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Leyenda “La Condesa de Malibrán”

De: Tradición oral veracruzana.


Dramaturgia y adaptación: Carime Totosaus
PERSONAJES
Rey Acadio Nabucodonosor
Reyna Amytis
Sirviente 1
Sirviente 2
Sirviente 3
Artajerges
Artifio
Hechicera Nínive
Dragón (2 actores)
Condesa de Malibrán: Beatriz Del Real.
Conde: Miguel Lazo de la Vega.
Sirviente: Damián.
Bruja
Búho Salomón
Tío Muletas
Julio
Marcos
Juan
Marycuca
Marquesa Francés Calderón de la Barca.
Ángel Calderón de la Barca ministro plenipotenciario.
Amante Daniel.
Sombra.
Narrador.
ESCENA I
ACTO I
(Año 605 A.C. Babilonia antiguo imperio del Asia) (interior de lujoso palacio
aparecen sentados la reina y el rey en sus tronos. Algunos sirvientes los atienden,
les sirven vino y otro le sopla a la reina).
Amytis: Mi señor estoy algo aburrida. ¿Puedes hacer algo para complacer a tu
reina? (con cara de fastidio).
Nabucodonosor: Claro querida. (Con un ademán llama a un sirviente para que le
traiga alguna atracción para divertir a la reina).
Sirviente: Enseguida su majestad. (Anunciándolo) Mi gran rey Nabucodonosor y
su reina Amytis, le traigo aquí a la gran Artajerges quien nos deleitará con sus
movimientos de caderas. (Empieza a bailar sin llegar a complacer al rey quien
después de un momento le dice que se la lleven a los leones).
Nabucodonosor: ¡Arrójenla a los leones! (Se oye rugido de león devorándola y
grito de Artajerges). (La cara del sirviente lo dice todo se limpia el sudor algo
preocupado por el destino de Artajerjes).
Sirviente: ¡Ahora les presentó a Artifio el amo del fuego! (El hombre empieza a
hacer su acto con fuego para tratar de agradarle a sus señores pues sabe que
cualquier error lo haría perder su vida). (La reina quien observa en todo momento
el acto no se le ve muy convencida hace gestos de fastidio (incluso bosteza).
Nabucodonosor la observa y ordena con una seña en su cuello que le corten la
cabeza a Artifio). (Efecto de sonido corte de cabeza). (El sirviente se agarra el
cuello y mueve la cabeza negativamente haciendo aspavientos con sonido como
si se ahogara).
(Entra un personaje caminando desafiante vestido con una túnica negra viendo
hacia el suelo con capucha, no se le ve la cara se detiene exactamente frente a
los reyes). (El rey levanta una ceja pone cara incrédula viendo a la reina).
Nabucodonosor: ¿Y tú qué es lo que vas a hacer? (El personaje tarda en
contestar se queda unos segundos sin responder, trae una bolsita colgada a la
cintura de la cual saca un polvo que arroja en el suelo con el puño esparciéndolo
en forma de serpiente). (Sale bastante humo y desaparece solo queda su túnica
negra en el suelo).
Todos: (Sorprendidos) Ahhh!
(Ante la mirada atónita de todos los presentes aparece de nuevo el mismo
personaje en otro lugar riendo a carcajadas).
Hechicera Nínive: ¡Jajaja! La magia negra nunca ha decepcionado a nadie. Es el
arte mas antiguo y al cual la gente a recurrido para volver sus más oscuras
fantasías en realidades. Soy Nínive. Ha sido para mi un deleite apreciar sus
rostros cuando mi amo me transmutó en polvo. Creo que mi acto superó las
expectativas por mucho, jajaja. (Cínica) Supongo que, ¿puedo conservar mi vida
mi señor?
Nabucodonosor: (recobrándose) Claro. Pero ¿Que eres? ¿una hechicera?
Nínive: Soy lo que tú quieres que sea. Estoy hecha de la misma materia que se
construyen los sueños.
Nabucodonosor: (Exaltado) ¿Quién es tu amo? ¡Yo soy tu rey y ella es tu reina!
Amytis: ¡Déjala que hable es una criatura extraordinaria!
Nínive: ¡Tú lo has dicho querida! ¡Las mujeres siempre estamos dotadas de un
sexto sentido que nos permite ver más allá de lo que tus ojos ven!
Nabucodonosor: ¡Pero que insolencia! Los hombres somos los que nacimos para
gobernar. Contesta insensata ¿quién es tu señor?
Nínive: Tiene muchos nombres. Lucero brillante, hijo de la aurora, portador de la
luz, príncipe de los ángeles rebelados, Serpiente, Serpiente Antigua, Gran
Dragón Dorado, Luz bella, Acusador, Tentador, Hijo del Amanecer, Enemigo,
Ángel de Luz, Ángel del Abismo, Ángel de las Tinieblas, Príncipe de la Potencia
del Aire, falso ángel, sutil adversario, mortal enemigo, bestia, querubín ungido,
el dios negro, señor de las profundidades, príncipe de la oscuridad, la fuente de
toda maldad.
Amytis: ¿De dónde viene?
Nínive: Ha dado la vuelta por la tierra.
Nabucodonosor: dime hechicera ya que tu señor es muy poderoso que nos
depara el destino puedes darme alguna profecía. (incrédulo) (burlón).
Nínive: Puedo, si tú crees que puedo. Tú, rey Nabucodonosor, recibirás todas mis
propiedades, tu sangre se unirá con la mía para crear un monstruo que aparecerá
tiempo después en las costas, solo para hacer el mal. Llegará convertida en una
hermosa mujer a la que desde hoy la maldigo a no tener hijos, y si así fuera, solo
serán seres que causarán terror y lastima a quienes los vean.
Amytis: ¡Sangre! ¡Una maldición! Eso es horrible. No quiero saber más. (Afligida).
Nabucodonosor: Dime bruja, ¿cuál será mi final? (Desafiante).
Nínive: El palacio será envuelto en inmensas lenguas de fuego que te devorarán
cual fauces de una bestia feroz, tu corona rodará y desaparecerá.
Amytis: Déjala que se vaya. Ya para emociones hemos tenido muchas hoy.
Nabucodonosor: Jajaja que calumnias, mi corona y yo somos uno mismo. Ni mil
bestias me la arrancarían primero tendrían que cortarme la cabeza. Eres libre
hechicera. Vete. Tus trucos y tu ingenio te salvaron la vida el día de hoy.
Nínive: (haciendo una reverencia) Agradezco su majestad. Yo debo partir que los
rugidos de la gran bestia no se harán esperar. Es más casi puedo oírlos Jajajaja
(Humo espeso en gran cantidad para cubrir la salida de la hechicera, desaparece).
(Efectos audio de dragón o bestia, grito del rey Nabucodonosor) (Entra el Dragón
dorado y lo devora cae la corona con todo y cabeza) (Todos los que estaban en
escena gritan) (Salen todos de escena).(Oscuro).

ESCENA 2

(Interior de hacienda de Malibrán se muestra una inmensa mansión con tintes de


palacio real lujosa, lúgubre, con velas o candelabros para alumbrarse).
Beatriz Del Real: Miguel; ¿otra vez te vas por tanto tiempo, mi amor? ¿Qué voy a
hacer sola? Sabes que desde que llegamos a esta hacienda que nos heredó antes
de morir el marido de mi hermana margarita, Don Juan de Malibrán y Bosco; no sé
qué hacer sin ti, no conozco a nadie en esta ciudad ni en este vecindario. (Se
hace la víctima para tratar de disuadir al marido de irse).
Miguel Lazo De la Vega: jajaja; seguramente encontraras algo que hacer en mi
ausencia mujer, ¿porque no preparas un banquete en mi honor? Quiero decir, de
despedida y así conoces a los mejores hombres y mujeres de Veracruz. Además,
te aclaró, no nos heredó nada ese Malibrán, tuvimos que salvar la hacienda antes
que tu hermana la perdiera.
Beatriz: Si ya sé, que gracias a tus negocios se pudo salvar la propiedad de mi
hermana.
Miguel: Si, entonces hay que trabajar porque me gaste todos los ahorros que
tenia en esta hacienda. Voy por poco tiempo, 3 meses cuando mucho y ya a mi
regreso espero que me tengas buenas noticias he. (La abraza tratando de
convencerla para que no siga enojada).
Beatriz: Yo también quisiera que hubiera buenas noticias, pero al parecer todo
sigue igual. (decepcionada).
(Tratando de consolarla) Miguel: bueno ya habrá tiempo cuando regrese
seguimos intentándolo mi amor no pasa nada, seguro es por el cansancio que
tengo de tantos ajetreados viajes a España. Pero ahora si no te vas a salvar de
mí, mi altiva condesita. (El conde sigue bromeando para tratar de alegrar a la
condesa por no quedar encinta) (Beatriz se muestra triste, enojada,
decepcionada).
Beatriz: Eso espero cariño, porque mi único deseo es ser mamá. Quiero que se
parezca a ti, que tenga tus ojos y tu perfil de Conde español.
Miguel: ¡Ah claro que va a ser un niño muy apuesto como su padre! (Bromea).
Beatriz: Ni lo sueñes. ¡Entonces tendrá que tener el porte de su madre!
(orgullosa).
Miguel: ¡Ni lo mande Dios! ¡Que culpa tiene el niño! (Continúa bromeando).
(Beatriz se aleja de él bruscamente lo empuja y se enoja).
Beatriz: (transición enojada) ¡Lárgate, no quiero verte seguramente es tu culpa,
porque yo lo he intentado todo!
Miguel: Beatriz no empieces con tus arranques y menos ahorita que estoy a punto
de irme. El barco zarpa en una hora. ¡Anda bésame! (conciliador) Pensaré en ti
cada día, así pasará el tiempo más rápido. Pronto olvidaremos este trago amargo
y veraz que seremos felices.
Beatriz: ¿Vete Miguel! Estas maldito, seguro fue esa mujer con la que anduviste
allá en España que nos hizo un maleficio. Pero me dejo de llamar Beatriz Del Real
si no logró tener un heredero que perpetúe nuestra dinastía. ¡Así sea lo último que
haga! (alterada).
Miguel: Debo partir o me dejará el barco. Espero recapacites, se que eso que
dices es producto de tu enojo y frustración. ¡Te escribiré! ¡Me marchó! Adiós mi
querida condesa de Malibrán. (agarra su equipaje y se marcha).
Beatriz: ¡Lo lamentarás! (La condesa sigue enojada le avienta algo al conde que
sale de la casa con su equipaje, se queda pensativa).
ESCENA 2
(Entra el sirviente al escuchar el ruido del objeto que aventó Beatriz al salir el
conde con su maleta en la mano).
Sirviente: ¿Esta todo bien Doña Beatriz? ¿Le ayudo? Otro accidente, no se
preocupe en un momento levanto todo.
Beatriz: Si otra vez Damián, ya sabes que el conde tiene muy mal carácter
cuando se ausenta por tanto tiempo. No soporta la idea de estar lejos de mí. Ya
ves que me quiere mucho.
Sirviente: Si señora, ya se que Don Miguel siente un profundo amor por usted. Le
destroza el corazón permanecer separado por la distancia.
Beatriz: Oye Damián tengo ganas de ir a pasear por la ciudad. Tengo que hacer
unas compras para el banquete que ofreceré en honor de mi amiga la marquesa
Calderón de la Barca.
Damián: Prepararé el carruaje en un momento señora.
Beatriz: Creo que sería buena idea organizar un baile de máscaras para que toda
la ciudad se divierta ahora aprovechando las fiestas de todos los santos. Y quien
sabe que sorpresa nos podemos encontrar.
Damián: Si señora es una idea muy original. Le daría un toque diferente a las
fiestas que siempre realizan, tan elegantes y estiradas.
Beatriz: jaja estiradas pero que cosas dices Damián claro que serán elegantes,
pero con personalidad, hay que dar rienda suelta a nuestros mas oscuros deseos
e imaginación.
Damián: Si señora si usted lo dice.
Beatriz: Claro que lo digo. Dile al cochero que antes de ir de compras vamos a
hacer una pequeña parada por los arenales.
Damián: ¿Al pantano? Pero ese es un lugar muy peligroso para una dama de su
categoría y además sola.
Beatriz: no me repliques, tengo que ir a ver a alguien que habita ahí. me dijeron
que es muy buena haciendo milagros y eso es lo que necesito. El mas grande de
los milagros.
Damián: No me diga que le va a creer a madame Calderón de la Barca lo que le
dijo de la bruja de los pantanos.
Beatriz: Francés sabe todo lo que ocurre en la ciudad, hay testimonios de mucha
gente que los ha ayudado a conseguir la felicidad.
Damián: Si, pero a qué precio.
Beatriz: No importa para la felicidad no hay precio que valga. (Salen de escena
ambos).

ESCENA 3
(Arenales o pantano choza de la bruja) (Suena campanada de reloj de la catedral
de la iglesia a las 12 de la noche) (Sale mujer vestida de negro con capucha se
detiene con brazos abiertos extendidos hasta el cielo en la oscuridad, hay niebla
espesa, la acompaña siempre un búho).
Bruja: Señor protégeme de todos aquellos que quieren vernos derrotados. Oh mi
señor permite a todos los espíritus que comandas vengan a mí. Que yo he de
cumplir tus eternos propósitos. (Invoca en el Caldero).
Espíritus, ¡venid! venid a mí, ¡puesto que presidís los pensamientos de muerte!
Privadme ahora de mi sexo y llenadme de la más temible crueldad, desde la
coronilla al pulgar del pie: espesad mi sangre ¡Que se bloquen todas las puertas a
la piedad! ¡Que no vengan a mí funestos sentimientos naturales a perturbar mi
propósito cruel, o a poner tregua a su realización! ¡Venid hasta mis pechos de
mujer y transformad mi sangre en hiel, espíritus de muerte que por doquier estáis,
“esencias invisibles”, al acecho de que Naturaleza se destruya!¡Ven, densa noche,
ven y envuélvete en el más maldito humo del infierno, para que mi agudo poder no
detecte sus heridas, ni el cielo vislumbre a través de las mantas de la tiniebla para
gritar… ¡Detente, detente! (Escucha pasos) (efecto de Búho) ¿Quién se acerca
Salomón? ¿Quién osa interrumpir mi ritual al gran señor? (efecto de Búho otra
vez).
Beatriz: ¡Yo!
Bruja: ¿Quién? Espero que realmente sea alguien que valga la pena, Mi amo
estará muy enfadado.
Beatriz: Lo valdrá. Soy Beatriz Del Real.
Bruja: Ahh ya veo la famosa condesa de Malibrán. (sarcástica).
Beatriz: ¿Cómo? ¿Me conoces?
Bruja: No, apenas tengo el gusto. Pero no hay nada que yo no conozca. Además,
desde hace mucho tiempo te esperaba. Ya estaba escrito en las estrellas que ibas
a venir a verme.
Beatriz: ¿Cómo lo sabías? ¿Cómo es que me esperabas?
Bruja: ¿Realmente importa? Lo importante es que ya estás aquí.
Beatriz: Tienes la boca llena de razón. Tengo un problema. Tal vez tu puedas
ayudarme.
Bruja: (consulta la bola de Cristal) Recibiste un maleficio hace mucho tiempo
cuando el mundo era joven aún y los palacios albergaban a un cruel rey con
cabeza dorada como el sol. El monstruo de fuego terminó con los destellos de esa
poderosa corona.
Beatriz: No entiendo nada. ¿Qué tiene que ver eso con mi problema?
Bruja: Los pactos de sangre son muy poderosos. ¿Quieres que te ayude a
concebir verdad?
Beatriz: Si así es, tengo ya tiempo casada con mi esposo hemos intentado de
todo sin embargo no puedo quedar encita ¿Cómo lo supiste?
Bruja: Ya te lo he dicho yo lo sé todo hasta lo que no esta escrito aún. Es un
trabajo difícil, pero te voy a ayudar a tener un heredero que haga que nunca se
olvide por estos lares el nombre de la condesa de Malibrán.
Beatriz: Así me dicen los malintencionados en la ciudad, pero ese era el marido
de mi Hermana Don Juan de Malibrán Y Bosques. Yo soy Beatriz Del Real y
Herrera.
Bruja: ¡No importa la hacienda ya es tuya! Y todo el mundo la conoce como la
hacienda de Malibrán. Así que mi querida condesa no puedes luchar con el
monstruo de fuego ni con sus mil lenguas, créeme señores mas ricos y poderosos
que tu lo han intentado y han fracasado. Resígnate mujer. ¡Que ese apodo velé
por tu gloria pues vivirá más que tú!
Beatriz: Quizás tengas razón. ¿Me ayudaras?
Bruja: Por supuesto. Toma este brebaje cuando den las 12 de la noche. Hay que
ser constante y te recomiendo unos baños de sangre fresca cada tercer día.
Beatriz: ¿De sangre? ¿No es demasiado?
Bruja: Para situaciones desesperadas soluciones desesperadas querida.
¿Quieres un pequeño con tus mismos ojos y la cara de su padre que te acompañe
para siempre?
Beatriz: ¿Si claro, pero baños de sangre? ¿Qué animal debo sacrificar?
Bruja: Jajaja.El más antiguo de todos. No temas yo guiaré tus pasos. Todo lo que
deseas se cumplirá.
Beatriz: Así sea. Debo irme me esperan.
Bruja: Si querida todos esperamos con ansias la llegada del hijo del dragón.
(Sale de escena la condesa de Malibrán, la bruja continúa haciendo sus rituales
después empieza el monólogo como recordando una antigua profecía).
Bruja: Escrito esta. “Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia
que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre
sus cabezas, un nombre blasfemo. Y la bestia que vi era semejante a un leopardo,
y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder
y su trono, y grande autoridad. Vi una de sus cabezas como herida de muerte,
pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia,
y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia,
diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? También se le
dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para
actuar cuarenta y dos meses. Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para
blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. Y se le
permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad
sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. Y la adoraron todos los moradores de la
tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue
inmolado desde el principio del mundo”.
Bruja: ¿Tienes miedo mi fiel compañero? Jajajaja no te preocupes Salomón nada
puede hacerse contra los designios ya escritos desde el principio de los tiempos.
(Efecto de búho, oscuro sale de escena).
ESCENA 4
(Interior de la famosa taberna del tío Muletas) (Se reúnen a beber a jugar gentes
de la peor calaña y rondan burdeleras que ofrecen sus servicios o intentan que les
inviten un trago) (Tío Muletas hombre musculoso, agresivo, caricortado, le falta
una de sus piernas por eso el apodo, está atendiendo el lugar, sirviendo bebidas,
limpiando, etcétera). (Música, entran 3 caballeros al antro a beber).
Julio: Hey vamos a refrescarnos un poco, después de bajar del barco estoy tan
sediento que podría beberme todo el mar.
Marcos: jaja ¡todo el mar ¡¿con todo y sus criaturas marinas? ¡vaya que hombre
tan valiente, lo quiero a mi lado cuando exista peligro!
Juan: ¡Peligro! Jaja yo me rio del peligro. Peligroooo soy yo, cuando veo una
mujer como estas. (Coqueto) ¿Qué tal señorita? ¿Qué nos recomienda beber esta
noche?
Marycuca: ¡Dichosos los ojos que lo ven! (Seductora). La especialidad de la casa
“Sangre y arena” ¿cuántos desean?
Julio: No bella, yo quiero una cerveza no me apetece la sangre hoy.
Marcos: Yo también, que es lo que necesito para recuperar las fuerzas.
Juan: Yo también una cerveza helada y ya después para entrar en calor una copa
de sangre. Y quien sabe a lo mejor me animó a invitarte allá arriba, guapa. Jeje.
(Picarón y travieso).
Marycuca: jaja. ¡Ha que Don Juan!… le hace honor a su nombre, (picara y lo
abraza) ¡yo siempre encantada de enseñarle los aposentos de la taberna del tío
muletas! (Le guiñe el ojo). Enseguida les traigo sus bebidas.
Julio: Ya Juan, hemos venido a brindar y a divertirnos en una noche de hombres.
¡No pierdes el tiempo caray! ¡Sabrá Dios esta jovencita con cuantos marineros se
ha metido el día de hoy!
Marcos: Es verdad, yo por la mañana voy a la capilla del santo Cristo del Buen
viaje a dar gracias por regresar sano y salvo de la terrible tempestad que nos
azotó en la goleta.
Juan: ¡Par de aguafiestas! Está bien, esta noche será para nosotros, pero quizás
mañana me desquite con una hembra despampanante.
(Se acerca el Tío Muletas que a pesar de estar atendiendo el negocio haciendo
varias tareas al mismo tiempo no se ha perdido ni un solo momento la
conversación de los caballeros).
Tío Muletas: ¡Quizás estén de suerte hijo! Mañana la condesa de Malibrán dará
una fiesta de mascaras para celebrar el carnaval y si la fortuna esta de su lado
pueden asistir, (en tono de chisme) Dicen que son reuniones muy fastuosas.
Marco: Yo he oído que es una mujer muy bella, que en su hacienda celebra hasta
el amanecer.
Julio: Si yo también he oído que asiste la crema y nata de la sociedad
Veracruzana.
Juan: Es ideal para conocer damas. Me llegó un rumor que hay grandes
banquetes y que corre al por mayor el mejor vino.
Tío Muletas: (Tono Burlón) Sí, peroooo lástima que no pueda ir cualquiera, son
reuniones muy selectas ¿y que creen? necesitan una invitación de la mismísima
Condesa.
MaryCuca: (trae las bebidas) ¡Yo sé cómo pueden entrar! Pero primero beban
que se enfría este delicioso néctar. (Les sirve la cerveza a los 3).
Julio: ¡Ninfa de Baco tu si sabes cómo alegrarnos!
Marco: “A babor, a estribor, a proa, a popa y a bodega”. (Toma la cerveza).
Juan: Por ellas. Por las más bellas. Por las de trasero ancho y cuello estrecho.
Por las que nos brindan sus labios desinteresadamente. Aunque estén llenas de
telarañas. Por las que no nos olvidan… Por ellas.
Julio: ¿Por las mujeres?
Juan: ¡No! Por las botellas.
Todos: Jajaja. (Ríen a carcajadas).
Marco: ¡Yo tengo uno mejor!
Julio: ¿A ver cuál?
Juan: ¡No creo que me superes!
Marco: ¡Ya verás! Líquido infernal que te criaste entre malvas, que hasta el
hombre más cabal hiciste andar a gatas. Uuuuu aaaaah cuanto que no te veo y
ahora que te veo, Latigazo que te arreo!!
Julio: ¡Eso sí, no discrimina a nadie! Jaja. Eso me recuerda…
Marco: ¡si es verdad, por el líquido infernal! (Brindan) (Se acuerda) Tenemos que
ir mañana temprano al santo cristo del Buen viaje a…
Juan: Eso será mañana y sí se casa mañana, mañana será otro día. A ver va el
mío ¿Bebió nuestro padre Adán?
Marco: ¡Bebió!
Juan: ¿Y nuestra madre Eva?
Julio: ¡Borracha perdida era!
Juan: … E puesto que filius sumus e por semper seamus…
Todos: ¡Bebamus!, ¡bebamus!, ¡bebamus! (Brindan los 3 con algarabía).
Marycuca: Jaja ya están incróspidos señores será mejor que se marchen antes
que el tío Muletas tenga que sacarlos a patadas.
Julio: Jajaja ¿con su pierna de palo?
Marco: Ya Julio es cierto, además tenemos que madrugar para ir a dar las
gracias.
Juan: Gracias las que te adornan guapa. (coqueteando). Tu nos dijiste que sabias
como hacerle para entrar a la fiesta de la tal condesa esa.
Marycucas: Si Don Juan, solo por ser tan galante le conseguiré el acceso, tengo
una prima que trabaja en la hacienda, pero deben tener mucho cuidado se dice
que suceden cosas muy extrañas.
Julio: Jajaja. ¿cómo que cosas?, si Juan se ríe del peligro. (Burlón).
Marycucas: Como que dentro de la hacienda de Malibrán aparte de las lúgubres
habitaciones existe un gigantesco pozo.
Marco: ¿Y eso que tiene de terrorífico?
Tío Muletas: Solo que ese pozo esta infectado de lagartos a los cuales alimenta
con los asistentes de la fiesta jajaja, sobre todos los insolentes como ustedes que
no están invitados.
Marycucas: ya déjelos tío Muletas, no los asuste antes de tiempo. No es verdad
son las mascotas de la condesa los alimenta con aves de corral, a veces con
perros y gatos vivos, otras veces con carne de res o puerco.
Tío Muletas: Ya ven que les dije no estaba equivocado, les hecha carne de
puerco jajaja.
Juan: El que se lleva se aguanta he.
Marco: Si nosotros somos bien decentes ¿Por qué puercos?
Julio: jajaja no lo dice por ti Marco lo dice por el cerdo de Juan.
Juan: ¡Oink, Oink! Solo soy cerdo en la cama donde debo serlo, verdad mi amor
(Dirigiéndose a Marycuca).
Marco: Solo que por eso sea. Jajaja.
Tío Muletas: JajaJa y eso no es todo. Cuéntales Marycuca lo de los túneles.
Marycuca: Se habla que existe un túnel, en el cual la condesa se traslada en su
carruaje desde su hacienda hasta el centro de la ciudad para que nadie la vea
entrar.
Marco: ¿Porque no quiere que nadie la vea entrar?
Tío Muletas: Ashh todo hay que explicarles a estos forasteros, recordemos que
las puertas de la muralla se cierran en la tarde o en la noche, dependiendo de la
estación en la que nos encontremos.
Julio: Ahhh entonces aparecía de repente en la ciudad.
Tío Muletas: ¡Vaya!
Marycuca: Si, se pasea en las calles de la ciudad y nadie sabe cómo llegó.
Muchos se lo atribuyen a poderes demoniacos ya que la han visto que visita a la
bruja del pantano.
Juan: ¡Pamplinas!
Marco: Puede ser que tenga sus túneles secretos.
Julio: Lo que si es que mañana averiguaremos sus secretos en esa fabulosa
fiesta.
Tío Muletas: Pues brinden porque puede ser que sea su ultimo día. Sírveles
Marycuca.
(Empieza Juan a cantar luego lo siguen los demás)
Juan: A mí me gusta el Pin Pirin pin pin
De la botella el Pan para ran pan pan
Con el Pin Pirin pin pin con el Pan para ran pan pan
El que no beba vino será un animal, será un animal, será un animal.
Julio: Cuando yo me muera tengo ya dispuesto en el
Testamento que me han de enterrar, que me han de enterrar
Con una botella de vino en la mano
Y un racimo de uvas en el paladar, en el paladar, en el paladar.
Marco: Y nosotros, los pobres marinos
hemos hecho un gran submarino
pa’ vivir en el fondo del mar
pues ya no se puede vivir en la tierra.
Todos: No hay quien pueda, no hay quien pueda con la gente marinera.
Julio: Y nosotros los pobres marinos
hemos hecho un barquito de vela
pa’ vivir en el centro del mar
con una bodega repleta de vino.
Juan: Beber, beber, Beber es un gran placer
El agua es para los bueyes
Y pa' las ranas que nadan bien. (Los tres se cuchichean y se ríen con
complicidad)
Julio: En el cielo las estrellas,
Marco: Y los peces en el mar,
Juan: No hay placer tan grande en esta vida… que beber sin pagar.
(Salen corriendo los 3 ante la mirada asombrada de el tío Muletas, quien se enoja
y ordena que los persigan) (Marycuca se ríe como con complicidad).
Tío Muletas: Atrápenlos que se van sin pagar. ¡Bribones! ¡Ladronzuelos!
¡Agárrenlos!
Marycuca: Jajaja ¡Otros que se le van sin pagar!
Tío Muletas: ¡Cállate, MaryCuca seguramente te pusiste de acuerdo con ellos!
¡Ofrecida!
Marycuca: Mju, yo que culpa tengo. Eso se saca una por atender bien a los
clientes. Pues atiéndalos usted, viejo malagradecido. (ofendida sale, tira algo del
coraje). OSCURO.
ESCENA 5
(Adentro del gran salón de la hacienda de la condesa de Malibrán) (Se oye música
de fondo vals de esa época). (Todos los invitados reunidos departiendo con su
máscara, tomando de sus copas, algunos platicando, otros bailando, etc.).
Madame Francés Calderón de la Barca: ¡Quisiera Champagne!
Ángel Calderón de la Barca ministro plenipotenciario: ¡Querida no debes
beber demasiado!
Madame Francés: Ángel, por favor sabes que así me inspiro para mi nuevo libro.
¿Y que es una crónica sin un poco de inspiración?
Ángel CB: Jajaja, creo que si te pasas de inspiración termines en estado
inconveniente.
Madame Francés: Mi educación no me lo permite. Además, necesito más
material para mi relato y este es el mejor lugar para encontrarlo. Figúrate que en el
baile pasado me enteré que han desaparecido varios jóvenes.
Ángel CB: ¿Como que han desaparecido? Alguna riña callejera o la delincuencia.
Ya sabes como son los jóvenes con sus ímpetus.
Madame Francés: No mi vida. Dicen que desaparecen sin dejar rastro. Parece
como si se los tragara la tierra. Nadie vuelve a saber de ellos. (Tono de chisme).
Ángel CB: ¿Y ha sido cerca?
Madame Francés: Cerquísima, es más dicen que la casualmente todos han
acudido a estas fiestas que organiza la Condesa de Malibrán.
Ángel CB: ¡Entonces han sido jóvenes muy distinguidos!
Madame Francés: Hay Corazón, no seas tan inocente. Algunos son marineros
que desembarcan y aprovechan para divertirse cuando están en tierra.
Ángel CB: Pero esos marineros nunca podrían estar por aquí. A estas reuniones
solo viene lo mejor de Veracruz. Son habladurías de la gente chismosa que no
tiene nada que hacer.
Madame Francés: Ángel no quisiera decirte esto, pero en las ultimas fiestas vi a
la condesa muy entusiasmada con varios jóvenes, bailaron toda la noche y…
Ángel CB: ¡Y que querida!
Madame Francés: No se acordó ni un solo segundo del Conde hee.
Ángel CB: Bueno es una mujer muy simpática y Miguel le da su consentimiento
para que se divierta en su ausencia.
Madame Francés: ¡Y mira que se divierte!
Ángel CB: ¡Por Dios Francés, esa lengua viperina que tienes! Así esconde su
amargura de no poder quedar embarazada.
Madame Francés: Es verdad mi cielo o a lo mejor busca una ayudadita jaja.
Ángel CB: ¡Compórtate! No creas que no me entere cuando fue la otra vez a
tomar el té contigo, que le dijiste que muchas mujeres acuden con la bruja del
pantano para remediar toda clase de problemas.
Madame Francés: Hay Ángel, amor mío. (Haciéndose la inocente) Que querías
que hiciera estaba desesperada la pobre. No dejaba de llorar. Se veía
desconsolada. No paraba de echarse la culpa. Aunque yo le dije que podía ser
culpa de Miguel. ¡Sabrá Dios que cosas hace cuando esta por allá tanto tiempo
solo!
Ángel CB: ¡Mujer Por el amor de Dios! ¡Pues trabajar para tener la posición que
tiene en la ciudad! (Regañándola).
Madame Francés: Yo lo sé querido, pero la carne es débil y el es un hombre
joven aún. Además, dicen que las mujeres allá por la madre patria son de lo peor.
No será culpa de Miguel, él esta tan bien educado, es de noble cuna y no se
dejaría llevar por alguna plebeya teniendo a la condesa. Solo que hay muchos
trucos para embaucar a un hombre.
Ángel CB: ¡Si ya veo que tú lo sabes bien!
Madame Francés: ¿Ángel que insinúas? Todo el mundo sabe lo que es capaz de
hacer una mujer por amor. Y desde siempre hay damas de la noche que te
ayudan con ciertas pociones mágicas o maldiciones.
Ángel CB: ¡Que disparates dices francés! ¡Ya deja de beber ¡
Madame Francés: Hay, si apenas llevó una copa. Y una no es ninguna. Me da
otra joven. (Pasa el Mayordomo con una charola con copas y ella agarra una ante
la mirada atónita de su marido).
(Entra una pareja de invitadas con sus mascaras cruzando en diagonal
soplándose con su abanico mientras conversan, Saludan a Madame Francés y su
marido).
Invitada1: ¿Ya viste a madame Francés con el ministro plenipotenciario?
Invitada2: Si ya la vi, y sigue bebiendo. Al parecer nunca podrá dejar el vicio
jajaja.
Invitada1: Yo tengo otros vicios querida jajaja.
Invitada2: Bueno cada quien se mata a su manera.
Invitada1: ¡Si, pero hay de maneras a maneras! Por cierto, ya probaste el pastel
de fresas con crema. Mmmm está delicioso.
Invitada2: Delicioso ese pastelito que estoy viendo por ahí. (refiriéndose a los 3
jóvenes que están cerca de la mesa de banquetes con sus mascaras).
Invitada1: ¡Eso no te lo discuto! Jajaja. (Pasan coqueteando con la mirada y se
posicionan en algún lugar del salón a disfrutar de la vista).
Julio: ¡Al fin logramos entrar a este baile tan exclusivo!
Marco: ¡Sí nunca había visto juntos tantos manjares!
Juan: ¡Los placeres de la vida en un solo lugar! ¡Salud, Señoritas!
Julio: ¡Hey Juan no estamos en la taberna! Compórtate.
Juan: Ya lo sé. Mira la clase de estas nenas.
Marco: Son Madames no como las que estamos acostumbrados.
Juan: Pura calidad. Yeguas finas jajaja. (Ríen los 3 al mismo tiempo).
(Entra la condesa de Malibrán ataviada con un vestido rojo muy lujoso con su
mascara acompañada de otro noble con el cual empieza a bailar al ritmo de la
música). (Todos los invitados empiezan a bailar en parejas).
Juan: Ya vi quien es mi próxima víctima. (Se aleja de sus amigos sacando a bailar
a una de las doncellas presentes)
Julio: No vaya siendo que la víctima sea otro jajaja.
Marco: ¿Quién será? Es bellísima.
Julio: Es la condesa de Malibrán.
Marco: Bailemos. (Hacen lo mismo que Juan sacan a bailar a las doncellas que
se encuentran sin pareja). (Todos bailan, Juan espera el cambio de parejas para
poder acercarse a la condesa). (Todos hacen un cambio de parejas al intentar
Juan bailar con la condesa, se interpone el ministro plenipotenciario y rápidamente
Madame Francés baila con él quedándose atónito porque no le salió su plan). (La
condesa al ver a Juan sonríe maléficamente al darse cuenta que esta tratando de
obtener su atención).
Madame Francés: ¿Es nuevo por aquí? no lo había visto antes.
Juan: Si viajo mucho y ahora me ha tocado quedarme por cuestiones de trabajo
unos días en el puerto.
Madame Francés: Si, que bien, es un lugar encantador. Yo como extranjera se lo
puedo decir. Un joven tan apuesto como usted debe aprovechar para conocer lo
mejor del lugar. (Juan baila con ella, pero no le quita los ojos de encima a la
condesa).
Juan: Eso planeo señora, la siguiente jugada me pondrá en el lugar idóneo.
Madame Francés: A veces lo idóneo para unos es el infierno para otros.

Juan: Cada quien decide en que infierno se quema. Si así es el infierno, ¡que me
lleve el diablo!

Madame: ¡Cuidado con lo que desea se le puede hacer realidad!

Juan: No me importa si me enamoro de un diablo, siempre y cuando ese diablo


me ame de la misma manera que ama al infierno.

Madame: ¡Todo un poeta! Posee la belleza de un ángel, pero también el alma de


un demonio. Si eso es lo que quieres. Te voy a ayudar. (En una de las vueltas del
baile, se quedan mirando ambos la condesa y Juan). (inicia el cambio de parejas).

Madame Francés: ¡Hay que me da, que me da! Me siento mal, ayúdenme. Ángel
me desmayo, otra vez se me bajo la presión de tanto calor.

(Todos corren a ayudar a Madame Francés que actúa como si fuera a


desmayarse, Julio, Marco y Ángel corren a auxiliarla, algunas mujeres acuden con
su abanico a echarle aire). (Juan se queda parado viendo a la condesa y ella
también desconcertada ante los gritos de Madame Francés). (Al ver que logró su
cometido Madame Francés se recupera).

Madame Francés: Ya estoy bien, Que siga el baile. ¡Música, maestro! (Todos
desconcertados comienzan a bailar, el ministro se queda con su mujer) (Madame
Le guiñe el ojo a Juan sin que se den cuenta).

Juan: Bailamos Condesa.

Condesa: ¡Bailemos!

Juan: No he podido apartar mis ojos de su belleza.

Condesa: ¡Que galante caballero! Seguro eso les dice a todas.

Juan: No a todas solo a la que lo merece.

Condesa: Sabias palabras. ¿No es de por aquí verdad?

Juan: No, vengo de un lugar remoto. Mi goleta zarpo hace unos días. Pero
llámeme Juan.
Condesa: Ya veo todo un Don Juan. Un forastero en busca de aventura.

Juan: Siempre. Yo no le llamo aventura le llamo destino.

Condesa: Claro, el destino te envió conmigo.

Juan: Si el destino tenia escrito que hoy yo dormiría en tus brazos.

Condesa: jajaja que osado caballero. Me gusta tu audacia. ¿Tal vez te de lo que
quieres, pero estas dispuesto a quedarte hasta el final de la velada?

Juan: Por supuesto. Todo por complacerla.

Condesa: ¿Y tus amigos no te extrañaran?

Juan: No y menos cuando sepan que gane la simpatía de tan distinguida


anfitriona. (Se pone romántico tratando de agarrarle la mano).

Condesa: Me gustaría que me guardes el secreto. (Tratando de convencerlo) Que


lo nuestro quede entre tu y yo. Sabes mi posición en la sociedad, no sería bueno
que se hiciera público. Pero a cambio te prometo una noche que nunca olvidaras.

Juan: Eso es lo que más anheló. Que me invites a tus aposentos.

Condesa: ¡Te prometo que esta noche estarás en el paraíso!

Juan: ¡Bésame! No puedo esperar.

Condesa: (Voltea a todas partes como viendo que no la vean) (coqueta) Espera
tendrás tu recompensa. (Termina el baile salen de escena agarrados del brazo).

Madame Francés: Todo salió a pedir de boca.

Ángel CB: ¿De que hablas mi vida? ¿Ya estas mejor?

Madame Francés: ¡Nunca había estado más viva! La pasión revive hasta un
muerto.

Ángel CB: Pues esta noche, casi no la cuentas hee.

Madame Francés: hay querido, todo sea en nombre del amor…

Ángel CB: ¿Qué?

Madame: Quiero decir… si es que ya sabes que el calor de Veracruz algunas


veces no me sienta.
Ángel CB: Tienes razón ya vámonos. (Salen ambos de escena).

Invitada1: ¡Viste que se fueron muy juntitos la condesa y el joven misterioso ese
con el que bailó toda la noche!

Invitada2: ¡Si lo vi, seguro esta noche no la pasaran nada mal! (Picara).

Invitada1: Ni tu ya te vi con el caballero ese hee.

Invitada2: Es cierto cállate y tu con su amigo, ahí viene me trae bebida para el
susto.

Invitada1: ¡Susto el que te va a dar! Jajaja.

Invitada2: Hay pues yo también te vi muy acaramelada con el del sombrero. No te


hagas la santurrona.

Julio: Señorita aquí esta su copa.

Marco: ¿La acompaño a su carruaje?

Invitada1: Si ya es tarde debemos irnos.

Invitada2: Si yo también, ustedes deberían hacer lo propio hay muchos peligros


por aquí.

Invitada1: No quiero asustarlos, pero han desaparecido algunos jóvenes y no


queremos que corran la misma suerte.

Julio: Si hemos oído algo en la taberna. (Marco le pega tratando de que corrija su
error)

Invitada1: ¿Como en la taberna?

Marco: No, no le haga caso señorita, quiso decir en la plaza, este Julio siempre
se equivoca.

Julio: Es cierto pero que torpe soy. Pero no podemos marcharnos sin Juan.

Invitada2: Hay olvídense de él. Lo vimos muy contento que se marchó con la
condesa.

Julio: ¡Si, pero venimos juntos y nos vamos juntos!

Invitada1: Jajaja seguramente le está mostrando la hacienda.


Invitada2: Sí los rincones más recónditos jajaja.

Marco: Tienen razón Julio no arruines la felicidad de Juan, al fin y al cabo


¿cuándo va a volver a tener una hembra así?

Julio: Si, ni en sus más oscuros sueños. ¡Hay que alegrarnos por él, celebremos
a vuestra vuelta! (Brindan todos con ¡A vuestra vuelta!)

Marco: Eso si lo deja con vida jajaja.

Invitada1: Debe pedir unos ostiones para que vuelva a la vida.

Invitada2: Hay que envidia. Yo creo que debemos disfrutar como ellos.

Invitada1: Vamos a enseñarles el bello puerto de Veracruz, acompáñenos.

Julio: Vamos que la noche aún es joven.

Invitada2: ¡Para luego es tarde! ¡Cochero el carruaje! (Cada una agarra del brazo
a un joven se van riendo divertidas, oscuro).

ESCENA 6

(Interior de la habitación de la condesa en la hacienda, se ve un pabellón con la


cama de madera lujosamente arreglada y un candelabro a media luz). (Entran la
condesa y Juan jugueteando riendo, ella lo conduce con la mano hasta donde
esta la cama)

Juan: ¿Estos son tus aposentos?

Condesa: Si eres privilegiado no muchos conocen esta parte de la hacienda.

Juan: ¿y ahora si me mostraras lo que me prometiste?

Condesa: ¿aquí esta lo que te prometí como lo ves? (Da una vuelta).

Juan: Te veo bellísima (Se acerca seductor, la toma de la cintura, ella trata de
apartarlo).

Condesa: No tan rápido. Disfrutemos el momento. ¿No te apetece algo de beber?

Juan: Si el néctar de tus labios. (Trata de besarla, ella lo aparta, camina hacia
donde esta una pequeña mesita con vino y copas).

Condesa: Tengo vino ¿quieres? (se lo sirve tapando de espaldas).


Juan: Gracias preciosa.

Condesa: ¡Brindemos! (Lo hace beber) Bébelo todo, es de lo mejor de mis cavas.

Juan: Esta exquisito como tú. (Ella se alegra y ríe con él) (La abraza al mismo
tiempo que la tira hacia la cama y cae arriba de ella. La condesa lo deja que la
agarre correspondiéndole). (Después de un rato de arrumacos a media luz, la
condesa deja que se confié). (Ella logra salirse de debajo de él y cambian
posiciones se posa arriba de él).

Juan: ¡Mi amor eres lo máximo me encantas!

Condesa: Lo sé. Tú también, eres perfecto para mi propósito. (le acaricia el


cabello).

Juan: Espera me siento mareado. ¿Qué me sucede? Toda la habitación se


mueve. ¿Qué me diste?

Condesa: Nada mi amor te estoy haciendo llegar al paraíso. (Saca una daga que
escondía en un rincón del colchón y se la clava en el corazón).

Juan: ¡Ahhhh! (Grita de dolor al ser apuñalado por la condesa).

Condesa: (Se ríe, sacándole el corazón, deja el cadáver inerte de Juan en la


cama.) ¡El néctar de la vida ¡Damián, Damián.

Sirviente: ¿Si señora?

Condesa: Llévate el cuerpo y ya sabes qué hacer con él.

Sirviente: ¿Otro? ¿Hay mi señora, no cree que ya son demasiados?

Condesa: No te pedí tu opinión, ya estoy a un paso de conseguir lo que tanto


anhelo.

Sirviente: si ama, enseguida le preparo su baño.

Condesa: Y no olvides alimentar a mis pequeños.

Sirviente: Si mi ama. Esas horribles criaturas estarán felices con el cuerpo de


este pobre desdichado.

Condesa: ¿Que murmuras Damián?

Sirviente: Nada mi señora que los cocodrilos estarán satisfechos con este gran
festín.
Condesa: jajaja ya lo creo. Lástima me caía bien y era buen amante. Pero todo
sea por cumplir mi propósito supremo. (Sale la condesa y el sirviente se lleva el
cuerpo. Oscuro).

ESCENA 7

(Interior taberna del Tío Muletas entra música Marycucas limpia las mesas y trae
bebidas a los clientes). (Entra cantante) (termina canción) (Entra Julio y Marco
piden cervezas y disfrutan de la interpretación).

Julio: ¡Excelente variedad!

Marco: ¡Si de lo que se perdió Juan!

Marycucas: ¡Dichosos los ojos que los ven volver! ¿No le tienen miedo al tío
Muletas? ¿Digo, después de que la otra noche se fueron sin pagar?

Julio: No, ya hemos saldado nuestra cuenta. Solo fue una broma.

Marco: Si linda. Luego venimos y lo compensamos por la mala pasada.

Marycucas: Pues que bromistas ¿y su otro compañero?

Julio: No hemos sabido nada de él.

Marycucas: Huy pss que se me hace que ya les está haciendo compañía a los
peces. (Sarcástica).

Marco: ¡Ni lo mande Dios!

Julio: Desde la fiesta de la condesa le perdimos la pista.

Marycucas: ¡Huuuu! Yo les advertí que tuvieran cuidado de esas fiestas


trasnochadoras. Yo les conseguí como entrar, pero ya salir… eso era bronca de
ustedes.

Julio: ¡Pues aquí estamos sanos y salvos!

Marco: Si míranos y con ganas de beber.

Marycucas: Jajaja si eso veo, ¿qué les sirvo?

Julio: 2 cervezas.

Marycucas: Enseguida. ¡Ahí si ven al Juan le dicen que me quede esperándolo!


Marco: No guapa creo que ya te ganaron.

Marycucas: ¿Como?

Julio: Que se le vio muy acaramelado toda la noche bailando con la condesa.

Marycucas: Ese Juan de veras. Ya me lo esperaba, si es bien calavera.

Julio: ¡Debe estar disfrutando las mieles del amor!

Marycucas: ¡O del desamor! Jajaja.

Marco: ¡Pues donde ya se tardó es porque está muy entretenido!

Marycucas: ¡O muy tieso! Jajaja.

Marco: Hay Marycucas que cosas dices. Mejor mándanos unas de tus amiguitas
para que nos hagan compañía.

Marycucas: ¿Huy que ustedes no ligaron nada en esa fiesta?

Julio: Bueno si dos madames, pero solo nos enseñaron la ciudad; y luego nos
dejaron vestidos y alborotados.

Marycucas: Jajaja me imagino; ¡Más alborotados que vestidos!

Marco: La mera verdad sí. Ya ves como son esas damas estiradas. Puras
promesas y nada.

Marycucas: Pues ahora si que les dieron una cucharadita de su propio chocolate.
Jajaja.

Julio: No seas así con nosotros linda.

Marycucas: Esta bien ahorita les mando a la Raquel y la Inés

Marco: Esooo Ya te ganaste tu propina, preciosa. (Marycucas se lleva las


cervezas y les guiñe el ojo).

(Entra cantante opcional) (llegan las chicas a departir con Marco y Julio mientras
disfrutan de la canción) (Entra a media canción un hombre misterioso de capa
negra casi no se le ve la cara se sienta en una mesa apartada en un rincón).

Marycucas: (Atiende al forastero, le limpia la mesa) Buenas noches. ¿Desea algo


de beber?
Hombre: Si, deme una copa de vino.

Marycucas: Tenemos Sangre y arena.

Hombre: Que barbaridad ¿qué es eso?

Marycucas: La especialidad de la casa.

Hombre: Bueno, deme uno.

Marycucas: En un momento.

(El hombre sigue disfrutando el ambiente de la taberna) (regresa Marycucas con


la bebida del hombre).

Marycucas: Aquí tiene.

Hombre: Muy amable. (bebe su bebida) Oiga ando buscando un lugar donde
establecerme, vengo a pasar unos días en este puerto.

Marycucas: ¡Un forastero! Claro conozco una pensión muy económica cerca del
centro para que pueda disfrutar de la mejor vista.

Hombre: ¡Vaya que suerte que entré a esta taberna!

Marycucas: ¡Si qué suerte! ¡Al parecer la suerte está de nuestro lado! (Coqueta).
¿De dónde nos visita?

Hombre: Vengo de España.

Marycucas: Hay con razón se ve un hombre muy distinguido.

Hombre: Pues vengo a ver unos negocios.

Marycucas: ¡Y además de buena posición ¡

Hombre: Jejeje. (Cohibido).

Tío Muletas: (desde la cantina le grita) ¡MaryCuca deja de andar de resbalosa y


ven a atender a los clientes!

Marycucas: ¡Haaay, estoy atendiendo al señor!

Tío Muletas: ¡Ya veo que lo atendiste muy bien, yo diría de más! ¡Tanta atención
lo va a empachar! ¡Mira en las mesas de allá les falta alcohol!
Marycucas: Ahorita voy (Al tío Muletas) (Cambia el tono con el hombre
misterioso). Una disculpa por mi patrón esta acostumbrado a tratar con otro tipo
de gente, no con un caballero como usted.

Hombre: No te preocupes. Yo estaré bien no quiero causar molestias.

Marycuca: Si no es ninguna molestia. Por cierto, salgo a las 3. (Le cierra el ojo)

Tío Muletas: ¡Marycuca! Cerveza para la 2 y le falta asado a la mesa 1. ¡Que


esperas! ¡Ofrecida!

Marycuca: Ashhh ya voy. Que pesado, como su pata de palo. (Se retira)

Hombre: ¡Espera!

Marycuca: (Regresa emocionada) Sí?

Hombre: No me dijiste donde queda la pensión.

Marycuca: Ah, (decepcionada) por los portales. Frente a la catedral no hay


pierde. Con permiso (Se va con la charola decepcionada a dejársela al Tío
Muletas que está en la barra).

Tío Muletas: ¡Hay mujer, Ya ves lo que te pasa por andar de… acomedida Jajaja!
¡Mejor ve a la bodega por más vino!

Marycuca: ¡Esta bien! (Medio enojada) (Agarra un vaso que dejaron con vino o
cerveza se lo toma) ¡Para el coraje! (Sale bebiendo) (Oscuro).

ESCENA 8

(Se mete tina de baño, entran doncellas que ayudan a preparar el baño de la
condesa, Una entra con una jarra de agua y la otra con un paño. Preparan todo
para que entre la condesa en bata para darse un baño. Entra a la bañera).

Beatriz: ¿Chabela ya está todo listo?

Doncella: Si señora ya calenté el agua.

Beatriz: No quiero que me queme como la última vez.

Doncella: No Doña Beatriz.

Beatriz: ¿Y la doncella nueva?


Doncella: Fue a traer el elixir.

Beatriz: Hubieras ido tú, no quiero que derrame nada.

Doncella: Ya la instruí para que no desperdicie. (Con ayuda de la doncella entra a


la tina con agua. Llega la otra doncella con una jarra con el elixir. Cuando esta
sentada en la tina Beatriz vierte el contenido de la jarra a la tina esparciéndose por
el cuello de la condesa quien al ver el liquido teñirse de rojo se alegra disfrutando
el baño y untándoselo por el vientre, cara y cuello).

(La Doncella trae otra jarra en la que trae más líquido y lo vierte sobre el cuerpo
de Beatriz. Al final la doncella le entrega el corazón a la condesa quien lo toma
con sus manos y empieza a untarlo en su cuerpo. La doncella nueva a ver el
corazón Grita aterrada pues se da cuenta que es sangre humana).

Doncella2: ¡Ahhh! (Grita Horrorizada)

Beatriz: ¡Cállate! ¡Perturbas el ritual!

Doncella1: ¡Silencio! ¡Damián, Damián! (Entra corriendo Damián).

Damián: ¿Qué sucede?

Doncella1: Al parecer ya se entero que el elixir de la vida es sangre humana.

Doncella2: ¡No puede ser! Esto es abominable. ¿De qué infeliz es ese corazón?

Beatriz: De uno que fue muy feliz su última noche. (A Damián) Llévatela y
enciérrala en el sótano puede que sirva para uno de mis baños jajaja.

Doncella2: ¡No, déjenme! (Trata de escapar, el sirviente la corretea por el cuarto,


se resbala con la sangre y la agarra).

Damián: ¡Cállate, no te resistas! ¡Vámonos!

Doncella1: No te resistas niña. Resígnate y no te lastimará tanto.

Doncella2: No, suélteme. Noooo. Ahh! (Sale Damián de escena con la doncella).

Doncella1: (Ayuda a salir de la tina a la condesa y se van juntas tratando de


secarla con una manta.

Beatriz: Hay Chabela crees que surta efecto el hechizo, hice todo lo que me dijo
la anciana del pantano.
Doncella1: No se desespere condesa, veo en sus ojos un brillo diferente.
Recuerde que la fuente de la vida está en el corazón.

Beatriz: ¡Tienes razón, ya siento el tic tac empezando a latir dentro de mí!

(Oscuro. Sale tina).

ESCENA 9

(Sale el conde fumando pensativo, con una maleta en la mano).

Conde: Estos meses se me han hecho eternos sin verte amada mía. ¡Hay Beatriz
ahora si te voy a dar una sorpresa mi querida condesita! Y con las ganas que
tengo de tenerte entre mis brazos, quien sabe a lo mejor es lo que necesitamos
para completar la familia. Extrañarnos más para reafirmar nuestro amor.
¡Querernos con más ganas!

¡La ultima vez que nos vimos no fue del todo agradable! Pero ya se lo mal que te
pone no cumplir tus deseos. ¡Mi altiva condesita! Sin embargo, eso es lo que me
enloquece de ti. Ahora que te dé todos los obsequios que te traje espero me
perdones por salir tan apresuradamente. A veces no hay mucho tiempo para estar
juntos como quisiéramos, pero trataré de quedarme más tiempo en la hacienda.
Todo sea por darle la vida de princesa a la que está acostumbrada, que digo de
reina, que merece mi testaruda y caprichosa condesa de Malibrán. ¡Si no la
quisiera tanto! ¡No puedo esperar ni un minuto más para besarla, tocarla y
demostrarle mi ardiente pasión!

(La bruja quien ha estado viendo la escena en su bola de cristal con su fiel
compañero el Búho, ríe).

Bruja: Jajaja. ¡Morirá de tanta pasión! Pobre iluso. ¿Como ves Salomón? ¿Crees
que la condesa lo extrañe igual?

Salomón: (Sonido Búho). Lo dudo. Seguro ha estado muy ocupada con sus
bailes.

Bruja: ¡Que dices! Eso lo hace para quitarse el tedio de vivir sin su amor el conde.

Salomón: Quizás, ¡las almas solitarias a veces hacen locuras por amor!

Bruja: ¡Y que locuras!¡Pero todo sea por continuar con la estirpe!

Salomón: Ya consiguió lo que tanto deseaba.

Bruja: ¿No me digas que ya esta por llegar lo que tanto anheló?
Salomón: Sí. ¡Aunque hay que tener cuidado con lo que se desea! (Con
pesadumbre).

Bruja: Si, corres el riesgo que se te haga realidad. Jajaja.

Salomón: (Sonido de Búho, afirmando con la cabeza). Tu sabes lo que conlleva


hacer hechizos de sangre. ¿Porque no se lo advertiste?

Bruja: Da igual, de todas formas, lo hubiera hecho. Ella quiere lo que el corazón
desea.

Salomón: ¿No hay algo que puedas hacer?

Bruja: Hay poderes superiores, este pacto este trazado desde que el mundo era
joven. ¿Si la cabeza del hombre más poderoso de la tierra en ese momento, fue
devorada por el dragón rojo, crees que habrá algo que evite que suceda lo que ya
está escrito en las estrellas?

Salomón: No lo sé. Se ven tan ilusionados y es una pareja que están tan cerca de
conseguir la felicidad.

Bruja: Hay mi querido amigo. La felicidad es mucho más que una suma de
placeres.

Salomón: ¡Tienes razón!

Bruja: ¡Hay que ser como tú y yo! No permitas que tu felicidad dependa de
alguien.

Salomón: La felicidad consiste en ser libres, es decir, ¡no desear nada!

Bruja: Jajaja. Hay Salomón, ¿puede un hombre no desear nada?

Salomón: Ahí está el meollo del asunto. ¡Siempre desean lo que no pueden tener!

Bruja: Muy a menudo, lo que más quieres es lo único que no puedes tener.

Salomón: ¡La cordura y la felicidad son una combinación imposible!

Bruja: Jajaja. ¡Ya lo creo mi querido Guía, ya lo creo!

Salomón: ¿Qué pasará con el conde?

Bruja: ¡Por lo pronto seguirá ardiendo de tanta pasión! Jajaja.

Salomón: ¡La pasión a menudo convierte en loco al más sensato de los hombres!
Bruja: ¡Cuanta sabiduría mi pequeño amo de la noche! Vámonos que tengo que
preparar unas cuantas pociones para aliviar las almas de algunos cuantos
desgraciados que acudieron a mí. ¿Y tú? ¿Seguirás velando mientras todos
duermen bajo el manto de las sombras, como solo tú sabes hacerlo?

Salomón: (Sonido Búho) ¡A veces me gustaría no ver más allá!

Bruja: ¡Pero para eso fuiste creado! ¡Estas asociado a la clarividencia, lo astral y
la magia más verdadera!

(Salen de escena la bruja y el Búho) (Oscuro)

ESCENA 10

(Entra el hombre misterioso con un equipaje, buscando como una dirección o un


lugar).

Daniel: Ahí debe ser el lugar que me dijo la cortesana frente a los portales.
¡Aunque me estalla la cabeza de tanta sangre que tome! Bueno sangre y arena
¡Vaya forma de nombrar a un trago!

(Entra madame Frances con su marido Ángel del brazo cargados con compras)

Francés: Apúrate querido o no llegaremos a tiempo para la fiesta de compromiso


de la duquesa.

Ángel: Espera mujer que estoy cargado y a pesar de lo muy bien que me veo
para mi edad, ya no soy tan joven.

Daniel: Es mi momento (Para sí mismo). Buenas tardes. ¡Distinguidos


ciudadanos! (se quita el sombrero y los saluda). Buscó una pensión que me
recomendaron frente a los portales. Sera que puedan indicarme donde es.

Ángel: Claro que si jovencito, es ahí, debe ser “el mesón de la Doña” es muy
conocido.

Francés: ¿es usted forastero? De donde nos visita, si no es mucha indiscreción.

Ángel: ¡Hay Frances, otra vez interrogando a los caballeros que encuentras por la
calle!
Frances: Silencio mi amor. Le pregunte al señor. Seguro estará complacido de
conocer gente en un lugar tan extraño para él. ¿No es así valiente hidalgo, como
se llama?

Daniel: Soy Daniel De Gasca Y Gómez Díaz vengo de la madre patria a conocer
las bondades que tiene la Villa Rica de la Veracruz.

Frances: ¡Un aventurero! Ha venido al lugar correcto. Aquí hay muchas


diligencias que hacer, sobre todo si gusta de los placeres de la vida.

Ángel: ¡Frances por favor! Si caballero, mi esposa tiene razón tiene que recorrer
la plaza principal, los mesones tienen una comida excelente, vinos y ni se diga de
la vida nocturna.

Frances: Y las mujeres son las mejores poseen una belleza hechicera que te
atrapa.

(Entra Beatriz caminando con una sombrilla para taparse del sol)

Daniel: ¡Eso veo! (Al ver entrar a Beatriz).

Beatriz: ¿Buenos día Madame Frances Calderón de la Barca y el ministro


plenipotenciario, que hacen por estos lares?

Frances: (Frances al ver la mirada del joven que se ha quedado absorto al ver a
la condesa se ríe) Jejeje, Estamos de compras querida condesa.

Ángel: Si así es, es que en unas horas se compromete la duquesa de Job y


necesitábamos comprarle un obsequio.

Beatriz: Oh es cierto, yo también salí a comprar para la fiesta que ofrezco


mañana. ¿Dijo un obsequio? Jejeje yo veo que se trajeron toda la tienda.

Ángel: Hay Beatricita ya ves lo exagerada que es Frances me hizo comprarle un


vestido nuevo, y luego zapatos, 4 pares, ahh y resulta que la pluma de su
sombrero no le combinaba al vestido por lo que escogió otros 3 modelos a ver
cual la favorece más con la luz de las velas.

Beatriz: ¿Jejeje, todo sea por la belleza verdad mi querida Madame Frances?

Frances: Así es condesa, ya ve que esas sedas francesas no les favorecen a


todas. Pero usted es preciosa con cualquier color. ¿No opina lo mismo, Don
Daniel de Gasca Y Gómez Díaz?

Daniel: Así es bellísima. Mucho gusto querida condesa. (le besa la mano y quita
el sombrero).
Beatriz: El gusto es mío. ¿Que lo trae por aquí? ¿No lo había visto antes?

Daniel: No, vengo de muy lejos.

Beatriz: Pues bienvenido, espero que disfrute su estancia.

Daniel: Eso planeo. Al parecer va mejorando el panorama.

Ángel: Hay, hay hay mi espalda Frances creo que tenemos que irnos, ya no
puedo con tanto paquete. Otra vez me empezó el dolor del coxis. ¡Hay, hay, hay,
no lo aguanto!

Frances: Si mi amor, debemos disculparnos. Que ya ven que Ángel ya no es tan


jovial como antes y debe descansar. ¡Hay juventud divino tesoro! Disfruten ahora
mientras pueden, ya luego van a tener que estar cuidando viejitos como yo.
¡Vámonos Ángel!

Ángel: Si una disculpa bella condesa. Usted joven aproveche para que le muestre
los encantos de la ciudad.

Daniel: ¡Ya los estoy descubriendo! (Se le insinúa a la condesa). (Salen de


escena Frances y Ángel).

Beatriz: Debo irme. Con permiso. (Se va y entra un borracho trastabillando al


verla sola le arrebata su bolso que trae en la mano la condesa).

Beatriz: No, mi bolso. ¡Ahhh! Que alguien me ayude. (Daniel quien ha


presenciado la escena corre a auxiliarla y atrapa al borracho, lo golpea quitándole
el bolso de Beatriz. Se lo entrega).

Daniel: ¡Lárgate infeliz! Como te atreves a molestar a la condesa. (hacia ella) ¡No
debe andar sola y menos por estos lugares! Es muy peligroso. Tenga.

Beatriz: ¡Gracias por salvarme la vida! (Asustada lo abraza).

Daniel: (Sorprendido) No fue nada. Ya paso. (Aprovecha y también la abraza). La


acompaño a su casa para que no la vuelvan a sorprender por el camino.

Beatriz: Esta bien. (caminan un momento agarrados del brazo). (al llegar a la
esquina se despiden). Mucho gusto y gracias al cielo que estuvo en el lugar
correcto en el momento indicado.

Daniel: Es uno de mis pasatiempos. Ayudar a una damisela en aprietos.

Beatriz: Si veo, que es muy bueno en eso.


Daniel: No solo en eso.

Beatriz: Ya lo voy descubriendo. Es tarde debo irme.

Daniel: Beatriz, Espera.

Beatriz: ¿Que sucede?

Daniel: Me gustaría volver a verte.

Beatriz: No es posible.

Daniel: Veo en sus ojos que sí. No he cruzado el océano para obtener un no
como respuesta. (Beatriz duda por un momento, forcejean, pero luego cae rendida
en los brazos de Daniel).

Beatriz: Esta bien. Te veo mañana en la fiesta que ofreceré en la hacienda de


Malibrán. (La abraza y se besan. Oscuro salen de escena).

ESCENA 11

(Entra cama.) (Entra Doncella con el bebe en brazos cubierto y el doctor sale
corriendo. Efecto de sonido de llanto de bebé).

Doctor: ¡Ahhhh! No me quedo ni un minuto más aquí. (Sale corriendo


desesperado).

Doncella: ¡Espere no se vaya! (Con el bebé en brazos tapado) Cada cuanto se le


da de comer? ¿Estará bien? Espere no me dio instrucciones… (Entra Damián al
oír que sale corriendo el doctor).

Damián: ¿Que sucede Chabela porque salió el doctor corriendo?

Doncella: Hay Damián, el señor nos castigo por tanto vicio y perdición.

Damián: ¿De qué hablas mujer? Deberías estar feliz ha llegado una alegría a la
hacienda.

Doncella: Pss tanto como alegría no lo sé. (dudando).

Damián: ¡Que tonterías dices Chabela! Sera porque se te carga más la mano con
las tareas y el quehacer. Pero no te preocupes el conde se pondrá feliz, va a tirar
la casa por la ventana, seguro contratará un séquito de sirvientes. ¡No todos los
días se tiene un heredero! ¿Te imaginas que cara va a poner cuando conozca al
pequeño?
Doncella: ¡Me lo imagino!

Damián: Yo que le tenia desconfianza a la bruja esa. Pero por lo que veo si fue
efectiva. Esos rituales de sangre a mi no me gustan nada. Jugar con las energías
oscuras siempre acaba mal. Me alegra que todo acabará bien para los amos.

Doncella: No se que va a pasar cuando llegue el conde. (Intranquila).

Damián: Pues ya te dije se pondrá muy feliz, ¿quién lo va a aguantar? Es lo que


tanto deseaban. Bueno más la condesa. Él si ya estaba un poco hartó del mal
carácter de la condesa por no quedar embarazada. Pero a veces la desesperación
saca lo peor de ti.

Doncella: No se como lo tomé la condesa.

Damián: Se llenará de alegría. ¿Por cierto dónde está?

Doncella: Fue al baño se sentía un poco indispuesta por el parto. Se vio al borde
de la muerte.

Damián: Afortunadamente todo salió a pedir de boca.

Doncella: Tu dale la noticia. Yo no sé cómo hacerlo Damián.

Damián: No eso es asunto de mujeres. Solo dáselo que lo vea, que lo admire,
que lo tenga entre sus brazos y ya las palabras saldrán sobrando. El instinto
maternal será más grande.

Doncella: ¡Espero que eso baste!

Damián: Bastará ¡Ya verás que si mujer!

(Entra la condesa caminando lentamente cansada y se acuesta en la cama)

Beatriz: ¿Pero que griterío fue ese Chabela? Controla la situación estas viendo
que quede muy mal de los nervios por el parto. La cabeza me da vueltas. ¿Y el
doctor?

Doncella: Se fue señora.

Damián: ¡Yo me retiro condesa con permiso!

Beatriz: pero que modales ni si quiera pudo esperarme. No importa ¿cómo está
mi primogénito?

Doncella: Muy bien.


Beatriz: Menos mal. A ver enséñamelo.

Doncella: Condesa. Mire aquí está el pequeño.

Beatriz: Al fin después de tantos ruegos. ¿Como esta Chabela?

Doncella: (Temerosa) Bien señora.

Beatriz: Al parecer esa vieja bruja tenía razón. Todo lo que hice valió la pena.
Cuando llegue el conde va a estar feliz que al fin tendrá un heredero.

Doncella: ¿Es del conde?

Beatriz: Pues claro que es del conde. ¿De quien creías que era o qué?

Doncella: Pero señora y las fiestas hasta el amanecer…los jóvenes.

Beatriz: Que insinúas. Las fiestas eran en honor del Conde ¿y que jóvenes?...
Hay por Dios Chabela no me arruines este momento de felicidad. Al fin somos la
familia perfecta que siempre soñé. Seremos la envidia de toda la Villa Rica de la
Veracruz. Todos los que me veían mal y con lástima porque pensaban que no
podríamos tener hijos, yo y Miguel se les acabó. Ya no nos podrán humillar. Ya no
seremos blancos de sus burlas. Todo lo que deseamos se nos hizo realidad.
Dime, ¿se parece a Miguel? Debe estar precioso. Si tiene su sonrisa, su cabello,
ese porte de caballero europeo. ¿Pero contesta Chabela te has quedado muda o
qué? ¿Por qué no dices nada?

Doncella: (Se queda viéndolo extrañada, con cara de terror) ¡Hay señora!

Beatriz: ¿Que sucede? ¡Déjame verlo! ¡Que tiene mi niño! ¿Está completo? ¿Está
enfermo?

Doncella: Sera mejor que descanse. No lo vea hasta que esté más tranquila.

Beatriz: ¡Quiero verlo! Tráemelo, ¿qué tiene? Enséñamelo exijo que me lo


muestres

Doncella: Esta bien. Señora (Se lo enseña y la condesa grita de terror)

Beatriz: ¡Ahhhhh! No mi niño. Noooo por qué? ¡Dios Mío!

(Entra Damián al oír el grito de dolor de la condesa)

Damián: ¿Qué sucede?


Beatriz: Llévatelo no quiero verlo, aléjenlo de mi vista. No quiero verlo. No es mi
hijo. ¡Es una abominación! Me da un espasmo.

Doncella: Ten llévatela. Yo me quedaré con él. (El sirviente saca a la condesa en
brazos. La doncella continua con el pequeño bebe en brazos). (Sonido de bebé
llorando)

Ya condesa. No se preocupe. Sera nuestro pequeño secreto. Ya no lloré. Ya no


llores pequeñito. Tal vez el hechizo salió mal. Espero que se controle. Puede
seguirlo intentando. Nadie tiene que verlo. Lo ocultaremos. Nadie se va a enterar.
Ya estaba escrito: Su madre "en el ardor tan ferviente de aquella fornicación
concibe al Hijo de la Perdición, sin saber de cuál de los hombres es la semilla con
que lo ha concebido".

(Oscuro salen todos de escena sacan cama).

ESCENA 12

(Llega el conde con su capa y sombrero, trae equipaje) (se oyen efectos de
tormenta).

Conde: Al fin llegue a mi hogar a mi hacienda en donde me espera mi hermosa


condesa. Ni siquiera esta tormenta me impidió llegar a los brazos de mi amada.
No niego que la travesía fue agitada pero bien vale cualquier riesgo volver a los
sentir los besos de mi apasionada Beatriz. Cuando la colmé de regalos se pondrá
feliz de verme. Se que se sentía muy sola sin mi compañía, pero espero que haya
podido entretenerse en mi ausencia con los bailes y paseos. Estoy ansioso de
regresar a su lecho para complacerla con su deseo de tener un heredero. Me
siento renovado lleno de vida, con bríos listo para satisfacerla. Al parecer tanto
tiempo separados me ha hecho que la extrañe más.

(Entra Damián con un bulto cargando en brazos)

Damián: ¿Quién es? Conde no lo esperaba aún.

Conde: Sí es verdad adelante mi regreso. Para darle la sorpresa a Beatriz. No se


lo va a creer. La nostalgia me invadió y vine corriendo a su encuentro. Ardo de
deseos verla. (Efecto de gruñido de bebé monstruo) ¿Pero ¿qué es eso que
traes? ¿A ver muéstrame?
(El sirviente no dice nada. El conde ve al pequeño monstruo grita y lo suelta. El
bebé empieza a gatear por el suelo unos minutos haciendo ruidos extraños. El
conde se horroriza y jalonea al sirviente).

Conde: Pero que es esa abominación. Dime Damián ¿de donde salió?

Damián: ¡Señor es su hijo!

Conde: ¡Estas demente! Esa aberración no es hijo mío. Exijo una explicación.
¿Dónde esta Beatriz? Háblale inmediatamente a la condesa para que me aclare
esto.

Damián: Espere un momento. La condesa esta…ocupada.

Conde: ¿Cómo ocupada? Dile que llegó el conde, como va a estar ocupada para
su marido. Hazte a un lado. Yo mismo voy a exigirle que me explique qué está
pasando aquí.

Damián: No señor deténgase. ¡Conde! ¡No entre ahí! ¡Conde! (El conde sale
corriendo enojado hacia la habitación de la condesa). (El sirviente recoge al bebe
y sale corriendo para tratar de detener al conde) (Oscuro).

ESCENA 13

(Se mete la cama, al entrar el conde encuentra en la cama a la condesa con su


amante Daniel quienes están dándole rienda suelta a sus pasiones).

Conde: ¡Beatriz! ¿Qué significa esto? ¿Quién es este desgraciado?

Condesa: Miguel ¿qué haces aquí?

Conde: ¡Aquí vivo descarada!

Daniel: ¡No insulte a la dama!

Conde: ¡No me digas que hacer infeliz! ¡Es mi mujer y yo le digo lo que yo quiera!
¡Es una cualquiera! ¡Me haz visto la cara todo este tiempo!… y yo que te amaba.
¡Te idolatraba como pudiste!

Condesa: ¡Miguel, Mi amor! ¡Es que entiéndeme estaba tan sola!

Conde: ¡Te burlaste de mí!

Condesa: No mi amor. Además, te fuiste. Me abandonaste cuando más te


necesitaba y yo… quería un heredero.
Conde: ¡Y por eso me viste la cara!

Condesa: ¡No! ¡Miguel hice hasta lo imposible por lograr nuestra felicidad!

Conde: ¡Tu felicidad! ¡No la mía! ¡Yo te amaba!

Daniel: ¡Ella me ama a mí!

Conde: ¡Tu cállate mal nacido! ¡Es mía…!

Daniel: ¡Eso lo veremos!

Condesa: ¡No Miguel, Daniel, Nooo! ¡Ahhhh!

(El conde desenvaina su espada y lucha con el amante matándolo y luego le


entierra la espada en el corazón a la condesa. Mueren los dos).

Conde: ¡No, que he hecho! Beatriz podíamos haber sido tan dichosos. Estoy
maldito. ¡Damián, Damián, Damián! (Entra el sirviente con el bebé en brazos).

Damián: ¿Que sucede? Conde.

Conde: ¡Todavía traes a ese monstruo!

Damián: ¡Es su hijo y de la condesa!

Conde: ¡Que dices insensato!

(Se enfurece se lo quita y lo arroja con los otros muertos). (El sirviente empieza a
temblar sin saber que hacer).

Conde: ¡Deshazte de los cuerpos! (Oscuro) (Salen todos de escena) (Sacan la


cama y los muertos).

ESCENA 14

(Se ven junto a un enorme pozo el sirviente y el conde).

Conde: ¿Porque me has traído aquí Damián?

Damián: Es el pozo siniestro.

Conde: ¿Cómo que siniestro?

Damián: Si aquí es donde su difunta esposa tiraba los cadáveres.


Conde: ¿Qué cadáveres? ¡Explícate o no respondo de mí!

Damián: No señor. Cálmese. Los cuerpos de sus amantes.

Conde: ¡Amantes! ¿Pues cuantos fueron? ¡Contéstame! (lo toma por el cuello de
la camisa descontrolado).

Damián: Varios.

Conde: ¡No merecía mi amor!

Damián: No sea tan severo con ella mi amo. Lo hizo por usted.

Conde: ¡Que tonterías dices! No te burles de mí.

Damián: No señor. Es que deseaba con el alma tener un hijo suyo.

Conde: ¿Y por eso andaba de caliente con cualquier hijo de vecino?

Damián: Es que la bruja del pantano se lo aconsejo. Le dijo que necesitaba la


sangre de los jóvenes que conseguía en las fiestas para hacer el ritual con el cual
quedaría embarazada.

Conde: ¿Los mataba y desangraba? ¿Y los cuerpos?

Damián: Los tiraba a este pozo que está infectado de lagartos.

Conde: Pues aquí tiralos para que descansen todos juntos. (Tiran unos bultos al
pozo). (Se oyen una carcajada y lamentos) (El sirviente sale corriendo y el conde
se queda en shock después de un rato enloquece se ríe y luego grita varias
veces de forma terrorífica con espanto y sed de venganza).(Efectos de alaridos de
animales salvajes al acecho de una presa).

Conde: ¡Justicia, justicia y que muera la condesa de Malibrán! (Sale de escena


riendo y gritando esto) (Oscuro).

ESCENA 15

(Entra la lujosa diligencia llevando en el interior a la condesa con aspecto de


muerta que lleva cargando al pequeño monstruo. Entra efecto de humo.
Posteriormente entra el conde ya muerto con un látigo en la mano mostrando su
ira. Entra una sombra misteriosa que ríe a carcajadas. Lleva unos lagartos con
las fauces abiertas. Final se tira pirotecnia).
Conde: ¡Justicia, justicia y que muera la condesa de Malibrán! Jajaja. (Ríe
siniestro).

Condesa: Perdón, perdón, perdón. (lamento) (llora el bebé)

Narrador voz off: La misma leyenda sigue contando que en estos lugares
inhóspitos desde ese entonces se sigue apareciendo estos espíritus. Pueden
verse en las oscuras noches de verano, cuando la quietud deja de sentirse y el
profundo silencio inunda las calles de la Fragua, Mario B. Remes hasta la calle de
Malibrán. Así que si caminas por estas calles a altas horas de la noche tal vez
tengas la suerte de ser el pasajero de honor que lleven en su elegante carruaje la
condesa de Malibrán con su hijo o al atormentado conde. Jajaja (Risa macabra).
(Música).

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