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Ü Introducción
Se calcula que una persona con una cultura media de bachillerato conoce, en su sentido más amplio, entre 40.000 y
80.000 palabras. Este margen depende de cómo se efectúe el cómputo: si se incluyen los nombres propios, los
tiempos verbales cuentan como uno o varios, etc.
Normalmente la palabra se considera la unidad mínima de una lengua dotada de significado. Aunque en sentido
estricto, es el morfema la unidad mínima con significado.
o Los morfemas pueden constituir palabras por sí mismos (morfemas libres) o ser apéndices de otras
palabras (la “s” de “gatos”, la “a” de “anormal”) -> morfemas ligados. Estos últimos modifican el significado del
resto de la palabra y pueden ir delante (prefijos) o detrás (sufijos).
o Lexema es el morfema o parte de la palabra que tiene significado autónomo e independiente; por ejemplo,
en la palabra “gatas” la raíz o lexema es “gat”, mientras que el sufijo “a” añade significación de género femenino y
el sufijo “s” de número plural.
Con los morfemas ligados se modifica el significado de los lexemas o se añaden flexiones. Cabe distinguir entre:
a) Morfemas Derivativos. Prefijos y sufijos. Matizan o modifican el significado de las palabras a las que se añaden.
Modifican sensiblemente el lexema y cambian el significado dando lugar a otra palabra distinta. Los lingüistas
hablan de palabras primitivas (árbol) y palabras derivadas (arboleda).
b) Morfemas Flexivos. Son siempre SUFIJOS. No modifican el significado, establecen el género y el número.
Al evocar una palabra en nuestra mente, activamos un amplio conjunto de información. Activamos su significado,
aunque puede variar notablemente en cuanto a su precisión (que conozcamos mejor el significado de unas palabras
que de otras). Activamos información fonológica o el conjunto de sonidos que componen dicha palabra.
Activamos información ortográfica, desde el momento en que sabemos escribirla (grafemas).
Sabemos qué funciones puede desempeñar cada palabra dentro de la oración. Estas 2 clases de información,
morfológica y sintáctica, corresponden a un conocimiento implícito. Si se tienen conocimientos de gramática podrá
hacerse explícito pero, aunque jamás se haya pisado un colegio, se dispone de información morfosintáctica de modo
implícito y puede manejarse adecuadamente cada día, a todas horas, al hablar y oír lenguaje.
Cuando hablamos u oímos lenguaje de forma comprensiva, debemos activar palabras en nuestro cerebro, a razón de
2 o 3 veces por segundo. ¿Cómo lo hacemos? Cualquiera que sea el mecanismo de activación, deber ser:
o Rápido, pues, como se ha mencionado, generalmente ocurre en menos de un segundo.
o Muy eficiente, puesto que se trata de activar una unidad léxica entre decenas de miles posibles.
La activación de palabras en nuestra mente se produce en el lenguaje hablado y también en el escrito. Las
principales diferencias se derivarían de la naturaleza física del estímulo y sus consecuencias perceptivas, pero nada
hace pensar que los procesos centrales sean diferentes en ambas modalidades. La distinción más importante es
que la señal del habla se distribuye en el tiempo y es evanescente, mientras que en la escritura se distribuye
en el espacio y es permanente. Al tratar la percepción del habla, el lenguaje oral es mucho más variable que el
escrito y no presenta límites claros entre sus componentes.
a) Metodologías Experimentales
1. Técnica Gating (Apertura Sucesiva)
Su versión actual se debe a Francois Grosjean, pero con anterioridad se habían empleado versiones más simples.
En esta tarea, un estímulo lingüístico (habitualmente, una palabra monosílaba) se va presentando a través de
sucesivos segmentos de duración creciente, hasta que puede ser identificado. Habitualmente los segmentos se
inician desde el principio del estímulo. El primer segmento normalmente es muy corto (20-30 ms), y el último abarca
ya el estímulo entero. La variable dependiente (VD) es la duración mínima del estímulo que permite su identificación.
2. Detección de Estímulos (Monitoring)
Empleada por 1ª vez por Foss (1969), la tarea consiste en responder rápidamente, pulsando un botón, cada vez
que aparece un estímulo determinado (fonema, sílaba, palabra, etc.) establecido previamente, al mismo tiempo
que procesa cierto material lingüístico, palabras, oraciones, discursos, etc. El TR para la detección del estímulo se
considera un reflejo de la carga de trabajo que tiene el sistema cognitivo. La tarea también implica una decisión.
3. Decisión Léxica
Se trata de una de las tareas más usadas en la psicolingüística, tanto en la modalidad auditiva como en la visual.
o En la modalidad visual fue empleada por 1ª vez en 1970 (Rubenstein, Garfield y Millikan). El participante
debe decidir rápidamente si un estímulo (un conjunto de letras) es una palabra de su idioma o no lo es.
o En la modalidad auditiva, en 1979 (McCusker, Holley-Wilcox y Hillinger). El participante debe decidir si los
sonidos que escucha, normalmente a través de unos auriculares, forman una palabra o no.
Se debe emitir una respuesta pulsando un botón o una tecla del ordenador, entre 2 posibles: sí/no. La VD es el TR,
generalmente analizado sólo en las palabras, los ms que transcurren entre la presentación del estímulo y la
respuesta del sujeto. Unos 500-700 ms son tiempos habitúales, dependiendo de cada palabra. Otra VD que también
se tiene en cuenta es la proporción de errores.
La tarea tiene ventajas sobre la anterior, pero tampoco elimina completamente la posibilidad de procesos posléxicos,
porque introduce un subproceso ajeno al acceso léxico que es la “toma de decisión”, que también consume tiempo.
4. Otros Métodos
Este documento no sustituye la Bibliografía Básica, es un complemento de
3 Lenguaje - Ness Uned ayuda para el estudio. Prohibida su venta. Solo para uso particular.
Tema 6: Reconocimiento Oral de las Palabras 2016
o En los estudios sobre el significado de las palabras se emplean tareas de decisión o categorización
semántica, donde el participante debe tomar una decisión rápida, pulsando un botón, en respuesta a procesos
de carácter semántico (naranja: ¿fruta o verdura?).
o También hay tareas de categorización sintáctica, como la decisión de género y otras. Un procedimiento que
permite en castellano el estudio de procesos genuinamente gramaticales (morfosintácticos), porque en nuestro
idioma el género de muchos sustantivos no tiene conexión con ninguna propiedad semántica (atributos sexuales)
del referente: la palabra “mesa” designa un objeto que no tiene propiedades de hembra en sí mismo; la palabra
“libro” designa un objeto que no posee atributos masculinos; se trata de información inequívocamente lingüística.
o A partir de Cutler y Norris (1988), se ha introducido la tarea de localización de palabras (wordspotting), sobre
todo en investigaciones sobre la influencia de la estructura prosódica del lenguaje (entonación y ritmo) en el
reconocimiento léxico. Se administra auditivamente una lista de no-palabras, o palabras sin sentido, algunas de
las cuales incluyen una palabra que el participante debe detectar lo más rápidamente posible. Se debe identificar
cualquier palabra real que aparezca. Tiene cierta validez ecológica, en el sentido de que intenta emular el
proceso natural de reconocer palabras.
No hay ninguna tarea “pura” que refleje únicamente el subproceso que se pretende estudiar. Todas incorporan otros
procesos añadidos que pueden “contaminar” los resultados.
Ü Bases Neurológicas
è La primera hipótesis planteaba que el lenguaje oral se percibía mediante la corteza auditiva (Wernicke).
è Un siglo más tarde (años 1970-1980), se producen varios descubrimientos:
a) Algunos trastornos en la capacidad de procesar sonidos del lenguaje (fonemas) guardan poca relación con
las dificultades de compresión observadas en la afasia de Wernicke.
b) La destrucción de la circunvolución temporal superior izquierda puede coexistir con una comprensión normal.
c) La circunvolución transversa de Heschl, que corresponde al área auditiva primaria, en la parte superior de
ambos lóbulos temporales, interviene directamente en el primer procesamiento de toda clase de sonidos,
sean lingüísticos o no.
Hickok y Poeppel plantean un modelo de organización cortical de la percepción del habla donde la entrada
auditiva es procesada a través de 2 grandes sistemas o rutas neurales (streams), una ventral y otra dorsal.
a) Ventral: Procesa la señal del habla para su comprensión. Bilateral, con
diferencias entre hemisferios.
b) Dorsal: procesa la información sobre las redes articulatorias del lóbulo frontal
izquierdo. Lateralizada en el hemisferio izquierdo.
La información sensorial que se proyecta en el área auditiva primaria es sometida
a un primer procesamiento en la parte superior de los lóbulos temporales.