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Música: 01 CELTA
Luces: Proscenio
MAGA: Después de mucho tiempo de asolar comarcas, los dragones se habían vuelto
pacíficos y vivían tranquilos en el interior de sus cuevas, ya no se dedicaban a comer
aldeanos y secuestra princesas. Pero en el lejano reino del Quinto pino, habitaba un
dragón llamado Fernandino, que añoraba tiempos pasados...
DRAGÓN: ¡Qué aburrido estoy y qué harto de comer siempre lo mismo! Champiñones
al ajillo, champiñones con salsa de tomate, champiñones al limón... ¡Odio los
champiñones! Me apetecería comer otra cosa... por ejemplo...por ejemplo... ¡Ya lo
tengo! Me comería una tierna y dulce princesa, je,je,je.
He leído todos los libros de dragones que mi abuelo tenía en la Biblioteca de su cueva…
y que están llenos de cosas que hacen los dragones de verdad… prender fuego a las
cosechas… asustar a la gente… secuestrar princesas…
(Comienza con la música tranquila todos pasean y saludan felices y contentos…de repente se
oye un ruido y rugido de un dragón…. )
MAGA: ¿Secuestrar princesas? ¡Pero eso ya hace muchos siglos que los dragones no lo
hacen!.
ahora son pacíficos y cultivan hortalizas y frutas… que son muy buenas y digestivas, y
no les provocan gases para evitar que se les salga el fuego por la boca y quemen todo a
su paso.
MAGA: Tenemos que avisar al rey que Fernandino va camino del castillo.
VALERIA: Al rey, pero si está más sordo que Pichote… Ese no se entera aunque se lo
pintéis con letra negrita en el patio de armas del castillo.
MAGA: Pues algo tendremos que hacer, vamos al castillo… no hay tiempo que perder.
(saliendo de escena)
VALERIA: ¡Ay por Dios… se ha vuelto loco! ¡loco, loco de remate! ¡como una cabra!
Como una cabra tamaño dragón!
(salen ).
2.- En el castillo
Rey: ¿Y qué más da si el burro ha vuelto a saltar? ¡Qué salte todo lo que quiera!
VALERIA: Nada, que no hay manera. ¿Con este rey tan sordo no sé qué vamos a
hacer?.
Rey: ¡Ah… dragón! Por cierto, ¿se ha vuelto a saber algo del dragón ese… como se
llamaba… ah,sí… el dragón Fernandino? (se coloca en su trono)
ALEJANDRA (En tono desesperado) Este reino es un desastre, con este rey tan sordo
que no se entera de nada, no hay modo de encontrar la solución.
VALERIA buaa buaaa, la mitad del reino está destruido y pronto lo estará la otra mitad
si no encontramos enseguida a alguien que acabe el dragón.
Príncipe: ¿Co… co… co… cómo que no hay quién pueda con este ratón? Mira que a mí
me dan mucho susto los ratones
Príncipe: (Buscando por todos los rincones) ¿Ratón? ¿Dónde está el ratón?
Príncipe: (Dando un salto corre a esconderse) ¡Un dragón! ¡Pues peor me lo pones! ¡Ay
qué miedo…! Tocaré, y así no me enteraré…
Príncipe: ¿Y por qué me lo decís a mí? Decídselo a mi padre, que para eso es el rey.
VALERIA: Ya, si se lo hemos dicho, pero como si nada… Como está más sordo que
“pichote “no se entera de nada.
Rey: ¿Ensalada? ¿Pues no has dicho que había estofado, qué dices ahora de ensalada?
Sonido: 06 trompetas
(entra la reina con las damas de compañía mientras estas le colocan bien el pelo, y el
vestido)
Reina: (Presuntuosa) Ah, estás aquí. Precisamente venía buscándote, hijo. Dime, ¿qué te
parece mi nuevo peinado?
Príncipe: Ideal, ideal, ideal…
Reina: ¿Y mi nuevo traje? ¿No crees que me tira un poco de aquí? (indicando una parte
del vestido).
Reina: No sé… yo creo que si lo alargaran por aquí (indica otra parte del vestido)
ALEJANDRA: Está usted preciosa Majestad, luce el vestido con tanta majestuosidad,
vamos… ¡Cómo una reina! ¿verdad?
VALERIA: sisisiisi. Y el peinado es ideal para esta tiara que ha elegido hoy.
Prícipe: Cierto mamuchi. Déjame que toque para ti. Te dedicaré una sonata.
Rey: ¿Un caballo? ¡Pero si yo no quiero montar a caballo, yo lo que quiero es comer!.
ALEJANDRA: Majestad, hay algo muy importante que tenemos que solucionar sin más
dilación.
VALRIA: ¡Eso!
Reina: ¿Algo más importante que el aspecto de vuestra reina? ¡No seas insolente!
VALERIA: Pues que ha vuelto a atacar, majestad. Y a este paso nos vamos a quedar sin
reino.
Reina: Ah… ya… pero es que no puedo ocuparme ahora de eso. Tengo sesión para
hacerme la manicura y puede que me haga un lifting.
Príncipe: Pero mamuchi… ¡Si a ti no te hace falta ningún lifting! Tú estás ideal, ideal,
ideal…
Reina: ¿Cómo?
Reina: aaaah.
Rey: ¿Marcial? ¿También va a venir Marcial? (Refunfuñando) Como siga viniendo más
gente me van a dejar sin comida.
VALERIA: Uy! La comida que se me había olvidado ( se coloca para que pasesn al
comedor )
(Saliendo del brazo de la reina) ¿Que ha dicho que hay de comer hoy?
(Salen todos)
CABALLERO: ¡cada día sois más hábil con la espada princesa!, ya no me queda nada
que enseñaros.
Princesa: Gracias a tus clases hoy sé utilizar la espada muy bien ¿verdad?
CABALLERO: verdad, habéis sido una alumna muy aplicada, pero decidme princesa,
¿para qué queréis aprender a usar la espada, acaso vais a luchar y pelear cuando haya
guerra?.
Princesa: no, precisamente quise aprender a usarla para no tener que pelear.
Princesa: Claro, si todo el mundo sabe que puedo vencerle con la espada, nadie se
atreverá a luchar conmigo… así no tendremos que luchar.
Princesa: (se oyen lloros y alguien viene) silencio, escondámonos a ver quién es.
ALEJANDRA: Y ¿Qué podemos hacer DOS criadas y una niña tan pequeña como tú?
Princesa: yo, puede que no tenga más que ocho años y que mida poco más de un metro,
pero la grandeza no se mide por el tamaño, sino por la energía y la capacidad de lucha y
yo… (Desenvaina una espada), ¡Estoy dispuesta a luchar para conseguir la paz!
ALEJANDRA: Os he dicho mil veces que con los cuchillos y las espadas no se juega.
Os podéis cortar. ¡Caca, caca, caca!
Princesa: ¿Comprendéis?
Reina: Ay, sí. Sobre todo limpieza. Para estar bella, sobre todo hay que estar limpia.
Príncipe: Eso, eso… que hagan limpieza general en palacio para acabar con todos los
ratones.
Princesa: Puede que nosotras solas podamos vencer al dragón, pero será mejor que
contemos con alguna ayuda… (saca un papel)
Princesa: Escuchad con atención, todo el mundo en el reino debe escuchar esto que he
escrito.
VALERIA: ¿Cómo no?... (trae una tele que colocan las dos )
Luces: baile
Guarda: Con permiso… Princesa, ha llegado un caballero que pregunta por vos.
Princesa: ¡Anda! ¡Qué rápido! ¡Ya está aquí el primero! Que pase, que pase…
VALERIA Pues será mejor que vayas afilando tu espada. Por cierto… ¿no será de
plástico?
Caballero: ¿De plástico? ¡Por supuesto de que no! Es del mejor acero español.
Caballero: Si, princesa. Es más fuerte que una roca, más afilada que una cuchilla y
más…
Princesa: ¿De modo que resultará muy difícil que se parta en dos?
Caballero: Haría falta la fuerza de más de diez hombres para poder partirla en dos.
Princesa: ¡estupendo!
Princesa: Escuchad, como sabéis el dragón Fernandino está atacando a nuestro reino.
Pisotea los sembrados, destruye puentes e Incendia los graneros y las casas.
Princesa: En fin, que tenemos que encontrar el modo de convencer al dragón para que
deje de hacer tantas barbaridades.
Caballero: (desenvainando) Mi espada le convencerá. Mi espada le atravesará y…
Caballero: ¿no?
Princesa: No
Soy la maga Laureaga siii señor, hago mis conjuros con mucho fervor.
(los demás)
Princesa: ¿y podrías transformar a ese dragón en algo más pequeño que no pueda hacer
daño?
Todos: ¡bien!
Mago: pero…
Mago: Necesitaré que el dragón me mire a los ojos durante diez segundos.
Caballero: ¡No hay problema! Yo te sujeto al dragón por la cola, y mientras tú te pones
delante de sus narices y…
Princesa: ¡esto marcha! Ya tenemos a un valiente caballero con una espada muy fuerte,
y a una maga que hasta saber hacer conjuros.
Caballero: ¿Entonces…?
Princesa: Entonces, ahora mismo todos nosotros iremos a buscar a ese dragón y le
daremos una lección.
Sonido: 10 dragón
VALERIA: creo que no va ha hacer falta que vayamos por el dragón, que ha encontrado
en camino él solito.
Princesa: Que no. Guardaos la espada que no es ese el plan, nada de violencia, que hay
niños… (espectadores)
VALERIA: Sea el que sea, que funcione ya. El dragón está a punto de entrar.
(Hacen un corro para oir el plan de la princesa) mientras detrás corren despavoridos
otros habitantes del palacio).