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• Pregunta inicial: ¿Qué es una palabra? La unidad aislada más pequeña, analizable
en elementos menores llamados morfemas. Las palabras consisten de bases (claro,
palabra, es) y afijos (-s, -ando, pre-). Los sufijos son los afijos más comunes. Algunas
lenguas cuentan con infijos (por ejemplo, el tagalo, de Filipinas, o el uso de “bloody”
en “abso-bloody-lutely” en inglés). La morfología puede dividirse en flexiva (plural,
flexiones verbales, etc.) y derivativa (creación de familias de palabras, antónimos,
etc.). Las palabras son unidades complejas, y el significado de cada una de ellas
depende de los diferentes morfemas que la componen.
• ¿Cómo adquiere el cerebro las convenciones para, por ejemplo, descifrar que “in”
delante de “negociable” crea el significado opuesto? ¿Dónde se almacena este
conocimiento? ¿Cómo descompone el cerebro una palabra como “impronunciable”
en los componentes más pequeños que la integran? Temas para la psicolingüística,
sin duda.
• ¿Por qué recurrimos a las palabras vecinas al acceder al lexicón mental? Marsen-
Wilson (1970s) demostró que podemos reconocer una palabra aun cuando el
hablante no ha terminado de pronunciarla de forma completa. Parece que
accedemos a la entrada léxica de una palabra antes de que el estímulo físico haya
cesado. El tiempo necesario para reconocer una palabra es correlativo con cuánto
de la palabra necesita oírse para que sea única ante las demás posibles palabras de
la legua que comparten el mismo comienzo. “Librería” tendría su punto de unicidad
(uniqueness point) en la letra/fonema /í/, ya que ésta permite eliminar a “librero”
como competidora.
• ¿Qué significados de una palabra se activan y cuándo? “Priming” parece ser la clave.
Frecuencia de uso de las palabras y similitud o afinidad parecerían determinar la
activación de ciertos miembros de la cohorte, así como si se ha usado antes una
palabra relacionada. Las decisiones léxicas son más rápidas para “escoba” si antes
se mencionó “bruja” y no otra palabra no relacionada. Esto es el priming, donde
“bruja” prima a “escoba”.
• A medida que la señal acústica ingresa al sistema, se activan todas las entradas
léxicas compatibles con el estímulo, descartando (o desactivándose)
progresivamente aquellas alternativas que se vuelven incompatibles, influyendo en
este proceso la frecuencia de la palabra en la lengua. Las entradas léxicas que
corresponden a palabras más frecuentes se activan más fuertemente sobre la base
de estímulos acústicos similares que aquellas entradas vecinas menos frecuentes.
• Al oír “felicidad”, ésta primaría la activación de otra palabra con el mismo sufijo, por
ejemplo “complicidad” en lugar de la misma base con otro afijo, por ejemplo
“felizmente”. Parecería haber independencia morfémica en los circuitos neuronales,
por lo que una base con un sufijo X (felicidad) primaría otra base con el mismo
sufijo (complicidad) en lugar de la misma con otro sufijo (felizmente). El porqué no
está claro aún, pero parecería que el cerebro prima la opción recién oída por sobre
otras, y el sufijo “-idad” es el favorito en la predicción por sobre otra base.
• El significado: Las entradas léxicas son donde reside el significado. ¿Qué pasa
cuando una palabra tiene varias acepciones? “Tabla” puede referirse a un objeto de
madera como a un conjunto de elementos químicos. Suponemos que el lexicón
mental también refleja esta multiplicidad de significados. ¿Cuál es la implicancia al
momento de activar un solo significado entre varios posibles? ¿Activamos todos los
significados posibles de una palabra a la vez? ¿Escaneamos todos los significados
posibles y elegimos el apropiado de acuerdo al contexto? ¿Activamos solamente
aquel que se requiere en un contexto particula?
• En “El banco está por allí.”, ¿Se activan juntos los significados “entidad financiera”,
“asiento”, “conjunto de peces” y “establecimiento médico”? Según un experimento
de Swinney (1970s), todos los significados parecerían activarse al mismo tiempo,
solo que luego en algún punto comienza un proceso de descarte. Al aparecer la
palabra una segunda vez más adelante en la oración, sólo se activa el significado
correspondiente a ese contexto. Otros estudios, sin embargo, no arrojaron
resultados similares. Encontraron que el soporte que provee el contexto es crucial
para la activación de significados más frecuentes, por lo que el significado menos
frecuente de “banco” (conjunto de peces) en un contexto rico favorecería la
activación inmediata de todos los significados de la palabra, mientras que en un
contexto donde “banco” tenga su significado más frecuente, se activaría solo éste.
Frecuencia y contexto parecerían influenciar la activación de significados en
homónimos. El contexto correcto parecería inhibir la activación de ciertos
significados menos frecuentes o menos esperados. Nuevamente, esto queda a nivel
especulativo.
• ¿Qué sucede con la palabra “mira”, que puede ser verbo y sustantivo? Tanenhaus y
sus colegas encontraron que ambas se activarían en aún cuando el contexto
sintáctico favorece una y no la otra, por lo que proponen que la sintaxis no influiría
en la activación. Si se activa un sustantivo o un verbo dependería finalmente, más
que del poder predictivo del sistema a nivel sintáctico (por ejemplo, que en la
oración “Lo tiene en la mira” sea el sustantivo el que prime), del estímulo acústico
que activa ambas opciones para luego dar lugar a un refinamiento y selección de
la palabra que encaja en el contexto. Esto sugeriría que las categorías sintácticas
podrían no estar almacenadas separadamente como ocurre en un diccionario.
• Las palabras son a menudo reconocidas ANTES de que la señal acústica finalice
y esto se acelera si 1) el punto de unicidad es temprano en la palabra, 2) si el
contexto favorece su reconocimiento, 3) si es una palabra frecuente en la lengua,
4) si en el barrio la palabra tiene menos vecinos, y 5) si están precedidas por
palabras relacionadas.
• Se activan TODOS los candidatos relacionados con el estímulo acústico.
Desajustes acústicos posteriores reducen el nivel de activación, al igual que
desajustes con el contexto. Desajustes acústicos dentro de los parámetros
fonéticos “legales” no reducen el nivel de activación de hipótesis léxicas.
• Las palabras no están representadas como unidades holísticas indivisibles, sino
como bases y afijos.
• Los significados alternativos de una misma base se activan aún en contextos
que favorecen o descartan un significado. Los significados posibles de una base
se activarían proporcionalmente en relación con la frecuencia de uso. Si el
contexto favorece el significado más frecuente de una base, parecería que éste
es el único que se activa. En caso de significados menos frecuentes, éstos se
activan y suben al mismo nivel de los más frecuentes, que luego se descartan.