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ACTIVIDAD HABITUAL
Fundamentación:
Para que los niños/as puedan apropiarse progresivamente de las prácticas del leng uaje
vinculadas con la literatura es preciso que la escuela les ofrezca múltiples y variadas
oportunidades de participar en situaciones de lectura y escritura y en intercambios orales, de
manera sostenida y articulada a lo largo no solo de primer año, sino de los tres años del ciclo.
Desde su ingreso mismo a la escuela, se debe trabajar para lograr que lean una diversidad de
obras literarias de calidad, brindándoles oportunidades para construir criterios de selección,
para enriquecer sus interpretaciones y profundizar la construcción de sentidos.
Un lector de literatura elige cuándo, cómo y qué leer; recomienda y solicita sugerencias;
decide seguir leyendo o abandonar el texto; aprecia no solo lo que la historia cuenta sino
también cómo está contada; prefiere ciertos autores y ciertos géneros; circula entre los
textos encontrando sentidos compartidos; construye la propia interpretación jugando el juego
de personajes y sucesos ficticios.
Un lector de literatura se forma leyendo obras literarias. Leer mucho , de todas las formas
posibles, en todos los momentos que se pueda, solos o con otros… Al hacerlo, se abren cada vez
mayores posibilidades de reflexión y de construcción de sentidos, se aprende a reconocer
autores, géneros, temas, personajes prototípicos y versiones transgresoras de los prototipos.
Al ampliar el acceso a diversidad de materiales, se hace posible elegir, preferir una obra o una
versión, unos autores entre otros. Al elegir con otros, que pueden o no compartir los gustos, se
empiezan a formular las razones que llevan a escoger las obras, las ediciones, los géneros y los
autores y, también, a compartir las historias, a apreciar la musicalidad de una frase o el juego
que entabla el autor con el lector para sorprenderlo en el final.
Es por esto que resulta imprescindible organizar los materiales de la biblioteca del aula y
mantenerla en funcionamiento. Para los más pequeños, armar agendas de lectura, copiar los
títulos, dictarlos al docente, leer qué toca cada día, buscar el libro asignado, registrar en las
fichas de préstamo, son excelentes oportunidades para que aprendan a leer y a escribir solos.
Actividades previstas:
• Se destinará un rincón del salón con un mueble o una caja y la mayor cantidad y variedad
posible de materiales de lectura al alcance de los niño s/as.
• Cada vez que se usan, los libros se desordenarán. Esto brindará oportunidad para volver
a ordenarlos entre todos, buscando y variando criterios para poder volver a
encontrarlos fácilmente. Cada vez se sabrá más sobre qué es, cómo se llama, qué tiene,
qué dice cada uno.
• Mientras se lee, se registrarán los títulos que se han leído o se desean leer, lo que
permitirá llevar memoria de las lecturas durante cierto período y trabajar sobre la
escritura.
• Las agendas de lectura se producirán en un soporte visible para todos y/o en los
cuadernos de clases, en agendas propiamente dichas o en libretas destinada para tal fin.
▪ Los libros se prestarán, y el préstamo se registrará en fichas organizadas por título de la obra y
autor.
De manera complementaria con las sesiones de lectura, se desarrollarán sesiones donde los
alumnos se acercan a los textos disponibles para elegir qué leer o mirar, solos o con otros, bien
para decidir qué llevar a sus casas en calidad de préstamo, para reencontrarse con obras que
ya han escuchado leer o para elegir cuáles se leerán luego.
• Sesiones de lectura
Escuchar la lectura de una novela mediante la voz del docente implica abordar el desafío de
seguir, a lo largo de varias entregas, un texto narrativo extenso; es preciso tener presentes
los personajes, elaborar y sostener la relación entre ellos a lo largo del relato, así como las
numerosas líneas argumentales que pueden desarrollarse en su interior. La formación de
lectores de novelas permite también establecer diversas relaciones: entre géneros, entre
obras de un mismo autor, entre autores, entre épocas…
Contenidos:
• Releer para encontrar pistas que permitan decidir entre interpretaciones diferentes o
comprender mejor pasajes o detalles inadvertidos en las primeras lecturas.
• Releer para reflexionar acerca de cómo se logran diferentes efectos por medio del
lenguaje.
• Leer y escribir en la alfabetización inicial. Una propuesta a partir de la biblioteca del aula.
• Diseño curricular de la Educación Primaria.
Fichas previstas:
ABRIL – NOVIEMBRE
RPESTAMO DE LIBROS
• Leerá en voz alta el texto completo o con las detenciones planificadas en lugares precisos,
sin perder el sentido de lo que se intenta comunicar. El especial cuidado en este momento es
crucial porque su lectura ayuda a interpretar lo que se va leyendo. En el caso de obras
extensas, preverá dónde interrumpir, tanto para dejar latente el interés de los niños/as como
para respetar la estructura de la obra y retomar oportunamente la lectura.
• Comunicará el texto y al mismo tiempo dará a conocer las emociones que le produce en una
puesta en acto de las prácticas propias del lector experto: leerá algu nos pasajes con voz más
suave, lentificará para dar suspenso, acelerará el ritmo cuando quiera transmitir excitación…
es decir, no solo leerá, sino que también representará lo leído.
• Leerá el texto tal cual se presenta en la versión elegida, sin transfo rmar ni modificar
expresiones o palabras porque prejuzgue que no serán comprendidas. Considerar que la
literatura abre a otros mundos implica abordar el texto literario en toda su complejidad
referencial y en la variedad lingüística en que se ha producido. Los obstáculos que el texto
pueda presentar se irán superando al avanzar en la lectura, al plantearse el intercambio entre
los lectores o al retomarse la lectura de algún fragmento si es necesario.
• Después de la lectura promoverá un momento de silencio en el que cada uno podrá seguir
evocando lo que la historia escuchada le generó o abrirá un espacio de intercambio en el que
los niños/as puedan expresar sus emociones o comuni car el efecto que el cuento o el poema les
produjo. Los comentarios posteriores ayudan a que se continúe desentrañando el sentido. El/la
docente releerá fragmentos del texto tantas veces como sea necesario: para volver a
compartir la belleza del lenguaje o para confirmar, poner en duda o refutar las
interpretaciones de algunos niños/as con lo que el texto dice.
• En los momentos de relectura de algunos pasajes, el/la docente incorporará una copia del
texto para el seguimiento de la lectura por parte de los niños/as.
• Planteará a los alumnos/as un problema para que lo discutan en pequeños grupos y pondrá
luego en común las respuestas de todos y el modo de resol verlo.
• Ayudará a sistematizar estrategias para resolver los problemas de lectura y las conclusiones
que se van construyendo sobre cómo escribe determinado autor, cómo son las brujas de los
cuentos, cómo se comportan los animales en las fábulas… Las sist ematizaciones recuperan
saberes construidos en todos los momentos precedentes y pueden plasmarse en tomas de notas
colectivas que se incrementan, acumulan y transforman durante el transcurso de las clases.
Cuando se preparan lecturas en voz alta, el/la doc ente:
• Discutirá acerca de cuáles son las obras más adecuadas para ser le ídas ante determinado
auditorio.
• Intervendrá para vincular el sentido del texto con la manera de oralizarlo: los estados de
ánimo de los personajes requieren un modo de leer; lo s poemas conllevan cierta entonación o
ajustes en la velocidad de lectura de un verso o de un estribillo.