Está en la página 1de 3

“Relatos de Grupo Operativo.

Relato 5”

- “Vamos a hacer un curso de un año para aprender, de otra manera, a trabajar con grupos”.

-“Ah, pues parece interesante... y eso de “de otra manera”... bueno, no será para tanto. Me
anoto.”

Entonces fuimos llegando a la calle Saúco 123, el primer sábado, 22 de noviembre del 2011, a las
nueve de la mañana. A esas horas, y puntuales, expectantes, sonrientes (¿) Y allí estaban Emilio
y Victoria esperándonos para empezar (el qué?) (taran taran…)

Y ellos (nosotros?) los integrantes, los actores que todavía no saben qué obra van a representar
ni cuál es su papel... ocupan, ocupamos sus/nuestros “lugares” (dónde me siento?).

O también, ellos (nosotros) los integrantes de un grupo de jazz que todavía no sabemos que
tenemos un instrumento y que podemos tocar con otros algo que uno sólo nunca tocaría.

(ESTO ES UN GRUPO OPERATIVO, ESTAMOS OPERANDO EN EL ACCIONAR GRUPAL.


JUGAD VUESTROS ROLES, AFINAR VUESTROS INSTRUMENTOS... MIENTRAS QUE
HABLAIS DE LA TAREA)

Todo esto no lo sabemos... después de una lectura atenta, “LA COSA” se ha puesto en marcha y
se hace el primer SILENCIO !!!
(Qué pasa ahora? Alguien sabe de qué va esto? ¿Qué hay que hacer? Que hable alguien, no? Y
Éstos (Emilio y Victoria) no van a decir nada?)

CLAQUETA, PRIMER ACTO...


Estamos en el momento de la “apertura”. Estamos en el momento fusional, de idealización,
esperamos que nos lleven y nos digan qué tenemos que hacer... aunque creo que todos
sospechamos que eso tendrá su desarrollo, que “lo que hay que hacer” tenemos que ir viéndolo
entre todos como grupo, y cada uno de nosotros, como individuos que formamos parte de grupos.
No sabemos bien qué pasa, y sobre todo ¿Cuál es la tarea?, ¿alguien se ha enterado de cuál es
la tarea?

Somos unos “niños”. Continuamos, y nos seguimos viendo, seguimos leyendo, cambiando de
sitio, cambiando de roles, a veces sin saber bien por qué ni qué está pasando; otras veces
entrando en contacto con algo nuestro importante...
Seguimos viniendo a las nueve, un sábado al mes, continuamos “buscando”.

Y vamos empezando a entender, a aprender, siguiendo, como en el mito griego, “el hilo de plata”
que nos lanzan desde la coordinación, para salir del laberinto, de nuestro laberinto de lugares.

En lo manifiesto vamos haciendo las lecturas, mientas que bajo nuestros pies vamos percibiendo
cada vez con más claridad, la corriente subterránea de lo latente que se está moviendo. A veces
ese movimiento subterráneo es casi físico y vibramos por dentro, todavía sin palabras. A “eso” se
le pone un nombre muy amplio: “son los “emergentes”. Nos angustiamos, de pronto entendemos
claramente algo, luego volvemos a estar confundidos...Tratamos de buscar palabras para ellos,
empezamos a discriminar, y nos vamos deslizando sin darnos cuenta, poco a poco hacia otro
momento grupal.

ESTAMOS OPERANDO EN EL ACCIONAR GRUPAL.


En el silencio, lo latente toma cuerpo. Igual que con la música, que no se puede dar sin el
silencio. Y entonces es cuando tenemos nuestra oportunidad. Porque a diferencia de cualquier
otro grupo en el que nos hayamos visto involucrados, aquí se da un espacio para que emerja eso
que deseamos y tememos ver.
Tenemos la oportunidad de cuestionar nuestro lugar, y desde ahí, todo. Es una oportunidad que
requiere mucho valor, y tiempo para “entender”... Parece que la tarea también tiene algo que ver
con esto. Sin darnos cuenta estamos creciendo.

El encuadre hace su función y nos sostiene en esta aventura.


Mientras seguimos preparando nuestras lecturas para el próximo encuentro (y a afinar nuestros
instrumentos, a revisar nuestros roles... sin saber muy bien que lo estamos haciendo “a la vez”).

CLAQUETA, SEGUNDO ACTO


Vamos a “desarrollar” lo que se ha venido anunciando en la apertura.
Nos hemos hecho algo mayores. Aquí pasa de todo, cosas que ya habían asomado, ahora se
despliegan. Nos peleamos, nos asustamos, nos cuestionamos y cuestionamos a los autores, a la
coordinación... Estamos creciendo, y en ese crecer hay peligros, miedo, expectación, esperanza.
Y el anuncio de una recompensa: la VIDA, un premio para los valientes que sean capaces de
recoger lo que el grupo les da. Somos unos “adolescentes”. Igual más adelante, hasta podríamos
llegar a “tocar” algo juntos, y hasta que suene bien, y divertirnos haciéndolo... Ese es otro de los
regalos que esperan a que estemos preparados para cogerlo.
Vamos entendiendo algo más de la misteriosa tarea, en ese devenir del grupo.

CLAQUETA, TERCER ACTO


Es el momento del “cierre”. Se acerca el final, el trabajo que hemos venido a hacer toca a su fin. Y
cada uno, a su manera, recapitula y piensa qué ha sacado de la experiencia y del aprendizaje en
esos nueve encuentros mensuales que hemos tenido. Como si hubiéramos estado gestando algo
y llega, imparable, el momento de nacer, de terminar...
En nuestro último encuentro recordamos a las personas que ya no están con nosotros, y a las
que van a llegar. Es un final y un principio.

Y hemos aprendido, empezamos a ser Adultos. Ya no idealizamos (o no tanto)... Los Reyes


Magos no nos van a traer regalos y prácticamente seguro que no nos tocará la lotería. Nadie
puede decirnos lo que tenemos que hacer, ni por qué hacemos lo que hacemos, ni si el rol que
ocupamos es bueno para nosotros o no, o qué tenemos que hacer para “cambiar” lo
que nos “rechina”. Nos hemos ido “haciendo mayores” para afrontar esta situación de aparente
desamparo y por ello somos más capaces de empezar a buscar las respuestas en nosotros, y
asoma, junto a la incertidumbre, un sentimiento de alegría, de autonomía, de libertad y
responsabilidad. Sí, creo que esto también tiene que ver con “la Tarea”.

Quiero terminar mi relato compartiendo con vosotros “mi cosecha” (la que he recogido hasta
ahora). Mi motivación consciente cuando decidí apuntarme a esta aventura, fue la de abrir mi
campo de desarrollo profesional y entrar en contacto con otras maneras de trabajar en
psicoterapia. Lo que voy “viendo” es cuál ha sido mi lugar entre mis colegas.... Cerca, pero sin
“entrar”. Y me estoy empezando a enfrentar al por qué de este síntoma, presente en toda mi vida
profesional.

Pero esa es ya otra película, que espero poder abordar con vuestra ayuda (si mi economía me lo
permite) en el próximo grupo operativo (Nivel 2!!!)

Pero este es un final que lleva a un principio, a un nacimiento peculiar.


Como cuando el agricultor siembra, y cuida la siembra, lo que nace aparece luego, han de pasar
unos meses propicios, unos meses de elaboración de lo vivido, de colocar y comprender lo que
ha emergido en ese accionar grupal. Lo que nos hemos llevado lo iremos viendo, lo estamos
empezando a ver brotar, como si fuese una flor. El “curarse” duele, y de la cura nacen flores
dentro de nosotros. Os deseo a todos que vuestra búsqueda dé sus frutos y os enfrente a nuevos
retos (no puede ser de otra manera; pero personalmente, a pesar de todo, le voy encontrando su
gusto).

Fuente: http://www.area3.org.es/Uploads/a3-16-RelatosGO.pdf

1. ¿Cuál es la tarea manifiesta que motiva al narrador a participar de la actividad grupal?


2. ¿Cuál es el encuadre de dicha actividad grupal en términos de tiempo y espacio?
3. ¿Por qué piensa que al inicio del relato, el narrador escribe “ellos/ nosotros” de manera
repetida?
4. ¿Quiénes son los coordinadores de la actividad grupal? ¿Encuentra en el texto algún
fragmento que le sugiera que posición toman desde dicho lugar?
5. ¿Cómo caracteriza el narrador a la posición de los miembros del grupo en un primer
momento, en un segundo momento y en un último momento?
6. ¿Cuál sería la tarea latente de acuerdo al narrador?
7. En el caso del narrador, ¿qué ha advertido de su posición al final de la actividad?

También podría gustarte