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Respiraciones que calman:

Respiración de la abeja:
Inspira y al expirar, imita el zumbido de una abeja. Para sentir mejor la experiencia, tápate
los oídos y escucha la vibración.

Respiración de la vaca:
Inspira y al exhalar, emite un muuuuuuuu muy largo hasta que se acaba el aire. Repite 4
veces.

Respiración de la flor: Coloca tus manos como si fuera una hermosa flor. Piensa en tu
fragancia favorita. Inspira profundamente y al expirar, emite un suspiro.

Respiración del diente de león:


Busca ramas de diente de león en el jardín o en una plaza. Inspira juntando el aire en tu
guatita.Al exhalar, bota lentamente el aire, intentando hacer volar todas las semillas (o
pelusitas ) de una sola vez.

Respiración del Ave (calma):


Imagina que eres un hermoso pájaro que vuela por los cielos. Inspira extendiendo tus
grandes alas, con tus palmas mirando arriba y afuera. Exhala lentamente mientras bajas tus
brazos, con las palmas hacia abajo. Repite tres veces más en movimientos suaves y fluidos.

Respiración de la nube blanca (calma):


Inhala mientras imaginas que una nube blanca entra por tu nariz. Al exhalar, imagina que
esta sale de tu nariz. Repite tres veces.
Respiraciones que activan:

Respiración del león:


En postura del héroe, sentado/a sobre tus talones, coloca las manos como garra de león.
Emite un rugido fuerte, sacando la lengua hacia afuera completamente, respirando
poderosamente por la parte superior de la garganta y pecho. Repítelo 4 veces

Respiración de la cabra:
Emite el sonido de una cabra inspirando el aire y al exhalar hace eee eee eee muy largo
hasta que se acabe el aire. Repite 4 veces.

Respiración del conejo:


Inspira por la nariz varias veces como un conejito. Al exhalar, sueltan un suspiro largo

Respiración del elefante:


Junta ambas manos y llévalas hacia abajo, las palmas mirándose entre sí. Al inspirar, sube
los brazos con las manos juntas, como si fuera la trompa de un elefante. Al exhalar, baja
los brazos lentamente mientras simulas el sonido de un elefante.

Respiración del leñador:


Los niños hacen de cuenta que son leñadores, se les dice que vamos a cortar unas ramitas
secas para calentarnos en invierno. Se colocan con las piernas separadas, levantan ambos
brazos mientras inspiran. Imaginan que están sosteniendo un hacha, empuñan las manos.
Al exhalar bajan los brazos como si estuvieran cortando un grueso tronco al tiempo que
hacen una exclamación: “AAH”, liberando el aire con fuerza.

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