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Licenciatura en Psicología
Fases de la Entrevista
Unidad 3.2 Ejercicio de exploración de Historia Clínica (Adultos)
02 Septiembre, 2018
Maestra María del Carmen Gómez Ramos
HISTORIA CLÍNICA
A) Ficha de identificación:
• Manifiesto: Descripción, por parte del paciente, del problema por el cual solicita
atención o evaluación.
Su caminar es con paso firme y se sienta con las piernas ligeramente separadas, con los dos
pies en el suelo, apuntando a lados opuestos, las piernas se encuentran relajadas y sin
movimientos; con posición balanceada, de frente y cerca del escucha. Los brazos los mueve
de forma relajada, acompañando lo que está expresando, las manos están abiertas y las
utiliza para acompañar lo que está expresando.
Presenta biotipología pícnica caracterizada por cuerpo rechoncho, de caja torácica abombada
y corta, de formas redondeadas, estatura mediana, cuello corto y ancho, cabeza ovalada y
abdomen voluminoso, tejido adiposo abundante especialmente en el vientre; miembros
superiores y hombros delgados, miembros inferiores gruesos, torneados y rechonchos;
musculatura floja. Presenta un temperamento cicloide o ciclotímico, es decir que el individuo
es sociable, amable, de buen genio, pero cambiante; de fuerte sentido de la realidad concreta.
Su vestimenta casual y sencilla, pantalón de mezclilla azul marino y camiseta de cuello en V
color negro, zapatos bajos de loneta color blanco; la calidad de la ropa es estándar (no es
ropa de marca o diseñador). Sus accesorios son tres aretes pequeños en cada oído (redondo
en forma de luna y estrella), pulsera tejida color azul con piedra redonda blanca.
C) Motivo de Consulta.-
La entrevistada describe que desea apoyarme con la tarea, pero también, que desea ser
escuchada pues, tiene problemas de comunicación con su hija menor y expresa conmovida:
“Porque no logro sostener un diálogo que no resulte agresivo para alguna de las dos.
Me encuentro muy molesta por su apatía para realiza cualquier tipo de labores, escolares
laborales, el hogar, no quiere hacer nada, es una huevonaza mantenida. Quiere que le paguen
sueldo ejecutivo por no hacer nada y pintarse las uñas”.
Esa situación se viene presentando hace como año y medio, cuando su hija terminó su
relación con el novio anterior el cual le proporcionaba drogas y; después de salir del problema
de adicciones y terminar la preparatoria, empezó con la actitud apática y empezaron las
discusiones con ella.
Señala que el novio fue parte del problema “porque era muy poca cosa y eso hacía que su hija
se sintiera grande a su lado, el tipo era burdo, vulgar, corriente, inculto, feo, de igual tamaño
que ella”.
Relata que se dio cuenta de la adicción de su hija, porque ya era muy notorio a nivel a físico,
mostrando “baja de peso y masa muscular, ojos rojos y desubicados”. Considera que lo
ocasionó fue la falta de autoestima de su hija, por la necesidad de encajar en grupos en donde
si las chicas populares fumaban o bebían ella lo hacía
“Deprimida es sin ganas de hacer nada, ganas de llorar, tristeza, de llorar, de meterme a la
cama, de no hacer nada”.
Reconoce se evade de la situación en su trabajo, para luego retomar pláticas para ver qué
está pasando, éstas pláticas las ha venido realizando utilizando diferentes tonos: cariñoso, en
donde a veces obtiene una respuesta favorable (una disculpa, un ya voy a cambiar); en tono
amenazante es decir, “si haces algo te vas la casa, o ya no te daré dinero”; obteniendo por
respuesta: “haz lo que quieras, ya me voy de la casa, hasta no regresar a dormir hasta el día
siguiente”.
Concluye diciendo: “Ya no sé qué hacer, como comportarme, cómo ayudarla, esto me está
afectando al grado de no querer saber de ella y me siento mal, me siento culpable. Gracias
por escucharme. Si te parece te veo el próximo martes para continuar”.
E) Historia familiar.-
Madre.- Isidra Cecilia Espejel Vásquez, 74 años, hogar. Padre.-José David Raymundo Moral y
Gómez, finado, administrador de empresas. Hermana.- Sandra Cecilia Moral Espejel, 54 años,
catedrática universitaria en idioma Inglés. Hermano.- Pedro Antonio Moral Espejel, 51 años,
administrador de empresas. Hermana.- Gabriela Alejandra Moral Espejel, 48 Años, agente de
seguros. Abuela Materna.- Micaela Vásquez Vela, finada, hogar. Abuela Paterna.- María
Josefa Gómez Marín, finada, mayora y ama de llaves en hotelería. Abuelo Paterno David
Moral Aguilar finado (No lo conoció ni su padre, ni tiene idea de a qué se dedicaba. Abuelo
Materno.- Pedro Espejel Grajales, finado, ganadero. Exesposo.- Roberto Marino Ramírez, 56
años, abogado. Hijo.- Emmanuel Vicente Marino Moral, 24 años, teniente de corbeta de la
Marina Armada de México. Hija.- Fernanda Isabel Marino Espejel, 22 años, hogar. Hija.- Itzae
Alejandra Marino Espejel, 19 años, “nini” (ni trabaja, ni estudia). Tía Materna.- María Elena
Espejel Vásquez, finada, administración de empresas.
Padre muy amoroso, más relajado; su papá cultivaba que leyeran, que disfrutaran, que
viajaran. “Era un hombre muy positivo, jamás lo escuché quejarse de nada, le gustaba bailar,
leer, fanático de la historia y la geografía, pulcro, elegante para vestir, pero sin ser ostentoso,
muy refinado en sus modales, muy propio para hablar, tenía un léxico muy elevado y le
gustaba que como hijos fuéramos así, por lo que nos daba clases de inglés en casa, le hacía
redactar cosas, que le leyera en voz alta, debatir sobre noticias, temas sociales, escuchar sus
opiniones respecto a algún tema”. Su padre decía “que el objetivo del ser humano no debía
ser el bienestar, sino el bien ser”.
“La parte negativa es que creo que papá dejo al 100% la educación de los hijos y la casa en
manos de mi mamá, sin saber totalmente cómo era el trato que nos daba mi mamá, mi papá
era cero violencia, mi mamá a todos los golpeaba por cualquier cosa”.
Describe “mi madre quedo huérfana de padre y mi abuela la dejo con una tía a que la criara”.
Menciona que su madre era distante, fría, ensimismada, estresada. “Mamá era muy
humillante, agresiva, hiriente, no solamente en cuestiones de violencia física, también
emocional”.
“Mi madre fue como una creación de mi papá, él la moldeó mucho, se sentía presionada en no
fallar, mi mamá era perfeccionista quería que él lo encontrará todo perfecto, mujer muy pulcra,
no se maquillaba mucho pero estaba siempre muy bien arreglada, culta pero sus temas eran
diferentes, asidua a temas religiosos (de todas las religiones), filosóficos, metafísica, medicina,
herbolaria, naturismo, psicología, fue enfermera voluntaria, pertenece a una orden de laicos en
la iglesia católica”.
“El error de mi madre fue el querer ser tan perfeccionista y no saber cómo lidiar con 4 hijos, la
manera de mantener el orden era a través de la violencia, además de qua ella fue criada con
violencia. Lo más triste, es que ella no se permitía expresar amor a sus hijos, ternura cuando
éramos niños”.
La entrevistada relata que mantuvo una relación de violencia con el hermano, ya que siempre
le estaba pegando y molestado, hasta la fecha el hermano entre broma y broma dice “que solo
debió haber tenido dos hermanas”, la paciente dice “supongo que por celos, por la atención
que ella recibía de su padre”. Parecía causarle placer menospreciarla, golpearla, provocarla
hasta acabar a golpes. Relata que no supo si su padre se enteró de esto, porque su madre no
le contaba a su padre lo que ocurría en casa y su madre, ignoraba la situación hasta que ésta
terminaba a golpes e intervenía pegándoles a ambos.
La relación con las hermanas “siempre fue buena, era de confianza, respeto, convivencia
sana, complicidad, intimidad, las dos son amorosas, tiernas, incluso ambas le han externado
admiración y respeto por mí, siempre me han apoyada e impulsado. Ha sido mutuo, las tres
siempre nos hemos tratado así. De chica tenía más relación con Sandra Cecilia y de grande
con Gabriela”.
Menciona: “Tuve una niñez feliz, disfruté mucho mi niñez”, de adolescente me evadía mucho
de la casa, prefería la escuela, la biblioteca, la bicicleta, era muy solitaria. Convivía mucho con
mi abuela paterna trataba de estar con ella, para mi ella representaba más que una abuela
una madre”.
La entrevistada narra que su tía María Elena, estuvo discapacitada por muchos años y la
paciente ayudó con su cuidado, es importante “porque fue una persona que me enseñó que
podía superarse cualquier dolor, enfermedad, etc., que era más importante se feliz y que al
final las cosas iban a tener la importancia que tú les dieras”.
La entrevistada describe “Mi abuela paterna fue diagnosticada depresiva, incluso tomaba
diariamente Diazepam. Tuvimos un ambiente familiar muy sano, sin embargo en la
adolescencia mi hermana mayor, a los 17 años quiso suicidarse después de una discusión
con su novio en una fiesta familiar en donde discutió con él y mi padre le llamó la atención por
ese motivo, al llegar a casa cuando todos dormíamos se tomó 100 pastillas del medicamento
para bajar la presión de mi papá, afortunadamente me di cuenta y le ayude a vomitar, luego le
lavaron el estómago. Años más tarde mi hija mediana, a la edad de 12 años se tomó una caja
de Taffil, perteneciente a mi papá. Ella no reconoció querer suicidarse, solo dormir para no ir a
la escuela. Posteriormente mi hija menor a los 18 años, después de volver de un velorio de un
familiar muy querido, se cortó las venas con vidrios de una botella, sin embargo, se logró
controlar la hemorragia a tiempo”.
F) Historia personal.-
1.- Historia del parto y embarazo, de los cuales el paciente fue producto:
Tercera de cuatro hermanos, embarazo y un parto normales.
3.- Historia de la primera infancia, hasta antes de entrar a la escuela (6 ó 7 años aprox.).
“Me volví muy traviesa y con frecuencia me daban de nalgadas, comencé a desarrollar
alergias, era juguetona y muy inquieta, ingresé al kínder a los tres años y a la primaria a los
cinco años; a los 7 ya iba en segundo año de primaria y con frecuencia me sentía
adormilada por los antihistamínicos con los que me controlaban las alergias lo que
ocasionaba que mi desempeño escolar fuera malo”. Refiere que las alergias al parecer eran
por distintos alimentos, los que le ocasionaban ronchas y comezón.
.
4.- Historia de la segunda infancia hasta antes de la adolescencia.
Durante la educación primaria y secundaria describe ser una niña muy tímida y callada, que
le costaba relacionarme con las niñas populares y generalmente su grupo de amigos se
componía de los niños “malos”, “con los que nadie quería hablar”, trataba de estudiar para
obtener buenas calificaciones porque sentía que no estaba al nivel que su madre deseaba,
le comenzaron a gustar los deportes y el ejercicio, en especial practicar béisbol y andar en
bicicleta.
2.-Ajuste escolar:
“Cuando cursé la educación básica me sentía muy insegura en lo académico, lo que
ocasionó que fuera muy estricta conmigo misma y disciplinada en el cumplimiento de tareas
y trabajos, pues creía que me quedaba atrás de mis compañeros, sentía que los maestros
no me tomaban en cuenta, en los dos últimos años de la Normal de Maestros, mis
calificaciones fueron altas y se me otorgó una beca académica, fui nombrada jefa de grupo
y comencé a volverme más sociable, era reconocida por mis compañeros y maestros”.
Menciona que terminó la carrera de profesora de primaria con buenas calificaciones, inició
la carrera de Historia en la facultad de Filosofía y letras de la UNAM, la cual le costó mucho
trabajo y desertó al final del primer semestre, ocasionándoles frustración; refiere que
continuó trabajando y estudiando inglés; que “era una alumna más y no tenía mucho trato
con los compañeros”; posteriormente ingresó a estudiar la carrera de Derecho, obteniendo
su título profesional; comenzó a ejercer antes de terminar la carrera, pero debido a su
primer embarazo “continué trabajando únicamente como profesora de primaria, mi primera
carrera, la cual ejercí 22 años, me dio muchas satisfacciones, pero si me sentía frustrada
por no ejercer el Derecho”. En el año 2009 ingresó a estudiar una Especialidad en Materia
de Derecho Penal y como resultado entró a trabajar en la Procuraduría General de la
República; relata “me consideré una alumna promedio, el trato con mis compañeros
universitarios y de especialidad fue bueno, en la especialidad me sentí cohibida al principio
pues mis compañeros eran muy jóvenes, incluso me tocó de compañera la hermana de una
exalumna de primaria, pero ellos no hicieron ninguna distinción y me integré bien al grupo,
mis maestros fueron muy amables y respetuosos”.
“Tengo más personas que me unen lazos de amistad muy profunda pero no nos vemos
porque se han ido a vivir a otros estados o a otros países”.
“No tengo preferencia de sexo en mis amistades, sin embargo tengo más amigas que
amigos”.
Siempre ha considerado que le tiene mucho amor a su país; ha inculcado a sus hijos y ex
alumnos el cuidado del medio ambiente y tareas simples que ayudan a conservar la ciudad
como no tirar basura, recoger lo que se pueda, tener buen trato con los demás.
“Considero que como ser humano y como mexicana lo que puedo hacer es mi trabajo lo
mejor posible con espíritu de servicio y honestidad”.
“En cuanto a ideas políticas tengo mis convicciones sobre el tipo de gobierno que me
gustaría y no vote por López Obrador. Considero que los partidos políticos y dirigente de
gobierno han caído en un nivel de corrupción desmesurado y cínico y no confío en ellos.
Faltan verdaderos líderes políticos y luchadores sociales honestos”.
En lo religioso fue criada dentro de los cánones de la iglesia católica; en su niñez y juventud
participé activamente en el coro, catequesis, ceremonias; sin embargo por sus preferencias
sexuales fue rechazada, “sigo siendo católica y mantengo una fe cristiana, sin embargo me
he alejado mucho de los rituales de la iglesia”.
Describe “tuve mi primera relación sexual a los 21 años, sin planear y sin protección, al
inicio fue placentero, pero conforme ocurrió causó miedo y desagrado, me sentí asustada y
no me atreví a frenar al sujeto con el cual la tuve, que era mi novio y tenía muy poco tiempo
de conocerlo. Después tuve mucho miedo de haber quedado embarazada o tener alguna
enfermedad de transmisión sexual, incluso dejé de menstruar, pero fue por nerviosismo.
Continué mi noviazgo con él sin tener relaciones sexuales, comencé vida sexual con él a
los 22 años, con uso de anticonceptivos y supervisión ginecológica, al año siguiente me
casé con él, porque me sentía obligada moralmente, pues consideré haberle fallado a mi
familia, que nunca se enteró que con él perdí mi virginidad”.
Respira profundo y continúa “en un principio las relaciones sexuales eran satisfactorias y
frecuentes, de hecho eran diarias, ya que era muy considerado y se preocupaba de cómo
me sentía, preguntaba y buscaba estimular mucho con caricias en distintas partes del
cuerpo antes de llegar a una penetración, generalmente obtenía un orgasmo, pero desde
sus inicios, una vez logrado el orgasmo me resultaba desagradable continuar teniendo
contacto físico o que me acariciara, al principio disimulé, conforme pasaron los años, la
relación se fue volviendo monótona y carente de intimidad, él se satisfacía, yo fingía
orgasmos y buscaba que rápidamente me dejará, a los tres años de casada las relaciones
se redujeron a una vez cada quince días, tomaba anticonceptivos sin que el padre de mis
hijos supiera, pues no quería embarazarme, aun así me embarace a los cuatro años de
matrimonio”.
Entorna los ojos y menciona “desde un poco antes comencé a masturbarme y prefería
masturbarme a tener relaciones sexuales con mi entonces esposo. Después de nacido mi
hijo conocí a un joven en el trabajo con el que en una fiesta del trabajo me alcoholicé y tuve
una relación sexual, con uso de preservativo, cosa que me hizo sentir muy culpable y
avergonzada de mí, incluso no volví a hablar con esa persona jamás y el que era mi esposo
jamás lo supo; incluso me hice dos estudios enfermedades de transmisión sexual y VIH, me
embaracé nuevamente dos años y medio después de nacido mi hijo, pese a estar usando
dispositivo intrauterino, después de eso, continué masturbándome y evitando tener
relaciones con el padre de mis hijos y no tenía relaciones sexuales con él sin preservativo
pues supe de algunas de sus infidelidades. Me embaracé de un tercer bebé a los meses de
nacida mi tercera hija, sin embargo, tuve una muerte fetal sin que se me explicará el motivo
real, diciéndome únicamente la médico que posiblemente el producto no fuera viable, sin
embargo me volví a embarazar dos años y medio después, embarazo que en su momento
no supe hasta los siete meses de gestación, incluso me encontraba separada del padre de
mis hijos”. Fue un embarazo complicado, con problemas de salud serios, dejé de trabajar y
volví con el padre de mis hijos, hasta nacida mi tercera hija, me operé para no tener más
hijos y un mes después me separé de él, me volvió a buscar queriendo convencerme de
que debíamos sostener el matrimonio por nuestros hijos, sin embargo, la relación estaba
muy deteriorada en todo sentido, me desagradaba tener relaciones sexuales con él y hasta
me negaba”.
“Me separé definitivamente de él desde los seis meses de nacida de mi tercera hija, luego
me fui a vivir a otra ciudad. Desde entonces no he vuelto a tener relaciones sexuales con
ningún hombre, eso aproximadamente hace 18 años”.
“Tres años después de estar sin pareja, empecé un noviazgo con una mujer joven, con la
que empecé a tener relaciones sexuales un año ocho meses después de conocerla,
nuestra relación en lo sexual era muy buena y frecuente (diariamente), de hecho, considero
por su edad, era muy demandante sexualmente. Sin embargo, en lo emocional y en general
la relación era muy mala, llena de celos de su parte, posesividad y violencia mutua; ello no
impedía que la convivencia sexual disminuyera, esta relación duró once años, de forma
interrumpida varias veces, hasta que terminó por completo. En la penúltima ruptura conocí
a otra mujer con la que tuve un noviazgo de 8 meses, comencé a tener relaciones sexuales
con ella al mes de conocerla y nos llevábamos muy bien, teníamos relaciones una vez a la
semana, satisfactorias, luego vivimos juntas tres meses, en los que la relación se deterioró
en todos los aspectos y terminó. En estas relaciones fui activa-pasiva”.
“Dejé de tener pareja formal cuatro años y empecé a salir con novias de ocasión teniendo
relaciones sexuales con dos de ellas, sin permitir que me tocaran ellas a mí, relaciones que
me resultaron muy indiferentes y no causaron una huella emocional, incluso siempre me
manejé con ellas como amiga y no terminé mi amistad con ellas, sin embargo, no las he
vuelto a ver, ni a convivir con ellas”.
“Hace cuatro meses comencé a salir con mi actual pareja, una mujer madura y estable con
la que tengo una relación sana y estable. Mi vida sexual la considero muy satisfactoria,
tenemos relaciones sexuales en promedio una vez a la semana, a veces con mayor
frecuencia, relaciones en las que somos activa-pasiva ambas, me siento muy satisfecha
sexualmente. Pese a tener 50 años, aún tengo un periodo menstrual regular, tengo acné y
no me desagrada ser mujer, ni mi apariencia femenina, aunque por comodidad no me
arreglo mucho con ropa femenina, también me agrada ser madre, aunque mis hijos ya son
adultos”.
La paciente menciona que de pequeña padeció muchas gripes, amigdalitis y alergias que
afectaban su piel, por lo cual tiene muchas manchas que son cicatrices.
Tiene problemas de rodilla y columna, por lo que toma calmantes para el dolor.
Alrededor de los 33 años inicia terapia psicológica por la separación con el padre de sus
hijos, “para apoyarlos”, luego por ella misma “para aceptar mis preferencias sexuales, duré
temporadas largas en terapia psicológica en la que ya he tratado todos los temas que he
referido aquí, siendo la última terapia a la que me sometí hace seis años.”
Referencias
Díaz Portillo Isabel (1998) La Técnica de la Entrevista Psicodinámica. México: Edit. Pax.