Está en la página 1de 3

BASILIO EL GRANDE (+ 379):

La Capadocia, cristianizada por Gregorio Taumaturgo, encontró en los Padres del


siglo cuarto su mejor expresión. Basilio, procedente de familia cristiana que apreciaba la vida
ascética, nació en Cesarea de Capadocia hacia el 330. Pudo tener buena formación
humanística en Atenas, donde estudió junto con el Nacianceno.

En la juventud se va entre los monjes de Siria y Egipto. Hacia el 356 entró en


contacto con Eustacio de Sebaste, con quien emprendió un viaje para conocer a los monjes.
Al volver a su tierra recibe el bautismo el 358 y se establece en su propia “soledad” en el
Ponto. Aquí se le unen algunos, como su buen amigo Gregorio Nacianceno. Juntos
componen una Filocalia (καλός=hermoso, noble), donde destaca la admiración por Orígenes.

A partir del 364 emprende la redacción de sus dos Reglas, que le dan el título de
legislador y organizador del monacato griego. Las Regulae fusius tractatae fueron
compuestas para su publicación en fases sucesivas. Las Reguale brevius tractatae son
respuestas a casos de conciencia y explicaciones de pasajes difíciles para uso de los monjes.
En poco tiempo fundó algunos monasterios. Destacan la moderación y prudencia, insistiendo
en las ventajas de la vida conventual. La dirección espiritual ocupa un puesto capital. Destaca
la humildad, también de los superiores, y la obediencia del monje sin discusión. Permite
respetuosas observaciones y discretas. La obediencia a la ley de Dios no tiene límites. Para
quien quiere una vida perfecta se imponen por sí mistas la pobreza, la mortificación y la
renuncia. Pero estas virtudes requieren la práctica del trabaja, no sólo manual, sino también
intelectual. Los monjes interrumpen su trabajo para acudir al rezo de las horas canónicas en
los tiempos designados en un mismo local (BARDY, Dsp I, 1279-1281).

Llamado por su obispo a Cesarea es ordenado sacerdote el 364. En el 370, con poca
salud, es designado obispo sucesor y metropolita de Capadocia. Su obra social y la fundación
de un gran hospital le granjearon el amor del pueblo. Creador de nuevas instituciones de
asistencia comunitaria afirma convencido: “Poseer más de lo necesario es substraerlo a los
pobres, es robar”. Pero las dos principales empresas de Basilio fueron restablecer la unidad y
la paz en la Iglesia de Cesarea y la iniciativa para restaurar la unidad y comunión entre las
iglesias cristianas. Renovó la Iglesia de Capadocia con gran independencia política y con
excelente doctrina teológica. Tomó así el puesto de los desparecidos defensores de la fe de
Nicea, como Atanasio, contra los emperadores. En su lucha contra el arrianismo promovió la
creación de un frente ortodoxo unido por encima de las barreras geográficas. Trató de
resolver el cisma de Antioquía en oposición a la iglesia de Roma. Sus cuatro negociaciones
con el Occidente cristiano (371-377) fracasaron por la falta de acuerdo en la solución del
cisma meleciano de Antioquía (desde el 362). Sus esfuerzos ecuménicos se coronaron con la
solución de estos problemas después de su muerte en el 379.Muere a los 50 años de hepatitis.
El 381 quedó resuelta la disputa antioquena y el concilio de Constantinopla condenó a los
pneumatómacos.

El apelativo de Grande ya se lo daba en vida, pero de forma sarcástica, un monje que


no estaba de acuerdo con sus doctrinas sobre le Espíritu (GREGORIO NACIANCENO, Ep.
58, 7 a Basilio). Fue un organizador y administrador eclesiástico.

. Una colección de 80 reglas morales, conocida como Moralia, que va dirigida a los monjes
y que hay que unir a la mencionadas Reglas. Para Basilio la única obligación peculiar de los
monjes es la virginidad.
. De juicio independiente puede intervenir como moderador en la crisis arriana con obras
dogmáticas como Contra Eunomio, líder de los “anomonianos” o anomeos. Trata de la
divinidad del Hijo, cuestión planteada ya con un lenguaje conceptual coherente, que le
permite mantener la unidad divina y la distinción trinitaria. También introduce el tema de la
divinidad el Espíritu. Eunomio pertenecía a la segunda generación arriana Era una dialéctico,
portavoz de toda una tradición filosófica griega sobre la absoluta transcendencia de Dios. Un
Dios único que no puede ser sino ingénito. Basilio elabora conceptualmente, aceptando el
conflicto entre la razón y la fe, la distinción entre los atributos de la substancia divina y las
propiedades de las personas. Es indudable la autenticidad de los libros I-II. El III fue
redactado más tarde. Los libros IV y V son considerados de otra mano.
. Sobre el Espíritu Santo: en su oración litúrgica Basilio tenía por costumbre dar gloria a
Dios Padre de dos modos: tanto mediante la doxología tradicional (“por (diá) el Hijo en el
Espíritu Santo” como con una nueva formulación que suscitaba críticas entre algunos:
“”junto con (metá) con (sún) el Espíritu Santo”. En esta obra quiere justificar la expresión
“con el Espíritu Santo”. Por un lado se le reprochaba su timidez ante la afirmación clara de la
divinidad del Espíritu Santo. Por otro, los homoiusianos, no quieren que se glorifique al
Espíritu junto con el Padre y el Hijo. Por entonces en este grupo se estaba fraguando la
herejía de los “adversarios del Espíritu”, que lo declaraban criatura del Hijo.

Esta cuestión había surgido ya en las cartas de Atanasio a Serapión, que en un sínodo
de Alejandría en el 362 anatematiza a los que dicen que el Espíritu es una criatura. En Asia
Menor estos grupos, dirigidos por Eustacio de Sebaste, habían llegado a negar francamente la
divinidad el Espíritu Santo en 373. Basilio, que quería evitar las diputas agotadoras, que
perduraban todavía a propósito de la divinidad del Hijo, trataba de valorar la equivalencia
entre igualdad de honor (homotimía) e identidad de naturaleza, para las tres divinas personas.
Por eso defiende la homotimía del Espíritu Santo. El símbolo del 381 consagrará esta
equivalencia. Para Basilio el Espíritu es digno de la misma adoración y de la misma alabanza
que el Padre y el Hijo. Su silencio sobre la “consubstancialidad” era una condescendencia
pastoral para volver a ganar a los que, sin ser propiamente pneumatómacos, no podían
admitir todavía llamar al Espíritu Santo Dios y consubstancial. Por eso ve en el “homótimos”
un equivalente válido del “homoiusos”, pero esquiva el llamarlo Dios y lo más que se acerca
es cuando se refiere al Espíritu como “divino por naturaleza”.

. Entre sus homilías destacan nueve sobre el Exameron, sobre los seis día de la creación.
. Cultiva buenas relaciones con el mundo pagano, particularmente con Libanio. De ahí la
pequeña e influyente obra dirigida a los jóvenes: Sobre el uso de la literatura pagana.
. Por fin, un conjunto formidable de Cartas (GAIN tiene un estudio de ellas)

Su enseñanza se centra en la defensa de la fe nicena contra los diferentes partidos


arrianos. Ligado por amistad a Atanasio, avanzó más que éste en la clarificación de la
terminología trinitaria y cristológica.
B. PRUCHE, Sur le Saint-Sprit. (SC 17 bis), París2 1968:
B. SESBOÜÉ, Contre Eunome, suivi de Eunome. Apologie. (SC 299), París 1982;
E. CONTRERAS, Basilio de Cesarea. El seguimiento de Cristo. Epístolas 2, 173, 22 y 223:
Cuadernos Monásticos 23 (1988) 74-109.
J.M. CASCIARO, San Basilio. Cómo leer la literatura pagana. (Neblí 28). Madrid 1964;
E. CONTRERAS-E. BIANCHI DI CARCANO-B. SUÁREZ, Regla de San Basilio
traducida al latín por Rufino. (Nepsis 4), Luján 1993.

También podría gustarte