En el artículo “Los procesos de evaluación y acreditación de las instituciones de

educación superior en México en los últimos cinco años” presentado por Carlos Pallan
Figueroa, aborda de manera enfática algunas acciones importantes y concretas para
desarrollar los planteamientos de evaluación y/o acreditación de las instituciones
públicas de educación superior, no solo era necesario que la sociedad conociera en
este nivel el grado de cumplimiento de los fines educativos de las instituciones, también
era prioritario que el Estado asignara recursos para su financiamiento. Es en el
Programa Nacional de Modernización Educativa (PNME) vigente desde 1988 donde se
plantean estas acciones para orientar el desarrollo de las instituciones.

Es en el PNME donde se plantean dos líneas de evaluación, una para educación

básica donde se evalúa el proceso de enseñanza-aprendizaje y otra para educación
superior (universidades públicas) solo que ésta, dirigida a medir el grado de eficiencia
en la calidad de sus servicios, con una serie de criterios que calificaban su
funcionamiento.

Sin embargo, posteriormente se ve la necesidad de darle importancia al proceso de

evaluación del sistema educativo, dando énfasis a todas las acciones que referían la
obtención de una certificación de estudios en instituciones educativas de nivel superior,
entonces se acreditan programas de estudios, calificación del aprendizaje, evaluación
del desempeño escolar, evaluación del proceso escolar, al desempeño de funciones de
las instituciones educativas así como al impacto social , productos y servicios
educativos.

Es claro que para promover y mejorar el desarrollo del sistema educativo había que
trabajar sobre cómo valorar la productividad de las instituciones educativas así como el
desempeño de los docentes y alumnos.

El documento “La evaluación de la educación superior en México” siendo aprobado por

la Asamblea General de la ANUIES, en Culiacan, ayuda significativamente a visualizar
y concientizar elementos definidos como el marco teórico así como dá mayores
precisiones sobre categorías, criterios e indicadores para la evaluación, es así como
contribuye a definir en gran medida una propuesta metodológica para la evaluación de
la educación superior en 1990 por la Grupo Técnico de la Comisión Nacional de
Evaluación de la Educación Superior (CONAEVA) mismo que fue creado en 1989 para
este fin.

Es importante mencionar que la elaboración de este anteproyecto se identifica como:

“Lineamientos generales y estrategia para evaluar la educación superior” misma donde
se encontraba una propuesta metodológica para la evaluación, se presentaban
criterios, indicadores y parámetros generales.

A la complementación de esta propuesta metodológica ANUIES incorpora un

documento llamado “Observaciones y sugerencias para la evaluación de la educación
superior”, en ésta incorpora información cualitativa, permite establecer parámetros
institucionales auto referidos y no generales, así como, simplifica la cantidad de
indicadores que se habían integrado en la propuesta inicial.

Basándose en el documento elaborado por la ANUIES y revisión de las sugerencias

que realizaron las instituciones, se elabora y presenta “Propuesta de lineamientos para
la evaluación de la educación superior” donde se replantearon los criterios,
reformularon los indicadores, así como aspectos relevantes de información cualitativa.
Éste fue aprobado en julio de 1990

Durante tres años fueron aplicados los instrumentos en universidades públicas, 1992 el
último documento presentado, fue reducido significativamente los indicadores,
añadieron un análisis innovador a través de “líneas de reflexión” sobre la temática de
los criterios.

Es la CONPES quien propone desarrolla la evaluación interinstitucional sobre los

programas y proyectos académicos por área de conocimiento y función. Los comités
interinstitucionales para la evaluación de la educación superior, integra 8 comités con
un experto en cada área, estos comités son los encargados de trabajar en:

 Evaluación Diagnostica,
 Acreditación y reconocimiento,
 Dictaminación puntual y
 Asesoría.
Este esquema cuenta con cuatro referentes metodológicos para la evaluación que se
complementan entre sí.

1º evaluación de la normatividad y de la planeación académica del programa.

2º Evaluación de desarrollo y de los resultados del programa,

3º Evaluación del proceso académico de sus insumos y

4º Evaluación de la administración académica.

Ha existido la necesidad de contar con un organismo que promueva y accione e una

manera constante y congruente la evaluación dela educación superior, en los último
años se ha establecido Centro Nacional de evaluación de la Educación Superior
(CNEES) que así se denomina, ya que es el órgano encargado de promover acciones
de evaluación; cuyas tareas asignadas han sido la definición de perfiles de desempeño
o niveles de logro académico de los egresados de las IES, calificación de esos logros y
promoción de programas de evaluación institucional. Esta labor debe de generar
información objetiva sobre el desempeño de las instituciones de educación superior así
como de los estudiantes de que en ella están. Dentro de este proceso de evaluación se
han observado necesidades de evaluación y se han concretado en su aplicación, tales
como examen nacional de nuevo ingreso, examen nacional de egreso, estos son
exámenes individuales, por lo que no son instrumentos que evalúen a la institución.

No dejemos atrás la evaluación de desempeño académico docente, que, si bien son

criterios definidos por cada institución, el gobierno federal otorga un presupuesto para
este fin, como estimulo mismo que debe explicitarse en su reglamento interno.

Bien sabemos que, en México, la certificación y/o acreditación personal e institucional,

da connotación de prestigio y seguridad de que el egresado será un profesionista
exitoso, es por ello que estos procesos se han vuelto prioridad en las instituciones de
educación superior al ranquearse con estas evaluaciones y certificaciones, vemos que
esto se da más en instituciones privadas.