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Segundo acto.

NARRADOR: Personajes: la rana (que más tarde se convierte en el príncipe), el rey y la princesa.
NARRADOR. Escenografía: La corte del palacio del rey y la princesa. Lujosa y grande, con mucha
luz,
pisos brillosos, un tapete que conduzca a los tronos, tronos ubicados unos escalones por
encima del nivel del piso; guardias al costado de los tronos.
RANA: (con ruidos incidentales de metales chocando, entra escabulléndose entre los pies y
piernas de los guardias que tratan de evitar accidentalmente que entre a la corte del
palacio) ¡Su Majestad!, ¡su Majestad! (grita tratando de recuperar su aliento), ¡por favor!,
¡necesito que me escuche!... ¡tiene que ver con la princesa!
REY: (voltea hacia la puerta de acceso a la corte, con cara de molestia y de confusión por
los ruidos) ¡Orden! (ordena en tono solemne, levantando la mano para indicar alto y
levantándose de su trono, sin hacer escándalo. Los guardias detienen su intento de frenar
a la rana y se colocan en estado de firmes. Todo el mundo se calla).
PRINCESA: (ve a la rana y nerviosamente voltea a ver a su padre. Se mantiene en silencio).
REY: (vuelve a sentarse una vez recuperado el orden) ¿De qué se trata todo esto rana?
Espero que sea importante como dices.
RANA: (liberando su anca de una de las manos de los guardias, e incorporándose) Su
Majestad, muchas gracias (hace una reverencia y se acerca más a los tronos saltando).
Seré breve, lo prometo. Verá, hace unos días, la princesa se encontraba en un apuro:
estaba jugando cerca del estanque en el bosque, cuando su anillito de oro cayó en él. Yo
pasaba en el lugar y viendo lo que sucedió, me ofrecí a ayudarla. Le dije que me
sumergiría a buscar su anillo hasta encontrarlo, si a cambio me concedía tres deseos. Ella
aceptó su Majestad, así es que cumplí con lo prometido, y al cabo de un rato, le devolví su
anillito. Pero fue mi sorpresa cuando se lo regresé, la princesa huyó y no volví a saber
nada de ella.
REY: (escuchando con atención, voltea a ver a su hija, sentada a un lado de él, mirando
apenada al piso) ¿Es cierto esto que dice la rana hija?
PRINCESA: (sin voltear a ver a su padre, levanta ligeramente la vista para ver apenada a la
rana. Tarda un poco en responder). Sí padre (dice apenada), lo que dice lo rana es cierto.
Rey: Hija, pero tú hiciste una promesa.
Princesa: Lo sé padre… perdóname…. es que… no pensé que fuera importante…
Rey: La palabra de una persona es lo más importante, ¿te has olvidado de todas las veces
que te lo he dicho?
Princesa: No padre… perdóneme… es que… es que no pensé que fuera importante…
Princesa: No padre… no lo he hecho. Discúlpame. Rana, (voltea a ver a la rana
directamente y con angustia en su rostro), perdóname. Estuvo muy mal que haya faltado
a mi palabra.
Rey: muy bien rana. Se te ha concedido ser perdonado por irrumpir de este modo a una
corte sin permiso, y a ser escuchado. Si mal lo recuerdo, te queda un deseo por ser
cumplido. ¿Cuál será este?
Rana: Está en lo correcto su majestad, muchas gracias. Princesa, mi último de deseo es
siempre recibir un beso suyo. (Voltea a ver a la princesa un poco apenado).
Princesa: ¿Yo?, ¿un beso? (voltea a asustada y nerviosa a ver a su padre). ¡No padre por
favor!
Rey: (voltea a ver a su hija muy serio), tú prometiste un trato, y debes cumplirlo. La rana
cumplió su parte y debes y recuperaste el anillo que te regaló tu madre, ¿no es cierto?
Princesa: (volteando a ver a su mano, y luego a la rana, desesperanzada) Sí padre, así fue.
(La princesa se levanta resignada, y se dirige a la rana. La levanta del piso con sus manos,
y viéndola con un poco de miedo y asco, cierra los ojos, y rápidamente besa a la rana y la
aparta rápidamente de su cara).
Rana: (cae al suelo, y una nube de humo empieza a surgir a su alrededor, hasta que es
cubierto por esta completamente. Se disculpa el humo, y se descubre un apuesto príncipe.
El príncipe se incorpora: Princesa, su Majestad.
Rey: (se levanta que hacer de su trono, con gran asombro) ¿Pero, qué ha ocurrido?
Rana: (hace una reverencia al rey y la princesa) Su majestad, verá, fui embrujado por la
bruja del oeste. Tenía que hacer que una bella princesa me besara siendo una rana, y de
así lograrlo, recuperaría mi forma original. (Voltea apenado con la princesa) princesa, le
ofrezco una enorme disculpa, no hubiera querido obligarla a nada de esto.
Princesa: No…. no se preocupe.
Al cabo de un tiempo, tanto el príncipe como la princesa se enamoraron, y más tarde se
casan en una gran ceremonia donde todo el reino celebró con gran alegría.
La Llorona
Bienvenidos a esta emocionante obra de teatro basada en la conocida y aterradora historia de La
Llorona. Este guion teatral ha sido cuidadosamente adaptado para llevar a las tablas un relato lleno
de misterio, suspenso y terror, ofreciendo una experiencia única y escalofriante.
Personajes:
 Mujer
 Hombre
 Hija
 Hijo
NARRADOR: Una misma leyenda, diferentes formas de contarlas, cada país la cuenta de una
manera diferente. aunque la esencia siempre es la misma, la misma mujer que mato a sus hijos y
se lamentó por toda la eternidad. Bajo un mismo nombre “LA LLORONA”.
(Entra en escena una mujer con una canasta de flores, llevaba puesto un vestido muy bello, con un
lazo rojo en su cabeza)
MUJER: Flores tan bellas y delicadas, que pueden ser destruidas tan fácilmente
(Cierra los ojos y suspira, en ese instante aparece un hombre de gran porte y toca a la joven mujer,
Ella se asusta y abre los ojos)
MUJER: ¡Oh! Buen hombre me ha asustado
HOMBRE: No era mi intención asustar a tan bella mujer como usted
MUJER: Me alaga… pero ¿en qué puedo ayudarle?
HOMBRE: Realmente en nada; es que la he visto desde hace mucho tiempo y me he cautivado
con usted. Estoy buscando mujer que me acompañe a cuidar mi casa pues viajo mucho y necesitó
quien la cuide. Podría ser usted
(La mujer lo ve con duda, lo piensa y acepta)
MUJER: Esta bien buen señor cuidare su casa
(El hombre alegre la agarra por la mano y la saca de escena)
NARRADOR: Pasaron los años y la mujer se enamoró de aquel hombre, y él de ella. De ese amor
nacieron dos niños una pequeña niña y un niño idéntico a aquel hombre. Pero la historia no termina
aquí
HIJA: Madre por que no tienes anillo de compromiso en tu dedo como las demás mamás
MUJER: Por que el anillo nunca fue hecho hija mía… ve y recoge flores para la mesa
HIJA: Sí madre (Sale la hija de escena y entra el hijo)
HIJO: Madre por que los del pueblo dicen que mi hermana y yo somos engaño y que tú no eres
esposa de mi padre
MUJER: (Enojada) Calumnia quien os a dicho eso…no mejor no me digas nada ve con tu hermana
(El niño sale y entra el hombre)
HOMBRE: ¿Por qué tan llena de cólera mujer?
MUJER: Todos hablan de que soy un engaño, los niños crecen y hacen preguntas… Cuando
vamos a casarnos amado mío
(El hombre la ve con enojo)
MUJER: Habla… dime cuando… nos vamos a casar
HOMBRE: ciertamente son engaño… pues tengo ya esposa y cuatro hijos
MUJER: ¡NOOO! (La mujer cae al suelo y la Llorona…El hombre se va, suenan risas y entran los
niños)
HIJO: Oh madre por que lloras…
HIJA: Madre que paso con nuestro padre…
HIJO: Si madre a donde fue…
HIJA: Madre responde
(La mujer aturdida por los dos niños agarro un cuchillo y los mato)
MUJER: Cállense, cállense (La mujer lanza el cuchillo y se agarra la cabeza… No tarda mucho
para entrar en razón y ver lo que hizo)
MUJER: Que he hecho… ¡Mis hijos! ¡Mis hijos! (La mujer vuelve a agarrar el cuchillo y se lo clava
a ella misma)
MUJER: Me maldigo por el cometido… ¡Mis hijos!
NARRADOR: Y así termina esta versión de esta popular leyenda, sin dudas hay muchas versiones
que se cuentan por ahí, pero siempre con el mismo triste final.

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