UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES IZTACALA

PSICOLOGÍA A DISTANCIA

0201 - LA EVALUACIÓN PSICOLÓGICA [GRUPO: 9247]

TUTORA: LIC. CINTHYA LORENA CORNEJO CÁRDENAS

UNIDAD II. METODOLOGÍA EN LA EVALUACIÓN A PARTIR DE

DIVERSOS MODELOS TEÓRICOS PSICOLÓGICOS
ACTIVIDAD: RESUMEN

ALUMNO: BÉJAR GUERRERO OSCAR ARMANDO

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Introducción

La psicología como disciplina que se ocupa del estudio científico del comportamiento

humano necesita evaluar para poder detectar un estado, un conocimiento o una patología, si

es que existe, para lo cual requiere una serie de elementos que le permitan instrumentar un

medio para elaborar diagnósticos de acuerdo al campo en donde se esté evaluando.

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Entonces, asumiendo este punto de vista esta evaluación no debería conformarse con

aplicar algún tipo de prueba o instrumento con la finalidad de conocer el estado actual de un

sujeto o grupo de sujetos en cuanto a algún atributo o problema psicológico, sino que debería

ir más allá y estableciendo un proceso que involucrara una toma de decisiones para

seleccionar las técnicas y estrategias para la intervención y más adelante, plantear objetivos

de terapia.

En esta actividad vamos a elaborar un breve resumen con algunas breves definiciones

y principales características de este tema tan interesante.

Evaluación psicológica

Silva señala (1983, citado en Garaigordobil, 1998) que la evaluación psicológica es un

proceso complejo, que va desde el planteamiento del problema hasta la recomendación de

soluciones y la toma de decisiones, por lo que ninguna perspectiva, estrategia, procedimiento

o técnica tiene la exclusiva. Esta complejidad está dada por toda una suerte de factores que

pueden ser de muy variado tipo, desde el diagnóstico psicopatológico al análisis de un

cambio de conducta o a la valoración de intervenciones.

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 De acuerdo con Rocío Fernández-Ballesteros (2013), la evaluación psicológica es

aquella disciplina de la psicología que se ocupa del estudio científico del comportamiento

humano, en los niveles de complejidad necesarios, de un sujeto (o un grupo especificado de

sujetos) con el fin de describir, clasificar, predecir y, en su caso, explicar y controlar tal

conducta.

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Fernández-Ballesteros (2013, p. 56) admite que estos niveles de complejidad de la

conducta, dependen de lo que hace un sujeto (sus ejecuciones), así como lo que piensa, siente

o experimenta, y que es comúnmente admitido que la conducta presenta tres modalidades

distintas, a saber:

Conducta motora: es toda aquella manifestación externa que implica actividades

que son externamente observables. Por ejemplo, caminar, mirar, saludar, llorar, etc.

Conducta cognitiva: supone todo aquello que piensa o experimenta un sujeto. Por

ejemplo, si se siente triste o alegre, si piensa que le persiguen, qué

autoinstrucciones obedece cuando realiza una tarea, etc.

Conducta psicofisiológica: comprende las actividades del sistema nervioso. Por

ejemplo, tasa cardíaca, presión arterial, actividad cortical, etc.

Sintetizado, la versión conceptual de Fernández-Ballesteros (2013), es en mi opinión,

la que mejor recoge los conceptos para establecer definición y cara cterísticas de la

evaluación psicológica de la actualidad:

La evaluación psicológica es considerada una disciplina de la psicología científica que se

ocupa de la exploración y análisis del comportamiento de un sujeto o un grupo de sujetos, a
los niveles de complejidad que se estime oportunos (motor, fisiológico, cognitivo), con
distintos objetivos básicos, aplicados y de investigación (detección, diagnóstico, descripción,
selección, explicación, predicción, tratamiento o intervención, valoración), por medio de la

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 aplicación de diferentes dispositivos, pruebas y técnicas de medición y evaluación, cuya
finalidad última es la toma de decisiones (p.56).

Psicodiagnóstico

El término Psicodiagnóstico, como tal, fue utilizado originalmente por Rorschach, en 1921

quien tituló así su obra donde presenta la Prueba de las Manchas de Tinta (Aragón-Borja 3

(2011), y al día de hoy conserva buena parte de su aplicabilidad cuando el objetivo de

evaluación es el diagnóstico psicopatológico, es decir, cuando se trata de establecer la

clasificación del sujeto en estudio con fines clínicos.

Debido a su raigambre dentro de las ciencias de la salud, el concepto de

Psicodiagnóstico se ha venido asociando a la Psicología Clínica y esencialmente al estudio

de las patologías psicológicas e incluso a las llamadas enfermedades mentales.

Para apoyar este planteamiento, Garaigordobil (1998) establece que

La definición dada del psicodiagnóstico en su acepción tradicional hace referencia al sentido

médico-psiquiátrico del término, ya que se plantea como objetivo exclusivamente la
clasificación taxonómica. Es un diagnóstico dirigido a la exploración de aspectos
psicopatológicos, negativos o deficitarios del funcionamiento psicológico, y la aplicación de
instrumentos tiene por finalidad complementar, corroborar y medir aquellas tendencias que,
según la experiencia práctica de los clínicos, son de mayor significación. (p. 25).

Vizcarro (1996) menciona que debido a que el diagnóstico se basa fundamentalmente,

en los sistemas en uso, de signos y síntomas, y ya que éstos se agrupan formando patrones que

covarían de modo más o menos consistente, dando así lugar a los síndromes, se integran para

establecer, un marco de referencia adecuado, sobre el cual el clínico se apoya, formando sistemas

de clasificación que son instrumentos que proporcionan “las líneas maestras y puntos de referencia

y que disponemos para trabajar sobre una realidad” (Vizcarro, 1996, p. 4).
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 Entonces, un sistema de clasificación es un conjunto de conceptos que pretende describir de

un modo sistemático y comprehensivo una determinada porción de la realidad (Vizcarro, 1996), y

que es esencialmente arbitrario, es decir, aprobado por una comunidad de expertos, como por ejemplo,

el DSM-5 por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA, por sus siglas en inglés) y la CIE-

10 (Clasificación Internacional de Enfermedades) por la Organización Mundial de la Salud.

Evaluación psicométrica

De acuerdo con Aragón-Borja (2011), la psicometría es la disciplina de la Psicología que

involucra a todo aquello relacionado con la medición psicológica y se especializa en las

propiedades métricas que dichas mediciones deben poseer en cualquier campo de aplicación

e independientemente de los instrumentos que son utilizados. Asimismo, su objetivo es

proporcionar modelos matemáticos para poder transformar los hechos en datos, con la

finalidad de poderles asignar números a las respuestas dadas por los sujetos en la evaluación

realizada.

Garaigordobil (1998) señala que la metodología empleada preferentemente por el

modelo psicométrico es la correlacional y el interés se centra en determinar y estudiar las

diferencias individuales y en ubicar a un determinado sujeto en relación al grupo normativo

en un rasgo o dimensión concreta, que puede cuantificarse. De la misma manera, la autora

menciona que el método estadístico más utilizado es el análisis factorial en sus distintas

variantes.

No todos los instrumentos de evaluación psicológica pueden ser iguales. Se clasifican

de acuerdo con su interpretación, forma de comparación, finalidad, modo de aplicación,

forma de aplicación y área del comportamiento que miden.

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Conclusión

La evaluación psicológica, que incluye el diagnóstico psicopatológico, abarca los distintos

contextos de aplicación de la psicología. Si bien en sus comienzos el psicodiagnóstico se

identificaba únicamente con la investigación en psicopatología, en la actualidad el término

sigue vigente y en ocasiones se le usa como sinónimo de evaluación psicológica, así como
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para identificar el problema psicológico del sujeto evaluado.

Uno de los aspectos medulares en la investigación en psicología reside en la

observancia no negociable de la Ética profesional al iniciar un proceso de evaluación

psicológica, se debe explicar al paciente porqué se le va a evaluar, cómo va a ser llevado a

cabo el procedimiento y solicitarle su firma en la hoja del consentimiento informado para la

aplicación de las diferentes pruebas, garantizándole la total confidencialidad de la

información.

Y no menos importante, el último paso es la entrega de un reporte de evaluación, en

el que plasmemos toda la información que hemos recabado.

Referencias bibliográficas

Aragón-Borja, E. (2011). Evaluación psicológica: historia, fundamentos teórico-

conceptuales y psicometría. México: El Manual Moderno.

Fernández-Ballesteros, R. (2013). Evaluación psicológica. Conceptos, métodos y estudio de

casos. Madrid: Ediciones Pirámide.

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Garaigordobil, L. (1998). Modelos en la evaluación psicológica. En Garaigordobil, L.

Evaluación Psicológica. Bases teórico-metodológicas, situación actual y directrices

de futuro. (pp.71-142). Salamanca: Amarú Ediciones.

Vizcarro, C. (1996) Clasificación y criterios diagnósticos de la conducta anormal. En

Fernández-Ballesteros, R. (Comp.), Introducción a la Evaluación Psicológica, Vol.

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II. Salamanca: Ediciones Pirámide.

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