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ISAE UNIVERSIDAD

LICENCIATURA EN INFORMATICA

ENSAYO

ESTUDIANTES:
JOHANY NIEDERBERGER
FELIX CASES

PROFESORA:
VIRIDIANA CAMARGO

AGOSTO 2022
INTRODUCCION

La planificación de la demanda engloba un conjunto de acciones que tienen como objetivo


mantener los niveles de stock adecuados en el almacén para atender la demanda de los
clientes.
Para lograr un equilibrio entre demanda y suministro, las empresas han de contar con las
materias primas necesarias para fabricar la mercancía y, al mismo tiempo, con suficientes
productos terminados para poder entregar los pedidos a sus clientes.
Es importante la planificación de la demanda y cómo todos los procesos y decisiones de una
compañía están alineados con un fin común: asegurar un suministro que satisfaga a los clientes.
ENSAYO

La planificación de la demanda también conocida en inglés como demand planning es el motor


que hace funcionar toda la cadena de suministro. Consiste en estimar las ventas de una
organización para, así, organizar los procesos de producción, las operativas del almacén y los
presupuestos.
Todos los departamentos de una empresa (desde ventas y marketing hasta operaciones,
finanzas y logística) deben trabajar al unísono para hacer esas estimaciones. Gracias a ellas, se
establecen políticas de actuación y estrategias comerciales.
En un almacén, la planificación de la demanda ayuda a determinar la cantidad de producto de
cada SKU que hay que almacenar, el espacio necesario para dar cabida a todos los artículos y
el número de operarios y turnos que se requieren. También ayuda a establecer un stock de
seguridad que evite interrupciones en el servicio.
Sin embargo, la planificación de la demanda no solo se refiere a los recursos y departamentos
internos de la empresa, sino también a los externos. Así, por ejemplo, los proveedores que
suministran las materias primas también han de adaptarse a los tiempos y al ritmo de los
procesos productivos para evitar demoras.
Una vez calculada la planificación de la demanda, el departamento de compras de la empresa
puede determinar las cantidades de productos que necesita, tanto materias primas para
garantizar el suministro ininterrumpido de las líneas de producción como productos terminados
para atender a los clientes.
Conocer las cantidades de mercancía que la compañía va a gestionar aporta las siguientes
ventajas:
Satisfacción de los clientes y mejor imagen de la compañía. Planificar las ventas permite
disponer de un stock óptimo con los productos terminados en el momento oportuno.
Organización de la producción. Al tener una idea aproximada del número de productos que van
a venderse, se pueden prever las necesidades de las líneas de producción con antelación
(materias primas y embalajes requeridos).
Control del stock de reserva. Las compañías pueden contar con un stock de seguridad concorde
para afrontar la demanda del mercado, el lanzamiento de nuevos productos, ofertas y
promociones.
Reducción de la obsolescencia. Se almacenan solo los productos necesarios para cubrir la
demanda, lo que elimina roturas de stock y la posibilidad de que quede mercancía obsoleta en el
almacén. De este modo, también se rebajan los costes asociados con mantener productos
inmovilizados durante mucho tiempo.
Óptimo aprovechamiento del espacio de almacenaje. Poseer tan solo el stock imprescindible
disminuye drásticamente el espacio de almacenaje requerido (lo que minimiza el coste de
almacenamiento).
Organización del personal. En un almacén, no basta con disponer de los productos
indispensables para satisfacer las exigencias del mercado, sino que también es preciso
organizar a los operarios y los turnos para afrontar los eventuales cambios de la demanda y
ofrecer un servicio de calidad.
Minimización de los costes. Tener una previsión de las ventas contribuye a planear los
presupuestos de las compañías y a controlar los gastos con más exactitud.
Factores que intervienen en el ‘demand planning’
Estimar las ventas es una tarea más compleja de lo que pudiera parecer porque, en realidad,
estas están sujetas a cambios inesperados. No existe ningún método de previsión infalible
porque es imposible determinar todos los acontecimientos futuros.
Aunque hay productos con un patrón de consumo muy estable en el tiempo, no siempre es así.
Algunos productos son estacionales, por lo que se consumen en mayor volumen en
determinadas fechas del año. Otros, por contra, se ven influenciados por modas o cambios de
hábitos, lo que dificulta anticipar su venta. Entonces, ¿cómo abordar una planificación de la
demanda?
A la hora de estimar las ventas, las empresas analizan cuestiones como su evolución (durante
meses, trimestres o años precedentes). Los datos históricos sobre la demanda y las ventas son
muy útiles. Por un lado, la demanda incluye los artículos que solicitaron los clientes,
independientemente de si estaban en stock o no (y, por tanto, de si se pudieron comercializar o
no). Por el otro, las ventas son aquellos artículos que se vendieron y se expidieron.
Sin embargo, ¿qué ocurre con los nuevos artículos que no disponen de un histórico de ventas?
En estos casos, resulta crucial analizar el número de clientes potenciales y la situación del
mercado, tanto nacional como internacional, teniendo en cuenta factores políticos, económicos,
sociales y tecnológicos que podrían afectar a las ventas.
Asimismo, las estrategias comerciales de la competencia también son decisivas en la
planificación de la demanda. En este punto, no solo cabe identificar cuáles son los principales
competidores, sino también estudiar su estrategia e intentar prever su reacción.
Por último, hay que considerar las consecuencias y posibles resultados de aplicar una estrategia
comercial propia. Así, por ejemplo, campañas como los packs o las ofertas de 2x1 motivan a los
clientes a comprar por encima de sus necesidades, aunque provocan a la vez una reducción de
su consumo en el próximo ciclo de compra.
Métodos cuantitativos y cualitativos para calcular la previsión de demanda
Existen distintos métodos cuantitativos, basados en datos históricos, para calcular la previsión
de la demanda respecto a la gestión del stock. Principalmente, son tres:
Método ingenuo. Es muy simple, porque utiliza valores históricos y da por hecho que la
tendencia de las ventas se mantiene constante en el tiempo. El inconveniente es que resulta
poco realista, porque no tiene en cuenta las variaciones de la demanda.
Método de medias simples o móviles. Consiste en calcular la media aritmética de ventas durante
un periodo concreto (por ejemplo, un año). Para que la tendencia sea más realista, lo ideal es
hacer este cálculo en periodos más cortos (trimestres, meses o semanas).
Por otra parte, también se recurre a métodos cualitativos, empleados especialmente cuando se
lanzan nuevos productos al mercado. Dentro de esta categoría, entrarían los estudios de
mercado, en el que se analizan los clientes potenciales y las principales empresas competidoras.
E incluso a la analítica web, que observa el tráfico en internet para identificar el comportamiento
y usos de los clientes potenciales de la empresa.

CONCLUSIONES

En el pasado, las empresas se basaban en sus conocimientos y experiencia para hacer cálculos
más o menos acertados sobre las ventas y decidir la cantidad de productos que necesitaban
para atender a la demanda.
Poco a poco, con la llegada de la informatización, algunas empresas comenzaron a estimar sus
ventas utilizando programas de cálculo como Microsoft Excel, que aún pervive entre las
compañías pequeñas y medianas para este uso. De hecho, al ser una herramienta tan común,
ciertos empresarios continúan realizando inventarios con Excel, práctica nada aconsejable en un
almacén profesional. Tanto si se trata de predecir la demanda como de gestionar un almacén, lo
recomendable es servirse de herramientas especializadas.
Como Excel tiene una capacidad limitada, es preciso que el demand planner, es decir, la
persona encargada de hacer las estimaciones de venta, cuente con un software específico de
demand planning. Este software se basa en los flujos de información recopilados en el ERP y en
el software de gestión de almacenes (SGA), como Easy WMS de Mecalux, para estimar qué
productos deben almacenarse para atender la demanda.
Lo ideal es que el SGA disponga de una herramienta específica para hacer un análisis de datos
sobre todos los movimientos de un almacén. En el caso de Easy WMS de Mecalux, se trata del
módulo Supply Chain Analytics, una solución que convierte la gran cantidad de datos que se
producen a diario en un almacén en KPI que facilitan la toma de decisiones de mejora.

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