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estratégica?
Introducción
Desarrollo
Para el primer apartado, se desarrollarán dos puntos importantes. Por un lado, se definirá la
gestión estratégica. Por otro lado, se caracterizará el pensamiento sistémico.
Prieto (como se citó en Brume, 2017) define la gestión estratégica como una herramienta
valiosa para el análisis de las organizaciones, dado que permite a la alta dirección desarrollar
actividades de caracterización, formulación y evaluación de estrategias para la optimización de
procesos y la mejora de resultados. Es decir, la gerencia debe estar en la capacidad de elaborar
estrategias competitivas con el fin de lograr una cultura de aprendizaje y mejora continua.
Lana alega que hay 5 etapas para el éxito de la gestión estratégica: el análisis del microentorno
y macroentorno, el establecimiento de las metas y objetivos, la formulación de la estrategia, la
implementación estratégica y el control estratégico (2008). Estas etapas proporcionan
información relevante de las organizaciones para el desarrollo de sus actividades y la
consecución de sus objetivos.
En síntesis, la gestión estratégica permite a la gerencia tener una visión clara y de mayor
precisión de la organización con la finalidad de alcanzar objetivos, optimizar los procesos y
orientarse a resultados.
Para empezar, se debe definir el término sistema. Meadows (como se citó en McBride, 2015)
sostiene que un sistema es un conjunto de elementos interrelacionados con un propósito en
común. En otras palabras, hace referencia al grupo de componentes que dependen unos de
otros para lograr su objetivo.
En resumen, según el pensamiento sistémico, se analiza a las organizaciones como una entidad
integrada con elementos interrelacionados que permiten analizar de manera integral los
problemas organizacionales.
Para fines del presente apartado, se determinará la relación entre el pensamiento sistémico y
la gestión estratégica. Asimismo, se expondrá la importancia del pensamiento sistémico para la
gestión estratégica.
Asimismo, es relevante mencionar que Lafley (2013) considera que una estrategia requiere un
conjunto de cinco elementos: tener una aspiración ganadora, saber dónde juego, determinar
cómo ganar, poseer capacidades básicas y gestionar sistemas.
Por otro lado, según Senge (2012), el pensamiento sistémico nos orienta hacia el análisis de las
estructuras, problemas importantes, y no a los errores individuales. Cabe indicar que la gestión
estratégica se puede implementar en cualquier tipo de sistema organizacional, por lo que se
identifica la relación existente.
Primero, el pensamiento sistémico analiza el todo y las partes que componen un sistema. En
este sentido, los análisis son a nivel de estructura y no de eventos. Así, se identifica las
conexiones causa - efecto, por lo que los cambios tienden a ser duraderos y significativos. Es
decir, las soluciones suelen ser a largo plazo. Esto es importante para la gestión estratégica
porque fomenta la mejora continua y ayuda a la identificación de componentes y procesos que
generan valor.
Por último, el pensamiento sistémico facilita la adaptación de las estrategias, dado que el
análisis integral está orientado a la consecución del objetivo común. Los cambios se realizan a
partir de las transformaciones que puedan surgir en el entorno y el aprendizaje.
Para resumir, el pensamiento sistémico es importante para la gestión estratégica porque
promueve la mejora continua, identifica aquellos componentes y procesos que generan valor,
anticipa posibles incidencias, proyecta escenarios y promueve la gestión dinámica.
Conclusiones
Bibliografía
Lafley A. & R. M. Roger. (2013). Playing to win: How strategy really Works. Harvard business
review press.
RPP. (2020). Estas son las empresas que han cerrado en el Perú debido a la pandemia. RPP.
Recuperado de
https://rpp.pe/economia/economia/que-empresas-han-cerrado-debido-a-la-pandemia-empleo
s-trabajadores-coronavirus-en-peru-noticia-1281580