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INSTITUTO DE ESTUDIOS SUPERIORES DE CHIAPAS.

UNIVERSIDAD SALAZAR.
CLAVE: 07PSU0002D REVOE: PSU-227/2007
LICENCIATURA EN QUÍMICO FARMACÉUTICO BIÓLOGO.
TOXICOLOGÌA
8º “A”
GUTIÈRREZ CASTELLANOS PAOLA, HERNÀNDEZ ESPONDA JOSE ALBERTO.

INHIBIDORES DE LA MONOAMINO OXIDASA.


Los inhibidores de la monoamino oxidasa (IMAO) constituyen la categoría
terapéutica a la que pertenece cierto grupo de fármacos antidepresivos y que
actúan bloqueando la acción de la enzima monoamino oxidasa. Fueron los
primeros antidepresivos existentes en el mercado.
Existen actualmente dos tipos de IMAO, según sea su acción inhibitoria de la
monoamino oxidasa. Para los pacientes que toman IMAO es peligrosa la ingesta
de alimentos que contienen niveles elevados de tiramina (que normalmente se
encuentra en quesos fermentados, vinos y alcohol en general, y en encurtidos o
alimentos en conserva de vinagre). La interacción de la tiramina con los IMAO
puede ocasionar una crisis hipertensiva que puede llevar a la ruptura de una
arteria en el cerebro, es decir, un accidente cerebro-vascular.
El médico debe proporcionar al paciente una lista completa de los alimentos
prohibidos que el paciente debe llevar consigo. La reacción peligrosa se explica
porque la tiramina, al no ser neutralizada (oxidada) por la monoamino oxidasa del
cuerpo, provoca una reducción del diámetro de los vasos sanguíneos con lo cual
la presión arterial aumenta.
Los Inhibidores de la Monoamino Oxidasa (IMAO) siguen en gravedad toxicológica
a los ADT, aunque no en cuanto a incidencia, estos inician síntomas entre 6 y 12
horas tras la ingesta. La dosis tóxica es de 2-3 mg/kg. Pueden ocasionar una
amplia gama de síntomas, entre otros hipertensión, taquicardia y agitación. En
casos graves llegan a producir fallo cardiovascular y neurológico, siendo las
complicaciones más temidas el Síndrome Serotonínico y la Hipertermia Maligna.
Los IMAO son inhibidores de la desaminación de las aminas biógenas y por ello
aumentan las concentraciones cerebrales de noradrenalina, serotonina y
dopamina. Su mecanismo de acción se basa en la inhibición de la enzima
monoaminooxidasa (MAO). Esta, la MAO, es la enzima que se encarga de
metabolizar los neurotransmisores más íntimamente relacionados con la
depresión, pero la MAO tiene dos isoenzimas, la MAO-A y la MAO-B, con
localizaciones y acciones diferentes.
Los métodos rápidos de análisis toxicológico habitualmente disponibles en nuestro
medio EMIT (Enzime Multiplied Immuno Test o Enzimo Inmuno Ensayo) y Toxilab
(Análisis toxicológico), no detectan la presencia de IMAO.
El diagnóstico se basará en la historia clínica, la sintomatología del paciente y la
exploración física. La determinación de los niveles plasmáticos, accesibles sólo
en laboratorios especializados, carece de interés práctico en toxicología clínica ya
que el tratamiento depende exclusivamente de las manifestaciones clínicas del
paciente, en cuanto al tratamiento, es efectivo el carbón activado dentro de las
primeras 4 horas. El paciente deberá estar bajo control cardiovascular y
neurológico las primeras 12 horas.
En caso de hipertensión se usarán nitroprusiato o fentolamina. (3-5 mg), siendo
también efectivo el nifedipino sublingual. Si aparece hipotensión y no revierte con
expansores, se debe administrar noradrenalina. Para la hipertermia se aconseja
medidas físicas y se pauta benzodiacepinas, pudiendo necesitar dantroleno y
parálisis muscular. Si existiese agitación no usar fenotiazinas u otros
neurolépticos. Las medidas de depuración renal y extrarrenal no parecen
efectivas.

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