Relación entre Bioética y Psicología

Al abordar a la Bioética y Salud Mental no estamos hablando de una relación ambigua,

todo lo contrario durante décadas se han expuesto distintas investigaciones que

muestran la influencia de la una en la otra, sin embargo es primordial el mencionar que

una de las quejas constantes en cuanto a la Bioética es la deficiencia al no contar con un

código en cada país al cual regirnos, eso no quiere decir que los principios y

fundamentos cambien en cuanto a la territorialidad, más bien este postulado es

adoptada como una crítica. (Marquez, 2011).

Dentro del estudio de la bioética se comprende la existencia de varias aristas que se

trabajaran a lo largo de esta investigación, como es el hecho de tomar decisiones frente

a un problema relacionado con el aspecto clínico, para ello se han revisados algunos

inquietudes que generan ansiedad y angustia en los investigadores y en la práctica

clínica, es decir que “… la bioética surgió como la tentativa de ofrecer respuestas a los

mismos, desafíos y transformaciones surgidas como consecuencia de estos hechos. Su

nacimiento explicitó la aspiración por una ética que no se limitase a los conceptos

deontológicos sino también a las relaciones morales de “buena convivencia” ...” (Souza,

2016); por ello para el proceso desicivo se presentan cuatro etapas que deben ser

consideradas, en la primera constara en la decisión de decidir que aunque parece

redundante es parte del proceso, la siguiente se establecera la definición de lo que se va

a decidir, la tercera buscara el generar alternativas y para finalizar la adopción de la

alternativa mas adecuada.

La psicología y bioética tambien son una dualidad donde se expresan algunas

propuestas, entre ella la de Michael Balint quien abarca los aspectos éticos de la terapia

psicológica desde el trabajo grupal como parte del proceso de recuperación del paciente,
el respeto hacia la autonomía mediante la contemplación del consentimiento informado

aceptado la vulnerabilidad del paciente en determinadas condiciones y que el entablar

una relación terapéutica ayudara mejorar dicha problemática, (Rueda, 2015) sin

embargo no es el único que plantea la importancia de la relación paciente – terapeuta,

pues (Sánchez, Blas, & Ortiz, 2015) indican la importancia de la misma al momento de

la toma de decisiones para ello explica la concepción del afecto desde la perspectiva

antropología cognitiva basándose en el principio de reconocimiento donde se entiende

la importancia del encuentro profesional-paciente como un espacio intersubjetivo

donde cada uno pueda responder y decidir conjuntamente, esta línea, sostiene que no

hay procesamiento ni comportamiento individual independiente del contexto cultural,

por ello todo tipo de intercambio con el ambiente, la vida misma, ocurren en el espacio

donde los individuos habitan y participan a través de su conducta afectiva y adaptativa.

La relacion existente entre la salud mental y bioetica es de tipo simbiotica es decir la

una no puede existir sin la otra, para ello se realiza una investigacion en la cual se

recolecta una serie de datos epidemiologicos con respecto a los trastornos mentales en

los cuales la intensidad del mismo, es tomando en cuanta al comprender que hay una

diferencia en la persepcion de las personas que lo padecen y el entorno que lo rodea,

para las personas que lo padecen hay un porcentaje que muestra incomodidad en su

diario vivir mientras que otras se adaptan al mismo aprendiendo a sobrellevar la

situación (Frontera, 2009). Aunque también evidencia en dicha investigación la

necesidad de trabajar en la prevención del trastorno desde la niñez, enfocándonos en los

pequeños signos de alarma que muestran para evitar el desencadenamiento de

problemas agudos en si.

Aunque unos autores mencionan básicamente la importancia de los principios bioéticos

como la autonomía, existen otros que mencionan como Granados (2013) quien indica

que parte fundamental de la Bioética es el respeto y el buen trato al enfermo mental,

evitando la discriminación; (Megía & Moreno, 2009) y la concepción de (Tealdi,

2008) desde el enfoque de derechos humanos manifiesta que existen valores que deben

ser respetados, es decir que la psicología al igual que la tecnología y las ciencias ha

sufrido una serie de cambios que obligan a cambiar la perspectiva que se tiene de la

misma, es decir que ahora el enfermo mental ya no tiene que ser marginalizado, ni

encerrado todo lo contrario debe ser tratado tomando en cuenta que no se busca la cura

definitiva de su padecimiento sino enmarcar al individuo dentro de un desarrollo sano

en dentro de la sociedad.

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