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Tipos de Trastornos de Ansiedad

y sus características
La sensación de estar ansioso puede provenir
de distintos trastornos y desórdenes.

Juan Armando Corbin


17 enero, 2017 - 20:38
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Sentir ansiedad es una respuesta emocional normal. Ya sea justo antes


de un examen, debido a un conflicto ocurrido en el trabajo o justo antes de
tomar una decisión importante, los síntomas ansiosos pueden
manifestarse. De hecho, ante situaciones inciertas o estresantes es
normal experimentar este fenómeno.

Sin embargo, cuando la ansiedad afecta a una persona de manera que le


provoca un funcionamiento anormal en alguna de las áreas de su vida
(relaciones con los demás, la escuela, el trabajo, etc.), entonces estamos
hablando de un trastorno de ansiedad.

En este artículo veremos cuáles son los diferentes tipos de trastornos de


ansiedad, sus características y síntomas.

 Artículo relacionado: "Los 16 trastornos mentales más comunes"


Características del trastorno de ansiedad
Los individuos pueden experimentar la ansiedad de manera diferente, y
mientras unos sufren ataques agudos de pánico por sus pensamientos
catastróficos, otros experimentan los síntomas ansiosos en situaciones
sociales.

Asimismo, hay personas que tienen una preocupación y ansiedad excesiva,


irracional y persistente. Los trastornos de ansiedad causan mucho
sufrimiento a la persona que los padece, y es uno de los motivos más
frecuentes de consulta en terapia psicológica.

La ansiedad es una condición que provoca síntomas tanto físicos como


psicológicos, y afecta a millones de personas en todo el mundo.

Por otro lado, la sintomatología de esta patología se clasifica en tres


grupos:

 Conductuales: Produciendo cambios en nuestra forma de actuar.

 Cognitivos: la manera de pensar o cómo percibimos el entorno

también se ven afectados por la ansiedad.


 Fisiológicos: Provoca una serie de respuestas fisiológicas, como

palpitación, sequedad de boca, etc.

Tipos de ansiedad y sus características


La ansiedad es un conjunto de elementos psicológicos y fisiológicos que
tienen su razón de ser en la evolución biológica.

Y es que en la gran mayoría de los casos la ansiedad es un mecanismo de


adaptación útil para maximizar nuestras posibilidades de
supervivencia: nos permite reaccionar a tiempo a las primeras señales de
que algo no va bien en nuestro entorno, o de que están apareciendo
oportunidades que no debemos dejar pasar.
Así pues, la ansiedad no es sinónimo de trastorno psicológico. Sin
embargo, como todo en la naturaleza, un elemento que supone ventajas
evolutivas en muchos casos, puede dar lugar a problemas significativos si
se dan ciertas circunstancias, igual que ocurre con los órganos que pueden
desarrollar enfermedades.

Por ello, la primera distinción que debemos considerar para comprender


los tipos de ansiedad es la siguiente: ansiedad patológica y ansiedad no
patológica. Dentro de la primera categoría encontramos lo que se
conoce como trastornos de ansiedad, un conjunto de trastornos
psicológicos basados en la angustia y la ansiedad.

Puesto que las personas experimentan los trastornos de ansiedad de


diferentes maneras, los psicólogos y psiquiatras han creado categorías
para cada uno de los diferentes tipos de ansiedad. Las más importantes
son las siguientes.

 Trastorno por Estrés Post Traumático (TEPT)

 Trastorno de pánico

 Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAD)

 Fobia Social

 Agorafobia

 Fobia específica

En las siguientes líneas profundizaremos en cada uno de estos trastornos y


explicaremos sus características.

1. Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)


El trastorno obsesivo compulsivo o TOC es un trastorno de ansiedad
bastante frecuente. Se caracteriza porque la persona que lo padece
muestra comportamientos que pueden parecer extraños, algo que le
ocurre en una gran variedad de situaciones y sin que haga falta que exista
un desencadenante claro del malestar que experimentan. Es decir, que está
asociado a una ansiedad difusa, que tiende a mantenerse en el tiempo
independientemente de lo que ocurra alrededor de la persona.

El algunos casos, los pensamientos ansiosos pueden ser beneficiosos para


nosotros, pues nos mantienen alerta. Por ejemplo, no hay nada malo en
comprobar que la puerta de nuestra casa esté cerrada antes de acostarnos,
así nos aseguramos de que nadie nos roba. El problema surge cuando
después de haber chequeado las puertas y las ventanas volvemos a repetir
la misma conducta una y otra vez, porque pensamos que si no lo hacemos
algo malo nos va a ocurrir.

Este trastorno se caracteriza por las conductas obsesivas y compulsivas.


Las obsesiones hacen referencia a los pensamientos, ideas o imágenes
intrusivas, que provocan preocupación y ansiedad y que aparecen una y
otra vez en la mente. Las compulsiones son las acciones que se llevan a
cabo para reducir la ansiedad que provocan las obsesiones.

Por ejemplo, una obsesión puede ser el pensamiento siguiente: “si no


encendemos y apagamos el interruptor de la habitación diez veces
seguidas nos vamos a morir”. La compulsión, en cambio, es el acto de
encender y apagar las luces. El hecho de no realizar las compulsiones
provoca un gran malestar y un sentimiento fuerte de ansiedad.

Hay que tener en cuenta que, a pesar de que el TOC ha sido clasificado
muchas veces dentro de la categoría de los trastornos de ansiedad, según
otros criterios se asocia más bien a los trastornos del control de impulsos.
De hecho, se ha visto que quienes presentan esta alteración psicológica
tienden a obtener puntuaciones más altas en impulsividad, lo cual indica
que su problema no es tanto la tendencia a buscar el perfeccionismo, sino
más bien el no poder evitar realizar las compulsiones.

2. Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT)


El TEPT ocurre cuando un individuo sufre una situación traumática que
le ha provocado un fuerte impacto emocional y estresante. Las personas
con TEPT reviven continuamente el hecho que desencadenó el trastorno,
por ejemplo, el ser víctima de una violación o el haber participado en una
guerra.

Si el impacto emocional es muy grande, el malestar de personas puede


durar años, y algunas personas necesitan apoyo psicológico porque son
incapaces de superarlo por sí solas.

En parte, este tipo de trastorno de ansiedad se fundamenta en la


memoria emocional: los recuerdos relativos a una experiencia quedan
"almacenados" en el cerebro de una manera disfuncional, de manera que
estas imágenes aparecen de manera inesperada en la consciencia de la
persona con relativa frecuencia, produciéndole un gran malestar.

Los síntomas incluyen:

 Revivir el trauma: pueden revivir el trauma constantemente, por

ejemplo, con pesadillas.


 Responder a estresores: la persona puede revivir el evento ante la

presencia estresores similares a la situación o la escena del hecho.


Por ejemplo, al escuchar ruidos fuertes o al reconocer un olor
similar.
 Ansiedad recidivante: el individuo experimenta ansiedad de forma

regular.
 Problemas emocionales: la persona también experimenta

problemas emocionales, por ejemplo, desinterés por las relaciones


con los demás.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que en algunos modelos
explicativos de los problemas de salud mental, existen diferentes tipos de
traumas, y en algunos de ellos la disociación es el aspecto predominante, y
no tanto la ansiedad.
3. Trastorno de pánico
El trastorno de pánico se caracteriza porque la persona que lo padece
tiene sensaciones de que se va a morir de manera inminente y de que le
falta al aire. Son sensaciones que la persona percibe como muy reales a
pesar de que se sea consciente de que no son producto de la razón, lo que
le provoca un miedo intenso y, en consecuencia, un gran malestar.

En casos graves incluso hay que hospitalizar al paciente. Puede llegar a ser
uno de los trastornos de ansiedad más incapacitantes.

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