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17/12/2014
La ansiedad es una experiencia emocional que todos estamos familiarizados con ella, pero no
por eso fácil de definir.
Se define como trastorno mental (IV edición Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
mentales) como:
Hay dos formas por las que se puede desencadenar una enfermedad mental, causas físicas
(alteraciones bioquímicas o estructurales del cerebro) o por lo que solemos denominar estrés.
Entre los trastornos mentales los más frecuentes son sin duda los trastornos de ansiedad. En
este momento toman gran importancia ciertos factores que ayudan a desencadenar
enfermedades mentales como pueden ser:
II. JUSTIFICACIÓN
Sabemos que entre trastornos mentales, los trastornos de ansiedad son muy frecuentes,
suelen iniciar en la adolescencia y tienen su máxima prevalencia en la etapa más productiva de
la vida laboral, social y afectiva. Las personas que padecen estos trastornos frecuentemente
tardan mucho en buscar atención o recibir ayuda adecuada, lo que favorece la cronificación y
predispone a la discapacidad asociada a los mismos.
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III. SINDROME GENERAL DE ANSIEDAD
SINTOMAS MOTORES
SINTOMAS DE HIPERVIGILANCIA
IV. DIAGNÓSTICO
Las clasificaciones son similares, guiándonos en nuestro trabajo por el DSM-IV-TR, pero en el
Anexo I, encontramos una comparación entre ambas.
Trastorno de pánico con o sin agorafobia: Se da cuando después de hacer sufrido un ataque
de pánico, comienzan a evitarse cada vez más situaciones por miedo a que se repita
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Trastorno por estrés agudo: Este trastorno se caracteriza por la aparición de un conjunto de
síntomas de ansiedad que tienen lugar después de la exposición a un acontecimiento
altamente traumático. Estas alteraciones duran más de dos días, hasta un máximo de cuatro
semanas y aparecen el primer mes, desde que se presenta el evento traumático . (Si durasen
los síntomas más de cuatro semanas, el diagnóstico sería “Trastorno de estrés postraumático).
Trastorno de ansiedad inducido por sustancias: Los síntomas de ansiedad son secundarios a
los efectos fisiológicos de una droga, fármaco o tóxico o bien a la interrupción de su consumo
(síndrome de abstinencia). Se sospecha ante la presentación atípica de un cuadro de ansiedad
en el que la anamnesis nos orienta hacia la posible relación causa-efecto del tóxico. De nuevo
hemos de considerar la existencia de una relación temporal entre el inicio y el final del
consumo de sustancias y el inicio y fin del cuadro de ansiedad. También se tendrá en cuenta la
cantidad de sustancia ingerida y lo atípico del cuadro según el tipo de sustancia consumida.
Así, sería muy atípico encontrar síntomas de ansiedad por consumo de betabloqueantes, y no
así el encontrarnos con síntomas depresivos.
Crisis de angustia: aparece inesperadamente, sin previo aviso, el individuo comienza a sentir
un fuerte sentimiento de miedo y angustia creciente que viene acompañado de una sensación
de mareo, asfixia, dolor de pecho.
Trastornos fóbicos: Las fobias son temores patológicos excesivos respecto a la situación u
objeto que los origina, no pueden ser explicados ni razonados por el paciente y están por
encima de su control voluntario. Las fobias inducen conductas de evitación de la situación que
en ocasiones condicionan la vida del paciente. Pueden existir fobias por estímulos externos
(fobias simples o específicas, fobia social, agorafobia) o por estímulos internos (nosofobias,
fobias obsesivas que forman parte de otras enfermedades mentales). Suelen iniciarse en la
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adolescencia y es posible encontrar antecedentes familiares. Presentan una prevalencia 2:1
mujer: hombre.
Pueden tener utilidad en algunas circunstancias pero en ningún caso pueden sustituir a la
entrevista clínica. Son instrumentos como: la Escala de Ansiedad de Hamilton, Cuestionario de
Salud General (General Health Questionnaire, 28 ítems), S.C.L.-90, STAI, Escala de Ansiedad y
Depresión de Goldberg , M.M.P.I. etc., que con relativa sencillez, rapidez y fácil manejo, nos
van a permitir comprobar, de forma objetiva, la impresión clínica de que estamos frente a un
trastorno de ansiedad. Presentamos en Anexo II alguno de ellos.
Introducción
¿Se siente extremadamente preocupado por todo lo que le pasa en la vida, aunque que tenga
pocas razones, o ninguna para estarlo? ¿Se siente muy ansioso con tan solo tener que lidiar
con las cosas de cada día? ¿Tiene miedo de que todo siempre le salga mal?
¿Qué es el TAG?
Todos nos preocupamos por cosas como la salud, el dinero, o los problemas familiares en un
momento u otro. Pero las personas que tienen TAG están sumamente preocupadas por estas y
muchas otras cosas, incluso cuando hay poca o ninguna razón para preocuparse por ellas.
Hasta llegan a ponerse muy ansiosas con tan solo lidiar con las cosas de cada día. Creen que las
cosas siempre van a salir mal. A veces, las preocupaciones impiden a quienes tienen TAG
realizar las actividades diarias.
Las personas que tienen TAG puede que visiten a un médico muchas veces antes de descubrir
que tienen este trastorno. Les piden a los médicos que las ayuden a aliviar sus dolores de
cabeza o problemas para dormir, que pueden ser síntomas del TAG, pero no siempre obtienen
de inmediato la ayuda que necesitan. A los médicos les puede llevar algún tiempo asegurarse
de que una persona tiene TAG y no otra enfermedad.
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Saben que se preocupan mucho más de lo que deberían.
No se pueden relajar.
Tienen problemas para concentrarse.
Se sobresaltan con facilidad.
Tienen problemas para dormir o permanecer dormidos.
Se sienten cansados todo el tiempo.
Tienen dolores de cabeza, dolores musculares, dolores estomacales o dolores
inexplicables.
Tienen dificultad para tragar.
Temblores o tics (movimientos nerviosos).
Están irritables, sudan mucho y se marean o les falta el aire.
Tienen que ir al baño seguido.
A veces el TAG es hereditario, pero nadie sabe con seguridad por qué algunas personas lo
tienen y otras no. Los investigadores han descubierto que el miedo y la ansiedad involucran
varias partes del cerebro. Al aprender más sobre cómo funciona el miedo y la ansiedad en el
cerebro, los científicos podrán crear mejores tratamientos. Además, los investigadores están
intentando descubrir de qué manera el estrés y los factores ambientales pueden estar
involucrados.
Primero, hable con su médico acerca de sus síntomas. El médico le realizará un examen para
asegurarse de que no sea otro problema físico el que está causando los síntomas. El médico
puede derivarlo a ver a un especialista de la salud mental.
Medicamentos. Los médicos también pueden recetar medicamentos para ayudar a tratar el
TAG. Hay dos tipos de medicamentos que se recetan con más frecuencia para tratar el TAG: los
medicamentos ansiolíticos (medicamentos para controlar la ansiedad/los nervios) y los
antidepresivos. Los medicamentos ansiolíticos son fuertes y existen diferentes tipos. Muchos
hacen efecto de inmediato, pero generalmente no deben tomarse durante largos períodos de
tiempo.
Los antidepresivos se usan para tratar la depresión, pero también sirven para tratar el TAG. Los
antidepresivos pueden tardar varias semanas en hacer efecto. Estos medicamentos pueden
causar efectos secundarios, como dolor de cabeza, náuseas o dificultad para dormir.
Generalmente, para la mayoría de las personas, estos efectos secundarios no se convierten en
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un problema, en especial si se comienza con una dosis baja y se aumenta lentamente con el
paso del tiempo. Hable con su médico acerca de cualquier efecto secundario que tenga.
Es importante saber que, aunque los antidepresivos pueden ser seguros y efectivos para
muchas personas, también pueden ser riesgosos para algunas, en especial para niños,
adolescentes y adultos jóvenes. Se ha agregado una etiqueta de "caja negra" —el tipo más
serio de advertencia que puede tener un fármaco recetado— a los medicamentos
antidepresivos. Estas etiquetas les advierten a las personas que los antidepresivos pueden
causar pensamientos suicidas o intentos de suicidio. Toda persona que tome antidepresivos
debe ser supervisada de cerca, especialmente cuando comienza un tratamiento con estos
medicamentos.
A algunas personas les va mejor con la terapia cognitiva-conductual, mientras que para otras
son mejores los medicamentos. Incluso para otras, lo mejor es una combinación de los dos.
Hable con su médico acerca de cuál es el tratamiento indicado para usted.
VI. LA FOBIA
En ocasiones esto puede incluso provocarle malestar físico: temblores incontrolables, mareos,
sudoración excesiva, palpitaciones, etc. En los casos más extremos, pueden llegar a producirse
ataques de pánico.
Las fobias tienen una amplia incidencia en la población mundial. Una de cada veinte personas,
aproximadamente, padece una fobia de uno u otro tipo.
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¿CÓMO SE GENERAN LAS FOBIAS?
Una de las causas posibles por las que surge una fobia específica es que la persona haya tenido
en su infancia una experiencia traumática, a la que después asocia el elemento que le causa
temor. La asociación puede ser directa o indirecta.
Es directa cuando ha sido ese elemento la causa misma que desemboca en una fobia: por
ejemplo; un niño es arañado por un gato furioso, y a consecuencia de ello el niño crece y se
convierte en un hombre con Ailurofobia -fobia a los gatos-. En cambio, es una asociación
indirecta cuando el temor aparece desplazado, ejemplo; en la televisión norteamericana
mostraron el caso de una joven que, habiendo sido abusada sexualmente de niña, había
desarrollado una curiosa fobia a los pepinillos.
Asimismo, ciertas fobias tienen como causa los restos de un comportamiento instintivo: a lo
largo de los siglos, el hombre ha temido a ciertos animales peligrosos como las arañas y las
serpientes, o a fenómenos climáticos como las tormentas. Es cierto que hay fobias que son
absolutamente culturales como; al número 13 (en los países occidentales, ya que los orientales
temen al número 4), a Halloween o a los extranjeros.
En muchos casos, las personas no recuerdan las causas que los llevaron a desarrollar su fobia,
especialmente cuando se trata de fobias específicas. Otras veces, en cambio, pueden recordar
uno o varios sucesos que los llevaron a ellas, sobre todo cuando de fobias sociales se trata. Las
causas de que una persona desarrolle, por ejemplo; Glosofobia –miedo a hablar en público-
pueden remitirse a situaciones en el pasado, que la persona haya experimentado como de
humillación pública: burlas de sus compañeros, risas maliciosas, críticas, etc., y que en su
momento hayan herido la autoestima del niño.
En cualquiera de los casos, la reacción ante las fobias suele ser la evitación de la situación
tan temida. Esto puede llevar a que las personas vean deteriorada su vida social, laboral y
afectiva. Por fortuna, en la actualidad existen varias maneras de tratar una fobia.
Las FOBIAS ESPECÍFICAS son un tipo de trastorno de ansiedad, en el cual una persona puede
sentirse extremadamente ansiosa o tener un ataque de pánico cuando es expuesta al objeto
del miedo. Las fobias específicas son un trastorno psiquiátrico común.
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Espacios encerrados
Volar
Lugares altos
Insectos o arañas
Relámpagos
Las FOBIAS COMPLEJAS tienden a ser más incapacitantes que las fobias simples, ya que a
menudo se asocian con un arraigado temor o ansiedad acerca de una circunstancia o situación
particular. Dos ejemplos comunes de las fobias complejas son la agorafobia y la fobia social.
La Fobia social ahora se llama trastorno de ansiedad social. Una persona con fobia
social encuentra dificultades con las situaciones sociales, pareciéndoles insoportable el
hecho de ir a fiestas, bodas, eventos o exposiciones porque les causan ansiedad, existe
el temor a ser avergonzado o humillado en público.
La peor pesadilla para una persona con fobia social es, probablemente, tener que
hablar en público o actuar en un escenario frente a una audiencia. Existe el temor a ser
juzgado por otras personas. Las personas afectadas con fobia social sienten que van a
ser examinados y señalados entre la multitud, lo que para ellos sería un suplicio de
insoportable vergüenza. El miedo a puedan reírse a causa de su ropa, su voz o algún
rasgo de su cuerpo es tan intenso que prefieren evitar las reuniones sociales en su
conjunto.
SÍNTOMAS
Para efectuar el diagnóstico de Fobia Simple o Específica y las fobias complejas como la Fobia
Social, los especialistas se basan en los criterios diagnósticos del DSM-IV o del CIE-10, dos
clasificaciones de las enfermedades consensuadas por especialistas de diferentes
nacionalidades y reconocido prestigio.
FOBIAS ESPECÍFICAS
En este apartado nos centramos en las Fobias Hospitalarias, incluimos en el Anexo III un caso
práctico y un test.
La aicmofobia es un miedo patológico producido por el contacto a las agujas u otros objetos
puntiagudos que puedan cortar o pinchar.Es decir, la aicmofobia es una emoción persistente
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anormal, injustificada que se acompañada de sensación de miedo o temor a las agujas,
inyecciones o a ser pinchado por alguna de ellas o por cualquier objeto punzante. Esta fobia
comparte cierta relación con la blennofobia y con la tripanofobia que es la fobia a las agujas o,
más específicamente, a los piquetes, a las inyecciones y es muy común en los niños.
Etimológicamente el término Aicmofobia, con el que se designa a esta fobia, deriva de dos
palabras griegas, aichme que significa punta o lanza, y phobos que significa miedo o temor. En
algunos manuales también puede encontrarse esta fobia bajo la denominación de Ecmofobia.
Actualmente no existe ningún fármaco que palie las fobias, pero, sí es aconsejable acudir a
ayuda profesional de psicoterapeutas puesto que consiguen buenos resultados con
psicoterapia.
Las personas que tienen fobia a la sangre temen las heridas, cortes y las jeringuillas. Esta fobia
presenta algunas características que la diferencian del resto debido que la respuesta corporal
ante la sangre es diferente del resto de las fobias ya que se trata de una respuesta bifásica.
Las personas con fobia a la sangre suelen temer esta respuesta más que a la propia sangre o a
las jeringuillas en sí, es decir, anticipan que pueda producirse un desmayo y las desagradables
sensaciones de mareos y nauseas. Esta anticipación les causa un intenso miedo que les lleva
a evitar cualquier situación relacionada con la sangre.
Este tipo de fobia puede tener importantes consecuencias para el individuo que es incapaz de
realizarse unos simples análisis de sangre o proporcionarle ayuda a una persona que ha sufrido
algún daño.
Las personas con hematofobia suelen sufrir también de fobia a padecer o sufrir cualquier
daño. Esto va a suponer que la persona va a padecer un intenso miedo en relación a cualquier
procedimiento quirúrgico o médico, siendo incapaz de observarlo o padecerlo. Este tipo de
fobia puede llegar a limitar de forma grave la vida de la persona que puede ser incapaz de
someterse a cuidados médicos.
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3. YATROFOBIA (miedo a ir al médico)
La yatrofobia o el miedo irracional de ir al médico es una fobia social que puede tener
repercusiones graves en el estado de salud del afectado.
En el caso de la yatrofobia, el objeto fóbico es la figura del médico. La persona afectada sufre
de ansiedad ante todo lo relacionado con este profesional, al acercarse el día y hora de la cita
médica o al aproximarse al espacio físico donde tendrá lugar la visita.
Este trastorno se desarrolla por dos motivos: En ocasiones, se da tras una experiencia negativa
previa, en la infancia o al acudir a una consulta médica. Otras veces se sufre tras un proceso de
angustia generalizado que la persona experimenta desde hace tiempo sin ser consciente de
ello, ni de haber padecido una experiencia traumática anterior que la haya provocado; ni
siquiera al rastrear en su historial clínico para intentar identificar un antecedente, es capaz de
encontrar una causa
Aunque el desarrollo de las fobias es más usual en la infancia y en los primeros años de
juventud, también hay adultos que las pueden sufrir. No hay un perfil inmune a padecer una
fobia. Depende más de las situaciones que se viven, y del ambiente, que de la personalidad.
También hay quienes son más resistentes y toleran mejor la ansiedad, mientras que otras que
son más vulnerables, no son capaces de ponerle freno y sufren un proceso de inquietud
generalizada.
Toda relación con un objeto fóbico genera malestar en forma de ansiedad y se puede propagar
a todo lo relacionado con él, en este caso al médico, y al ambiente que le rodea, es decir, al
ámbito sanitario. Así, los afectados pueden comenzar a sentir sudoración, ansiedad e, incluso,
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pánico, al ver un ambiente sanitario, enfermeras, batas blancas, al notar el olor característico
de los hospitales, muchas veces, antes de ver al facultativo.
A pesar de que todo procedimiento o prueba diagnóstica genera cierto grado de desasosiego y
la mayoría de las personas se asustan ante la posibilidad de padecer una enfermedad grave,
hay que calcular los beneficios de ir al médico, frente a los costes de no hacerlo por angustia.
Aunque es cierto que las pruebas diagnósticas generan preocupación, no realizarse, por
ejemplo, una citología puede provocar un problema mayor. Las consecuencias patológicas de
llegar a un diagnóstico tardío pueden ser fatales y mortales. Por eso, los afectados por esta
fobia deben comprender que es disfuncional y contraproducente, porque les hace asumir
conductas de riesgo en contra de sí mismos, destaca.
En la actualidad, hay dos terapias cognitivo-conductuales que utilizan los psicólogos para el
miedo irracional: la directa, de inserción o inundación, y la técnica de exposición gradual.
Pero, a menudo, no solo hay que tratar la fobia, ya que esta es la punta del iceberg, la
manifestación de otro problema, que es la ansiedad generalizada. Cuando se resuelve la fobia,
que es el síntoma, muchas personas hacen una vida normal, porque se les ha eliminado el
malestar que sentían; sin embargo, al cabo de unos meses, vuelven con otra situación que les
genera incomodidad. Por ello, si hay un temor irracional relacionado con una experiencia
previa que ha provocado un condicionamiento en la infancia, y surge en la vida adulta, sin que
se haya buscado solución durante décadas, hay que tratarla y disociarla, para que el afectado
no viva con una conducta disfuncional.
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Angliofobia: aversión a sentir dolor o sufrimiento.
4. La formulación de un esquema explicativo que identifique las variables más relevantes del
caso, las relaciones críticas entre ellas, y el proceso que han ido siguiendo a lo largo del
tiempo.
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Habitualmente, los tratamientos incluyen aspectos relacionados con la recuperación de la
salud, si se ha perdido, aspectos relacionados con la prevención, y aspectos relacionados con el
desarrollo personal del paciente que de un modo u otro tienen que ver con lo que le pasa.
Normalmente, al inicio del tratamiento, se acude a consulta una vez por semana. Cuando el
tratamiento está mínimamente encauzado, se espacian las visitas, efectuándose
habitualmente a razón de una visita cada 15 días.
Los tratamientos que han demostrado una mayor eficacia en el tratamiento específico de las
fobias específicas son los basados en técnicas de modificación de conducta. He aquí una
relación de aquellas técnicas consideradas más efectivas:
-Materiales de autoayuda, como complemento de la terapia, y/o soporte de las "tareas para
casa".
Estos son algunos de los recursos terapéuticos más conocidos y probados en el tratamiento de
las fobias simples. Se ha de tener en cuenta no obstante, que estos trastornos pueden venir
asociados a otros problemas, que requieren también un abordaje, en el contexto de un
tratamiento integrado y convenientemente articulado. El tratamiento, en rigor, no lo es de la
fobia, sino de la persona que lo padece, en relación, naturalmente, con la demanda que
efectúa.
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Los tratamientos suelen desarrollarse individualmente, aunque en algunos en ocasiones, en
función del caso y del momento, está indicado el tratamiento grupal, o la participación de
algún acompañante. Los tratamientos suelen durar en torno a unos seis meses.
Los tratamientos que han demostrado una mayor eficacia en el tratamiento específico de
fobia social son los basados en procedimientos cognitivo-conductuales. He aquí una relación
de algún de las técnicas más utilizadas:
Estos son algunos de los recursos terapéuticos más conocidos y probados en el tratamiento de
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la fobia social. Se ha de tener en cuenta no obstante, que estos trastornos pueden venir
asociados a otros problemas, que requieren también un abordaje, en el contexto de un
tratamiento integrado y convenientemente articulado. El tratamiento, en rigor, no lo es de la
fobia social, sino de la persona que lo padece, en relación, naturalmente, con la demanda que
efectúa.
Los tratamientos suelen desarrollarse individualmente, al menos en una primera fase, si bien
los tratamientos grupales son particularmente útiles en el abordaje de la fobia social. . La
duración de los tratamientos oscila normalmente entre seis meses y un año, si bien en algunos
casos pueden ser más largos.
Desde la antigüedad ha existido una tendencia a considerar la enfermedad como una cosa en
sí misma, originada por una causa única o por una combinación simple de causas. Como
reacción contra este estado de cosas, surge el movimiento psicosomático, el cual insiste en
considerar al hombre en su totalidad, prestando atención a su circunstancia social y a su
estado psicológico. Esta orientación ha producido postulados y sugerencias sobre el ejercicio
de la medicina.
1. Valoración y Diagnóstico
Hay cuatro diagnósticos de enfermería principales según la NANDA relacionados con las
respuestas a la ansiedad: ansiedad, afrontamiento ineficaz, disposición para mejorar el
afrontamiento y temor, aunque pueden identificarse otros como: trastorno de la adaptación,
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patrón respiratorio ineficaz, trastorno de la comunicación verbal, confusión aguda, negación
ineficaz., diarrea., riesgo de lesión, alteración de la memoria, impotencia, protección ineficaz,
alteración en el desempeño del rol, déficit de autoestima situacional, alteraciones senso-
perceptivas, alteración del patrón del sueño, deterioro de la interacción social, alteración de
los procesos del pensamiento, perfusión tisular ineficaz.
Afrontamiento Ineficaz: Afrontamiento ineficaz relacionado con la muerte de un/a hijo/a, que
se demuestra por la incapacidad para recordar sucesos ocurridos en un accidente de tráfico.
Afrontamiento ineficaz relacionado con la enfermedad de un niño, que se demuestra por
incapacidad para concentrarse y agitación psicomotriz.
Temor: Miedo relacionado con una cirugía inminente, que se manifiesta por hostilidad
generalizada hacia el personal e inquietud.
2. Planificación
Los pacientes necesitan desarrollar la capacidad para tolerar una ansiedad leve y usarla de
forma consciente y constructiva.
3. Resultados
El resultado esperado para los pacientes con respuestas maladaptativas a la ansiedad es:
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En casos de ansiedad con un nivel grave o de angustia, el objetivo a corto plazo de máxima
prioridad debe ser orientarse hacia la seguridad y disminuir el nivel de ansiedad.
La ansiedad es una respuesta subjetiva, por lo que una medida útil sería pedir al paciente que
evalúe su nivel de ansiedad del 1 al 10. Obtener una evaluación de 2 a 3 podría ser otro
resultado esperado.
4. Intervenciones
Establecer una relación de confianza. Una distancia de unos 2 metros en una habitación
pequeña puede crear las condiciones óptimas para la franqueza y las discusiones sobre sus
miedos. Si esta distancia aumenta o disminuye más de esta medida, el paciente puede sentir
más ansiedad.
Modificar el entorno. Se pueden poner límites al asumir una actitud calmada, tranquila y
disminuyendo los estímulos del entorno. Al limitar la interacción del paciente con otros
enfermos se minimizarán los aspectos “contagiosos” de la ansiedad. Las medidas físicas de
apoyo como los baños calientes, los masajes o las bañeras de hidromasaje también pueden ser
útiles para disminuir la ansiedad del paciente.
Fomentar la actividad. Esta implicación limita el tiempo disponible para los mecanismos de
afrontamiento destructivos y aumenta la participación en otros aspectos de la vida y su
disfrute.
Los objetivos son reconocer la ansiedad, una introspección de la misma y afrontar la amenaza.
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Reconocimiento de la ansiedad. Ayudando a explorar sus sentimientos subyacentes e
identificar la conducta del paciente y relacionarla con el sentimiento de ansiedad. Sin
embargo, el paciente suele evitar o negar la ansiedad. En este momento, es fundamental una
relación de confianza.
Reducción de la ansiedad
Reestructuración cognitiva
La relajación puede enseñarse de forma individual, en grupos pequeños o grandes. Está dentro
del ámbito de la práctica de la enfermería, no requiere un equipo especial y no necesita la
supervisión del médico.
5. Evaluación
Cuando se utilizan los criterios de capacidad, eficacia, adecuación, eficiencia y flexibilidad para
evaluar los objetivos y acciones de enfermería, pueden plantearse las siguientes preguntas:
- ¿Los objetivos y las acciones eran adecuados en número y lo bastante específicos para
minimizar el nivel de ansiedad del paciente?
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- ¿Se redujeron las respuestas mal adaptativas?
- ¿El personal de enfermería aceptó al paciente y fue capaz de evaluar la ansiedad personal a lo
largo de la relación?
El personal de enfermería también identificará los puntos fuertes y las limitaciones personales
al trabajar con el paciente con ansiedad. Entonces pueden hacerse planes para superar las
áreas de limitación y mejorar la calidad de la asistencia de enfermería.
IX. CONCLUSIONES
X. BIBLIOGRAFÍA
http://www.guiasalud.es/GPC/GPC_430_Ansiedad_Lain_Entr_resum.pdf
Vallejo Ruiloba J, Gastó Ferrer C. Trastornos afectivos: Ansiedad y depresión .Elsevier:
España, 2000
http://www.NHS.uk/conditions/Phobias/Pages/causes.aspx
http://www.Healthwise.org.HK/AZ/English/PDF/E%2027.pdf
http://www.drbeckham.com/handouts/CHAP12_COPING_WITH_PHOBIAS.pdf
http://www.Uncommon-Knowledge.co.uk/psychology_articles/phobias.pdf
http://www.ADAA.org/sites/default/files/phobias_adaa.pdf
http://www.Camden.NHS.uk/downloads/Panic%20and%20phobias.pdf
http://www.news-medical.net/health/Causes-of-phobias-(Spanish).aspx
http://www.fobias.net/causas-fobia.php
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000956.htm
http://bitnavegante.blogspot.com.es/2012/08/fobia-causas-y-tratamiento.html
http://www.fobias.net/que-es.php
http://salud.doctissimo.es/enciclopedia-medica/enfermedades-psicologicas-y-
psicosomaticas/fobias.html
http://www.clinicadeansiedad.com/02/48/Sintomas-de-la-Fobia-Social:-Criterios-
Diagnosticos-segun-las-Clasificaciones-Internacionales.htm
http://www.unioviedo.net/reunido/index.php/PST/article/view/7898
http://enfermeriaactual.com/listado-de-diagnosticos-nanda/
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ANEXOS
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ANEXO I:
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ANEXO II:
4 La sensación de pavor está presente con tal frecuencia que interfiere notablemente
con la vida cotidiana del paciente.
Tensión
1 El paciente refiere estar algo más nerviosos y tenso de lo usual
0 No se encuentran presentes
1 Presencia dudosa
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4 Se refiere a la experiencia subjetiva del paciente de la duración del sueño (horas Puntaje
de sueño en un período de 24 horas), la profundidad o ligereza del sueño, y su
continuidad o discontinuidad. Nota: la administración de hipnóticos o sedantes no
Insomnio
se tomará en cuenta.
1 Es dudoso si la duración del sueño está ligeramente disminuida (ej: dificultad para
conciliar el sueño), sin cambios en la profundidad del sueño.
2 La profundidad del sueño está también disminuida, con un sueño más superficial.
El sueño en general está algo trastornado.
4 hay dificultad para evaluar la duración del sueño, ya que es tan ligero que el
paciente refiere períodos cortos de adormecimiento, pero nunca sueño real.
5 Se refiere a las dificultades para concentrarse, para tomar decisiones acerca de Puntaje
asuntos cotidianos y alteraciones de la memoria.
Dificultades en la
concentración y
la memoria
0 El paciente no tiene ni más ni menos dificultades que lo usual en la concentración y
la memoria.
1 Es dudoso si el paciente está más desalentado o triste que lo usual. Ej: el paciente
vagamente comenta que está más deprimido que lo usual.
7 Incluyen debilidad, rigidez, hipersensibilidad o dolor franco de localización muscular difusa. Ej:
dolor mandibular o del cuello.
Síntomas 0 No se encuentran presentes Puntaje
somáticos
generales 1 Presencia dudosa
(musculares)
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4 La ansiedad fóbica ha interferido notablemente con la vida y el trabajo cotidiano.
0 No presente
1 Es dudoso si las molestias referidas por el paciente son mayores que lo usual.
3 Los síntomas generales interfieren hasta cierto punto con la vida diaria y laboral del
paciente.
4 Los síntomas sensoriales generales están presentes la mayor parte del tiempo e
interfiere claramente en la vida diaria y laboral del paciente.
1 Dudosamente presentes
1 Dudosamente presente
4 Los síntomas respiratorios están presentes la mayor parte del tiempo e interfieren
claramente con la vida diaria y laboral del paciente.
2 Una o más de las molestias descritas arriba están presentes pero el paciente las
puede controlar.
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3 El paciente tiene frecuentes dificultades en controlar los síntomas gastrointestinales,
los cuales interfieren hasta cierto punto en la vida diaria y laboral del enfermo
(tendencia a no controlar la defecación)
2 Uno o más de los síntomas mencionados están presentes, pero no interfieren con la
vida diaria y laboral del presente.
0 No se encuentran presentes
Síntomas
autonómicos
1 Presencia dudosa
2 Una o más de las molestias autonómicas descritas más arriba están presentes pero
no interfieren con la vida diaria y laboral del paciente.
4 Los síntomas autonómicos están presentes la mayor parte del tiempo e interfieren
claramente con la vida diaria y laboral del paciente.
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ANEXO III:
En este trabajo se expone el caso de una chica de 21 años que solicitó cita y fue atendida por el
Servicio de Atención Psicológica de la Universidad de Málaga. Ante el motivo de consulta efiere
tener miedo a todo lo relacionado con el ámbito hospitalario y enfermedades, llegando incluso
a producirle mareos, nauseas y desmayos de forma recurrente. Para obtener mayor
información sobre su problemática se le realizó una entrevista clínica general con la que se
obtuvieron los datos necesarios para la intervención. Tras el análisis de la información
obtenida en la primera evaluación se obtiene el diagnostico de una Fobia Especifica a la
sangre/inyecciones/heridas (SIH). Las primeras sesiones se centraron en enseñar a la paciente
a identificar los cambios en la frecuencia cardiaca y a identificar los síntomas previos al
desvanecimiento. Se aplicó un programa multicomponente que combinaba la técnica de la
tensión aplicada y estrategias cognitivo-conductuales para el control de la activación
anticipatoria y el afrontamiento de la situación fóbica. Las técnicas empleadas fueron la
exposición en imagen, exposición en vivo y las autoinstrucciones para evitar la anticipación de
los pensamientos negativos. El resultado del tratamiento ha sido positivo, consiguiéndose una
considerable desaparición del problema.
INTRODUCCIÓN
Un leve miedo a la sangre se da en muchos niños y adultos, pero sólo un 2-3% pueden
considerarse fóbicos a la SIH. Esta fobia es más frecuente en mujeres y la edad media de inicio
es a los 9 años. La fobia a la SIH puede conducir a la evitación de intervenciones médicas
importantes para la salud del paciente (análisis de sangre, operaciones), a evitar embarazos, a
dejar de lado ciertos estudios (enfermería, medicina) y a no poder visitar o atender a personas
heridas, aun siendo muy significativas. La mayoría de los fóbicos a la sangre (69%) son también
fóbicos a las inyecciones, pero sólo una minoría de estos últimos (31%) tienen fobia a la sangre
(Öst,1992). La fobia a la SIH se da en el 27-70% de los familiares de primer grado de los
pacientes, un porcentaje que es superior al observado en otras fobias específicas y trastornos
de ansiedad (5-31%) (Page, 1994; Öst, 1992). El porcentaje de familiares de primer grado con
la misma fobia es mayor entre los fóbicos a la sangre/heridas (61%) que entre los fóbicos a las
inyecciones o pinchazos en vena (29%) (Öst, 1992). Todo esto, junto con la mayor
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concordancia de la fobia a la SIH entre gemelos monocigóticos que dicigóticos, sugiere la
importancia de factores genéticos .Además, es muy probable que la tendencia a desmayarse
sea más heredable que la tendencia a tener miedo.
En la fobia a la SIH son frecuentes el mareo, el sudor, la palidez, las náuseas (sin vómitos) y el
desvanecimiento. El miedo o la ansiedad suelen estar presentes en la fobia a la SIH, pero faltan
en muchos clientes. Sin embargo, la anticipación del desmayo puede producir ansiedad. En Los
clientes que se desmayan suelen ser más ansiosos que los que no se desmayan y además
muestran una mayor perturbación y disfunción en situaciones estresantes.
La tensión aplicada es una técnica descrita por Öst y Sterner (1987) y especialmente pensada
para el tratamiento de la fobia a la SIH teniendo en cuenta el característico patrón fisiológico
de respuesta difásica que se da en la misma. La tensión aplicada incluye dos componentes: la
tensión de grandes grupos musculares y la exposición a los estímulos fóbicos.
IDENTIFICACIÓN DE LA PACIENTE
El caso que vamos a presentar se corresponde con el de una chica de 21 años de edad, con
pareja actualmente desde hace aproximadamente 4 años y que convive en un piso de
estudiantes con varias compañeras de estudio. Es estudiante de psicología. Es la menor de 3
hermanos, con los que tiene muy buena relación, además de con su madre, quien se
corresponde con su principal apoyo.
La paciente decide solicitar ayuda psicológica debido al gran malestar que le supone acudir a
centros hospitalarios, siendo ella quien tenga que ser intervenida o cualquier otra persona.
Refiere tener miedo a todo lo relacionado con este ámbito y enfermedades, heridas y/o
cicatrices, llegando incluso a producirle mareos, nauseas y desmayos de forma recurrente.
Siempre ha intentado evitar estas situaciones y cualquier prueba médica, pero cuando no es
posible evadirlas, pasa varios días muy preocupada, pensando en ello de forma constante. En
las ocasiones en que logra acudir a la consulta médica suele marearse y/o perder el
conocimiento, mientras permanece sentada en la sala de espera, otras veces durante la
consulta (aunque estas en menor grado) y otras al acabarlas.
En cuanto al inicio del problema, la paciente afirma que apareció tardíamente ya que en su
infancia define su miedo como normal para esa edad, pero a partir de los 9 años y tras vivir
una experiencia traumática en las urgencias de un centro hospitalario, se agravó su miedo.
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que lloraba desconsoladamente, ponía todo tipo de escusas para no acudir a la cita, pero aún
así acudió a la extracción pero en la sala de espera se mareó y se colocó en su posición de
defensa (tumbada con las piernas hacia arriba) y refiere que sintió mejoría y fue capaz de
realizarse la extracción. Esta última circunstancia fue la que le llevó a solicitar ayuda para
superar su fobia.
El objetivo que se propuso fue el conseguir eliminar la aparición de ese nivel de ansiedad ante
cualquier situación y estímulos fóbicos, consiguiendo que la paciente fuera capaz de
enfrentarse a estos sin que le originen los síntomas antes comentados.
Las técnicas que han sido empleadas para este caso son:
- Entrevista Clínica Estructurada: para obtener mayor información sobre su evolución clínica y
el origen de la problemática.
- Tensión Muscular Aplicada: que consiste en aprender a tensar los músculos, a identificar las
primeras señales específicas de la segunda fase de la respuesta bifásica (fundamentalmente,
de la caída de presión arterial) y aplicar la técnica de "tensión muscular" en los momentos de
exposición, con el fin de prevenir el síndrome vasovagal extremo. La elección de estas técnicas
se llevó a cabo tras un minucioso análisis de diferentes artículos que demuestran la eficacia de
estas prácticas para este tipo de fobia.
TRATAMIENTO Y EVOLUCIÓN
Durante las primeras sesiones, se recabó toda la información del caso necesaria para elaborar
un análisis funcional del problema. Una vez obtenidos todos los datos, se iniciaron las sesiones
en las que se le informó a la paciente, de las características de su problemática, definiendo y
encuadrando las características de su respuesta de ansiedad, de la relación que había
adquirido con los estímulos fóbicos y del tipo de tratamiento que íbamos a llevar a cabo
durante las próximas sesiones.
Se le explicó que en este tipo de miedos se produce un patrón de respuesta bifásica, que se
conoce como el Síndrome Vasovagal en el que en la 1ª fase hay un aumento del ritmo
cardiaco, de la presión arterial y de la respiración y en la 2ª fase hay un descenso rápido de los
3 parámetros y esto es lo que lleva a la sensación de mareo y a terminar en desmayo. Una vez
que la paciente ha comprendido este tipo de respuesta, se le entrena en la técnica de Tensión
Muscular para aplicarla justo al inicio de la sensación de la 2ª fase. Una vez transcurrida la fase
educativa del tratamiento, se elaboró una jerarquía de imágenes con la ayuda de la paciente.
Esta jerarquía estaba formada con 30 imágenes relacionadas con instrumental y personal
sanitario, además de diversas cicatrices y heridas, que estaban ordenadas según el posible
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nivel de ansiedad que le podrían producir, siempre de menor a mayor. Una vez elaborada la
jerarquía se comenzó con la exposición gradual en imágenes, acompañándolas con el uso de la
técnica de tensión muscular para conseguir una relación entre los estímulos fóbicos y la
utilización de la técnica. En cada imagen la paciente puntuaba el nivel de ansiedad que sentía
de 0 a 10, y tras un tiempo de habituación la volvía a puntuar, con algunas imágenes fue
necesario verlas repetidamente en varias ocasiones para que el grado de ansiedad evaluado
por la paciente fuera de 0 y poder pasar a la siguiente imagen. Durante la exposición en
imágenes, la paciente tuvo que acudir en varias ocasiones al hospital, lo que facilitó la
exposición en vivo, se le dieron instrucciones de utilizar la técnica de tensión muscular en esas
ocasiones y el resultado fue muy positivo.
Actualmente su fobia ha desaparecido prácticamente en su totalidad, pero hoy por hoy sigue
acudiendo al SAP, para superar el malestar que le produce la sensación de náuseas y vómitos.
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ANEXO IV:
TÉCNICAS DE RELAJACIÓN
RELAJACION MENTAL:
Son numerosas las situaciones en que nuestra mente se ve tan atareada que cuando nos
correspondería descansar somos incapaces de hacerlo porque no paramos de pensar. Esto es
un verdadero problema, especialmente cuando nuestra actividad mental ni siquiera nos deja
dormir bien. Por ello aquí ofrecemos un sencillo ejercicio infalible para relajar tu mente y
descansar plenamente:
Visualiza que las dos puertas están abiertas y cómo los pensamientos que entran por la
puerta de la izquierda se van por la puerta de la derecha.
Cuando haya salido el último pensamiento, cierra la puerta de la derecha. Así, ahora tu
cerebro es una habitación vacía que está a oscuras.
No hay pensamientos, no hay nada. Mantén el estado de vacío mental todo lo que te
sea posible, y si lo haces para poder dormir bien, déjate dormir con esa sensación.
VACIA TU MENTE
¿Cuántas veces nos hemos ido a la cama con millones de pensamientos que no nos dejan
dormir?
Por ello será un ejercicio muy útil para aquellos que estáis todo el día funcionando con la
mente en un análisis continuo de todas las situaciones pasadas, presentes y futuras de vuestra
vida.
Además a un nivel un poco más elevado, este ejercicio es totalmente válido como preparatorio
para una buena meditación.
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De manera que al vaciar nuestra mente de los pensamientos de ese momento cuando vamos a
meditar, favoreceremos una interiorización más profunda.
Al fin y al cabo, es nuestra mente la que siempre nos pone obstáculos para ello.
Este ejercicio no requiere un tiempo mínimo, sino más bien una importante atención a todo lo
que vaya sucediendo. Puedes realizarlo antes de irte a dormir o en cualquier momento del día,
especialmente si quieres meditar. En este caso puedes crear ambiente con música suave,
alguna vela e incienso, pero no es necesario. Utiliza tu imaginación para conseguir que el lugar
te sea totalmente agradable y que por supuesto nadie te interrumpa el ejercicio.
Esto es lo que debes hacer:
A) Una de ellas puede ser tumbado en la cama, con la espalda recta, cuello y hombros
relajados y palmas de las manos hacia abajo.
B) Sentado en una silla, con el cuerpo relajado, los pies cruzados en la zona de los tobillos y las
manos apoyadas encima de las piernas de la siguiente manera: las palmas hacia arriba,
mano derecha debajo de la mano izquierda. Los dedos gordos pueden tocarse o no.
C) Sentado en una superficie recta, con las piernas cruzadas en la típica posición de yoga o
loto o si no eres tan flexible, simplemente con ellas cruzadas. Manos en el centro de la
siguiente manera:
Si puedes, que sea como la fase final del ejercicio controlando la respiración.
De esos que tienen una gran pantalla al aire libre y que puedes ir en coche o sentarte
en una silla.
Observa cuánto medirá la pantalla, si es coche o facilitan sillas, qué colores hay, ...
A la vez observa como a medida que espiras muy lentamente, se van disipando tus
tensiones, tus dudas y tus miedos.
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Cuando ya te sientas como nuevo observa cómo en la pantalla se van reflejando uno a
uno todos tus pensamientos, los acontecimientos del día, las disputas, los buenos
momentos, lo que te preocupa, lo que tienes miedo.
Tómatelo con mucha calma. Y mientras se van reflejando siente que se pierden, que se
van disipando, que cada vez se van haciendo más y más borrosos hasta desaparecer.
Se trata de que tú simplemente seas un observador, un individuo que va a ver esa
película sin desesperarse por lo que vea y sin que le afecten las escenas que se
reflejan.
Es una película como otra cualquiera y que tras un rato termina y desaparece. Cuando hayas
conseguido hacer desaparecer cada uno de esos pensamientos o escenas de tu película estarás
preparado para irte a dormir o para meditar...
Es posible que las primeras veces te resulte difícil, pero con constancia llegará a ser un
mecanismo completamente natural y muy positivo.
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