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“La función del juego y el dibujo en niños “El ojo piensa,

Con presentaciones clínicas graves”. El pensamiento ve,


(Octubre 2019) La mirada toca”
Octavio Paz
Lic. Matías Gómez Nos preparamos para salir a escena…
 Licenciado en Psicología ( U.N.T) El abordaje clínico con niños y niñas que presentan
 Especialista en Autismo, T.G.D. y Psicosis Infantil problemáticas graves en el desarrollo nos interpela y nos lleva
(Bs.As. – Escuela de Esteban Levín) a repensar y reinventar nuestra posición de terapeutas.
 Especialista en Psicología Clínica de niños y
Adolescentes (U.N.T) A su vez, siguiendo la letra de nuestros maestros y nuestro
Especialista en Autismo y experiencia infantil (Bs.As.- deseo, esta clínica nos encausa en la creación de dispositivos
Escuela de Esteban Levín) de intervención, teniendo en cuenta lo singular que cada
 Diplomado Superior en Trastornos del Desarrollo infancia nos presenta en transferencia.
(Bs.As. – Flacso) En esta ocasión, voy a transmitirles la experiencia y
Especialista en Clínica de la Primera infancia (Bs.As – construcciones clínicas en el trabajo diario en “Acontecer”,
Escuela de Esteban Levín) Institución en la cual, siguiendo la ética del Psicoanálisis,
 Director Centro Interdisciplinario “Acontecer” desarrollo mi quehacer profesional con infancias y
(Tucumán) adolescencias que precisan de una escucha, una mirada y un
 Docente Carrera de Psicopedagogía sostén en juego.
E-mail: licmatiasgomez@gmail.com

Sentir el detrás de escena…


Palabras claves: Juego – Dibujo- Encuentro- Infancia-
Acontecimiento.” A veces, la jornada termina, pero en el cuerpo, en mi cuerpo,
en nuestros cuerpos quedan ritmos dibujados, sensaciones
de colores y toques del juego jugado.

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En ese momento, introduzco la mano en el bolsillo de mi solo con los ojos y para escucharnos en el sabor de cada
chaqueta, donde encuentro una plastilina y un marcador sin nueva realidad construida en el encuentro del dibujar.
tapa. Mi mano sigue su ritmo y en el bolsillo de mi pantalón
encuentra una rueda y un pedacito de globo. Mis ojos miran Pensar el detrás de escena…
mis zapatillas, encuentran pintura, slime y algo que realmente En estas intervenciones subjetivantes, ponemos a jugar la
no sé qué puede ser. Mis dedos, se retiran a casa con huellas fantasía, la creación y por supuesto el no saber. Pensamos en
de trazos y pinceladas de pinturas, algunas de los cuales las historias que quedan inscriptas en las paredes de lo que
forman un dibujo. muchos llaman “consultorios”, repensamos los restos que
Mientras giro la llave para cerrar la Institución, pienso que es nos dejan los niños y sentimos el día a día del juego
a través de estas marcas, que dimos posibilidad a que un sostenido en nuevos artificios en el consultorio, ahora
color puede adquirir vida, pueda tener voz e ingresar a la devenido territorio.
construcción de un “entre dos transferencial”, a una nueva Entonces, si pensamos el consultorio como un territorio a
modalidad de relacionarnos con un niño, transformando un escribir y a habitar, da lugar a que podamos brindar lo
movimiento en un gesto, un grito en llamada, o un trazo en un desconocido del crear y del jugar, porque abrimos la puerta a
dibujo. lo “otro”, a lo diferente, justamente para construir otredad y
Camino a casa, siento que los trazos en mi mano, abrieron la que lo diferente pueda inscribirse en la construcción de lo
posibilidad de crear subjetividad, cuerpos y encuentros. infantil de la infancia.
Pinceladas y dibujos subiendo y bajando por diferentes Volver a sentir el detrás de escena…
superficies, sin direcciones pre fijadas, cuales callejones
desconocidos sin salidas, pero con constantes puertas a abrir, Es así que en el consultorio, pensado como territorio, siento la
donde encontrarse con “lo” incierto de la función del dibujar. potencia de las infancias, siento su latir aún presente. Me
detengo en esa melodía y registro que quedan unos
Mientras camino, pienso en imágenes diferentes escenas con encastres pintados, una caja de juguetes abierta, la misma
pacientes, donde aposté a no saber cuál es la dirección del rodeada de Titi y Toto, dos títeres que visten mi mano para
ritmo de cada línea trazada y donde no supe qué color dar lugar a la plasticidad en el intercambio rítmico de cada
elegirían nuestras manos. Lo cual, inauguró el armado de un escena lúdica.
nuevo acontecimiento ligado a la creación y a la
transformación. Creamos no solamente un dibujo o un acto Me pregunto: “¿Es necesario guardar todo?, ¿Borro los
estético, creamos una modalidad nueva para mirarnos no tan dibujos de los encastres?, ¿Retiro la pintura de mis
zapatillas?”. Decido no hacerlo. Dono continuidad a lo que los

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niños crearon en ese momento, y en el día siguiente no sé construcción de una nueva posición del niño frente a su
qué puede suceder, pero sí sé, que dejo abierta una ventana, sufrimiento subjetivo.
a una posibilidad de construir una dimensión desconocida, me
dejo atravesar por el no saber, por la incertidumbre y lo que Cuando jugamos, apostamos a crear una nueva experiencia,
vendrá a jugar sin tiempos, donde mi cuerpo y el consultorio damos lugar a construir la experiencia infantil, lejos de
como territorio, serán los receptáculos para inscribir una métodos que dicen hacer con cada niño. Nos apartamos de
nueva historia. Será la hoja más precisa para deslizar los un saber estándar que es igual para todos los infantes. En
trazos del deseo. esta clínica la experiencia es desconocida, es única, singular,
y se construye en escena con nuestro don y con nuestra
Ahora si, en acto y en escena. herencia a jugar con lo subjetivo de cada infancia.
El llamado territorio abre el espacio-tiempo del juego, que se Nos permitimos abrir un camino, lo transitamos juntos, nos
sostiene en el suspenso de lo que va a suceder, damos dejamos desbordar en un nuevo tiempo con un ritmo escénico
espacio al suspenso. diferente al afuera. El tiempo aquí no es el que marca las
agujas de un reloj, podemos devenir niños, abuelos, o no
Entonces cuando recibo a un niño, dispongo el territorio, tener edad, pero… ¿por qué? Simplemente porque es el
dispongo mi deseo, pero sin saber que puede suceder, algo tiempo de juego, el instante de jugar, donde el tiempo puede
de una dimensión desconocida comienza a crearse entre el ser desconocido, desconocemos para perdernos, pero
niño y mi figura de terapeuta donde sucede una nueva también para salir al encuentro.
construcción, un saber que construimos en conjunto, en
relación. Este tiempo se sostiene en el “mientras tanto”. Entonces, en
el mientras tanto sucede o mientras tanto ocurre, el después
Brindamos espacios vacíos, no sin caos, donde nos en tanto posibilidad de predecir y anticipar que puede
convertimos en tejedores de redes. Ingresamos en esa red, suceder, no ingresa en esta escena, porque justamente allí
donde suceden escenas, encuentros, palabras, voces y desaparece esta dimensión desconocida y no existe el juego.
miradas. Es en la función del jugar, donde nos sumérgenos;
tejemos, destejemos, nos enredamos, saltamos, gritamos Ingresa la ficción a la escena.
para compartir la angustia, el sin sabor del dolor y el no saber,
posición nada fácil de sostener. Pero quienes nos Si no rodamos por el piso, si no pintamos no tan solo una
aventuramos a construir esta posición profesional sabemos hoja, nuestro cuerpo, nuestras manos, los objetos, si no
que estos movimientos transferenciales propician la ponemos voz, vida o sin sentidos a los muebles… ¿De qué
manera vamos a saber que le sucede a la infancia que llega a

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nuestra consulta? ¿Cuáles coordenadas vamos a seguir para La escena llega a su fin…?
trabajar con los padres? ¿Cómo armamos la interdisciplina
con otros profesionales e Instituciones? Si es en juego y solo Para finalizar, voy a presentar una breve viñeta clínica, desde
en el juego donde podemos construir un acto entre dos o donde pensar la invención que realizamos en acto con
entre tres, frente a ese sufrimiento subjetivo en el que los aquellas infancias que resuenan en nuestra experiencia una
niños nos cuentan, nos transmiten lo que sucede, lo que no vez apagada la luz de nuestro territorio de trabajo.
saben, lo que no sabemos y podemos crear. “Habla en tercera persona, presenta juego solitario y
estereotipado, no ingresa al consultorio, no se pudo aplicar
Pienso que estas intervenciones son del orden de la creación baterías de test. Diagnóstico: TEA"
y de la natalidad de lo nuevo en un acto compartido. Tiempo
donde el posicionamiento ético, se sostiene en la plasticidad Lejos de estos informes, una mañana recibo a Paula. Se
de cada profesional, motorizada por el deseo, la creatividad, detiene en sala de espera, saca juguetes, va de un lado a
la transformación, la transmigración y la posibilidad de otro, repentinamente grita: "nadie me encuentra, nadie me
metamorfosear la función del juego, es decir jugar la palabra, encuentra!".
jugar el movimiento, jugar el gesto, jugar el cuerpo, jugar la Le respondo: " ¡A mí nadie me encuentra!" corro, me escondo
dirección de un tratamiento donde el encuentro y el atrás de la cortina de un baño. Desde mi escondite escucho
relacionarnos nos posiciona en un nuevo espejo para el niño, los pasos de Paula. Aguardo en silencio, mientras siento sus
donde mirar, mirarse y ser mirado. sonidos, la niña exclama "¡que! ¿qué? ¡Vuelve hombre de
anteojos!". Desde mi escondite, grito: "’¡vuelve niña de
Sostengo que, en el abordaje con niños y niñas con campera roja!". Ella, sigue mi voz y sigue mi presencia
presentaciones clínicas graves, la apuesta se dibuja en la escondida al instante. Hasta que… ¡nos encontramos!
construcción de practicas subjetivantes y estructurantes en el
devenir de la infancia, un devenir sin fin, pero si con un fin, En acto, Paula me abraza e inmediatamente corre. Es su
una infancia que narre historias y estas historias narren la turno de esconderse. "¡Nadie me encuentra!" escucho desde
experiencia de cada pequeño, en cada nuevo abrir de ojos y el baño, corro la cortina de la ducha "¡Aquí estas!", exclamo.
en cada paso que atravesaremos. Apuesto a la posibilidad de Cansados, en escena, en otro tiempo y en otro espacio,
construir una infancia con otros, en comunidad, en terminamos de jugar... más que a las escondidas, jugamos a
pertenencia, enlazados a experiencias constituyentes y los encuentros.
estructurantes de subjetividad, de existencia y de herencia. Antes de retirarse, sucede el encuentro más esperado, su
mamá dice: “Me parece que alguien estuvo jugando a la
escondida”. Paula responde: “Si, YO”.

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Construir nuevos espejos desde donde jugar, jugarse y ser
jugados es lo que puede suceder en el espacio con las
infancias, no sin antes poner en escena nuestro deseo y don
de encuentro en un más allá del diagnóstico.
Es en una práctica subjetivante, donde pudimos construir el
encuentro con Paula, y algo de ella pudo construirse en
escena. Antes de retirarse, su YO dejo de esconderse, su YO
PAULA ingresó al orden de la "Piedra libre!". Un nuevo
acontecimiento pudimos inscribir, juntos.

Lic. Matías Gómez. (Esperando salir a escena, una vez más)

Referencias Bibliográficas
 Levin, Esteban (2019) “La dimensión desconocida de la
infancia. El juego en el diagnostico”. Editorial Noveduc.
 Levin, Esteban (2018) “Autismos o espectros al
acecho. La experiencia infantil en peligro de extinción”
Editorial Noveduc.

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