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UNIVERSIDAD DA VINCI DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALES

Lic.
Curso: DERECHO INDIGENA

ALUMNA: LIDIA SUCELY MORALES GUZMAN


CARNE NO. 201717772
PLAN: SABADO
INTRODUCCION

El conflicto Armado interno que sucedió en Guatemala fue el escenario para


diferentes tragedias de distintas índoles sucedidas al pueblo maya en todo el país
durante esa época quienes perpetraron estos crímenes bajo el mando y de la
protección del ejército, creyeron que jamás saldrían a la luz los vejámenes y jamás
serian condenados sus actos.

En toda Guatemala sucedieron crímenes contra toda la población maya, en este


ensayo conoceremos brevemente como una comunidad en específico logro alzar
la voz y gritar justicia y las sobrevivientes trajeron a la memoria de un país
completo en esta sentencia una huella histórica para Guatemala.

ENSAYO
PROTECCIÓN EFECTIVA CONSTITUCIONAL CASO SEPUR ZARCO

El veinte seis de febrero del año dos mil seis, el tribunal primero de sentencia
penal NYDCMA de Puerto Barrios Izabal condeno a los exmilitares Estelmer
Francisco Reyes Girón a 120 años de prisión inconmutables y Heriberto Valdez
Asig a 240 años de prisión inconmutables por los delitos de Desaparición
forzada, delitos contra los deberes de la humanidad en sus formas de violencia
sexual, delitos contra los deberes de la humanidad de atentar en contra de la
dignidad personal especialmente tratos humillantes y degradantes, delitos contra
los deberes de la humanidad en su forma de violencia sexual, todos estos actos
cometidos en una comunidad de ‟Alta Verapaz‟ ubicada en la región norte de
Guatemala, en el año 1982 durante el periodo de crisis que atravesó Guatemala
con el conflicto armado interno.

Esta sentencia tanto como el caso tuvieron un impacto internacional dada la


magnitud de las atrocidades que se conocieron y fueron cometidas por el ejército
de Guatemala hacia la población Maya de la región de Sepur Zarco y en
específico a la violencia violencia sexual y tratos inhumanos, crueles y humillantes
en contra de mujeres de la etnia maya Q'eqchi´, ejecutados de forma reiterada y
continuada en ofensa a la dignidad personal que sufrieron las mujeres y las niñas
desde ser obligadas a realizar trabajos domésticos como estar privadas de su
libertad y esclavizadas en los destacamentos militares de dicha zona.

Nuestra constitución que fue adoptada y promovida desde el año 1985 contempla


y reconoce todos aquellos derechos que le son inherentes al ser humano en
Artículos 1, 2, 3, 4, 5, 23, 44, 66, 67, 68, 69, CPRG como el derecho a la vida, a la
educación, salud bienestar y todas las garantías constitucionales así como el
artículo 44 que prevé la inclusión de todos aquéllos derechos sean inherentes a la
persona humana, el artículo 46 CPRG, posibilita que tratados y convenciones en
materia de derechos humanos aceptados y ratificados por Guatemala y que
actualmente están vigentes pero, que en aquel momento que se cometieron estos
crímenes no los estipulaba, y la constitución política de 1945 en donde la
población indígena en esa constitución obtenía el titulo como “cultura” y no tenía la
prioridad que hoy se tiene y la denominación “cultura” estaba bajo la Función
cardinal del estado, Cabe recordar que cuando sucedieron esta crímenes contra la
población fue en el gobierno del licenciado Julio César Méndez Montenegro fue el
único gobierno civil desde 1960 hasta 1986, que lideraba y estuvo fuertemente
influenciado por los miembros de la cúpula del ejército, lo cual dio pie a que estos
crímenes sucedieran. El presidente había pactado previamente con el ejército,
quien arrogándose y haciéndose superior era quien decidía lo mejor para la
nación, lo conminó a que les dejara mano libre al ejército para aplicar su
estrategia contrainsurgente a cambio de dejarlo gobernar.

Es de suma importancia relatar parte de la historia para poder comprender la


sucesión de los hechos, y de cómo nuestra constitución política de la República de
Guatemala ha evolucionado para proteger, amparar y resarcir los daños que se
causaron a la población maya con este juicio que años después se llevó a cabo
dictando la sentencia favorable a la comunidad de Zepur Sarco creando un
precedente no solo para la historia sino para estas víctimas y de las victimas que
aun tuvieran procesos por sus familiares víctimas del conflicto armado interno y
estén aun desaparecidas.

Actualmente el Código penal Articulo 378 Delitos Contra los deberes de la


Humanidad que tipifica los “Crímenes contra los deberes de humanidad”,
disposición que incluye tanto los crímenes de guerra como los crímenes de lesa
humanidad, ya que se refiere a los “actos contra prisioneros de guerra o heridos
como consecuencia de las hostilidades “O“ cualquier otro acto inhumano contra la
población civil ”, el Tribunal sostuvo que los imputados eran responsables de
delitos contra los deberes de humanidad en forma de violencia sexual, tratos
humillantes y degradantes y esclavitud doméstica y se fundamentó principalmente
en instrumentos internacionales y de derecho humanitario y derecho penal
internacional.

Además, de "tratos crueles y torturas" y "atentados contra la dignidad personal, en


particular tratos humillantes y degradantes" de civiles y personas fuera de
combate que estaba desarmadas y según lo establecido en el artículo 3 de los
Convenios de Ginebra de 1949 se citaron estos convenios y otros tratados
internacionales para fundamentar el caso.

Otro tema a concientizar y enfatizar fue el abuso sexual que sufrieron las mujeres
y niñas de dicha población, al ser abusadas en sus viviendas y delante de sus
familiares muchas de las veces el daño moral causado y el daño psicológico que
esto conllevaría por el resto de la vida de las victimas encima que debían sepultar
la esperanza de volver a ver a sus esposos, hijos y hermanos.

Actualmente en Guatemala tenemos en vigencia una ley mediante el decreto 9-


2009 Ley contra la violencia sexual, explotación y trata de personas y decreto 22-
2008 Ley contra el feminicidio y otras formas de violencia contra la mujer que
regula cualquier daño de índole sexual que fuere provocado a cualquier mujer
habitante de Guatemala será sancionado con penas y resarcimiento a las
víctimas.

Lamentablemente en 1982 no se contaba con esta ley, nuestras mujeres


indígenas y el pueblo maya en general con contaban con ninguna protección ni de
las garantías constitucionales que ahora ya se regula, penalmente tampoco se
contaba con ninguna protección ni investigación donde pudieran las victimas
auxiliarse, deberían transcurrir más de 32 años y una lucha desgarradora por las
reformas en nuestras leyes para la protección de los pueblos mayas, al final de la
sentencia antes mencionada se hizo justicia para estas personas, pero realmente
no se ha hecho justicia por las miles de muertes que aún están esperando ser
descubiertas, tampoco se ha esclarecido ni se la logrado concretar qué porcentaje
de mujeres víctimas de violencia sexual fueron agredidas en aquel entonces ni
cuántas de ellas recibieron resarcimiento ni ayuda psicológica por estos hechos de
violencia sexual.

Aunque se sabe que actualmente ya contamos con leyes especiales no solo para
la protección de nuestros pueblos mayas sino también para la población en
general, aunque están en vigencia muchos de estos casos no son investigados
ahora por el Mp, más que solo los que tienen una relevancia poblacional son los
que prioritariamente investigan, aunque ya contamos con leyes reguladoras
muchas veces son inútiles no solo por el extenso proceso sino también por la
ignorancia social, muchos casos nunca son denunciados y mucho menos
investigados y aunque nuestra constitución proteja la vida, se queda inútil ante
estos lamentables casos.

Finalmente, el Tribunal condeno y también ordenó una combinación de medidas


de reparación individuales y colectivas en favor de las víctimas, incluida la
incorporación de los derechos de la mujer y la prevención de la violencia contra la
mujer planes de estudio y educación, indemnización y compensación económica,
y la restitución material a través de proyectos de vivienda Sin embargo, en la
práctica, la implementación de estas medidas ha sido desigual y el resarcimiento
por violencia sexual ha sido débil y hasta vergonzoso para las víctimas, el recibir
estas indemnizaciones aunque ha aliviado algunos problemas económicos, ha
conllevado también problemas y estigmatizaciones de la sociedad en general.

Así mismo la reparación material, en especial tierra y vivienda, ha sido mínima


para las mujeres, considerando que esta no es una medida para resarcir a las
víctimas de violencia sexual concretamente, sino para víctimas de desplazamiento
y que por lo tanto perdieron su vivienda o tierra.
Cabe destacar que ningún resarcimiento que el tribual pudo ordenar y se pudo
haber cumplido no es suficiente para devolver la vida a todas aquellas victimas
hombres, mujeres y niños.

Lamentablemente después de que aconteciese estos crímenes y la reforma de la


constitución del año 1985 en la sección tercera quedaron plasmados
constitucionalmente derechos de las comunidades indígenas, aunque se siguen
cometiendo lamentablemente hasta el día de hoy racismo contra nuestras raíces
Mayas y aunque no está tipificado como delito el racismo si lo está la
discriminación como delito menor. El artículo 202 Bis, del Código Penal de
Guatemala, explica: “se entenderá como discriminación toda distinción, exclusión,
restricción o preferencia basada en motivos de género, raza, etnia, idioma, edad,
religión, situación económica, enfermedad, discapacidad, estado civil, o en
cualesquiera otro motivo, razón o circunstancia, que impidiere o dificultare a una
persona, grupo de personas o asociaciones, el ejercicio de un derecho legalmente
establecido incluyendo el derecho consuetudinario o costumbre, de conformidad
con la Constitución Política de la República y los Tratados Internacionales en
materia de derechos humanos.”

En conclusiones la sentencia de este caso no solo les dio a las mujeres de la


comunidad de sepur Zarco certeza y seguridad jurídica, sino también a nuestro
país en general contribuyendo históricamente en un ejemplo para comunidades
indígenas de otros pueblos en otros países a luchar por sus derechos y la cultura
de sus pueblos.

Analizando la protección a nivel constitucional en el caso antes estudiado al


momento del inicio y desarrollo del proceso como en la sentencia se puede
evidenciar que se protegen los derechos y garantías constitucionales se declara
que se cometieron crímenes contra la comunidad y se dicta sentencia favorable
tomado en cuenta todos los tratados internacionales, aunque en el año en que se
cometieron todos estos crímenes no existían ninguna garantía constitucional ni
mucho menos penal como antes lo hemos estudiado, comentado, analizado y
aclarado.
Guatemala necesita darle más importancia, regular y modificar todo lo necesario
para el derecho de las comunidades indígenas, se necesita una reforma en donde
tipifique el racismo, los crímenes de odio y la discriminación y no solo para
crímenes en contra de su vida y bienestar sino también para su economía ya que
el arte y el comercio también son poco retribuidos muy poco valorados y no tiene
ninguna garantía de trabajo que la ley regule, todo el trabajo que muchas veces
son enseñanzas generacionales, herencia cultural, nada les dignifica ni el estado
les da garantía y mucho menos apoya el arte como debería hacerlo.

Agregando como comentario ultimo personal, las generaciones actuales y las


futuras debemos luchar para reformar no solo las leyes del derecho indígena si no
todas las leyes de nuestras Guatemala. Tengo la esperanza que no será
necesario otro conflicto interno para que nuestras leyes atraviesen reformas un
cambio tan necesario y urgente que todos los guatemaltecos necesitamos.
CONCLUSION

Comprender, estudiar y analizar estos casos y la sentencia a profundidad hace


que conozca mi país mucho más, toda la historia que a través de los años vive en
la memoria de las victimas que pese a el tiempo obtuvieron una reparación y un
esclarecimiento de hechos y de sus familiares

Todas las historias de vida contadas una sucesión de hechos que el día de hoy ya
quedo claro para ellas, que debían ser fuertes y contar su verdad.

El oscuro pasado del ejército de Guatemala, que causo daño a quien debían
proteger y servir, todo por el hambre y la sed de poder que algunos con disfraz de
líderes, no eran más que carniceros, y que ahora pagan condena hasta el día de
su muerte.

Nuestra constitución debe ser reformada en una constitución más fuerte que
brinde la protección real que el país necesita, para que el pasado jamás se repita.

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