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Receta de bebida o cerveza de jengibre casera

Autora: Aïda Lirola

Para hacer tu propia cerveza de jengibre vas a necesitar un tarro de cristal de boca ancha de 4 litros
o dos tarros de la mitad de capacidad. En nuestro caso, hemos optado por utilizar dos tarros de
cristal de 2,7 litros Weck repartiendo los ingredientes a partes iguales.

Y para la carbonatación, utilizamos botellas de cristal Weck de cierre hermético, manteniendo el


dióxido de carbono generado por la fermentación.
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TIEMPO DE PREPARACIÓN TIEMPO DE COCCIÓN


30 min 10 d

CATEGORÍAS
Fermentados

EQUIPAMIENTO
Tarros de cristal de 2 l
Muselina o tela de algodón
Rallador de porcelana

INGREDIENTES   
250 ml madre de jengibre o ginger bug
250 g panela o azúcar de coco
70 g jengibre fresco
4 l agua mineral
120 ml zumo de limón

ELABORACIÓN PASO A PASO  


1. Añadir al tarro el azúcar, el jengibre rallado, el zumo de limón, el líquido del cultivo madre y
rellenar el espacio restante con agua.
2. Cubrir el tarro con un paño o muselina sujetada con una goma elástica o cuerda.
3. Dejar reposar en un lugar oscuro 8-10 días y remover 1-2 veces al día.
4. Ir comprobando cada dos días como está el fermento, si ha perdido mucha dulzura hay que
añadir 1-2 cucharadas soperas de azúcar para seguir alimentando el proceso.
5. La bebida estará lista cuando al remover, salgan burbujas. En ese punto probar y si no está
suficientemente dulce, añadir más azúcar y jengibre antes de realizar la segunda fermentación
dónde los probióticos seguirán consumiendo azúcar.

Fermentación secundaria o carbonatación


1. Traspasar el líquido junto con su pulpa a botellas con cierre hermético dejando 4-5 cm de
espacio libre en la boca de la botella.
2. En este paso se pueden añadir ingredientes adicionales y más azúcar para saborizar la bebida.
Por ejemplo: frutas, zumo de frutas, hierbas frescas.
3. Dejar reposar 1-3 días en un lugar oscuro.
4. Abrir las botellas cada 1-2 días para comprobar el grado de gasificación y la efervescencia. Es
importante tener cuidado al abrir la botella después de la segunda fermentación, nunca abrirla
cerca de la cara y no dejar que las abran los niños.
5. Una vez la bebida está bien efervescente, la llevamos a la nevera donde seguirá el proceso de
fermentación, pero más lentamente.
6. Hay que consumirla en el plazo de pocas semanas, se aconseja en las próximas dos semanas.
7. Cuanto más tiempo lo dejamos reposar menos dulce es ya que las bacterias y las levaduras van
consumiendo los azúcares y más alcohol produce.

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