantes o sulfato de magnesio)
o IP ACM <p5 o IP promedio de AUt >p95
• TIPO II o Flujo Diastólico Borrado de Arteria Umbilical (tomado en dos ocasiones con
una diferencia mínima de 12 horas sin haber cumplido previamente betametasona,
betabloqueantes o sulfato de magnesio)
• TIPO III o Flujo Diastólico Reverso de Arteria Umbilical (tomado en dos ocasiones con
una diferencia mínima de 6 horas y máximo de 12 horas, sin haber cumplido previamente
betametasona, betabloqueantes o sulfato de magnesio) o IP Ductus Venoso >p95 o Flujo
Diastólico Borrado
Dificultad respiratoria
Ictericia neonatal
Hipoglicemia neonatal
Intolerancia a la vía oral
Enterocolitis Necrosante
Muerte
Asfixia perinatal
Policitemia
DIAGNOSTICO:
-Diagnóstico clínico Se realizará la altura uterina en cada visita desde las 26 semanas. La
metodología será: decúbito supino, de fundus a pubis, observación enmascarada de la
exploración previa. Si la altura uterina es inferior al percentil 10 para EG 26S-23cm; 28s-
25cm; 30s-27cm; 32s-28cm; 34S-30s, 36s-31cm; 38s-33cm; 40s-34cm) y no se dispone de un
PFE en las 2 semanas previas se requiere una estimación ecográfica de peso fetal.
- Diagnóstico ecográfico Se deben utilizar cuatro medidas biométricas básicas por ecografía
las cuales comprenden: Diámetro Biparietal, circunferencia cefálica, circunferencia abdominal
y Longitud de fémur (Fórmula de Hadlock); las cuales se combinan para generar un peso fetal
estimado, el cual se puede desviar aproximadamente en 20% en el 95% de los casos.
CONDUCTA:
Recomendaciones generales
Posición Decúbito lateral izquierdo. Disminuye la compresión de la vena cava, por lo que
son recomendables los períodos frecuentes de reposo en esa posición.
Sólo son criterios necesarios de ingreso la indicación de finalización del embarazo (CIR II-III-
IV) y la preeclamsia severa. En el resto de casos se preferirá el control ambulatorio.
Se indicará maduración pulmonar (Betametasona 12mg VIM OD por dos dosis) sólo si se
cumplen criterios de finalización y su edad gestacional es superior a 24 semanas – 34 semanas
(o >34 semanas si no se cumplió anteriormente).
La administración de ASA será de 150mg VO diarios posterior a la cena. Omitir una semana
antes de planificar la interrupción del embarazo.
SEGUIMIENTO
Cuando se decide la interrupción del embarazo por debajo de las 30 semanas de gestación se
recomienda la infusión de sulfato de magnesio para disminuir el riesgo de trastornos del
movimiento y de parálisis cerebral infantil. En casos especiales, cuando el diagnóstico se
realiza antes de las 24 semanas, el manejo del mismo es controversial, y se requiere manejo
interdisciplinario entre Obstetricia, Neonatología y la familia, para establecer consenso en el
manejo.
Finalización de la gestación
-Sanín-B. JE, Gómez Díaz J, Ramírez J, Mejía C, Medina O, Vélez J. Consenso nacional de
expertos. Diagnóstico y seguimiento del feto con Restricción del crecimiento intrauterino
(RCIU) y del feto pequeño para la edad gestacional (PEG). Consenso colombiano. Rev
Colomb Obstet Ginecol 2009.
-Palloto E, Kilbride inatal outcome and later implications of intrauterine growth restriction.
Clin Obstet Gynecol 2006.
- Garite TJ, Reese C, Thorp J. Intrauterine growth restriction increases morbidity and mortality
among premature neonates. Am J Obstet Gynecol 2004.