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El punto Aries y la precesión de los equinoccios

No hay una fecha y hora fija para el comienzo del Otoño o la primavera. No es una
arbitrariedad; depende de la órbita terrestre: los equinoccios ocurren cuando se cruzan
los planos definidos por la órbita terrestre y por el Ecuador. La disposición espacial que
origina el equinoccio requiere que el eje de nuestro planeta sea perpendicular a la línea
que une la Tierra con el Sol, de manera que los rayos de éste caen verticalmente en el
Ecuador y llegan horizontalmente a los polos. A lo largo de un año (en su traslación en
torno al Sol), la Tierra tiene momentos astronómicamente importantes, dos de ellos son los
equinoccios.
El momento a partir del cual el Sol pasa del hemisferio sur terrestre al hemisferio norte,
lo que ocurre alrededor de el 21 de marzo (iniciándose la primavera en el hemisferio
norte y el otoño en el hemisferio sur), se llama Punto Aries. Ocurre cuando el Sol se
encuentra en uno de los puntos de corte del plano del ecuador celeste con la
circunferencia de la eclíptica. Es un cruce que se produce en fecha y hora diferentes de
un año a otro y en diferentes lugares de la órbita de la Tierra, por lo que no resulta un
punto fijo de la órbita, y tampoco está en la constelación de Aries, ya que por la
precesión de los equinoccios hoy en día está en Piscis.

Cuando la Tierra pasa por el punto de Aries el día y la noche tienen la misma duración;
a partir de ese instante, los días empiezan a ser más cortos que las noches en el
hemisferio sur y más largos en el hemisferio norte. Comienza la noche en el polo sur y
el día en el polo norte. Seis meses más tarde, en el punto de Libra, se produce el
siguiente equinoccio alrededor del 22 ó 23 de septiembre. Por varias razones, la fecha y
la hora exacta de los equinoccios varían de un año a otro. Por ejemplo el equinoccio de
primavera para el hemisferio sur del año 2013 ocurre el 22 de septiembre a las 17:44, en
el año 2014 ocurrirá también el 22/9 pero a las 23:29, mientras que en 2015 la fecha es
el 23 de septiembre a las 5:20

La explicación se basa en los siguientes argumentos: el tiempo que tarda la Tierra en dar
una vuelta completa alrededor del Sol es de 365 días, 6 horas, 9 minutos y 9,7632
segundos de modo que difiere con nuestro año civil de 365 días que genera una
diferencia aproximada al cuarto de día que obliga a un ajuste del calendario cada cuatro
años: un año bisiesto de 366 días.

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Como todo en el universo se mueve, la posición del punto Aries también, haciéndolo en
sentido contrario, de modo que entre el equinoccio de primavera y el siguiente el
intervalo de tiempo sea 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45,19. La diferencia hace que la
corrección de los años bisiestos, un día adicional cada cuatro años, sea excesiva; sobran
alrededor de 45 minutos. Para mantener las estaciones sincronizadas con el calendario, y
que no acabemos teniendo el verano en octubre, cada cien años hay un año bisiesto
menos (los años terminados en dos ceros), pero cada cuatrocientos se vuelve a añadir
uno (los múltiplos de 400, por eso el año 2000 fue bisiesto). Con estas correcciones, la
diferencia entre nuestro calendario y el movimiento de la Tierra en su órbita queda
reducida a un día cada 3.200 años. El valor del año trópico varía ligeramente de año en
año debido a las perturbaciones que la Luna y los otros planetas inducen en la órbita
terrestre. La atracción gravitatoria de la Luna provoca la nutación, una pequeña
oscilación del eje de rotación de la Tierra respecto a la esfera celeste que es análoga al
bamboleo que sufre una peonza cuando pierde fuerza y está a punto de caer.
El movimiento del punto de Aries, por su parte, se llama precesión de los equinoccios:
el eje de la Tierra describe un doble cono de unos 47, el Polo Celeste no está fijo en el
espacio, sino que describe un círculo muy lentamente. va imagen Tierra cono
Sabemos que un año es el tiempo que tarda la Tierra en trasladarse en su órbita entre
dos equinoccios de primavera sucesivos, cada año el equinoccio precede (retrocede
50,25”) en un 20 minutos de tiempo, que es cerca de 36.000 kilómetros en la órbita
terrestre. En aproximadamente 70 años, la precesión se desplaza un día y un mes en
poco más de 2000 años. Por lo tanto, durante miles de años, por la salida del sol en el
horizonte en los días de los equinoccios y los solsticios, pasan todas las constelaciones
que ocupan la región llamada zodíaco.

En el momento que la radiación solar llega perpendicular al Ecuador, se produce un


equinoccio. El Sol, visto desde la Tierra parece cruzar el ecuador celeste. Bueno, pues
ese cruce se produce en el llamado “punto Aries”. Que resulta que ni es un punto, ni
está en Aries. Hace unos 5 o 6 milenios el punto γ, que marca el comienzo de la
primavera, acontecía con el Sol cruzando la constelación de Tauro, luego ocurría con el
Sol en Aries (el período durante el cual el punto γ también tomó el nombre de "Punto de
Aries ") desde el comienzo de la era cristiana hasta nuestros días la γ punto está en la
constelación de Piscis (a eso se debe, en parte, el uso entre los primeros cristianos del
símbolo del pez) y en poco siglos el retroceso por la eclíptica ubicará el Sol en Acuario

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en el momento del equinoccio. De manera similar el punto correspondiente al otro
equinoccio ha pasado, más o menos en los mismos periodos, por las constelaciones de
Escorpio, a la de Libra y acontece actualmente cuando el Sol cruza Virgo. No es casual
que para los sumerios, fue adorado como el "toro de luz", también fue el becerro de oro
de los tiempos bíblicos. Tauro, el toro, es símbolo de la primavera, época de la labranza
y siembra. Pero también es símbolo del amor, el cual florece durante la primavera.

Veamos los equinoccios de diferentes años, modelados con el stellarium:

Van imágenes corrimiento del "punto": PVSOL3000ANE, y siguientes hasta


PVSOL3013NE

La retícula de coordenadas utilizada para ubicar la posición estelar cambia de posición.


Así el punto vernal o Aries que en nuestro sistemas de coordenadas se toma como punto
de partida para la medición de la ascensión recta y es en donde el la eclíptica cruza el
ecuador celeste de sur a norte a ido trasladándose cambiando entonces las coordenadas
de los objetos celestes debiéndose tomar años de referencia (al menos cada 50 años)
para determinar las coordenadas exactas de una estrella, en la actualidad se utiliza el
"equinoccio de 2000.0"  para los valores tanto de ascensión recta como de declinación
( la fecha usada hasta 1999 era 1950.0).

La ubicación el punto Aries es hoy día un problema matemático, aún cuando lo


hagamos utilizando un simulador de cielo.

No resulta fácil visualizar parado en la Tierra, lo que llamamos punto Aries o punto
Libra. Pero si en lugar de verlos "desde la Tierra" los vemos "desde afuera", la
ubicación de estos puntos es mucho más sencilla: están ubicados en la esfera celeste, en
una línea (AB) que pasa por el centro de la Tierra, en la intersección del plano del
ecuador con el plano de la órbita terrestre (eclíptica) y en extremos opuestos.

Resulta evidente, al estudiar antiguos monumentos que las civilizaciones que los
erigieron conocían la forma de determinar el punto Aries.

La prueba más evidente la podemos encontrar en un conocido yacimiento arqueológico


de la península del Yucatán: Chichén Itzá. En este lugar, los mayas lograron en las
construcciones una combinación poética de la forma, el estilo, la función, la religión, la

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filosofía, las matemáticas y la geometría. Una verdadera simbiosis de su arte e
inteligencia en un solo lugar, para ser estudiada y admirada por todos los visitantes. Con
mucho, el aspecto más impresionante nos lo muestra la Pirámide de Kukulkán es su
relación con el sol y la forma en que refleja los equinoccios y los solsticios de nuestro
año solar con una precisión impresionante.
Cada una de las cuatro caras incorpora una amplia y empinada escalera que consta de 91
escalones que sube a la plataforma superior. Contando la plataforma superior como un
paso adicional da un total de 365 pasos: 1 paso para cada día del año. Las escaleras se
elevan en un ángulo de 45 grados respecto a la horizontal, mientras que la inclinación
media de la propia pirámide escalonada es 53,3 grados. Las caras de los pasos
individuales están inclinadas en un ángulo mayor, aproximadamente 73 grados.
Las nueve plataformas principales de la pirámide se cree que representan los 18 meses
del Haab, y los 52 paneles representan el número de años que se necesitan para una
fecha de rueda calendárica se repita.
Cada uno de estos eventos solares, los dos solsticios y los dos equinoccios, se puede
medir y predecir usando los patrones de luces y sombras que caen sobre la pirámide.

va imagen Chichen Itzá templo

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