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b) vaguedad (todas las expresiones son más o menos vagas), c) erratas (errores volun
tarios o involuntarios), d) la carga emotiva del lenguaje que perjudica su significado
cognoscitivo. Problemas lógicos: a) inconsistencia (un sistema asigna a un mismo caso
dos soluciones incompatibles), b) redundancia (dos o más normas asignan a un mismo
caso soluciones coincidentes), c) laguna normativa (ninguna norma del sistema asigna
una solución determinada). Problemas axiológicos: la laguna axiológica se da cuando
se considera que la solución dada por el legislador resulta irrazonable e injusta, por
lo cual no debe aplicarse al caso, constituyéndose una laguna.
Por la plenitud del ordenamiento, el juez está obligado a juzgar todas las con
troversias que se le presenten. El dogma de la plenitud está consagrado en el Código
Civil francés, cuyo art. 4 dice lo siguiente: “El juez que se niegue a juzgar, so pretexto
del silencio, de oscuridad o de insuficiencia de la ley, podrá ser procesado como cul
pable de denegación de justicia”. De acuerdo con esto, el juez está obligado a juzgar
conforme a una norma del ordenamiento legal, por considerarlo completo.
726 Aníbal Torres Vásquez / Introducción al derecho
El ordenamiento jurídico no solo está integrado por normas estatales, sino tam
bién por normas consuetudinarias, jurisprudenciales, negocíales, y otras contenidas
en los principios generales del Derecho. El ordenamiento jurídico de un país no es
solamente el legislado. Hasta aquí estamos en lo cierto; pero ir al otro extremo de la
libre investigación científica, al Derecho libremente creado por el juez, sostenida por
XI. Aplicación, interpretación e integración del derecho 727
cuanto las lagunas se llenan con las leyes más generales del ordenamiento legal; pero
si además se comprende dentro de los principios generales a aquellos que no han sido
expresados en la ley, entonces constituyen procedimientos de heterointegración. El
ordenamiento civil peruano se refiere tanto a los principios generales expresados como
a los no expresados en el ordenamiento jurídico, pues utiliza la fórmula “principios
generales del Derecho” (CC, art. vm) y no fórmulas como “principios generales del
Derecho vigente”, “principios generales del ordenamiento jurídico del Estado”.
La norma es una declaración que produce sus efectos cuando es aplicada al caso
concreto (supuesto de hecho) que ella ha previsto.
En consecuencia, cuando la ley hablara en general y sucediera algo en una circuns tancia
fuera de lo general, se procederá rectamente corrigiendo la omisión en aquella parte
en que el legislador faltó y erró por haber hablado en términos absolutos, porque si el
legislador mismo estuviera ahí presente, así lo habría legislado.
En el Digesto (1. 2. 7) se lee: “ni las leyes ni los senatusconsultos pueden pres
cribir de modo que comprendan todos los casos que de vez en cuando ocurren, sino
que basta que contenga los que ordinariamente acontecen”.
186 Aristóteles, Ética nicomaquea, libro v, versión de A. Gómez Robledo, Ciudad de México: Fondo de
Cultura Económica, 1957, p. 130.
187 Enneccerus Ludwing; Theodor Kipp y Martín Wolff, Tratado de derecho civil, t. i, Barcelona: Bosch,
1950. p. 196 y ss.
730 Aníbal Torres Vásquez / Introducción al derecho
Los sostenedores de la escuela libre del Derecho como Jung, Windscheid, Gierke,
entre otros, afirman que el Derecho positivo de un país (conjunto de fuentes forma
les) constituye un todo orgánico y cerrado que se alimenta de su propia vida interior
mediante la lógica; llegaron inclusive a sostener que existe una plenitud lógica del
orden jurídico. Sin embargo, como pronto se advirtió que no existe un orden positivo
legislado cerrado porque siempre hay vacíos que colmar y los procedimientos lógicos
o deductivos son insuficientes para ello, el Derecho libre nunca significó una forma
libre de pensar jurídicamente sino en la libertad que tiene el juez para crear normas
jurídicas a fin de llenar los vacíos de la legislación. Sobre el método de investigación del
Derecho no legislado existen discrepancias entre los representantes de esta escuela. Se
afirma que las lagunas tienen que llenarse mediante las soluciones que proporciona la
“ciencia jurídica”, que no es mero conocimiento de lo ya conocido, sino que mediante
ella se descubre el Derecho libre, en cuanto halla y aplica el derecho de la comunidad,
convirtiéndose así la ciencia en fuente del Derecho188. Otros (como Fuchs) sostienen
que las lagunas de la ley deben llenarse con el Derecho de la sociedad que es libre, di
námico, concreto, espontáneo y vive en el alma de cada hombre honesto e inteligente;
dentro de esta misma corriente Eugen Ehrlich dice que el Derecho de la sociedad
que debe ser libremente investigado por el intérprete se forma en el orden interior
de las asociaciones o agrupaciones humanas como los sindicatos, los trust, la familia,
etc., cuyos derechos constituyen un sistema de asociaciones; por su parte, Gurvitch
dice que al lado del Derecho legislado existe el “Derecho social” que es un Derecho
de integración, colaboración en una totalidad antijerárquica opuesta al Derecho de
coordinación y subordinación; afirma este autor que la comunidad económica debe
organizarse por sus propios medios, independientemente de la ley y del Estado.
188 Véase Kantorowicz, La lucha por la ciencia del derecho, ob. cit., p. 342.
XI. Aplicación, interpretación e integración del derecho 731
que se desprende del alma del pueblo alemán, el mismo que debe ser investigado
por los jueces de pura raza inspirándose en la nueva filosofía y no en los principios
individualistas del siglo xix.
189 Del Vecchio, Giorgio, Principios generales del derecho, traducción por Osorio Morales, Barcelona:
Bosch, 1933, pp. 1 y 2.
732 Aníbal Torres Vásquez / Introducción al derecho
Para Zeiller191, principal redactor del Código Civil austríaco de 1811, “un
código no debe ser ni una árida metafísica, ni una inútil casuística; debe presentarse
como un todo armónico, en el que las diferentes partes se coordinen, se iluminen re
cíprocamente, de tal modo que todos puedan considerarse como desarrollo necesario
de un único principio racional”, puesto que los principios del Derecho natural son
la “única guía segura para la interpretación de la ley y para la resolución de todos los
casos que podrían presentarse en la realidad jurídica”.
Hans Kelsen sostiene que el Derecho no puede tener lagunas porque en todo
sistema jurídico es necesariamente verdadero el llamado principio de clausura que
estipula que “todo lo que no está prohibido está permitido”. Esto es, cuando las normas
de un sistema jurídico no prohíben una cierta conducta, esta recibe una calificación
jurídica: su permisión en virtud del principio de clausura.
190 Von Savigny, Sistema de derecho romano actual, ob. cit., p. 231.
191 Von Zeiller, Franz, citado por Solari, Gloele, Filosofía del derecho privado, traducción por O. Caletti,
Buenos Aires: Sudamericana, 1945, p. 323.
XI. Aplicación, interpretación e integración del derecho 733
Ejemplo: el acto jurídico compraventa está reglado por la ley en los siguientes
términos: “Por la compraventa el vendedor se obliga a transferir la propiedad de un
bien al comprador y este a pagar su precio en dinero” (art. 1529 del Código Civil).
En un caso concreto, A se obliga a transferir la propiedad de un automóvil a B a
cambio de que este lo defienda en un proceso judicial. Este es un acto innominado
(no regulado), en cambio, la compraventa es un acto nominado (regulado); los dos
son actos onerosos en los que se transfiere la propiedad de un bien a cambio de una
contraprestación: en el primero el pago de un precio en dinero y en el segundo la
realización de un servicio, por tanto, entre los dos existe identidad de razón. Luego,
al acto no regulado se le aplica por analogía las normas de la compraventa en cuanto
a la transferencia de la propiedad y las normas de la locación de servicios (arts. 1764
y ss. del Código Civil) por lo que se refiere a la prestación del servicio.
La analogía es uno de los instrumentos para llenar las lagunas de la ley cuando esta
no ha previsto un hecho, pero sí ha regulado otro semejante, entre los cuales existe identi
dad de razón. En este caso, al hecho no regulado se le aplica la norma del hecho regulado.
192 Busso, Eduardo B., Código Civil anotado, Buenos Aires: Ediar, 1944.
193 Coviello, Doctrina general del derecho civil, ob. cit., p. 91.
194 Messineo, Manual de derecho civil y comercial, ob. cit., p. 110.
734 Aníbal Torres Vásquez / Introducción al derecho
tación (que será obra del intérprete), la norma específica necesaria. Tal procedimiento
(que va de lo particular a lo particular) está legitimado por la presunción de que, si el
legislador hubiese previsto el caso, lo habría resuelto —con la mayor probabilidad— a
semejanza de cómo ha resuelto los casos previstos y expresamente regulados (ubi ca
dera legis ratio, ibi eadem legis dispositio). Por consiguiente, el intérprete, en tal caso,
se mueve sobre la huella señalada por el propio legislador.
[Mjediante la analogía se trata, de elaborar una regla jurídica para regular un caso im
previsto en la ley, pero con fundamento en la misma ley. La analogía representa, pues,
una extensión de la ley a otros casos de los expresamente previstos.
El Código Civil argentino, art. 16, dispone que “si una cuestión civil no puede
resolver, ni por las palabras ni por el espíritu de la ley, se atenderá a los principios de
leyes análogas”.
El segundo párrafo del art. 12 del Código Civil italiano dispone: “si una contro
versia no puede ser decidida por una disposición precisa, se toman en consideración
las disposiciones que regulan casos similares o materias análogas”.
Empero, un texto legal que indica con claridad cuándo procede la aplicación
analógica y fija sus límites de acuerdo con la naturaleza de la ley y la materia que esta
regula es el art. 4, numerales 1 y 2 del título preliminar del Código Civil español, el
cual indica lo siguiente:
Art. 4.1. Procede la aplicación analógica de las normas cuando estas no contemplan un
supuesto específico, pero regulan otro semejante entre los que se aprecie identidad de
razón. 2. Las leyes penales, las excepcionales y las de ámbito temporal no se aplicarán
a supuestos ni en momentos distintos de los comprendidos expresamente en ellas.
[L] a incorporación al Código [el nuevo título preliminar del CC español fue aprobado
por Decreto 1836/1974, del 31 de mayo] de la aplicación analógica es la transformación
en norma de doctrina que la jurisprudencia ya había reconocido, si bien precisando
que no debía acudirse a ella cuando existieran normas legales aplicables al caso de que
se trata y que no puede prevalecer contra preceptos legislativos claros y terminantes.
[D]e tal manera que en la búsqueda de la norma aplicable habrá de recurrirse a todo el
ordenamiento escrito, agotando sus posibilidades de aplicación inmediata y analógica,
no pasando a una fuente secundaria hasta que aquella actividad investigadora haya sido
infructuosa para encontrar la norma aplicable.
De esta definición se desprende que, para la aplicación analógica de una ley, se exige:
1) Que un hecho específico no esté comprendido ni en la letra ni en el espíritu de
una norma.
2) Que la ley regule un hecho semejante al omitido.
3) Que exista identidad en el hecho omitido y en el regulado.
4) Que no se trate de una ley que establezca excepciones o restrinja derechos.
El que a dos hechos afines, uno regulado y otro no, se les aplique la misma regla
positiva, se debe a que donde existe la misma razón, idéntica debe ser la norma de
Derecho (ubi eadem ratio ubiqui eaden legis dispositio, según expresión de Alciato).
Dos hechos semejantes no pueden tener respuestas jurídicas diferentes.
196 Gonzales Botella, Pedro, “El nuevo título preliminar del Código Civil”, en Documentación Jurídica, n.°
4, Madrid: octubre de 1974, p. 71.
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No se olvide que al comienzo se formula esa institución con la frase interpretatio analó
gica, por el jurista holandés Joaquín Hopper, en el año 1553, tenido, en el sentir de este
autor, más bien como la aceptación de lo que hoy llamamos interpretación sistemática.
La analogía es algo más que la interpretación extensiva por no existir ley aplicable
al caso específico, y algo menos que fuente de Derecho porque, a falta de ley expresa
que regule el hecho específico, se recurre a otra ley que regule un hecho semejante,
como última posibilidad de su aplicación antes de pasar a una fuente supletoria, de
199 Jiménez De Asúa, Luis, Principios de derecho penal, Buenos Aires: Sudamericana, 1945, p. 122.
200 Bobbio, Norberto, [^analogía nella lógica del diritto, citado por Jiménez De Asúa, Principios de
derecho penal, ob. cit., p. 122.
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[L] a analogía lleva siempre a una extensión de la ley, pero ella se distingue de la interpreta
ción de esta índole, porque en esta, aunque el intérprete se sirva del elemento sistemático,
el caso está previsto por los legisladores, incluso con palabras inadecuadas, mientras que en
la aplicación analógica no ha sido contemplada aquella hipótesis por la ley. Por eso no debe
hablarse de interpretación analógica, o mejor dicho, esta es cosa distinta de la analogía, por
que la interpretación es el descubrimiento de la voluntad de la ley en sus propios textos, en
tanto que con la analogía no se interpreta una disposición legal, que en absoluto falta, sino,
por el contrario, se aplica al caso concreto una regla que disciplina un caso semejante. En la
interpretación extensiva falta la expresión literal, pero no la voluntad de la ley, y en la analogía
falta también la voluntad de esta.
1) Para invocar la analogía debe faltar una norma que regule la materia de la cual
se trata: falta de una voluntas legis, además de una expresa declaración legisla
tiva.
2) Con la analogía se trata de hallar un principio legal que comprenda también
los casos no previstos; en cambio, la interpretación procura el verdadero signi
ficado de una norma expresa.
3) La analogía, en fin, descubre nuevas normas; en cambio, ello no es posible con
la interpretación extensiva.
presupone que el caso en cuestión se halle fuera del espíritu de la disposición de que
se trate. Por cuya razón no se puede aplicar, pero sí el principio en que se inspira”205.
Por ejemplo, el art. 1577 del Código Civil italiano, que establece las obli
gaciones del arrendador, como la de la reparar la cosa arrendada, puede hacerse
extensivo a las obligaciones de la misma naturaleza del comodatario. De este
modo se crea una regla para regular el comodato que antes no existía. Se pasa de
una norma a otra.
2. Interpretación extensiva: Aa’ (caso regulado)
a” (caso no regulado)
a” es semejante a a’
por lo cual Aa’ es a”.
Por ejemplo, el art. 1754 del Código Civil italiano define como corredor a
“quien pone en relación a dos o más partes para la conclusión de un negocio”. Esta
norma se puede hacer extensiva a quienes “inducen a la conclusión de un negocio
una vez que las partes han iniciado los contactos, directamente o por medio de otro
corredor”. Aquí no se crea una nueva norma, sino que solo se amplía el alcance de la
regla existente, es decir, se hace extensiva una norma a casos no previstos. La norma
aplicada es siempre la misma.
207 Gény, Método de interpretación y fuentes en el derecho privado positivo, Reus, Madrid, 1925.
208 Messineo, Manual de derecho civil y comercial, ob. cit., p. 110.
209 Coviello, Doctrina general del derecho civil, ob. cit., pp. 91 y 92. La aplicación analógica requiere que
se trate de un caso no previsto por el legislador que sea semejante a otro previsto, debiendo existir un
elemento de identidad. Solo encontrando este elemento se puede argumentar analógicamente sobre la
base del principio ubi eadem ratio, eadem iuris dispositio.
742 Aníbal Torres Vásquez / Introducción al derecho
/
210 Gonzáles Botella, "El nuevo título preliminar del Código Civil”, art. cit., p. 12.
211 Citado por Ossorio y Florit, Manuel, “La analogía jurídica”, en Enciclopedia Jurídica Omeba, 1.1, Bue
nos Aires: 1984, p. 679.
XI. Aplicación, interpretación e integración del derecho 743
inducción principios más generales para aplicarlos a casos que no caen bajo ninguna
de las disposiciones de la ley.
Por la analogía de ley (legis), la norma buscada se deduce de otra norma singu
lar, o de un grupo determinado de normas; en cambio, por la analogía de Derecho
(iuris), la norma buscada se colige del contenido (determinado) del entero sistema
legislativo212. Una ley que regula concretamente un caso de la vida real, dadas ciertas
condiciones, puede aplicarse a otro caso semejante (analogía legis). Pero también es
posible que una regla general que se aplicó a determinados casos se aplique todavía
a otros casos (analogía iuris)213.
1313 y s.), regulado no como contrato sino en el libro VI sobre las obligaciones
en general; y otros unilaterales, por lo cual tampoco son contratos, como la pro
mesa unilateral (art. 1956 y s.), la gestión de negocio ajeno (art. 1950 y s.), etc.;
respecto de ellos no se ha dicho cómo deben negociarse, celebrarse y ejecutarse,
lo cual da lugar a preguntar si se les podrá aplicar también a tales declaraciones
de voluntad el principio contenido en el art. 1362, esto es, si deben negociarse,
celebrarse y ejecutarse de buena fe y común intención de las partes, en su caso.
La respuesta, sin lugar a dudas, es afirmativa, porque no es concebible que la
voluntad contractual se gobierne por la buena fe y común intención de ambas
partes, y que otras declaraciones de voluntad que no sean contractuales, se sus
traigan al influjo de estos principios. La buena fe y la sana intención presiden
todo acto jurídico, sea unilateral o bilateral; en toda declaración de voluntad
negocial existe identidad de razón, estando el sujeto de la relación obligado a
actuar de buena fe.
No obstante, el prestigio de los autores que distinguen entre analogía legis y
analogía iuris, debemos precisar que se trata de una distinción incierta, de
puro matiz, y sin importancia práctica, pues la distinción entre normas gene
rales y particulares en que algunos como Ennecerus basan esta clasificación
de la analogía, no es tajante porque no existen normas exclusivamente par
ticulares y otras generales: una misma ley puede ser general respecto a unas
leyes y particular acerca de otras. Por ejemplo, las disposiciones generales de
los contratos contenidas en la sección primera del libro vn del Código Civil
son generales (aplicables a todo tipo de contratos), con referencia a las normas
sobre contratos nominados de la sección segunda del mismo libro, y esas mis
mas normas son especiales en relación con las normas sobre obligaciones en
general contenidas en el libro vi (el contrato es solo una de las fuentes de esas
obligaciones).
Pero la distinción de la analogía entre legal y jurídica no es la única. Max
Ernesto Mayer la divide, a su vez, en intra legem, praeter legem y contra
legem. Sin embargo, no se puede hablar de analogía conforme a ley, porque
donde esta existe no está permitido aplicar aquella y, además, existiendo
disposición expresa el juez no puede resolver en contra de ella, pues se
ría responsable inclusive penalmente porque comete delito de prevaricato
(CP, art. 411).
La analogía se distingue de la inducción en que la primera no va de lo parti
cular a lo general, sino de lo particular a lo particular coordinado, no siendo
posible la construcción de una verdad general basada en la analogía (Del
Vecchio).
XI. Aplicación, interpretación e integración del derecho 745
En esta afirmación del autor nacional existen dos errores conceptuales: primero,
considera a la aplicación analógica como una forma de interpretación de la ley (error
en que incurre un gran sector de la doctrina), pues, como sabemos, donde esta no
existe no hay nada que interpretar y por ello recurrimos a la analogía en procura de
integrar la norma; y el segundo error, que puede acarrear consecuencias graves en
la vida práctica, consiste en afirmar que el art. iv no consiente ni la interpretación
extensiva ni la aplicación analógica de la ley; esto sería cierto si el artículo dijera que
las leyes que establecen excepciones o restringen derechos se aplican estrictamente, y
de este modo quedaría eliminada tanto la interpretación extensiva como la aplicación
analógica; sin embargo, del texto literal del artículo queda establecido que la limitación
se refiere apenas a la analogía.
214 León Barandiarán, José, “Exposición de motivos y comentarios al título preliminar”, en Código Civil
IV. Exposición de motivos y comentarios, comp. Delia Revoredo de Debakey, Studium, Lima: 1985, t. IV,
p. 26.
746 Aníbal Torres Vásquez / Introducción al derecho
[E]n cuanto a las leyes excepcionales, por el simple principio de que los privilegios
son odiosos y Odiosa sunt restringenda, debe hacerse una aplicación estricta de las
mismas, y aunque puede admitirse su interpretación extensiva, en ningún caso cabe
la aplicación analógica.
[E]n los casos en que la norma contenga enumeración solamente ejemplificativa del
propio campo de aplicación, no es necesario recurrir a la analogía; porque basta la
interpretación extensiva para proporcionar la disciplina del caso para regular. Pero
esto no excluye que se pueda —también en cuanto a este caso— recurrir a la analogía,
cuando tal recurso esté admitido en cuanto a las materias expresamente contempladas.
215 Gonzáles Botella, “El nuevo título preliminar del Código Civil”, art. cit., p. 72.
216 Messineo, Manual de derecho civil y comercial, ob. cit., p. 110.
XI. Aplicación, interpretación e integración del derecho 747
cepcional. Las leyes que tienen determinada duración son también de un acentuado
matiz excepcional, y no pueden desbordar en modo alguno la esfera de su vigencia217.
217 El CC español en su título preliminar, art. 4, n.° 2, excluye de la aplicación analógica a “las leyes pe
nales, las excepcionales y las de ámbito temporal”. En la exposición de motivos expresa: “No obstante,
las ventajas de la analogía, resulta justificada su exclusión de determinadas leyes. En las penales es la
normal consecuencia del estricto principio de la legalidad que ha de primar exento de incertidumbres
o fisuras. Las leyes excepcionales, también excluidas, forman el tradicionalmente llamado ius singulare,
que por constituir una derogación del Derecho general para determinadas materias, impide la existencia
de lagunas en cuanto lo no expresamente integrado en la norma excepcional queda atenido a la norma
general. Las leyes de ámbito temporal determinado deben someterse al mismo régimen, de una parte,
porque en modo alguno puede desbordarse en lo más mínimo su esfera de vigencia y, de otra parte,
porque tal circunstancia las dota de un acusado matiz de excepcionalidad”.