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LA INTEPRETACIÓN COMO EXÉGESIS DE LA LEY

El estudio de los principales métodos herméuticos fundado en las doctrinas de


la escuela de la exegesis dice que las decisiones judiciales deben fundarse
exclusivamente en la ley. Llegando al extremo de sostener que, si el juez se encuentra
ante las leyes contradictorias, que hagan imposible descubrir la voluntad del
legislador, debe abstenerse de juzgar, considerar tales preceptos como no existentes
y rechazar las demandas.

2.1. Función de la Exégesis

La labor de la exégesis no es siempre difícil, ya que el texto legal puede


ser claro, tan claro que no surja ninguna duda sobre el pensamiento de sus
redactores. La interpretación lógica describe en el descubrir el espíritu de la
ley, para controlar, completar, restringir o extender su letra dentro del
pensamiento del legislador.

La Escuela de la Exégesis, tradicional o de la voluntad del legislador, se


basa en que la interpretación jurídica debe necesariamente consistir en la
consulta de la ley como fuente única y exclusiva del Derecho. Los exegetas
sostienen que el Derecho es la ley. La interpretación de la ley es la
averiguación de la voluntad real del legislador y toda interpretación que no sea
tal debe ser rechazada.

Álvarez (2005), comentando sobre la exegesis, afirma que “El texto de


la ley es sólo la reproducción histórica normativa de la voluntad del legislador
y lo que el jurisconsulto debe aplicar, no es meramente el texto, sino éste en
cuanto traducción de la intención de un legislador efectivo”.

Esta teoría dio lugar a un método que empezó a desarrollarse en Francia


a principios del siglo XIX y hasta aproximadamente el año 1880 en que tuvo su
apogeo; luego decae hasta más o menos el año 1900, siendo Francisco Gény
quien se encarga de sepultarlo. Su desarrollo se dio sobretodo en el campo del
Derecho Privado y particularmente en el comentario al Código de Napoleón de
1804.
Para el jurista argentino Vernengo (2008), explica que el método
exegético: “consistía, en sus formas primitivas, un conjunto de recetas
destinadas a orientar al juez en su labor de interpretación del texto legal, en su
procesamiento de la información normativa de partida”.

Para la exégesis, una norma es siempre expresión del acto de un


individuo privilegiado, a saber: el legislador, por la que al interpretar la ley
consistía en reconstruir fielmente lo que el autor del texto legislativo había
pretendido. Tradicionalmente esto se expresa diciendo que la exégesis se
propone reconstruir la voluntad del legislador.

JIMÉNEZ ROMERO ÁNGEL DARWIN

2.2. La Ley escrita y su Interpretación

La finalidad de la interpretación de la ley estriba en descubrir el


pensamiento del legislador, mas no se acepta que la legislación sea la única
fuente del derecho, ni que se pueda proveer todas las situaciones jurídicas
posibles.
Si la interpretación se hiciera depender de las circunstancias
dominantes en el momento de la aplicación, la seguridad jurídica no podría
existir.
El estado social del juez no debe pesar sobre la interpretación del texto
legal, sino cuando este exprese una noción variable y fugaz por naturaleza
como ser la del orden público y es claro que el intérprete debe primordialmente
atender a la fórmula de que el legislador se ha valido.

Gény parte del principio de que la finalidad de la interpretación de la ley


estriba en descubrir el pensamiento del legislador, no acepta que la legislación
sea la única fuente del derecho, ni que pueda prever todas las situaciones
jurídicas posibles, también se opone a que la ley, una vez formulada,
independizarse de sus autores y empieza una vida propia, sujeta a la influencia
de todos los cambios que traen consigo la evolución social, y afirma que para
interpretar los textos legales hay que remontarse al momento en que fueron
formulados, en vez de tomar en cuenta las circunstancias existentes en el de
la aplicación.
“interpretar la ley equivale simplemente a investigar el contenido de la voluntad
legislativa” esta investigación debe hacerse sin idea preconcebida sobre su
adaptación más o menos completa al medio social a que debe aplicarse” Gény
(1899)

Pretender interpretar ésta función de las necesidades del momento en


que la aplicación ha de realizarse, según Gény, a substituir la voluntad del
legislador por las convicciones del intérprete, y no es, por tanto, verdadera
interpretación, sino falsificación de la voluntad legislativa.

El verbo de la ley es solo un instrumento, cuyo fin estriba en expresar


algo, la interpretación de la ley ha de hacerse en función de la voluntad de sus
autores, pero no es necesario saber todo este contenido, cuando el legislador
dicta una ley valiéndose de una formula general, solo tiene presentes unos
cuantos casos concretos, esta hipótesis se halla orientada hacia el
establecimiento de un precepto general. La fórmula debe aplicarse, a todos los
casos que abarca.

La voluntad legislativa juega un papel importante, pues el legislador se


vale del lenguaje común, además el texto aparece ante el intérprete como parte
de un todo, por eso mientras más complejas y numerosas son las leyes, mayor
es el campo reservado a la lógica en la tarea interpretativa.

Los preceptos que la integran se encuentran sistematizados y se


relacionan unos con otros tanto material como cronológicamente. Habrá que
estudiar también el medio social en que la ley se originó, la ocasión en que fue
formulada, las concepciones dominantes de sus redactores y las influencias
más o menos directas de las legislaciones extranjeras.

JIMÉNEZ ROMERO ÁNGEL DARWIN


2.3. Límites de la interpretación de la ley propiamente dicha

Todos los procedimientos descritos en relación con la fórmula legal


constituyen una interpretación propiamente dicha de la ley.

La interpretación no puede consistir en un análisis de lo que el legislador


habría querido, en la hipótesis de que su atención se hubiera dirigido hacia tal
o cual problema concreto. En aquellos casos en que este no haya podido dirigir
su voluntad hacia determinadas disposiciones de un cuerpo legal, resulta
incorrecto atribuirle a un propósito no expresado, pues que derivando la
solución de otra fuente o recurrir a la libre investigación científica.

JIMÉNEZ ROMERO ÁNGEL DARWIN

2.4. El papel de la costumbre y la equidad

En lo que a la costumbre toca, casi todos ellos niegan que sea verdadera
fuente de derecho, partiendo de la doctrina de división de poderes y sólo será
lícito recurrir a la costumbre cuando la ley así lo disponga o cuando en caso de
duda se le permita descubrir el pensamiento del legislador. Gény expresa que
esta concesión es hecha de mala gana, como algo irremediable, cuyo alcance
se procura restringir con la afirmación más o menos sincera de la equidad y es
allí donde se establece la ley misma.

La ley y la costumbre tienen la característica común de ser fuentes del


derecho. La costumbre constituye la manifestación más natural y espontánea
del derecho porque todos los que viven dentro de una sociedad, sin darse cuenta
deciden de qué manera van a vivir su vida, sin ponerse de acuerdo y de una
manera natural.

Para Montesquieu (1740): “La ley no puede dejar de tener en cuenta la


costumbre, la cual siempre ha sido considerada como una fuente-origen del
derecho, sin perjuicio de que su valor y eficacia viniera definida en ley. La fuerza
de la costumbre viene determinada por su carácter espontáneo y es una norma
jurídica creada e impuesta por el uso social”.
Es justo cuando una ley te favorece pues es bueno que se te aplique y
así quedes en igualdad de condiciones con los que están siendo juzgados para
que te favorezca y también es justo que si a ti ya te fijaron una pena te la respeten
y aunque los años o el dinero de un crimen suban o se vuelvan más duros a ti
no te afecte ya que a ti ya te fijaron una pena con una ley anterior y eso también
está bien.
JIMÉNEZ ROMERO ÁNGEL DARWIN

2.5. Aplicación Analógica de la Ley

La analogía es un principio de interpretación del derecho. Se sustenta


en la semejanza que debe existir entre el caso previsto, y el no previsto,
evitando así la diferencia radical entre ambos. Es un método o instrumento
para la interpretación jurídica que se corresponde fundamentalmente con la
tarea de los jueces (y no tanto con la tarea de los legisladores). Así, las lagunas
de la ley deben ser colmadas, a través de la tarea jurisdiccional, a partir del
principio que reza "árbol que crece torcido ".

La aplicación analógica de la ley aparece a los ojos de Gény como uno


de los medios más eficaces de integración de los textos. Esto quiere decir que
no es para un procedimiento de interpretación, ya que se recure a ella
precisamente cuando la interpretación revela que un caso por resolver no ha
sido previsto. La aplicación analógica solo puede justificarse cuando a una
situación imprevista se aplica un precepto relativo.

Aquí la palabra ley no debe entenderse en el sentido estricto de norma


aprobada por el Poder Legislativo y promulgada por el Ejecutivo. Ni siquiera
solo norma con rango de ley para incluir a los decretos legislativos y de
urgencia. En efecto, sería absurdo que las normas con rango de ley no puedan
ser aplicadas de esta manera, pero sí lo pudieran ser los decretos y
resoluciones. Aquí, en consecuencia, tenemos que tomar la palabra ley en el
sentido de norma jurídica de origen legislativo.
La analogía, en explicación simple, consiste en aplicar la consecuencia
de una norma jurídica, a un hecho distinto de aquel que se. considera en el
supuesto de dicha norma, pero que le es semejante en sustancia.

JIMÉNEZ ROMERO ÁNGEL DARWIN


CONCLUSIÓN

La interpretación es una de las principales formas mediante la cual la ley


demuestra su vigencia, e influye en la vida práctica, por lo que, algunos estudiosos
se inclinan a considerar la interpretación como un fenómeno en sí, donde se habla
que interpretar es crear una realidad, obviamente las consecuencias que se pueden
derivar de semejante concepción son trascendentales, pues, el alcance de la
interpretación y la posibilidad de separarse más o menos del texto literal pueden dar
origen a resultados insospechados.

JIMÉNEZ ROMERO ÁNGEL DARWIN


BIBLIOGRAFÍA

 Marí, E. (2016). La interpretación de la ley: Eudeba. Recuperado de


https://elibro.net/es/ereader/uguayaquil/119836?page=54.

 Bastiat, F. (2002). La Ley. Buenos Aires, Argentina, Eseade.

 SlidePlayer (2018). La interpretación como exégesis de la Ley. Recuperado de


https://slideplayer.es/slide/13900823/.

 Colegio24hs (2004). Leyes lógicas. S.l, Argentina: Colegio24hs. Recuperado


de https://elibro.net/es/ereader/uguayaquil/27090?page=1.

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