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https://silo.tips/download/astronomia-de-posicion-
tiempo-y-escalas-de-tiempo
https://repositorio.unal.edu.co/bitstream/handle/unal/
3252/guia4.pdf?sequence=12&isAllowed=y
La Tierra, y el resto de los planetas, giran alrededor del Sol siguiendo unas órbitas
elípticas que están todas más o menos todas en el mismo plano, llamado el plano
de la eclíptica (ver los movimientos de los planetas). Pero aparentemente, y desde
la Tierra, nos da la sensación de que el Sol gira en nuestro entorno describiendo
una trayectoria circular en la esfera celeste. Esta trayectoria aparente que realiza el
Sol en la esfera celeste a lo largo de un año, y que es debida al movimiento
de traslación de la Tierra alrededor del Sol, se llama eclíptica.
Pero a lo largo del día, y debido a la rotación de la Tierra sobre su eje, también nos
da la sensación de que el Sol gira alrededor de la Tierra: cada mañana sale por el
este, recorre un arco subiendo en el cielo hacia el sur hasta que llega al meridiano
del lugar (el meridiano celeste que pasa por el cenit del observador), llegando en
este momento al punto más alto en el cielo (al mediodía) y, por la tarde, baja hasta
que se pone por el oeste.
Sin embargo, este movimiento del Sol no es el mismo a lo largo del año, en verano
está más alto y en invierno está más bajo.
Movimiento aparente del Sol a lo largo del
año
En concreto, en el solsticio de verano es cuando el Sol está más alto, los puntos del
arco de su recorrido están más al norte, mientras que en el solsticio de invierno es
cuando el Sol está más bajo, los puntos del arco de su recorrido están más al sur
(esto en el hemisferio norte, en el sur es al revés). En los equinoccios el Sol llega a
una altura intermedia.
Esto hace que las sombras que produce el Sol sean diferentes a lo largo del año. En
el solsticio de invierno, como el Sol es cuando está más bajo, las sombras son
largas, las más largas del año; a partir de aquí, el movimiento del Sol va subiendo
en el cielo y las sombras se van acortando hasta el solsticio de verano, cuando el Sol
está más alto y, por tanto, las sombras son las más cortas del año. Pasado este
momento, el Sol va bajando y las sombras se van alargando hasta llegar de nuevo al
solsticio de invierno.
La Tierra, y el resto de los planetas, giran alrededor del Sol siguiendo unas órbitas
elípticas que están todas más o menos todas en el mismo plano, llamado el plano
de la eclíptica (ver los movimientos de los planetas). Pero aparentemente, y desde
la Tierra, nos da la sensación de que el Sol gira en nuestro entorno describiendo
una trayectoria circular en la esfera celeste. Esta trayectoria aparente que realiza el
Sol en la esfera celeste a lo largo de un año, y que es debida al movimiento
de traslación de la Tierra alrededor del Sol, se llama eclíptica.
Pero a lo largo del día, y debido a la rotación de la Tierra sobre su eje, también nos
da la sensación de que el Sol gira alrededor de la Tierra: cada mañana sale por el
este, recorre un arco subiendo en el cielo hacia el sur hasta que llega al meridiano
del lugar (el meridiano celeste que pasa por el cenit del observador), llegando en
este momento al punto más alto en el cielo (al mediodía) y, por la tarde, baja hasta
que se pone por el oeste.
Sin embargo, este movimiento del Sol no es el mismo a lo largo del año, en verano
está más alto y en invierno está más bajo.
En concreto, en el solsticio de verano es cuando el Sol está más alto, los puntos del
arco de su recorrido están más al norte, mientras que en el solsticio de invierno es
cuando el Sol está más bajo, los puntos del arco de su recorrido están más al sur
(esto en el hemisferio norte, en el sur es al revés). En los equinoccios el Sol llega a
una altura intermedia.
Esto hace que las sombras que produce el Sol sean diferentes a lo largo del año. En
el solsticio de invierno, como el Sol es cuando está más bajo, las sombras son
largas, las más largas del año; a partir de aquí, el movimiento del Sol va subiendo
en el cielo y las sombras se van acortando hasta el solsticio de verano, cuando el Sol
está más alto y, por tanto, las sombras son las más cortas del año. Pasado este
momento, el Sol va bajando y las sombras se van alargando hasta llegar de nuevo al
solsticio de invierno.
La esfera celeste y la eclíptica
Movimiento de traslación
Es el movimiento del planeta en torno al Sol. Los planetas orbitan alrededor del Sol
en la misma dirección y más o menos en el mismo plano; este plano aproximado en
el cual giran todos los planetas, se conoce como el plano de la eclíptica.
Órbitas de los planetas
Debido a que la órbita de los planetas es elíptica y que el Sol está en uno de los
focos, hace que el planeta no esté siempre a la misma distancia del Sol y que haya
un punto de la órbita donde esta distancia es mínima, el perihelio, y otro donde la
distancia es máxima, el afelio. Afelio y perihelio son así dos puntos opuestos de la
órbita del planeta. En el caso de la Tierra, el afelio es a principios de julio (hacia el
4), donde la distancia al Sol es de 152 millones de kilómetros y el perihelio a
principios de enero (hacia el 4), donde la distancia al Sol es de 147 millones de
kilómetros.
Afelio y perihelio
Movimiento de rotación
Nuestro sistema está dominado desde todos los puntos de vista por el Sol, que
puede ser considerado como su centro. Esta estrella está acompañada de una
comitiva de ocho planetas: Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno,
Urano y Neptuno. Antes del siglo XVIII, solo cinco de entre ellos eran conocidos:
Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno —no estando la Tierra reconocida como
un planeta.
Revolución y rotación
La rotación aparente de la bóveda celeste por encima del observatorio Gemini Sud.
Esta superposición de imágenes tomadas en un periodo de 4 horas y media hace
claramente aparecer el efecto de la rotación terrestre. Crédito: Gemini
Observatory / AURA
Así, por ejemplo, la posición aparente del planeta Marte, con relación al fondo
estrellado, cambia poco a poco, y el planeta parece derivar ligeramente hacia el
este. El caso de Mercurio y Venus es todavía más complicado, porque las órbitas de
estos planetas están en el interior de la de la Tierra. Ambos astros no pueden
entonces encontrarse en cualquier dirección del cielo, sino permanecen confinados
en la proximidad del Sol y parecen oscilar lentamente alrededor de él.
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Cerca de los solsticios, los rayos solares caen más verticales sobre
uno de los dos hemisferios y lo calientan más. Es el verano.
Mientras, el otro hemisferio de la Tierra recibe los rayos más
inclinados, han de atravesar más trozo de atmosfera y se enfrían
antes de llegar a tierra. Es el invierno.
Este es el movimiento más conocido junto con el de traslación. No obstante, seguro que hay
aspectos importantes que no conoces de ello. Pero no importa, porque vamos a repasarlos
todos. Empezamos con definir qué es este movimiento. Se trata del giro que tiene la Tierra
sobre su propio eje en sentido Oeste o Este. Es considerado como sentido anti horario. La
Tierra da una vuelta sobre sí misma y tarda una media de 23 horas, 56 minutos y 4
segundos.
Como podéis ver, a causa de este movimiento de rotación existe el día y la noche. Esto
ocurre porque el Sol está en una posición fija y sólo ilumina la cara de la Tierra que está
frente a él. La parte opuesta estará oscura y será de noche. Este efecto se puede ver también
de día, observando las sombras al cabo de las horas. Podemos apreciar cómo la Tierra al
moverse hace que las sombras estén en otro lado.
Si tenemos en cuenta la situación en cada punto del planeta, la velocidad con la que gira
no es igual en todos los lados. Si medimos la velocidad desde el ecuador o en los polos
será distinta. En el ecuador tendrá que recorrer más distancia para dar la vuelta sobre su eje
e irá a una velocidad de 1600 km/h. Si escogemos un punto a 45 grados latitud norte,
podemos ver que gira a 1073 km/h.
Movimiento de traslación
Pasamos a analizar el segundo movimiento más complejo de la Tierra. Se trata del
movimiento que tiene la Tierra que consiste en dar una vuelta sobre su órbita alrededor del
Sol. Esta órbita describe un movimiento elíptico y hace que en situaciones se encuentre más
cerca del Sol y otras veces más alejado.
Se tiene por creencia que durante los meses de verano hace más calor a causa de que el
planeta está más cerca del Sol y en invierno más lejos. Es algo coherente de pensar, dado
que si estamos a más distancia nos llegará menos calor que si estamos más cerca. Sin
embargo, es todo lo contrario. En verano estamos a más distancia del Sol que en invierno.
Lo que es condicionante a la hora de la sucesión de estaciones no es la distancia de la Tierra
con respecto al Sol sino la inclinación de los rayos solares. En invierno, los rayos del Sol
inciden sobre nuestro planeta de una forma más inclinada y en verano más perpendicular.
Este es el motivo de que haya más horas de sol en verano y más calor.
La Tierra tarda 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45 segundos en dar una vuelta
completa sobre su eje de traslación. Por ello, cada cuatro años tenemos un año bisiesto en
el que febrero cuenta con un día más. Esto se hace para ajustar los horarios y que se
mantenga siempre estable.
Afelio y perihelio
El camino que hace nuestro planeta ante el Sol se le llama eclíptica y pasa sobre el
ecuador a principios de primavera y otoño. Son llamados los equinoccios. En esta posición
el día y la noche duran lo mismo. En los puntos más alejados de la eclíptica nos
encontramos con el solsticio de verano y de invierno. Durante estos puntos, el día es más
largo y la noche más corta (en el solsticio de verano) y la noche más larga con el día más
corto (en el solsticio de invierno). Durante esta etapa, los rayos solares inciden más
verticalmente sobre uno de los hemisferios, calentándolo más. De ahí a que mientras en el
hemisferio norte es invierno en el sur es verano y viceversa.
La traslación de la Tierra sobre el Sol tiene un momento en el que está más alejado que se
llama Afelio y sucede en el mes de julio. Por el contrario, el punto más cercano de la Tierra
con el Sol es el perihelio y ocurre en el mes de enero.
Movimiento de precesión
Se trata del cambio lento y gradual que tiene la Tierra en la orientación del eje de rotación.
A este movimiento se le llama precesión de la Tierra y es causado por el momento de
fuerza ejercido por el sistema Tierra-Sol. Este movimiento incide directamente en la
inclinación con la que los rayos de Sol nos llegan a la superficie terrestre. Actualmente
este eje tiene una inclinación de 23,43 grados.
Esto nos indica que el eje de rotación terrestre no siempre apunta a la misma estrella
(Polar), sino que va girando en sentido horario, haciendo que la Tierra se mueva en un
movimiento similar al de una peonza. Una vuelta completa en el eje de precesión tarda unos
25.700 años, por lo que no es algo apreciable a escala humana. Sin embargo, si medimos
con el tiempo geológico podemos ver que tiene gran relevancia en los periodos
de glaciación.
Movimiento de nutación
Este es el último movimiento importante que tiene nuestro planeta. Se trata de un
movimiento ligero e irregular que tiene lugar en el eje de rotación de todos los objetos
simétricos que giran sobre su eje. Por ejemplo los giroscopios y los trompos.
Este pequeño vaivén del eje terrestre tiene lugar por el abultamiento ecuatorial y la
atracción de la luna. El periodo de nutación es de 18, 6 años.