Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN Y
DIVERSIDAD CULTURAL
Área de Formación:
Procesos de Enseñanza y Aprendizaje
Segundo Semestre
Asesor: Mtro. Oscar Montejo Cruz
~2~
Contenido
Presentación - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 4
Propósito general - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 6
Duración del curso - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 7
Temas por sesión - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 7
Metodología de trabajo - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 9
Evaluación - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 10
Materiales - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 12
Bibliografía - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - 14
Actividades
~3~
Presentación
El presente curso de Procesos de Enseñanza y Aprendizaje se inscribe en el eje
disciplinar de formación inicial de la Maestría en Educación y Diversidad Cultural
para formar profesionales en la educación que contribuyan desde la reflexión e
investigación en los procesos del quehacer docente para lograr mayor calidad y
excelencia en la formación educativa. El curso que se lleva a cabo tiene la misión
de orientar a generar capacidad para emprender proyectos de investigación
cualitativa donde formulen propuestas y alternativas de transformación de la
práctica docente de los que trabajan en los distintos niveles y modalidades
educativos. Por ello, se espera que el estudiante vincule su práctica pedagógica con
la teoría, producto de la revisión de los contenidos del presente curso que los
conlleve a contribuir en la solución de problemáticas educativas a través de
propuestas concretas generadas de investigación sobre los procesos de enseñanza
y aprendizaje.
El curso representa un desafío consciente para que la comunidad educativa
enfrente la demanda de los profesores sobre la actualización de sus conocimientos
acorde a las exigencias de la globalización. También el curso plantea revisar
temáticas sobre las competencias del docente, reflexionar acerca de la propia
practica pedagógica en relación a la complejidad de las tareas y compromisos que
asume los formadores. Asimismo, este programa de estudio propone a los
estudiantes que adquieran una visión de análisis del desarrollo de la práctica
docente a lo largo de los años hasta nuestros tiempos y qué ha dejado la reforma
educativa que se gesta en el sistema educativo mexicano y chiapaneco.
La profesionalización docente ha adquirido especial relevancia, ya que tiene en
primera instancia la tarea de llevar a cabo en el aula, la enseñanza y el aprendizaje.
Por lo tanto, se sugiere que los estudiantes revisen y reflexionen las lecturas sobre
los distintos aspectos en la construcción del conocimiento como hilo conductor del
aprendizaje y enseñanza escolar visto desde una perspectiva constructivista. Por
último, los documentos que conforman la antología sobre las diversas técnicas de
trabajo didáctico, virtual, pedagógico, de medios, de estrategias diversificadas que
pueden ser soluciones a las problemáticas de aprendizaje que aqueja la actualidad.
~4~
De esta manera, el curso implica que los estudiantes cuenten con herramientas
teórico-metodológicas de carácter práctico que les permitan comprender con mayor
profundidad la experiencia docente e identificar los cambios que deben realizar para
favorecer las potencialidades de las competencias educativas para resolver los
problemas en el aula. El posgrado de Educación y Diversidad Cultural pone a su
disposición el presente material para la formación y el estudio de Procesos de
enseñanza y aprendizaje, correspondiente al segundo semestre, misma que se
desarrollará de manera virtual en seis sesiones de trabajo.
El curso se ha diseñado de forma digital para que los alumnos de esta maestría
puedan estudiarlo en el transcurso de las sesiones que se desarrollará. El diseño
de la estructura de este curso formativo es congruente con el programa curricular
de la maestría y se constituye por tres bloques que se han denominado: 1) El trabajo
docente, 2) La construcción del conocimiento, y 3) La relación contenido-métodos.
Cada bloque tiene lecturas que fueron seleccionados para profundizar los
conocimientos sobre aspectos específicos del trabajo docente. Así como la
discusión e intercambio de experiencias que se genere a través de círculos de
debate, además de sugerencias de situaciones didácticas para aplicarse en los
centros de trabajo de cada estudiante y con ello favorecer las competencias
esperadas que se proponen en las reformas educativas.
Se espera que este material organizado en una antología enriquezca la formación
académica de los estudiantes y constituya un apoyo teórico y práctico que impulse
el mejoramiento constante del trabajo pedagógico. Además, de favorecer de forma
proactiva los cambios necesarios en la manera de desarrollar las actividades
cotidianas dentro del aula y de la escuela.
~5~
Propósito General
~6~
Duración del curso
Los períodos y horarios de asesoría virtual, se muestran en la siguiente tabla:
~7~
Sesión Lecturas Producto Entrega
~8~
Metodología de trabajo
Para el desarrollo de las actividades de este curso, es necesario que los alumnos
asuman actitudes de responsabilidad en la entrega de los trabajos señalados en
este programa de estudio. También la argumentación clara de las ideas en forma
oral en la discusión, la disposición para debatir e intercambiar opiniones en la
plataforma digital, así como la apertura para escuchar a los demás en el grupo son
criterios para la construcción del conocimiento. De igual manera, la redacción
académica del ensayo en forma reflexiva crítica representa el esfuerzo individual de
aprendizaje del curso.
Para que las seis sesiones de trabajo sean realmente productivas es importante que
los alumnos y alumnas asuman el compromiso en torno a las siguientes
orientaciones didácticas:
El curso está diseñado para desarrollarse en la modalidad virtual.
Las lecturas de análisis y reflexión se anexan en el presente documento y
conlleva a la realización de los trabajos que se solicitan.
Leer con anticipación los textos sugeridos y realizar las actividades
correspondientes para aprovechar el uso del tiempo en las sesiones de
trabajo virtual.
Tener confianza para compartir las experiencias y los conocimientos
adquiridos con base a los contenidos señalados.
Escuchar a los demás compañeros y analizar las experiencias de los otros
de manera virtual.
~9~
Apertura y tolerancia hacia las opiniones con las que discrepan.
Se promueve la autorregulación de las participaciones de los estudiantes, lo
que implica generar argumentaciones y asumir una postura crítica ante la
lectura, la escritura de diversos textos, el dialogo con sus compañeros y
valorar cuando las intervenciones de los estudiantes sean necesarias o no
con el fin de construir conocimiento.
Para lograr los objetivos del curso es conveniente desarrollar las actividades
en el sentido que están planteadas y realizarlas en su totalidad lo que
permitirá concluir el curso de manera favorable.
Evaluación
Para tener derecho a ser evaluado el alumno deberá contar al menos con el 80%
de asistencia a las sesiones virtuales. Con la finalidad de alcanzar los propósitos
del curso y cada una de las sesiones virtuales, es indispensable que los alumnos
asistan a todas las sesiones de trabajo, realicen las actividades que implica el
trabajo virtual con compromiso, atención, responsabilidad y participación decidida.
Asistencia 10
~ 10 ~
Aspectos a calificar Puntajes
Entrega de trabajos (cuadros
comparativos, líneas de tiempo,
30
diapositivas, infografías, mapa mental,
síntesis, resumen y otros escritos)
Exposición, discusión, debate e
30
intercambio de experiencia
Ensayo argumentativo 20
Para obtener los 20 puntos del ensayo debe cumplir criterios argumentativos que
implica en la redacción de texto claridad y coherencia en los argumentos, claridad y
coherencia en los contraargumentos y conclusiones sobre el tema argumentado.
Además, la postura crítica que realiza el alumno en la redacción y las conexiones
entre las teorías revisadas. También demuestren en el trabajo escrito el uso
adecuado de la norma American Psychological Association (APA).
~ 11 ~
Materiales
Para una buena interacción académica en las sesiones se recomienda tener buena
conexión y dispositivos electrónicos, como los siguientes:
Requerimientos Técnicos
Laptop o PC
Conexión a Internet
Micrófono
Audífono (opcional)
Cámara web
Antología
~ 12 ~
Asimismo, encontrarán en esta plataforma digital las instrucciones para realizar las
actividades con las lecturas de cada bloque con la opción de descargar desde un
equipo de cómputo personal, con la finalidad de trabajar con los textos de manera
autogestiva.
~ 13 ~
Bibliografía
Cassany, D. (2021). El arte de dar clase. Barcelona: Anagrama.
Coll, S. C. (1997). Estructura grupal, interacción entre alumnos y aprendizaje
escolar. En Aprendizaje escolar y construcción del conocimiento (pp. 105-
132). México: Paidós.
Coll, S. C. (1997). La construcción del conocimiento en el marco de las relaciones
interpersonales y sus implicaciones para el currículum escolar. En
Aprendizaje escolar y construcción del conocimiento (pp. 177-188). México:
Paidós.
Criollo, V. M. I. (2018). Competencias del docente del siglo XXI. Revista Vinculando.
Recuperado de https://vinculando.org/educacion/competencias-del-docente-
siglo-xxi.html
De la Garza, S. G. (2011). Competencias docentes en el siglo XXI. Pálido de Luz.
Recuperado de http://palido.deluz.mx/articulos/257
Díaz-Barriga, A. F. y Hernández, R. G. (2002). Constructivismo y aprendizaje
significativo. En Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Una
interpretación constructivista (pp. 23-62). México: McGraw-Hill.
Díaz-Barriga, A. F. y Hernández, R. G. (2002). Estrategias de enseñanza:
características y recomendaciones para su uso. En Estrategias docentes
para un aprendizaje significativo. Una interpretación constructivista (pp. 147-
217). México: McGraw-Hill.
Florez, O. R. (1994). Constructivismo pedagógico y enseñanza por procesos. En
Hacia una pedagogía del conocimiento (pp. 234-253). Colombia: McGraw-
Hill.
Florez, O. R. (1994). De cómo el conocimiento no entra por los sentidos. En Hacia
una pedagogía del conocimiento (pp. 3-12). Colombia: McGraw-Hill.
Florez, O. R. (1994). Dinámica del desarrollo cognitivo individual. En Hacia una
pedagogía del conocimiento (pp. 62-74). Colombia: McGraw-Hill.
García, G. E. y Rodríguez C. H. M. (1991). El maestro y los métodos de enseñanza.
México: Trillas.
~ 14 ~
González, P. T. (1993). La figura del maestro en la historia del pensamiento
pedagógico. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado (16),
135-144.
Moreno, C. (2012). La construcción del conocimiento: un nuevo enfoque de la
educación actual. Sophia, Colección de Filosofía de la Educación, (13), 251-
267. Recuperado de https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=441846102011
Pérez, M. M. A. (s.f). Papel y visión social del magisterio en la historia de México.
recuperado de
https://formacioncontinuaedomex.files.wordpress.com/2011/06/mendez-
papel-y-visic3b3n-social.pdf
Perrenoud. P. (2011). De la reflexión en la acción a una práctica reflexiva. En
Desarrollar la práctica reflexiva en el oficio de enseñar (pp. 29-44). Barcelona:
Gráo.
Perrenoud. P. (2011). Saber reflexionar sobre la propia práctica ¿es éste el objetivo
fundamental de la formación de los enseñantes? En Desarrollar la práctica
reflexiva en el oficio de enseñar (pp. 45-67). Barcelona: Gráo.
Trejo, C. J. H. (Coord.) (2019). Apuntes para una nueva reforma educativa. México:
La Biblioteca, CRESUR.
~ 15 ~
Actividades
~ 16 ~
Bloque I. El trabajo docente
Objetivos de aprendizaje
1. Analizar las competencias docentes en razón de los actuales perfiles y de los
retos educativos del siglo XXI.
2. Reflexionar en los factores y condiciones presentes en la escuela, los nuevos
procesos de formación y la revalorización de la identidad profesional a través
de las experiencias educativas.
~ 17 ~
Actividad 01
~ 18 ~
Actividad 02
Realice la lectura del texto “Competencias docentes en el siglo XXI” de
Gloria de la Garza Solis y “Competencias del docente del siglo XXI” de
Marcia Iliana Criollo Vargas.
~ 19 ~
Actividad 03
La reflexión de la práctica docente permite comprender las diversas
transformaciones que se viven en el ámbito personal y profesional.
~ 20 ~
Actividad 04
La responsabilidad social de los maestros en el período histórico
depende en gran medida del compromiso de la sociedad con la
educación. Es fundamental el apoyo de ambos para lograr una mejor
enseñanza.
~ 21 ~
Actividad 05
La educación es un tema fundamental para impulsar el desarrollo y la
equidad social. En cada sexenio se elaboran acuerdos para la iniciativa
de reformar el sistema educativo como eje de la transformación que
requiere el país. De esta manera ofrecer a las futuras generaciones una
sociedad igualitaria, participativa, democrática y pacífica.
~ 22 ~
Bloque II. La construcción del
conocimiento
Objetivos de aprendizaje
1. Reflexionar sobre las teorías de la construcción del conocimiento en los
procesos de enseñanza y aprendizaje, como eje central en el desarrollo de
la educación de sujetos activos.
2. Analizar la intervención pedagógica del docente en la formación del
pensamiento crítico en el proceso educativo.
~ 23 ~
Actividad 06
El sujeto construye conocimiento a partir de la interacción con su
entorno físico y social, sin embargo, el aprendizaje dependerá del
desarrollo de sus capacidades cognitivas. Una persona que aprende
algo nuevo, lo incorpora a sus experiencias previas y a sus estructurales
mentales.
Lea el texto “La construcción del conocimiento: un nuevo enfoque
de la educación actual” de Carmen Moreno.
Con base a la lectura, elabora una infografía o mapa mental y
comenta sus aciertos y desacuerdos en plenaria.
Realice la lectura del texto “Estructura grupal, interacción entre
alumnos y aprendizaje escolar” y “La construcción del
conocimiento en el marco de las relaciones interpersonales y sus
implicaciones para el currículum escolar” de César Coll Salvador.
Elabora una presentación en el programa de su preferencia
(PowerPoint, Prezi, Canva, etcétera), destacando los aspectos
relevantes y exponga durante la sesión virtual.
~ 24 ~
Actividad 07
~ 25 ~
Bloque III. La relación
contenido-métodos
Objetivos de aprendizaje
1. Comprender los diversos métodos y técnicas de enseñanza significativa del
pasado y los tiempos actuales que exige la reforma educativa.
2. Conocer el aprendizaje de diversos contenidos curriculares: conceptuales,
procedimentales y actitudinales.
3. Identificar las estrategias de enseñanza que promueve el aprendizaje
significativo y la formación integral de los alumnos.
~ 26 ~
Actividad 08
Cuando comparativo
Métodos Técnicas
~ 27 ~
Actividad 09
~ 28 ~
Actividad 10
Al respecto, elija y lea uno de los capítulos del libro “El arte de
dar clase” de Daniel Cassany.
Comente y discuta su punto de vista en plenaria.
~ 29 ~
Trabajo Final
Ensayo argumentativo
Instrucciones:
Seleccionar algún(os) aspecto(s) que dificulta el proceso de enseñanza y
aprendizaje en el aula y agregar un título.
Redactar el texto en forma argumentativo.
El ensayo debe tener portada, introducción, desarrollo del tema (con
argumentos, contraargumentos), conclusión y sustento bibliográfica.
La extensión mínima del documento es de 12 cuartillas y máximo 15
cuartillas, incluida portada y bibliografía
Características del documento: interlineado a 1.5, letra tamaño 12, Times
New Roman, con formato justificado.
Utilizar norma APA 6ª edición o superior para la citación.
Evaluación
Postura crítica
Identificación de la complejidad de enseñanza-aprendizaje
Nexos entre las teorías revisadas y otras investigadas
Claridad y coherencia en los argumentos
Claridad y coherencia en los contraargumentos
Uso de norma APA
Sustento teórico a la reflexión (bibliografía)
~ 30 ~
Desglose de lecturas
Bloque I: El trabajo docente
1.4. Saber reflexionar sobre la propia práctica ¿es éste el objetivo fundamental de
la formación de los enseñantes?
1.4.1. ¿Por qué formar a los enseñantes para reflexionar sobre su práctica?
1.4.1.1. Compensar la superficialidad de la formación profesional
1.4.1.2. Favorecer la acumulación de saberes de experiencia
1.4.1.3. Acreditar una evaluación hacia la profesionalización
1.4.1.4. Preparar para asumir una responsabilidad política y ética
1.4.1.5. Permitir hacer frente a la creciente complejidad de las tareas
1.4.1.6. Ayudar a sobrevivir en un oficio imposible
1.4.1.7. Proporcionar los medios para trabajar sobre una mismo
1.4.1.8. Ayudar a afrontar la irreductible alteridad del aprendiz
1.4.1.9. Favorecer la cooperación con los compañeros
1.4.1.10. Aumentar la capacidad de innovación
~ 31 ~
1.7. Apuntes para una nueva reforma educativa
1.7.1. Apuntes para una nueva reforma educativa y el reto de la profesionalización docente
1.7.2. Desafíos para la inclusión en el Sistema Educativo Mexicano
1.7.3. Análisis del estado actual de la educación en México 2018
1.7.4. Un modelo educativo pertinente para México
1.7.5. Educación inclusiva: Utopía, falacia y realidad (es)
1.7.6. Reflexiones y rutas para la (re)profesionalización del magisterio
1.7.7. Construyendo la carrera docente en México
1.7.8. Evaluación educativa y equidad social
~ 32 ~
3.1.3. Hacia una metodología de la enseñanza
3.1.4. Técnicas de enseñanza
3.1.5. La instrucción programada
3.1.6. La práctica: un método individualizado
~ 33 ~
Sala de Maestros
Cartas entre maestros
Gloria De la Garza Solis
Resumen
El presente trabajo resume una propuesta sobre las competencias que deben tener los docentes en su
formación inicial. Se fundamenta en una investigación realizada como trabajo de doctorado, una larga
trayectoria de labor docente e intercambios en instituciones educativas en otros países. La formación del
docente por competencias hace referencia a cinco ámbitos que están enfocados a la práctica docente en
cualquier área de especialización. El primero enfoca las competencias que el docente debe tener como
formación específica en el área que enseña para cumplir con los estándares de desempeño que la
educación exige. El segundo ámbito describe las competencias del docente en el área pedagógica como:
planificación, metodología, uso y selección de recursos tanto didácticos, como tecnológicos y evaluación
del aprendizaje; el tercer ámbito hace alusión a las competencias culturales, el cuarto campo enfatiza las
competencias de formación continua y desarrollo profesional; y, el quinto componente que se plantea
como eje transversal que sostiene la profesión docente y que representa el liderazgo, compromiso ético y
vocación docente. La formación ideal de profesores exige que los docentes apliquen prácticas
profesionales competentes capaces de satisfacer las necesidades de aprendizaje de los estudiantes, de
cultivar en ellos valores que les permitan vivir como verdaderos ciudadanos, de responder al
cumplimiento de estándares de desempeño docente en una sociedad versátil.
Palabras clave: Formación docente por competencias, perfil profesional, estándares de desempeño
docente, competencias específicas, competencias pedagógicas, competencias culturales, competencias de
formación continua y desarrollo profesional, competencias de liderazgo, compromiso ético y vocación
docente.
1 / 10
Competencias del docente del siglo XXI
Publicado por Marcia Iliana Criollo Vargas en Revista Vinculando. Fecha: 06-14-2018.
Introducción
La formación del profesorado por competencias se ha constituido en uno de los problemas que enfrentan
las universidades en nuestro país. Se habla incluso de que cualquier profesional puede ser docente, y
existen muchos casos en los que profesionales de otras ramas se dedican a la práctica docente.
La presente aportación describe algunos ámbitos controvertidos de la formación del profesorado por
competencias, para delimitar de alguna manera las funciones, el perfil o las competencias que debe tener
un docente desde su formación inicial y poder contribuir a que las universidades reconsideren su rol en la
formación de los docentes profesionales que ofrece a la sociedad actual.
La propuesta se basa en una investigación de tesis para doctorado y se desarrolla en cinco ámbitos de
formación que describen las competencias específicas en el área que enseña, las competencias
pedagógicas, las competencias culturales, las competencias de formación cultural y las competencias en
liderazgo, compromiso ético y vocación.
El mercado laboral del docente para mantenerse acorde a las demandas sociales exige una educación de
calidad que combinan las competencias básicas que el docente necesita tanto, para desarrollar
aprendizajes significativos con sus estudiantes, como para formar ciudadanos productivos, innovadores y
emprendedores útiles en la sociedad del siglo XXI.
Definición de competencia
Para llegar a establecer lo que es una competencia, tenemos que referirnos necesariamente a tres
componentes, conocimiento, destrezas y actitudes como lo señalan. (Leon, Caldwell, Dolores, D. Tarver,
2008), aunque algunos autores incluyen la experiencia como un componente importante en el desempeño
profesional.
Zabalza (2003: 70) define a la competencia como el “conjunto de conocimientos y habilidades que los
sujetos necesitamos para desarrollar algún tipo de actividad”, o el caso de Yániz Álvarez y Villardón
Gallego (2006: 23) que definen como
“el conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes necesarios para desempeñar una ocupación
dada y la capacidad de movilizar y aplicar estos recursos en un entorno determinado, para
producir un resultado definido”.
Personalmente considero que la formación del docente es clave en el desempeño de su labor, las
competencias con las que se profesionaliza implican que tenga las herramientas básicas indispensables
para enfrentar la tarea de enseñar y aprender.
Las instituciones públicas son muy tolerantes ante la diversidad de formación docente que tenemos en las
universidades mientras que las instituciones educativas particulares demuestran mayor exigencia en la
2 / 10
Competencias del docente del siglo XXI
Publicado por Marcia Iliana Criollo Vargas en Revista Vinculando. Fecha: 06-14-2018.
Es un sitio online donde se anuncia trabajo para docentes se exige que este sea positivo y entusiasta
capaz de vencer obstáculos y anime a los demás; honesto y auténtico comprometido con los estudiantes
y los compañeros, organizado y planificador que haga uso eficiente del tiempo; comprometido con su
profesión y los estudiantes; confiable, ecuánime y auto- controlado en situaciones difíciles; motivador
y entusiasta con estándares y expectativas de los estudiantes; cuidadoso y simpático capaz de responder
a los sentimientos de los estudiantes y orientarlos hacia sus objetivos; flexible y voluntarioso para alterar
lo planeado y orientar a los estudiantes hacia lo positivo; entendido y abierto hacia la integración de
nuevos conocimientos de su especialidad para traducirlos a sus estudiantes; creativo, versátil e
innovativo, procurando incorporar técnicas y actividades que habiliten a los estudiantes a tener
experiencias de crecimiento únicas y significativas; paciente para ver todos los aspectos de una situación
y ser justo y objetivo en circunstancias difíciles.
Cuando vemos todo este conjunto de cualidades o perfil de un docente, notamos lo difícil de la profesión.
Vale la pena entonces preguntarse, ¿en realidad los docentes son tan perfectos para cumplir con tantas
buenas cualidades?, ¿nos forman para tener tal perfil como docentes?
Parte del arte de ser un buen profesor, es la habilidad que tiene el docente para adoptar diferentes roles en
el aula dependiendo de las necesidades de los estudiantes. Las demandas y cambios sociales, políticos,
económicos y culturales que se están dando en el siglo XXI exigen por parte de la educación cambios de
perfil profesional en la docencia.
Los docentes necesitan tener una formación que la podemos especificar en cinco campos:
Los nuevos desafíos de la era de las comunicaciones y cambios vertiginosos demandan además la puesta
en marcha de creatividad para innovar, realizar mucha investigación y poner en práctica nuevas ideas para
lograr hacerse entender con los estudiantes.
3 / 10
Competencias del docente del siglo XXI
Publicado por Marcia Iliana Criollo Vargas en Revista Vinculando. Fecha: 06-14-2018.
Las instituciones educativas se constituyen en el espacio laboral más delicado con el que hay que trabajar,
dado que se forma seres humanos reflejados en las sociedades que tenemos.
El dominio de un campo específico para desempeñarse como docente requiere de un alto grado de
desarrollo de la capacidad de análisis, síntesis y de organización de la información para que al momento
de enseñar sea capaz de generar conocimientos significativos y duraderos con los estudiantes. Saber
priorizar los contenidos, cumplir los objetivos y lograr resultados de aprendizaje en un tiempo razonable
es una habilidad que requiere de experiencia.
Los profesores deben ser conocedores de los modelos metodológicos adecuados y acordes a las últimas
tendencias, manejar las mejores estrategias de enseñanza para alcanzar las destrezas que se van a
desarrollar, seleccionar, adaptar y usar los recursos didácticos y tecnológicos más apropiados para generar
aprendizajes significativos y evaluar por logros o resultados de aprendizaje basados en los estándares de
desempeño docente.
2.1. Planificación
Los docentes deben demostrar solvencia en la planificación de clase, siguiendo los lineamientos del
currículo establecido y con un enfoque de cumplimiento de los estándares de aprendizaje que establece
cada asignatura.
La planificación es el proceso de definir metas claras y elegir los medios para alcanzar las mismas. Al
referirse a las metas los docentes debemos alcanzar los estándares de aprendizaje establecidos en la ley y
la corresponsabilidad que implica de que el docente de cada uno de los años evidencie los logros al
finalizar el año escolar, esto se lo puede verificar a través de pruebas estandarizadas sumativas. (Stoner,
1996).
4 / 10
Competencias del docente del siglo XXI
Publicado por Marcia Iliana Criollo Vargas en Revista Vinculando. Fecha: 06-14-2018.
Por lo tanto, la planificación micro curricular requiere que el docente investigue constantemente, que
justifique fuentes de consulta bibliográfica, que incluya recursos tecnológicos actualizados, que aplique
adaptaciones curriculares de acuerdo con el contexto y realidad de los estudiantes.
2.2. Metodología
Un método de enseñanza es “el conjunto de momentos y técnicas lógicamente coordinados para dirigir el
aprendizaje de una persona hacia determinados objetivos”. (Sin, 2014).
Cuando hablamos de la metodología es necesario tomar en cuenta los estilos de aprendizaje de los
alumnos, es decir que, las estrategias, actividades y el procedimiento de la clase debe ser diversa para
lograr llegar hacia cada uno de los estudiantes generando aprendizajes significativos.
Es indispensable para el docente y para el alumno conocer su estilo de aprendizaje predominante, esto
ayuda al docente a diversificar la metodología y al estudiante ser parte activa en el proceso de desarrollo
de la clase aprovechando sus fortalezas para aprender a aprender.
Los estilos de aprendizaje son las características que definen las diferentes formas de significar la
información o experiencia que se transforma en conocimiento, considerando que todos los estudiantes
pueden aprender cualquier cosa siempre y cuando se les presente la información en los términos,
modalidades y organización que les resulte más asequibles cognitiva y afectivamente hablando. (Figura:
anexo No. 2)
El rol que deben asumir es el de guía, mediador, promotor y generador de la creación intencional de un
ambiente y condiciones motivadoras del entorno de aprendizaje que facilitan el logro de los objetivos
planificados, propiciando una serie de actividades de aprendizaje las cuales se articulan al desarrollo de
habilidades de pensamiento cognitivo de los alumnos.
Es muy importante que el docente tome en cuenta las diferentes etapas del desarrollo del pensamiento del
ser humano que establece Jean Piaget para aplicar la metodología de enseñanza, estas son: etapa
sensoriomotora desde el nacimiento hasta los 2 años, preoperacional de 2 a 7 años, de operaciones
concretas de 7 a 11 años y de operaciones formales de 11 0 12 en adelante. (Figura: Anexo No. 3)
Cuando se trata de que los estudiantes aprendan se debe considerar que es necesario que el estudiante
desarrolle destrezas de desarrollo del pensamiento cognitivo y que van desde las destrezas de bajo orden
hasta las de alto orden cognitivo de acuerdo con la edad de los estudiantes.
La forma en que se presente la información no es la misma para un niño que para un joven, y de eso
depende que el estudiante internalice la misma, lo que implica la competencia metodológica del docente
para lograr aprendizajes significativos con los estudiantes . (Figura: Anexo No. 4).
5 / 10
Competencias del docente del siglo XXI
Publicado por Marcia Iliana Criollo Vargas en Revista Vinculando. Fecha: 06-14-2018.
El trabajo de los docentes expresada en el sentido de eficiencia y eficacia para alcanzar aprendizajes
válidos con los estudiantes no tendría ningún sentido sino selecciona adecuadamente los recursos más
idóneos, sino utiliza las TICs, sino maneja diversas bases de datos actualizadas y válidas para mejorar la
práctica docente.
Cuando el docente selecciona los recursos debe considerar los objetivos que se quiere lograr, la sintonía
con los contenidos o información, las características de los estudiantes (capacidades, estilos de
aprendizaje e intereses de los alumnos, conocimientos previos, experiencia y habilidades); el contexto
(espacio, conexiones y organización); las estrategias didácticas (secuencia, técnicas) que va a utilizar con
el material seleccionado.
Los docentes son los llamados a direccionar el uso de teléfonos celulares, tablets y dispositivos para
motivar a los estudiantes a leer, el uso de aplicaciones móviles para facilitar el desarrollo de habilidades
de idioma, de diccionarios electrónicos para escribir bien, de diseño, de acceso a programas digitales de
gran utilidad.
Los blogs para desarrollar competencias de escritura, los audios en wassap para trabajar habilidades de
comunicación oral que son esenciales en cualquier profesión.
2.4. Evaluación
Los docentes deben conocer las características de la evaluación: permanente y formativa que provee
información efectiva para modificar el proceso si fuere necesario; continua durante todo el proceso,
integral porque considera todos los elementos del currículo; flexible porque permite buscar alternativas de
mejora, es científica porque analiza la información desde diferentes perspectivas; transparente, fiable y
objetiva porque no se parcializa y se evidencia justa cuando se realiza con un instrumento válido; es
referencial porque permite establecer relaciones de los resultados y metas; confidencial y decisoria porque
permite tomar decisiones.
6 / 10
Competencias del docente del siglo XXI
Publicado por Marcia Iliana Criollo Vargas en Revista Vinculando. Fecha: 06-14-2018.
Es necesario que el docente conozca muchas técnicas e instrumentos de evaluación que no son
precisamente solo los exámenes. Existen técnicas como: el interrogatorio: el cuestionario, la entrevista, la
autoevaluación; técnica de resolución de problemas que incluye: pruebas objetivas, de ensayo o temas,
simuladores y pruebas estandarizadas; técnica de productos como: proyectos, monografías, ensayos,
reportes etc.: Técnicas de observación donde están: los registros de participación, las demostraciones, la
exposición oral, los registros anecdóticos y escalas de evaluación, portafolios, listas de control, cotejo,
rúbricas etc.
Así mismo, se debe aplicar diversos procesos de evaluación: la autoevaluación para reflexionar sobre la
práctica y el aporte al logro de aprendizaje de los estudiantes, la coevaluación para identificar fortalezas y
debilidades, para aplicar acciones remediales, así como desarrollar habilidades personales y
metacognitivas transferibles a otras áreas, y la heteroevaluación que generalmente se aplica de profesor a
estudiantes, pero no en viceversa.
3. Competencia cultural
La cultura puede ser definida como las ideas, costumbres, destrezas, arte y herramientas que caracteriza a
un grupo de personas en un periodo de tiempo. Candon (1973) considera a la cultura como “un sistema de
patrones integrados, los cuales permanecen bajo el umbral de la conciencia, los cuales gobiernan el
comportamiento humano de una forma como manipular y controlar las cuerdas de un títere” (p. 4). Otros
autores consideran a la cultura como elemento clave para definir al ser humano. De hecho para Coseriu
(1991) “cultura es el hombre mismo”.
La competencia cultural se configura en el sentido de saber convivir en el mundo social con reglas de
comportamiento enmarcadas en el respeto a sí mismo y hacia los demás.
El ser un buen ciudadano no es fácil, hay que comprender la dinámica de la inteligencia emocional donde
convergen un conjunto de disposiciones o habilidades que nos permite tomar las riendas de nuestros
impulsos emocionales (autocontrol), comprender los sentimientos más profundos de nuestros semejantes,
manejar amablemente nuestras relaciones o dominar esa capacidad que señaló Aristóteles de enfadarse
con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo
correcto. (Coleman, 1996)
Generar una cultura de convivencia armónica, de valores ciudadanos, de honestidad, de reglas claras de
respeto a la diversidad, a la naturaleza, a la vida misma es lo que debe mover a los docentes. La cultura es
la que nos identifica como ciudadanos latinoamericanos donde el irrespeto y la corrupción se han
convertido en una etiqueta que los docentes debemos cambiar.
7 / 10
Competencias del docente del siglo XXI
Publicado por Marcia Iliana Criollo Vargas en Revista Vinculando. Fecha: 06-14-2018.
Entrenamiento generalmente implica entender conceptos básicos y principios como prerrequisitos para
aplicarlos en el aula. Es importante que los docentes en su formación se inicien con un poco de
entrenamiento bajo un estricto régimen de control y seguimiento antes de empezar a ejercer su profesión.
Los grandes desafíos del siglo XXI, nos llevan a plantear la formación de redes interactivas de apoyo y
capacitación docente que permitan el desarrollo de la creatividad, la innovación y el emprendimiento en
nuevas teorías y formas de enseñar que se enmarquen en generar aprendizajes mediante el desarrollo de
proyectos con los estudiantes.
La práctica docente además requiere el desarrollo de las capacidades investigativas para mantenerse
actualizado sobre los últimos avances de la ciencia y la tecnología. La práctica además implica trabajar en
equipo a través de redes cooperativas de interaprendizaje profesional que aporten al desarrollo de la
ciencia.
Pues el trabajo colaborativo entre docentes aumenta la creatividad, eleva la autoestima, favorece la
investigación e innovación, toma en cuenta la diversidad cultural y apoya la inclusión social, beneficia las
relaciones personales y permite la interacción y apoyo interinstitucional.
El liderazgo también se aprende, con la lectura, la experiencia y la investigación ya que los docentes
tienen la tarea de dejar una huella marcada en nuestros estudiantes, hacer que ellos recuerden a sus
docentes por las cualidades lideresas y no por ser docentes facilistas que daban clases aburridas.
La ética es otro componente elemental en la práctica docente, cuando un docente jura defender su
profesión con rectitud y lealtad ante las leyes de la República automáticamente adopta el compromiso
ético de desarrollar el ejercicio profesional serio, responsable y humanista.
Humanismo implica ser consciente de los derechos, pero también de los deberes para con los más
delicado de la sociedad que son los estudiantes. La sociedad demanda del docente, un modelo para los
educandos, un profesional justo y honesto por la integralidad e integridad que sea digno de ejercer tan
noble profesión. (Rojas, 2011).
La profesión docente es la tarea que tiene efectos transformadores en los educandos y de ellos depende las
8 / 10
Competencias del docente del siglo XXI
Publicado por Marcia Iliana Criollo Vargas en Revista Vinculando. Fecha: 06-14-2018.
sociedades que tenemos y que tendremos a futuro. Por lo tanto, la práctica de una acción por parte del
docente tendrá efectos reproductivos en los educandos, y es por ello que, los docentes deben ser
conscientes de su rol como gestores de normas morales y comportamientos éticos.
La vocación es la inspiración, el gusto, el “llamado” que siente la persona para realizar una determinada
labor, el docente que tiene vocación trabaja con esmero, con ahínco, con amor porque al sentir que forma
personas no solo genera conocimientos, sino que también forma valores para forjar una sociedad mejor.
El docente que tiene vocación se siente realizado profesionalmente y como persona porque su profesión
es única cuando forma y guía personas hacia el camino del bien con una alta calidad humana y
sensibilidad social.
Conclusiones
Es necesario que para que los docentes respondan a la exigencias y demandas que plantea una sociedad
global, las universidades deben asumir el rol protagónico y fundamental de generadora de cambios en la
formación inicial del docente desde los cinco ámbitos expuestos.
Competencias específicas del área que enseña, competencias pedagógicas (planificación efectiva,
metodologías innovadoras, uso eficiente de recursos y evaluación vista como oportunidad de mejora),
competencias culturales, formación continua y desarrollo profesional; y, el eje sobre el que convergen
todas las competencias del docente en la profesión, el liderazgo, compromiso ético y vocación.
Cuando hablamos del perfil del docente como positivo, entusiasta, honesto auténtico y comprometido,
organizado, planificador, ecuánime, controlado, motivador, cuidadoso y simpático, flexible, voluntarioso,
entendido, abierto, creativo, versátil e innovativo, paciente e inspirador, aparentemente la comunidad
confía en una persona perfecta la educación de sus hijos y eso es algo que el docente debe tomar en
cuenta para reflexionar y responder como maestros por vocación y no por profesión respondiendo a los
desafíos de una sociedad versátil.
Bibliografía
Cañete, M. (08 de Agosto de 2015). El rol del docente frente a las TIC. Obtenido de http://fido.pal
ermo.edu/servicios_dyc/publicacionesdc/vista/detalle_articulo.php?id_articulo=11828&id_libro=5
71
Coleman, D. (1996). Inteligencia Emocional e Inteligencia Social. Kairos: Leader Summaries.
Gomez, L. y otros. (2004). Manual de estilos de Aprendizaje. Mexico: Secretaría de Educación
Pública.
Leon, Caldwell, Dolores, D. Tarver. (2008). Definitions of multicultural competence: frontline
human service providers' perspective. Journal of Multicultural Counseling and Development., 88.
Marchesi, A. y otros. (2009). Aprendizaje y Desarrollo Profesional Docente, Metas Educativas
9 / 10
Competencias del docente del siglo XXI
Publicado por Marcia Iliana Criollo Vargas en Revista Vinculando. Fecha: 06-14-2018.
Cuida nuestro planeta, por favor no imprimas este artículo a menos que sea realmente necesario.
10 / 10
View publication stats
Powered by TCPDF (www.tcpdf.org)
•
1
De lo reflexión en lo occión
auno práctica reflexivo
~ idea de reflexión en la acción y sobre la acción se une a nuestra expe-
riencia del mundo. Sin embargo, si nos paramos a pensar) el sentido de
estas expresiones no se muestra del todo diáfano. Es evidente que un ser
humano piensa bastante a menudo en lo que hace, antes de hacerlo, ha-
ciéndolo y después de haberlo hecho. ¿Acaso esto lo convierte en un prac-
ticante reflexivo?
Pensarnos igual que respiramos, si con ello entendemos pensar en
algo, tener una actividad mental cualquiera. Para el Diccionario Ideológico ,Jg
la Lengua Española de Julio Casares, pensar, en su primera acepción, signi-
fica 'imaginar o discurrir una cosa' . ¿Dónde he metido las llaves? ¡Llegaré
tardel ¡Hace frío! ¿Con quién me he encontrado en la calle? ¿Adónde ire-
Inos de vacaciones? Todos ellos, actos de pensamiento, discursivos. Y ¿acaso
es sencillamente pensar en lo que valIlOS a hacer. en lo que hacemos y en
lo que hemos hecho?
Pensary reflexionar•.• en algunos contextos, ambas palabras parecen in-
tercambiables. Pero si queremos diferenciarlas, diremos que la reflexión
indica cierto distanciamiento. El mismo diccionario Casares define este
sustantivo con dos acepciones 1 la primera en sentido propio y la segunda
en sentido figurado: 'Fís. Acción y efecto de reflejar o refl<tiarse. 11 fig. Ac-
ción y efecto de reflexionar'. La primera acepción procede del verbo re-
flejar, es decir 'Hacer retroceder o cambiar de dirección la luz [ ... ]
mediante el choque con una superficie adecuada como un espejo'; la se-
gunda, de reflexionar, que es un uso figurado derivado de reflejar: 'Consi-
derar nueva y detenidamente una cosa'.
La metáfora del espejo está muy presente en el concepto de abstracciéin
reflectante, tal como lo definió Piagel (1977); el pensamiento se toma a sí
mismo como objeto y constrnye estrucnlras lógicas a partir de sus propias
operaciones.
En ciencias humanas, la distinción entre pensar y reflexionar no es tan
evidente, ya que no hay solución de continuidad entre el pensamiento más
próximo a la acción, el que la guía y la reflexión más distanciada. Más qne
oponer pensamiento y reflexión, la corriente desarrollada por Sehón
(1987,1991,1994, 1996) distingne más bien la reflexión en la acción y la re-
flexión sobre la acciéin.
30 IlESAí:ROLlAR LA PRÁCTICA RfFtUJVA ni H OFICIO OY lllSEil,u:
De todas formas, estas distinciones quedan algo difuminadas. Los tra- hacer una critica. 'f.
bajos de Scbi'm están llenos de ejemplos tomados de diferentes oficios, pero a una familia de ac
los funcionalmentos mentales subyacentes están, bastante a menudo, con- nes parecidas. En la
ceptuaJizados con la ayuda del sentido común. Debemos a sus traductores flexionar sobre el!
quebequeses (Gagnon y Heynemand), que se encuentran en la confluencia comprender. apren
de varias culturas cientificas y lingüísticas, el haber relacionado la práctica flexionar no se limi
reflexiva con la noción piagetiana de abstracción reflectante, lo que justifi- ca, un análisis) un F
ca la diferencia entre rej1exionar para actuar y rejle>:Wnar sobre la acción. acciones:, imaginad.:
La noción de práctica reflexiva nos remite en realidad a dos procesos
mentales que debemos distinguir, incluso y sobre todo, si tenemos la inten- ¿Acaso esta distinción
ción de estudjar S1..L~ conexÍones: De hecbo, hay más contim
• No existe acción compleja sin reflexión durante el proceso; la prác- • La reflexión en la ac
tica reflexiva puede extenderse, en el sentido general de la palabra, cióu, porque pone <-
como la reflexi6n sobre la situadón~ los objetivos, los medios, los re- momento, pero que
cursos, las operaciones en march~ los resultados provisionales la t
calma»; no 10 hace e
evolución previsible del sistema de acción. Reflexionar durante la ac- de la reflexión sobre
ción consiste en preguntarse 10 que pasa o va a pasar, 10 que pode- • La reflexión sobre]
mos hacer, 10 que hay que hacer, cuál es la mejor táctica, qué cante, a menudo sir
orientaciones y qué precauciones hay que tomar, qué riesgos existen, acción y para prever
etc. Se podría bablar entonces de práctica refoixirmada, pero tanto en SchOn (1996, p. 332
francés como en castellano, este adjetivo connota demasiado la pru- la cadencia de ]a ao
dencia de quien antes de hablar y medita profundamente antes de perimentarse iterac
actuar. Esta prudencia no está ausente de la reflexión en la acción, de simular una accil
pero es un valor que tiene que vérse)as con lIDa realidad que, a me- precisión de las ace
nudo, . Ante el apremio; el practicante podría, por temor a acUlar nes preparan una a
impulsivamente, dejar de intervenir con rapidez, ignal que aquellos liberan la energia n
conductores que por reflexionar demasiado jamás hacen un adelan-
tamiento. Según la naturaleza de la acción en curso, la balanza En su distinción. Schó
entre reflexión y acción no puede ser la misma. Con Sebón, nótese re á dos dimensiones dístir
también que la acción emprendida puede desarrollarse en unos bien, las dos ideas no se o:
pocos segundos o en unos meses~ según si consideramos como ac- flexionar, aunque sea de fo
ción una operación puntual (por ejemplo, guiar un contraataque en sus contratiempos y sus ree
un campo de fútbol o una operación bursátil) o una estrategia a En cuanto a la cronole
largo plazo (por ejemplo, recomponer la situación financiera de una acción-, sólo se muestra de
empresa o seguir un tratamiento médico complejo). La acción hu- no dura más que unos insú
mana está hecha de muñecas rusas: las acciones más puntuales (de-- se dice de una acción en el
volver la calma a una clase) participan a menudo de una acción más las cartas; por otro lado, ce
global (hacer ap",nder), mientras que las accione. de largo alcance La acción presente, es de.
se analizan en una multitud de acciones más limitadas. mos en la misma situacié
• Reflexionar sobre la acción... eso es otra cosa. Es tomar la propia a menuda, deja tiempo p.
acción como objeto de Tf]jkxi6n, ya sea para compararla con un mo- el ejemPlo del mM/ro que
delo prescriptivo, a lo que habríamos podido o debido hacer de más dad, el del aboUada que p
o a lo que otro practicante habría hecho, ya sea para explicarlo o alumno con dijicultades.
•
Di lA REflEXlíiY EJI LA AWÓ!! AUIIA i'l~t1Io. /l:fFlflJVA 31
•
1 algo difuminadas, Lo, tra- hacer una crítica. Toda acción es única, pero en general pertenece
)s de diferentes oficios, pero a una familia de acciones de1 mismo tipo provocadas por simacio~
TI, bastante a menudo, con~ nes parecidas. En la medida en que la acción singular se cUlllple, re-
Debemos a sus u'aductores flexionar sobre ella sólo tiene sentido, a posterieri, si es para
ncuentran en la confluencia comprender, aprender, integrar lo que ha sucedido, Entonces, re-
aber relacionado la práctica flexionar no se limita a una evocación sino que pasa por una críti-
;n reflectante, lo que justifi- ca, un análisís, un proceso de relacionar con reglas~ teorías ~ otras
lexiona'r sobre la acción. acciones; imaginadas o conducidas en una situación análoga.
: en realidad a dos procesos
re todo, si tenemos la ínten~ ¿Acaso esta distinción es tan claca y categórica como sugiere Sellón?
De hecho, hay más continuidad que contraste:
durante el proceso; la prác- .. La reflexión en la acción provoca a menudo una reflexión sobre la ac-
'ntido general de la palabra, ción, porque pone {(en reserva» cuestiones imposibles de tratar en el
objetivos, los medios, los re- momento. pero que el practicante quiere volver a analizar «con má."I
resultados provisionales, la calma»; no lo hace cada vez, pero sin embargo es uno de los recursos
n, Reflexionar durante la ac- de la reflexión sobre la acción,
;a o va a pasar, lo que pode- • La reflexión sobre la acción permite anticipar y preparar al practi-
ál es la mejor táctica, qué cante, a menudo sin él advertirlo. para reflexionar más rápido en la
le tomar, qué riesgos existen, acción y para prever mejor las hipótesis; los «mundos virtuales», que
ca reflexionada, pero tanto en Sehón (1996, p. 332) define como: «mundos imaginarios en los que
) connota demasiado la pru- la cadencia de la acción puede ralentizarse y en los que pueden ex-
ita profundamente antes de perimentarse iteraciones y variaciones de la acción», son ocasiones
de la reflexión en la acción, de simular una acción por parte del pensamiento; la repetición y la
con una realidad que, a rne- precisión de las acciones posibles en la esfera de las representacio-
podría, por temor a actuac nes preparan tma aplicación rápida de los aspectos más sencillos y
1 rapidez, igual que aquellos liberan la energía mental para hacer frente a lo imprevisible,
iado jamás hacen un adelan-
,cción en curso, la balanza En su 'distinción, Schon todavía mezcla más las cartas porque se refie-
a misma. Con Sebón, nótese re a dos dimensiones distintas: el momento y el objeto de la reflexión. Abora
uede desarrollarse en unos bien, las dos ideas no se oponen. Reflexionar en la acción es también re-
n si consideramos como ac- flexionar~ aunque sea de fOl'llla fugaz, sobre la acción en curso, su entorno,
lo~ guiar un contraataque en sus contratiempos y sus recursos.
bllI'Sátil) o una estrategia a En cuanto a la cronología. -reflexionar antes, durante o después de la
a situación financiera de una acción-, sólo se muestra de forma sencilla si consideramos que una acción
ca complejo). La acción hu- no dura más que unos instantes, después de lo cual «se extingue», tal como
acciones más puntuales (de- se dice de una acción en el lenguajejurídico. El mismo Sehón entremezcla
l m.enudo de una acción lnás las cartas; por otro lado, con buen criterio:
las acciones de largo alcance La acción prestmte, es IÚicir, el Periodo lÚi tiempo durante el cual nos tmC&ntra-
s más limitadas. mas en la misma situación, varia considerablemente de un caso a otro y, muy
:ra cosa. Es tomar la propia a menudo, deja tiempo para reflexionar SOÚTe lo que estamos haciendo, Veamos
!ara cornpararIa con un mn- el ejemplo lÚii médico que administra un tratamiento para curar una enferme-
ldido o debido hacer de más dad, ellÚil ahogado que prepara una causa o ellÚil profesor que se ocupa lÚi un
ho, ya sea para explicarlo o alumno con dificultades, En estos casos se trata lÚi procedimientos que pu.eden
32 DESARROLLAR LA PRACTICA REFlEXIVA EN El OFICIO DE ENSERAR
prolongarse durante semanas, meses e incluso años. Par momentos, todo va debe seguirse: interrumpir
muy deprisa, pero en el intervalo han tenido todo el tiempo del mundo para re- capítulo antes de acabar la 4
flexionar. (SchOn, 1996, pp. 331-332) un alumno indisciplinado, r
pida o fuera de lugar, dejar
Si la situación está definida de este modo, por su móvily sus retos más Cada una de estas micn
que por una unidad de tiempo y de lugar, puede transcurrir con intermiten- una actividad mental. Cuan
cias y a veces, en escenas múltiples. Por la misma razón, entre sus tiempos aparece «prerreflexionada»,
fuertes, podemos observar unos tiempos de latencia, durante los que el conscientes de que pensam(
actor puede reflexionar más tranquilamente sobre lo que ha sucedido 0- por lo tanto, se dirá, no hay 1
sobre el resultado de las operaciones. ¿Se trata entonces de una reflexión A veces, surge la duda,
en la acción o sobre la acción? La distinción no permite mucho análisis. impulsos contradictorios, e
Aquí propondremos la distinción siguiente: los atempera. Cuando no sal
• Por una parte, la reflexión sobre una acción singular, que puede circunstancias, el tiempo qu
tener lugar ya sea en plena acción como en el recorrido previo (an- do, se puede disparar una
ticipación, decisión) o posterior (análisis, evaluación). flujo de los acontecimiento
• Por otra parte, la reflexión sobre un conjunto de acciones parecidas y su «paralización de la acción»
estructura; esta última puede concernir al practicante o a un sistema también una forma de actu(l
de acción más complejo del que sólo es un pequeño engranaje. mismo, de otra manera, en
mas nada, dejamos que la Sil
Estas distinciones, todavía sumarias, permiten entrever tres pistas com- reflexión en la acción es, pi
plementarias en la formación de practicantes reflexivos: sión», sin recurso posible a (
• Desarrollar, más allá de ]0 que cada uno hace espontáneamente, la un «tiempo muerto», como
capacidad de reflexionar en plena acción. cerIo durante un partido.
• Desarrollar la capacidad de reflexionar sobre la acción en el reco- Este proceso puede lIe1
rrido previo y posterior' de los momentos de compromiso intenso mente para darse tiempo pal
con una tarea o una interacción. Pelletier (1995) sugiere a lo:
• Desarrollar la capacidad de reflexionar sobre el sistema y las es- que se puede interpretar COI
tructuras de la acción individual o colectiva. bitus, que conduce a diferen(
gunas situaciones justifican
Estas tres facetas son complementarias; efectivamente, es raro que un que actuar demasiado depri~
practicante que reflexiona lo menos posible durante la acción reflexione los efectos de la emoción o q
intensamente antes de actuar o se haga muchas preguntas apostmm. Igual- cidir con conocimiento de e
mente, la reflexión sobre las estructuras de la acción tiene sus raíces, en ge- alumnos: «Pues no lo sé. Voy
neral, en una reflexión regular y precisa sobre la mayor parte de las otras situaciones, esta reflexi
acciones singulares, en' curso, pasadas o previstas. En clase, algunos comp'
Intentemos mostrar la continuidad y el encadenamiento de estos obje- porque son repetitivos, por
tos de reflexión y de sus nwmentos, a propósito de la práctica pedagógica. tualidad constante, la huida
tidas a un compañero o la il
no nos lleva a una situación ~
La reflexión en plena acción recidas, lo que deja tiempo
versas estrategias posibles. l
En plena acción pedagógica, hay poco tiempo para meditar y se reflexiona acción permite simplemente
principalmente para guiar el siguiente paso, para decidir el camino que te o si podemos darnos algo'
•
Ih lA urin;UJN n u. A{(IOI! AUNA f>L\CIICA RtHUrvA 33
•
años. Por momentos, todo va debe seguirse: interrumpir o no una charla, empezar o no con un nuevo
lo el tiempo del mundo para re- capítulo antes de acabar la clase, aceptar o no una excusa~ castigar o no a
un alumno indisciplinado, responder o no a una pregunta insolente, estú-
pida o fuera de lugar, dejar salir o no a un alumno, etc.
, por su móvily sus retos más Cada una de estas microdedsiones (Eggleston, 1989) pone en marcha
::le transcurrir ron intcrmitcnr una actividad mental. Cuando nos encontramos en la rutina, la actividad
na razón, entre sus tiempos aparece «prerreflexionada»; al llmite de la conciencia. Pensamos pero sin ser
atencia, durante los que el conscientes de que pensamos, no hay deliberación interior, no hay dudas,
¡obre lo que ha sucedido o por 10 tanto, se dirá, no hay reflexión, en el sentido propio de la expresión.
1. entonces de una reflexión A veces, surge la duda, sopesamos entre dos posibilidades, entre los
no permite mucho análisis. impulsos contradictorios. entre un movimiento afectivo y la razón que
los atempera, Cuando no sabemos muy bien lo que hay que hacer> vistas las
acción singular, que puede circunstancias, el tiempo que falta, el clima de la clase, el trabajo empeza-
) en el recorrido previo (an- do, se puede disparar una reflexión en plena acción. cuando incluso el
,í5, evaluación). flujo de los acontecimientos no se interrumpe e impide una verdadera
¡unto de acciones parecidas y su ~<paralizadón de la acción» (Pelletier, 1995). No intervenir es entonces
al practicante o a un sistema también una fonna de actuar, en el sentido en que esta actitud pesará asi~
un pequeño engranaje. mismo, de otra manera, en el (..'U!'so de los acontecimientos. Si no decidi-
mos nada, dejamos que la situación evolucione Y> tal vez, que empeore. La
ten entrever tres pistas com- reflexión en la acción es, por lo tanto, 1"ápída, guía un proceso de «deci-
-eflexivos: sión)), sin recurso posible a opiniones externas, sin la posibilidad de pedir
J hace espontáneamente, la un «tiempo muerto;». como un equipo de baloncesto tiene derecho a ha-
~m.
cerlo durante un partido.
. sobre la acción en el reco- Este proceso puede llevar a la decisión de no intervenir inmediata~
tos de compromiso intenso I mente para darse tiempo para reflexionar con más tranquilidad, Es lo que
Pellerier (1995) sugiere a los gestores, invocando un «saber de inacción» •
.r sobre el sistema y las es~ que se puede interpretar como una forma de sabíduna incorporada al 00-
:tiva. bitus, que conduce a diferenciar fa decisión. No toda indecisión es fatal. Al-
gunas situaciones justifican una respuesta posterior. El ensefiante siente
=:ctivamente, es raro que un que actuar demasiado deprisa sería poco acertado, que se encuentra bajo
urante la acción H."Ílexione los efectos de la emoción o que le faltan elementos de apreciación para de-
preguntas a posterillri, 19ual- cidir con conocimiento de calLlia" A veces. puede decir abiertamente a sus
:ción tiene sus raíces, en ge- alumnos! «Pues no 10 sé. Voy a pensar en elJo y os l'esponderé mañana». En
bre la mayor parte de las otras situaciones, esta reflexión es interior.
:as. En clase, algunos comportamientos sólo se convierten en problemas
cadenamiento de estos oóje- porque son repetitivos, por ~jemplo, los charloteos crónicos, la impun-
fe la práctica pedagógica, tualidad constante, la huida continua ante las tareas) las agresiones repe-
tidas a un compañero o la impertinencia habitua1. Entonces, la decisión
no nos lleva a una situación singular, pero sí a una serie de situaciones pa-
recidas, lo que deja tiempo para formarse una opinión o contemplar di-
versas estrategias posibles. Una parte importante de la reflexión en la
[lara meditar y se reflexiona acción permite simplemente decidir si tenemos que actuar ínmediata.men-
,ara decidir el camluo que te o sí podemos darnos algo de tiempo para una reflexión más tranquila,
34 OtSAUOUAR lA PFJ(JIU mUXIYA EH El OflUO IH ENSEIl'AR
Tanto si es para estimar la urgencia de una decisión COlllO para to- dividuo y el mundo. En alg'
marla sobre la marcha si no puede aplazarse, es importante que los practi- miento parece «sumergido
cantes desarrollen una capacidad reflexiva movilizable «en el apremio y en de las operaciones mentale~
la incertidumbre» (Perrenoud,1996c): Mientras que la lógica
Incluso cuando la acd6n actual es lmroe, sucede que los act<Jre5 pueden ''ntre- acción se estudian con relal
narse para pensar en lo que hacen. Entre los inúircamhWs que no duran 1IIás delos de funcionamiento d,
que fracciones de segunclo, un /men jugadl:tr de lenis aprenderá a darse un parecen todavía bastante co
tiempo de refkxión pura planificar el próximo golpe. Escatimará un instantIJ y que a veces denominamos i
su juego sólo será 11II1jor sí hu evaluado bien el tiempu de rejlexiún del que dis- tienen nada de mágico y qu
pone y sí sabe íntegrar su rifkxi6n en el desarrollo normal de la acción. l ...] entonces dejar éste último
De hecho, nuestra concepción del arte de la práctica debería asignar un lugar entrenamiento intenso, en ~
central a las formas por las que los practicantes aprenden a crear las ocasiones tanto, la acción pedagógica
de refkxi6n durante la acd6n. (SchOn, 1996, p. 332) das. La inmersión en una el
diversidad de configurador
Sin menospreciar la parte de la improoisad6n regulada, expresión del tensificar o densificar la ex¡
habit-us como sistema de esquemas (Bourdieu, 1972, 1980; Perrenoud, Un entrenamiento más
1994a, 1996., 2001e) que nos dispensa de reflexionar cuando no es nece- regulación cognitiva, en ticr
sario ni posible, hay mucho que ganar si se desarrolla en formación la ca- pero tamblén favorecerla un
pacidad al mismo tiempo de «crear ocasiones de reflexionar. y de sacarles resulta dificil reflexionar sot
provecho de la mejor forma posible, dominando el estrés, yendo a lo esen- presenta una fuerte opacidw
cial, confiando en configuraciones globales de indicios más que en el aná- acción, en el momento de u
lisis aguzado de cada uno o tomando decisiones sobre la base de una dría llevarse a cabo en un n
mezcla de lógica y de intuición. Carbonneau y Hétu (1996, p. 86) nos pro- dedicao a otras tareas o har
ponen una comparación interesante con la conducta en el automóvil. en tiempo para repasar cQn má:
la que la visión del principiante se corresponde a la visión nocturna, mien~
tras que la del experto evoca la visión diurna:
l,., ] el campo que aprelumdemos presenta una gran apertura. Tenemos la im- lo reflexión fuero del im
presión de tener ojos alredeclor de toda la cabeza y el menor movimiento que se
produzca en ese campo es inmediatamente detectaclo e ínmedlatamenúJ se pro- En este caso, el profesor no I
puede -si bien no de forma automática- capitalizar ÚJ experiencia, e incluso lo reflexión sobre el sist
transformarla en CtJnocimientos susceptibles de ser utilizados de nuevo en
otras circunstancias, Acción: la expresión es amb
La ~eflexión está dominada por la prospección cuando se produce en el se refiere a la acción humaJ
momento de la planificación de una actividad nueva o de la anticipación sería mejor hablar de rejlexi
de un acontecimiento, incluso de un pequeño problema inesperado (por viduo se aleja de una acción
ejemplo, acoger a un nuevo alumno que cambia a mitad de curso). Inclu- de su acción y sobre el sistel
so entonces, es raro que el enseñante no se base en experiencias persona- En un primer nivel, la 1
les más o menos transferibles. dona los fundatucntos racÍ(
En el oficio de enseñante, la reflexión fuera del impulso de la acción bIes. su tratamiento, los c(
no siempre es tranquila. A veces se ve presionada, constreñida entre dos ayudamos. El acto de inflYr1n<
tiempos fuertes, por ejemplo, cuando roba unos minutos al control de la plo, en el de piloto o en la
clase, mientras qne los alumnos trabajan individualmente o bien durante mientos mantenidos durant
el recreo, Puede desarrollarse entre dos clases, durante la pausa de me~ márgenes de error: conodrr
diodía O al fina1 de unajornada escolar. Entonces, a menudo conduce a un la memoria de trabajo, infc
problema que debe resolverse bastante rápido, por ejemplo, decidir si hay cias precipitadas O aproxirn;
que eximir de educación física a un alumno que no se siente bien o bien tes, mal enfoque del probl
confirmar la sospecha en relación con el trab'!io entregado por otro alum- ayudas disponibles, modelo
no. La reflexión sobre lo que ha pasado o pasará en clase ocupa, de forma Tarde o temprano, se al
más o menos planificada, una parte del tiempo libre de los enseñantes, en que han sido efectuadas sin
los atascos de circulación o mientras se duchan, pero también con ocasi.ón de nuestro cerebro. Cuant,
de conversaciones con colegas o familiares. nos falta, más pensamos en e
La presión <,física» de los alumnos es entonces lnenos fuerte, pero un loto automático», sin penSé
ensef¡¡mte dispone a fin de cuentas de poco tiempo para todas las acciones que seguimos, comprobar s
pasadas, en curso O futuras que merecerían reflexión. Incluso fuera de clase Incluso hablando de una rE
puede experimentar cierto sentimiento de apremio, de zappinginsatisfacto-- acción, volvemos a mostrar
rio entre diferentes problemas, Con la frustración de no poder llegar hasta acción. Ésta. concierne no sól
el final de ninguna hipótesis, leyendo, conversando, formándose ... raciones intelectuales, 10 ql.
Por otro lado, la reflexión sobre la acción se renueva constante- éstas últimas son sólo aedor
mente con el devenir de los hechos presentes. Nada hay tan efímero can a represen tadones y sin
como las interacciones y los incidentes críticos en una clase. Cada día. Tanto si son «concreto
nuevos elementos ocupan el primer plano de la escena. Así, la reflexión actos todos los días. Las sin
sobre la acción a menudo se rompe tan pronto empieza, a m,ereed del tras acciones y operaciones
flujo de los acontecimientos que ordena otras decisiones y otras refle- tante estable. Podemos lIamaJ
xiones que, a su vez, son captadas por la actualidad. El funcionamiento O esquel1U1 de accián, en el sel
de la prensa diaria es una buena metáfora de 10 que vive un practicante Las acciones, en realidadJ
sobre las estructuras reÚJtivamente estabks de su propia acción y sobre los siste- f:uación a la siguiente, di
mas de accián colectiva en los que participa. rentes repeticiones O aPUce
•
DE LA REFlEXION EN LA ACCION AUNA PRACTICA REFlHlVA 37
•
forma irreflexiva, sino porque nuestra decisión ha seguido caminos ídénti- por lo tanto. en la existendt
cos ante problemas análogos. Tenemos una forma eslllUe de afrontar el parecidas. Esta permanencia
conflicto, la presión} la falsedad¡ la ignorancia, la agresividad, la incerti~ insatisfacción, cuando el act,
dumbre y el desorden. Las operaciones mentales son acciones interioriza- tímido, ansioso, ingenuo. le]
das que, a su vez, son sobreentendidas por los esquemas. La reflexión de un pra
Con Bourdieu, podemos llamar habitus al conjunto de los esquemas de monta. en general a casos co:
que dispone una persona en un momento de su vida. El hamtus se define se la~ disposiciones estables
C01110 un: ejemplo una escalada sin fin
l ... ] pequeño conjunto de esquenuu; que permite engendrar infinidad de prác- ve como rebelde o perezoso
ticas adaptadas a situaciones siempre TImOVadas, sin eonstitluirse jamás en lares, pero de igual eotmc
principios explícitos. (Bourrueu, 1972, p. 209) menos veleidosa, en la cone
da de ser, de pensar y de aet
No somos conscientes de todos nuestros actos, pero sobre todo, no Entonces, el reto no só
siempre somos conscientes del hecho de que nuestros actos sigan estruc- forma distinta la próxima ve;
turas estables. Pero el hecho de que no tengamos una consciencia dara es otro distinto. Asi vemos córn
a menudo «funcional»: nuestros esquemas nos permiten actuar rápida- trada en el éxito inmedíato,
mente. ca....i con pi1oto automático, 10 que físicamente es más económico, reflexión del individuo sobr
por lo meno. mientras no se interponga ningún obstáculo fuera de lo ha- sn identidad personal o prol
bitual. Piaget habla de un «inconsciente práctico», para subrayar que algu- También apreciamos có
nos de nuestros esquemas se han constituido en lo implícito, a merced de con motivo tanto de la opa
la experiencia, sin saberlo el individuo. Otros, procedentes de acciones ini- actor como de sus ambivale
cialmente reflexionadas. incluso de la interiorización de procedimientos. los métodos de explidtaciór
se han convertido en rutinas de las que ya no tenemos condencia. flexión salvaje y de la toma (
Nuestra acción es siempre la expresión de lo que somos, lo que cono~ La reflexión sobre su ac
cemos como personalidad o carácter en la lengua de cada día, más que un al actor a su inserción en 1,
habiw.s. A veces, reflexionamos sobre nuestros esquemas de acción, inclu- demás. Cada nno está ocup'
so si no utilizamos esta expresión científica. Para designar habitualnlente bitus, que la ínteracción enri
los aspectos de nuestro habitus cuya existencia presentimos, hablamos se hace posible funcionar ce
de costumbres, de actitudes, de manías, de refl~íos, de «complejos», de o],.. dUBo armoniosa. Bourdieu I
•
DE lA .HlU10N E' lA ,mo, , '" "lenCA 'Em",. 39
•
sesiones~ de disposidones1 de tendencias, de rutinas y de rasgos de carác-
1 constante de la conducta ter. Incluso si no somos capaces de describir exactamente su naturaleza. su
génesis y su modo de conservación~ observamos su permanencia y sus efec-
onocirnienlos-en-acto del indivi- tos más o menos afortunados.
~ a la acción del inditnduo ser A veces, sucede que un enseñante tiene ganas de cambiar de habitus,
porque el suyo lo «involucra» constantemente en acciones de las que no
está satisfecho, por ejemplo, una tendencia a controlarlo todo, a ser des-
ental) , pero no impide la va- confiado o a intervenir en la mínima discusión entre el alumnado, o una
tÍr de la trama memorizada. inclinación a minimizar los riesgos. a mofarse de los temores de los alum-
l es UJl equilibrio entre una nos o a hacer responsables a sus padres de su conducta (por ejemplo, lle-
,comodacÍón de estos esque- gar tarde, tener los deberes por hacer~ ser indisciplinado o provocar
desórdenes).
. deliberación interior, fiues.- Esta reflexión sobre sus esquemas de acción enraíza en la conciencia-
Jorque hayamos actuado de ción del carácter repetitivo de algunas reacciones, de algunas secuencias,
1 ha seguido caminos idénti- por lo tanto, en la existencia de guibnes que se reproducen en situaciones
forma estable de afrontar el parecidas. Esta permanencia es una fuente de identidad, pero también de
la~ la agresividad, la in('.erti~ insatisfacción, cuando el actor se siente demasiado desconfiado, impulsivo,
ues son acciones interiorua- tímido, ansioso, ingenuo, lento, veleidoso o irritable.. <
los habitus. Ésta explica por qué es dificil cambiar solo y justifica los enfo- Los incidentes desencac
ques sistémicos de la terapia y del cambio. cil decir in abstracto por qu<
Por su función, su saber, su responsabilidad de control de la clase y el Llegaremos a captar mucho
tipo de contrato y de relación que privilegia, el enseñante tiene más poder ticante si lo conducimos a eo
que los alumnos sobre el sistema de acción colectiva, pero no es el único jefe. neral lo que ha desencaden
Por otro lado, su lutbitus es, en primer lugar, el producto de lo que ha puede tan sólo ser la gota qu
vivido y vive fuera de su clase actual, en otras clases o en diferentes grupos lleva a afirmaciones del tipo:
en los que entra también en sinergia con otros actores. La reflexión sobre Entre los incidentes o a
la acción nos introduce entonces en una reflexión sobre la relación, mos, por ejemplo, Jos siguie.
sobre nuestra forma de crear o de mantener lazos con el otro (Cifali, 1994), • Conflicto.
pero también sobre las dinámicas de los grupos y de las organizaciones. • Falta de rectitud, indí
• Agitación de la clase.
• Dificultades de apren
Uno reflexión fon plurol como sus prodimntes • Apatía, falta de partie
• Actividad que fracasa
A esta diversidad de los objetos y niveles de reflexión hay que añadir la de • Actividad que no con
los estilos cognitivos y las situaciones concretas. N o todos funcionamos de • Resistencia de los alu
la nlisma forma. Para saber cómo un practicante reflexiona en plena ac- .' Planificación inaplica
ción, sobre la acción, sobre los conocimientos y sus esquemas de acción o • Resultados de una pr
también sobre los sistemas de acción colectiva en los que está implicado; • TIempo perdido, des.
hay que observarle y preguntarle. .. MOlnento de pánico.
Los matom, de la reflexión son múltiples: • Momento de cólera.
• Problema que hay que resolver. • Momento de cansanc
• Crisis que hay que resolver. • Momento de tristeza,
• Decisión que hay que tomar. • Injusticia inaceptable
• Regulación del funcionamiento. • Elementos surgidos e
• Autoevaluación de la acción. • Llegada de un visitan
• Justificación para con un tercero. • Llegada de un nuevo
• Reorganización de sus categoria.:;, lllCntales. • Fichas para rellenar.
• Deseo de comprender lo que pasa. • Consejo de orientaci<
• Frustración o rabia que hay que superar. • Solicitación de una a~
• Placer que hay que conservar a cualquier precio. • Formación desestabil
• Lucha contra la rutina o el aburrimiento. + Discusión en equipo.
• Investigación de sentido. • Conversación con los
• Deseo de hacerse valer mediante el análisis. • Conversación con los
• Formación y construcción de conocimientos. • Conversación con ter
• Búsqueda de la identidad. .. Reuniones con los pa
• ReguJadón de las relaciones con los otros.
• Trabajo en equipo. No todos los enseñante
• Rendir cuentas. o incidentes. Sin contexto i
dos incidentes le harán 1'efl<
Úi reflexión
se sitúa entre nn polo pragmático, que es un medio de aetillll; también intervienen filtros p
y un polo de identidad, que es fuenle de sentido y forma de ser en el mmldo. mentas de depresión jamás h
•
DE LA RHUXION EH U ACOÓN AUNA !'ÚUI(A RfHUIVA 41
•
lbíar solo y justifica los enfo- Los incidentes desencadenantes son igualmente diversos. Resulta difi-
cil decir in abstracto por qué reflexionamos sin referirnos a un contexto.
ad de control de la Clase y el Uegal'eIIlOS a captar mucho mejor el funcíonamiento reflexivo de un prac-
,1 enseñante tiene más poder ticante si lo conducimos a contar episodios reflexivos. Evocará entonces en ge-
:ctiva, pero no es el únicojefe. neral lo que ha desencadenado un episodio. Sin embargo, un incidente
jar, el producto de lo que ha puede tan sólo ser la gota que colma el vaso. Provoca un efecto límite y nos
clases o en diferentes grupos lleva a afirmaciones del tipo: «No podemos continuar ash>.
)5 actores. La reflexión sobre Entre los incidentes o acontecimientos desencadenantes. encontrare-
reflexión sobre la relación~ IIlOS, por ejemplo, los siguientes:
o:os con el otro (Cifalí, 1994), • Conflicto.
JS y de las organizaciones. • Falta de rectitud, indisciplina.
• Agitación de la clase.
• Dificultades de aprendizaje.
cantes • Apatía, falta de participación.
• Actividad que fracasa.
,flexión hay que añadir la de • Actividad que no consigue su objetivo.
IS. No todos funcionamos de • Resistencia de los alumnos,
ante reflexiona en plena ac- • Planificación inaplicable.
s y sus. esquemas de acción o • Resultados de una prueba.
a en los que está implicado, • Tiempo perdido, desorganización.
• Momento de pánico.
• Momento de cólera.
• Momento de cansancio, de aversión.
• Momento de tristeza, de depresión.
• If\iusticia inaceptable.
+ Elementos surgidos en consejo de clase.
+ Llegada de un visitante.
• llegada de un nuevo alumno.
ales. • Fichas para rellenar.
• Consejo de orientación que hay que dar.
Ir. + Solicitación de una ayuda.
ier precio. • Formación desestahilizante.
too • Discusión en equipo.
• Conversación con los alumnos.
álisis. • Conversación cqn los colegas.
lentos. • Conversación con terceros.
• Reuniones COn los padres.
ros.
No todos los enseñantes son sensibles a los mismos acontechnientos
o incidentes. Sin contexto definido, cada uno dirá que unos determina-
dos incidentes le harán reflexionar. En realidad, durante un año escolar,
:0, que es un medio de actuar, también intervienen filtros personales, de forma que; por ejemplo, los mo-
y forma de ser en el mundo. mentos de depresiónjantás hacen reflexionar a tal enseñante (espera a que
42 OrSmOUA'llA nAnitA RrfID!YA. Uf !l OFl(1O IIE ENSfÑAR
pase todo), mientras que la perspectiva de rellenar los boletines u:imestIa- reflexivo no se contenta con
les lo sume cada vez en los abismos de la perplejidad y suscita lma reflexión ni con lo que ha descubierto,
de fondo sobre la evaluación. tantemente sus objetivos) sus
Penser la bouche pleine es el título de un hermoso libro de Schlanger tos. Entra en una espiral sin
(1983) sobre la epistemología. ¿Cuándo y dónde reflexionamos? Los luga- teoriza sobre su práctica, solo
res, los tiempos, los climas de la reflexión, a su vez, varían. La reflexión se preguntas, intenta compren
asienta en una realidad cotidiana a veces extremadamente prosaica e in- prcvé una nueva forma de act
cluso cómica. Todos los practicante. que reflexionan no adoptan la postu- se concentra en ohjetivos m;
ra del pensador de Rodin. Cuando reflexionan en plena acción, en cIase, métodos. La práctica reflexiv
manifiestan estilos muy distintos: unos piensan en voz alta o hablan para lar, exige una actitud y una i{
no decir nada, lo que les da tiempo para formarse una idea; otros se reti~ Esta actitud reflexiva y el
Tan un instante de la interacCÍón, asignando una tarea a los alumnos; algu- pontáneamente en cada pen
nos cierran los ojos, otros escriben o dibujan, se sientan o caminan ... tIal del oficio de enseñante
Para reflexionar sobre la acción, los esquemas o los sistemas de acción, pleno derecho, corresponde
la elección de posturas es todavía más amplia: en casa, al levantarse, antes nua, desarrollar la actitud rel
de acostarse, conversando con la familia, en el margen de uua lectura, pre- hacer correspondientes.
parando las clases, corrigiendo ejercicios, tomando el té, haciendo gimna- En numerosos paises exi
sia... O conduciendo o cn el autobús, en el supermercado, en la playa... vía dista de estar lo bastante a
Cuando se tercie.o de forma metódica, en lugares apropiados o en cual- terminadón haciendo las e
qmer lado, en la soledad o en la intenlcción. exactamente cómo afrontark
Hay algunas concesione~
los estudiantes aprendan a
De lo reflexión ocosionol olo próctiro reflexivo que renunciar a sobrecarga
mientas disciplinares y metoc
Evidentemente, a todos nos sucede alguna vez que reflexionamos espontá- cedimiento clínico, la resoluc
neamente sobre la propia práctica, pero si este planteamiento no es metó- la reflexión profesional} en lit
dico ni regular no va a llevar necesariamente a concienCiaciones nÍ a sobre el terreno y tiempos d.
cambios. Cualquier enseñante principiante reflexiona para asegurar su su- ñante todas las respuestas po
pervivencia (Holborn, Wmeen y Andrews, 1992; Woods, 1997); luego, hacia la práctica reflexiva es
cuando ya ha conseguido la velocidad de crucero, lo hace para navegar diantes en las aulas y en prác¡j
algo por encÍllla de la línea de flotación; y, finalmente, a veces, para con- y de regulación.
seguir objetlvus más ambiciosos. Esta reflexión espontánea no lo convierte FJ5ta es una de las razon
en un practicante reflexivo en el sentido de Schón (1983, 1987, 1991) o de man) en el mejor de los casos
St-Arnaud (1992). petencias no dejarán de aun
Un «enseñante reflexivo» no cesa de reflexionar a partir del momento no sólo porque sigan prograJ
en que consigue arreglárselas, sentirse menos angustiado y sobrevivir en nen una capacidad de autorreg
clase. Sigue progresando en su oficio, incluso en ausencia de dificultades o periencia y del diálogo con,
de crisis, por placer o porque no puede impedirlo, porque la reflexión se que la formación desarrolle
ba convertido en una forma de identidad y de satisfacción profesionales. Y del habitus, del saber hacer, ,
se entrega con herramientas conceptuales y métodos, a la luz de los dife- tos profesionales. De este Ir
rentes conocimientos y, en la medida de lo posible, en el marco de una práctíca y con uno mismo, u
interacción con otros practicantes. Esta reflexión construye nuevos cono-- sis, de planteamiento y de e~
cimientos, que tarde o temprano se utilizarán en la acción. Un practicante flexiva con lo que hacemos,
•
DE l.A WlHl(¡H t:K LA. AmÓH Jo lIN~ rR!mu ImLEXIYA 43
•
llenar los boletines trimestra- reflexivo no se contenta con lo que ha aprendido en su formación inicial
kjidad y suscita una reflexión ni con lo que ha descubierto en sus primeros años de práctica, Revisa cons-
tantemente sus objetivos. sus propuestas, sus evidencias y sus conocimien-
hermoso libro de Schlanger tos. Entra en una espiral sin fin de perfeccionamiento, porque él mismo
nde reflexionamos? Los luga- teoriza sobre su práctica, solo o dentro de un equipo pedagógico. Se plantea
su vez; varían. La reflexión se preguntas, íntenta comprender sus fracasos, se proyecta en el futuro;
,tremadamente prosaica e in- prevé una nueva forma de actuar para la próxima vez~ para el próximo allo,
exionan no adoptan la postu- se concentra en objetivos más definidos y explicita sus expectativas y S115
an en plena acción. en clase, métodos. La práctica reflexiva es un trabajo que. para convertirse en regu-
:an en voz alta o hablan para lar, exige una actitud y una identidad parúculares.
marse una idea; otros se reti- Esta actitud reflexiva y el habitus correspondiente no se construyen es-
una tarea a los alumnos; algu- pontáneamente en cada persona. Si deseamos hacer de ello la parte cen-
, se sientan o caminan ... tral del oficio de enseñante para que se convierta en una profesión de
~mas o los sistemas de acción, pleno derecho, corresponde especialmente a la formación, inicial y conti-
1: en casa, allevantarse~ antes nua, desarrollar la actitud reflexiva y facilitar los conocimientos y el saber
:1 margen de una lectura, pre-- hacer correspondientes.
"ando el té, haciendo gimna- En numerosos países existe una evolución en este sentido, pero toda-
supermercado. en la playa ... vía dista de estar lo bastante avanzada, a veces por falta de desearla con de--
ugares apropiados o en cual- terminación haciendo las concesiones necesarias y también de saber
exactamente cómo afrontarlo todo.
Ray algunas concesiones que hay que sacrificar de entrada: para que
los estudiantes aprendan a convertirse en practicantes reflexivos, hay
~flexiva que renunciar a sobrecargar el currículo académico inidal de conoci-
mientos disciplinares y metodológicos. dejar tiempo y espacio para un pro-
z que reflexionamos espontá- cedimiento clínico. la resolución de problelnas y el aprendizaje práctico de
te planteamiento no es metó- la reflexión profesional, en una articulación entre tiempos de intervención
nte a concienciaciones ni a sobre el terreno y tiempos de análisis. Más que suministrar al futuro ensc--
;!f1exiona para asegurar su su- flaIlte todas las respuestas posibles, lo que hace una formación orientada
1992; Woods, 1997); luego, hacia la práctica reflexiva es multiplicar las ocasiones para que lo. estu-
'ucero, lo hace para navegar diantes en las aulas y en prácticas se foxjen esquemas generales de reflexión
inalmente, a veces, para con- y de regulación.
o espontánea no lo convierte Ésta es una de las razones por las que, en formación inicial. se for-
chOn (1983, 1987, 1991) o de Inan en el mejor de los casos, solamente buenos princípiantes, cuyas com-
l
•
•
2
o distinta en formación conti-
ás claramente hacia una prác-
~ión de los conocimientos
¿Por qué formar alos enseñantes paro reflexionar sobre su práctica? comprender un curso inadej
que «lo que se entiende hien
En este apartado. consideraremos diez razones. vinculadas de forma trlUy presarl0 vienen con fluidez»:
dispar a la evolución y a las necesídades recientes de los sistemas educati- enseguida deberían ser cap::;
vos, Todas ellas traducen una visión definida del oficio de enseñante y de ruantes correctamente selecc
la escuela, El lector que no la comparta no hallará las mísmas razones para nivel exigido para tomar nut
formar a los enseñant.es a reflexionar sobre su práctica. Incluso es posible flexión la palabra magistral..
que no encuentre ninguna.,. res de universidad, igual que
No existe ninguna cronología ni jerarquía entre estas razones. Enton- lllejoran con el transcurso d<
ces, podemos esperar de una práctica reflexiva que: dáctico para desarrollar el sa
• Compense la superficialidad de la formación profesional. en ocasiones, su desprecio p'
• Favorezca la acumulación de saberes de experiencia. formación intelectual esped
• Acredite una evolución hacia la profesionalizadón. con realismo lo que pasa y a<
• Prepare para asumir una responsabilidad política y ética. Podemos plantear la mi,
• Permita hacer frente a la creciente complejidad de las tareas. de los Instituts univrm.itaires de.
• Ayude a sobrevivir en un oficio imposible. formación de maestros -100
• Proporcione los medios para trabajar sobre uno mismo. profesores se forman con el
• Ayude en la lucha contra la irreductible alteridad del aprendiz, universitarios (como mínimo
• Favorezca la cooperación con los compañeros. estrictamente profesional; el,
+ Aumente la capacidad de innovación. y preparación de oposiciones)
al aprendizaje, y fundamental
Analicernos una a una estas razones. transmitirse. No obstante, se!
glan con dignidad en su das,
1 formación los hace capaces
Compensar la superficialidad de lo formación profesional que hacen y Tegulando su lat
En general, en los paises desarrollados, los enseñantes dominan bas- De todo ello, puede d,
tante bien los conocimientos que deben transm#,ir. Siempre se puede con- propia práctica, basta con de
siderar que una mayor cultura y un mayor dominio de la teoría ción y de aná1ísis y poseer UI
aumentarán su imaginación didáctica y su capacidad de improvisación, ob- to, el debate, el control de J.
servación, planificación y trabajo y a partir de los errores o los obstáculos la observación metódica. Ést
con que se topan sus alumnos. Nunca es inútil saber más, no para translni- la investigación puede, en d
tir todo lo que uno sabe, sino para «tener margen», dominar la materi~ re- xiva, y a la inversa (Perrenol
lativizar los conocimientos y adquirir la seguridad necesaria para aplicar los Para los profesores de j
métodos de investigación con los alumnos y alumnas, o bien para orientar de primaria, dicho nivel de
el debate hacia los conocimientos. gente y no se dispone en ml
La formación académica de los enseñantes no es excelente~ sin em- dos para desarrollar los m
bargo, debemos reconocer que deja menos que desear que su formación Además, no es seguro que I
didáctica y pedagógica. El desequilibrio es mayor en la educación secun- suficientes para alimentar u
daria y alcanza su pilllto máximo en la enseñanza superior! puesto que una enseñanza. Se podría lanzar
parte de los profesores desempeñan esta fundón sin ninguna formación buena parte de los profeso
didáctica. punto de vista muy egocéTI1
¿Cómo sobreviven? Las mentalidades menos compasivas responderán por 10 menos, un mínimo d
que se las apañan haciendo fracasar a todos los estudiantes incapaces de diatamente, conectan el «¡
•
SUU: IIlHUIIi.NU SOBRE LA PROPIA PUUICA 47
•
lexionar sobre su práctico? comprender un curso inadecuado. Los más optimistas~ en cambio, dirán
que «lo que se entiende bien se enunda con claridad y las palabras para ex-
tes, vinculadas de forma muy presarlo vienen con fluidez»: con sólo dominar su disciplina, los profesores
entes de los sistemas. educati- enseguida deberían ser capaces de exponerla de forma cIaca a los estu-
del ofido de enseñante y de diantes correctamente seleccionados, a quienes se considera que poseen el
lIlará las mismas raZOnes para nivel exigido para tomar notas, leer tratados y estudiar cOn serenidad y re-
u práctica. Incluso es posible flexión la palabra magistral. A.imismo, se podría apuntar que los profeso-
res de universidad, igual que todo el mundo, aprenden de la experiencia,
ía entre estas razones, Enton~ mejoran con el transcurso de los años y terminan por crear Wl sistenla di-
la que: dáctico para desarrollar el saber hacer. Y lo logran, pese a su ignorancia y,
rmación profesional. en ocasiones, su desprecio por las dencias de la educación, puesto que su
de experiencia. formación intelectual especializada los prepara para observar y analizar
~sionalización. con realismo lo que pasa y adaptar sus acciones en consecuencia.
¡dad política y ética. Podemos plantear la misma hipótesis para los estudiantes procedentes
)mplejidad de las tareas. de los Inst#uts universitliires de fmmatirm des mailffls (Institutos universitarios de
lible. formación de maestros -IUFM-) creados en Francia ell 1989. Estos llUevos
sobre uno mismo. profesores se forman con el nivel de estudios secundarios más cinco años
'ole alteridad del aprendiz. universitarios (como millimO), pero sólo siguen un hreve año de formación
lpañeros. estrictamente proresional: el último. Todo lo anterior (formación disciplinar
y preparación de oposiciones) conduce de forma secundaria a la en..cñanza y
al aprendizaje, y fundamentalmente al dominio de los contenidos que deben
transmitirse. No obstante, según indican las primeras encuestas, se las arre-
glan con dignidad en su clase. ¿Por qué? Seguramente, porque su nivel de
formación los hace capaces de aprender de la experiencia analizando lo
~rofesionlll que hacen y regulando su labor profesional de acuerdo con ello.
os enseñantes dominan has- De todo ello, puede deducirse que, para saber reflexionar sobre la
mitir. Siempre se puede can- propia práctica, basta con dominar los instrumentos generales de objetiva-
yor dominio de la teoría ción y de análisis y poseer un entrenamiento para el pensamiento abstrac-
addad de improvisación, olr to, el debate, el control de la subjetividad, el enunciado de las hipótesis y
, los errores o los obstáculos la observación metódica. Éste es el motivo por el cual, una formación para
l saber más, no para transmi- la investigación puede, en cierta medida, preparar para una práctica refle-
sen», dominar]a materia, re~ xiva, y a la inversa (Perrenoud, 1994a).
lad necesaria para aplicar los Para los profesores de enseñanza secundaria, y todavía más para los
.umnas, o bien para olientar de primaria, dicho nivel de formación dista mucho de ser la norma vi-
gente y no se dispone en muchos lugares del mundo de estudios profun-
tes no es excelente, sin em- dos para desarrollar los medios de una práctica r~l1exiV"d. espontánea.
ue desear que su formación Además, no es seguro que la inteligencia, el rigor y el huen c"¡terio sean
ayor en la educación secun~ suficientes para alimentar nna reflexión que incremente la eficacia de la
lza superior, puesto que una enseñanza. Se podría lanzar de antemano la hipótesis, algo cínica, de que
:ión sin ninguna formación buena parte de los profesores hacen evolucionar su práctica, desde un
punto de vista muy egocéntrico, hasta que hallan en ésta su felicidad 0,
lOS compasivas responderán por 10 menos, un mínhno de equilibrio y rendimiento económico, Inme-
os- estudiantes incapaces de diatamente, conectan el -piloto automático». Del mismo modo que al-
48 DlSA:RROlLAR lA fRÁmCA RUlUIYA tri El omlO !lE [Ms[R~R
guien que tiene frío reflexiona hasta que se resuelve su problema y des- Incluso cuando la expel
pués, ya no piensa más en ello ... largo río o cuando surgen im
Este hecho subraya la importancia, en una formación para la práctica se desprende no desemboca 1
reflexiva~ de un enfoque sistémico, de una concienciación de las necesida- dan volver a utilizar en otras :
des de los alumnos y alumnas y de una preocupación por la democratiza- acción produce un ~uste pr;;
ción del acceso al saber. Una práctica reflexiva que permita al profesor proporcionar las consignas d
detectar a los alumnos y alumnas «menos dotados» para desentenderse de dido&, a controlar determina.
ellos y a los alwnnos y alumnas menos colaboradores para neutralizarlos rá- clase, a fOflllular los exámer
pidamente, no mejorarla la calidad de la enseñanza~ sino que únicamente ción, a no introducir una act
mejoraría la comodidad del docente... Una práctica reflexiva no es sola- del final del U'imestre, etc. 1
mente una competencia al servicio de los intereses legítimos del enseñan- nuevas, acompañadas, sin lu~
te, sino que también es una expresión de la conciencia profesionaL Los razonamiento más o menos (
profesores que no reflexionan más que por necesidad y que dejan de plan- ma, el profesor podrá volver
tearse cuestiones desde el momento en que se sienten seguros no son ¿Acaso se acumulan los s:
practicantes reflexivos. dos a la mínima expresión y
¿Acaso no es paradójico esperar de una formación profesional consi- produce el ajuste una «teoría>
derada demasiado breve que, además, prepare a todos para que reflexio- ceptibles de aprovecharse de
nen sobre la propia práctica? ¿No sería mejor enriquecer~ en el curnculo, lación de la práctica, que arroj
la parte de las competencias profesionales, más que tratar de colmar las ca- realmente por qué? Cuando l.
rendas mediante una práctica reflexiva? tan a los formadores, a menu(
No podemos avalar las formaciones profesionales más superficiales,
sino que tenemos que defender lo contrario para elevar el lugar del cono-
cimiento y de las cOlnpetencias para enseñar. De otra forma~ seria absurdo
esperar que una formación jnidal. por más completa que se~ pueda anti-
cipar todas las situaciones con las que deberá enfrentarse un enseñante, un
, gunta sobre por qué el ed
Seguramente, cualquier geste
tificadón, pero ésta cae en el
frágil.
Desarrollar una práctica i
día u OlrO, en su labor y dotarlo de todos los conocimientos y competen- la reflexión gradas a:
cias que algún día podrian ser adecuados. Todos los enseñantes son, en + Un ajuste de los esque
grados diversos, autodidactas y están condenados a aprender, en parte t su más rápida) más COlleI
ofido «sobre el terreno». + Un refuerzo de la ¡ma
Una postura y una práctica reflexivas conducen a vivir este aprendiza- vo en proceso de evoh
je de forma positiva, a organizarlo de forma activa y a llevarlo más allá de • Un saber intehrrado; (
la simple supervivencia. De este modo, se puede aplicar a la formación· problemas profesional
inicial esta máxima china:
Vale más enseñar a un hmnúm hambriento a pesca>' que regalmíe pescado. ¿Cuáles son los ingredie,
inmediato? Probabletnente, 1
distinguen a aquellos que cíer
Favorecer la acumulación de saberes de experiencia formación que buscaban de 1
Toda experiencia no siempre genera el aprendiz,ye de forma automática. y siguen leyendo ...
Una rutina eficaz tiene precisamente la virtud de que evita el plantea- Sin lugar a dudas, la pe
miento de preguntas. El ser humano aspira a adquirir rutinas parecidas, a Esta última representa una lal
funcionar sin devanarse los sesos. Su experiencia no constituye una fuente a posterimi.. Incluso si esta lal
de autofOrlllación, o tan sólo lo hace en el sentido restringido de una -con- constructivo, exige energía y «:
solidación de lo que ftmciona. sus preocupaciones profesiou
•
resuelve su problema y des- Incluso cuando la experiencia todavía no se parece a un tranquilo y
largo río o cuando surgen imprevistos inesperados, la reflexión que de ello
la formación para la práctica se desprende no desemboca necesariamente en conocimientos que se pue-
ncienciadón de las necesida~ dan volver a utilizar en otras situaciones. Una parte de la reflexión sobre la
'Gllpación por la democrati:t.a- acción produce un '\Íuste pragmático. El profesor, pOI' ejemplo, aprende a
:iva que permita al profesor proporcionar las consignas de forma rnás precisa para evitar los malenten-
ados» para desentenderse de didos, a controlar determinadas conversaciones para evitar el desorden en
adores para neutralizarlos rá- clase) a formular los exámenes de forma distinta para facilitar su correc-
~anza, sino que únicamente
ción. a no introducir una actividad si falta tiempo pal'a desarrollarla antes
práctica reflexiva no es soJa- del final del trimestre, etc. Estos aprendizajes se traducen en conductas
::reses legítimos del enseñan- nuevas acompañadas, sin lugar a dudas, por lo menos al prindpio~ de un
l
la conCÍfmcia profesional. Los razonamiento más o menos explícito, Una vez se ha solventado el proble-
,eesidad y que d<tian de plan- ma, el profesor podrá volver a conectar el piloto automático.
~ se sien ten seguros no son
¿Acaso se acumulan los saberes, en el sentido de conocimientos reduci-
dos a la mínima expresión y generalizables a situaciones slmílares? ¿Acaso
ronnación profesional consi- produce el ajuste una «teoría», un principio explicativo y tilla heunstica sug...
ce a todos para que reflexio- ceptibles de aprovecharse de nuevo? ¿O tal vez se limita a una simple adap-
. enriquecer, en el cuniculo, tación de la práctica. que arroja resultados más satisfuctorios sin que sepamos
IS que tratar de eolmar las ca- realmente por qué? Cuando los estudiantes en periodo de prácticas pregun-
tan a los formadores, a menudo reciben respuestas confusas y vagas a la pre-
fesionales más superficiales, gunta sobre por qué el educador experimentado hace lo que hace.
,ara elevar el lugar del cono- Seguramente, cualquier gesto profesional albergaba. en su origen, unajus-
De otra forma, sería absurdo
)mpleta que sea, pueda anti-
~nfrentarse un enseñante, un
I tificación, pero ésta cae en el olvido. La lllemoria de los docentes suele ser
frágil.
Desarrollar una práctica reflexiva significa aprender a aprovecharse de
conocimientos y competen- la reflexión gradas a:
odos los enseñantes son, en • Un ajuste de 108 esquemas de acción, que permita una intervención
dos a aprender, en parte, su más rápida. más concreta o más segura.
• Un refuerzo de la imagen de uno mismo como profesional reflexi-
dueen a vivir este aprendíza- vo en proceso de evolución.
Lctiva y a llevarlo más allá de + Un saber integrado. que permitirá comprender y dominar otros
>cde aplicar a la formación problemas profesionales.
'llScar que regalarle pescado. ¿Cuáles son los ingredientes necesarios para ir más allá del beneficio
inmediato? Probablemente, la curiosidad y la voluntad de saber más que
distinguen a aquellos que cierran un libro en cuanto han encontrado la in-
¡encia formación que buscaban de los que se sumen profundamente en la labor
dizaje de forma automática. y siguen leyendo."
"d de que evita el plantea- Sin lugar a dudas, la pereza intelectual inhibe la práctica reflexiva.
adquirir rutinas parecidas, a Esta última representa una labor de la mente, tanto en plena acción como
da no constituye una fuente a pDStmWri. Incluso si esta labor se escoge libremente y se vive de modo
tido restringido de una con- constructivo, exige energía y ohstinación. Los enseñantes que desean dejar
sus preocupaciones profesionales para la escuela y a quienes no les gusta
50 l}¡:smOllAR lA pümu mlf:IIV.l EN H OFICIO IlE fllSfiiAR'
buscade tres píes al g'dto no se convertirán en practicantes reflexivos, ni te para fami1iarizarlo con los
tampoco los que están agotados por cuestiones de salud o monetarias, por ncs singulares.
las tm'eas familiares o las responsabilidades asociativas. En contrapartida, es pOi
Sin embargo, el trabajo y la disponibilidad no bastan. Hay dos ingre- píe de los conocimientos did,
dientes más que parecen necesarios: exárnenes y~ sin embargo, se
• Una forma de método, de memoria organizada, de perseverancia. tanto, de enriquecerlos en TI
• 1,05 marcos conceptuales que sirven de estructuras de acogida. de esquizofrenia no es imagiJ
do determinados conocimier
El método puede pasar por rituales, formas de escritura, conversacio- a través de la práctica, pero {;
nes regulares con los compañeros, el entorno familiar o el gato... Lógica- la articulación de los saberc
mente~ es favorable entrar en interacción con otros profesionales de la de la experiencia cotidiana r
enseñanza o con aficionados «iluminados». Por consiguiente, en es'
Reflexionar o debatir sin fundamentarse en determinados conoci- convertir el aprendizaje de t
mientos no nos conducirá muy lejos. La experiencía singular no produce todológica. alejada de las fo
aprendizaje a menos que se conceptualice, vinculada a los conocimientos que gieas. Es acerca de las fa
la convierten en algo inteligible y la inscriben en una u otra forma de aprendemos a refIexional~ y 1
regularidad. Sabemos que el conocimiento se desarrolla en red; que con5--
truimos campos cQnccptuaks (Vetguaud, 1990, 1994, 1996) más que concep-
tos aislados y que el aprendizaje es un valor añadido que depende del Acreditar URa evolución hacio
capital que ya se haya almacenado. Éste es el motivo por el que los estu- Afirmar la profesionalizadón
diantes principiantes en prácticas se aburren con facilidad cuando hacen gan vacío si los practicantes r
un curso en una clase; ello se debe a la falta de estructuras conceptuales di- que van ligadas a ello. ¿Por q'
ferenciadas, tienen la impresión de ver «siempre 10 mismo»~ un maestro, trata de una elección: deterr
los alumnos y alumnas, y los deberes. profesión, puesto que les cor
Por el contrario, un practicante reflexivo nunca deja de surprendem; de horanos y los procedimientO.'
urdir la trama, puesto que 10 que observa está en consonancia con sus mar- la relación con la existencia,
cos conceptuales. Estos últimos pueden provenir de una larga práctica re- responsables y autónomos) La
flexiva personal y de los conocÍllÚentos perscmaks que le ha permitido privada.
acumular el transcurso de los años. En general, la reflexión resulta más Se podría avanzar la hip<
fructífera si también se nutre de lecturas, formaciones, saberes teóricos o chazo no expresa ni una e1t
saberes profesionales creados por otros, investigadores o practicantes. Evi- Procede de un cálculo racior
dentemente} es de desear que los conocimientos de la experiencia sean fuerte autonomía profesional
«fecundados» por una verdadera cultura de dencias de la educaci6n. Cier- tar con una gran confianza er.
tos puntos de vista sobre la gestión mental, los enseñantes eficaces) el aná- lizadas, conocimientos exhau:
lisis transaccional o la programación neurolingüístiea (PNL) pueden análisis y de innovación. Sin e
funcionar como marcos conceptuales y puntos de referencia de la expe- La formación de una PI
rienda~ a pesar del juicio severo que emiten nUHlerosos investigadores que se trata de una cmulici6n ~
sobre la validez de dichas teorías. reiviudicarla, debe poder de,
El capital de conocimientos acumulados siempre tiene una doble fun- !leS diñdles y no podré ampa
ción: guía y agudiza la mirada durante la interacción; a continuación, con- sé que lo cOllseguiré, aunque
tribuye a poner orden en las observaciones, a relacionarlas con otros lo que haré, porque pienso e
elementos del saber y a «teorir.M la experiencia». Cwuplirá con esta doble tuación y emprender el bue~
función tanto mejor cuanto que la formación haya entrenado al estudian- dudas, del fantasma del erro
•
en practicantes reflexivos, ni te para familiarizarlo con los conocimientos teóricos generales en situacio-
~s de salud o monetarias, por nes singulares,
iodativas. En contrapartida, es posible que el enseñante en fornlación se apro-
ad no bastan. Hay dos ingre- pie de los conocimientos didácticos y pedagógicos necesarios para pasar los
exámenes y, sin embargo, sea incapaz de movilizarlos en una clase y. por
.>rganizada, de perseverancia. tanto, de enriquecerlos en función de la experiencia. Esta expresión leve
de estructuras de acogida. de esquizofrenia no es imaginaria: determinados enseñantes han construi-
do determinados conocimientos durante sus estudios y otros lo han hecho
nas de escritura, conversado- a través de la práctica, pero estas dos esferas no se comunican, puesto que
J familiar o el gato... Lógica-
la articulación de los saberes académicos y los conoCÍmientos surgidos
on otros profesionales de la de la experiencia cotidiana nunca se ha valorado ni utilizado.
Por consiguiente, en este puntu, ya podemos adivinar lo absurdo de
'se en determinados conoci- convertir el aprendizaje de una práctica reflexiva en una formación {(me-
eriencia singular no produce todológica» alejada de las formaciones didácticas, transversales y tecnoló-
riada a los conocimientos que gicas. Es acerca de las facetas importantes de la práctica cuando
Jcn en una u otra fornla de aprendemos a reflexionar, y no en el vacío ni con ejemplos irrelevantes.
, desarrolla en red, que con8-
1994,1996) más que concep-
.r añadido que depende del Acreditar uno evolución hada la profesionolizadón
,1 motivo por el que los estu- Afirmar la profesionalización del oficio de enseñante suena como un eslo-
l con facilidad cuando hacen
gan vado si los practicantes rechazan la autonomfa y las responsabilidades
e estructuras conceptuales di- que van ligadas a ello. ¿Por qué tendrían que rechazarlas? En ocasiones, se
opre lo uusmo»: un maestro, trata de una elección: detenninados enseñantes no aspiran a ejercer una
profesión, puesto que les conviene funcionar respetando el programa, los
nunca deja de sarprmu!.crse, de horarios y los procedimientos prescritos. A veces, no poseen la identidad ni
Len consonancia con sus mar- la relación con la existencia que les pennitiría considerarse como actores
cnir de una larga práctica re- responsables y autónomos, tanto en el trabajo como en la ciudad o la vida
rscmales que le ha permitido privada.
eral, la reflexión resulta más Se podría avanzar la hipótesis de que, para la mayoria de ellos. este re-
rmaciones. saberes teóricos o chazo no expresa ni una elección ideológica ni un malestar existencial,
stigadores 11 practicantes. Evi- Procede de un cálculo racional: €;ada uno presiente que, para asumir una
entos de la experiencia sean fuerte autonomía profesional sin correr riesgos imprudentes~ es preciso con-
:iencias de la educación. Cier- tar con una gran c.onfianza en uno mismo, basada en competencias especia-
lS enseñantes eficaces, el aná- lizadas, conocimientos exhaustivos, capacidad de juicio, de anticipación, de
rolingüística (PNL) pueden análisis y de innovación. Sin embargo, no todos tienen esta seguridad.
tos de referencia de la expe- La formación de una práctica reflexiva no es el único objetivo, sino
En numerosos investigadores
que se trata de una condici6n neasaria. Para asumir su autonomía y a f{)Ttimi
reivindicarla, debe poder decirse: «En el futuro, tendré que tomar decisio-
siempre tiene una doble fun- nes difíciles y no podré ampararme en las autoridades o los expertos. Pero
:facción; a continuaciónt con- sé que lo conseguiré, aunque en la actualidad no tenga ni la menor idea de
~s, a relacionarlas con otros lo qne haré, porque pienso que cuento con los medios para analizar la si-
cia». Cumplirá con esta doble tuaCÍón y emprender el buen camino}>. Ningún profesional está libre de
a haya entrenado al estudian- dudas, del fantasma del error fatal; sabe que no es infalible, pero la con-
52 DESA.RROlLA.R LA. PRÁCTICA. REfLEXIVA. EN EL OFICIO DE ENSEÑU
fianza en su criterio es suficiente para afrontar el riesgo con más satisfac- sejan «hacerlo lo mejor posi
ción que miedo. Ningún médico, ningún investigador, ningún ingeniero, otras situaciones. De hecho,
ningún periodista, ningún abogado consigue esta relativa tranquilidad sim- tema educativo está únicamt
plemente desarrollando un pensamiento positivo o una alta autoestima. Se ñantes, no por la voluntad pe
ha formado y entrenado en una práctica reflexiva, en condiciones de in- impotencia de la clase polít
certidumbre y tensión, a veces en soledad, a veces en la confrontación con prender una política y una é
los iguales y el conflicto sociocognitivo. El practicante se puede
La profesionalización se concibe en la mente de los practicantes y en sin vacilación a esforzarse po'
el mensaje que enVÍan a los otros actores. Un enseñante que se aleja enor- cación para la ciudadanía o 1
memente de la ortodoxia puede conservar toda la confianza de sus alum- sanción. Algunos tienen sueI
nos y alumnas, de sus padres, de sus compañeros y de sus superiores, si de saber la línea de conducGl
todos consideran que «sabe lo que hace» y cuenta con los recursos necesa- dad de disponer de medios i
rios para su autonomía. sionales. Tendrán más éxito si
El hecho de que los practicantes reflexivos sean el fruto de felices tra- de reflexionar, de sopesar los
yectorias profesionales, seguramente no molestará a nadie. Si queremos ciones y de buscar una línea I
que los mismos recursos lleguen al máximo número de personas, no po- frágil entre los diferentes val<
demos confiar en el azar y es importante formarlos conscientemente para Contrariamente a lo qUt
una práctica reflexiva y reforzar así la identidad correspondiente. xiva no se limita únicamente
des y en los valores que la su
también sobre el porqué. Por
Preparar para asumir una responsabilidad política yética suscita cuestiones de ética: ¿e
Hoy en día, los objetivos de la escuela son confusos y las condiciones de «golosinas»? ¿informar a los F
ejercicio del oficio son tan heterogéneas que ya no podemos recurrir a los dos amigos con el pretexto d
programas para tener la conciencia tranquila. ¿Acaso es necesario, bajo el lectivo a un grupo solidario (
pretexto de que está en el programa, obstinarse en enseñar gramática a educar y de instruir no justifil
niños que n,o saben leer? ¿Es necesario invertir horas y horas en presentar cisamente los límites, aquí y aJ
autores y obras literarias a adolescentes en busca de un diálogo verdadero lenta, cambia al otro, invade ~
con los adultos? ¿Es preciso enseñar los rudimentos de la genética a los jó- Todo educador se sirve de 1
venes que no comprenden cómo se contagia el SIDA? ¿Hablar con detalle (1984): «Es por tu bien». ¿Jus
de la revolución de 1910 a alumnos que no saben dónde está China y que No nos enfrentamos a es1
sólo tienen una vaga idea de las grandes etapas de la historia humana? un código de ética. Si bastara
Los profesores se ven enfrentados a dilemas cada vez más numerosos La formación no puede -no [
que responden al desfase entre los programas y el nivel, los intereses y los siquiera un consejo. Puede c(
proyectos de los alumnos; a su vez, estos problemas se derivan de la sobre- terio, en función de un entre]
carga de los programas y a la ficción según la que se dispondrá de las horas las alternativas y los envites. I
previstas en los programas para enseñar, mientras que una parte del tiem- rantizan nada, pero ayudan ;:
po de clase se pasa gestionando las transiciones, previniendo o combatien- asumirlas.
do el desorden, en definitiva, (re)creando las condiciones del trabajo
pedagógico. La heterogeneidad de las clases obliga a escoger con mayor o
menor lucidez a los alumnos y alumnas para los que trabajamos priOlita- Permitir hacer frente a la crec
riamente, es decir, a sacrificar a unos en beneficio de otros. La enseñanza ya no es lo que
Frente a estos dilemas, los enseñantes están bastante solos, puesto que • Los programas se renu
los programas son imprecisos, contradictorios o vacíos y simplemente acon- • Las reformas se sucede:
•
5ASH REfUXIONU som lA PROpa PRÁUlU 53
•
sejan «hacerlo lo mejor posible)} y, además, porque los cOlupañero5 viven
ar el riesgo con más satisfac-
otras sitnaciones. De hecho, lo que debería estar bien definido por el sis-
estigador. ningún ingeniero,
tema educativo está únicamente reservado a las instituciones y a los ense-
,sta relativa tranquilidad sím-
ñantes, no por la voluntad positiva de_ aumentar su autonomía, sino por la
tivo o una alta autoestima. Se
impotencia de la clase política y de los poderes organizativos para em-
lexiva, en condiciones de Ín-
prender una política y una ética coherente, y duraderas.
eces en la confrontación con
El practicante se puede remitir a sus propios valores, si éstos le guían
sin vacilación a esforzarse por luchar contra el fracaso o el elitismo, la edu-
lente de los practicantes y en
cación para la ciudadanía o la instrucción pura y dura, la ·negodación o la
enseñante que se aleja enor~
sanción. Algunos tienen suerte o la desgracia de dudar. No están seguros
,da la confianza de sus alum~
de saber la línea de conducta que deben adoptar. Entonces, tienen necesi-
.ñeros y de sus superiores, si
dad de disponer de medios intelectnales para reconstruir evidencia,; provi-
Lenta con los recursos necesa-
sionales. Tendrán más éxito si trabajan en equipo. S1 bien esto no les eximirá
de reflexionar, de sopesar los pros y los contras, de pensar en las contradic-
os sean el fruto de felices tra-
ciones y de buscar una línea de incentivos comprometidat un comprolniso
lesGuá a nadie. Si queremos
frágil entre los diferentes valores y finalidades.
número de personas, no po-
Contrariamente a lo que a veces nos imaginamos, una práctica refle-
narlos conscientemente para
xiva no se limita únicamente a la acción, también se centr.a en sus finalida-
ad correspondiente.
des y en los valores que la sustentan. Reflexionamos sobre el cómo, pero
también sobre el porqué. Por otra parte~ incluso la reflexión sobre el cómo
susci!á. cuestiones de ética: ¿es justo motivar a los alumnos ofreciéndoles
I¡tico y ético «golosinas»? ¿informar a los padres de que su hijo fuma hachís? ¿separar a
onfusos y las condiciones de
dos amigos con el pretexto de qne hablan? ¿amenazar con un castigo Co-
ya no podemos recurrir a los
lectivo a un grupo solidario con un alwnno rebelde? La preocupación de
. ¿Acaso es necesario, bajo el
educar y de instruir no justifica todos los métodos pero, ¿d6nde están pre·
arse en enseñar gramática a
cisamente los límites, aquí y ahora? La acción pedagógica es una acción vio-
.ir horas y horas en presentar
lenta, cambia al otro, invade su intimidad. intenta seducirlo o presionarlo.
lsea de un diálogo verdadero
Todo educador se sirve de la f6rmula mágica estigmatizada por MiIler
"entos de la genética a los jó-
(1984): «Es por tu bien». ¿Justifica esto los plenos poderes?
el SIDA? ¿Hablar con detalle
No nos enfrentamos a estos dilemas con un catecismo, ni siquiera con
.ben d6nde está China y que
un código de ética. Si bastara con aplicar un principio, no habria dilema.
as de la historia humana?
La formación no puede -no más que los programas- dar una respuesta, ni
mas cada vez más numerosos
siquiera un consejo. Puede contr'ibuir a que cada unO se haga su pr()pio cri·
s y el nivel, los intereses y los
tena, en fundón de un entrenamiento que explique a la vez la situación,
~lema.s se derivan de la sobre-
las alternativas y los envites. La postura y la competencia reflexivas no ga-
que se dispondrá de las horas
rantizan nada. pero ayudan a analizar los dilemas~ a crear elecciones y a
,tras que una parte del tiem-
asumirlas.
es, previniendo o combatien~
las condiciones del trabajo
obliga a escoger con mayor o
. los que trabajamos priOI'Íta-
Permitir hocer frente olo creciente complejidad de los toreos
La enseñanza ya no es lo que era:
~fido de otros.
• Los programas se renuevan cada vez más rápidamente.
án bastante solos, puesto que
• Las reformas se suceden sin interrupción.
o vados y simplemente acon~
54 Drsm:!'IUAR lA PRAcTI{A REfLEXW,'¡ fll El flHCIO !lE ElmilAi
nocidas por su «alto riesgo» desde hace treinta años. En general, el resul-
tado es que las condiciones del ejercicio de las tareas del enseñante se
hacen más complejas y a veces, empeoran, mientras que las ambiciones de
los sistemas educativos aumentan. Por ejemplo, en Francia se escolarizó a
principios de siglo al 4% de una franja de edad en los institutos, Un siglo
más tarde, se formará a cerca de tres cuartas partes de los jóvenes hasta el
I
¡
Ayudar asobrevivir en un ofí
Jlmto con la política y la ter<
tres oficio. imposibles. Sin dUí
cÍón especializada y alguno,
común el hecho de que ap'
nivel de los esrudios secundarios, fuera del alcance de la acció
La explosión demográfica, los movimientos migratorios. la democrati- bert, 2000),
zación de Jos estudios, la urbanización, la terciarización y las reestructura- En estos oficios, el frac<u
ciones de la ecollúlnÍa* sitúan a los enseñantes ante nuevos públícos. Al de antemano. En ocasiones, 1
mismo tiempo, cada vez es más dificil resolver los problemas librándose del seguro. La competencia y la
alumnado que los plantea, puesto que las condiciones del empleo tienden tarlo todo para aliarse contr.
más bien a alargar la escolaridad de base y a disuadir a los jóven"",, de arries- ciar de antemano al éxit,
garse en el mercado de trab~o, al mismo tiempo que la categoda de ex- decepciones.
clusión cada vez es menos defendible. Vamos forzosamente de
Ni siquiera en este punto, es suficiente con reflexionar para hacer des- darse de los efectos devasta'
aparecer las verdaderas dificultades del ofido. La reflexión permite, en mente, hay diversos métodm
cambio, transformar el malestar, los desórdenes y las decepciones en pI)- límites en el ser humano. En
blemas, que pueden plantearse y a veces resolverse con método, Demonizar deben a la vez esperar el tiC"
la violencia como una fata1idad~ desde el miedo y la impotencia, no signi~ Y esperar lo peor, para no 1
fica entenderla como un fenómeno explicable y que puede da,. rienda suel- práctica reflexiva presenta el
ta a una acción colectiva (Pain, 1992; Pain, Grandin-Degois y Le Goff, • Por una parte, permi
1998). namiento y distanciar
Una práctica reflexiva permite una relaci6n activa más que plañidera sos o de fracaso; como
con respecto a la complejidad, Lo. centros en los que esta práctica se con- si. se convierte en un 1
vierte en una forma de existencia profesional se movilizan yadopt.an medi- • Por otra parte, contri1
da., que, aunque no cambian la visión de las cosas. aportan un sentimiento por caso~ y a encontr~
de coherencia y de control sobre los acontecimientos. autoflagelación y la 1:<
•
5AQU UHUI{!HA~ som lA PROf'lA PRimer. 55
•
'pensables. Nos unimos a lo que los anglosajones llaman ","pormrrmen~ que sirve
ileso para designar una relación activa y autónorna con el mundo. y se opone, por
ores de escuela muy atentos y tanto, a la dependenda y a la resiguación (Hargreaves y Hopkins, 1991; Ga-
'esan de lo que ocurre en clase. ther Thurler, 2000).
s complejas (ciclos, módnios, La práctica reflexiva no es suficiente, pero es una condición 1UJr,esana
para hacer frente a la complejidad. Si ésta falla, la experiencia, decepdo-
formativo, la pedagogía se di- nante~ de un activismo ineficaz nos hará caer en la inercia. En este sentido,
concluiremos que:
a, es un valor aportado por la • Una práctica reflexiva limitada al buen criterio y a la experiencia
e incluso exige, que los cen- personal de cada uno no nos conducirá muy lejos.
'ectos. • El practicante tiene necesidad de conocimientos, que no puede
reinventar él solo.
:e antaño? Se puede ironizar • Su reflexión le aportará más poder si está andada en una amplia
as valoraciones burdas. Darse cultura en ciencias humanas.
nientras que otras ya eran co-
lta años. En general, el resul-
~ las tareas del enseñante se
Avudor O sobrevivir en un oficio imposible
Íentl'áS que las ambiciones de Junto con la política y la terapia, la enseñanza era, para Freud, uno de los
110, en Francia se escolarizó a tres ofidos ¡'/lposibles. Sin duda, podemos añadir el trabajo sodal, la educa-
lad en los institutos. Un siglo ción especializada y algunos otros ofidos de lo humaoo que tienen en
partes de los jóvenes hasta el común el hecho de que apuntan, al igual que Don Quijote, a objetivos
fuera del alcaoce de la acción ordinaria (Boumard, 1992; Cifuli, 1986; lm-
tos migratorios. la democrati~ bert, 2000).
'Ciarización y las reestructura- En estos oficios, el fracaso es un resultado que nunca podemos excluir
ltes ante nuevos públicos. Al de antemano. En ocasiones, es el más frecuente. Sin embargo. no es nunca
. los problemas librándose del seguro, La competencia y la conciencia profesionales consisten en inten-
ldkiones del empleo tienden tarlo todo para aliarse contra el fracaso. Por lo tanto, no se puede renun-
isuadir a los jóvenes de arrieg~ ciar de antemano al éxito para protegerse definitivamente de las
~mpo que la categoría de ex-
decepciones..
Vamos forzosamente de esperanzas a desilusiones. ¿Cómo salvaguar-
)n reflexionar para hacer des- darse de los efectos devastadores de esta peljudidal alternancia? Segura-
io. La reflexión permite, en mente, hay diversos métodos, entre los que hallamos el cinismo o ]a fe sin
nes y las decepciones en pro- límites en el ser humano. Entre estos extremos, los practicantes ordinarios
~erse con método. Demonizar deben a la vez esperar el tiempo suficiente para actuar con determinación
,do y la impotencia, no siguí- y esperar lo peor, para no hundirse si Se malogran sus esperanzas. Una
o y que puede dar ríenda suel- práctica reflexiva presenta entonces uoa doble utilidad:
, Grandin-Degoís y Le Goff, • Por uoa parte, permite lanzar una mirada lúcida al propio funcio-
namiento y distanciarse en relación con sus fantasmas todopodero-
:ión activa más que plañidera sos o de fracaso; como pedagogo, Frankenstein será menos peligroso
1 los que esta práctica se con-
si se convierte en un practicante reflexivo (Meirieu, 1996).
se movilizan y adoptan medi- • Por otra parte, contribuye a tener en cuenta las circunstancias. caso
:osas, aportan un sentimiento por caso~ y a encontrar un camino entre el placer masoquista de la
mientos. autotlageladón y la tentación del fatalismo,
56 DeSARROllJ¡i u. f'IÁClICA RHtEXIYA Ui ti (¡fl{fO D~ EIISEÑAR
Ejercer serenamente lU1 oficio de lo humano significa saber con cier- Sucede que una retlexió
ta precisión, por lo menos, a posteriori, lo que depende de la acción pro- puramente técnico y" lleva al
fesional y lo que escapa a ella. No se trata de cargar con todo el peso del modo que un ingeniero ha re
mundo, «responsabilizándose» de todo, sintiéndose constantemente cul- utilizaba el método de cálcul(
pable; es, al mismo tienlpo, no ponerse una venda en los ojos, percibir lo dicíonante relacional y narcisi
que podríamos haber hecho si hubiéramos comprendido mejor lo que no desea, por amor propio)
ocurría, si nos hubiéramos mostrado más rápidos, más perspicaces, más te- que actúan incorrectamente.
naces o más convincentes. Aprendemos de la experiencia, ciñéndonos siempre es fácil, sus alumnos
cada vez más a ese margen estrecho en el que la competencia profesional que transmiten, sus padres y e
marca la diferencia. Para verlo más claro, a veces, se debe aceptar el recono- fi¡JJ.o técnico puede serínterpr,
cimiento de que podríamos haberlo hecho mejor y comprender por qué una ligereza...
no lo hemos conseguido. El análisis no suspende eljuicio moral, no vacuna La mayor parte del tiem
contra toda culpabilidad, sino que induce al practicante a aceptar que no mente técnico, sino una post
es una máquina infalible) a tener en cuenta sus preferencias, dudas, espa- to, una indiferencia o una
cios vacíos, lapsos de memoria, opiniones adoptadas~ aversiones y predi- excesiva, una angustia paralli
lecciones) y otras debilidades inherentes a la condición humana. rados, un abuso de poder, Uf
leranda o de justicia, un fallo
o una falta de confianza, un i
Proporcionar los medios paro trabajar sobre uno mismo nitiva, actitudes y prácticas reIa
En un oficio de lo humano, es excepcional que el agente participante no jo, el sistellla, además de las
forme parte del problema. Esto no significa que sea la fuente principal, gestión del enseñante.
aunque puede darse el caso. Como mínimo, participa del sistema de acción En otros oficios de lo hu
cuyo nlal funcionamiento engendra el problema. Es raro que un enseñan- inscribe en un diálogo con UT
te abucheado no tenga parte de culpa. En general, no es así porque ello siendo lúcido sin menospred
sea su deseo secreto, sino porque alimenta 1as tendencias de 10s alulnnos, dad. Están condenados a trat
por ejemplo, con una alternancia incomprensible entre seducción amiga- ocasión, en una relación de Ct
ble y represión feroz. Pocas veces sucede que un problema irrumpa y se portante que la formación pr<
agudice al instante. Suele haber indicios precursores, un proceso evolutivo modo, en «su propio supervi~
que, en cuanto supera determinado umbral, a menudo se hace insoporta- diente y exigente.
ble. Por lo tanto, hay una génesis, cuyo resultado es el estado actual del
problema. Incluso si hay un «paciente designado», un actor que encarna
el problema, incluso si ha constituido el punto de partida de la historia, el Ayudar a afrontar lo irredudil
enfoque sistémico nos enseña que raramente es la única causa, que su En su oficio, el enseñante se i
forma inicial de estar y actuar ha suscitado reacciones, que a su vez han mo- nos y de los padres. Algunos:
dificado y1 en ocasiones, agravado su conducta. social, comparten algunos de
El enseñante no adopta de fonna voluntaria este punto de vista, que blan un idioma que no comp
hace de Ha la vez una de las fuentes del problema y el agente privilegiado ha puesto un pie o son porta'
de la solución. Para aceptar ¡<»marparte del problema, es necesario ser capaz de los valores ni domina los códiJ
reconocer en uno mismo las actitudes y las prácticas de las que no tenemos el trabajo, la picaresca, el hed
espontáneamente conciencia, e incluso que nos esforzamos por pasar estas diferencias culturales (Pe
por alto. No resulta agradable admitir que no dominamos todas nuestras teridad que existe incluso COI:
acciones y actitudes, y todavía resulta más desagradable darse cuenta de ración, al mismo sexo, a la m
que lo que escapa no siempre es presentable ... personalidades y las historias,
•
S.mR WlEXlIllIAR SOBRE LA H{JPIÁ nÁ(JI(A 57
•
nano significa saber con cier- Sucede que una reflexión sobre la práctica pnede limitarse al ámbito
le depende de la acción pro- puramente técnico y' lleva al enseñante a «rectificar un error», de igual
, cargar con todo el peso del modo que un ingeniero ha reconocido que omitía un parámetro o que no
iéndose constantemente cul- utilizaba el método de cálculo correcto. Incluso en ese caso, existe un con-
venda en los ojos, percibir lo dicionante relacional y narcisísta: el mundo laboral está lleno de g"ente que
comprendido mejor lo que no desea, por amor propio y por miedo de perder su prestigio, admitir
idos, más perspicaces. más te- que actúan incorrectamente. El enseñante acti"ta ante W1 público que no
. la experiencia, ciñéndonos siempre es fácil, sus alumnos y alumnas, y a través de las representaciones
.e la competencia profesional que transmiten, sus padres y el resto de enseñan tes de la escuela. Incluso un
es, se debe aceptar el recono- fallo técnico puede ser interpretado como un error, una falta de humanidad,
nejor y comprender por qué una ligereza ...
lde el juicio lnoral, no vacuna La mayor parte del tiempo, la reflexión no aclara un error estricta-
practicante a aceptar que no mente técnico, sino una postura inadecuada, un prejuicio sin fundamen~
ms preferencias) dudas, espa- to, una indiferencia o una imprudencia culpables, una impaciencia
ioptadas, aversiones y predi- excesiva, una angustia paralizante, un pesimismo o un optimismo exage-
condición humana. rados, un abuso de poder, una indiscreción injustificada, una falta de to-
lerancia o de justicia, un fallo de anticipación o de perspicacia. un exceso
o una falta de confianza, un acceso de pereza o de desenvoltura; en defi-
Ino mismo nitiva, actitudes y prácticas relacionadas. con el alumnado. el saber, el traba·
[ue el agente participante no jo, el sistema, además de las capacidades estrictamente didácticas o de
que sea la fuente principal, gestión del enseñante,
participa del sistema de acción En otros oficios de lo humano, la reflexión sobre estas cuestiones se
roa. Es raro que un enseñan- inscribe en un diálogo con un supervisor, que ayuda al profesional a seguir
eneral, no es así porque ello siendo lúcido sin menospreciarse. Pocos enseñantes tienen esta oporruni-
s tendencias de los alumnos, dad. Están condenados a trabajar sobre sí mismos en soledad o, si tienen
sible entre seducción amiga- ocasión, en una relación de confianza con algunos colegas. Así que, es im-
e un problema irrumpa y se portante que la {onnación prepare al ensenante para convertirlo. en cierto
.lTsores, un proceso evolutivo modo, en «su propio supervisor» y en un interlocutor a la vez condescen-
a menudo se hace insoporta- diente y exigente.
!tado es el estado actual del
ladO», un actor que encarna
o de partida de la historia, el Ayudar oafrontar lo irreductible alteridad del aprendiz
:e es la única causa, que su En su oficio, el enseñante se enfrenta cada día a la alteridad de sus alum-
cdones, que a su vez han mo- nos y de los padres. Algunos se le parecen, proceden del mismo entorno
l. social, comparten algunos de sus gustos y \wores t mientras que otros ha~
aria este punto de vista, que blan un idioma que no comprende, proceden de Un país en el que jamás
lema y el agente privilegiado ha puesto un pie o son portadores de una cultura de la que no cornparte
éma, es necesario ser capaz de los valores ni domina los códigos, por ejemplo, sobre la higiene, el orden,
lCtiCas de las que no tenemos el trabajo, la picaresca, el hecho de compartir, la puntualidad o el ruido. A
~ nos esforzamos por pasar estas diferencias culturales (Perrenoud, 1996b, 1996i, 1997b) se añade la al-
) dominarIlos todas nuestras teridad que existe incluso COIl personas que pertenecen a la misma gene-
'sagradable darse cuenta de ración, a1 mismo sexo, a la misma familia, a causa de la diversidad de las
personalidades y las historias de vida.
58 DíSARloun lA I'RAalUlIEnfXIYl El! 11 í)fl(lO DE fllSfKAR
Tal como muestran los psicoanalistas (Cifali, 1994; Imbert, 1994, 1996), suelo uno alIado del otro/-,
la relación de responsabilizadón siempre ha sido utilizada, sobredetermi- comporta, en general, meno
nada, parasitada por la historia de nuestra relación con los demás, desde la das...
más tierna infancia. Los miedos, los amores y los odios, la voluntad de do- Ningún funcionamientc
minación y todo tipo de sentimientos ocultos, a veces violentos y molestos, unido, está amenazado por d
siempre son susceptibles de reactivarse en una relación presente, indepen- equilibrios entre las retribuc
dientemente de que ésta sea profesional. La rabia que puede suscitar un Estas disfunciones van acoffil
capricho benigno o un ligero derroche, en ocasiones sólo se explica anali- dusión, de revuelta, de humi
zando los acontecimientos pasados y sin relación con la escuela. rimentados no están libres
Reflexionar sobre la propia práctica también significa reflexionar anticiparlas y contenerlas, evi
sobre la propia historia, los habitus, la familia, la cultura, los gustos y aver- te, para asegurar esta regulac
siones, la relación con los demás, las angustias y las obsesiones. Para estar no agrave las tensiones, lo sil
preparado para ello, no es suficiente con leer a Freud o a Bourdieu en un trario. permita explicarse.
libro de bolsillo, aunque ello no constituya una tarea inútil. La formación Solamente pueden comp
debe dotar a la mirada sobre uno mismo de un poco de sociología, un los enseñantes que se aband
poco de psicoanáiisis, y sobre todo, debe proporcionar un estatus profesio- metacognición. Postenormer
nal, claro y positivo. Ni narcisismo, ni autodesvalorizadón, sino un intento siones y los análisis con sus ce
de comprender de dónde provienen nuesll'llS relaciones con 108 demás. inicio de la regulación, El sil
del problema, la búsqueda d.
que de nervios expresan em
Favorecer la cooperación con los compañeros t de distanciamiento y análisis
La cooperación profesional está al orden del día. Sus motivos son muy razo- 1
flexión de cada uno es un in
nables, incluido el rechazo a la soledad del practicante. Pero los mecanismos miento y una baza fundar
que están enjuego son menos diáfanos: en la cooperación, hay transparencia profesionales y el trabajo en •
y secreto, se comparte y se compite, hay desinterés y cálculo, poder y depen-
dencia, confianza y miedo, euforia y cólera. Incluso entre dos técnicos que re-
paran una calefacción, entre dos programadores que conciben juntos un Aumentar la capacidad de in~
programa de ordenador, entre dos mecáuicos que desmontan un moror, exis- Innovar, en última instancia~ s
te negociación y lugar para divergencias no siempre racionales, En cuanto no t.'Xime del análisis de lo ql
compartimos alumnos e intervenciones en los grupos, ¿por qué deberla sor- cambiar, La innovación endó¡
prendernos que la cooperación no sea siempre serena y esté desprovista de de la concienciación y de la f
estados de ánimo y que no sea nunca la simple conjugación eficaz entre to a las innovaciones propue
competencias y fue!'zas? centro, formadores o ministe1
Además, también se negocia con los a1umno~ con otros compañeros, al precio del análisis de su (
con los padres, la administración, las autoridades locales, ctc., dicho de saber si desea adoptar un en
otro 1llOdo, con actores con quienes no compartimos todos los objetivos. lnas¡ un enseñante reflexivo
Cada uno defiende un punto de vista e intereses distintos, cuando no práctica actual. Procede del TI
opuestos. Entonces, la cooperación es má~ abiertamente conflictiva. los padres, introducir una ev
Esto sucede, en ocaliiones, en el seno de Wl equipo compacto. Traba- clase. Entre «Ya lo hago) no 1
jar en equipo, sobre todo en un oficio de lo humano supone «compartir la típodas de mis valores, de mi
parte de locura de cada uno» (Perrenoud, 1994t 1996c). Significa también para mil apreciaciones rnuch
enfrentarse al otro sobre grandes cuestiones filosóficas -¿tenemos derecho En el funcionamiento co
a castígar?- y ace!'ca de pequeños detalles -¿hay que dejar lds zapatos en el posturas y las competencias 1
•
SABER RHtfXlOIIAR SOBRE LA PROPIA n¿mu 59
•
fali, 1994; Imbert, 1994, 1996), suelo uno al lado del otro?-, el desacuerdo sobre las cuestiones filosóficas
l sido utilizada, sobredetermi- comporta. en general menos consecuencias que las pequeñas divergen-
1
ladón con los demás, desde la cias ...
y los odios, la voluntad de do- Ningún funcionamiento colectivo es simple, todo grupo, incluso
;;, a veces violentos y molestos, unido, está amenazado por diferencias, conflictos, abusos de poder o des--
la relación presente. indepen w
1
equipos que innovan, encon- I
La práctica reflexiva. como su propio nombre indica, es una práctica cuyo
míes cuya práctica reflexiva se
dominio se adquiere W!diante /o. práctica. Sin duda, es importante explici-
tarla y suscitar la adhesión a esta forma particular de practicante. No obs--
lderos innovadores son mino-
tante, el paso decisivo sólo se franquea cuando la reflexión se convierte en
, Ampliar las bases del cambio
un componente duradero del habitus, ésta ({segunda naturaleza» que hace
'la postura y las competencias
que a partir de determinado umbral, sea imposible no plantearse más pre-
guntas, salvo para seguir una cura de desintoxicación.
¿Cómo se trdIlsforma, durante la formación inicial, a un estudiante en
practicante reflexivo? Estamos lejos de saberlo, pese a las numerosas tentati-
vas (Tabaschnick y Zeichner, 1990; Holborn, 1992; Valli, 1992). Sin duda, es
llltes en la reflexión sobre su
necesaria la adhesión de los interesados y, por lo tanto, un programa clara-
m: es una baza para crear senti-
mente orientado hada ]a práctica reflexiva y un contrato de formación to-
'vetay, 1996), pero también el
talmente explícito. Formar a estudiautes para una práctica reflexiva mientras
n separarse en un oficio de lo
esperan respuestas categóricas, fórmulas y rutinas, es una empresa vana.
, que el trabajo es uua fuente
Sin embargo, no es suficiente con dirigirse a los estudiantes que sien-
, también de sufrimiento (De-
ten una simpatía inicial por esta figura del enseñante. Para empezar, por-
lffiovilidad, la ausencia de de-
que desde esta perspectiva todos están llenos de ambivalencias. Además,
mente, una vida trauquila y
porque es dificil representarse la dimensión reflexiva de una práctica antes
¡tido, llevar a no preguntarse
de haber empezado la formación profesional. En definitiva, porque los es-
1 qué derecho, o en virtud de
tudiantes que quieren convertirse en enseñantes por motivos muy perso~
nales emprenden esta vía y viven sus estudios como un mal necesario~ sin
tan demasiados cambios yen-
adhelirse al referente de competencias ya la figura del enseñante que fun-
Illutabilidad. En consonancia
damentan el programa de formación y sin ni siquiera interesarse por ello.
le la espera de determinados
Por consiguiente~ nos encontramos ante un programa de formación, en-
ones, de la usura mental y de
frentados a unos estudiautes que ya son, desde diversas perspectivas, indi-
e conciencia. de las reformas
viduos reflexivos, y a otros para los qne esto representa un cambio de
,&colar, del empeoramiento de
identidad al que se resistirán con todas sus fuerzas. a veces abiertamente. y
la cuestión del sentido de la
otras veces con disimulo...
: con más fuerza. Aunque no
Todas las formaciones de carácter profesional preparan para resolver
atamente. Incluso durante el
los problemas con ayuda de métodos fundamentados en conocimientos teó-
microacontecimientos~ fases
deos o en la experiencia colectiva. Su puesta en marcha no se proc.tuce sin
tos, llegadas y partidas, deci-
reflexión, puesto que cuanto más nos dirigimos hacia tareas complejas,
:tuar la moral y el clima e im-
más necesario esjuzgar la pertinencia de diversos métodos, así como de su
combinación, e induso inventar nuevos métodos para hacer frente a la sin-
o responde, en sí misma, a la
gularidad de la situación. Esta reflexión es sinónimo de competencia para
, con algunos instrumentos y
juzgar par uno mismo, sin ap1icar automáticamente procedimiento.."i ya ela-
.undar a las evidencias, a Jos
borados. En este sentido, toda actividad un poco compleja posee un com-
lidos egocéntricos. El practi-
ponente reflexivo.
) pez en el agua», o por lo
Un practicaute retlexivo se plantea, como todo el mnndo, preguntas
el tiempo en el que todo era
sobre su tarea, las estrategias más adecuadas, los medios que deben reu-
uirse y el programa de tiempo que debe respetarse. Sin embargo, tam-
62 DmRROW;: lA PR~CTI0 REFlEXIVA 01 El llFJ(I() 111: EIISfNA.R
bién se plantea olras, sobre la le¡,'itimidad de su acción, las prioridades, la • Diversas experiencias d
parte de negociación y el hecho de tener en cuenta la importancia de los den predisponer a lila
proyectos de otras personas implicadas, la naturaleza de [os riesgos ex- les, compromisos con
puestos, el sentido de la empresa y la relación entre la energía desplega- sentido contrario.
da y los resultados esperados. Asimismo cuestiona la organización y la
1
división del trabajo, las evidencias que vehiculan la cultura de la institu- Por tanto, nos encontrarr
ción y de la profesión, las normativas del contexto, los saberes estableci- una diversidad de historias de
dos y la ética cotidiana. turas con múltiples perspectiv
Entre la reflexión en el interiar de la tarea y del sistema y la reflexión al valor de la reflexión en la a,
sobre la tarea y el sistema no hay solución de continuidad. El practicante re- lo de lado, aunque es bastante
flexivo no es un verdadero contestatario, que busca en todo momento el sar la relación de cada uno
fhllo del sistema. Sobre todo, reflexiona a partir de los problemas profesio- reflexionar, Jas cuestiones que
nales con que se topa, en su nivel, sin rentmdar, poco a poco, a descubrir propia curiosidad o a la persF
fallos que un asalariado más «razonable» no percibirá o no perseguirá. Con el pasado f.nniliar, exponen al
bastante frecuencia, la reflexión sobre los problemas pone en evidencia los del funcionamiento intelectua
fallos eu la división, la organización o la coordinación del trabajo, y es el Así, lo más indicado no n
sentido común el que dirige las actuaciones en este nivel, más que los es- abiertamente. Quizá*'; sea más ¡
fuerzo..,: vanos por compensar una estructura mal concebida o mal dirigida. nos tomamos el tie:mpo, ante,
Tal como se entiende aquí, la práctica reflexiva constituye una relación la historia de vida y los cond
con el mundo, activa, crítica y autónoma. Por 10 tanto} se trata de una cues- dueto, sin centrarnos en la dir
tión de actitud más que de estricta competencia metodológica. Una for- mas de hacer que nos remiten
mación para la resolución de problemas, incluso en sentido amplio, que estudiante en prácticas! que 1
incluya su identificación y que renunde a todo procedimiento estandari- uno la concienciación de su «
zado, no sería suficiente para formar a un practicante reflexivo. de retos distintos: conf1ictos~
Sin proponer un progrmna, y todavía menos una unidad específica de chazo de una disciplina o de
formación, nos arriesgaremos a desvelar algunas pilitas. todo esto, es preciso que los f(
(Dominicé,1990).
,.arrollan una actitud reflexi- perilnentar sin agotamiento ni tensión. Uno de los factores, el más fácil de
~nsión dominante en el oficio trab,yar, afecta al control de los medios intelectuales de la reflexión: habi-
ras escuelas. to de dudar, de sorprenderse, de plantearse preguntas, de leer, de trans-
64 DESARROLlAR lA PRÁCTICA REflEXIVA EN El OFICIO DE ENS{ÑAR
cribir determinadas reflexiones, de discutir, de reflexionar en voz alta, etc. foques. El propio debate sob
Métodos para clasificar los problemas, repartir las tareas, hallar informa- terreno abonado para la cor
ción y asegurarse la ayuda. madores y de sus visiones resI
A todo esto, se añaden los conocimientos teóricos que contribuyen a ción inicial.
expresar con palabras los estados de ánimo, a dar forma a la experiencia, Esto también afectará a l~
a vislumbrar hipótesis, y a establecer modelos de lo real. Dichos conoci- de estas características, se lel
mientos no resultan útiles a menos que nos entrenemos para utilizarlos, que enseñantes ejemplares y (
fuera del contexto de los cursos y los exámenes, para analizar situaciones dudas con sus estudiantes en
individuales. Formar para una práctica reflexiva significa aprender a fun- sus opiniones firmes (Perrenl
cionar, incluso a «hacer malabarismos» con las ideas, estructurar las hipó-
tesis, seguir las intuiciones o arrinconar las contradicciones. La relación
escolar con el saber, severo, dependiente, sin distancia crítica ni espíritu lú- la alternancia, condición y mI
dico, no es favorable para una práctica reflexiva, que exige pensar por sí Se aprende a analizar analizan
mismo y servirse de los conocimientos de forma pragmática y arriesgada. do. Sin menoscabo de las indi<
ce al ámbito del entrenamiento y
que observa, sugiere pistas y h,
El compromiso de todos los formadores cionales que impiden observar
La práctica reflexiva puede entrenarse de forma específica, en los seminarios Además de la adhesión d
de análisis de las prácticas, en los grupos de reflexión sobre los problemas radigma, es importante que el
profesionales, en los talleres de escritura clínica, de estudios de caso o de po para analizar las situacione
historias de vida, o incluso en las enseñanzas orientadas hacia la metodo- todo tipo de compañeros. Est
logía de la observación o de la investigación. El esfuerzo se concentra en la integrantes de la formación. ]
postura, el método, la ética, el saber hacer en la observación, la animación jaros de un tiro: crear conocir
yel debate. el entrenamiento para el aná
El desarrollo del saber analizar (A1tet, 1994, 1996, 1998), no obstan- miento clínico de formación (
te, no podría lograr sus objetivos si queda confinado en dichas unidades un dispositivo definido de a1te
especializadas. Trabajando en estas dimensiones de la formación, disci- situ y una reflexión más distan
plinares, didácticas, transversales o tecnológicas, los formadores podrán
contribuir a desarrollar una postura y unas competencias reflexivas.
Esta responsabilización del conjunto de las unidades de formación los principios éticos
por parte de todos los formadores no es posible a menos que éstos com- La práctica reflexiva, como ya
partan una referencia común al practicante reflexivo como figura emblemá- los valores, a la justicia y al PO(
tica del enseñante que desean formar. Esta figura no exige un acuerdo recen, por tanto, trabajarse <:
preciso sobre la conceptualización de la metacognición, de la reflexión, de también como tales.
la regulación, del papel de los saberes o de la experiencia. Basta con una No estamos pensando en
convergencia globaL La diversidad de enfoques aumen tará las posibilidades trenamiento que identifique,
de los estudiantes de aferrarse a uno u otro y enriquecerá el abanico de po- chas unidades de formación 1
sibilidades: se puede estimular el desarrollo de la práctica reflexiva anali- mismos valores, sino en desar
zando los protocolos, viendo secuencias de vídeo, desmenuzando una de descentralización o de mé
secuencia didáctica, invitando a llevar un diario, trabajando en situaciones su práctica.
o dilemas u organizando debates. Para poner un ejemplo, és
Es de desear que, por parte de los formadores, la «reflexión sobre la ticas que ha cambiado de fuml
reflexión» vaya más allá del sentido común, sin por ello uniformizar los en- los participantes tienen miedo
•
SABER RHUXIOH.U SOBRE LA PROPI,/¡ I'R1C1I[/¡ 65
•
le reflexionar en voz alta, etc. foques. El propio debate sobre la práctica reflexiva podría convertirse en
-lir Ia.'i tareas, hallar informa- terreno abonado para la confrontación de las epistemologlas de los for-
madores y de sus visiones respectivas del oficio de enseñante y de la forma-
)5 teóricos que contribuyen a ción inicial
a dar forma a la experiencia, Esto también afectará a los formadores de campo. Con una fOfInación
os de lo real. Dichos eonoci- de estas caracteristicas, se les exige que sean practicantes reflexivos más
, entrenemos para utilizarlos, que enseñantes ejemplares y que acepten compartir sus interrogantes y sus
nes, para analizar situaciones dudas con sus estudiantes en prácticas J al tiempo que sus convicciones y
XÍva significa aprender a fun- sus opiniones firmes (Perrenoud, 1994<; 1998c, 2001d).
.as ideas estructurar las hipó-
t
contradicciones. La relación
distancia crítica ni espíritu lú- lo alternancia, condición y motor del análisis
xiva, que exige pensar por sí Se aprende a analízar analizando, igual que se aprende a camillar caminan-
-ma pragmática y arriesgada. do. Sin menoscabo de las indicaciones metodológícas, la formación pertene-
ce al ámbito del "ntrenamienÚ! y el formador desempeña el papel de entrenaá(tr
que observa, sugiere pistas y hace notar los funcionamientos mentales o rela~
cionales que impiden observar. escuchar, comprender o imaginar.
na espedfica, en los seminarios Además de la adhesión de los formadores y los esmdiantes a este pa-
reflexión sobre los problemas radigma. es hnportante que el programa de fonnación les conceda un tierJ1r
lica, de estudios de caso O de po para analizar las situaciones concretas, en todo tipo de contextos y con
!; orientadas hacia la metodo-
todo tipo de compañeros. Este tiempo. inevitablemente, se usurpa a otros
El esfuerzo se concentra en la
: la observación, la animación
l integrantes de la formación. Por consiguiente. es necesario matar dos pá-
jaros de un tiro: crear conocimientos y competencias específicas mediante
el entrenamiento para el análísis, lo que sólo es pusible con un prucedi-
994, 1996, 1998), no obstan- miento clínico de formación (Imbert, 1992, 1996; Perrenoud, 1994a) y con
)nfinado en dichas unidades un dispositivo definido de alternancia y articulación entre lo que ocurre in
iones de la formación, disci- situ y una reflexión más distanciada (Perrenoud, 1996h, 1998a).
ricas, los formadores podrán
:::ompetendas reflexivas.
, las unidades de formación Los principios éti(OS
~ible a menos que éstos corn-
La práctica reflexiva, como ya hemos visto, también afecta a las normas. a
"eflexivo corno figura mnbkmá- los valores, a lajusticia y al poder. Sus dimensiones axiológlcas y éticas me-
figura no exige un acuerdo recen, por tanto. trabajarse en diversos contextos más complejos, pero
cognición, de la reflexión) de también como tales.
a experiencia. Basta con una No estamos pensando en cursos de ética, sino en una forma de en-
; aumentará las posibilidades trenamiento que identifique, explicite y trate dilemas. El propósito de dí-
,nriquecerá el abanico de po- chas unidades de formación no radica en dotar a los estudiantes de los
de la práctica reflexiva anali- mismos valores, sino en desarrollar en todos una forma de sensibilidad,
! vídeo, desmenuzando una
de descentralización o de método para tratar las dimensiones éticas de
~io, trabajando en situaciones
su práctica.
Para poner un ejemplo, éste es el caso de un grupo de análisis de prác-
adores, la «reflexión sobre la ticas que ha canlbiado de rumbo con demasiada frecuencia, ya sea porque
n por ello uniforrnizar los en- los participantes tienen miedo de herir a los demás y renuncian a plantear
66 IlfSAUl}ltAR 1ll'tÁUlCA RmUI'iA Uf H OfICll) bE ENSEÑAR
las preguntas correctas, o ya sea porque se embarcan en una empresa de- que sufren, fracasan o aband
masiado ambiciosa y provocan desaslres por un planteamiento demasiado en crisis al sistema educativo
audaz o por interpretaciones demasiado duras de oír. Por consiguien te. seria
rante la formación inicial pai
continuación. Ésta es una lah
Desarrollar una ontropologio de la práctico directivos de los centros" los
Toda reflexión sobre la práctica pone en marcha una teoría de la práctica los siodicatos y de la institucí
'J del actor. Teoría sabia o ingenua) explícita o implícita, que nos remite centro con una actitud refle
a los 1116viles de la acdón~ la conciencia y la incouscienda la parte de la
t mundo con preguntas que na
responsabilídad y de la dependencia, del determinismo y del libre albe- a un buen número de jóvene
drío. Así, es nuestro deseo qu,
Una formación para la práctica reflexiva debería comportar una ini- renda de los innovadores, d{
ciación a las ciencias de la lnente y de la acción~ psico1ogía cognitiva, psi- métodos de enseñanza y de le
coanálisis, sociología de las prácticas y del babitus, hermenéutica, sión de estimularla, ofrecicnd
pragmática lingüística y teorías de la actuación comunicacionaJ, teoría de análisis de prácticas, grupos (
las organizaciones y análisis estratégico, teoría de las decisiones y ttab,!jos nales, seguimiento de proyecl
sobre el conocimiento y las competencias.
Estas aportaciones teóricas también se justifican con otros motivos.
Están en la base de determinados enfoques didácticos y transversales del
oficio de enseñante, de programas y de aprendizajes escolares.
Sin embargo, resulta provechoso exlraer de este conjunto de teonas los
conocimientos más útiles para el análisis de las prácticas y articularlos para
un entrenamiento metodológico. Los trab~os más recientes sobre las com-
petencias, el luzbitu" y el conocimie:nto de Úl acción (Argyris, 1995; Barbier, 1996;
Le Boterf, 1994, 1997, 2000; PaquayyOIrOS, 1996; Perrenoud, 1996c, e) pcr"
miten, por ejemplo, integrar un gran número de conceptos y de perspecti-
vas disciplinares. Podemos llamar a este conjunto organizado de
perspectivas complementarias antmpoÚJgía de la práctica (Bourdieu, 1972,
1980,1993).
nbarcan en una empresa de~ que sufren. fracasan o abandonan, pero no lo suficiente como para poner
l1n planteamiento demasiado en crisis al sistema educativo y al oficio.
lS de oír. Por consiguíente, sería absurdo desarrollar la práctica reflexiva du-
rante la formatÍón inicial para dejar de preocuparse por lo que sucederá a
continuación. Ésta es una labor que deben llevar a cabo los inspectores. los
directivos de los centros, los responsables de la formación continua, de
archa una teoría de l.a práctica los sindicatos y de la institución educ.ativa al completo. Presentarse en un
o implícita) que nos remite centro con una actitud reflexiva, y oír decir que molestamos a todo el
inconsciencia, la parte de la mundo con pregtmtas que nadie quiere escuchar, es suficiente para enfriar
'terminismo y del libre albe- a un buen núnlero de jóvenes enseñantes.
Así, es nuestro deseo que la práctica reflexiva se convierta en la refe-
a debería comportar una ini~ rencia de los innovadores, de los formadores, de los autores de medios y
:ión, psicologia cognitiva, psi- métodos de enseñanza y de los directivos, y que no perdamos ninguna oca-
del habitus, hermenéutica, sión de estirnuJarla, ofreciendo lugares y recursos tales como seminarios de
ón comunicadonal~ teoría de análisis de prácticas, grupos de intercambio sobre 105 problemas profesio-
ía de las decisiones y trabajos nales, seguimiento de proyectos, supervisión y ayuda metodológica.
RESUMEN
La irnportancia de la figura del maestro resulta indiscutida. Indudablementc en el ámbito escoiar el
maestro tiene por excelencia un papel protagonista. El espacio temporal en el que se mueve el maestro en cada
contexto sociohistórico ha sido decisivo para su planteamiento profesional. El modelo magisterial de la
escuela tradicional, el "magistrocentrismo", cedió el paso al paidocentrismo con lo que varía sustancialmente
la figura del maestro.
ABSTRACT
The importance of the figure of the teacher remains unquestionable. Undoubtedly, the teacher holds
preeminently a protagonist role in the school seuing. 'The temporal space in which the teacher acts in every
socio-historic context has been decisive for hisfher professional planning. The magisterial model of the
traditional school "magister-focus" pattem gave way to a "student-focus" pattem so as to change the teacher
figure essentially.
PALABRAS CLAVE
Maestro, Renovación pedagógica, Protagonista, Contexto sociohistórico, Niño, Escuela,
Magistrocentrismo, Paidocentrismo.
KEYWORDS
Teacher, Pedagogic reform, Protagonist, Socio-historic context, Child, School, Magister-focus
pattem, Student-focus pattern.
1. INTRODUCCION
La valoración de la figura magisterial debe realizarse con los mismos criterios que se
rige la historiografía para enjuiciar los acontecimientos sociales pretéritos.
La complejidad magisterial alterna la mentalidad tradicional con esquemas
innovadores que ofrecen nuevas perspectivas educativas y nuevos horizontes a la formación
de los más jóvenes. Muchas veces el maestro no propulsa la transformación ni opera en los
términos pertinentes porque el propio sistema sociopolítico y el engranaje escolar
amordann su labor e impiden el despegue de su tarea. El panorama educativo varía en
función del paradigma o las corrientes de pensamiento educacional, los avances de la
sociedad y el cambio de directrices en la política educacional.
Rvta. Interuniversitaria de Formación del Profesorado, n 9 16, EnerolAbril 1993, pp. 135-144
136 GONZALEZ PEREZ, TERESA
de que no pueden serlo si no han sido educados. Para ejercer de "Gobemante-Educador" será
requisito previo recibir wia esmerada educación desde la infancia2.
Con respecto a la figura del maestro Giner de los Ríos manifestaba que:
Para Giner de los Ríos, la formación integral que conforma al maestro queda puesta
fuera de toda duda. Además, debe conocer todo el proceso de aprendizaje y las características
evolutivas de los educandos, así como la metodología didáctica de las diferentes materias a
impartir18 . La reforma de la metodología y regeneración escolar arranca del ejercicio
magisterial.
Tanto en El maestro mirando hacia dentro como en El maestro mirando hacia fuera,
se trasluce el conjunto de características que debe reunir el maestro. El maestro o "El
hombre que educa enseñando" debe cumplir "aptitudes peclagógicas o didácticas" y "aptitudes
morales". Pensaba que:
"No es, pues, el mejor maestro el que más sabe, sino el que sabiendo lo necesario, tiene el
don de saberlo enseriar, esto es de saberlo ver y entender, pensar y relacionar, y sobre todo, de
excitar y acrecentar el deseo de aprender, unido al método y hábito de estudiar y discurrir".
En este sentido la Pedagogía ocupaba un lugar preferente, una concepción amplia que
contempla desde la vertiente científica, el arte de enseñar, tanto didáctica como
metodológicamente19.
140 GONZALEZ PEREZ, TERESA
Dewey opinaba que la participación activa del maestro en la socieclad era el verdadero
sostén de la comunidad. El maestro tenía que contribuir al desarrollo de la socieclad, a través
de una escuela permeable, que supere el ostracismo y el aislamiento. El educador sujeto
activo cuya contribución resulta esencial para la transformación de la sociedad. La escuela
no puede invertir su misión y sus valores, aquí entra la implicación directa del maestro
como defensor de la libertad y la justicia20.
Freinet entiende que los maestros son factores esenciales en el crisol en que habrá de
labrarse la nueva escuela. La innovación educativa parte de la base para lograr con eficacia la
renovación escolar, inculcando a los maestros "el amor a su oficio y, así, el amor a los
nŭ1os" con lo cual "recuperarán la sensibilidad, el equilibrio, la maestría y la autoridad". Sin
embargo, ante los cambios que anuncia la pedagogía freinetiana se despiertan los recelos de
los maestros21 . Para poner en práctica su pedagogía el papel del maestro tiene que
modificarse y replantearse22. Al cambiar la filosofía educativa, donde el nifio se convierte en
agente de su educación, el maestro alterará su función para que prevalezca la pedagogía
práctica regida por el principio de actividad que propugna Freinet23.
"El educador ya no es sólo el que educa sino aquel que, en tanto educa es educado a través
del diálogo con el educando, quien, al ser educando, también educa no es sujeto cognoscente en
uno de sus momentos y sujeto narrador del contenido conocido en otro; es siempre un sujeto
cognoscente, tanto cuando se prepara como cuando se encuentra dialógicamente con los
educandos... el objeto cognoscible deja de ser para el educador una propiedad suya para
transformarse en la incidencia de su reflexión y de la de los educandos; de este modo el educador
problematizador rehace constantemente su acto cognoscente en la cognoscibilidad de los
educandos... el papel del educador problematizador es el de proporcionar, conjuntamente con los
educandos, las condiciones para que se dé la superación del conocimiento a nivel de "doxa" ( =
opinión) por el conocimiento verdadero, el que se da al nivel del "logos" ( = pensamiento de la
realidad verdadera) la tendencia tanto del educador-educando como la de educartdo-edudadores es
la de establecer una fortna auténtica de pensamiento y acción".
Las corrientes libertarias plantean un cambio actitudinal, tanto del maestro como de
las instituciones educativas. Revisan y critican el autoritarismo magisterial en defensa de la
libertad que propiciará nuevas relaciones y altemativas. Ponen énfasis en la libertad, guiados
por su objetivo supremo "educar en libertad y para la libertad", donde la libertad es la
esencia del proceso educativo. Neill y Ferrer i Guardia son prototipos de este movimiento
antiautoritariov. Las duras exigencias que la escuela imponía a los alumnos requieren una
constante renuncia a la propia vida infantil y juvenil. Toda vez que la escuela cons ŭtuye un
mundo aparte, al margen del mundo y de la sociedad.
Desde esa perspectiva, Neill afronta una revisión y un nuevo planteamiento
educativo. El panorama escolar infantil poco halagiieño inspira a Neill quien elabora unos
objetivos en el más estricto divorcio con el sistema educativo usual; en su proyecto escolar
aflora la libertad del niño y frena la introducción de las nuevas metodologías didácticas en su
equipo de profesores con la finalidad de que no se merme la autonomía infantil. No enjuicia
el perfil del maestro, pues considera su función bastante complicada. El maestro, dentro del
ámbito en el que se mueve, se encuentra sometido al sistema coercitivo escolar y se ve
obligado a imponer una serie de restricciones, aunque sea consciente de que su actuación es
negativa para los niños.
Desde la vertiente comunista los postulados que constituyen el ideario escolar de
Malcarenko, forjados en la concepción de la sociedad soviética, para niños y adolescentes
inadaptados, forman el vértice de una amplia discusión educativa. La experiencia pedagÓgica
de Malcarenko le permite vertebrar significadas aportaciones a la educación. Malcarenko
entiende la función del maestro como un sistema de intercomunicación, entre el maestro y el
alumno. Su tarea no se limita a la mera transmisión cultural, amplía el abanico a unas
pautas comportamentales y otros hábitos.
El maestro• necesita una formación académica que le cualifique, pero reconoce
importancia de la experiencia28 . La responsabilidad, la autoridad y la disciplina son factores
claves dentro del ideario de Malcarenko. El elemento disciplinario ha suscitado mucha
polémica, sobre todo al inscribirse en ella los castigos. En todo momento el maestro no
debe fallar a su principio de actividad: "Lo ŭnico que el educador debe evitar es estar ante los
chicos sin hacer nada y sin mostrar interés por ellos".
3. A MODO DE RESUMEN
Vistas las diferentes concepciones en torno al modelo magisterial resta decir que cada
maestro cumple una misión concreta en cada momento histórico. Su papel está sujeto a las
condiciones políticosociales y económicas en las que se halla inmersa la educación. No
142 GONZALEZ PEREZ, TERESA
4. CONCLUSIONES
La figura del maestro no gozó ni goza de la estima que merece, si bien su
protagonismo educativo ha sido importante. Relegado a un puesto escasamente remunerado
y con pocos medios a su alcance se dedica a la formación de las generaciones más jóvenes.
Con un cometido social indiscutible, su prestigio no ha estado elevado a la categoría que le
corresponde. Sobre todo considerando que los cambios operados desde la escuela contribuyen
a la renovagión social. La dinámica social, producto de las mutaciones culturales, genera
diferentes tipos de maestro, cuyos requisitos y formación varían con cada época histórica.
Desde nuestra perspectiva histórica, analizar la insuficiente renovación magisterial no
es loable, porque siempre hubo maestros renovadores, vanguardistas que se inquietan ante el
caducado modelo que plantea la ensefianza tradicional. A lo largo del tiempo perviven
maestros de tradición renovadora que buscan alternativas a los pilares anquilosados de sus
escuelas. Los pedagogos renovadores adoptan una actitud crítica y de cambio ante las
fenecidas estructuras de la vieja y perenne escuela. Autores que a nivel teórico y práctico se
enfrentan a los esquemas sociopolíticos combatiendo la antigua pedagogía y revisando el
papel del maestro. Algunos de ellos de forma aislada, otros encuadrados dentro de grupos que
organizan un amplio movimiento innovador, se encaminan por el sendero de una escuela
donde el verdadero protagonista •sea el nifio, marginando el magistrocentrismo frente a la
primacía del paidocentrismo.
En todos los tiempos, el maestro ha sido y será una víctima del sistema. En
ocasiones se culpa al maestro de ser el causante de la disfuncionalidad educativa y sin
embargo, el verdadero responsable es el Estado. A los Estados no les preocupa demasiado la
formación de los maestros, ni el reciclaje ni la renovación pedagógica. Le interesa mucho
más perpetuar el sistema y mantener el régimen social tal como está establecido,
contribuyendo a distribuir las desigualdades y acentuar las diferencias sociales.
Esa escuela que verdaderamente ofrezca "igualdad de oportunidades" está por venir,
hoy aŭn es una utopia.
NOTAS
1 Los sofistas eran profesores itinerantes que se dedicaban a instruir a los j ŭvenes y cobraban por
su enseñanza. La venta de sus conocirnientos se convierte en una forma de ganarse la vida, toda vez que
desempeñan el oficio de forma remunerada. Especulando con el saber los sofistas adquieren protagonismo en
la vida pŭ blica griega, sentando las bases de la enseñanza secundaria y superior. Además introducen las
disciplinas que posteriormente conforrnan el Trivium y el Quadrivium.
2 Platée afinnaba: "... para la conseivación del Estado es necesario que exista siempre en él una
guía que posea este arte de la Educación En el estado debe conservarse siempre un elemento en el que siga
viviendo y obrando el espíritu del fundador ...".
PLATON (1967): La Repŭblica. Buenos Aires, Ed. Espasa-Calpe, págs. 159-161.
Papel y visión social del magisterio en la
Historia de México
Este trabajo pretende dar una visión sintética del desarrollo del magisterio, así como del
papel y visión social del maestro en un periodo amplio, que va desde la consumación de la
Independencia en 1821 hasta nuestros días.
Por otra parte, en este tiempo, la profesión de maestro se ejercía en muchos casos de
forma independiente, y los ayuntamientos y padres de familia contrataban profesores
particulares para impartir materias básicas como lectura, gramática, escritura y aritmética,
además era obligatoria la enseñanza de la doctrina cristiana y se instruía ocasionalmente
en algún oficio. Igualmente, eran los ayuntamientos quienes otorgaban las licencias a los
profesores y autorizaban el establecimiento de escuelas. Hay que mencionar que la
mayoría de los maestros estaban poco preparados (a veces solo sabían leer y escribir y
tenían conocimientos elementales de aritmética) y la educación no era la más adecuada
1
en muchos casos En este sentido, la Iglesia siendo un factor importante, pues su labor
educativa seguía siendo considerable; en muchas regiones rurales, era la única que podía
proporcionar, aparte del catecismo, alfabetización a los niños y algún tipo de enseñanza
práctica. De este modo, podemos decir que la educación que se impartía era rudimentaria
y muy elemental, la labor educativa se encontraba desestructurada y dispersa; y la
profesión de maestro era de libre ejercicio y no institucionalizada, puesto que en el
gobierno no existía una cartera de educación. Y esto continuaría así a lo largo de la
primera mitad de la centuria.
En la segunda mitad del siglo XIX, los liberales mexicanos se propusieron secularizar la
educación, con la natural oposición de la Iglesia y los conservadores. No obstante, en 1833
el vicepresidente Valentín Gómez Farías (que también determinó la creación de una
Dirección de Instrucción Pública para el Distrito Federal y territorios) había hecho el
primer intento al expedir un decreto que declaraba la libertad de enseñanza, con el fin de
dar una apertura en ese rubro y debilitar la influencia de la Iglesia, que seguía siendo
considerable; empero, las reforma fue frustrada por Antonio López de Santa Anna, que
había establecido una alianza con los conservadores. Por otra parte, la ley de 1867,
dictada por el presidente Benito Juárez, prohibía la enseñanza religiosa en las escuelas
primarias públicas en el D. F. y territorios (si bien los estados promulgarían leyes similares
posteriormente); de igual modo, la ley prescribía la creación de escuelas primarias y la
fundación de una escuela normal, proyecto que se demoraría varios años más. Un punto
importante es que en esta época por fin se había incluido la educación en el gobierno con
la Secretaría de Justicia e Instrucción Pública.
El porfiriato: 1876-1910
Durante la larga presidencia de Porfirio Díaz, bajo el impulso y guía de Justo Sierra, titular
de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes (creada en 1905), la educación tomo
especial relevancia como elemento esencial del desarrollo de la nación, y se hicieron
esfuerzos por aumentar el número de escuelas. Ya para 1880 el gobierno decretó que la
2
enseñanza primaria fuera laica y obligatoria y en 1891 una ley retomaba lo anterior y
ordenaba que las escuelas públicas fueran gratuitas. Sin embargo, la realidad era distinta
al discurso y las normas legales, pues muy pocos niños podían asistir a la escuela primaria,
situación que se complicaba más en el medio rural. Cabe decir que el acceso a niveles
educativos posteriores era aún más difícil. Esto se debía a la ignorancia de los padres o las
condiciones económicas, ya que había mucha pobreza y los niños tenían que trabajar.
Un aspecto muy importante era el enfoque pedagógico que se promovía en esta época
era la escuela objetiva, bajo la corriente filosófica del positivismo (de origen francés),
introducida a México por el educador Gabino Barreda. El objetivo de la escuela sería
inculcar una visión científica del mundo, libre de elementos subjetivos, y que el niño fuera
capaz de explicarse los fenómenos naturales de forma racional, sin atribuirlos a causas
“sobrenaturales”. Un punto a destacar fue la introducción del tema de la higiene, debido
alta incidencia de epidemias y enfermedades, y el reforzamiento de la enseñanza de la
moral, pero ya no de tipo religioso sino civil, que ponía énfasis en el fortalecimiento de la
identidad nacional (como lo sería también en la década de 1920), las buenas costumbres
y contra los vicios (un ejemplo fue que en esta época comenzó la llamada guerra contra el
pulque) que degeneraban al pueblo. En la década de 1880 se celebraron congresos donde
se habló de las condiciones y el ambiente optimo para el desarrollo del aprendizaje y se
hizo hincapié en el mal estado de las instalaciones escolares; asimismo, se recomendó la
educación moral y física como complemento de la intelectual, de modo que fuera integral
y el niño desarrollara todas sus capacidades. Varios pedagogos de la época criticaron los
métodos de memorización y repetición que convertían al alumno en un sujeto pasivo del
proceso de aprendizaje, y reprobaron con energía el uso de la violencia como instrumento
de la enseñanza. Empero, en gran medida, los métodos de transmitir el conocimiento
seguían siendo, como en décadas anteriores, esquemáticos y en una forma vertical. Los
contenidos seguían siendo muy básicos y había poca oportunidad para que el alumno
reflexionara y participara más activamente, a pesar de los postulados de la escuela
objetiva y los congresos pedagógicos que se llevaron a cabo en el porfiriato, que quedaron
más en buenas intenciones y proyectos que en hechos formales. Tampoco se hizo mucho
caso de las recomendaciones de los pedagogos y la enseñanza no cambió mucho.
Finalmente, la estructura educativa seguía siendo dispersa y sistemas de enseñanza y
programas poco uniformes, puesto que la enseñanza continuaba siendo competencia de
los estados y el gobierno federal solamente se ocupaba de la capital y los territorios.
3
y el rezago económico), comparado con profesiones como la abogacía y la medicina. Gran
parte de los maestros continuaban careciendo de una capacitación adecuada y había pocas
perspectivas para su desarrollo e inestabilidad en el empleo. Por lo tanto, muchos
profesores desertaban y buscaban otras ocupaciones mejor remuneradas.
En las primeras dos décadas de la época revolucionaria, después de la caída del régimen
porfirista, la educación paso a segundo plano y no se pudo hacer mucho por la
profesionalización de los maestros y en general por la educación. Las razones fueron
varias, en particular podemos citar las limitaciones presupuestales, los conflictos bélicos
como la insurrección contra Victoriano Huerta, causada por el golpe de Estado contra el
gobierno de Francisco I. Madero, la guerra civil entre las facciones revolucionarias, y las
rebeliones que se dieron hasta principios de los años veinte. En cuanto a la participación
de los maestros en la Revolución, esta fue activa e importante socialmente, aunque no en
número, puesto que solo pocos profesores se unieron al alzamiento contra Díaz, y la gran
mayoría se sumaron cuando la dictadura había caído. Pero sí fueron notables sus labores
de oposición y activismo político en las comunidades y mediante la prensa, y como jefes
revolucionarios (en pocas ocasiones) o como intelectuales asesores de estos mismos;
casos muy conocidos fueron los de Plutarco Elías Calles con el constitucionalismo y el de
Otilio Montaño con el zapatismo, respectivamente.
Sin embargo, las cosas cambiaron con el arribo del general Álvaro Obregón al poder. En
1921 se crea formalmente la Secretaría de Educación Pública (SEP), cuyo primer titular,
José Vasconcelos, vio en la enseñanza y la cultura como el medio para regenerar al pueblo
y fortalece su identidad. Por ello, su visión de la educación era nacionalista e integradora,
tanto de mestizo como del indígena, y se propone ampliar las escuelas, establecer
bibliotecas y formar un verdadero sistema educativo nacional. Hubo cierta continuidad
con el porfiriato en temas como la higiene y la regeneración moral, ya que aparecen
formalmente campañas antialcohólicas, que se prolongarían hasta 1940. Es preciso decir
que con el establecimiento de la SEP comenzaría el dilatado proceso de centralización y
federación de la enseñanza básica que culminaría varias décadas más tarde.
4
En el aspecto pedagógico se abogaba por una educación más humanista, con contenido
social y en donde el niño tuviera una participación más activa en su formación, buscando
dejar de lado el enciclopedismo, la memorización y el aprendizaje mecánico. La educación
debía estimular sus fuerzas interiores, su creatividad y su iniciativa. Sin embargo, a pesar
de la ruptura con el paradigma ideológico del positivismo, que se consideraba que tenía,
hasta cierto punto, un concepto deshumanizado y autómata del conocimiento y el
proceso educativo, se intentó mantener un enfoque racionalista; por lo que se hicieron los
primeros intentos de introducir una educación de esta naturaleza. Sin embargo, la otra
cara del asunto era que se pretendía utilizar a la escuela como instrumento de
desfanatización que inculcara la ideología del Estado y formara ciudadanos leales y que
hiciera que el niño tuviera una visión racional de la vida, libre de influencias religiosas; lo
que significaba que fomentara la hostilidad hacía la religión, que era un asunto familiar y
privado; no obstante, en algunos casos se paso de una educación humanista, que en
teoría debía ser laica y neutra ideológicamente, a una de tipo anticlerical y antirreligiosa,
lo que causó un fuerte malestar social y una animadversión contra el magisterio. Es por
ello que durante la guerra cristera (1926-1929) algunos maestros fueron atacados,
mutilados y hasta asesinados a causa de que fueron vistos como agentes al servicio del
gobierno de Plutarco Elías Calles, que era abiertamente hostil a la religión católica y cuyas
leyes limitaban estrechamente a la Iglesia.
Asimismo, por otra parte, se puso especial énfasis en la educación en el campo, por lo que
se empiezan a crear las primeras normales rurales y se crean las misiones culturales, que
viajarían a lo largo del país llevando “progreso y cultura”, y con apoyo del maestro se
orientarían a cursos prácticos, de oficios, agrícolas y de higiene. Vasconcelos consideraba
al maestro, además, como una especie de apóstol que redimiría a las masas incultas y las
encauzaría por la senda del desarrollo, aún acosta del sacrificio, que dicho sea, si lo era en
cierto modo, porque los sueldos y las condiciones de vida del magisterio no habían
mejorado sustancialmente. No obstante el conflicto religioso de finales de los veinte, lo
que si cambió fue la visión social del maestro, que ahora sí comenzó a ser apreciado y
respetado en la comunidad y su labor reconocida como principal formador de la niñez. De
esta manera, el maestro se convirtió en la persona más importante, junto con el cura, en
los pueblos.
5
socialista. En el marco de ésta, el maestro fue concebido como líder comunitario y un
agente de cambio social, que defendería los derechos de las clases oprimidas, el
campesinado el proletariado, a los que organizaría para que lucharan por su
emancipación y contra la explotación. Por tanto, se convertiría en un activo impulsor de la
reforma agraria. Más que la cuestión de los postulados del socialismo (lucha de clases,
dictadura del proletariado, desaparición de la propiedad privada, colectivización del
campo, y expropiación de los medios de producción), que eran más retórica que realidad
en el discurso cardenista, la educación fue concebida, en términos ideales, como un medio
para fomentar valores como la solidaridad y el respeto, y para inculcar una conciencia
social que hiciera de la persona responsable con su comunidad y sus semejantes , y que
fomentara el trabajo y la vida sana.
Empero, la visión social del maestro cambiaría radicalmente, pero en el sentido negativo.
La educación socialista fue vista por los sectores conservadores y la Iglesia como una
amenaza para la religión, la familia y los valores tradicionales de los mexicanos. Los
maestros fueron vistos no pocas veces, principalmente en el campo y por influencia del
clero católico, como promotores de una enseñanza considerada atea y dañina para la
moral, así como perturbadores del orden establecido (por la reforma agraria), las buenas
costumbres (por promover la educación mixta, es decir, juntar en la misma aula a niños y
niñas), lo que generó un rechazo social muy fuerte, que derivó de nuevo, en ciertas
ocasiones, en agresiones y homicidios.
A partir del gobierno de Manuel Ávila Camacho en 1940, que se considera el inicio del
“giro conservador” de la revolución, las reformas sociales cardenistas pierden impulso y se
piensa más en la unidad nacional y la reconciliación que en la lucha de clases. En materia
educativa, se deroga la educación socialista y se pasa a lo que se denominaría “la escuela
del amor”, que enfatizó la unidad, la familia, los valores y la moral, volviendo a considerar
al magisterio como una especie de deber religioso y al maestro como un apóstol o
sacerdote. Además, se pensó que el maestro debía dedicarse sólo a la labores de
enseñanza y no involucrarse en la política, como había sucedido en el pasado: ya no sería
un líder social. En consecuencia, la SEP fue purgada de funcionarios y maestros
cardenistas simpatizantes de la enseñanza socialista. También se funda la Escuela Normal
Superior de México en 1942 para formar maestros de secundaria, que añadía a las
normales estatales y federales que ya existían, a la vez que en décadas posteriores se
fundarían otras. El Instituto Federal de Capacitación del Magisterio (IFCM) fue otra
institución importante en el esfuerzo de profesionalización del magisterio, el cual tenía el
objetivo, por medio de sus cursos, de que los maestros que no tenían título, que eran la
mayoría, lo obtuvieran y mejoraran así sus condiciones laborales; que cambiaron, para
bien, en el aspecto escalafonario, de ingresos y de pensiones.
Durante la década de los cincuenta y hasta finales de los setenta, a la par de los conflictos
dentro el magisterio, causados por la disidencia dentro del sindicato y las demandas
salariales y de modificación del escalafón, que generaron huelgas y protestas, que llegaron
a ser graves desde el punto de vista político y social, las condiciones de los maestros se
deterioraron en lo económico y laboral. Había desigualdad dentro del magisterio, en
cuanto a las percepciones, entre los profesores urbanos y de la capital, que ganaban más,
y los rurales, que tenían los peores ingresos; esto generó demandas de nivelación salarial
y resentimiento. Igualmente, la oferta de maestros era superior a la demanda y las plazas
eran escasas. Por lo que la profesión seguía siendo poco atractiva, lo que causaba que
muchos maestros desertaran y buscaran otros empleos mejor pagados, como en el
porfiriato, o buscaran estudiar una carrera universitaria, viendo al magisterio como una
ocupación de paso o trampolín; el maestro se volvió a sentir devaluado ante la sociedad,
que muchas veces, por desconocimiento, llegó considerar que era flojo y no hacía bien su
trabajo, pasando por alto las condiciones adversas en que la laboraba. Sin embargo, a
pesar de este balance negativo, en la década de 1960, en la presidencia de Adolfo López
Mateos (1958-1994) se hicieron esfuerzos para abatir el rezago educativo y responder a la
gran demanda de enseñanza primaria. El Plan de Once Años, que tenía como ejes
principales la expansión de la educación primaria, la preparación de nuevos maestros y la
creación de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (cuyo primer encargado fue
el escritor Martin Luis Guzmán), fue la respuesta del gobierno. En este sentido, el
acelerado crecimiento del sistema educativo causó problemas. No obstante que el nivel
profesional de los maestros se elevó mediante el IFCM, éste no siempre proporcionó una
preparación adecuada, por lo cual la preparación emergente de profesores demeritó la
calidad de la educación.
El Plan, desde luego, fue duramente criticado por los sectores de derecha. Lo que
desembocó en un serio problema con la Unión Nacional de Padres de Familia y otras
organizaciones conservadoras, que veían dicho plan como la consolidación del monopolio
estatal sobre la educación y una violación a la libertad de enseñanza.
7
1976), bajo la dirección de Víctor Bravo Ahuja, secretario de educación, se planteo una
reforma educativa en la que expertos reformaron los métodos, los planes de estudio y los
libros de texto. El objetivo era inculcar a los alumnos una visión científica, una conciencia
histórica, la curiosidad de conocer y propiciar la tolerancia y la sana convivencia. Hay que
mencionar que los libros de texto de esta época, pese a las modificaciones posteriores,
siguieron en uso hasta 1992. Finalmente, se estableció la Dirección General de
Mejoramiento Magisterial.
8
La educación y el maestro en el umbral del siglo XXI: de 1993 a nuestros días
Los ejes principales del Acuerdo eran la reorganización del sistema educativo mediante la
consolidación del federalismo educativo (o descentralización, a la que se aludió más
arriba) y la nueva participación social (que incluía a padres de familia, maestros, alumnos,
autoridades y directivos escolares). El segundo eje era la reformulación de los contenidos
y materiales educativos en consonancia con las necesidades del país y los retos del futuro.
El tercer eje era la motivación y preparación del magisterio.
Y es aquí donde entra la revalorización social del magisterio, que está íntimamente ligada
al último punto. Se decía en el Acuerdo que era actor principal de la transformación
educativa, pues era quien mejor conocía las fortalezas y defectos del sistema de
enseñanza, por lo que su compromiso y participación eran vitales en cualquier reforma. El
maestro, entonces, debía ser el beneficiario de la descentralización y la participación
social en la enseñanza. La revaloración del maestro vendría en función de su preparación,
9
su actualización, el sueldo, la vivienda, la estimación social por su labor y la carrera
magisterial. En resumen, se pretendía proporcionar condiciones laborales que aseguraran
una vida digna, eran esenciales para lograr ese objetivo. El apreció social del magisterio
tendría como base lo anterior, pero también era preciso mejorar la calidad de su
formación y que su desempeño profesional fuera competente.
10
La llegada de Vicente Fox a la presidencia en 2000, generó grandes expectativas en todos
los órdenes de la vida nacional. En el ámbito educativo, prometió una revolución, y
prometió mejorar la calidad de la enseñanza y elevar el gasto. Así, el Compromiso Social
por la Calidad de la Educación involucró al gobierno federal, el sindicato de profesores,
organización de la sociedad civil y al sector productivo. Sin embargo, debido a la falta de
compromisos, acciones y metas concretas, resultó ser más retórica y en gran medida un
conjunto de buenas intenciones. Aunque puso sobre la mesa de discusión de la agenda
nacional, y esa es la virtud, cuestiones como la evaluación educativa y los exámenes de
ingreso a la carrera docente. Esto último es importante, porque en un futuro permitiría
seleccionar a mejores candidatos al exigir mayor preparación y otorgar las plazas
mediante concurso, al contrario de tiempos pasados, donde los profesores tenían al
egresar de la normal un puesto seguro.
11
primordial de desarrollo, justicia, igualdad, oportunidades y vida digna para la población.
En consecuencia, se señalaban tres directrices: modernización de los planteles
(equipamiento e instalaciones, acceso a tecnologías de la información y la comunicación y
gestión y participación social), profesionalización de los profesores y los directivos
escolares (ingreso, promoción e incentivos) y bienestar y desarrollo de los estudiantes
(salud, nutrición y alimentación; mejorar acceso, permanencia y egreso). Claro está, la
Alianza fue objeto de opiniones encontradas entre la clase política, algunos maestros y el
medio académico.
A manera de reflexión final podemos decir que a pesar de las reformas, programas y la
expansión del sistema educativo para enfrentar la creciente demanda, la calidad, la
equidad educativa y la igualdad de oportunidades para educarse siguen siendo aún una
deuda histórica con la sociedad mexicana. Precisamente, la elevación de la calidad se ha
visto dificultada por el crecimiento de la población escolar y la pobreza ha afectado
sensiblemente la permanencia de los alumnos en la escuela. Se ha progresado, es cierto,
pero todavía falta un gran trecho por recorrer.
Con relación al magisterio, se han dado avances para mejorar las condiciones de vida de
los maestros y sus familias a través de programas de construcción de viviendas, créditos y
becas para sus hijos, y de opciones de progreso profesional, mejoras salariales y
estímulos. Sin embargo, otra cosa ha sido pasar del papel a los hechos, es decir ha sido un
proceso difícil transitar de los buenos propósitos y los discursos al terreno de las
realidades concretas, pues las oportunidades han tardado en llegar para una buena parte
del magisterio. Por otra parte, el reconocimiento de su profesión y su trabajo han sido un
asunto complejo y difícil. Los conflictos magisteriales, los problemas de la enseñanza
normal (baja calidad, involucramiento de cuestiones políticas, carencia de plazas, por citar
algunos ejemplos) han complicado la tarea. Así pues, la estima social ha venido llegando
12
de nuevo poco a poco, y dependerá de las acciones del Estado, pero también de la
constancia, dedicación y compromiso de los docentes (con la niñez y con el país).
Finalmente, una pregunta importante: ¿cómo se visualiza el maestro en el umbral del siglo
XXI? La respuesta no es fácil, pero en un contexto donde las evaluaciones nacionales e
internacionales han sido desfavorables para el rendimiento de los estudiantes mexicanos.
El sistema educativo no ha generado seres que aprender a pensar y con capacidad de
reflexión, análisis y juicio crítico; un ejemplo es que muchos estudiantes tienen serias
dificultades para la comprensión de textos, situación que gran medida se debe a la falta dl
hábito de la lectura, otro de los grandes problemas del país. En este sentido, ante los
desafíos de un mundo globalizado y dinámico, donde el conocimiento cambia a pasaos
acelerados, donde es preciso acceder a la tecnología y la información para ser competitivo
y tener una mejor vida en los ámbitos social, laboral y personal. De esta manera, el
maestro es y será un elemento esencial muy importante en el progreso nacional, en la
medida que la educación es un factor decisivo en ese objetivo, puesto que tiene el
compromiso y la responsabilidad, junto con el Estado y las autoridades educativas, de
desarrollar competencias en los niños y jóvenes, que les permitan aprender a conocer,
aplicar el conocimiento para la resolución de problemas, convivir en paz y con respeto y
tener valores humanos como la tolerancia y la solidaridad, entre otros. Lo que hará estar
mejor preparados para enfrentar el mundo que se ha descrito.
Para concluir, se plantean una serie de preguntas: ¿cómo fue el tránsito de una profesión
libre o individual a una instituida?, ¿qué percepción tenía la sociedad del profesorado y su
papel en la comunidad en los diferentes periodos de la historia nacional? y ¿cuál era su
compromiso social en dichos periodos?
Bibliografía
Arnaut, Alberto, Historia de una profesión. Los maestros de educación primaria en México,
1887-1994, México, CIDE, 1996.
Galván de Terrazas, Luz Elena, Los maestros de ayer. Un estudio histórico sobre el
magisterio, 1887-1940, México, CIESAS, 1981.
13
Greaves Lainé, Cecilia, Del radicalismo a la unidad nacional. Una visión de la educación en
el México Contemporáneo, 1940-1964, México, El Colegio de México, 2008.
Loyo Brambila, Aurora, “Política educativa y actores sociales”, en Alberto Arnaut y Silvia
Giorguli (coords.), Educación. VII, México, El Colegio de México, 2010 (Los grandes
problemas de México), pp. 185-207.
Raby, David L., “Los maestros rurales y los conflictos sociales en México (1931-1940)”, en
Historia Mexicana, El Colegio de México, Centro de Estudios Históricos, vol. 18, núm.
2, octubre-diciembre, 1968, México, pp. 190-226.
14
Tabla de contenido
Prólogo
Resumen
De cara a la inminente reforma del marco jurídico y las políticas para la Edu-
cación Básica, a cargo de la administración 2018-2024, en el presente capítulo
se analizan las rupturas y continuidades para desarrollar un subsistema que
favorezca el aprendizaje y el desarrollo integral de las niñas, los niños y ado-
lescentes, así como a los docentes a cargo de su formación; donde la escuela
haga una diferencia a favor de quienes más lo necesitan y construya las bases
de una sociedad igualitaria, incluyente y pacífica, en el sentido más amplio del
concepto.
17
Apuntes para una nueva reforma educativa
En primer lugar, una reforma es una acción legislativa que busca armonizar las
normas con una realidad deseable por el conjunto social o superar obstáculos
que dificultan el alcance de estos objetivos.
18
Apuntes para una nueva Reforma Educativa y el reto de la profesionalización docente
Todo ello, generó un rechazo amplio del magisterio –a pesar de una campaña
de la SEP a favor de la RE13, cuyo costo se calcula que sólo en 2017 pasó de
70.6 millones de pesos aprobados a mil 963 millones de pesos (Roldán, 13 de
mayo de 2018). En los hechos, la sociedad mexicana apoyó abrumadoramente
la opción electoral que ofreció reiteradamente y con franqueza “abrogar la mal
llamada Reforma Educativa”, otorgándole en la elección presidencial la vota-
ción más amplia registrada en los últimos 44 años.
19
Apuntes para una nueva reforma educativa
A pesar de sus limitaciones, la RE13 avanzó en su etapa procesal con una ra-
pidez sorprendente: no más de tres meses (cuando la reforma que le precedió,
aprobada apenas en 2011 cerró un ciclo de transformaciones iniciadas diez
años antes). Este sentido de urgencia, a la postre le resultó perjudicial: impuso
a sus operadores una agenda rígida e inmediata que sólo podía ejecutarse de
manera autoritaria y atropellada, en aras de cumplir la obligación expresa y
única, simple y llana, de normar aspectos laborales. Todo ello, bajo el principio
explícito de que los maestros “eran los principales responsables” –incluso, “los
únicos responsables”– de una supuesta caída de la calidad educativa y, por tanto,
“los responsables de elevarla”.
A partir de esta convicción, la SEP de Peña Nieto encontró una solución simple
para un problema complejo: correr a los maestros que no aprobaran su evaluación
y no contratar a los egresados de las Escuelas Normales que no resultaran “idó-
neos”, como si fuera un Estado el que desarrolla, sostiene, administra y evalúa la
Educación Normal; y otro Estado el que evalúa y contrata a los maestros.
20
Apuntes para una nueva Reforma Educativa y el reto de la profesionalización docente
Es evidente que son muchos los factores que influyen más que el docente –y no
pocas veces, mucho más– en el aprendizaje de los estudiantes. Sin embargo, la
RE13 se aprobó con el apoyo de los partidos políticos; no del magisterio orga-
nizado ni de los estudiosos de la educación ni de millones de padres de familia
y sus comunidades.
21
Apuntes para una nueva reforma educativa
más amplio del concepto–; las bases de una sociedad democrática, productiva y,
en consecuencia, próspera, a la que necesariamente debemos aspirar.
El país está destinado a formar en pocos años la séptima economía del planeta,
tan sólo por la proyección del tamaño de su economía; sería lamentable que este
crecimiento no se comprometa también con el desarrollo de las capacidades de
las personas y de su calidad de vida. Ese es, justamente, el aporte que correspon-
de hacer al Sistema Educativo.
Parece mucho, pero no lo es; los objetivos de la educación son de por sí amplios,
generosos y complejos. No podría ser de otra manera si queremos hacer de ésta
el principio de una sociedad mejor, como lo han logrado otras naciones. No
basta, desde luego, con transformar la educación, no es suficiente; pero sí es un
paso necesario, de hecho indispensable, para construir una sociedad más justa
y más humana.
22
Apuntes para una nueva Reforma Educativa y el reto de la profesionalización docente
El Sistema Educativo es una organización compleja que tiene por propósito ha-
cer efectivo el derecho de todo mexicano –y en general, de todas las personas que
estén en nuestro país, por cualquier causa o bajo cualquier estado migratorio–
para acceder a la educación y beneficiarse de ella. De acuerdo a la Ley General de
Educación (1993), en su Artículo 10, los elementos del Sistema Educativo son:
De manera que una Reforma Educativa debe considerar al menos todos estos
elementos bajo la lógica de un sistema donde la alteración de alguno impacta a
todo el sistema, al tiempo que cada uno de ellos conserva su propia identidad,
sus fines y valores.
El sistema no se reforma por decreto, de ahí que la ley debe entender la lógica
del sistema, la dinámica del conjunto y de cada uno de sus elementos para ge-
nerar las condiciones que permitan al sistema realinearse a favor de fines com-
partidos, compensar las pérdidas y ganancias que se derivan de cada cambio y,
desde luego, favorecer la sinergia sobre la entropía, la cohesión sobre la disputa.
Esto implica que las reformas legislativas no imponen nuevas realidades –la rea-
lidad está dada, es compleja y responde a sus propias dinámicas–; lo que sí se
puede hacer es adecuar las normas a las dinámicas que favorecen el sistema:
métodos más eficaces, docentes más motivados y mejor preparados, materiales
23
Apuntes para una nueva reforma educativa
Parece que esta reflexión elemental entre lo que puede hacer y lo que no puede
hacer la reforma, no estuvo presente en la RE13, de ahí que se planteó objeti-
vos relativamente modestos –como evaluar a todos los maestros–, que aun así
resultaron inalcanzables, tanto por la cuantía de la población “sometida” a este
proceso como por la calidad y pertinencia de los instrumentos que utilizó.
Una pregunta relevante para el propósito que nos ocupa es: ¿por qué y para qué
se reforman la educación y el Sistema Educativo? Esta pregunta ya ha quedado
respondida, al menos en parte, pero vale la pena reiterar que la educación se
reforma:
24
Apuntes para una nueva Reforma Educativa y el reto de la profesionalización docente
Ciertamente todo ello –o gran parte– lo tomó “en préstamo” del Plan 2011,
pero –como ya se ha dicho– lo hizo soterradamente y renegando de todo lo
anterior; fue una política sin raíces que, naturalmente, no tenía oportunidad de
afianzarse en el Sistema Educativo Mexicano, como ha quedado probado tras
el cierre de la administración que la impulsó, de manera atropellada.
25
Apuntes para una nueva reforma educativa
¿El sistema se reforma en sus relaciones laborales? Sí, en ocasiones más bien
excepcionales por la dificultad y trascendencia de la materia. Pero se reforma
también: i) en sus planes y programas de estudio; ii) en la organización y las
funciones de sus elementos, y actores; iii) en la distribución de responsabilida-
des y el alcance de las mismas, y iv) en la creación o extinción de instituciones.
26
Apuntes para una nueva Reforma Educativa y el reto de la profesionalización docente
A. Aquellas que concentran las ventajas y dispersan sus costos, como las
que buscan ampliar los servicios educativos: se crean escuelas que benefician
directamente a poblaciones claramente determinadas, mientras que su costo
se distribuye entre los ciudadanos que aportan impuestos.
B. Las que dispersan sus ventajas y concentran sus costos, como las enfo-
cadas a elevar la calidad educativa: sus logros son difíciles de alcanzar, ge-
neralizar y apreciar, mientras que sus costos se concentran en unos cuantos
sectores: los maestros, algunas autoridades educativas y alumnos, a quienes
se les acusa por “no aprender”.
Naturalmente, las reformas de primer tipo son más populares y menos compli-
cadas de realizar, porque generan poblaciones agradecidas y dan oportunidad
de una vinculación muy fuerte y clara entre los gestores políticos, la autoridad y
la población beneficiada con la apertura de nuevos centros educativos; sin em-
bargo, carece de sentido y es un engaño para la población educar sin una cali-
27
Apuntes para una nueva reforma educativa
28
Apuntes para una nueva Reforma Educativa y el reto de la profesionalización docente
Las reformas blandas son más frecuentes, incluso cotidianas, porque la educa-
ción como proceso está en permanente cambio y la contextualización, perti-
nencia e innovación están en su naturaleza; no puede ni debe parar esa dinámi-
ca y, en ese sentido, descentralizar decisiones, flexibilizar procesos, empoderar a
los decisores locales y a los maestros, son medidas indispensables para avanzar
hacia una educación pertinente y de calidad.
29
Apuntes para una nueva reforma educativa
30
Apuntes para una nueva Reforma Educativa y el reto de la profesionalización docente
31
Apuntes para una nueva reforma educativa
país una investigación (Muñoz y Ulloa, 1992) que vale la pena considerar para
el diseño de una futura Reforma Educativa. Ésta indaga la relación entre la
educación y el cambio social. Considera como primer supuesto, que la edu-
cación “es funcional” a la dinámica de la sociedad y, por tanto, puede y debe
favorecerla. Para ello tiene fundamentalmente dos posiciones:
32
Apuntes para una nueva Reforma Educativa y el reto de la profesionalización docente
Si bien toda reforma es por definición progresiva (un ajuste a la situación que le
precede), la RE13 se presentó como un acto fundacional, como una revolución
que rompía críticamente todo lo anterior y establecía reglas innovadoras, pero
esta narrativa no se ajustaba a los hechos. Como toda reforma, esta se apoyó
de tradiciones institucionales sólidas y claramente identificables. Un simple
análisis de sus antecedentes legislativos permite argumentar sólidamente esta
afirmación.
La RE13 afirmó que situó por primera vez a la escuela en el centro del Sistema
Educativo:
Es en ella donde los alumnos aprenden y donde los maestros se desarrollan pro-
fesionalmente... Las escuelas deben tener la capacidad de gestión para realizar
sus funciones, y las autoridades la obligación de proporcionarles los recursos
necesarios para cumplir su cometido. (Reforma Educativa. Resumen Ejecutivo,
s.f., p.4).
Antecedentes
33
Apuntes para una nueva reforma educativa
Antecedentes
II. Participar a las autoridades de la escuela en la que estén inscritos sus hijas,
hijos o pupilos, cualquier problema relacionado con la educación de éstos, a fin
de aquéllas se aboquen a su solución;
IV. Formar parte de las asociaciones de padres de familia y de los consejos de
participación social a que se refiere este capítulo;
V. Opinar, en los casos de la educación que impartan los particulares, en rela-
ción con las contraprestaciones que las escuelas fijen;
VI. Conocer la capacidad profesional de la planta docente y empleados adscritos
en la escuela en la que estén inscritos sus hijos o pupilos, misma que será pro-
porcionada por la autoridad escolar.
II. Apoyar el proceso educativo de sus hijas, hijos o pupilos;
III. Colaborar con las instituciones educativas en las que estén inscritos sus hijas,
hijos o pupilos, en las actividades que dichas instituciones realicen.
34
Apuntes para una nueva Reforma Educativa y el reto de la profesionalización docente
Antecedentes
35
Apuntes para una nueva reforma educativa
Sin embargo, los procesos de ingreso y promoción por criterios de mérito aca-
démico, estaban ya instaurados en el sistema.
Antecedentes
36
Apuntes para una nueva Reforma Educativa y el reto de la profesionalización docente
37
Apuntes para una nueva reforma educativa
avance del Sistema Educativo depende del avance profesional de sus maestros”
(Reforma Educativa. Resumen Ejecutivo, s.f., p.9).
Antecedentes
Antecedentes
…Será obligatoria para obtener un diagnóstico con fines formativos, generar las
estrategias pertinentes y oportunas que mejoren sus competencias profesionales,
38
Apuntes para una nueva Reforma Educativa y el reto de la profesionalización docente
Se dijo también que por primera vez se otorgarían incentivos a docentes por el
desempeño meritorio a partir de la RE13:
Antecedentes
39
Apuntes para una nueva reforma educativa
Antecedentes
En todo caso, lo que pretendió diferenciar a la RE13 fue la apuesta por impac-
tar en los resultados del SEM con base en el desempeño de las y los docentes.
En este caso –que se consideró su aspecto central–, resultan destacables las
siguientes medidas:
40
Apuntes para una nueva Reforma Educativa y el reto de la profesionalización docente
Desde el análisis de su diseño, cada una de estas medidas enfrentaba retos difí-
ciles de superar. En la lógica de la distribución de cargas y beneficios (Corrales,
1999) las tres primeras medidas concentraban los costos y dispersaban los bene-
ficios, con lo cual la resistencia de los sectores afectados se incrementaba:
Cada uno de estos sectores recibió el costo de las medidas impulsadas por la
RE13 –en ocasiones de dos o tres de ellas a la vez–, a cambio de menos de lo
que previamente tenían:
41
Apuntes para una nueva reforma educativa
42
Apuntes para una nueva Reforma Educativa y el reto de la profesionalización docente
43
Apuntes para una nueva reforma educativa
Eso pone el centro en la responsabilidad del Estado para favorecer las con-
diciones de educabilidad de los alumnos –como ya ha sido apuntado ante-
riormente–, los factores que fuera de la escuela determinan la posibilidad de
cada estudiante para acceder a la educación, al conocimiento, al desarrollo de
competencias, actitudes, valores y prácticas que contribuyan al ejercicio de sus
libertades en beneficio propio y de la sociedad: nutrición, salud, entorno fami-
liar favorable, acceso a recursos educativos (libros, bienes culturales, artísticos,
deportivos, tecnológicos), útiles, uniformes, calzado… en fin, todas las desven-
tajas que se derivan de una sociedad marcadamente desigual y excluyente como
la nuestra. El reto es grande, pero resulta indispensable atenderlo. Otras so-
ciedades lo han logrado y con ello marcaron no sólo la transformación de sus
sistemas educativos, sino de su futuro como sociedades igualitarias y prósperas.
Sin embargo, es evidente que dentro de cada escuela y, aún más, de cada aula,
el determinante más importante del aprendizaje “es la calidad de los docentes”
(Barber y Moushed, 2007, p. 12). De hecho, uno de los estudios más influyentes
sobre las estrategias que siguieron los sistemas educativos de alto desempeño
para alcanzar esta condición indica que “hicieron bien y consistentemente tres
cosas”, a saber (Barber y Moushed, 2007, p. 14):
44
Apuntes para una nueva Reforma Educativa y el reto de la profesionalización docente
En síntesis
Imaginar el país que queremos ser en la mitad del siglo XXI: ¿qué tan igual?,
¿qué tan próspero?, ¿con cuáles fortalezas?, ¿con cuáles vocaciones económicas?,
¿con qué calidad de ciudadanía?, ¿de justicia?, ¿de civilidad?, ¿de democracia?,
¿de salud física y emocional de sus ciudadanos? Parece mucho, pero no lo es.
Es la naturaleza de la educación, la forma como debe proyectarse una reforma
responsable y seria de uno de los pilares más importantes para el desarrollo del
país, como lo es la educación.
Referencias
Acuerdo número 535 por el que se emiten los Lineamientos generales para la
operación de los Consejos Escolares de Participación Social. (8 de junio
de 2010). Diario Oficial de la Federación. México. México: Secretaría de
Gobernación. Recuperado de http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codi-
go=5145508&fecha=08/06/2010
45
Apuntes para una nueva reforma educativa
46
Apuntes para una nueva Reforma Educativa y el reto de la profesionalización docente
Elacqua, G. et al. (2018). Profesión: Profesor en América Latina ¿Por qué se perdió el
prestigio docente y cómo recuperarlo? Banco Interamericano de Desarrollo.
Recuperado de https://publications.iadb.org/bitstream/handle/11319/8953/
Profesion-Profesor-en-America-Latina-Por-que-se-perdio-el-presti-
gio-docente-y-como-recuperarlo.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Freire, P. (2ed). (1970). La Pedagogía del oprimido. Tierra Nueva: Montevideo.
Recuperado de Http://Www.Servicioskoinonia.Org/Biblioteca/General/
Freirepedagogiadeloprimido.Pdf
Ley General de Educación. (13 de julio de 1993). Diario Oficial de la Federa-
ción. México. México: H. Congreso de la Unión Recuperado de https://
www.sep.gob.mx/work/models/sep1/Resource/558c2c24-0b12-4676-ad90-
8ab78086b184/ley_general_educacion.pdf
Muñoz Izquierdo, C. y Ulloa I., M. (1992). Cuatro tesis sobre el origen de las
desigualdades educativas. Una reflexión apoyada en el caso de México. Re-
vista Latinoamericana de Estudios Educativos (México), XXII (2), 11-58.
Navarro, J. C. (2006). Dos clases de políticas educativas. La política de las políticas
públicas. Programa de Promoción a la Reforma Educativa en América Lati-
na y el Caribe. (Serie PREAL no. 36). Recuperado de: http://ww.w.thedia-
logue.org/PublicationFiles/PREAL%2036.pdf
Reforma Educativa Resumen Ejecutivo. (s.f.). Gobierno de la República. México.
Recuperado de https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/2924/
Resumen_Ejecutivo_de_la_Reforma_Educativa.pdf
Santibáñez, L. y Martínez, J. F. (2006). Haciendo camino. Análisis del sistema
de evaluación y del impacto del programa de estímulos docentes Carrera
Magisterial. México. RAND EDUCATION-SEP. Recuperado de http://
www.rand.org/content/dam/rand/pubs/monographs/2007/RAND_
MG471.1.pdf
Trejo Catalán, J. H. (2015). Políticas para la Profesionalización de Magisterio en
Contextos de Transición Democrática: Argentina, Brasil, Chile y México.
Secretaría de Educación del Estado de Chiapas: México.
Trejo Catalán, J. H. (2017). Modelos de Gestión y Financiamiento de la Profesio-
nalización de los docentes de la educación básica en México (2004-2014).
Revista Internacional de Investigación Excelsium Scientia 1(1), 139-15.
Treviño, E. (2010). Factores asociados al logro cognitivo de los estudiantes de Amé-
rica Latina y el Caribe. Santiago, Chile: OREALC-UNESCO: Laboratorio
Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE).
47
Desafíos para la inclusión en el Sistema Educativo
Mexicano
Gerardo Cruz Reyes
Resumen
Desde principios del siglo XX, el Estado mexicano estuvo marcado por su pro-
funda visión social y por su rectoría sobre los procesos educativos. No obstante,
el proceso de apertura y de libre mercado auspició una serie de transformacio-
nes que, en el terreno de la educación, implicó el inicio de la descentralización
del Sistema Educativo Nacional.
Así, entre 1978 y 1992, con la firma del Acuerdo Nacional para la Moderni-
zación de la Educación Básica y Normal (ANMEB), tuvo lugar un periodo de
cambios que buscaron repartir las funciones y responsabilidades de la educa-
ción básica entre los estados de la federación. La reforma educativa de 2013
cerró el ciclo descentralizador, con los objetivos, justamente, de mejorar la ca-
lidad educativa.
A pesar de ello, hoy subsisten viejos y nuevos desafíos para el éxito de cualquier
reforma, que influyen en los objetivos de aumentar la calidad educativa, los
cuales esta breve reflexión está encaminada a dilucidar.
49
Apuntes para una nueva reforma educativa
La nuestra, fue en todo momento una Carta con un sólido fundamento so-
cial que, desde entonces y hasta ahora, se ha distinguido entre el resto de las
naciones por el hecho de que el Estado mexicano se hace cargo de los costos
de la educación.
Por otro lado, no es exagerado decir que a lo largo de la primera mitad del siglo
XX imperó la visión vasconcelista de lograr la identidad y unidad nacional. A
esos esfuerzos de extender los beneficios de la educación y la alfabetización se
consagraron los primeros pasos de la política pública, pero es claro que en el
pulso de la nación no figuraban los problemas de la calidad en la educación ni
el de la inclusión de los grupos minoritarios.
50
Desafíos para la inclusión en el Sistema Educativo Mexicano
Aunque se admitía cierto grado de avance, se reconocía que todavía existía una alta
proporción de jóvenes que no concluían la Educación Media Superior y el des-
empeño de los estudiantes no era suficiente para proporcionar las habilidades que
51
Apuntes para una nueva reforma educativa
Llama la atención que el informe advertía sobre “los desafíos estructurales” que
persistían en el proceso descentralizador, como falta de capacidad, distribución
poco clara de responsabilidades y procesos que no facilitaban que las escuelas
estuvieran en el centro de las políticas educativas, ya que operaban con escasos
recursos que necesitaban estar mejor distribuidos entre ellas (OCDE, 2010b).
Dicho informe cobra mayor relieve porque dedicaba un amplio capítulo al tema
de la trayectoria profesional docente con el objeto de consolidar una profesión
de calidad. En él se perfilaron las bases de la reforma educativa impulsada desde
el Pacto por México, a partir de 2012.
52
Desafíos para la inclusión en el Sistema Educativo Mexicano
A. Lograr que nuestros alumnos sean educados por los mejores maestros.
Nuestros niños y jóvenes merecen profesores capacitados, responsables y
cumplidos. Y con ese fin, se habrá de crear el Servicio Profesional Docente.
53
Apuntes para una nueva reforma educativa
A simple vista puede parecer que este tema poco o nada nos dice sobre los de-
safíos para la inclusión en el Sistema Educativo, pero lo cierto es que se trata
de un complejo círculo que hace nudos a lo largo de su perímetro. Entre otras
razones, porque hubo, por decirlo de algún modo, un cierto descuido en querer
centrar en una lógica más laboral que educativa la solución de los problemas
de la falta de calidad, rezago, abandono y bajas tasas de eficiencia terminal de
los diferentes grados; descuidando una mejor definición e instrumentación de
las estrategias dirigidas a solucionar los problemas específicos de comprensión
de lectura, de habilidades matemáticas, de pensamiento crítico, resolución de
problemáticas y autogestión estudiantil y comunitaria.
Sin entrar en debate sobre los excesos de los diferentes actores, lo que es un
hecho es que se destinaron muchos recursos y esfuerzos a hacer efectiva la
Ley General del Servicio Profesional Docente, sin atender otras problemáticas
del mismo orden de importancia (Guevara, 2016), por lo menos, hasta que, a
principios de 2017, el secretario de educación presentara el Modelo Educativo
–producto de la Reforma– con base en cinco ejes: la profesionalización docen-
te, escuela al centro, equidad e inclusión, planteamiento curricular y una nueva
gobernanza en el Sistema Educativo (Televisa News, 29 de junio de 2017).
Existe, incluso, cierto consenso de que los maestros son los gestores de los pro-
cesos de mejora de su propia escuela, aunque sin llegar al extremo de suponer
que sean los únicos responsables del cambio, pues necesitan de la participación
y colaboración de otros agentes educativos, como los estudiantes, las familias,
las autoridades educativas y otros sectores sociales.
En la misma línea, el tema de la “la calidad de la educación” era parte del Pro-
grama Sectorial de Educación (PSE) 2013-2018, como un mandato difuso,
54
Desafíos para la inclusión en el Sistema Educativo Mexicano
general y poco elaborado, sin que sea claro cuáles eran las características de esa
educación de calidad. Tampoco se aclara en la Ley General de Educación, que
define la calidad como “una relación coherente entre los objetivos, procesos y
resultados del Sistema Educativo, mismo que debe ser eficaz, eficiente, perti-
nente y equitativo”.
El reto del Modelo Educativo, formalmente fue crear una escuela renovada
con una organización fortalecida, recursos, seguimiento, infraestructura, equi-
pamiento tecnológico, materiales y servicios que permitieran que las aulas se
55
Apuntes para una nueva reforma educativa
En ese marco, resulta útil distinguir entre los factores endógenos y los exógenos
que intervienen a favor o en contra del Sistema Educativo Mexicano, particu-
larmente en los niveles Básico y Medio Superior, y que serán fundamentales
para superar sus desafíos en el mediano y largo plazo.
Los factores endógenos son aquellos que inciden directamente en las dinámi-
cas de enseñanza aprendizaje y, desde luego, en la generación de habilidades y
aptitudes de los estudiantes, en la infraestructura y escuelas, en la formación de
los profesores y que, en términos generales, se identifican con los cambios en
planes y programas de estudio; y con la política educativa en general.
Por otro lado, los exógenos son aquellos de carácter histórico, regional y estructural
que intervienen en los procesos educativos y formativos de los estudiantes, lo mis-
mo que de los maestros, por sus efectos económicos, políticos, sociales, culturales.
Se trata, inclusive, de los efectos de la naturaleza sobre los procesos educativos.
56
Desafíos para la inclusión en el Sistema Educativo Mexicano
57
Apuntes para una nueva reforma educativa
58
Desafíos para la inclusión en el Sistema Educativo Mexicano
CONO DE LA IGNOMINIA
0.1%
De acuerdo con el Censo Educativo, 24 % de la población de entre 3 y 19 años (9 millones) no asisten a la escuela; es
Fuente: elaboración propia con información de Troncoso, s.f., INEE, 2015 y OCDE, 2017.
decir, uno de cada cuatro niños, niñas y adolescentes en edad escolar obligatoria no estudian. En México hay 37.4
millones de niños y jóvenes en ese rango de edad, pero sólo 28. 4 millones (76 por ciento) tienen un lugar en un salón
de clases, mientras que el resto están excluidos de la educación que por leyes obligatoria (Excelsior, 6 noviembre de
2017).
Los datos por nivel escolar que están representados por cada 100 niños corresponden a EMILIO TRONCOSO ACOSTA.
do, pues 35.4% de los planteles pertenecen al sistema privado, aunque captan
El 0.1% fue tomado del reciente informe de la OCDE 2017.
Hay que reconocer que, a lo largo de los últimos 14 años, el número de alumnos
en educación obligatoria y Superior ha aumentado considerablemente. En el ciclo
1 “De acuerdo con el Censo Educativo, 24% de la población entre 3 y 19 años (9 millones)
no asiste a la escuela; es decir, uno de cada cuatro niños, niñas y adolescentes en edad escolar
obligatoria no estudian. En México hay 37.4 millones de niños y jóvenes en ese rango de edad, pero
sólo 28.4 millones (76 por ciento) tienen un lugar en un salón de clases, mientras que el resto están
excluidos de la educación que por ley es obligatoria.” (Toribio y Hernández, 6 de mayo de 2014)
59
Apuntes para una nueva reforma educativa
La pobreza, por sí misma, es uno de los retos más apremiantes para el Sistema
Educativo, ya que podría impactar negativamente en los hogares, provocando
deserciones. Además, aunque el porcentaje de pobreza extrema se redujo de 9.8
a 9.5% entre 2012 y 2014, el porcentaje de población en pobreza aumentó de
45.5 a 46.2% (Consejo Nacional de Evaluación para el Desarrollo de la Política
Social [CONEVAL], 2015), dando un total de 55.3 millones de personas para
las que estudiar tal vez no es opción.
60
Desafíos para la inclusión en el Sistema Educativo Mexicano
ban con la EMS fue de 51%; ésta disminuyó a 35.5% para la población indí-
gena, a 22.8% para la población con discapacidad y a 29.2% para aquellos que
vivían en zonas de alta marginación.
Este dato no deja de ser importante porque evidencia la estrecha relación entre
el limitado desarrollo económico y social de las comunidades con respecto a la
falta de oportunidades y de vinculación entre la escuela y el mercado. Es como
querer preparar astronautas o producir cohetes sin tener la infraestructura tec-
nológica de la NASA.
Ahora bien, para conocer ¿En qué medida los alumnos de EB alcanzan los
aprendizajes clave pretendidos en el currículo nacional?, se retoman los da-
tos del informe: Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (PLA-
NEA), 2015 (INEE, 2017), resultando que más de 60% de los alumnos de
sexto de primaria y tercero de secundaria alcanzó el nivel 1 de logro educativo
(insuficiente) en Matemáticas, mientras que, en el dominio de Lenguaje y Co-
municación, las proporciones fueron: 49.5% de los alumnos de sexto de prima-
ria y 29.4% de los de tercero de secundaria en el mismo nivel (INEE, 2017 y
Animal Político, 6 de noviembre de 2015).
Por citar algunos ejemplos: los alumnos de sexto de primaria que obtuvieron
un logro insuficiente en Matemáticas no fueron capaces de resolver ni proble-
mas aritméticos con números naturales (incluyendo operaciones de suma, resta,
multiplicación y división) ni problemas de aplicación de perímetros o áreas,
61
Apuntes para una nueva reforma educativa
62
Desafíos para la inclusión en el Sistema Educativo Mexicano
Del mismo modo que una enfermedad endémica, las personas que obtienen los
más bajos resultados educativos y los más altos en deserción o abandono escolar
63
Apuntes para una nueva reforma educativa
son las personas que provienen de los estratos de menores ingresos, que cursan
en el turno vespertino, que hablan alguna lengua indígena, que residen en zo-
nas marginadas, formando parte de comunidades rurales, indígenas y de difícil
acceso. Se trata, como se puede observar, de una geopolítica de la desigualdad
y la discriminación.
Todavía se está lejos de cumplirse con el propósito del Modelo Educativo para
la Educación Obligatoria que establecía que la consecución de aquellos fines
depende de que los principios de equidad e inclusión estructuren de manera
trasversal el Sistema Educativo y todos los elementos que lo componen, al mis-
mo tiempo que se tomen medidas focalizadas al alto impacto para romper los
principales nudos de desigualdad y apoyar a las poblaciones vulnerables.
Conclusión
Por lo demás, como han señalado grandes especialistas, el gran reto no es sólo
generar una política educativa, sino un conjunto de estrategias de política pú-
blica que logre enlazar y articular al estudiante con su comunidad, su familia,
los padres con el maestro, la escuela y todo el engranaje del Sistema Educativo
nacional. Por lo tanto, es menester repensar la inclusión en el Sistema Educati-
vo más allá de la propia reforma. La falta de industria, desarrollo, empleo digno,
son, pues, algunos de los factores exógenos que condicionan los alcances de ésta
o de cualquier reforma.
64
Desafíos para la inclusión en el Sistema Educativo Mexicano
Referencias
65
Apuntes para una nueva reforma educativa
66
Desafíos para la inclusión en el Sistema Educativo Mexicano
Portales de prensa
67
Apuntes para una nueva reforma educativa
Resumen
Introducción
Los orígenes del estudio del capital humano se encuentran en la ciencia eco-
nómica a través de los modelos de crecimiento endógeno (Romer 1986, Lucas
1988, Barro, 2000), teorías que han demostrado que dicho capital –medido a
través de la educación– repercute en el crecimiento económico como resultado
de la acumulación de este factor y la adición que hace al stock de capital humano.
1 Término esbozado por primera vez a mediados del siglo pasado, a partir del estudio sociológico
realizado por Theodore Schultz y Gary Becker.
68
Análisis del estado actual de la educación en México 2018.
Elementos para la toma de decisiones de política pública
Bajo esta perspectiva teórica, el presente documento tiene como objetivo anali-
zar y comprobar, con base en modelos estadísticos, si la educación incide efec-
tivamente en las condiciones de bienestar de los mexicanos a través del ingreso
per cápita y el acceso a los servicios de salud, tomando como base las series
históricas de diversos indicadores educativos, económicos y de bienestar a nivel
nacional y local.
Para realizar las mediciones a nivel nacional se utilizaron diversos datos his-
tóricos del año 2000 al 2018 de las 32 entidades federativas del país. De igual
forma, se trabajó con estadísticos de cohorte transversal para los años de 2003,
2009 y 2015.
69
Apuntes para una nueva reforma educativa
Este estudio termina con la recapitulación de nuestro análisis, lo que nos per-
mitirá discernir, a través de nuestras conclusiones, si el marco teórico pudo ser
corroborado después de la aplicación de los métodos estadísticos y los valores
de los indicadores seleccionados.
Marco Teórico
70
Análisis del estado actual de la educación en México 2018.
Elementos para la toma de decisiones de política pública
En los años sesenta iniciaron los estudios teóricos de la economía del creci-
miento, específicamente de los modelos de crecimiento endógeno, en los cuales
la educación ha tenido un papel relevante en la determinación del impacto del
capital humano en la economía. Schultz (1960) es el primer investigador que
aborda a la educación como capital humano, definiéndola como una inversión en
conocimiento que el hombre acumula durante el tiempo que destina a su edu-
cación y, dado que ésta se vuelve parte integral de la persona que la recibe, su in-
corporación se concreta en forma de capital, específicamente de capital humano.
71
Apuntes para una nueva reforma educativa
72
Análisis del estado actual de la educación en México 2018.
Elementos para la toma de decisiones de política pública
Metodología
Coeficiente r de Pearson
73
Apuntes para una nueva reforma educativa
En tal sentido, optamos por el indicador “abandono escolar”, dado que revela la
proporción del total de alumnos que no concluyen el nivel educativo de Secun-
daria, lo cual influye en “el número promedio de grados escolares aprobados”
por la población de 15 años y más. Ambos indicadores educativos impactan, a
su vez, en “el nivel de ingreso promedio anual por habitante” (PIB per cápita),
mismo que nos da una idea de las condiciones económicas y sociales, al tiempo
que permite contextualizar el grado de carencia por acceso a los servicios de
salud, entendida –de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Po-
lítica de Desarrollo Social (CONEVAL)– como la situación en que se encuen-
tran las personas cuando no cuentan con la adscripción o el derecho a recibir
servicios médicos por parte de alguna institución que los presta, incluyendo el
Seguro Popular, las instituciones públicas de seguridad social o los servicios
médicos privados.
74
Análisis del estado actual de la educación en México 2018.
Elementos para la toma de decisiones de política pública
De esta manera y para los efectos de nuestro estudio, el análisis de los indi-
cadores seleccionados a través de los resultados que arroje cada ejercicio de
correlación de Pearson, nos permitirá tener una clara muestra de la evolución
de los niveles de desarrollo y bienestar de los mexicanos en esos años, a fin de
comprobar las siguientes hipótesis:
Algo similar sucede en el nivel Medio Superior, pues mientras que en el país
entre el año 2000 y el 2017 avanzó 23.7 puntos porcentuales, pasando de una
terminación del 33% a una que ronda el 57%; en ese mismo periodo los países
de la OCDE alcanzaron en promedio una tasa de terminación del 84%. En el
nivel Superior las cosas no son mejores, ya que la población de la OCDE supera
el 37% en ese nivel educativo, mientras que nuestro país registra apenas al 17%
de la población en edad normativa para cubrir este nivel, lo que implica un
rezago de 20 puntos porcentuales.
75
Apuntes para una nueva reforma educativa
76
Análisis del estado actual de la educación en México 2018.
Elementos para la toma de decisiones de política pública
Preescolar
En este nivel educativo, 5 de cada 10 niños de 3 años de edad va a la escuela;
esto hace que apenas el 75.7% de los niños de 3 a 5 años asistan a preescolar,
a pesar de que desde el ciclo escolar 2008-2009 todos los grados de este nivel
educativo son obligatorios.
77
Apuntes para una nueva reforma educativa
Atención 3 años
Noroeste Noreste Oeste Centro Norte Centro Sur Este Suroeste Sureste
SON CHIH NL TAM COL JAL AGS QRO CDMX TLX HGO GRO OAX Q ROO
BCS BC COAH NAY MICH SLP ZAC EDOMEX PUEB VER CHIS TAB CAMP
SIN DGO GTO MOR YUC
Primaria
Como se observa en la tabla del SEN, más de la mitad de la población escolar
en Educación Básica, de entre los 6 y los 11 años, se encuentra matriculada
en la primaria; sin embargo, esto sólo representa el 98.4% del total de niñas y
niños del país. Así, con los datos disponibles, es posible señalar que más de 1
millón de ellos no tienen cubierto ese derecho humano fundamental.
78
Análisis del estado actual de la educación en México 2018.
Elementos para la toma de decisiones de política pública
En cuanto a recursos del sistema, basta señalar que poco menos de la mitad de
las escuelas primarias son multigrado (45.1%) y que apenas 4 de cada 10 de
ellas tienen, al menos, una computadora para uso educativo, para darnos una
idea de las necesidades que arrastra dicho nivel.
Secundaria
En este nivel se encuentran jóvenes entre 12 y 14 años, de los cuales sólo están
matriculados el 84.5% del total nacional, lo que indica que este nivel tiene ma-
yor presión para atender una cobertura plena y, con ello, coadyuvar al desarrollo
nacional a través de la incorporación a la economía de una población con mejor
preparación y mayores habilidades y capacidades cognoscitivas. Debemos su-
mar a este análisis que apenas el 88.1% termina este nivel en 3 años, mientras
que el resto contribuye a incrementar el número de estudiantes y de mexicanos
que abandonan la escuela, como se infiere por los indicadores disponibles.
79
Apuntes para una nueva reforma educativa
Fuente: elaboración propia con información del Sistema de Indicadores Educativos (IndiSEP) (SEP, 2018a).
Docentes
En cuanto al perfil observado de los docentes, en este rubro es donde pueden
señalarse algunas de sus más significativas fortalezas y áreas de oportunidad
relevantes.
80
Análisis del estado actual de la educación en México 2018.
Elementos para la toma de decisiones de política pública
81
Apuntes para una nueva reforma educativa
Analfabetismo
A partir de la década de los cincuenta, el sistema educativo del país ha expe-
rimentado una auténtica revolución, debido a su enorme crecimiento, al pasar
de cerca de 3 millones de alumnos en 1950, a más de 36 millones en el ciclo
escolar 2017-2018, lo que es equiparable a la población total de Canadá; sin
embargo, el porcentaje de la población analfabeta mayor de los 10 años de edad,
no ha logrado abatirse por completo, pues éste se mantenía, en 1990, en el or-
den del 12%, iniciando el siglo XXI (año 2001) en un 9% y para finales del año
2018, aún ronda en el 4.4% del total de la población del país.
82
Análisis del estado actual de la educación en México 2018.
Elementos para la toma de decisiones de política pública
Aunque este nivel educativo ha sido uno de los que más políticas, estrategias y
presupuestos ha merecido, es claro observar en los diversos estudios y análisis
que se le han dedicado, que entre los factores relacionados y que inciden de
manera directa en el abandono escolar se encuentran las altas condiciones de
marginación y con ello, la proliferación del trabajo infantil que de ella se deriva,
el cual no es atendido directamente por las políticas educativas. Ante ello, poco
le sirve al SEN que en secundaria estados como Aguascalientes se encuentren
prácticamente con cobertura plena, pero con un abandono superior al 5%, o
que Campeche tenga un 7.7% de abandono y cobertura del 93%. Más grave
83
Apuntes para una nueva reforma educativa
Ante este escenario no podemos dejar de señalar que las políticas educativas
emprendidas desde la federación no siempre tienen una aplicación óptima y
eficiente en las entidades.
84
Análisis del estado actual de la educación en México 2018.
Elementos para la toma de decisiones de política pública
85
Apuntes para una nueva reforma educativa
86
Análisis del estado actual de la educación en México 2018.
Elementos para la toma de decisiones de política pública
Además de que 2009 es el año en que menor relación hay entre estas variables,
la correlación entre escolaridad y PIB per cápita es no significativa. En tér-
minos estadísticos podríamos concluir –con el 95% de confianza– que dicha
correlación no es distinta de cero (ausencia de relación).
87
Apuntes para una nueva reforma educativa
Bajo un análisis de series de tiempo, del 2000 a 2015, contemplando las 32 en-
tidades federativas, las correlaciones son fuertes (mayores a 0.9) y significativas
en un nivel de confianza del 99%; por lo que se puede concluir que las políticas
de fomento educativo orientadas a aumentar el grado de escolaridad en México
están positivamente relacionadas con un mayor ingreso promedio de las perso-
nas y el menor porcentaje de éstas con carencia de servicios de salud.
88
Análisis del estado actual de la educación en México 2018.
Elementos para la toma de decisiones de política pública
De esta forma es posible comprobar, con un nivel de confianza del 99%, y a través
del análisis de cohorte transversal, las hipótesis planteadas en esta investigación:
Conclusión
Los estudios del capital humano y sus efectos en el bienestar han sido abar-
cados principalmente desde dos enfoques, a nivel macroeconómico y micro-
económico. En éste último, se han concentrado principalmente en medir la
relación entre el grado de escolaridad de los individuos y su nivel de ingreso. Si
bien, el efecto positivo del capital humano en el crecimiento económico tanto
de las naciones como de los individuos, ha sido ampliamente comprobado, el
propósito de este estudio se orientó a corroborar si los argumentos teóricos son
consistentes en la época contemporánea de nuestro país.
89
Apuntes para una nueva reforma educativa
Esto implica que, aun cuando los resultados son consistentes con la literatura,
existen períodos en que la correlación entre escolaridad y PIB per cápita es no
significativa, particularmente en el año 2009, situación que dará pie a futuras
investigaciones.
No debe olvidarse que, a pesar del crecimiento en las últimas décadas del siste-
ma educativo mexicano, la calidad educativa sigue siendo un reto en sí mismo,
debido a la desigualdad, exclusión y falta de oportunidades para acceder al sis-
tema educativo y culminar estudios, poniendo en una situación desfavorable a
los sectores más vulnerables y con mayores niveles de pobreza.
Referencias
90
Análisis del estado actual de la educación en México 2018.
Elementos para la toma de decisiones de política pública
91
Un modelo educativo pertinente para México
Juan José de la Mora González
Resumen
Durante la segunda mitad del siglo XX México pasó de ser un país eminen-
temente rural, a uno principalmente urbano. Asimismo, la población tuvo un
crecimiento exponencial, pasando de 32 millones de habitantes en 1959 a 120
millones en 2015, es decir, se cuadruplicaron las cifras en poco más de 50 años.
En el ámbito educativo, el primer proceso de transformación se enfocó al de-
sarrollo de infraestructura, a la unificación y control de la enseñanza y los con-
tenidos, así como a la masificación educativa. Desde esta perspectiva “era más
importante llegar, que llegar bien”. El sistema fue exitoso y logró construir las
bases del ciudadano mexicano del siglo anterior. No obstante, desde 1994, los
esfuerzos para lograr la universalidad de la educación obligatoria y la mejora
de la calidad educativa ante un entorno global con mayor competencia, han
mostrado avances muy limitados.
El objetivo de este análisis es promover la discusión sobre los factores que afec-
tan de manera directa la relación docente-estudiante –que es donde se genera
la experiencia educativa– y cómo el Sistema Educativo y su entorno tienen un
impacto en ella.
Antecedentes
107
Apuntes para una nueva reforma educativa
la mayoría del territorio nacional era eminentemente rural. El bajo nivel educa-
tivo fue ubicado como un problema que atentaba contra la identidad nacional
y contra el crecimiento económico.
108
Un modelo educativo pertinente para México
La década de los ochenta estuvo marcada por la crisis económica y sus con-
secuencias sociales. La escasez de recursos, la política y el comportamiento de
los distintos grupos sociales modificaron el panorama educativo de manera
109
Apuntes para una nueva reforma educativa
110
Un modelo educativo pertinente para México
111
Apuntes para una nueva reforma educativa
En el caso de México, existe una crítica fuerte sobre la Reforma Educativa em-
prendida a partir de 2013. Imanol Ordorika –junto a otros autores (2016) –, la
resume de manera bastante clara:
México, al igual que una gran cantidad de países en el mundo, enfrenta una dis-
cusión sobre la eficacia y eficiencia de su Sistema Educativo. A medida que la
112
Un modelo educativo pertinente para México
Un buen inicio para analizar esta transformación parte del perfil actual de egre-
so de la educación obligatoria, dado que de éste debería derivarse todo el currí-
culo previo. La Secretaría de Educación Pública (2018) plantea en la actualidad
los siguientes ámbitos y metas al término de la Educación Media Superior:
♦♦ Lenguaje y comunicación.
• Se expresa con claridad de forma oral y escrita tanto en español como
en su lengua indígena, en caso de hablarla. Identifica las ideas clave en un
texto o un discurso oral, e infiere conclusiones a partir de ellas. Se comu-
nica en inglés con fluidez y naturalidad.
♦♦ Pensamiento matemático.
• Construye e interpreta situaciones reales, hipotéticas o formales que
requieren la utilización del pensamiento matemático. Formula y resuelve
problemas, aplicando diferentes enfoques. Argumenta la solución obte-
nida de un problema con métodos numéricos, gráficos o analíticos.
♦♦ Exploración y comprensión del mundo natural y social.
• Obtiene, registra y sistematiza información, y realiza los análisis e in-
vestigaciones pertinentes. Comprende la interrelación de la ciencia, la
tecnología, la sociedad y el medio ambiente en contextos históricos y
sociales específicos. Identifica problemas, formula preguntas de carácter
científico y plantea hipótesis necesarias para responderlas.
♦♦ Pensamiento crítico y solución de problemas.
• Utiliza el pensamiento lógico y matemático, así como los métodos de
las ciencias para analizar y cuestionar críticamente fenómenos diversos.
Desarrolla argumentos, evalúa objetivos, resuelve problemas, elabora y
justifica conclusiones y desarrolla innovaciones. Asimismo, se adapta a
entornos cambiantes.
♦♦ Habilidades socioemocionales y proyecto de vida.
• Es autoconsciente y determinado, cultiva relaciones interpersonales sa-
nas, ejerce el autocontrol, tiene capacidad para afrontar la adversidad y
actuar con efectividad, y reconoce la necesidad de solicitar apoyo. Fija
metas y busca aprovechar al máximo sus recursos. Toma decisiones que le
113
Apuntes para una nueva reforma educativa
114
Un modelo educativo pertinente para México
♦♦ Arte
♦♦ Lengua materna
♦♦ Español
♦♦ Idiomas
♦♦ Matemáticas
♦♦ Economía
♦♦ Ciencia
♦♦ Geografía
♦♦ Historia
♦♦ Civismo
115
Apuntes para una nueva reforma educativa
♦♦ Apreciación artística
♦♦ Conciencia global
♦♦ Alfabetización financiera, económica, de negocios y emprendimiento.
♦♦ Civismo
♦♦ Salud
♦♦ Medio ambiente
♦♦ Aprendizaje e innovación
• Creatividad e innovación
• Trabajo en equipo
• Innovación
♦♦ Pensamiento crítico y resolución de problemas
• Razonamiento efectivo
• Pensamiento sistémico
• Juicio y decisiones
• Resolución de problemas
♦♦ Trabajo colaborativo y comunicación
♦♦ Fluidez tecnológica, manejo de la información y medios
• Acceso y evaluación de la información
• Uso y manejo de datos
• Comprensión de los medios
• Creación de productos mediatices
• Aplicar la tecnología de manera efectiva
♦♦ Vida y carrera
• Adaptación y flexibilidad
• Autodirección
• Habilidades Inter-culturales y sociales
• Trabajo efectivo con diversidad de grupos
♦♦ Productividad y responsabilidad
• Administración de proyectos
• Enfoque a los resultados
♦♦ Liderazgo y responsabilidad
• Guiar y liderar equipos
• Ser responsable por otros
116
Un modelo educativo pertinente para México
Una vez acordado un perfil de egreso más adecuado para el país, es importante
determinar las mejores maneras de lograrlo.
Es clara la importancia que países como Finlandia han dado a la labor de los
maestros y, en el caso de México, la complejidad del cambio requerido es tan
profunda que no puede ser realizada desde oficinas de gobierno. El primer paso,
para poder alcanzar esta visión, es una reconciliación con los docentes del país.
El docente debe ser una persona respetada, con gran dominio de sus temas
educativos y un gran conocimiento de la pedagogía. En el caso finlandés, se
considera crítico que los maestros cuenten con la habilidad para usar méto-
dos de investigación en su función. Esto permite que los estudiantes puedan
realizar investigaciones reales y que formulen preguntas de investigación para
buscar información de manera independiente, elaborar datos a partir de los es-
tudios más recientes sobre el tema y sintetizar los resultados en una tesis escrita.
117
Apuntes para una nueva reforma educativa
118
Un modelo educativo pertinente para México
Luhmann retoma este concepto para la sociología, rompiendo con los debates
inconclusos sobre la definición del sistema social, explicando la diferenciación
de la sociedad moderna en varias “esferas de valor”, que pueden concebirse como
sistemas sociales operacionalmente cerrados (Luhmann, 2013).
119
Apuntes para una nueva reforma educativa
120
Un modelo educativo pertinente para México
121
Apuntes para una nueva reforma educativa
Referencias
122
Un modelo educativo pertinente para México
123
Educación inclusiva: utopía, falacia y realidad (es)
Mario Martínez Silva
Eduardo Galeano
Resumen
125
Apuntes para una nueva reforma educativa
Introducción
126
Educación inclusiva: utopía, falacia y realidad (es)
y un factor clave para avanzar hacia una educación de calidad para todas las
personas y no sólo para ciertos grupos sociales.
Un reto que muchas escuelas “eficaces” han asumido de manera natural, como
una extensión de su misión y visión institucional, porque han estado abiertas a
la diversidad mucho antes de que se institucionalizara.
Es una realidad que las escuelas están sometidas a una serie de presiones que
conducen a la discriminación y exclusión de numerosos estudiantes de las opor-
tunidades educativas, tales como la estandarización, la competencia entre escuelas
por alcanzar mejores resultados y obtener recursos, las crecientes exigencias en
materia de conocimiento, con la consecuente sobrecarga curricular, y el predo-
minio de ciertos tipos de aprendizaje, entre otras. La superación de estas barreras
requiere promover cambios sustantivos, tanto en el ámbito de las políticas como
en la cultura, organización y prácticas de las escuelas, con el fin de garantizar el
acceso, la permanencia, la participación y el aprendizaje de todos los estudiantes.
¿Qué vemos cuando echamos una mirada al aula regular de educación primaria?
El rasgo más genérico que encontraríamos si observamos un aula de escuela
primaria o secundaria regular sería el de la uniformidad, que Echeita, Sandoval
y Simón (2016, p. 6) describen como:
127
Apuntes para una nueva reforma educativa
Los rasgos más específicos que podemos identificar cuando observamos el fun-
cionamiento de un aula regular común son:
128
Educación inclusiva: utopía, falacia y realidad (es)
129
Apuntes para una nueva reforma educativa
La utopía, como nos dice Galeano, nos sirve para caminar; nos señala un hori-
zonte hacia dónde dirigir nuestros pasos para acompañarnos, para no perder-
nos, para no claudicar. La educación inclusiva es la utopía de una escuela mejor,
en la que todos los estudiantes se sientan acogidos, valorados, respetados: y en
esa dirección se puede caminar desde donde se encuentre cada escuela; si hay
una toma de conciencia de la necesidad del cambio y un compromiso efectivo
con los valores de la educación inclusiva.
A. “Engaño, fraude o mentira con que se intenta dañar a alguien”.
B. “Hábito de emplear falsedades en daño ajeno”.
130
Educación inclusiva: utopía, falacia y realidad (es)
131
Apuntes para una nueva reforma educativa
132
Educación inclusiva: utopía, falacia y realidad (es)
133
Apuntes para una nueva reforma educativa
134
Educación inclusiva: utopía, falacia y realidad (es)
135
Apuntes para una nueva reforma educativa
136
Educación inclusiva: utopía, falacia y realidad (es)
137
Apuntes para una nueva reforma educativa
El profesor de apoyo tenía en su origen unos objetivos y roles muy claros: pro-
porcionar apoyo pedagógico a los estudiantes que presentaban dificultades en
el aprendizaje para prevenir la deserción y la reprobación escolar. Esta tarea se
realizaba de manera complementaria, paralela al trabajo en el aula regular.
Hoy en día, una de las creencias de los profesores en muchas de las escuelas es
que el trabajo del profesor de apoyo y del equipo técnico es muy relajado. Este
aspecto, ligado a la incorporación a la escuela de profesionales de la educación
noveles –que están preparados para enfrentar las nuevas tareas–, ha llevado a
un descrédito en muchos casos de los equipos de apoyo de educación especial.
138
Educación inclusiva: utopía, falacia y realidad (es)
Así, por ejemplo, hay entidades que en diferentes etapas dieron un giro a las
políticas y estrategias nacionales de atención educativa a los niños y jóvenes con
necesidades educativas especiales con o sin discapacidad; reviviendo un enfo-
que de atención de tipo clínico, desvinculando la evaluación de los procesos de
139
Apuntes para una nueva reforma educativa
La integración escolar alude al propósito de que todos los niños y jóvenes, cual-
quiera que sea su condición personal o social tengan acceso al mismo tipo de
experiencias que el resto de su comunidad. Se basa en los principios de norma-
lización, sectorización y enseñanza individualizada. El concepto de integración
escolar constituyó un avance en la conceptualización de las diferencias indivi-
duales. Se trata de promover que los niños y jóvenes –cualesquiera que sean sus
condiciones individuales– lleven una vida lo más normal posible, beneficiándo-
se de la participación en los ámbitos familiar, social, escolar y laboral, disminu-
yendo o eliminando los procesos de marginación y exclusión a los cuales vienen
siendo sometidos. Significa refrendar el derecho y la oportunidad que tienen
los niños y los jóvenes para asistir a la escuela regular, a la escuela del barrio, de
la comunidad y recibir los servicios de apoyo necesarios cerca del lugar donde
viven. Implica también que los niños y jóvenes lleven el mismo currículum es-
colar que el resto de sus compañeros y no un currículo diferenciado o paralelo.
140
Educación inclusiva: utopía, falacia y realidad (es)
Por otra parte, el concepto educación inclusiva es mucho más amplio que el de
integración e inclusión escolar. Implica un cambio de enfoque en la educación
de todos los niños y jóvenes. La educación inclusiva es un enfoque educativo
para mejorar todos los aspectos de una escuela de modo que los niños, sus fami-
lias y el personal se puedan sentir bienvenidos, implicados y valorados (Booth,
Ainscow y Kingston, 2006).
141
Apuntes para una nueva reforma educativa
Los proyectos reformistas que se han diseñado e implantado desde las adminis-
traciones centrales, en términos generales, han acabado como proyectos educa-
tivos fallidos; reformas que se han quedado en el papel, en las buenas intencio-
nes porque la mayoría de las escuelas y las aulas de educación básica mexicanas
han cambiado poco o nada en su funcionamiento.
142
Educación inclusiva: utopía, falacia y realidad (es)
… son muchos los casos en que hay ejemplos de prácticas inclusivas a nivel de
escuela, mucho antes que haya, a nivel nacional, un compromiso formal con la
inclusión. En estos casos, las escuelas pueden ser verdaderos motores de desa-
rrollo inclusivo para el sistema en su conjunto.
Además, hay otras razones por las cuales es necesario promover e impulsar el
cambio desde la escuela y el aula:
143
Apuntes para una nueva reforma educativa
144
Educación inclusiva: utopía, falacia y realidad (es)
145
Apuntes para una nueva reforma educativa
146
Educación inclusiva: utopía, falacia y realidad (es)
Referencias
147
Reflexiones y rutas para la (re)profesionalización
del magisterio
José Humberto Trejo Catalán
Mario Martínez Silva
Resumen
Con base en los límites que impuso tal Reforma a los procesos de formación inicial,
continua y actualización de las y los maestros, en el presente artículo se sugiere el di-
seño de un Sistema Nacional de Desarrollo Profesional del Magisterio, que atienda
con pertinencia las necesidades de preparación más básicas de este sector y cuya
obligatoriedad ha estado señalada desde 1993 en la Ley General de Educación.
Como antesala a esta propuesta, además se revisan los principales retos y proble-
mas de las Escuelas Normales, así como las instancias dedicadas a la formación del
magisterio: la formación de formadores, la gestión, el financiamiento, entre otros.
Introducción
174
Reflexiones y rutas para la (re)profesionalización del magisterio
B. Se canceló el programa de CM, que beneficiaba a poco más del 50% del
magisterio y que había logrado consolidar procesos de mejora sostenidos y
apreciados por la mayoría de los maestros;
Cada una de estas medidas enfrentó retos difíciles de superar, ya que concen-
traron los costos y dispersaron los beneficios (Corrales, 1999). Con ello, las
acciones de la Reforma produjeron resistencia en los sectores afectados, que
recibieron menos a cambio de lo que tenían previamente:
175
Apuntes para una nueva reforma educativa
176
Reflexiones y rutas para la (re)profesionalización del magisterio
Entre todos los factores que intervienen en el proceso educativo, los profesores
tienen un papel clave; lo que ellos hacen o dejan de hacer tiene un impacto
(favorable o desfavorable) en el aprendizaje de los estudiantes. Por ello han de
estar preparados profesionalmente para hacerse cargo de los nuevos retos y de-
safíos de la educación; además de asumir un compromiso moral y social, como
servidores públicos.
A. Que su preparación haya sido ética, rigurosa y pertinente: así como se es-
pera que los médicos egresados tengan valores humanitarios y una sólida for-
mación, también lo deberíamos esperar de los profesionales de la educación.
177
Apuntes para una nueva reforma educativa
Esta preparación se ofrece desde hace varias décadas en nuestro país a quienes
se forman en las universidades de mayor prestigio, cumpliendo perfiles y exá-
menes de ingreso desafiantes, mediante programas académicos acreditados y en
constante revisión; con una fuerte articulación entre la formación, investigación
y vinculación, con el entorno social; bajo la responsabilidad de docentes con
alto nivel académico y probada experiencia laboral, formando estudiantes or-
gullosos de su identidad profesional. No obstante, éstas características parecen
ausentes de la profesión docente.
Aunque esta labor [la docencia] cuenta con ventajas que no se dan en otros
ámbitos laborales, como mayor estabilidad laboral y periodos de descanso supe-
riores al promedio de los empleados, el nivel salarial es claramente un obstáculo
para atraer a los mejores candidatos (Elacqua, et al. 2018, p. 19)
Sin embargo, para el caso de México este argumento no parece tan contunden-
te: si los maestros de Educación Básica de Brasil, Chile y Perú ganan aproxima-
damente la mitad del promedio de otros profesionales, de acuerdo a este mismo
estudio (Elacqua, et al. 2018), los maestros mexicanos ganan el 83% del salario
profesional regular y, considerando el ingreso por las horas laboradas, éste su-
pera ligeramente el salario profesional promedio (113%). De manera que, para
el caso de México, el escaso atractivo de la profesión docente no parece estar
fuertemente relacionado con los ingresos profesionales esperados.
Por otro lado, la realización de estudios de Posgrado en las profesiones con ma-
yor prestigio social, por ejemplo, medicina (cuya organización sui géneris resulta
un modelo interesante) es organizada nacionalmente por medio de exámenes
178
Reflexiones y rutas para la (re)profesionalización del magisterio
179
Apuntes para una nueva reforma educativa
La conclusión es evidente. La mayor parte de los países han migrado sus sis-
temas de formación inicial docente de las Escuelas Normales a facultades y
escuelas de educación, pedagogía o desarrollo humano enmarcados en sistemas
universitarios que cuentan con autonomía académica y tradiciones de pensa-
miento crítico e investigación notablemente más poderosas.
180
Reflexiones y rutas para la (re)profesionalización del magisterio
Como podrá verse, en uno y otro caso hay fortalezas y oportunidades de mejora,
pero ninguna de estas tradiciones o modelos parece suficientemente adecuada
para atender las necesidades de profesionalización docente –es decir, formación
inicial y continua– en un Sistema Educativo que comprende poblaciones tan
desiguales, diversas y dispersas, como las que prevalecen en la realidad mexica-
na. En este contexto, se renueva y cobra cada vez más relevancia el debate sobre
la docencia y el magisterio como una profesión en permanente construcción.
181
Apuntes para una nueva reforma educativa
En estas condiciones, ¿qué incentivos tienen los jóvenes bachilleres para ingresar
a escuelas que los formarán para una tarea, en lugar de estudiar en universidades
que les ofrecen profesiones que los forman para múltiples tareas, entre ellas, la
de ejercer la docencia en la Educación Básica y Media Superior?, ¿quiénes y por
qué optarían por una alternativa que parece claramente menos atractiva para
quien pretende formarse como un profesional exitoso y competente?
182
Reflexiones y rutas para la (re)profesionalización del magisterio
actuar con relación a temas fundamentales, como lo son las políticas para la
profesionalización de los docentes (PPD).
Ser docente en México implica conectar esos contextos, sincronizar esos tiem-
pos y vincular esas tradiciones, para que la diversidad converja y coincida en un
proyecto de educación inclusivo; implica alcanzar una comprensión mínima,
coherente y ética de un mundo, y una época compleja; dominar herramientas
didácticas para lograr aprendizajes motivantes y significativos en cada estu-
diante; conectar las tradiciones diversas con la visión de un futuro común; edu-
car desde y para los valores de una nueva ciudadanía; educar desde y para el
máximo aprovechamiento de las tecnologías; desarrollar el pensamiento crítico
y la iniciativa de los estudiantes para responder a los desafíos de una sociedad
donde el conocimiento y la tecnología se renuevan a una velocidad inusitada.
Ser docente en este contexto, no puede ni debe ser una tarea fácil –como se ha
tenido la oportunidad de afirmar reiteradamente en otros espacios–. De ahí
que, en muchos países, la Educación Normal se movió a las universidades para
beneficiarse de la fortaleza académica de estas instituciones, de su flexibilidad
curricular, su libertad de cátedra y su enfoque hacia la innovación.
Tomar esta decisión en nuestro país podría ser costoso, sin duda, pero quizás
lo sea mucho más no hacerlo cuanto antes. Cabe aclarar que en este caso no
hablamos tanto de organizaciones (la universidad tal o cual), sino de tradicio-
nes. Específicamente la tradición universitaria articulada y enriquecida con la
183
Apuntes para una nueva reforma educativa
184
Reflexiones y rutas para la (re)profesionalización del magisterio
Esta tarea –como se explica líneas más adelante– se puede realizar a través de la
creación de un Sistema Nacional de Desarrollo Profesional del Magisterio que
atienda el mandato del Artículo 20 de la propia Ley General de Educación:
185
Apuntes para una nueva reforma educativa
Sin embargo, la condición de las Escuelas Normales del país es claramente des-
igual. Hoy en día conforman un mosaico diverso e inequitativo en términos de
infraestructura física, condiciones laborales, planta académica, logros académi-
cos y población estudiantil. Las Escuelas Normales del país están en diferente
etapa de desarrollo; hay instituciones consolidadas y otras que están en franco
inmovilismo desde hace más de una década.
A continuación, se ofrece una caracterización de la problemática general de las
instituciones formadoras de docentes que retoma las conclusiones de trabajos
realizados, principalmente, por el Instituto Nacional para la Evaluación de la
Educación (INEE), así como entrevistas personales con profesores y directivos
de Escuelas Normales.
186
Reflexiones y rutas para la (re)profesionalización del magisterio
187
Apuntes para una nueva reforma educativa
Las licenciaturas que ofertan las Escuelas Normales son generalmente de mo-
dalidad escolarizada, proponen el acercamiento paulatino a la práctica profe-
sional del primero al séptimo semestre y la práctica intensiva en un centro
escolar asignado al estudiante en el octavo semestre. Sin embargo parece que
el impacto de este proceso de vinculación con la práctica en la formación pro-
fesional de los normalistas es muy limitada, entre otras razones, porque: i) las
prácticas de gestión y de docencia que encuentran o “vivencian” en este proceso
de vinculación con la práctica educativa son muy tradicionales y ii) por la fal-
ta de personal académico que tenga el perfil profesional que se requiere para
acompañar a los estudiantes en este proceso.
Por otra parte, las Escuelas Normales están sujetas a la dispersión y saturación
de actividades (participación en fiestas cívicas, honores a la bandera; festivales,
actividades co-curriculares como danza, canto, etc.), hecho que juega en contra,
porque no permite consolidar muchos procesos ni profundizar en los conteni-
dos de la formación profesional.
Los estudiantes
A nivel nacional, la dimensión de la Educación Normal ha ido en disminución.
En los últimos tres sexenios se registra una baja de 56% de matrícula, 10.1% de
docentes y 27.7% de escuelas.
188
Reflexiones y rutas para la (re)profesionalización del magisterio
Otro dato que llamó la atención fueron los resultados de los exámenes aplica-
dos a los normalistas al término del séptimo semestre, justo antes de iniciar su
práctica profesional. Durante tres años analizados por el INEE, se constató que
al menos un tercio de los estudiantes tuvieron un logro académico insuficiente.
Financiamiento y gestión
Pese a algunos esfuerzos de vinculación, las Escuelas Normales a nivel nacio-
nal y estatal funcionan de manera aislada, desarticulada, independiente de sus
189
Apuntes para una nueva reforma educativa
En síntesis, los principales problemas y retos de las Escuelas Normales están en:
190
Reflexiones y rutas para la (re)profesionalización del magisterio
Hay dos etapas relevantes que definen las políticas educativas en materia de
formación continua durante las últimas dos décadas:
191
Apuntes para una nueva reforma educativa
192
Reflexiones y rutas para la (re)profesionalización del magisterio
Uno de los ejercicios de evaluación para medir el impacto del Catálogo Nacio-
nal de Formación Continua fue realizado por la Organización para la Coope-
ración y el Desarrollo Económicos, a través de la Encuesta Internacional sobre
Docencia y Aprendizaje (Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económicos [OCDE], 2010); en dicho documento se presentaron las siguien-
tes conclusiones:
193
Apuntes para una nueva reforma educativa
F. México tiene el porcentaje más alto de docentes que reportó que les
hubiera gustado haber recibido más desarrollo profesional del que reci-
bieron (80%).
Como hemos dado cuenta, en los últimos años se realizaron diagnósticos so-
bre la formación inicial y continua de los docentes y, a partir de ellos, se han
propuesto líneas de actuación para su transformación. En esa perspectiva, el
Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (2018) plantea las si-
guientes directrices para mejorar las políticas de formación y desarrollo profe-
sional docente:
194
Reflexiones y rutas para la (re)profesionalización del magisterio
En este mismo sentido, y más allá de los problemas estructurales del desarrollo
profesional de los docentes, es posible mejorar su formación inicial y continua
a través de concretar en la práctica algunas ideas clave que provienen de la
investigación educativa y de la experiencia innovadora de instituciones forma-
doras de docentes (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura [UNESCO], 2006):
195
Apuntes para una nueva reforma educativa
Asimismo, debe incluir otros aspectos no tratados por la RE13, como son:
Cada uno de estos puntos debe tener una alternativa de atención congruente en
el ámbito de la profesionalización inicial y continua de las y los docentes; una
oferta formativa que propicie el desarrollo integral de un Sistema Educativo
cuyos temas son cada vez más versátiles, pero también cada vez más urgentes.
196
Reflexiones y rutas para la (re)profesionalización del magisterio
En síntesis
Reformar la RE13 abre una valiosa oportunidad para modelar un sistema in-
tegral de profesionalización docente que articule y armonice los procesos de
formación inicial, formación continua y superación profesional de las y los
maestros, considerando, al menos, los siguientes elementos:
197
Apuntes para una nueva reforma educativa
Referencias
198
Reflexiones y rutas para la (re)profesionalización del magisterio
199
Construyendo la carrera docente en México
Gustavo López Montiel
Resumen
Introducción
En ese sentido, la relación entre el gobierno y los maestros ha sido una de las
más conflictivas históricamente, no únicamente por la gran cantidad de inte-
reses que se mueven en ella, sino por las distintas políticas de administración
200
Construyendo la carrera docente en México
Los modelos planteados hasta ahora no han atendido los temas de profesio-
nalización del magisterio ni la posibilidad de que las y los maestros puedan
desarrollar una carrera en el espacio que, de mejor manera, cumpla con sus
expectativas, habilidades e intereses profesionales. Es por ello que –con base en
la experiencia observada– se propone un esquema que pueda compaginar, tanto
los intereses de la autoridad educativa como los del magisterio en su conjunto,
tomando en cuenta sus diferencias.
201
Apuntes para una nueva reforma educativa
No es un sistema que asegura a toda costa el empleo de sus integrantes, tal y como
lo hace un sindicato, que fue el esquema en el que funcionó la Carrera Magiste-
rial, pues en su administración participaba la organización sindical. Tampoco es
un sistema basado en la discrecionalidad, sino en la objetividad del trabajo y los
resultados que se obtienen con respecto a los objetivos originalmente planeados.
202
Construyendo la carrera docente en México
Hasta ahora, los sexenios de Miguel de la Madrid y de Vicente Fox han sido
los periodos donde más se acentuó la preocupación sobre varios temas de la
administración pública federal y, de manera particular, sobre la profesionaliza-
ción de los servidores públicos. Distintas acciones fueron realizadas en ambas
oportunidades con impactos diferenciados, aunque fue en el segundo donde
los alcances fueron mayores, particularmente en lo que se refiere al diseño e
implementación de un Servicio Profesional de Carrera que incorporó a la línea
media de la administración central de la estructura federal.
En el caso del servicio civil federal el modelo fue casi desmantelado en su totali-
dad durante el sexenio de Felipe Calderón; implicaba límites para la libre desig-
nación de plazas, además, se duplicó la estructura administrativa al construirse
cargos paralelos a aquellos del servicio civil. De la misma forma, los esfuerzos
por implementar servicios a nivel estatal y municipal, así como en el Congreso,
se han visto opacados y poco se ha materializado. En el sexenio de Enrique Peña
203
Apuntes para una nueva reforma educativa
La Carrera Magisterial
La carrera docente
204
Construyendo la carrera docente en México
lezca la carrera de las y los maestros en distintas trayectorias que den sentido a
su desarrollo, involucrando herramientas de formación, consolidación y trans-
ferencia del conocimiento acumulado a otras instancias del esquema educativo
y personas que forman parte de él? (Torres y Serrano, 2007).
En esta discusión se deben tomar en cuenta los elementos aportados por dis-
tintos actores, pero fundamentalmente las y los maestros. Nuestro diagnóstico,
es que no existen mecanismos sistematizados que nos permitan saber qué es
lo que las y los maestros quieren, cómo ven su carrera, qué buscan durante y al
final de ella, cómo plantean su relación con el subsistema o modalidad a la que
pertenecen, así como su relación con la organización sindical que representa sus
intereses, su posición con respecto a la comunidad que sirven, su relación con
sus colegas o contrapartes, etc.
No es necesario decir que el esquema educativo tiene deficiencias serias, entre ellas
la misma administración del personal docente, pero una de las más apremiantes
es que no se ha generado una discusión sobre lo que la carrera docente implica.
205
Apuntes para una nueva reforma educativa
La actividad docente
En todos los casos, dichas actividades están relacionadas con docentes que no
necesariamente están frente a grupo, pero cuya actividad converge con aquellas
que sí lo están. Entonces, dichas acciones generan diversos mecanismos que,
integrados, apoyan el proceso de enseñanza y permiten el logro educativo de
los alumnos.
Por ello este esquema reconoce las diversas actividades que las y los docentes
desarrollan de manera cotidiana, pero que, además, resultan importantes en la
forma en que asumen su carrera en el espacio educativo. Es decir, el apoyo téc-
nico pedagógico y las actividades administrativas, o de investigación, son rele-
vantes para que se desarrollen objetos de aprendizaje que generen experiencias
significativas entre los alumnos en el salón de clase.
206
Construyendo la carrera docente en México
Trayectorias docentes
207
Apuntes para una nueva reforma educativa
consolidado que dé certeza del proceso formativo a lo largo del tiempo, con la
posiblidad de hacer más eficiente la administración de los recursos destinados
a la consolidación docente.
208
Construyendo la carrera docente en México
Este modelo, entonces, parte del supuesto de que las distintas actividades del
aprendizaje no deben estar monopolizadas por grupos o ideas en torno a for-
mas específicas de hacer las cosas, sino a partir del hecho de que las personas
construyen capacidades e intereses diferenciados a lo largo de sus carreras, que
pueden llevarles de un espacio a otro, manteniendo condiciones que les per-
mitan seguir aportando a los procesos de aprendizaje que no tienen que ver
únicamente con el aula, sino con actividades fuera de ella.
Es por ello que un modelo rígido de administración del personal docente, pen-
sado únicamente en el contexto simple de la docencia frente a grupo, deja fuera
una buena parte de las prácticas, experiencias e intereses que representan, pre-
cisamente, la riqueza del personal y su aporte a los procesos de aprendizaje en
la Educación Básica.
Otro aspecto adicional tiene que ver con los mecanismos asociados a la forma-
ción, tanto profesional como especializada, de las y los docentes en el contexto
de su experiencia. Un sólo trayecto formativo no desarrolla las habilidades que
las y los docentes requieren en el contexto de su trabajo, no únicamente frente
a grupo, sino también en el contexto de las condiciones en que desarrollan
otras actividades como la planeación, el diseño de actividades, la gestión de los
recursos, etc.
209
Apuntes para una nueva reforma educativa
Este modelo busca abrir las posibilidades de desarrollo de las y los docentes,
más allá de lo que hasta la fecha se ha asumido como parte de la actividad
fundamental del magisterio. En buena medida, la administración de personal
docente está ligada a supuestos que los asumen de esa manera, por lo que la
Carrera Magisterial fue una oportunidad importante para construir procesos
de formación de acuerdo a los intereses de los profesores, así como de las nece-
sidades del servicio.
210
Construyendo la carrera docente en México
el momento sólo son posibles por la forma en que los profesionales del servicio
asumen su carrera de manera personal, más allá de la imagen institucional.
Trayectoria docente
En este esquema se plantea una trayectoria básica, que sería el espacio funda-
mental y más concurrido de la carrera docente en general. Un maestro o maes-
tra docente es una persona profesional en la actividad educativa, cuyo desarrollo
se basa en las actividades del proceso enseñanza-aprendizaje, usualmente frente
a grupo o coordinando equipos de trabajo que están frente a grupo, pero cuya
responsabilidad básica es la atención a las y los alumnos en la escuela.
En esta trayectoria no podemos ubicar a todos en un mismo espacio, sino que, de-
pendiendo del mismo desarrollo profesional, se construyen niveles sobre los cuales
se avanza, a partir no únicamente de los logros en el contexto de la escuela, sino
también en la forma en que ese proceso hace madurar la práctica docente, gene-
rando maestras y maestros que pueden desarrollar y apoyar a otras y otros maes-
tros para desarrollarse; fundamentalmente en el contexto de la misma escuela.
En ese sentido, las y los maestros con más experiencia marcan espacios de lide-
razgo en un esquema institucionalizado de trabajo, donde puedan colaborar y
apoyar en el desarrollo de otras personas que estén más abajo en su experiencia
o que busquen el apoyo de quienes están en un nivel mayor, debido a los incen-
tivos que se pueden generar dentro de la misma administración del avance en
la trayectoria.
211
Apuntes para una nueva reforma educativa
La trayectoria docente es, entonces, uno de los espacios más relevantes de de-
sarrollo de las y los maestros, tal vez el básico en muchos sentidos, pero no es
sobre el que se mantienen a lo largo de su vida. De hecho, la práctica docente se
ha entendido históricamente en el sentido planteado aquí pero, como lo hemos
mencionado, no es el único ni el espacio de desarrollo más relevante que se
tiene en el magisterio.
Sin embargo, sus habilidades son distintas, porque además de conocer el proceso
de aprendizaje, generan las condiciones necesarias –en términos fundamental-
mente de insumos– para que dicho proceso se pueda realizar de manera efectiva.
Aunque todas esas actividades parten del supuesto de que su objetivo funda-
mental sigue siendo la actividad docente, que otras y otros maestros desarro-
llan de manera cotidiana. Igual que en la trayectoria anterior, plantear diversos
niveles en el contexto de esta trayectoria es fundamental, porque los grados de
“madurez” que se van alcanzando en estas actividades tienen que ver también
212
Construyendo la carrera docente en México
con la forma en que se desarrollan competencias que van haciendo más com-
pleja la práctica cotidiana de la gestión.
Trayectoria técnica-pedagógica
Además de las dos trayectorias planteadas anteriormente, podemos ver que hay
otro grupo de docentes que, también con base en su experiencia frente a grupo
en algún momento, escogen la posibilidad de apoyar a otras u otros docentes,
en el desarrollo de la actividad frente a grupo.
De esta forma, plantear esta actividad de apoyo a las y los docentes es relevan-
te dentro del contexto de las vertientes de desarrollo docente que generan un
impacto determinante a la actividad educativa. Sin la construcción de grupos
de apoyo técnico, las capacidades de las y los docentes se verían limitadas por la
forma en que se desarrolla su práctica cotidiana, sus condiciones laborales y la
disponibilidad de recursos para desarrollar competencias técnicas que permitan
el mejoramiento de su práctica educativa.
213
Apuntes para una nueva reforma educativa
De la misma forma, en otras vertientes hay docentes técnicos que tienen dis-
tintas competencias por la manera en que han desarrollado su práctica, pero
también por las distintas vertientes de innovación que se van desarrollando, con
base en el propio proceso de fortalecimiento del proceso educativo, además, por
los lineamientos y tendencias que la misma autoridad educativa adopta, como
parte de sus procesos de avance y evolución de la actividad educativa.
Existe personal de apoyo técnico a las actividades docentes que también pue-
den entrar en esta vertiente de desarrollo, debido a las actividades que realizan,
pero también a la posibilidad de poder estructurar, a partir de ella, una carrera
que les permita ser incorporados a los procesos de construcción de la activi-
dad educativa, en un contexto de pares y no como extraños al desarrollo de la
misma. Por ejemplo, quienes desarrollan actividades de trabajo social, atención
psicológica, laboratoristas, etc., contribuyen al logro educativo, colaboran en el
desarrollo de objetos de aprendizaje, toman parte de los procesos de evaluación,
son parte de los procesos de grupo que se desarrollan en colaboración con las y
los docentes, por lo que también son fundamentales para la actividad educativa
en su conjunto, así como de logro de las y los alumnos.
214
Construyendo la carrera docente en México
Por ejemplo, cuando una maestra o maestro desarrolla, con base en tecnología,
aplicaciones que pueden ser utilizadas para mejorar las competencias de las y
los alumnos en alguna materia en particular, usualmente utiliza dicha innova-
ción en su salón de clase, con los límites que eso implica. Si tiene suerte, tal vez
se pueda compartir con otras maestras y maestros en la misma escuela, impac-
tando a un grupo mayor de estudiantes.
Conclusión
El proceso educativo tiene distintas vertientes sobre las cuales las y los docentes
en México se desarrollan. La forma en que opera el sistema de administración de
215
Apuntes para una nueva reforma educativa
Es por ello que, con base en los planteamientos esbozados, se propone un es-
quema de administración de personal docente, basado en un sistema de trayec-
torias que abran la posibilidad a las y los maestros de poder escoger aquella ver-
tiente sobre la cual quisieran desarrollarse a lo largo de su experiencia educativa.
En ese sentido, se plantean cuatro trayectorias sobre las cuales podrían cons-
truirse áreas de desarrollo docente, pero también la posibilidad de tomar en
cuenta a las y los maestros sobre sus intereses a lo largo de su vida, la forma en
que maduran, sus experiencias en los distintos espacios educativos, etc., dando
paso a un sistema más flexible y acorde a las necesidades del servicio, pero tam-
bién de los intereses y formación de sus sujetos más importantes.
Referencias
216
Construyendo la carrera docente en México
217
Evaluación educativa y equidad social
José Jaime Poy Reza
Resumen
En este sentido, el autor sostiene que el proceso evaluativo debe tener como
fundamento el contexto, que marca la diferencia y especificidad de cada co-
munidad educativa; pues sólo partiendo de este elemento la información es
equitativa y relevante para la escuela y la comunidad.
Marco introductorio
218
Evaluación educativa y equidad social
219
Apuntes para una nueva reforma educativa
Los requerimientos
220
Evaluación educativa y equidad social
El proceso
221
Apuntes para una nueva reforma educativa
El modelo educativo
222
Evaluación educativa y equidad social
223
Apuntes para una nueva reforma educativa
Enfatizando, la evaluación del Sistema Educativo debe incluir todas las va-
riables que intervienen en el proceso, requiere –en consecuencia– de la obser-
vación sistemática, partiendo de situaciones y necesidades del mundo real, en
que nuestros alumnos y compañeros son fuente inagotable de aprendizaje, de
estímulo permanente y de imaginación creadora.
El modelo de evaluación
224
Evaluación educativa y equidad social
sal para llevar a cabo las evaluaciones1” (Román, 1999). La evaluación institu-
cional consiste en un…
Los principales términos utilizados son: objetivo, indicador y criterio del obje-
tivo, como el resultado específico y mesurable que se espera lograr. El indicador
consiste en la parte cuantificable del objetivo, mientras que el entorno se refiere
al nivel deseado que se quiere alcanzar con relación al indicador para considerar
que el objetivo se ha logrado (Bisquerra, 2009).
1 “De acuerdo con el método que se utiliza suelen diferenciarse en cuantitativos y cualita-
tivos; de acuerdo con el tiempo, en ex-ante y ex-post; de acuerdo con el observador, en internas y
externas; y de acuerdo con el objeto, en evaluaciones de proceso efectividad e impacto.” (Román,
1999).
225
Apuntes para una nueva reforma educativa
En el campo que nos ocupa, los modelos de autor que actualmente se utilizan
son: el método basado en objetivos, el modelo de metas y el CIPP (contexto,
insumo, proceso, producto).
226
Evaluación educativa y equidad social
La calidad educativa
227
Apuntes para una nueva reforma educativa
228
Evaluación educativa y equidad social
229
Apuntes para una nueva reforma educativa
La inteligencia emocional
230
Evaluación educativa y equidad social
Nuestra legislación establece que todos los estudiantes deben recibir una edu-
cación de calidad que contribuya al desarrollo de las competencias necesarias
para vivir, convivir, ser productivos y seguir aprendiendo a lo largo de la vida,
en consecuencia, es posible y benéfico incluir en la evaluación de la Educación
Básica actitudes y valores, ello implica no circunscribirse al aspecto cognosciti-
vo, por lo que se requiere desarrollar un sistema de evaluación que considere el
diagnóstico en valores y actitudes de los educandos, para contribuir al fomento
de la educación integral.
Educación inclusiva
Una educación de calidad debe ser inclusiva y acoger a las personas cualquiera
que sea su circunstancia, con sus diferencias y talentos, tomando en conside-
ración la diversidad de características personales, psicológicas y de contextos
sociales, permitiendo a todos la expresión de sus potencialidades para vivir una
vida plena y saludable. (Federación internacional fe y alegría, s.f.).
231
Apuntes para una nueva reforma educativa
232
Evaluación educativa y equidad social
Dado que el conocimiento hoy en día está al alcance de todos, más que su po-
sesión importa su búsqueda. Desde esta perspectiva la educación en las escuelas
formadoras de docentes debe desarrollar competencias para buscar, investigar,
establecer analogías, crear intuiciones y desarrollar estrategias de manera activa;
no se trata de que nuestros niños y adolescentes escuchen, imiten o memoricen,
se trata de que elaboren su propio conocimiento.
233
Apuntes para una nueva reforma educativa
234
Evaluación educativa y equidad social
La referida evaluación se orientó más como medio que como fin. Utilizando
instrumentos sin validez ni confiabilidad, se planteó como factor de someti-
miento, ligándola a la permanencia en el trabajo. Al margen de los objetivos
de la evaluación comentados, se habló de “darle dientes”, no para mejorar el
desempeño, sino para que tuviera consecuencias. Estos exámenes superficiales
–mal construidos– a los que se les dio de manera equívoca el término de eva-
luación, fueron utilizados con fines laborales, careciendo de las características
técnicas y pedagógicas que debe tener una evaluación del desempeño.
235
Apuntes para una nueva reforma educativa
El directivo
236
Evaluación educativa y equidad social
237
Apuntes para una nueva reforma educativa
Programa oportunidades
Pretende mejorar la educación de los niños de familias en condición de pobre-
za extrema, integrando medidas de nutrición y salud para elevar al máximo el
rendimiento escolar, de modo que los educandos no se vean afectados por la
desnutrición o la necesidad de encontrar empleo.
Escuelas comunitarias
Operado también por CONAFE, se centra en niños de zonas rurales y de po-
blación indígena que viven en comunidades pequeñas de menos de 2 500 ha-
bitantes, sin acceso o con acceso limitado al agua potable, la energía eléctrica y
otros servicios básicos. El programa recluta a jóvenes que se hayan terminado la
educación media para que se desempeñen como profesores de escuelas comu-
nitarias durante uno o dos años. El programa cubre sus gastos de manutención
y les ofrece becas para continuar su educación. En este marco es de celebrar el
238
Evaluación educativa y equidad social
Una evaluación centrada en la equidad es, en esencia, una serie de juicios for-
mulados sobre la pertinencia, eficacia, eficiencia, impacto y sustentabilidad en
el escenario real de la escuela; debe evaluar la cobertura, conexión y coherencia
de las políticas, programas, modelo educativo y proceso enseñanza-aprendizaje.
“Se trata de un proceso riguroso, sistemático y objetivo en el diseño, análisis e
interpretación de la información” (Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo [PNUD], 2011, p. 211), en el que se pueden utilizar como herra-
mientas los modelos evaluativos antes comentados.
239
Apuntes para una nueva reforma educativa
240
Evaluación educativa y equidad social
Epílogo
241
Apuntes para una nueva reforma educativa
Referencias
242
La construcción del conocimiento:
un nuevo enfoque de la educación actual
escjcarmen@hotmail.com
IRFEYAL-Unidad Educativa José María Velaz, sj
Quito-Ecuador
Resumen
Este documento enfoca la importancia del cambio en la concepción de la educación y de aspectos como el cono-
cimiento, específicamente “la construcción del conocimiento” en la sociedad del conocimiento. En la primera parte,
se enfoca la visión retrospectiva de la educación teniendo en cuenta los procesos sociales que le han acompañado
en este devenir; los cambios han sido notorios y de gran utilidad para la sociedad. En la segunda parte se nota como
este devenir, nos empuja a considerar la relevancia de la teoría y práctica educativa, como aspectos importantes en el
desarrollo del sistema educativo. Tanto la teoría como la práctica educativa deben estar en concordancia para lograr
que se evidencien los avances en el quehacer educativo. Es importante recalcar que la Filosofía de la Educación piensa
la educación desde la realidad concreta del ser humano, es decir, que la parte teórica de la educación no se disocie
de la práctica educativa. Todo este pensar y actuar en la actualidad nos ha llevado a nuevas concepciones y acciones
en el quehacer educativo, por esto, en la última parte se pone en evidencia la nueva concepción de la educación y de
aspectos considerados centrales, como la construcción del conocimiento que delimitan la reforma curricular de 2010
y que actualmente se tratan de poner en vigencia en todos los centros educativos de nuestro país.
Palabras claves
Teoría y práctica educativa, sociedad del conocimiento, políticas educativas, construcción del conocimiento.
Abstract
This document focuses the importance of the change in the conception of the education and of aspects as the
knowledge, specifically the construction of the knowledge in the company of the knowledge. In the first part, the
retrospective vision of the education is focused bearing in mind the social processes that have accompanied him in
this one to develop; the changes have been well-known and of great usefulness for the company.
In the second part it is obvious as this one to develop, pushes us to consider the relevancy of the theory and
educational practice, as important aspects in the development of the educational system. The theory and the educa-
tional practice must be in conformity to achieve that the advances are demonstrated in the educational occupation.
It is important to stress that the Philosophy of the Education tries to think the education from the concrete reality
of the human being, that is to say, that the theoretical part of the education does not dissociate itself from the edu-
cational practice. Everything this one to think and to act at present has taken us to new conceptions and actions in
the educational occupation for this, In the last part it puts in evidence the new conception of the education and of
aspects considered central as the construction of the knowledge that they delimit the reform curricular of 2010 and
that nowadays they try to put each other in force in all the educational centers of our country.
Keywords
Theory and educational practice, company of the knowledge, educational policies, construction of the knowledge.
Forma sugerida de citar: MORENO, Carmen. 2012. “La construcción del conocimiento: un nuevo enfoque de
la educación actual”. En: Revista Sophia: Colección de Filosofía de la Educación. Nº 13.
Quito: Editorial Universitaria Abya-Yala.
*
Licenciada en Filosofía y Pedagogía. Ingeniera comercial
Introducción
La construcción del conocimiento se ha convertido en un tema
coyuntural en la actualidad, porque se trata de llegar a través de la edu-
cación que el ser humano consiga integrar el saber conocer, saber hacer,
saber ser y el saber convivir; es decir, lograr lo optimo del conocimiento y
que este le sirve en todo los ámbitos en los cuales se tiene que desenvolver
y contribuir a la sociedad crítica y creativamente. El tema de la cons-
trucción del conocimiento, es un aspecto complejo y diverso que se po-
dría abarcar desde diversos ámbitos (biológico, psicológico, pedagógico y
educativo); por cuanto, es conveniente precisar que en este documento se
lo ha desarrollado desde el óptica que tiene el nuevo enfoque de la edu-
cación, considerando como la teoría y la práctica educativa has sido y son
252 los motores para el cambio de concepción de los parámetros educativos,
en esta labor la filosofía de la educación se convierte en eje integrador
para que la teoría y la práctica educativa vayan a la par.
Para comprender como la educación ha cambiado de acuerdo a
la teoría y práctica educativa que se ha dado teniendo de referencia las
exigencias y cambios de la sociedad es preciso tener una idea del devenir
de la educación durante su proceso evolutivo, teniendo en cuenta que
la sociedad le da parámetros a la educación para proponer el tipo de ser
humano que necesita para seguir desarrollándose. Es interesante verificar
que un punto central dentro de la reflexión teórica y práctica de la edu-
cación ha sido y es: tratar de vincular la “theoria y la praxis educativa”,
parece ser una cuestión constante de problemática, ya que en ocasiones
se tiene la apreciación de que la investigación teórica avanza más que la
práctica, entonces acortar esta brecha es el propósito cada vez más firme
de que se plasme el marco teórico en la realidad.
Las diversas teorías y prácticas educativas han tratado de dar res-
puestas a las preguntas clásicas del quehacer educativo y que son funda-
mentales para encaminar los procesos de enseñanza-aprendizaje como
en el plano teórico:
1. ¿Qué enseñar?
2. ¿Cómo aprenden las personas a las que se quiere enseñar?
3. ¿Cómo enseñar?
4. ¿Cómo evaluar los aprendizajes alcanzados?
La nueva educación
Surge de los problemas en las instituciones por mantener a los ni-
ños en las escuelas y se manifiesta en dos corrientes que pretenden dar
respuestas a este problema: primero, la corriente metodológica –bus-
cando las técnicas para lograr el máximo de rendimiento– y segundo, la
corriente doctrinaria en contraposición de la metodológica y de orienta-
ción filosófica más que práctica. En este período se da una serie de avan-
ces, por ejemplo, con Binet, Decroly, Montessori, Dewey y Claparede,
quienes proponían nuevas técnicas para aumentar el rendimiento escolar
y psíquico del niño para atacar las técnicas rígidas.
Esta nueva manera de concebir la educación tiene fundamentos
teóricos claros en la cual se busca la cooperación entre el educando y el
educador, manifestado en los siguientes principios:
La educación responde a los intereses y a las necesidades de los educan-
dos. La escuela es vida y no prepara para la vida. La cooperación es más
importante que la competencia. Se aprende resolviendo problemas y no
a través de transmisión de saberes (Fullat, 2000: 267).
dizaje (la teoría y práctica educativa); esto responde a la sociedad del co-
nocimiento donde “la acumulación del saber aumenta a medida que el
conocimiento y la experiencia humana crecen y se propagan por los sis-
temas educativos y las redes de información y comunicación que hemos
desarrollado y el modo en que la gente percibe y discierne estos datos
continuamente adapta y reforma” (Dután, 2007). Estas características so-
ciales dan las pautas de una nueva manera de “construir el conocimiento”
y aunque es inevitable asumir los cambios de la sociedad actual, todo se
da tan vertiginosamente entonces debemos estar dispuestos y abiertos a
“aprender a aprender”, porque:
a) La evolución del conocimiento desborda las capacidades de asimila-
ción; b) La velocidad del conocimiento se reduplica con gran vertiginosi-
dad; c) El conocimiento ha encontrado un vehículo de expresión multi-
262
disciplinario, dinámico y universalizante: la informática, y en ella la Web;
d) El conocimiento es la base de una nueva civilización; e) Las exigencias
del conocimiento crean nuevas formas de analfabetismo funcional: tec-
nológico e idiomático; f) La competitividad global está sustentada sobre
diversas formas de inteligencia (Picardo y Escobar, 2002: 116).
263
Clases magistrales o Mayoría de la investi-
la mayoría de las gación o en la producción
presentaciones en intelectual rutinaria.
libros de texto.
Trabajo en el
laboratorio escolar
Aplicación de Soluciones de
Tablas de multiplicar formulas para problemas por
Aprendizaje resolver problemas ensayo y error
memorístico
265
Conclusiones
- La educación ha cambiado tratando de buscar cada vez más que
el ser humano llegue a su máxima expresión como tal. Es allí
donde toma sentido la educación en la formación de seres hu-
manos que sean cada vez más humanos. El devenir histórico de
la educación está marcado por un proceso de transformación
de la sociedad. La relación e influencia que tiene la sociedad
Bibliografía
ANDRADE, Raiza
2005 “Hacia una gnoseología del desaprendizaje dialógico cognoconsciente:
principios para desaprender en el contexto de la complejidad”. [En línea].
En: Revista Electrónica de Investigación Educativa. Vol. 7. Nº 2, disponible en:
http://redie.uabc.mx/vol7no2/contenido-andrade.html
CUCHE, Denys
2007 La noción de cultura en las ciencias sociales. Buenos Aires: Nueva Visión.
DELORS, Jacques et al.
1996 La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión inter-
nacional sobre la Educación para el Siglo XXI. México: UNESCO.
DI CAUDO, Verónica
2009 Apuntes de las clases de didáctica. Quito: UPS.
DUTÁN, Hugo
2007 “Construcción del conocimiento como estrategia de desarrollo: los aportes
del conocimiento y saberes tácitos”. [En línea]. Gestiopolis. 6 de septiembre 267
de 2007, disponible en: www.gestiopolis.com/administracion-estrategia/
construccion-del-conocimiento-como-estrategia-de-desarrollo.htm
FERRADA, Donatila y Ramón Flecha
2008 “El modelo dialógico de la pedagogía: un aporte desde las experien-
cias de comunidades de aprendizaje”. [En línea]. En: Estudios Peda-
gógicos. Nº1, disponible en: www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-
07052008000100003&script=sci_arttext
FULLAT, Octavi
2000 Filosofías de la educación. Barcelona: CEAC.
MEDINA, Antonio y Francisco Salvador
2002 Didáctica general. Madrid: Pearson.
MOORE, T. W.
1996 Introducción a la filosofía de la educación. México: Trillas.
MINISTERIO DE EDUCACIÓN
2010 Actualización y fortalecimiento curricular. Quito: Poligráfica.
PICARDO, Oscar y Juan Carlos Escobar
2002 Sociedad del conocimiento: introducción a la filosofía del aprendizaje. Costa
Rica: Obando.
PONCE, Aníbal
1981 Educación y lucha de clases. México: Mexicanos Unidos.
REDONDO, Emilio
2001 Introducción a la historia de la educación. Barcelona: Ariel Educación.
SARRAMONA, Jaume
2000 Teoría de la educación. Barcelona: Ariel.
SCIACCA, Michelle
1962 El problema de la educación. Barcelona: Luis Miracle.
TONUCCI, Francesco
1995 Con ojos de maestro. Buenos Aires: Troquel.
TRILLA, Jaume
2002 La aborrecida escuela. Barcelona: Laertes.
~1
. ·•· . 0~o .1
'
.V
r
~
~1
~ (, ::, "\ Q~
lv .1
:2 e - (1(1 ~.1
é
J
···~ 1 Ui'11VERS!Dt\D DE CHILE
01 1
FACU: ;~o ;E f:,L::.:~:;\ : :l i~i:1i;:I.D ft.DES
l BIBL.vTEvA Eu,ul•" P-'"··''' "''""S
.!.------:M-::c-:G::RA:c-c:W:::-:-H::IL=L·-----
Santafé de Bogotá, Buenos Aires, Caracas, Guatemala, Lisboa, Madrid_, México, Nueva York,
Panamá, San Juan,. Santiago de Chile_, Sao Paulo,
Auckland, Hamburgo, Londres, Milán, Montreal, Nueva Delhi,. París, San Francisco, San Luis,
Sidney, Si.rigapur, Tokio, Toronto.
·. ~
::-'."" -1.
1
1
_¡
-1'
De cómo el conocimiento
no entra por los sentidos
CAPíTULO
coordinando todas sus tácticas y movimientos con fuerza, de las cosas, y cada nueva percepción o ¡;_é!..ci~pgevo
armonía e inteligencia para tratar de vencer la portería ~~~dizaje sep!'Q9.y~~ si~n1pre_e~ el contexto_ el~ ,~~guemas
del contendor. El dato sensorial pasaba a segundo plano y apreñaiz_ajes constrtiidós con ant€rióridaQ."_En niñguna í
en la medida en que yo lo trascendía con mis interpre- etapa de !aVíaa.podemos dedrijueer organismo y la , e~ no e
taciones previamente aprendidasr que me pennitían, en mente que aprende sean como una pizarra completameil- \
el transcurso del partido, anticipar las jugadas, lamentar te lisa y limpia de huellas. ./
el pase que no se hizo, disfrutar y apreciar el espectáculo. El ser humano nace con aptitUdes innatas para
Lo que yo vi en el partido no se parece en realidad en succionar, llorar, sonreír, etc., y rápidamente empieza a
nada a lo que estaba viendo mi compañera. Mi percepción aprender a seguir con la mirada los objetos que se mueven,
visual del fútbol no se asemejaba en nada a lo que ella a distinguir la voz de su madre, a relacionar la visión con
estaba captando. Lo que no quiere decir que ella fuera una los movimientos de la mano, con el tacto, con el sonido,
ingenua recolectora de datos visuales y aucJitivos, que de etc., hasta que logra su aprendizaje fundamental: que él
manera contemplativa y pasiva se le estuviera entrando mismo no es un objeto más entre otros objetos del mundo,
la realidad por los sentidos. De ninguna manera. Aunq~e que se diferencia del mundo, de su tetero, de sus escarpines
no pudiera ver el fútbolr su percepción de la situación del y manoplas, de su cascabel; descubre que posee una
momento era también esencialmente una interpretación, y existencia independiente diferenciándose de lo que no es, la actividad mental
no un simple dato sensorial que registra luces y sonidos. y con el desarrollo del lenguaje va construyendo la y la actividad
El" dato" sensorial puro no existe, no se" daii directamente, conciencia de que posee su propio yo~ activo y participante neuronal son dos
nadie lo ha experimentado. Toda percepción es resultado en la elaboración del conocimiento del mundo que lo dimensiones
de un proceso muy complejo, el final de muchos pasosr rodea, y dotándose de una memoria que le permite no
E1 conocimiento no
es la simple copia de
_que implican la interacción entre los estímulos que llegan a sólo guardar sino también aprovechar sus experiencias
del hombre que
interactúan y se
los sentidos (organizados sobre todo a partir de la vista, el pasadas y reconocerse como la misma persona a lo largo interestructuran
las cosas, sino su tacto y el movimiento), el aparato interpretativo de los del tiempo, a pesar de la permanente renovación de su elevando y
construcción sentidos, y la corteza cerebral en interacción eón la mente existencia. cualificando su
interior, por esto la y personalidad del individuo con su propia historia, sus Esta nueva persona, constituida en mente consciente, unidad sustancial.
pedagogía tiene que experiencias socioculturales y de lenguaje, etc. Lo que esta unidad integradora de nuestras acciones y
fundamentarse aparentemente uno se imagina como el u dato" primario experiencias, no puede reducirse ala maquinaria neuronal,
en la actividad que nos suministran los sentidos para alimentar la ni puede confundirse con la masa t;:erebralr pues ella no es la
del aprendiz. "inteligencia", en realidad es una construcción mental, simple operación interpretativa de los acontecimientos
una interpretación, una hipótesis, que los sentidos esti- neuronales sino que desempeña una actividad de
mulan y ayudan a verificar. En realidadr;el conocimiento búsqueda activa, de atención, selección, exploración,
NO entra por los sentidos.¡ descubrimiento e integración de alternativas valiéndose
La experiencia de una imagen visual está muy lejos de la complejidad de la corteza cerebral como de un medio
de ser una réplica perfecta de la imagen retiniana, y más ·instrumental que la misma mente contribuye a modelar.
lejos aún de ser la copia fiel y transparente del objeto real. De cierta manera, cada persona no sólo contribuye
El estímulo que logra impresionar la retina se convierte activamente a formarse a sí misma a través de sus
en un mosaico de puntos que son transmitidos al cerebro decisiones en la vida, sino que, inclusive, el almace-
por 108 células sensibles a través de 106 fibras nerviosas namiento de sus experiencias y acciones libres bajo la
del nervio óptico, centralizándose en la corteza visual forma de huellas y microcircuitos nuevos en la memoria
según patrones o formatos previamente desarrollados cerebral contribuye a moldear el mismo cerebro. De esta
(hay células nerviosas especializadas en líneas horizon- manera, la mente consciente no es meramente receptora
tales, en líneas verticales, en oblicuas, en círculos, en de lo que entra por los sentidos y se interconecta en los
colores, etc.), para luego integrarse con las conexiones complejos circuitos cerebrales, sino que la actividad mental
neuronales de los demás sentidos y las experiencias consciente estimula, ordena, interpreta e instiga la
sensoriales precedentes, antes de integrar la imagen actividad del cerebro según sus propios intereses y
consciente que hará parte de nuestro mundo ureal/I, con proyectos. No se podría negar ninguna de estas dos acti-
color~ fonnar dimensiones, perspectiva espacial, sonidor vidades o dimensiones del hombrer ni reducir la una a la
olor, etcJfas percepciones no son, pues~ los reflejos simples otra, sino que se trataría más bien de una unidad dual en
-1
Hacia una pedagogía del conocimiento De cómo el conocimiento no entra por los sentidos
1
1
interacción permanente -en los estados de vigilia-entre sino más bien un artificio mental, un esquema o un modelo
1
la mente y su cerebro1 • Esta hipótesis niega la concepción que permite entender mejor el fenómeno observado. La
materialista de que el hombre no es más que barro_ amasa- misma observación científica, tan objetiva y neutral, ya es 1
do, y el evolucionismo simplista que plantea que el hombre de suyo una interpretación a partir de conocimientos
no es más que el primo de un mono a la carrera. pre~os, y el experimento científico, que es una observación Aunque el objeto 1
Seguramente alguno de nosotros habrá ensayado marupulada en el laboratorio, está condicionado por los del conocimiento
Todo conocimiento, alguna vez tocar un instrumento musical. Cuando esta- conceptos y teorías que orientan la búsqueda del inves- científico es una
todo aprendizaje mos, por ejemplo, aprendiendo a tocar el piano siguiendo e!
tigador. _Lo 9-?e no si~~': que C?nocimiento objetivo construcción
específicamente una partitura, la atención consciente se concentra en la sea una IluSiono mera ficcron subJetiva. No. Todo conoci- mental, su propósito
humano es coloc~ciqn y movimiento de los dedos en correspondencia miento es intencional~ apunta a algo fuera de sí, a su exte- es entender
consciente cori lás notas y tiempos prescritos en la parlihl.ra; pero rioridad. Pero su objetividad no está garantizada_ de antemano y representar mejor
desde su cuando logramos dominar esta destreza que coordina la sino que debe argurnentarse y demostrarse cada vez a tra~ la realidad.
adquisición. cligitación con la partitura, la memoria cerebral se encarga vés de la reflexión científica. .
hábilmente de producir esta actividad mientras la atención . _El objeto d~ las ciencias también es construido por la
consciente se dirige hacia los aspectos más complejos y actiVIdad conscr~nte d: 1~ mente del científico, puesto que
creativos de la interpretación musical, elevándose sobre se trat~ de un obJeto teonco, deu.r: objeto de reflexión que
la habilidad automatizada, hacia la expresión de los se ennquece y reestructura a medida que se clarifican sus
sentimientos estéticos más profundos tanto del propio relaciones y estructuras conceptuales dentro del respeto
intérprete como del compositor de la obra que se está riguroso de ciertas reglas propias del desarrollo del co-
interpretando. Si en este momento su mente regresara nocimiento científico. Por supuesto que en último término
conscientemente a decidir cuál dedo pulsaría, cuál tecla a el P.ropósito de la ciencia es la búsqueda de la verdad, es
continuación, probablemente la interpretación o lectura dec:r, comprender mejor la realidad del mundo natural y
de la partitura en ejecución sería un fracaso. Lo mismo socral que nos rodea. Por esto, aunque la reflexión científica
sucede cuando leemos un libro, inmediatamente nos no afecta directamente los objetos reales, su preocupación
volvemos inconscientes de las letras y la mente se concentra es la de r_ep.roducrr cada vez con mayor fidelidad los pro-
en la lectura o interpretación directa del significado en cesos ObJetivos reales. De hecho, los logros de la ciencia
Así como el cuanto taL Detenerse en el formato de las palabras es una
distracción que perturbaría la lectura. En ambos ejemplos,
aparentemente espectaculares son sólo aproximativos y
provisionales y resuelven, hasta ahora, solamente un A pesar de la
conocimiento existencia
común, también el la primera etapa de la adquisición de la destreza de la grupo muy limitado de problemas. Pero los interrogantes
de mecanismos
conocimiento lectura es inicialmente presidida por la atención consciente, fun~amental:s de nuestra existencia acerca del origen de
neurológicos
científico es pero luego es sustituida por la unidad operacional la, VIda, de como se produce y explica su evolución, de
como se produce el salto del animal al hombre con su subyacentes
una elaboración neurofisiológica que garantiza la coordinación orgánica
autoconciencia y libre autodeterminación, o cómo es que a cada nuevo
mental acerca de nuestras conductas o respuestas adecuadas a cada
.la mente~ producto emergente del cerebro, es a la vez su- conocimiento, la
de lo real. situación reconocida, como si se tratara, efectivamente,
de un condicionamiento conductista pero modular, flexible perior y modeladora de la estructura y funcionamiento , mente y el cerebro
· cerebrales y transformadora del mundo extramental o no se pueden
y abierto a las intervenciones y reinterpretaciones de la
cómo es que una nueva cultura puedé generarse y convi~ir confundir.
mente en su actividad consciente.
Pues bien. De la misma manera que en el cono- en el seno de una,sociedad atrasada, son preguntas inquie-
cimiento perceptivo la mente manipula activamente el t~tes que to~.aVla hoy permanecen en el misterio, y no se
cerebro hasta lograr ensamblar e integrar una imagen Vl~lumbra como pueden ser abordadas por la ciencia
coherente ~e las cosas, así mismo procede la investigación rmen~as no se rompan los esquemas teórico-metodológi-
científica. Esta también constituye sus conceptos y sus cos VIgentes.
teorías científicas, en vez de "encontrárselas.~~, como cree La insuficiencia del modelo animal como modelo de
la gente cuando se produce un descubrimiento. Un concepto funcionamiento orgánico del hombre, ha reforzado la
no es de manera alguna la copia especular de un fenómeno~ hipótesis de la trreductibilidad del hombre al mono; lo
cual no ha sid<; illtpedimentopara la aparición de rigurosos
1 Véase K Popper y J. C. Eccles, El yo y su cerebro, Ed. Grijalbo, México, estu~?s analogrcos de funcroneey tales como la vigilia, la
1978. atencron, la memoria~ el aprendizaje motor, etc., que han
ll
Ji
Hacia una pedagogía del conocimiento De cómo el conocimiento no entra por- los sentidos
abierto el espacio para el tratamiento experim~r:~al de te- fuera de este análisis, la actividad mental y la conciencia
máticas cada vez más similares entre n~urofisw!ogos Y no son menos reales y objetivas que cualquiera otra reali-
psicólogos experimentales. Comportanuentos alimenta- dad.
rios, sexuales, emocionales y locomotores se revelan sub- Sólo que las . ciencias que pretenden estudiar la
ordinados a ciertos módulos interconectados (o automa- conciencia frecuentemente confunden las formas con los
tismos basados en microcircuitos neuronales) que son estados de conciencia, o las funciones (el pensamiento,
estructuras modulares, flexibles y modificables que pose:n por ejemplo) con- los mecanismos de conciencia, hasta
una "cierta función de código" bajo neuronas de decrs10n llegar a extremos como que la psicología se dedique a
---{)de "mando"- de las que depende todo un programa estudiar el cerebro, o la biología se dedique a explicar la
de actividad ordenada y significativa dentr~ delrepert:>no
comportamental propi~ de la_ e_spe~~e estudiad~. Sem~J~
psiquis y el comportamiento específicamente humano.
De hecho,las ciencias sociales pretenden estudiar las las ciencias
tes modelos facilitan la Identificacron de una crerta logtca fonnasdeconciencia "'social" (individual, nacional, política, sociales, las
ciencias naturales
de organización flexible de tipo cibernético_ ~n}a bas_e ~e mítica, religiosa, etc.), en concordancia· con la esencial
la actividad nerviosa supenor que perrmtiría, qwzas, aspiración de la conciencia individual y social a simbo~ y las ingenieriles,
comprender mejor las estrategias mediante las cu~es el !izarse, institucionalizarse y automatizarse tanto en sus se han ocupado
sujeto opta libremente por w:o u otro c?mp~rta~ento
desde su repertorio de automatismos o hábitos disporubles.
procesos como en los resultados O-o que se convierte en un
indicio más del carácter objetivo de la conciencia). Pero
del estudio
de la conciencia*.
El problema fundamental que queda por resolver es también las ciencias naturales pretenden estudiar los esta-
el de cómo se modifican estos módulos interconectados dos mentales y los mecanismos de conciencia (neuro-
en el curso de aprendizajes que requieren de un nuevo fisiológicos); y hasta las disciplinas cientifico-técnicas e
programa no preexistente en el sistema neuronal, o tam- ingenieriles se dedican a reconstruir las funciones de la
lo específicamente bién, cómo se producen cambios _d:n:~deros en la estructur_a conciencia tales como la inteligencia y la memoria.
humano, la mente cerebral en el proceso de adqmsicron de nuevos conoCI- No obstante, todavía ninguna de ellas, ni siquiera la
consciente, es una mientos. Para cada proceso psicológico, para cada n?evo psicología presente en estos tres grupos de ciencias que
realidad. aprendizaje, segurame~te subyace ~un crerto mec~s~o estudian los fenómenos de la conciencia, ha definido sin
neurofisiológico identificable cada día con ~a¿ror p~ecrsion ambigüedad lo que es ella en sí misma, o cuál es el ré-
en la medida en que el psicólogo logre definir mas c~a:r~ gimen de su estructura y funcionamiento.
mente la operación funcional ~criminada en el ~~SIS Pero ni aun en la tradición Jllarxista ortodoxa habría Desde una filosofía
del proceso psicológico eleme~tal. ~ero: _¿acaso la actzvrd~d justificación razonable para reducir la actividad consciente materialista se
autoconsciente y los vuelos de la zmagmacwn c;r~adora podran del hombre a sus mecanismos cerebrales. De hecho, así puede reconocer
definirse operacionalmente, o reducirse al ana1zsts funcwnal de como las formas de conciencia social se institucionalizan científicamente
la conducta fundada sobre los automatismos disponibles? Hasta y se convierten en órganos funcionales (en "superestructu- la realidad de la
ahora no tenemos evidencia de que exista simple con- ra") que aseguran la co11;tinuidad de la vida social, así conciencia autónoma
tinuidad entre el cerebro y su mente, y la única ~pótesis ~ ;·mismo las funciones y los estados de la conciencia confi- individual.
plausible, la de la interacción e interestructuracro~ ~~~e guran en el individuo su actitud, su apertura hacia el
ambos en la toma de decisiones libres" en la adqmsicron mundo; los procesos psíquicos superiores constituyen el
de nuevos aprendizajes, en la construcción del c~noci organismo funcional del individuo que le asegura- su
rniento objetivo, es una hípótesis que se desarrollara en el supervivencia humana, en la noosfera, en el mundo de la
presente texto. . . , . . razón. De esta manera, bajo la consideración de lo psíqUico
Naturalmente, sem€Jante hipotesis acerca de la w:n- no sólo como función sino como "organismo", como es-
dad bidimensional de la actividad humana no esneces~a tructura, como sistema, como lo plantearon Ujtomski,
mente una concesión al dualismo religioso o metafísiCO. Leontiev y Luria, "se abre paso la elaboración de represen-
Se trata más bien del reconocimiento de que lo específica- taciones antirreduccíonistas acerca de la psique, como
mente humano la conciencia, no es una realidad de segunda realidad de orden especial. Esta realidad debe poseer las
clase ni un Producto '"ímat?n~i,o", ni un el:~Mer:ómeno facultades de un órgano que tiene características extra-
neurofisiológico. La caractenzacron de la concrencra como
""subjetiva"" por c~ntraposici~~ ~la realida~ '~ ob~etiva" no * Confróntese en los diferentes paradigmas de las ciencias sociales el
.se justifica sino solo en el análisiS gnoseolog¡co, pero por concepto de formas de conciencia.
1!:7-'' .,
Hacia una pedagogía del conocimiento De cómo el conocimiento no entra por los sentidos
cerebrales, y sus propias regularidades de formación ... " 2• lógico, éllos no hacen más que reproducir su programa
Si en la Academia de Ciencias de la antigua URSS se genético con ligeras variaciones aprendidas en el
reconoció la conciencia individual corno "organismo reconocimiento del medio ambiente, pero sin conciencia
espiritual" dotado de autonomía relativa frente al cerebro, de los fines que buscan con cada uno de los ''automatismos
y dotado de estructura formalizable a partir de la acción innatos" o condicionados, ni capacidad de simbolizar ni
viva del individuo enmarcado por su trama biodinámica objetivar sus aprendizajes que pudieran enriquecer luego E1 sabe;humano
y perceptiva, de la cual surgen las imágenes y se construye el saber de las nuevas generaciones. Sin duda, ellos no entra por los
el sentido y los significados de la misma acción, configu- identifican la "presa" buscada, reconocen el peligro, etc., sentidos ni es un
rándose así la actitud consciente frente a la vida como pero no hay evidencia de que su "conocimiento" vaya subproducto
nivel" contemplativo" o estrato reflexivo de la conciencia¡ más allá de la aplicación de su estereotipo neurofisiológico, neurofisiológico,
l-a conciencia como semejante perspectiva no dista significativamente de o de que se les ocurra, en lo más mínimo, que al frente hay sino resultado
de la cultura.
producto histórico- nuestra hipótesis acerca de la unidad bidimensional de la algo 9-ue no c?mprenden. Co~o los aprendizajes que
social se puede actividad humana a partir de la interacción mente-cerebro. adqmere el arumal en su expenencia individual no son
inferir a partir de la Nahlralmente, aquí la conciencia de la que se trata es transmisibles a sus descendíentes por herencia biológica,
acción human~· distintiva del hombre en cuanto tal, como ser social e no se produce entonces el desarrollo histórico-social del
(a partir del trabajo). histórico. La acción humana se entiende generalmente sor:ocimiento propio del hombre, que sí permite a este
como resultado de deliberaciones, cavilaciones, pon- último acumular, conservar y multiplicar el saber de los
deraciones de motivos y elección previa. El mismo pen- antecesores y coetáneos, gracias a su capacidad social de
samiento humano no es comprensible sin la existencia de simbolización, registro e interpretación.
la conciencia. El hombre no puede hacer nada sin saber Es entonces en el progreso del conocimiento, a lo
previamente cómo hacerlo, sin tener de antemano alguna largo del desarrollo histórico-social, como el hombre
idea o estructura de la acción que va a realizar, o algún construye su dimensión consciente. El hombre no conoce
modelo mental de la cosa que va a construir; la acción hu- desde su identidad biológica sino, sobre todo, desde la
mana requiere del sentido u orientación previa. Precisa- cultura de su época, desde el desarrollo social y el nível
mente porque no hay trabajo humano sin conocimiento técnico de la producción en que le correspondió participar,
la producción prevía, es por lo que algunos filósofos han dicho que es en desde la experiencia acumulada en el lenguaje, etc. Así, la El pedagogo
social del saber, el trabajo donde el hombre se autoconstruye y se forma a producción del conocimiento y la verdad no es sólo un conoce y aplica las
posibilita que el sí mismo. En otras palabras, que la fuente del saber es el medio para satisfacer las necesidades inmediatas del leyes que permiten
hombre se forme devenir del trabajo, como actividad consciente, práctica y hombre sino que, como desarrollo espiritual del mismo, ampliar y enriquecer
en su dimensión formadora del hombre. Lo que equivale a decir que el el comprender como actividad reflexiva es el despliegue la actividad
espiritual, hombre surge o se hace hombre (diferenciándose de los de su propia espe_cifi~dad, es la autoconstrucción perma- consciente del
diferenciándose monos) es precisamente en el trabajo, como productor de nente _de -~u concr:ncra como apertura hacía el mundo y individuo.
esencialmente instrumentos de trabajo, y naturalmente, esta producción aprop1aoon del miSmo en su existencia. Es natural que se-
de los animales. material es a la vez social, es decir, cultural, pues un , mejante complejidad "supranaturaY' del pensar humano,
instrumento de trabajo en cuanto saber y conciencia objeti- que lo diferencia (a. pesar de lo que sostiene el conductismo)
. vados, es analizable, descifrable y apropiable en su sentido radicalmente de los demás seres de Ia naturaleza, no sea
y significadO por la actiVidad consciente de otros indivi- un mensaje biológico transmitido por los sentidos, sino
duos, que se construyen a sí mismos como hombres por una realidad de otro orden, que interacciona con el cerebro
medio de semejante tarea decodificadora. constituyendo una unidad bidimensional y única que
Cuando hablamos de producción social, estamos llamamos hombre.
acudiendo a un rasgo específico del hombre, no aplicable Aunque a los neurofisiólogos y psicólogos les corres-
a un enjambre de abejas que construye su panal ni a úna ponda arrojar luz sobre los mecanismos de interacción
bandada de gaviotas oteando nuevas fuentes de alimento. del si~tema bi~im~nsional conciencia-cerebro, la pedagogía l1
Lo que hacen los animales reunidos no es social sino bio- se onenta mas b1en a reconocer las condiciones para
ampliar el espacio y enriquecer la complejidad de la acti-
vidad consciente del individuo, elevando su capacidad de
2 Véase Velijov, Zinchenko y Lektorski, "La conciencia: investigaciones
interdísciplinarias", en Revista Ciencias Sociales, Academia de Ciencias producción y de interpretación simbólica; pues cadanuevo
de la URSS, No. 2, Moscti 1988, pp. 104 y ss. horizonte, cada nuevo nivel de significado que adquiere
Hacia una pedagogía del conocimíento
l. El proceso de interestructuraciónsujeto-objeto
___ _J
en el conocimiento
El desarrollo de la capacidad cognqgjtiva del individuo
(no importa que sea niño o adulto) se gestaría a través de
un._.Ero ceso concreto de asimilacíón-acomoEg~c"!io:t'n'-?JqJluge.~egnu___ - - - - - - . , - -
síntesíSüeLouisNot funciona mas o menos de la siguiente
manera: En el análisis de
"El sujeto organiza (asimila) las situaciones nuevas todo conocimiento
con estructuras de representación o de acción procedentes nuevo se observa un
de sus actividades anteriores, en las situaciones análogas, doble movimiento de
y conservadas en la memoria desde que se construyeron. asimilación-
Es lo que sucede cuando unos elementos aprendidos acomodación.
anteriormente intervienen en el tratamieri.to (procesamien-
Dinámica del desarrollo to) de la nueva información. Pero ésta no es nueva sino en
cuanto es portadora de caracteres originales respecto de
cognitivo individual los objetos conocidos anteriormente y son estos caracteres
los que obligan a las estructuras de comportamiento o de
pensamiento a transformarse para ajustarse (acomodarse)
CAPíTULO a la novedad de la situación. De esta acomodación que se
cumple en el momento de procesar la información resultan
muchos esquemas que alimentarán la memoria y luego
servirán para la asimilación de otras situaciones nuevas.
Con la asimilación el alumno estructura, materialmente o
en pensamiento, el objeto que se le propone. Con la aco- la
asimilación se
modación el objeto estructura al alumno al estructurar produce cuando el
sus conductas" 1• nuevo contenido es
Como se observará, este proceso así descrito~ria acogido y adaptado a
~ál~go_ a."!'__!!l.Qfl.e]Q dbelll§!j~El~,_gn_eLque_s.e
lá estructura previa
'Erese_~tar!~1!mLzutfu1erestructuración entre el sujeto y.cL
del sujeto. Pero, a la
,E§§fil..Este último, por supuesto, no tiene que ser siempre vez, la estructura del
( · un objeto exterior, ~puede.habet-inteiestr.ucttn:aciórt. sujeto se ajusta y se
. t=biéninlrasubjeti.va,_entreesquem.ª<in.terí.ru:.e§.d.e.,com- modifica por el
po_rtamientos, entre enfoq:ue.ss,Qgn.os.citivos.(entre "ejem- impacto del nuevo
Aunque los pedagogos clásicos (Commenio, Herbar!, contenido, es decir,
Pestalozzi, etc.) siempre se propusieron fundar sus princi- .. piares" y.paradigmas), entre concepciones contrarias acer-
ca_del mundo,· entre el eonocimiento ingenuo y el cono- se acomoda.
piOs pedagógicos sobre el conocimiento riguroso del
desarrollo individual, la investigación científica acerca de cimiento. científico, etc., que ;:_e pueden producir duran-
la dinámica cognoscitiva de los individuos apenas se ha
iniciado en el siglo XX a partir de Claparede, Montessori,
Decroly y Pavlov. Pero los avances más significativos se 1
Louis Not, Pedagogía del conocimiento, Fondo de Cultura Económica,
han derivado de los estudios de Piaget (y la escuela de México, 1983, p. 244. De esta descripción de Not pueden entreverse
consecuencias para una enseñanza no transmisionista tan importantes
Ginebra), quien ha verificado cómo las estructuras básicas como que toda cuestión que se les presente a los estudiantes debe ser
del pensamiento se forman mediante el producto de. la acción captable parcialmente a partir de lo que ya saben (debe ser asímílable),
que ejerce el sujeto sobre el mundo y la que el mundo eJerce sobre pero a la vez debe contener al,ou.nos rasgos novedosos de pensamiento
e1; esta generalización teórica coincide con la tesis filosófica (factor de acomodación). Por tanto, la multiplicidad de ejercicios exigidos
dialéctica según la cual la conciencia no es más que el a los estudiantes reproduciendo un mismo modelo de solución a
variaciones accidentales de un mismo problema típico ya compren-
plano ideal de la acción del hombre sobre el mundo natu- dido, no aporta nada nuevo a su actividad cognoscitiva ni a su proceso
ral y social. de aprendizaje, excepto fatiga y rutina.
Hacia una pedagogía del conocimiento
~a del individuo,amp!íandüsigilllio~.
¿u capacid~ügnosciti-:v:a; así acontece, aunque ciertas
eStrucmraSbásicas lógico-formales hayan podido consoli-
darse previamente, desde la adolescencia, como lo ha es-
1------------- _.,. r--------- ..
tablecido Piaget.
La estruch'ra cogn@ivCL.ittdiuiduaLesJá...eans..tiJ:lii.dE.
..in!ii§glublemente or una :m.§lsión.lógico,formaL<;Q..nk._
truida en a ·aléctica ID;ad~!'§!ÓÓn-experiene.a amb~ental,
pNgre:sív~me:hte;·a:lT-ave·s de etapas secuenciiilé"S~Oiféten:
ciadas cualitativamente, sobre el eje principal dq¡_~~
~J9_co~$f_$~~~-~~~~!,~~gstr:~l2· Y poro~a dimen-
síon, eíltatizada por Brunner y por Ausubel-, que se
relaciona con los.cautmidQ~,f!~~S:2!l~~~~~~s ~~-ql!-~~2.§_
~~or~~~ per~~a;;~!~ll~.D}~~~?llJ2§:f!O~~óS ~~-o::
~unt~~ción y Ciéf!WéV;!;Q?;B,., dimensión que se desarrolla
cr;;;:anfel(til¡j]lfvida, jalonando a la vez el desarrollo de la
dimensión lógico-formal. La capacidad a~al de aprendi~
zaje de un individ1J,O~da_E2! la es~~c_~!~S'-~Q?ci_:
tiva de 9.~~one,_es~de_c;trbE9J.J~sar.ac~ticas y_
oraanización res~~es.de.su&rorKe-ptos.y-eS.f,JYi:~55~~xi
mos ue P-eimiten aprov~~~~.!!!~!la n~~~xperien-
~9-a 4~-ª~Qjz-ªj~.~_asiiñlfarla;y...pro.~~-$.ill<LJA.~-!E-!egral 1
)f"!-~PJe,_ f9.tt.p:r.ecisión, claridªd.Y..~fi~Q__q, Por supuesto;-tal v
No confundir las
estructuras lógicas
capacidad o disposición cognoscitiva no es general ni abs- ~
E
tracta, ni homogéneamente válida para cualquier aprendi- o
que va construyendo zaje; el eq_t!Ü?..9.. 9-gp:rQ.Q::Sa.roiento_co,gnoscitivo.~_sjp.J1fyj_g!J8}
el niño hasta su y especiftfQ, _qg__e:f~~tiyiQ..-;9. variable ú:~rite_a_los.diferentes
1
1 ~
·:;-
adolescencia, con las jJiZi't_~if<Y:,~¡;;___Q._~-- ~I?I~I):~-~9-J~~... Puesto que es resultado no t e:
estructuras de sólo de la maduración neurofisiológica del individuo sino •O
·¡¡
1 "'e:
•O
conocimiento que también de los estímulos intelectuales recibidos, de las ·¡¡
desarrolla el experiencias que lo hayan afectado y en las que haya par- "'o
-o 1 ~
::>
individuo durante ticipado activamente, y de todos los conocimientos y E
o u::>
toda su vida. aprendizajes "sígnificativos"3 adquiridos anteriormente, 1 U9!0BI!W!S\f ~ 1
1il
afines o remotos a la nueva situación de aprendizaje. 1---.------ ~
-~
C__QffiQ_gl.proceso .. de enseñanza no.se ggs_ay~
~ ~~j~~?. ~y-~~-sal y abstract_c:, _sino f.:Ql). sujetos_re~~~-'E.:_ -
~·poseen una estructura cognoscitiva particularf esneq;~~ª'º-2__
S!!
Q)
·:s_o.rtO.cer.Jas.. variableS -que constituyen esta -~$.ITgctJga e -o
_jnfluir_§Q.Pt~ ellas si s~ __qqj~r-~ verQ.aderamente en,s_eñar, ··
.- f:On rigor y eficacia. Aunque no defendamos el puerocen- .E"'
(.)
o a solucionar un problema, es una variable que ínfluye que lo"s niños de clase media5• Los padres sociocultu-
decisivamente en su aprendizaje, y por esto, su dinámica ralmente marginados tienen poco tiempo y ánimo para
en el proce_so _cf:~ ~n.~~aru.::a-ep~~n_4izaje -~o_p~~-4!:._~:r_ ig- conversar o leer a sus niños y su comportamiento verbal
n-Qiª_d_ª·por 10s_p€;!4~gogos, co~o veremos en _e~.P!~~g:" es también restringido, no elaborado, monosilábico, implí-
-capí\1l)o (parágrafo 2). · cito, impreciso e indiferenciado, utilizado más para contro-
lar la conducta de sus hijos (de manera arbitraria) quepa-
ra comunicar, explicar o clarificar ideas o mensajes. Así
2. _'Desarrollo cognº-!ll:itiw_yJ.rngnªj.~t._ que tales padres constibJ.yen rm modelo lingüístico y sin-
Por otra parte, las estructuras cognoscitivas d..eJos.indl: táctico pobre para la inútación de sus hijos, que repercute Hay que tener en
.las estructuras viduQSJlO evolucionan ni se organizan, sino a trªY.~~d_e__. en rma mayor lentitud y dificultad del niño para acceder
al pensamiento abstracto sin recurrir a los objetos empírico-
cuenta que existen
lógico~cognoscitivas ~tercambios interindividuales encuadrados en la re- también estructuras
son un producto --'p;r_eSentaa."óñ~S.O-g<U, :ÉXiste una cierta mte:rdependencia concretos,_y en conseo 1 enciaretrasándose en el aprendizaje cognoscitivas
social, desde el -entre las estructuras lógicas y las de las relaciones interper-. de las ciencias desde la ens.eñanzamediae!U!d..elí;ntf,Jli es__ colectivas, a través
lenguaje mismo. sonales, manifiestas especialmente a partir de la aparición -que 1¿¡~ s:g~Q.iciones..económiGas~le--per:miten..acceder~a. de las cuales los
:gua,.:;_ individuos se
del lenguaje hablado en el niño.
El..lenguaj€ es eUntermedjaSg etltre el sujeto y el orientan y
_!lliDM es el instrumento de interiorización y de enrique- 3. La estructuración cognoscitiva colectiva
aprehenden el
cimiento de los procesos de interestructuración entre mundo.
ambos. Las palabras permiten aprehender y ordenar lo Mas, en este punto de la discusión no podemos pasar por
real sín tener que manipularlo, al mismo tiempo que or- alto los descubrimientos de los antropólogos, en especial
denar las propias acciones antes de ejecutarlas , pues el Leví-StrauSS quien ha establecido que existe también una
1
lenguaje funciona como una especie de" ordenador" inte- activídad cognoscitiva ideológica, propia ya no de los
rior. · indivíduos sino de los grupos~ de las comunidades, de léis
El_l~guaj.,_llev'!,.,IlsíJaculbJ.ra.delgrnpo,.!n~ertaal__. tribus, la cual tiene sus propias regularidades y leyes.
-~Yt.f:ly_s>__~~.l~,.~~~Ly~me.diad.or__ ~gtre el nm.Q.y_gl_ Efectivamente, el análisis de los mitos permite
J!dulto_Gracias al lenguaje, el hombre "puede asimilar la entrever que por arbitrarios que parezcan los elementos
experiencia acumulada durante milenios de historia que integran un mito, éste debe su coherencia y su sentido
unitario a las restricciones y, regulaciones propias del
E1 marginamiento
humanal y la asimilación de la experiencia común a toda
la especie humana se convierte rápidamente en el factor funcionamiento del pensamiento que lo ha construido.
También estas
estructuras
cultural retrasa el básico de su psiquismo" 4• .Be acplÍ el nuevo código Hay ciertas exigencias~ ciertas operaciones mentales
desarrollo del cognoscitivo~
compilador de lamemg;ria procesado.E_a y descodificadoré!, reguladas por oposiciones bínarias y reglas de transforma- ideológicas
lenguaje e incide
~xclJJ?iYa..deJª~-~~~-L~~~DJO.i:mcterístico del ción de carácter tanto lógico como empírico que funciorian funcionan por
negativamente en el ~~.procedimiento_maestro'~ que identificamos._enkp~ en las comunidades como sistemas abiertos, los cuales
desarrollo intelectual. asimilaciónM
ép<:>~.aAeJ.e.hi§!Qéo~!C.l.~~~q§_n_(capítulo 9). seleccionan y asimilan algunos elementos naturales y soda- acomodación,
·--- Es nah1ral que~__s_Qciedad diridida en clases les que se articulan de una cierta manera en construcciones y por tanto, se
sociáfe~.kR<!.Jj:!..9~!Qg~~ la_~-~~-ª-~<uJs~ggual, y el ideológicas, no como reflejo ni como reacción a las condi- da una mutua
desarrollo lingüís!!,SQA-.~Jgg@,Q?. 9J!Wralm¡;nte margma- ciones n?-turales del medio que rodea a una tribu o a Un interestructuración
"(!(i$:@1\ly~:efili)Tffia negaliY.lt~neJ <i~ll.l1'.91!<?..<!e su capa~ pueblo, sino como manifestación vísible de su mentalidad entre el sujeto
cida<Jsggno0citi.Y.'l y en su aptitud para adquirir apren- frente a la vida y de su espíritu colectivo en proceso de colectivo y el objeto
---··ruza)es verbales. Frecuentemente estos niños tienden a apropiación del mundo. Pero claro, esta maquinaria men- de saber.
ser discriminados y rotulados como "retrasados" por los tal, estas leyes de orden, no funcionan en el vacío, ni es
maestros de extracción social media, en parte porque el absoluto su proceso de construcción: están, a su vez, con-
lenguaje de aquéllos tiende a ser más concreto y no verbal, dicionadas y restringidas por perfiles hístóricos y cons-
más restringido a nivel formal-abstracto y de sintaxis-
5
Véase B. Bemstein, "Language and Sodal Oass", Brit. f. Psycholagie,
1960, No. 11, pp. 271~276. Véase también la traducción de varios de sus
4 A. R Luria, L'enfant retardé mental. Citado por Louis Not, Pedagogía del artículos en la Revista Colombiam1 de Educación, Gup, Ed. UP.N.,
conocimiento, Fondo de Cultura Económica, México, 1983, p. 261. Bogotá, No. 15, 1985.
Hacia una pedagogía de! conocimiento Dinámica del desarrollo cognitivo individual
trucciones ideológicas de los antepasados, y también por - Al respecto, Hegel no sólo desarrolla en la Fenomena~
el medio ambiente natural de la comunidad con el cual logía del espíritu el paralelismo entre la conciencia indivi~
-ésta interactúa, en un proceso de transformación en el que dual y la histórico-sociat sino que ilustra la interacción
seguramente las reglas de simetría y de inversión juegan entre ambas describiendo el proceso de formación así:
su papel, pernütiendo descubrir luego similitudes, inva- "Lo que en épocas anteriores ocupaba la mente madu-
rianzas y diferencias aun en mitos elaborados por comuni- ra de hombres, ha sido reducido a nivel de conocimientos,
dades vecinas que comparten un mismo entorno natural6• ejercicios y hasta juegos infantiles, y en los éxitos pedagó-
El mito como creación mental colectiva posee su verdad, se gicos advertimos la historia del grado de educación de
ajusta a la realidad de la tribu, se adecúa a sus condiciones todo el mundo, historia esbozada, dijérase, como en un
vitales objetivas mediante un proceso histórico de inter- breve ensayo"7_
estructuración entre el sujeto colectivo y los objetos de Semejantes hipótesis podrían ser argumentadas-de
saber que va representando desde su propia eXperiencia ninguna manera postuladas- a partir del estudio detalla-
de la realidad. Así, este proceso es análogo al de asimila- do de la apropiación, por parte del individuo, de las formas
ción-acomodación que acontece en el conocimiento indivi- y expresiones lógicas y universales que constituyen histó-
dual. ricamente la cultura, a través de la cual indudablemente
Esta evocación del proceso ideológico-cognoscitivo se desarrolla la capacidad cognoscitiva del individuo. Se-
compartido por una comunidad en su proceso de interpre- mejante apropiación podría interpretarse como una repro~
tación del mundo, presenta una característica especial- ducción o repetición, pero más propiamente hablando, se
mente interesante para el tema que nos ocupa. A saber, trata en realidad de una recreación, dado el carácter interes-
que tal proceso es también un proceso de mutua interestruc- tructurador entre la conciencia y su objeto que ya hemos
turación entre el sujeto colectivo y el objeto, reconociendo que reconocido. De todas maneras, aquí quedaría sugerido
el espíritu no puede comprender el mundo ni las estruc- un problema de importancia para la investigación pedagó- Existe una relativa
turas de lo reat sino precisamente porque él es producto gica, a saber: de qué manera el contenido del desarrollo autonomía entre la
y parte de ese mundo, de la misma manera general como cultural se convierte en formas del mismo, y, sobre todo, dinámica de la
la actividad cognoscitiva individual aborda el mundo na- cómo es que cuando el individuo se apropia de esas for- ciencia, la actividad
tural y social que también lo abarca y sobredetermina. Se mas culturales se le convierten en contenido del desarrollo cognoscitivo~
Pero el proceso
cognoscitivo trata entonces de una nueva evidencia contra el divorcio de su conciencia, integrando su formación espiritual, como individual y
individual no es una entre lo inteligible y lo sensible, entre el conocimiento em- veremos más adelante. el desarrollo
reproducción del pírico y la reflexión espiritual, extraída de la experiencia Lo que habría que replantear de la concepción hege- histórico-social.
proceso colectivo. Ni mítica más profunda de la existencia humana. liana descrita y sus matices, no es solamente el marco
la epistemología Todo lo cual no constituye una base para reconocer, idealista que la abriga sino, sobre todo, su ambición lógico~
puede reducirse a como hace Hegel, que el desarrollo intelectual del deductiva que intenta reducir a un mismo esquema simpli-
ninguna psicología individuo es una especie de repetición abreviada del de- ficante b:es procesos cualitativamente bien distintos, como
genética. sarrollo cognoscitivo de la humanidad, en el sentido de son, el desarrollo histórico-cultural, la dinámica del descu-
que el desarrollo de la conciencia individual, en sus diver- brimiento científico y, por otro lado, e influida por ambos,
sas etapas, podría ser equivalente a la reproducción la actividad cognoscitiva individual. Antes que sucumbir
abreviada de las fases que recorre históricamente la con- ala tentación totalitaria, y lógica sitnplificante, podríamos
ciencia del hombre. Menos aún existe evidencia de que el reivindicar una lógica de la complejidad que se aproxime
desarrollo psíquico del niño repite las principales fases más a la iiqueza de la vida, que sea capaz de captar la fun-
del desarrollo de la humanidad, como sugieren Leontiev ción del ~'ruido", del desorden, de las variables u espurias";
o Kedrov, o el mismo Piaget cuando plantea la posibilidad una lógica abierta que no niegue la relatividad, ni la inde-
de rastrear el origen y la historia de las ciencias a partir del terminación, ni el azar, y que mantenga la pregunta siem-
suelo en el que se constituyen los esquemas mentales de la pre orientada hacia la diversidad de posibilidades.
inteligencia del niño.
7
5 Véase Claude Levi-Strauss, Le Regard 'Éloignée, Ed. Plom, París, 1983, Hegel, Fenomenología del espíritu, Fondo de Cultura Económica,México,
pp. 145 y 155. !961, p. 38.
·r
i.
-- ..... -~· -· __._ --- ----- '"'/ ..
I
Hacia una pedagogía del conocimiento Dinámica del desarrollo cognitivo individual
4. Irracionalidad, cultura y enseñanza integral contenidos de la enseñanza que el profesor expone en da-
sé.
de las ciencias ¿Será acaso porque dentro de la expectativa de la
gente cuando ingresa en una institución escolar lo que
Cuando uno ha tenido el privilegio de conversar c?n un menos le interesa es aprender ciencia? Este interrogante
adolescente, a uno todo se le ocurre, menos que esta fr~n- · es preocupante, si se tiene en cuenta que aun en grupos de
te a un ser lógico-inteligente como esos ~ue descnbe estudiosos no escolares la carga emocional dominante de la
Piaget. Cumplidos los doce años, cuando el':':'o compren- presencia del maestro en su genialidad no es nada despreciable.
de el concepto de ley y de regularidad Científica y alca_nza Quien haya escuchado, por ejemplo, a algún discípulo de
el tope de su desarrollo lógko-formal, po_r esa ~ma epo-
E1 individuo es
mucho más que
ca i!rumpe en él la afectividad y el irraaon~mo _ava~~
Piaget, no puede menos que sorprenderse ante el carácter
avasallador de la personalidad del maestro que pesa so-
llando sus categorías lógicas bajo la "oscura" msprracron bre sus discípulos. Y no hay que ir tan lejos para evocar
su ser lógico. del sentimiento, ante la cual el científico. se regresa a este aspecto #irracional" de la enseñanza de las ciencias.
buscar objetos menos imprevisibles, más lineales_, más ló- Aquí mismo, en nuestro medio, hemos tenido ejemplos
gico-formales_, así éstos no fueran más que fantasmas. de tal magnetismo personal en maestros tan sobresalientes
Pero el caso no es solamente el de los adolescentes. como Estanislao Zuleta_, Carlos Federici, Nicolás Buena-
Toda la gente en su vida cotidiana, en su sen~d? común, ventura, etc._, cada uno en su círculo y fuera de él. Con el
en su conciencia espontánea presenta :u;a a~v1d~d cog- agravante de que sus alumnos a veces·asímilan más sus
noscente que es definitjvamente prelog¡ca,~ II?-pos1ble de formas de dicción, los gestos y el ritmo, que el contenido
reducir a mera expresión de las estructuras logtc?-formal::S científico mismo que sus discursos puedan contener.
de la uintelio-encia", ni siquiera cuando los S~Jetos estan Después de Nietzsche_, han sido los psicoanalistas
consciente~nte bajo las condiciones e~cepcwnales ¿el los más empeñados en mostrar que ninguna actividad
aprendizaje científico. La preponderanCia d~ _lo afectivo humana, ni siquiera la búsqueda del conocimiento y la
no es algo que toca solamente la vida ~e los _runos y de l?s verdad, carece de pasión ni de motivos inconscientes,
adolescentes. En nuestras mismas uruvers1dades, segun pero la satisfacción inmediata del placer puede ser pos-
la opinión de los estudiantes, inclusive de últimos semes- puesta en aras de una futura satisfacción mayor, y en esto
tres, un ''buen" profesor se caracteriza principalmente consiste precisamente el -"principio de realidad" sobre el
por una gran comprensión afectiva y re~p~tuosa ~e sus cual se basarían la moral y la educación: "Toda la educación
Aun en los estados estudiantes y una alta capacidad de impnnurle clandad a se basa en la moralidad de clase media que halla su equi-
de mayor -la comunicación de sus conceptos, como se desprende de valente psicoanalítico en un principio de realidad que in-
"intelectualidad", diversas encuestas sobre evaluación·de docentes8• No es siste en que hay que renunciar a gran parte del placer de
el individuo está por el tratamiento científico de los temas expuestos en C:l.?-- ahora para conseguir unas ganancias mayores en el futu-
rodeado de se nimuchomenossisecentraenelprocesodeproduccron ro"lo.
su experiencia d~ los conceptos científicos más que e~ la. información de Naturalmente, las mentes infantiles atadas al princi-
prelógica, de sus conceptos y teorías ya acabados; ni s1qmera el ~rado de pio del placer inmediato no pueden adquirir más que co-
intereses y proyectos actualización científica constituye para los estud1antes un nocimientos dispersos y parciales, pues el conocimiento
vitales. criterio principal en la evaluación de sus docente~; y ~o se sistemático, coherente y riguroso sobre un sector de fenó-
crea que esto es apenas un fenómeno del trop1cal1smo menos de la realidad exige esfuerzo, constancia, disciplina,
sentimental y práctico de los colombian?s. No. Parece que
la información es similar en las demás latitudes del planeta. 9 Véase Horst Nieckel, Psicología de la conducta del profesor, Ed. Herder,
En Alemania Occidental, en más de aen mvestigacwnes Barcelona, 1981. Y estudios realizados en Estados Unidos sobre la
reseñadas durante la década de los setenta, para evaluar habilidad de pensar lógicamente de los estudiantes que ingresan en
las universidades, sólo un 20% exlu'bió un sólido pensamiento lógico.
la calidad de los docentes de la enseñanza secundaria, Véase Joe McKinnon y John Jenner, "Are Colleges Concerns with
ninguna de ellas se refiere a la calidad científica de los Intelectual Development?", American Journal of Physics, Vol. 39, 1971,
pp. 1047-1052. Porcentaje similar se encontró en Milton Schwebel,
"Formal Operations in First Year Colleges Students", joumal of
Psycho/ogy, Vol. 91, 1975, pp. 133-141.
1
s Véase E. Batista, EvaluacWn de docentes universitarios en Medellín, s.p.i., oB. Bettelheim, Educación y vida nwderna, México, Ed. Grijalbo, 1987,
p.20.
Universidad de Antioquia, 1985.
Hacia una pedagogía del conocimiento Dinári1ica del desarrollo cognitivo individual
atención y sacrificio de gustos y placeres inmediatos a nada clase social. Así, la pedagogía sería un obstáculo pa-
cambio de la esperanza de una satisfacción más valiosa y ra el desarrollo intelectual y la enseñanza de las ciencias.
duradera. Los maestros que enseñan-sólo aquello que los Por supuesto, nosotros no podemos ceder a semejante
niños disfruten inmediatamente, sólo lo que les guste, tentación irracionalista, ni podemos conciliar con pedago-
están afianzando al niño por el cainino del facilismo pro- gías a11cladas en el pasado, que en el fondo están en con-
pio del principio del pl~cer, lo están maleducando en ;1 tradicción con una enseñanza efectiva y contemporánea l a ambigüedad de
egoísmo y en la ignorancra. Pero claro, t_ampoco_se tratan_a de las ciencias en nuestro país, no de corte positivo, sino la "educación
de abrumarlo con tensiones, preocupaCiones, nuedos, fati- un conocimiento integral, que se relacione con la vida y integral" podría
ga y aburrimiento, pues la depresión tampoco permite a con la transformación inteligente del medio natural y so- sustituirse por una
la mente enfrentar el arduo camino del aprendizaje. Al la- cial, que garantice un desarrollo armónico y estable de to- enseñanza de las
do de una exigencia y norrnatividad ("super yo") fuertes, dos los individuos y de nuestra sociedad en su conjunto. ciencias integrada
requiere de un rrúnímo de satisfacción placentera y afectiva Solamente a este conocimiento científico integral es al que con la vida.
para que su mente, desde cierto equilibrio, pueda concen- podemos considerar verdaderamente educativo, dotado
trarse en el estudio y dedicarse al trabajo racional de com- de sentido humano y de potencialidad para desarrollar
prender el mundo natural y cultur~ que lo rodea, como la espiritualmente a los individuos reales en su proceso de
actividad espiritual que lo caracteriZa en cuanto hombre. autocreación cultural.
Es precisamente rob~dole espaci~ al in~tinto irracio?-al y Sobre todo, cuando es preciso reconocer que la
ampliando y profundizando su raaonalidad como el mdi- activídad científica humanizada es en sí misma una disci-
viduo se humaniza. Aquí radica el optimismo de la peda- plina altamente formadora de calidades humanas en los
gogía contra el pesimismo de ~';Ichos psicoan~listas que individuos que la ejercitan, con mucha mayor eficacia,
no le dejan a la mente una rendiJa de autono~a. . . quizás, que los sermones tradicionales de los maestros.
No podemos, pues, ignorar el sustrato de Irraaonali- No me refiero sólo al rigor, sistematicidad, constancia,
dad en que se produce la actividad cognoscitiva del versatilidad, disciplina, tenacidad tradicionalmente reco-
hombre, e incluso la enseñanza de las ciencias -recono- nocidos en la personalidad intelectual del científico, sino
ciendo que esta última no puede ser ~iguros~ antes. de la a otros valores sociales tales como la tolerancia y el respeto
etapa de los diez años que ha estableado el rrusmo P1aget. por las opiniones ajenas, la honradez y la sinceridad respecto
El hombre es mucho más que conocimiento, e incluso no a los alcances, limitaciones y éxitos del propio trabajo y
puede conocer sino lo que desea, ~o 9-':e ama. Sus deseos del ajeno, el compromiso y la solidaridad social hacia la Pero el principal
alimentan todo proyecto de aprop1acron del mundo a tra- gente con cuyas demandas de Claridad y mejores condi- propósito de la
vés de los mitos, la religión, la mora}¡ el arte, la ciencia, la ciones de vida material y espiritual está comprometida la enseñanza de las
tradición, incluso a través de las maneras de juego y de la actividad de los científicos; la generosidad y capacidad de ciencias, ha de ser
buena mesa (pues como han descubierto los antropólogos: postergar la satisfacción de deseos inmediatos por la más el de humanizar a
"en la mesa y en el juego se conoce al caballero"), los profunda y espiritual satisfacción de servirle al desarrollo. los individuos,
cuales, por vias distintas, cumplen una función, la de ser- y bienestar de la humanidad, y demás valores e ideales elevando su nivel
vir de puente entre la realidad y la imagen que nos hemos éticos que podrían construirse los individuos a través de cultural.
hecho de ella, con el apoyo del poder o de la comunicación una actividad intelectual humanizada que se fomentara
amorosa. Por supuesto, semejantes proyectos de apropia- desde la misma escuela secundaria. Así, la actividad cien-
ción del mundo no podían dejarse al libre albedrío de l~s tíficanosería unfinensímismo, sino un medio altamente
indivíduos, han sido reglamentados y encauzados a traves pedagógico para el desarrollo "integral" de los individuos.
de la educación, tal como la entiende, por ejemplo, Durk- El nivel cultural de una sociedad no se puede medir
heim, como transmisión de pautas y valores de una por la cantidad de bienes, ni por la cantidad de conocimien-
generación a otra. Y si por pedagogía ,se entiend; el c~mo de tos científicos que en ella se producen, sino por la asimila-
esta educación, entonces la pedagogm no podría deJar de ción creadora de toda esa riqueza material y espiritual
ser un proyecto cada día más racionalizado de control por parte de los individuos que la componen, por la cali-
discursivo de la vida entera de los individuos, incluyendo dad humana de las personas que se están generando en
sus creencias, sus costumbres, su moral, su concepción relación consigo mismas, con el colectivo social presente
del mundo, etc., a la manera de un mecanismo racion~ y futuro, con la naturaleza, con su actividad cognoscitiva
para fundar la irracionalidad que le interesa a una deternu- creadora, con el trabajo cotidiano, con el tiempo libre, el
·~- ---------.-:--·
principales: maduración, experiencia, transmisión, equili- Ef gran desafio que le espera a la enseñanza del futu-
bración1. ro para lograr eficacia como factor de desarrollo y de
Supuesto un proceso de maduración biológica nor- formación, es precisamente el de generar procesos que
mal, la experiencia más importante, según Piaget, para el interesen, comprometan y potencien articuladamente los
desarrollo cognitivo no es la que extrae información direc- tres últimos factores que acabamos de describir: que nin-
tamente de la percepción sensorial de los objetos "físicos", guna experiencia de aprendizaje que se proponga a los
sino aquella otra experiencia de la acción propia, la alumnos pierda de vista sus esquemas, conocimientos y
experiencia que el sujeto obtiene de las acciones que él nivel operativo previo que le dan significación al nuevo
mismo ejerce sobre otros objetos naturales y 1o culturales. material; que no pierda de vista que es la experiencia·de la
La no_ción de "conservación de la cantidad", por ejemplo, propia actividad sobre el nuevo material lo que permite al
no la obtiene el niño de su experiencia ñsica, ni de la alumno generar o construir en su interior el nuevo concep-
percepción de algún objeto exterior, sino de la coordinación to, y que este nuevo concepto no se abre paso sino en .
interior de sus acciones ejercidas sobre objetós como agua, medio de la dialéctica equilibrio-desequilibrio de toda la
arena o plastilina, hasta producir la necesidad lógica de la estructura mental del aprendiz. Veamos a continuación
noción de conservación, previa a la idea perceptiva de qué características y condiciones debe cumplir la enseñan-
peso y volumen. Así mismo, cuando un niño encuentra za constructivista en esta perspectiva.
que al contar piedritas, le da lo mismo si empieza a contar
por la primera de la fila que por la última, lo que el niño
acaba de descubrir es una propiedad no de las piedras, @ La enseñanza constructivista
sino de su acción de ordenarlas, de contarlas, coordinada Para la enseñanza tradicional, entendida como transmisión
al interior del sujeto como una experiencia lógico- soctat el encabezamiento de este parágrafo sería contra-
matemática, diferente a la experiencia meramente percepti- dictorio, pues toda transmisión de información supone
va del objeto externo. un emisor y un receptor. Muchos educadores y lectores
En cuanto al factor de transmisión sociat ningún
sujeto recibe información pasivamente. Ningún mensaje
ni material nuevo se incorpora al sujeto si éste no activa
pueden resultar sorprendidos por la tesis de que el
conocimiento y el aprendizaje se construyen, cuando lo
corriente siempre fue reconocer que el conocimiento se
e, conocimiento no
se descubre sino que
las estructuras previas adecuadas para procesarlo, para aprende, después de que alguien lo haya descubierto. se construye.
asimilarlo. Nada se puede enseñar con alguna eficacia si Incluso todavía se cree que el ~onocimiento se descubre
no se apoya en esquemas previos que posee el aprendiz análogamente a como Cristóbal Colón descubrió el
de antemano. Ninguna respuesta o conducta individual continente americano. La verdad es que la playa, la isla, el
es copia ni reproduce pasivamente el estímulo exterior de continente contra el cual chocó Colón existen de manera
algún maestro o manual. El verdadero aprendizaje huma- diferente a como existe el mundo de los conceptos, leyes y
no es una transfonn,ación de esos estímulos iniciales, teorías de las ciencias. Uno no choca con un concepto, ni
producto de las operaciones mentales del aprendiz sobre , Be encuentra con un conocimiento, ni descubre una ley
tales estímulos. como descubriendo las Indias, o alguna mina· de oro. De
En cuanto al factor de equilíbración, se trata de la la misma manera que la ley de la gravedad, todo
búsqueda :interna de nuevos niveles y reorganizaciones conocimiento es una construcción mental, sea uno el
de equilibrio mental, después de cada alteración ·cognos- primero o el último en entenderlo, haya o no haya
citiva provocada desde el exterior o autoprovocada. Se descubrimiento, de todas maneras la ley de la gravedad
trata de un juego de compensaciones activas, de· la existe sólo desde el siglo XVII y de manera diferente a
restauración reiterada del equilibrio, como un proceso de como existen las manzanas que caían sobre la cabeza de
autorregulación interior similar al proceso cibernético de Newton.
"información de retorno", y que permite que el sujeto La enseñanza constructivista considera que el apren-
vaya procesando y eliminando las contradicciones, las dizaje humano es siempre una construcción interior, aun
incoherencias, los desfases y los conflictos que se presentan en el caso de que el educador acuda a una exposición ma-
en la asimilación del nuevo material. gistral, pues ésta no puede ser significativa si sus conceptos
1 Jean Piaget, Desarrollo y aprendizaje, artículo traducido por Félix Bustos, no encajan ni se ensartan en los conceptos -previos de los
Ed. Mined, Santafé de Bogotá, 1992. alumnos. Ya vimos que la idea de enseñanza como
Hacia una pedagogía del conocimiento Constructivismo pedagógico y enseñanza por procesos
transmisión mecánica de información de un sujeto activo e Crear" un clima para la libre expresión del alumno,
a otro pasivo es imposible hasta en la enseñanza más tra- sin coacciones ni temor a equivocarse.
dicionalista, porque de hecho nunca la cabeza del alumno
está vacía. Aunque el maestro no quiera, el procesamiento • El alumno podría ser partícipe del proceso de ense-
interior de cualquier mensaje que les llega a los alumnos ñanza desde su planeaciónmisma, desde la selección
es inevitable. Con mayor razón en la enseñanza construc- de las activídades constructivas, de las fuentes de
tiva, cuyo propósito es precisamente facilitar y potenciar información/ etc.
al máximo ese procesamiento interior del alumno con
miras a su desarrollo (al fin y al cabo la enseñanza construc- Un listado de recomendaciones útiles para el profesor
tivista es una estrategia deriv?da del modelo pedagógico constructivista que complementa los principios anteriores
desarrollista/ que ya estudiamos en el capítulo 9). · podria ser el siguiente:
Las características esenciales de la acción constructi.,.
vista son básicamente cuatro: 1. Déjese decir, déjese enseñar por los alumnos. Déles
esa oportunidad.
1. Se apoya en la estructura conceptual de cada alumno,
parte de las ideas y preconceptos que el alumno trae 2. Como dice el proverbio chino, es preferible enseñar
sobre el tema de la clase. a pescar, que entregarle el pescado a los alumnos.
2. Prevé el cambio conceptual que se espera de la cons- 3. EStimule las preguntas. Éstas son tan importantes
trucción activa del nuevo concepto y su repercusión que no hay que echarlas a perder aferrándose prema-
en la estructura mental. turamente a una respuesta.
3. Confronta las ideas y preconceptos afines al tema de 4. No exprese ni abrigue dudas acerca de la capacidad
enseñanza, con el nuevo concepto científico que se de los alumnos para dar con una solución razonable
enseña. al problema.
4. Aplica el nuevo concepto a situaciones concretas (y · 5. No les diga: muchachos, estamos atrasados. Cada
lo relaciona con otros conceptos de la estructura clase es única, sumérjase en ella y nunca se atrasará
cognitiva) con el fin de ampliar su transferencia. en el programa. '
Las condiciones necesarias para potenciar la enseñanza 6. Concéntrese en pocos conceptos, y profundice en
construct:ivista son: ellos.
• Generar insatisfacción con los prejuicios ypreconcep- 7. Nadie experimenta en cabeza ajena, no les ahorre
tos (facilitando que los alumnos caigan en cuenta de experiencias constructivas a los alumnos.
su incorrección).
8. Relacione el conocimiento con sus aplicaciones.
• Que la nueva concepción empiece a ser clara y distint¿:¡, ·
de la vieja. , 9. Ayude a que el estudiante utilice intensamente la
información conocida, lo que ya sabe sobre el tema.
e Que la nueva concepción muestre su aplicabilidad a
situaciones reales. 10. Antes de buscar solucionar un problema~ el alumno
debería representárselo lo más completamente posi-
e Que la nueva concepción genere nuevas preguntas. ble.
e Que el estudiante obserVe,· comprenda y critique l~s 11. La representación se aclara mediante el uso de mo-
causas que originaron sus prejuicios y nocioneS delos: verbal, gráfico, matemático... (ojalá aprendiera
erróneas. a diseñar "mapas" conceptuales).
Hacia una pedagogía del conocimiento Constructivismo pedagógico y enseñanza por procesos
12. A medida que se avanza en la discusión, vuelva_ a por los empiristas desde el siglo XVIT, recogida por Herbar!
repetir la pregunta para precisar mejor su sentido y en el siglo XIX y por los conductistas en el siglo XX. La
sus verdaderas premisas, supuestos y restricciones. conexión directa estímulo-reacción.. precisamente lo que
permitía era suprimir el proceso, esa temible caja negra
13. Una buena enseñanza tiene tres fases: que introducía la ambigüedad y el relativismo en el análisis
de la conducta. La famosa taxonomía de objetivos instruc-
a. Los estudiantes expresan, discuten y confrontan cionales de Bloom y el diseño de la instrucción por objetivos
lo que saben sobre el tema o la pregunta de la que pusieron de moda los tecnólogos educativos por los
dase. años de 1960 (entre ellos R. F. Mager, W. Dick, R. Gagné,
L. Briggs, etc.), pennitieron determinar la estructura y
b. El profesor traduce el nuevo concepto.científic~ secuencia de la enseñanza mediante la definición de las
al lenguaje y saber expresado por ellos. conductas esperadas en el alumno, llamadas "objetivos
específicos", organizaaos lineal y jerárquicamente, de lo
c. Los estudiantes retoman la iniciativa y abordan simple a lo complejo, los cuales bajo ciertas condiciones
directamente el nuevo aporte o concepto científi- observables el alumno debería lograr exhibir como prueba
co/ buscando acuerdos en la solución ala pregunta de su aprendizaje (para los conductistas aprendízaje y
inicial. desarrollo eran la misma cosa).
Semejante manera rigurosa de diseñar la enseñanza,
¿Podría el lector formular otra recomendación afín al propósito de articular la educación a la industria
adicional siguiendo ésta misma lógica? aproximando el conductismo al taylorismo empresarial
", (el análisis de tiempos y movimientos en las tareas y
3. La enseñanza por procesos
oficios absorbía la administración), dejó por fuera no sólo
los proCesos ambivalentes, polisémicos y creativos del
la enseñanza
programada por
Lo que importa no aprendiz sino que también quedó excluido de la enseñanza "objetivos
En los últimos años se ha intensificado el apremio de
son los resultados enseñar por procesos, de trabajar por procesos, de desarro- el proceso complejo y probabilístico de la ciencia moderna, específicos"
sino los procesos. y todo rasgo relativista y constructivo que no se amoldara empobrece el
llar procesos. Antiguamente se enseñaba por contenidos,
se planeaban y se "parcelaban" los contenidos. Posterior- al diseño de u conducta de entrada" y a las condiciones y proceso.
mente, hasta la década de los setenta se enseñaba por tipos de aprendizajes previamente determinables y progra-
objetivos, por resultados conductuales. \Hoy día los mables. '
especialistas en educación prefieren hablai' de procesos Como la crítica a semejante empobrecimiento de la
de construcción de conceptos, de procesos de pensamiento, enseñanza no se hizo esperar~ se introdujeron en la
de procesos curriculares, de procesos de evaluación:JLa programación elementos que moderaran el determinismo
verdad es que una enseñanza constructivista tendría que psicologista y flexibilizaran la estructura de los objetivos
articular en la teoría, en el diseño y en su implementación instruccionales, mediante la inclusión de objetivos "expre-
todos estos prOcesos, de modo que se facilite el más rico siyos", la ramif.icación ele la estructura lineal y jerarquiZada
proceso de interacción maestro-alumnos, todo ello abarca- de objetivos y sObre todo mediante la adopción de la teoría
do y cruzado por el proceso más amplio: el proceso socio~ de sistemas formuiada en la biología por Bertalanfy, la cual
histórico-cultural que penetra por todas partes la enseñan- permitió incorporar un concepto clave en los posteriores
za real. Si la enseñanza constructivista está en capacidad ~desarrollos de la programación de la instrucción: el
de sintetizar el proceso de construcción científico-cultural )concepto de proceso, como un U!_<;>yip;lj.E;QtQ ~o_mplejo inte-
y el proceso de desarrollo individual mediante un puente rior al organismo, mediador entre el estímulo externo y la
flexible que es el proceso curricular, detengámonos en respuesta final, y definido por características y dinámica
cada uno de estos procesos, no sin antes tratar de precisar propias de cada individuo (su misión, los parámetros
qué significa en general el término proceso y qué relación internos, su estructura y funciones, sus fronteras, su estado
especial guarda con el constructivismo y la enseñanza. actual y deseado, su nivel de equilibrio, etc.) que facilitaban
Por fuera del constructivismo filosófico y pedagógico un diseño más flexible de intercambio de información y
no se reconocía ningún proceso interior al aprendiz dife- de enseñanza entre el medio ambiente y el aprencliz, con
rente a la mera asociación-disociación de ideas definida la ventaja cibernética de la "información de retorno".
Hacia una pedagogía del conocimiento Constructivismo pedagógico y enseñanza por procesos
¡"
'. Semejante enriquecimiento conceptual acortó las que se preoCupe por la dinámica creadora y valorice los
distancias teóricas entre neoconductistas y cognitivos, procesos de construcción científica, de conjeturas y refuta-
pues ambos enfoques terminaron compartiendo la visión ciones, de ensayos y de error, como lo ha hecho Popper
holística y sistémica. Si subsisten algunas diferencias son sin caer en el subjetivismo ni en el psicologismo de los
principalmente epistemológicas, en cuanto que el pedago:- estados de conciencia. Si el hombre produce un mundo de
go cognitivo que aborda la enseñanza ·"por procesos" ya conocimiento, de descripciones, argumentos e hipótesis y
no es determinista, reconoce que debe tenerse en cuenta este mundo crece y se desarrolla gracias a la acción del
en el currículo la ambigüedad y polisemia relativista de mismo hombre, no obstante ese mundo se le sale de las
toda enseñanza, y enfatiza no los logros ni los objetivos manos a cada sujeto aportante, el mundo de la ciencia es
sino el proceso, el recorrido creativo que realiza el aprendiz supraindividual y se convierte él mismo en una especie
sin importar tanto el resultado final. Sin perder el propósito de objeto analizable en su dinámica y metodología propias,
real de su desempeño, lo que interesa para la formación en su estructura y funcionamiento, que permitiría incluso
del aprendiz es la dinamicidad y riqueza de su Inovimien.., extraer conclusiones acerca del ser que lo produjo, así
to, la complejidad provisional que se va ganando-en el como analizando el proceso objetivo de construcción de
camino, progresivamente, y a la luz de ciertos mojones una telaraña podrían extraerse conclusiones interesantes
previsibles para cada transición desde el currículo, pero acerca de su autora y su sistema productivo (del análisis la pedagogía
no limitantes. Lo que forma es el proceso, la construcción del M3 podría conocerse mejor el M2, en la terminología aborda las ciencias
del camino, no el logro del objetivo específico ni general; popperiana). como procesos.
el resultado, el producto de la enseñanza por procesos no Nos referimos a una epistemología evolutiva, en la
está al final del camino. Mejor dicho, no hay objetivo ter:- · que todo conocimiento es provisional y está sometido a
minal; y este objetivo final no se transforma en proceso prueba, en la que todo conocimiento y toda percepción es
las fronteras entre subdividiéndolo en objetivos parciales, descomponiéndolo una interpretación, una conjetura posible y revisable. En
los sistemas se en subobjetivos y competencias específicas. la que todo individuo es capaz de aportar en la solución
desvanecen. La luna de miel entre la enseñanza por objetivos y la de problemas por disponer de una poderosa herramienta
teoría de sistemas se empi~za a romper con la postmoder- que describe1 argumenta y teoriza acerca del mundo que
nidad. La nueva concepción de los sistemas humanos se lo rodea; como es el lenguaje humano. Una epistemología
aleja del sistema orgánico cuando se reconoce la excesiva para la cual la ciencia es un juego creador que nunca ter-
permeabilidad de las membranas y fronteras humanas, mina, y cuya regla más importante es que aquel que crea
cuando las culturas se intercalan y las sociedades se que el juego se acabó~ queda automáticamente eliminado.
interpenetran, cuando las misiones de cada sistema se El juego de la ciencia consiste en acercarse inde-
cambian permanentemente, cuando estallan los paráme- finidamente ala verdad eliminando errores, reemplazando
tros/ las estructuras y las ideologías, cuando la crisis se teorías defectuosas por otras menos defectuosas, aprove-
convierte en estado permanente, y el equilibrio y e~ chando los errores tanto como los aciertos y formulando
consenso son una ilusión atractiva pero siempre lejana. Es preguntas más que respuestas. A la larga, en la investi-
la nueva era de la informática, de la transparencia1 de la gación científica, por cada fracaso, por cada puerta que se
comunicación horizontal, abierta y honesta, de la sinergia cierra se abren otras diez. La estrategia que garantiza el
creativa con la naturaleza y los demás seres del mundo de avance del conocimiento científico y la construcción de
aquí y de allá; la poesía se abre caminos por encima de la nuevas hipótesis es precisamente la crítica de los otros
ciencia y del poder. Y cuando cambia el paradigma, todos investigadores. Por esto aquellos profesores que no
tenemos que volver a comenzar de nuevo. exponen sus ideas y conjehlras al riesgo de la refutación
no hacen parte del juego de la ciencia. He aquí una buena
metáfora popperiana para describir el proceso de la ciencia,
4. Una epistemología de procesos la ciencia como un juego (y no olvidemos que "en el juego
Lo que cuenta en la enseñanza no es el resultado, la epis- se conoce al caballero").
temología que le conviene a la pedagogía no es la positi,;. Pero si el proceso de la ciencia es como un juego
vista, que aborda la ciencia solamente desde el "contexto · construido por los hombres, este juego es construido y
de la justificación", sino una epistemología abierta al pro~ separable del hombre sólo relativamente. Para el construc-
ceso del descubrimiento y construcción de los conceptos, tivismo la objetividad en sí misma, separada del hombre,
Hacia una pedagogía del conocimiento_ Constructivismo pedagógico y enseñanza por procesos ~ 1
no tiene sentido, pues todo conocimiento es una interpreta-· del aprendiz como factor de su propio_ desarrollo. En el
ción, una construcción mental (no necesariamente subje--- capítulo 6, en el parágrafo sobre la ensenabllidad del ~en
tiva), de donde resulta imposible aislar al investigador de tenido científico mostramos algunos problemas que tiene
lo investigado. Precisamente, los datos son producto de que afrontar todo profesor de ciencias y describ~os
esta interacción. Y la misma investigación es un resultado. varias alternativas de organización de los conterudos
histórico-cultural particular, como lo demostramos tanto científicos para propiciar el aprendizaje significativo y
en el capítulo 2 como en el capítulo 5 de este trabajo. En provocar desde la ciencia ciertos procesos de pensamiento
consecuencia, en nna epistemología constructivista pierde inductivo y deductivo en el alumno.
sentido la contraposición sujeto-objeto, pierde sentido la Pero como la capacidad de pensar la desarrolla el in-
pregunta por la cosa independientemente del conocedor, dividuo antes de eshldiar ciencias, aclaremos entonces
y por ende la distinción entre ontología y epistemología cuál es el real aporte de la enseñanza constructivista a los
se toma meramente etimológica. Una epistemología cons- procesos de pensamiento individual, y en qué. senti~o. se
tructivista, de procesos, reconoce que el sujeto está en el dice que uno puede aprender a pensar con. ngor log¡co
objeto y viceversa, lo que no le impide distinguir entre eshldiando ciencias.
aprendizaje y conocimiento: el aprendizaje es siempre La verdad es que ni siquiera los grandes matemáticos
una reconstrucción interior y subjetiva, mientras que el delmundosedesempeñanhoyendíaapuntodemeraló-
conocimiento puede dejar de ser un estado subjetivo gica, pues también ellos necesitan procesa: enormes
cuando se produce y formula mediante ciertas reglas pú~ volúmenes de información pertinente y actualizada sobre
blicas y universales que llamamos método. teorías, teoremas e investigaciones de frontera disponibles
Queda claro entonces que sin una epistemología de - en su especialidad. Nadie es inteligente en abstracto, no
procesos, que identifique la evolución y la filiación de los hay clave para resolver cualquier clase de problema, nadie
conceptos, sus rupturas y refutaciones desde el presente es bueno para resolver toda clase de problemas, y mientras
E1 aprendizaje es
un evento subjetivo.
más o menos explícitamente, no es posible entender con
claridad lo que es la enseñanza constructivista de las
más general sea una regla de solución de problemas,
menos sirve en los problemas prácticos y concretos.
ciencias. Pero también se vuelve indispensable rastreé).I 1~ El enfoque piagetiano es un puntode vista constru~
evolución de los conceptos claves del pensar humano, las vista que preconiza el desarrollo co~tivo ~~la dimens10n La mayoría de la
categorías lógicas desde su génesis en el desarrollo del operativa, hasta lograr afianzar el ruvel~ logtc?"'fo~al en gente se hace
individuo, lo cual permitiría también entender mejor la el individuo, sin que importe mucho que tan Científico sea inteligente.
evolución de los fundamentos de las ciencias, y con mayor el contenido sobre el cual se ejerzah las operaciones inte-
razón el proceso de ens~a. Con razón Piagetpropone lectuales. Básicamente las operaciones lógico-formales
su epistemología genética corno una especie de embrio- las construye el individuo que haya tenido desde la
logía de la razón, desde el niño hasta el adulto. Para el infancia la oportunidad .de una interacción~ s~ con ,el
proceso de enseñanza la epistemología evolutiva de Pop-. medio natural y social. Pero sobre esta .bas~ log¡~a com;m
pery la epistemología genética de Piaget son complemen-: el individuo continúa desarrollando su mteligencra, dotan-
tarias. dese de estrategias Y' modelos-multifacéticos para pensar
sectores específicos de la experiencia, determir;adosmate-
riales y fenómenos particulares que ·Ie toco en suerte
5. Los procesos de pensamiento durante su vida.
Lo que distingue to4a acción inteligente es que no es
Al fin y al cabo la enseñanza es un proceso complejo que una reacción inmediata a un estímulo externo,· sino una
facilita en los individuos la apropiación creadora del operación interior que procesa la información disponible
saber con miras a su formación. Esta apropiación creadora' con recursos y herramientas adicionales como palabras,
del saber no logra promoverla el maestro, si está a oscuras símbolos, reglas, leyes, teorías, etc., que todos los hombr~s
respecto de los procesos de pensamiento que caracterizan cultivados en medio de una cultura han tenido opor-
al grupo de alumnos que tiene al frente. No es suficiente tunidad de desarrollar. En el fondo, es más lo que nos une
con dominar el contenido y los procesos de ese mundo que lo que nos diferencia como seres inteligentes, desde
objetivo que es la ciencia que trata de enseñar. En la que todos tenemos la oportunidad de aprender a hablar,
enseñanza constructivista participa la razón constructora de escuchar y de contradecir con argumentos el punto de
Hacia una pedagogía del conocimiento Constructivismo pedagógico y enseñanza por procesos
vis~a de l~s demás. Esta práctica del diálogo es más com- la de Ausubel y Novak preconiza un constructivismo más
pleJa y eXIgente que la que se requiere para llegar a ser moderado en el que se permite la recepción de aprendiza-
buen matemático o buen violinista. jes, siempre y cuando sean "significativos".
Las diferenci~s ~e. capacidad intelectual que se· Finalmente, esta breve consideración sobre los proce-
observan entre los mdiVIduos de una sociedad se deben sos de pensamiento de alguna manera se deriva de tres
más a la calidad y complejidad de los materiales a que han hipótesis constructivistas de carácter epistemológico que
terudo oportunidad de dedicarse que a sus dotes innatas .. tratan de superar tres disociaciones tradicionales reconocidas
------
La capacidad de pensar no es exclusiva de los famosos· ni por Piaget, y que todavía están vigentes no sólo entre los
de los mejores, y su desarrollo se logra en un campo maestros sino también entre los científicos, a saber2:
específico. del saber, pues se aprende a pensar sobre algo,
no en el arre; aunque de todas formas hay que construir: l. Un primer dualismo anacrónico concibe al pensamien-
una~ operaciones básicas generales válidas para todos, de to como anterior a la acción, y a la acción como una
La actividad la rrusma manera que el "estado físico" lo neceSitan todos aplicación del pensamiento. El constrJJ_ctivismo corri-
inteligente es los deportistas (buena respiración, fuerza velocidad flexi- ge este punto de vista ya que el análisis psicogené-
específica. b!Jidad); sería ab~t;rdo reemplazar un buen jugador de tico muestra lo contrario, que la acción precede al
fútbol de la seleccon naciOnal por un buen ciclista, como pensamiento, que el pensamiento es una consecuen-
lo sería también reemplazar un buen matemático por un cia refinada de las acciones que el sujeto coordina en
buen político. su interior. El verdadero orden genético es acción-
. La enseñanza constructivista ostenta como principio. operación-pensamiento.
partir de la estructura mental del alumno, y ello implica
reconocer no sólo sus ideas y prejuicios sobre el tema de la 2. Relacionada con el dualismo anterior, subsiste
~a~e, sino inclusive reconocer el nivel de pensamiento._ todavía la tendencia o la idea de explicar lo real actual
log¡co que posee el alumno para propiciarle experiencias por una vírtualidad o posibilidad antecedente, o como
que promuevan sus habilidades de pensamiento en el explicaba Aristóteles, de la potencia se pasa al acto;
carnJ:O de los fenómenos objeto de la ciencia particular de como si el conocimiento o comportamiento actual
ensenanza. Habilidades de observación, de análisis de estuviese predeterminado por una especie de sistema
sínt~sis, de evaluación y crítica de hipótesis en un c~po a priori de esquemas previos. La hipótesis constructi-
particular del saber son consecuencia de las operaciones vista es que toda nueva acción tiene la doble
mentales básicas que enriquecerán con estrategias específi- posibilidad, no sólo de reproducir una posibilidad
cas al futuro científico. Se trata precisamente de que el precedente generada por la acción anterior, sino
La enseñanza educador esboce las experiencias educativas pertinentes, también la posibilidad de innovar y de inaugurar
científica avanza de modo que partiend9 de lo que el alumno ya sabe y es posibilidades de acción no previstas en la cadena de
sobre el sentido capaz de operar cautive su curiosidad intelectual con un acciones anteriores. En el constructivismo la acdón
común. bu~- interrogante, y le suministre las señales apenas presente inaugura el futuro, pero éste no está determi-
suficrentes como acicate y orientación para que el alumno nado a repetir el pasado. De paso se supera también
se lance por cuenta propia a la aventura del pensamien- al conductismo, ignorante de las posibilidades que
to, hasta elevarse por encima de sí mismo a la conquista distinguen al hombre de crear, de innovar, de hacer
de nuevos horizontes. borrón y cuenta nueva, de cambiar, de ser mejor... Se
Y cuáles serían esas operaciones mentales básicas y abre ~;espacio para una verdadera pedagogía que
cómo se desarrollan desde el infante hasta el adulto que --supere el amaestramiento y el determinismo ambien-
?Pr~~de ciencias, es el proceso evolutivo psicogenético talista extraído de la mecánica newtoniana. Era
mdiV:1dual cuyo estudio ha inaugurado Piagety su escuela precisamente Skllmer quien decía: "En lugar de decir
de Gmebra, y que se ha enriquecido con investigaciones que un hombre se comporta de un modo dete~a
paral~las y complementarias en la antigua Unión Soviética do a causa de las consecuencias que se derivarán de
con V1gotsky y Luria como pioneros, y en Norteamérica· su conducta, simplemente decimos que se comporta
con la escuela de J. Bruner, defensor de un constructivism.o
radical I?ara quien los aprendizajes deben construirse po~.- ·. 2 Jean Piaget, Epistemología genética, tomo 1, Ed. Paidós, Buenos Aires,
descubnmiento autónomo del alumno, mientras la escue- 1978, PP· 4S y SS. .
Hacia una pedagogía del conocimiento Constructívismo pedagógico y enseñanza por procesos
así a causa de las consecuencias que se han seguido rano abstracta y formal sino operacional todos los eventos,
en el pasado de una conducta similar. Esta es, por tipos y objetivos de aprendizaje, su estructura y secuencia,
supuesto, la ley del efecto, o el condicionamiento de tal manera que la ejecución del currículo en el aula no
operante"3• fuera una improvisación espontánea del maestro sino un
meticuloso cumplimiento de la programación. La teoría
3. El más radical es el dualismo que configuran la lógica de sistemas facilitó reflejar en las metas del currículo, de
y la psicología. La lógica como ese conjunto de reglas cada una de las áreas de conocimiento y-de cada una de
intemporales y universales que no requieren de las materias, los propósitos del programa,. la misión del
demostraciones, sobre las cuales la ciencia positiva macrosístema educativo y las demandas socioeconómicas
coordina y sistematiza los "hechos", sus verdades del país, en una explícita función integradora al sistema
empíricas. Mientras que la psicología estudia las social vigente que antes era más difícil de operacionalizar.
operaciones efectivas del sujeto que crean la lógica y Posteriormente las críticas al enfoque conductista
la ciencia misma. Se genera entonces nn círculo del currículo y a la concepción positivista de la enseñanza
vicioso en el que "las verdades empíricas son de las ciencias, hechas desde diferentes posiciones
asimiladas poco a poco por proposiciones lógico- filosóficas y políticas, estimularon variedad de propuestas
sintácticas, pero éstas a su vez se sustentan en curriculares, y algunas de ellas enfatizaron el proceso de ../
operaciones intelectuales que emanan de un sujeto, construcción de conocimientos en el alumno; con un en-
que forma parte también de la realidad empírica" 4• foque epistemológico centrado en el u descubrimientd' de
algún concepto, ley o teoría científica, como es e~ caso de
Semejante implicación del sujeto en el objeto y la teoría curricular de procesos, como la denommara su
viceversano sólo confinna la epistemología constructivista autor, Stenhousé. Esta propuesta presenta la novedad de
ya esbozada, sino que muestra nno de los argumentos asumir cada tema de la ciencia no en términos de la
más sólidos en favor de la tesis de la enseñabilidad de las conducta del estudiante, ni de las operaciones subjetivas /
ciencias expuesta en el capítulo 6. Y a la pedagogía le requeridas para su comprensi?n~ sino en té~~os de su
plantea un reto, y una tarea para la enseñanza constructi- contenido conceptual, procedmuentos y cntenos claves
vista, a saber, cómo lograr coordinar y articular efectiva- para su construcción, que se derivan de la estructura
mente las operaciones mentales con las reglas lógicas de misma del conocimiento seleccionado, para procesar con
la ciencia, de tal manera que en la enseñanza de las cien- los estudiantes bajo la forma de un interrogante o problema
cias no vayan por un lado los procesos de pensamiento por solucionar. ·
del alumno y por el otro, como si fuera algo extraño, la Este enfoque vincula el proceso de pensamiento de
construcción de los conceptos, leyes y teorías científicas. los estudiantes, su proceso de apropiación creadora a los
procesos lógico-científicos; aunque es indispensable que
el profesor reconozca los mecanismos de pensamiento
6. Currículo
,-... por procesos implícitos en la experiencia de. lo~ alumnos sobre_el te~a
El· currículo convencional tal como se entendió tradi- de la enseñanza, no es. necesano que se desempene como
cionalmente (desde el siglo XVII en los colegios de los un experto en la psicología geriética de las operaciones
jesuitas) es el plan de estudios, un esquema de distribución mentales.
de disciplmas y contenidos según grados, intensidades y Mientras los niños en sus primeros años de escola-
prerrequisitos para organizarynormativizar la enseñanza. ridad requieren un currículo centrado en las nociones y
Es un esqueleto formal y estático que dice muy poco de lo conceptos propios de cada etapa y esta~o de su desarrollo,
que realmente ocurre en las aulas. Desde mediados del es decir, un currículo centrado en el SUJeto y sus procesos
siglo XX la influencia conductista permitió centrar todo el individuales; para los adolescentes y adultos parece más
interés en el currículo, definir con cuidado y de mane- pertinente un currículo como el que propone Stenhouse,
con énfasis en los procesos científico-culturales, como expe-
3 B. F. Skinner, Ciencia y conducta humana, Ed. Fontanella, Barcelona,.
1967.
4
Jean Piaget, Epistemología genética, tomo l, Ed. Paidós, Buenos Aires, -s L. Stenhouse, Investigación y desarrollo del currículo, Ed. Morata, Madrid,
1978, p. 61. 1984.
)!
ift
!JI
Hacia una pedagogía del conocimiento Constructivismo pedagógico y enseñanza por procesos
lli
~~ riendas óptimas de racionalidad que afiancen sus propios
esquemas de comunicaciónracional válida, veraz y honesta Teoría y modelos
í~ acerca de sí mismos y del medio natural y social que los pedagógicos
rodea.
IM En la perspectiva de Stenhouse el currículo es un
proceso educativo, un curso de acción que desarrolla el
~~
profesor con sus estudiantes~ una pauta viva de ordena-
miento de la práctica de la enseñanza, un objeto simbólico
y significativo de acción para maestros y alumnos que se
lli encama en palabras., imágenes, sonidos, juegos; una
secuencia de procedimientos hipotéticos que sólo puede
111 comprenderse y corroborarse en la sesión concreta de o ..,e: '
~....
enseñanza. En este sentido, el currículo siempre es hipotéti- S
.2 3 .... . . . .-,
¡: co, cada vez necesita ser comprobado en su viabilidad y
efectividad para desatar procesos de construcción en el o
~
~, /'(
~
g ''
'
profesor y sus estudiantes. Cada tema, cada contenido,
lii cada concepto debería asumirse no como el resultado, si- '
' \. }1/ ''
¡¡; no de manera dinámica como vector, como proceso, como Profesor
interrogante constitutivo del mismo conocimiento científi-
co, con miras a la meta más alta de la formación del hom- .
bre, mediante la reconstrucción reflexiva de la ciencia y el
--!---
E1 currículo como arte, cuyos procesos y criterios no son ajenos a la formación
del pensamiento propio y autónomo.
1
T
m curso de acción
La flexibilidad que distingue a un currículo por
hipotético.
~1 procesos no sería algo añadido ni coyuntural sino esencial
a toda búsqueda de conocimiento, a todo interrogante Figura 13.1 Interacciones esenciales del proceso de
!11 abierto en cada concepto a la fluidez del pensamiento de enseñanza.
los alunmos en su proceso de apropiación creadora. Un
currículo así definido no estaría abandonado al azar, ne-
cesita mostrar un camino, al menos ciertos mojones, desde el saber local vivo y activo de la tradición cultural
procedimientos y criterios que orienten la experiencia de la misma comunidad. Así se podrá dar vigencia al
reflexiva con miras a obtener algunos efectos de enseñanza, principio constructivo de que se realizará verdadera ense-
de modo que "dado cierto ambiente escolar, y ciertos ñanza sólo si se parte de lo que la gente ya sabe acerca del
procedimientos y materiales para determinado tipo de problema o tema de la enseñanza. Más aún, es la rrúsma
alumnos, podría llegarse probablemente a tal efecto ... " 6• comunidad y los mismos alumnos quienes deberían dise-
Un currículo por procesos es también esencialmente abierto ñar su propio currículo, con la ayuda ilustrada del profesor.
y permeable a la influencia sociohistórica y cultural de la Finalmente, como puede observarse en la figura
comunidad y del país en el que se inscribe el programa 13.2, el diseño del currículo prevé la articulación de todas
. educativo, hasta el punto de que es la comunidad de la las interacciones y procesos que se pondrán en juego en la
que hacen parte los alumnos la que debiera, a partir de la acción de la enseñanza, en el encuentro constructivo de
conciencia de sus propios problemas de supervivencia, alumnos y profesor. Corno en toda actividad desarrollada
de convivencia y proyección al futuro, suministrar los por sistemas de extrema complejidad, el comportamiento
ejes temáticos principales que tendrían que formularse en de los actores qu~ interactúan en una sesión de enseñanza
el diseño curricular, bajo la forma de preguntas que asu- es impredecible, no obstante podemos y debemos planear-
mirían y procesarían los estudiantes y el profesor no sólo la en sus procesos epistemológico-pedagógicos; en sus
desde el saber universal de las ciencias sino también estrategias de enseñanza (el menú de posibilidades y re-
cursos didácticos), en la estructura y secuencia de conteni-
6
L. Stenhouse, op. cit., p. 89. dos científicos (los "mapas" conceptuales), en las opera-
Hacia una pedagogía del conocimiento Constructivísmo pedagógico y enseñanza por procesos
PROCESO CURRiCULO DE
ciones mentales requeridas, y en los procesos sociocultura-
SOC!OCULTURAL PROCESOS les abarcadores; a sabiendas de que la estructura planea-
Comunidad, alumnos y • HipotétiCO. da es apenas incompleta~ parcial y relativa y que su
profesores idenlffican • Flexible. funcionamiento no puede deternrinarse de antemano. La
problemas y temas • Pertinente.
prioritarios para la • Abierto. fluidez del currículo por procesos no pretende escapar a
enseñanza • Comprehensivo. toda clase de estructuración, s:ino más bien facilitar y pro-
piciar que las sesiones de enseñanza sean menos rígidas,
deterministas y rutinarias y se parezcan lo más posible a
PROCESO
EPISTÉMICQ-
la creatividad y dinamicidad de la vida, más allá de la es-
PEDAGÓGICO cuela.
L _.._ • Selección del modelo
1 y estrategias
constructivistas.
• Metas de fom1ación y
cambio conceptual
probable.
ENSEflANZA POR
PROCESOS
Implementación de la
PROCESO DE hipótesis curriC<Jlar
PENSAMIENTO eneld¡¡¡jpgoyconsenso
• Ideas y preconceptos
previos previsibles.
' "'·
o Nivel operativo
requerido y deseable.
PROCESO DE
RECONSTRUCCIÓN
C!ENlÍFICO.CULTURAL
EVALUACIÓN
il[
• Conversión del
concepto en ¿Hubo en los alumnos
interrogante.
el desarrolltl y el cambio
• Mapasconceptuales. conceptual esperado,
• Hipótesis y y algo más? '
refutaciones
¿Funcionó el plan
prevlsibfes. cunicular?
PROCESO DE
INTERACCIÓN
DIDÁCTICA
• Explki!ación,
discusión y
confrontac1Ó!l
L deideas. IMPACTO
· -~ • Reconstrucción, SOCIOCULTURAL
1 aplicación y
evaluación de nuevas ¿Se enriquece el saber
ideas. comunitario y se
• El menú de recursos seleccíonan !os
del pro!esorydelaula. problemas previstos?
L~-~~------
________ ,_ __ __________ )
ln!ormaciónl de retomo
LA APROXIMACiÓN CONSTRUCTIVISTA'
DEL APRENDIZAJE Y LA ENSEÑANZA
Hoy en día no basta con hablar del "constructivismo" en singular, es necesario decir a qué
constructivismo nos estamos refiriendo. Es decir, hace falta aclarar el contexto de origen, teorización
y aplicación del mismo. En realidad, nos enfrentamos a una diversidad de posturas que pueden
caracterizarse genéricamente como constructivistas, desde las cuales se indaga e interviene no sólo
en el ámbito educativo, sino también en la epistemología, la psicología del desarrollo y la clínica,
o en diversas disciplinas sociales.
En sus orígenes, el constructivismo surge como una corriente epistemológica, preocupada por
discernir los problemas de la formación del conocimiento en el ser humano. Según Delval (1997),se
encuentran algunos elementos del constructivismo en el pensamiento de autores como Vico, Kant,
Marx o Darwin. En estos autores, así como en los actuales exponentes del constructivismo en sus
múltiples variantes, existe la convicción de que los seres humanos son producto de su capacidad
para adquirir conocimientos y para reflexionar sobre sí mismos, lo que les ha permitido anticipar,
explicar y controlar propositivamente la naturaleza, y construir la cultura. Destaca la convicción de
que el conocimiento se construye activamente por sujetos cognoscentes, no se recibe pasivamente
del ambiente.
trucción del conocimiento es enteramente subjetiva, por lo que no es posible formar representacio-
nes objetivas ni verdaderas de la realidad, sólo existen formas viables o efectivas de actuar sobre la
misma. Entre estas diversas corrientes ubicamos algunos de los debates actuales del constructivismo:
¿La mente está en la cabeza o en ~a sociedad?, ¿el desarrollo es un proceso de autoorganización
cognitiva o más bien de aprendizaje cultural dentro de una comunidad de práctica?, ¿qué papel
juega la interacción mediada por el lenguaje o interacción comunicativa en comparación con li
actividad autoestructurante del individuo?, etcétera.
En este apartado nos centraremos en el terreno de los enfoques psicológicos y en sus derivacio-
nes al campo de la educación, pero sobre todo en sus posibilidades de encontrar explicaciones e
intervenir al respecto. Véase el cuadro 2.1., donde un especialista del tema define el constructivismo
en educación.
• El replanteamiento de los contenidos curriculares, orientados a que los sujetos aprendan sobre
contenidos significativos.
LevVigotsky (1896-1934)
Nació en Orsba, Bielorrusia. Desde su adolescencia estuvo profundamente
interesado en la literatura y las humanidades, donde adquirió una formación
sólida. Estudió derecho en la Universidad de Moscú. En el campo de la
psicologta, donde trabajó cerca de quince años, desarrolló una propuesta
teórica en la que se integran los aspectos psicológicos y socioculturales desde
una óptica marxista. Su obra ha generado un profundo impacto en el campo
de la psicologia y la educación, en especial luego de su descubrimiento en
occidente a partir de los años sesenta.
• La importancia de promover la interacción entre el docente y sus alumnos, así como entre los
alumnos mismos, con el manejo del grupo mediante el empleo de estrategias de aprendizaje
cooperativo.
CUADRO 2.1
"- r~ -. -: .~,¡;'''''r"'~K,,,:,",,,,'''',;.''''~
:<
---1 •
Ante la pregunta ¿Qué es el constructivismo? Mario Carretero (1993, p. 21) argumenta lo si-
guiente:
"Básicamente puede decirse que es la idea que mantiene que el individuo tanto en los
aspectos cognitivos y sociales del comportamiento como en los afectivos no es un mero
producto del ambiente ni un simple resultado de sus disposiciones internas, sino una
construcción propia que se va produciendo día a día como resultado de la interacción
entre esos dos factores. En consecuencia, según la posición constructivista, el conocimien-
to no es una copia fiel de la realidad, sino una construcción del ser humano. ¿Con qué
instrumentos realiza la persona dicha construcción? Fundamentalmente con los esque-
mas que ya posee, es decir, con lo que ya construyó en su relación con el medio que le
rodea.
Pero ¿quiénes son autores constructivistas? Delval (1997) dice que "hoy todos son construc-
tivistas", tal vez en un intento de estar con la corriente educativa en boga. En realidad, no todos los
expertos coinciden a la hora de decidir quiénes sí y quiénes no son constructivistas (véase Castorina
et al., 1996; Hemández, 1998; Rodrigo y Amay, 1997).
En esta obra coincidimos con la opinión de César Coil (1990; 1996), quien afirma que la postura
constructivista en la educación se alimenta de las aportaciones de diversas corrientes psicológicas:
el enfoque psicogenético piagetiano, la teoría de los esquemas cognitivos, la teoría ausubeliana de
la asimilación y el aprendizaje significativo, la psicología sociocultural vigotskiana, así como algu-
nas teorías instruccionales, entre otras. A pesar de que los autores de éstas se sitúan en encuadres
teóricos distintos, comparten el principio de la importancia de la actividad constructiva del alumno
en la realización de los aprendizajes escolares, lo cual representa el punto de partida de este trabajo
(véase figura 2.1).
La educación escolar:
una práctica social y
Las teorías del socializadora La teoría
procesamiento sociocultural del
humano de la • La naturaleza social y la desarrollo y
información función socializadora de la del aprendizaje
educación escolar .
• La educación escolar y los
procesos de socialización y d
construcción de la
identidad personal.
Una explicación profunda de las diversas corrientes psicológicas que convergen en la postura
constructivista (de sus coincidencias y contrapuntos, de los riesgos epistemológicos y educativos
de su integración) escapa a las intenciones de esta obra, pero el lector interesado puede realizada
por medio de la bibliografía que se le ofrece al final. En especial, recomendamos la lectura de Aguilar
(1982),Castorina (1993-1994; 1994), Coll (1990; 1996), Hemández (1991; 1998) YRiviere (1987). Ade-
más, recientemente han aparecido una serie de compilaciones con textos de los autores de habla
hispana más reconocidos en este campo, donde se retornan los debates teóricos, epistemológicos y
educativos relativos a la construcción del conocimiento en situaciones escolares (véase Baquero et
a/., 1998; Castorina et al., 1996; Coll et a/., 1998; Rodrigo y Amay, 1997).
Aunque aquí estamos tratando de ofrecer una visión más o menos unificada del constructivismo
siguiendo la integración que hace César Coll, es importante puntualizar que entre los principales
enfoques constructivistas, como antes lo dijimos, también existen divergencias.
Sin embargo, algunos autores han criticado al enfoque piagetiano por su aparente desinterés en
el papel de la cultura y de los mecanismos de influencia social en el aprendizaje y el desarrollo
humano. De ahí que haya cobrado tanto interés el resurgimiento de la psicología socio cultural.
Según Wertsch (1991,p. 141), el objetivo de un enfoque sociocultural derivado de las ideas de Vigotsky
"es explicar cómo se ubica la acción humana en ámbitos culturales, históricos e institucionales". La
unidad de análisis de esta teoría es la acción humana mediada por herramientas como el lenguaje,
de ahí la importancia que otorga al análisis del discurso. Desde esta postura, son las tradiciones
culturales y las prácticas sociales las que regulan, transforman y dan expresión al psiquismo huma-
no, que se caracteriza más por la divergencia étnica o cultural, que por la unicidad de lo psicológico.
En el terreno educativo, esto se traducirá en el énfasis de la función mediadora del profesor, el
trabajo cooperativo y la enseñanza recíproca entre pares.
A pesar de que los diversos autores de tales enfoques se sitúan en encuadres teóricos distintos,
como vimos, comparten el principio de la importancia de la actividad mental constructiva del alumno en la
realización de los aprendizajes escolares. Dicho principio explicativo básico es lo que Coll denomina "la
idea-fuerza más potente y también la más ampliamente compartida", entre las aproximaciones
constructivistas, que si bien pueden diferir en otros aspectos importantes, tienen su punto de en-
cuentro y complementariedad en dicha idea-fuerza constructivista. Trasladada al campo de la edu-
cación, una idea-fuerza "conduce a poner el acento en la aportación constructiva que realiza el
alumno al propio proceso de aprendizaje; es decir, conduce a concebir el aprendizaje escolar como
un proceso de construcción del conocimiento a partir de los conocimientos y de las experiencias
previas, y la enseñanza como una ayuda a este proceso de construcción" (ob. cit., p. 161).
En el cuadro 2.2 hemos integrado tres de los principales enfoques (la psicología genética de
Jean Piaget; las teorías cognitivas, en especial la de David Ausubel del aprendizaje significativo, y la
corriente sociocultural de Lev Vigotsky) para que el lector los compare (tomado de Díaz Barriga,
1998).
b) Los mecanismos de influencia educativa susceptibles de promover, guiar y orientar dicho apren-
dizaje.
Desde la postura constructivista se rechaza la concepción del alumno como un mero receptor o
reproductor de los saberes culturales; tampoco se acepta la idea de que el desarrollo es la simple
acumulación de aprendizajes específicos. La filosofía educativa que subyace a estos planteamientos
indica que la institución educativa debe promover el doble proceso de socialización y de individuali-
zación, que debe permitir a los educandos construir una identidad personal en el marco de un con-
texto social y cultural determinado.
De acuerdo con Coll (1990, pp. 441-442) la concepción constructivista se organiza en tomo a tres
ideas fundamentales:
lo. El alumno es el responsable último de su propio proceso de aprendizaje. Él es quien construye (o más
bien reconstruye) los saberes de su grupo cultural, y éste puede ser un sujeto activo cuando
manipula, explora, descubre o inventa, incluso cuando lee o escucha la exposición de los otros.
20. La actividad mental constructiva del alumno se aplica a contenidos que poseen ya un grado considerable
de elaboración. Esto quiere decir que el alumno no tiene en todo momento que descubrir o inven-
tar en un sentido literal todo-el conocimiento escolar. Debido a que el conocimiento que se
••• •• constructívístas
~r...,; t~f,{·.:
<
s '
Concepciones y principios
Enfoque con implicaciones educativas Metáfora educativa
Psicogenético • Énfasis en la autoestructuración. Alumno:
• Competencia cognitiva determinada por el nivel Constructor de esquemas
de desarrollo intelectual. y estructuras operatorios.
• Modelo de equilibración: generación de conflic- Profesor:
tos cognitivos y reestructuración conceptual. Facilitador del aprendiza-
• Aprendizaje operatorio: sólo aprenden los suje- je y desarrollo.
tos en transición mediante abstracción reflexiva. Enseñanza:
• Cualquier aprendizaje depende del nivel cogniti- Indirecta, por descubri-
vo inicial del sujeto. miento.
• Énfasis en el currículo de investigación por ci- Aprendizaje:
clos de enseñanza y en el aprendizaje por descu- Determinado por el desa-
brimiento. rrollo.
Cognitivo • Teoría ausubeliana del aprendizaje verbal signi- Alumno:
ficativo. Procesador activo de la in-
• Modelos de procesamiento de la información y formación.
aprendizaje estratégico. Profesor:
• Representación del conocimiento: esquemas Organizador de la infor-
cognitivos o teorías implícitas y modelos menta- mación tendiendo puentes
les episódicos. cognitivos, promotor de
• Enfoque expertos-novatos. habilidades del pensa-
• Teorías de la atribución y de la motivación por miento y aprendizaje.
aprender. Enseñanza:
• Énfasis en el desarrollo de habilidades del pen- Inducción de conocimien-
samiento, aprendizaje significativo y solución de to esquemático significati-
problemas. vo y de estrategias o habi-
lidades cognitívas: el cómo
del aprendizaje.
Aprendizaje:
Determinado por conoci-
mientos y experiencias
previas.
Sociocultural • Aprendizaje situado o en contexto dentro de co- Alumno:
munidades de práctica. Efectúa apropiación o re-
• Aprendizaje de mediadores instrumentales de construcción de saberes
origen social. culturales.
• Creación de ZDP (zonas de desarrollo próximo). Profesor:
• Origen social de los procesos psicológicos supe- Labor de mediación por
riores. ajuste de la ayuda pedagó-
• Andamiaje y ajuste de la ayuda pedagógica. gica.
• Énfasis en el aprendizaje guiado y cooperativo; Enseñanza:
enseñanza recíproca. Transmisión de funciones
• Evaluación dinámica y en contexto. psicológicas y saberes cul-
turales mediante interac-
ciónen ZDP.
Aprendizaje:
Interiorización y apropia-
ción de representaciones y
procesos.
Los procesos de aprendizaje dependen de la naturaleza personal y endógena del mismo, pero también tienen un importante componente
interpersonnl y social.
30. La función del docente es engarzar los procesos de construcción del alumno con el saber colectivo
culiuralmenie organizado. Esto implica que la función del profesor no se limita a crear condicio-
nes óptimas para que el alumno despliegue una actividad mental constructiva, sino que debe
orientar y guiar explícita y deliberadamente dicha actividad.
Podemos decir que la construcción del conocimiento escolar es en realidad un proceso de ela-
boración, en el sentido de que el alumno selecciona, organiza y transforma la información que
recibe de muy diversas fuentes, estableciendo relaciones entre dicha información y sus ideas o co-
nocimientos previos. Así, aprender un contenido quiere decir que el alumno le atribuye un significa-
do, construye una representación mental por medio de imágenes o proposiciones verbales, o bien
elabora una especie de teoría o modelo mental como marco explicativo de dicho conocimiento.
Construir significados nuevos implica un cambio en los esquemas de conocimiento que se po-
seen previamente, esto se logra introduciendo nuevos elementos o estableciendo nuevas relaciones
entre dichos elementos. Así, el alumno podrá ampliar o ajustar dichos esquemas o reestructurarlos
a profundidad como resultado de su participación en un proceso instruccional. En todo caso, la idea
de construcción de significados nos refiere a la teoría del aprendizaje significativo, que se explicará
en el siguiente apartado.
,~
~
"
~
il',' ~~.,
•• ';:'
~~
; ..•~':'->~íL~
•••~~.
-
y Duguid, 1989). Dicha perspectiva destaca lo importantes que son para el aprendizaje la activi-
dad y el contexto, reconociendo que el aprendizaje escolar es en gran medida un proceso de
aculturación, donde los alumnos pasan a formar parte de una especie de comunidad o cultura de
practicantes.
Desde esta perspectiva, el proceso de enseñanza debería orientarse a aculturar a los estudiantes
por medio de prácticas auténticas (cotidianas, significativas, relevantes en su cultura), apoyadas en
procesos de interacción social similares al aprendizaje artesanaL En gran medida se plasman aquí
las ideas de la corriente sociocultural vigotskiana, en especial la provisión de un andamiaje de parte
del profesor (experto) hacia el alumno (novato), que se traduce en una negociación mutua de signi-
ficados (Erickson, 1984).
Cuando hablamos de prácticas auténticas, hay que decir que éstas pueden valorarse en función
de qué tanta relevancia cultural tengan las actividades académicas que se solicitan al alumno, así
como del nivel de actividad social de las mismas. Un ejemplo de cómo se aplican tales ideas, en el
caso de la enseñanza de la estadística en contextos universitarios, se esquema tiza en la figura 2.2
(Derry, Levin y Schauble, 1995).
Por desgracia, en opinión de Resnick (1987), la forma en que la institución escolar busca fomen-
tar el conocimiento con frecuencia contradice la forma en que se aprende fuera de ella. El cono-
cimiento fomentado en la escuela es individual, y fuera de ella es compartido; el conocimiento
escolar es simbólico-mental, mientras que fuera es físico-instrumental; en la escuela se manipulan
símbolos libres de contexto, en tanto que en el mundo real se trabaja y razona sobre contextos
concretos. De esta forma, y retornando de nuevo a Brown, Collins y Duguid (1989), la escuela habi-
tualmente intenta enseñar a los educandos por medio de prácticas sucedáneas (artificiales,
descontextualizadas, poco significativas), lo cual está en franca contradicción con la vida reaL Invi-
tamos al lector a identificar cuáles de los formatos instruccionales planteados en el ejemplo de la
enseñanza de la estadística corresponden a prácticas auténticas y cuáles a las sucedáneas.
Con la intención de dar un cierre que integre los conceptos revisados en esta sección, remitimos
al lector al cuadro 2.3, donde se presentan algunos principios que orientan los procesos de enseñan-
za-aprendizaje desde la concepción constructivista.
David Ausubel es un psicólogo educativo que a partir de la década de los sesenta, dejó sentir su
influencia por medio de una serie de importantes elaboraciones teóricas y estudios acerca de cómo
Relevancia Relevancia
cultural cultural
baja alta
*Lecturas *Lecturas
descontextu rizadas; con ejemplos
análisis de datos relevantes (3)
inventados (1)
Actividad
social
baja
i
Supuesto motivaciona/: La propensión y capacidades de los estudiantes para razonar estadísticamente en escena-
rios auténticos (de la vida real) mejora considerablemente gracias a:
a) Una instrucción que utilice ejemplos, ilustraciones, analogías, discusiones y demostraciones que sean relevantes
a las culturas a las que los estudiantes pertenecen o esperan pertenecer (relevancia cultural).
b) Una participación tutoreada en un contexto social y colaborativo de solución de problemas, con ayuda de me-
'diadores como la discusión en clase, el debate, el juego de roles y el descubrimiento guiado (actividad social).
Formatos instruccionales:
(1) Instrucción descontextualizada
Instrucción centrada en el profesor, quien básicamente transmite las reglas y fórmulas para el cálculo estadístico. Los
ejemplos que emplea son irrelevantes culturalmente y los alumnos manifiestan una pasividad social (receptividad)
que se asocia con este enfoque tradicional, donde se suelen proporcionar lecturas abstractas y descontextualizadas (el
manual de fórmulas y procedimientos estadísticos).
(2) Análisis colaborativo de datos inventados
Se asume que es mejor que el alumno haga algo, en vez de sólo ser receptor. Se realizan ejercicios donde se aplican
fórmulas o se trabaja con paquetes estadísticos computarizados sobre datos hipotéticos, se analizan preguntas de
investigación o se decide sobre la pertinencia de pruebas estadísticas, etcétera. El contenido y los datos son ajenos a
los intereses de los alumnos.
(3) Instrucción basada en lecturas con ejemplos relevantes
Adapta el estilo de lectura de textos estadísticos con la provisión de contenidos relevantes y significativos que los
estudiantes pueden relacionar personalmente con los conceptos y procedimientos estadísticos más importantes.
(4) Análisis colaborativo de datos relevantes
Se centra en el estudiante y en la vida real que busca inducir el razonamiento estadístico mediante la discusión crítica.
(5) Simulaciones situadas
Los alumnos se involucran colaborativamente en la resolución de problemas simulados o casos tomados de la vida
real (investigación médica, encuestas de opinión, experimentación social, veracidad de la publicidad) con la inten-
ción de que desarrollen el tipo de razonamiento y los modelos mentales de ideas y conceptos estadísticos importan-
tes.
(6) Aprendizaje in situ
Modelo contemporáneo de cognición situada que toma la forma de un aprendizaje cognitivo (apprenticeship mode/)
donde se busca desarrollar habilidades y conocimientos propios de la profesión, así como la participación en la solu-
ción de problemas sociales o de la comunidad de pertenencia. Enfatiza la utilidad o funcionalidad de lo aprendido y
el aprendizaje en escenarios reales.
Figura 2.2 Enfoque instruccional basado en la cognición situada. Ejemplo: Enseñanza de la estadlstica en la universidad.
Capítulo 2 Constructiuismo y aprendizaje significtttivo _ :-~
d,s-
se realiza la actividad intelectual en el ámbito escolar. Su obra y la de algunos de sus más destaca-
dos seguidores (Ausubel, 1976;Ausubel, Novak y Hanesian, 1983;Novak y Gowin, 1988),han guia-
do hasta el presente no sólo múltiples experiencias de diseño e intervención educativa, sino que en
gran medida han marcado los derroteros de la psicología de la educación, en especial del movi-
miento cognoscitivista. Seguramente son pocos los docentes que no han encontrado en sus progra-
mas de estudio, experiencias de capacitación o lecturas didácticas la noción de aprendizaje signifi-
cativo.
Ausubel, como otros teóricos cognoscitivistas, postula que el aprendizaje implica una reestruc-
turación activa de las percepciones, ideas, conceptos y esquemas que el aprendiz posee en su
estructura cognitiva. Podríamos clasificar su postura como constructivista (el aprendizaje no es
una simple asimilación pasiva de información literal, el sujeto la transforma y estructura) e
interaccionista (los materiales de estudio y la información exterior se interrelacionan e interactúan
con los esquemas de conocimiento previo y las características personales del aprendiz) (Díaz Barrí-
ga,1989).
Ausubel también concibe al alumno como un procesador activo de la información, y dice que el
aprendizaje es sistemático y organizado, pues es un fenómeno complejo que no se reduce a simples
asociaciones memorísticas. Aunque esta concepción señala la importancia que tiene el aprendizaje
por descubrimiento (dado que el alumno reiteradamente descubre nuevos hechos, forma concep-
tos, infiere relaciones, genera productos originales, etcétera), considera que no es factible que todo el
aprendizaje significativo que ocurre en el aula deba ser por descubrimiento. Antes bien, este autor
propugna por el aprendizaje verbal significativo, que permite el dominio de los contenidos
curriculares que se imparten en las escuelas, principalmente a nivel medio y superior.
De acuerdo con Ausubel, hay que diferenciar los tipos de aprendizaje que pueden ocurrir en el
salón de clases. Se diferencian en primer lugar dos dimensiones posibles del mismo:
- . . . .. .
-
•
-
• • ••
Dentro de la primera dimensión encontramos a su vez dos tipos de aprendizaje posibles: por
recepción y por descubrimiento: y en la segunda dimensión encontramos dos modalidades:
por repetición y significativo. La interacción de estas dos dimensiones se traduce en las denomina-
das situaciones del aprendizaje escolar: aprendizaje por recepción repetitiva, por descubrimiento repe-
titivo, por recepción significativa, o por descubrimiento significativo.
-Recepción repetitiva
- Recepción significativa
- Descubrimiento repetitivo
- Descubrimiento significativo
No obstante, estas situaciones no deben pensarse como compartimientos estancos, sino como
un continuo de posibilidades, donde se entretejen la acción docente y los planteamientos de ense-
fianza (primera dimensión: cómo se provee al alumno de los contenidos escolares) y la actividad
cognoscente y afectiva del aprendiz (segunda dimensión: cómo elabora o reconstruye la informa-
ción).
El cuadro 2.4 sintetiza las ideas de Ausubel acerca de las situaciones mencionadas (Díaz Barri-
ga, 1989, p. 7).
Es evidente que en las instituciones escolares casi siempre la enseñanza en el salón de clases
está organizada principalmente con base en el aprendizaje por recepción, por medio del cual se
adquieren los grandes volúmenes de material de estudio que comúnmente se le presentan al alum-
no. Esto no significa necesariamente que recepción y descubrimiento sean excluyentes o completa-
mente antagónicos; pueden coincidir en el sentido de que el conocimiento adquirido por recepción
puede emplearse después para resolver problemas de la vida diaria que implican descubrimiento,
y porque a veces lo aprendido por descubrimiento conduce al redescubrimiento planeado de pro-
posiciones y conceptos conocidos.
El projesor puede potenciar las experiencias de trabajo foera del aula, para contar con aprendizajes mds significativos,
Recepción Descubrimiento
• El contenido se presenta en su forma • El contenido principal a ser aprendido
final no se da, el alumno tiene que descu-
brirlo
• El alumno debe intemalizarlo en su es- • Propio de la formación de conceptos y
tructura cognitiva solución de problemas
• No es sinónimo de memorización • Puede ser significativo o repetitivo
• Propio de etapas avanzadas del desa- • Propio de las etapas iniciales del desa-
rrollo cognitivo en la forma de apren- rrollo cognitivo en el aprendizaje de
dizaje verbal hipotético sin referentes conceptos y proposiciones
concretos (pensamiento formal)
.-- Útil en campos establecidos del cono- • Útil en campos del conocimiento don-
cimiento de no hay respuestas unívocas
• Ejemplo: se pide al alumno que estu- • Ejemplo: el alumno, a partir de una
die el fenómeno de la difracción en su serie de actividades experimentales
libro de texto de Física, capítulo 8 (reales y concretas) induce los princi-
pios que subyacen al fenómeno de la
combustión
B. Segunda dimensión: forma en que el conocimiento se incorpora en la estructura
cognitiva del aprendiz
Significativo Repetitivo
• La información nueva se relaciona con
la ya existente en la estructura cognitiva • Consta de asociaciones arbitrarias, al
de forma sustantiva, no arbitraria ni al pie de la letra
pie de la letra
• El alumno debe tener una disposición
o actitud favorable para extraer el sig- • El alumno manifiesta una actitud de
nificado memorizar la información
• El alumno posee los conocimientos pre-
vios o conceptos de anclaje pertinentes • El alumno no tiene conocimientos pre-
vios pertinentes o no los "encuentra"
• Se puede construir un entramado o red
conceptual • Se puede construir una plataforma o
base de conocimientos factuales
• Condiciones:
• Se establece una relación arbitraria
Material: significado lógico
con la estructura cognitiva
Alumno: significación psicológica
• Puede promoverse mediante estrate-
gias apropiadas (por ejemplo, los orga- • Ejemplo: aprendizaje mecánico de
nizadores anticipados y los mapas con- símbolos, convenciones, algoritmos
ceptuales)
Ausubel consideraba que el aprendizaje por recepción, en sus formas más complejas y verbales,
surge en etapas avanzadas del desarrollo intelectual del sujeto y se constituye en un indicador
de madurez cognitiva. Decía que en la primera infancia y en la edad preescolar, la adquisición de
conceptos y proposiciones se realiza prioritariamente por descubrimiento, gracias a un procesa-
miento inductivo de la experiencia empírica y concreta.
En todo caso, es evidente que el aprendizaje significativo es más importante y deseable que el
repetitivo en lo que se refiere a situaciones académicas, ya que el primero posibilita la adquisición
de grandes cuerpos de conocimiento integrados, coherentes, estables, que tienen sentido para los
alumnos.
Pero ¿qué procesos y estructuras entran en juego para lograr un aprendizaje significativo? Se-
gún Ausubel, se dan cambios importantes en nuestra estructura de conocimientos como resultado
de la asimilación de la nueva información; pero ello sólo es posible si existen ciertas condiciones
favorables.
La estructura cognitiva está integrada por esquemas de conocimiento, los cuales son abstrac-
ciones o generalizaciones que los individuos hacen a partir de objetos, hechos y concepto~
interrelaciones que se dan entre éstos) que se organizan jerárquicamente. Lo anterior quiere decir que
procesamos la información que es menos inclusiva (hechos y proposiciones subordinados) de mane-
ra que llegue a ser sub sumida o integrada por las ideas más inclusivas (denominadas conceptos y
proposiciones supraordinadas).
Así, en algunas ocasiones aprendemos contenidos que tienen que ser integrados en esquemas
más generales y abstractos; en otras, se aprenden precisamente conceptos integrados que aglutinan
o subsumen cuestiones que ya conocemos. También se da el caso del aprendizaje de contenidos del
mismo nivel de inclusión, abstracción y generalidad (lo que se llama conceptos coordinados). Es
importante que el docente conozca el nivel jerárquico de los contenidos que enseña, las interrelaciones
que éstos guardan entre sí, y que ayude a los alumnos a entender ese entramado o tejido conceptual
Es indispensable tener siempre presente que la estructura cognitiva del alumno tiene una se-
rie de antecedentes y conocimientos previos, un vocabulario y un marco de referencia personal, lo
cual es además un reflejo de su madurez intelectual. Este conocimiento resulta crucial para el do-
cente, pues Ausubel piensa que es a partir del mismo que debe planearse la enseñanza. (Véase
cuadro 2.5.)
1. Se realiza un juicio de pertinencia para decidir cuáles de las ideas que ya existen en la estructura
cognitiva del aprendiz son las más relacionadas con las nuevas ideas o contenidos por apren-
der.
2. Se determinan las discrepancias, contradicciones y similitudes entre las ideas nuevas y las pre-
vias.
3. Con base en el procesamiento anterior, la información nueva vuelve a reformularse para poder-
se asimilar en la estructura cognitiva del sujeto.
4. Si una "reconciliación" entre ideas nuevas y previas no es posible, el aprendiz realiza un proce-
so de análisis y síntesis con la información, reorganizando sus conocimientos bajo principios
explicativos más inclusivo s y amplios.
Para David Ausubel (1976) el conocimiento y experiencias previas de los estudiantes son las
piezas clave de la conducción de la enseñanza:
"Si tuviese que reducir toda la psicología educativa a un solo principio, diría lo siguiente: el
factor aislado más importante que influencia el aprendizaje es aquello que el aprendiz ya
sabe. Averígüese esto y enséñese de acuerdo con ello."
Para que realmente sea significativo el aprendizaje, éste debe reunir varias condiciones: la nueva
información debe relacionarse de modo no arbitrario y sustancial con lo que el alumno ya sabe, de-
pendiendo también de la disposición (motivación y actitud) de éste por aprender, así como de la
naturaleza de los materiales o contenidos de aprendizaje.
Cuando se habla de que haya relacionabilidad no arbitraria, se quiere decir que si el material o
contenido de aprendizaje en sí no es azaroso ni arbitrario, y tiene la suficiente intencionalidad,
habrá una manera de relacionarlo con las clases de ideas pertinentes que los seres humanos son
capaces de aprender. Respecto al criterio de la relacionabilidad sustancial (no al pie de la letra), signi-
fica que si el material no es arbitrario, un mismo concepto o proposición puede expresarse de mane-
ra sinónima y seguir transmitiendo exactamente el mismo significado. Hay que aclarar que ningu-
na tarea de aprendizaje se realiza en el vacío cognitivo; aun tratándose de aprendizaje repetitivo o
memorístico, puede relacionarse con la estructura cognitiva, aunque sea arbitrariamente y sin ad-
quisición de significado.
El significado es potencial o lógico cuando nos referimos al significado inherente que posee el
material simbólico debido a su propia naturaleza, y sólo podrá convertirse en significado real o psico-
lógico cuando el significado potencial se haya convertido en un contenido nuevo, diferenciado e
idiosincrático dentro de un sujeto particular.
Lo anterior resalta la importancia que tiene que el alumno posea ideas previas pertinentes como
antecedente necesario para aprender, ya que sin ellas, aun cuando el material de aprendizaje esté
"bien elaborado", poco será lo que el aprendiz logre.
a) La necesidad que tiene el docente de comprender los procesos motivacionales y afectivos sub-
yacentes al aprendizaje de sus alumnos, así como de disponer de algunos principios y estrate-
gias efectivos de aplicación en clase (aspecto que tratamos en los diversos capítulos de esta
obra).
Por otro lado, es imposible concebir que el alumno satisfaga tales condiciones si el docente, a su
vez, no satisface condiciones similares: estar dispuesto, capacitado y motivado para enseñar signi-
ficativamente, así como tener los conocimientos y experiencias previas pertinentes tanto como es-
pecialista en su materia como en su calidad de enseñante.
En el cuadro 2.6 se esquematizan las condiciones para el logro del aprendizaje significativo
antes descritas.
Resulta evidente que son múltiples y complejas las variables relevantes del proceso de aprendi-
zaje significativo, y que todas ellas deben tomarse en cuenta tanto en la fase de planeación como en
la impartición de los contenidos curriculares, sin descuidar los episodios de evaluación y asesora-
miento de los alumnos.
Asimismo, el docente no debe olvidar que aunque enfrenta situaciones determinadas por el
contexto escolar o por la historia previa de sus estudiantes, su campo de acción son todos aquellos
aprendizajes sociales y académicos que puede promover en sus alumnos. Si bien por una parte está
el alumno con su estructura cognitiva particular, con su propia idiosincrasia y capacidad intelec-
tual, con una serie de conocimientos previos (algunas veces limitados y confusos), y con una moti-
vación y actitud para el aprendizaje propiciada por sus experiencias pasadas en la escuela y por las
condiciones actuales imperantes en el aula, el docente llega a influir favorablemente en todas ellas.
Por otra parte, están los contenidos y materiales de enseñanza, y si éstos no tienen un significa-
do lógico potencial para el alumno se propiciará un aprendizaje rutinario y carente de significado.
Aquí nuevamente el profesor puede potenciar dichos materiales de aprendizaje al igual que las
experiencias de trabajo en el aula y fuera de ella, para acercar a los alumnos a aprendizajes más
significativos.
Respecto al:
En el mapa conceptual de la figura 2.4 se sintetizan las ideas vertidas sobre el concepto de
aprendizaje significativo.
En este punto quisiéramos resaltar una ampliación al concepto ausubeliano de aprendizaje sig-
nificativo que muy atinadamente propone Coll (1990, p. 198). Este autor argumenta que la construc-
ción de significados involucra al alumno en su totalidad, y no sólo implica su capacidad para esta-
blecer relaciones sustantivas entre sus conocimientos previos y el nuevo material de aprendizaje.
De esta manera, una interpretación constructivista del concepto de aprendizaje significativo obliga
a ir más allá de los procesos cognitivos del alumno, para introducirse en el tema del sentido en el
aprendizaje escolar:
Utilizamos el término sentido con el fin de subrayar el carácter experiencial que, en buena lógica
constructivista, impregna el aprendizaje escolar. La percepción que tiene el alumno de una actividad
concreta y particular de aprendizaje no coincide necesariamente con la que tiene el profesor; los obje-
tivos del profesor y el alumno, sus intenciones y sus motivaciones al proponerla y participar en ella,
son a menudo diferentes. Hay, pues, todo un conjunto de factores, que podríamos calificar como
motivacionales, relaciona les e incluso afectivos, que desempeñan un papel de primer orden en la
movilización de los conocimientos previos del alumno y sin cuya consideración es imposible enten-
der los significados que el alumno construye a propósito de los contenidos que se le enseñan en la
escuela.
Volveremos a replantearnos este asunto con más detalle en el capítulo correspondiente a los
factores motivacionales en el aprendizaje escolar.
Por otra parte, hemos reiterado que el aprendizaje significativo ocurre en un continuo. Partien-
do de esta idea, Shuell (1990) postula que el aprendizaje significativo ocurre en una serie de fases,
que dan cuenta de una complejidad y profundidad progresiva. Según Shuell, varias de las aporta-
ciones sobre el aprendizaje realizadas desde diferentes líneas cognitivas (por ejemplo, la teoría de
los esquemas, el enfoque expertos-novatos, los modelos de la flexibilidad cognitiva de Spiro y cols.,
las investigaciones sobre estrategias de Karmiloff-Smith, etcétera), coinciden al entender al apren-
dizaje como un fenómeno polifásico. Con base en ello, Shuell distingue tres fases del aprendizaje
significativo, donde integra aportaciones de las líneas mencionadas. A continuación presentamos
SIGNIFICADO SIGNIFICADO
REAL O POTENCIAL O
PSICOLÓGICO LÓGICO
MOTIVACiÓN
ANALOGíAS
INTRíNSECA
MATERIAL Y
APRENDER A
APOYOS
APRENDER
DIDÁCTICOS
FIGURA 2.4 El concepto de aprendizaje significativo (basado en Ausubel, 1916; Novak y Gowin, 1988; Ontoria, 1993).
una breve descripción de las mismas. En el cuadro 2.7 se comparan las fases del aprendizaje signi-
ficativo descritas.
• El aprendiz percibe a la información como constituida por piezas o partes aisladas sin co-
nexión conceptual.
• El aprendiz empieza a encontrar relaciones y similitudes entre las partes aisladas y llega a
configurar esquemas y mapas cognitivos acerca del material y el dominio de aprendizaje
en forma progresiva. Sin embargo, estos esquemas no permiten aún que el aprendiz se
conduzca en forma automática o autónoma.
• El conocimiento llega a ser más abstracto, es decir, menos dependiente del contexto donde
originalmente fue adquirido.
• La información adquiri-
• Uso de estrategias de
procesamiento más so- O Incremento en los
da es concreta y vincu-
fisticadas. niveles de interre-
lada al contexto especí-
lación entre los ele-
fico; uso de estrategias
de aprendizaje.
• Organización. mentos de las es-
tructuras (es que-
• Ocurre en formas sim- • Mapeo cognitivo. mas).
ples de aprendizaje:
• Manejo hábil de estrate-
O Condicionamiento. gias específicas de domi-
nio.
O Aprendizaje verbal.
O Estrategias mnemó-
nicas.
• Gradualmente se va
formando una visión
globalizadora del domi-
nio.
• Igualmente las ejecuciones del sujeto se basan en estrategias específicas del dominio para la
realización de tareas, tales como solución de problemas, respuestas a preguntas, etcétera.
• Existe mayor énfasis en esta fase sobre la ejecución que en el aprendizaje, dado que los
cambios en la ejecución que ocurren se deben a variaciones provocadas por la tarea, más
que a rearreglos o ajustes internos.
• El aprendizaje que ocurre durante esta fase probablemente consiste en: a) la acumulación
de información a los esquemas preexistentes y b) aparición progresiva de interrelaciones de
alto nivel en los esquemas.
En realidad el aprendizaje debe verse como un continuo, donde la transición entre las fases es
gradual más que inmediata; de hecho, en determinados momentos durante una tarea de aprendiza-
je, podrán ocurrir sobreposicionamientos entre ellas.
o Es información discordante con el nivel de desarrollo intelectual y con las habilidades que
posee el sujeto.
A partir de lo expuesto es posible sugerir al docente una serie de principios de instrucción que
se desprenden de la teoría del aprendizaje verbal significativo:
6. Los contenidos aprendidos significativamente (por recepción o por descubrimiento) serán más
estables, menos vulnerables al olvido y permitirán la transferencia de lo aprendido, sobre todo
si se trata de conceptos generales e integradores.
Hasta aquí hemos destacado el papel del profesor como eventual promotor de aprendizajes
significativos en el aula. Sin embargo, cabe preguntamos si nuestros alumnos realmente están dis-
puestos a aprender significativamente. Hemos escuchado reiteradamente entre los docentes quejas
como las siguientes: "eso de aprender significativamente está muy bien, pero los alumnos no quie-
ren", "los estudiantes vienen de cero, sólo memorizan, no saben ni leer", "a los alumnos el sistema
desde los primeros años los volvió perezosos, sólo estudian lo mínimo para pasar", etcétera. Nue-
vamente, destacaríamos que más allá de las diferencias individuales y culturales, estamos ante
aprendizajes sociales en los que vale la pena intentar un cambio antes de consideramos derrotados.
Aunque resulta evidente que los alumnos no conocen la teoría del aprendizaje significativo y
ciertamente no han leído a David Ausubel ni a los autores que aquí hemos revisado, en algunos
estudios hemos encontrado que los alumnos esperan que sus profesores enseñen significativamen-
te, si por ello entendemos que desearían que acercaran el conocimiento escolar al mundo real y a
sus intereses, o que los apoyaran para extraer el significado de lo que aprenden. A manera de ilus-
tración, reproducimos algunas respuestas dadas por alumnos de bachillerato ante la pregunta" ¿Qué
te hubiera gustado que tu profesor o profesora hiciera para ayudarte a aprender mejor este tema?"
(Díaz Barriga, 1998):
• "Que los alumnos hiciéramos carteles,láminas o una representación tipo obra de teatro."
• "Actividades en equipo y visitas a algún lugar en donde se nos presente el tema en vivo, como
en industrias,"
Tendría lugar incluso preguntamos si como docentes en algún momento hemos explorado las
opiniones o sugerencias de nuestros estudiantes al respecto, o si damos espacios para que ellos
planteen sus propias opciones de trabajo escolar. En el cuadro 2.8 se muestra cómo un par de alum-
nas universitarias de la carrera de psicología interpretaron el concepto de aprendizaje significativo.
Quisiéramos cerrar esta sección comentando algunas de las limitaciones de la teoría del apren-
dizaje significativo propuesta por Ausubel, con la intención de que el lector comprenda su espectro
explicativo y de intervención,
En opinión de García Madruga (1990), dicha teoría está más ligada a una explicación de cómo
se adquieren los conocimientos de tipo conceptual o declarativo; mientras que la adquisición de
conocimientos de tipo procedimental, actitudinal o valoral requiere de otros elementos teórico-
epistemológicos. Éste es un aspecto muy importante, que recientemente ha llevado a autores a ar-
ticular los horizontes de este marco explicativo con otro tipo de aprendizajes, incluyendo por ejem-
plo, aprendizajes de tipo experiencial, enseñanza en el laboratorio, aprendizaje mediante análisis
de casos y solución de problemas, o en el contexto de modelos de aprendizaje basados en experien-
cias de servicio a la comunidad.
Por otra parte, Ausubel insistía en la necesidad de utilizar materiales introductorios de mayor
nivel de abstracción, generalidad e inclusividad (por ejemplo, los organizadores anticipados o pre-
vios) con el propósito de lograr el aprendizaje significativo; aunque también es posible (ya veces
resulta más fácil y eficaz) activar los conocimientos previos mediante otro tipo de estrategias de
instrucción, como sumarios, mapas conceptuales, etcétera (véase el capítulo respectivo en esta obra),
No siempre es posible acceder a un tipo de conocimiento previo que facilite realmente el apren-
dizaje. Se ha demostrado fehacientemente que en muchas ocasiones el conocimiento previo de los
estudiantes no sólo no es pertinente sino que es un obstáculo para aprender. Al respecto, consúltese
el amplio corpus de investigación generado en tomo a lo que se ha llamado de diversas formas:
teorías implícitas o personales, preconcepciones (missconceptions), ideas espontáneas, alternativas o
COMPAÑERO ESTUDIANTE:
Te ofrecemos el componente
SULFATO DE SIGNIFICATIVISMO
DE MANERA SIGNIFICATIVA
• Indisposición (profesor-alumno)
(Continúa)
REACCIONES SECUNDARIAS:
Puede provocar estados de reflexión, imaginación y criticidad, los cuales no siempre son bien
vistos en algunas escuelas o por determinados profesores.
DOSIS:
Tomar tres tabletas al día, una con cada alimento intelectual que vayas a ingerir. Si es necesa-
rio, puedes incrementar la dosis durante el día antes de aprender cualquier cosa nueva.
Se ha demostrado que sus efectos aumentan si se administra una terapia combinada pro-
fesor-alumno.
Adaptado del tríptico realizado por EIsa Hernández y Alicia Toribio, estudiantes de Psicología Educativa de la Uni-
versidad Nacional Autónoma de México.
intuitivas de los estudiantes, particularmente en el campo del conocimiento científico y social (véa-
se Pozo, 1989; 1997 en Rodrigo y Amay, ob. cit.).
Ha quedado claro que este tipo de conocimiento previo que se contrapone a los saberes escola-
res es muy resistente al cambio, por lo que su estudio desembocó en las metodologías didácticas
que buscan promover un cambio conceptual en los estudiantes partiendo de la confrontación entre
los conocimientos" erróneos" y el conocimiento científico integrado al currículo escolar.
Por último, no todas las situaciones de aprendizaje pueden (o deben) plantearse como fin exclu-
sivo el a~e verbal significativo, puesto que la memorización comprensiva o el aprendizaje
por descubrimiento guiado o autónomo también requieren un espacio curricular. Nuevamente,
aquí debe apelarse al criterio y experiencia de docentes y planificadores curriculares al momento de
ubicar qué tipo de situaciones de aprendizaje pueden ser las más viables y apropiadas en un contex-
to y situación particular.
Ha quedado claro en las secciones precedentes que el aprendizaje escolar no puede restringirse de
ninguna manera a la adquisición de "bases de datos". En esta sección revisaremos brevemente la
posibilidad de fomentar aprendizajes significativos considerando diversos contenidos curriculares.
De acuerdo con Coll, Pozo, Sarabia y Valls (1992),los contenidos que se enseñan en los currículos de
todos los niveles educativos pueden agruparse en tres áreas básicas: conocimiento declarativo,
procedimental y actitudinal (véase figura 2.5).
El saber qué o conocimiento declarativo ha sido una de las áreas de contenido más privilegiadas
dentro de los currículo s escolares de todos los niveles educativos. Sin lugar a dudas, este tipo de
saber es imprescindible en todas las asignaturas o cuerpos de conocimiento disciplinar, porque
constituye el entramado fundamental sobre el que éstas se estructuran.
Como una primera aproximación, podemos definir el saber qué como aquella competencia refe-
rida al conocimiento de datos, hechos, conceptos y principios. Algunos han preferido denominarlo
CONTENIDO
CURRICULAR
puede ser
ACTITUDINAL-
DECLARATIVO PROCEDIMENTAL
VALORAL
"Saber qué" "Saber hacer"
"Saber ser"
comprende comprende comprende
Procedimientos, Actitudes,
Hechos,
estrategias, valores, ética
conceptos y
técnicas, destrezas, personal y
principios.
métodos, etc. profesional, etc.
conocimiento declarativo, porque es un saber que se dice, que se declara o que se conforma por
medio del lenguaje.
Dentro del conocimiento declarativo puede hacerse una importante distinción taxonómica con
claras consecuencias pedagógicas: el conocimiento factual y el conocimiento conceptual (véase Pozo,
1992).
El conocimiento factual es el que se refiere a datos y hechos que proporcionan información verbal
y que los alumnos deben aprender en forma literal o "al pie de la letra". Algunos ejemplos de este
tipo de conocimiento son los siguientes: el nombre de las capitales de los distintos países de
Sudamérica, la fórmula química del ácido sulfúrico, los nombres de las distintas etapas históricas
de nuestro país, los títulos de las novelas representativas mexicanas del siglo actual, etcétera.
El conocimiento conceptual es más complejo que el factual. Se construye a partir del aprendizaje
de conceptos, principios y explicaciones, los cuales no tienen que ser aprendidos en forma literal,
sino abstrayendo su significado esencial o identificando las características definitorias y las reglas
que los componen.
Podríamos decir que los mecanismos que ocurren para los casos del aprendizaje de hechos y el
aprendizaje de conceptos, son cualitativamente diferentes. El aprendizaje factual se logra por una
asimilación literal sin comprensión de la información, bajo una lógica reproductiva o memorística y
donde poco importan los conocimientos previos de los alumnos relativos a información a aprender;
mientras que en el caso del aprendizaje conceptual ocurre una asimilación sobre el significado de la
información nueva, se comprende lo que se está aprendiendo, para lo cual es imprescindible el uso
de los conocimientos previos pertinentes que posee el alumno.
A manera de resumen, se presentan en el cuadro 2.9 sobre las características principales del
aprendizaje factual y conceptual (basado en Pozo, 1992).
A causa de que los mecanismos de adquisición del conocimiento factual y del conceptual son
diferentes entre sí, las actividades de instrucción que el maestro debe realizar tienen que ser igual-
mente diferenciadas.
'. - . • - .
Aprendizaje de Aprendizaje de
hechos o factual conceptos
Por desgracia, las condiciones habituales en que ocurre el aprendizaje factual en nuestras insti-
tuciones educativas se vinculan tanto con materiales de aprendizaje que poseen un escaso nivel de
organización o significatividad lógica, como con la existencia de una disposición motivacional o
cognitiva orientada hacia el aprendizaje repetitivo. Hay que destacar que las prácticas de evalua-
ción del aprendizaje frecuentemente predeterminan esta situación: el alumno sabe que el examen
que le van a aplicar consiste en preguntas que miden memoria de hechos o reproducción literal de
la información y, en consecuencia, sus conductas de estudio se orientan a la memorización sin signi-
ficado.
Para promover el aprendizaje conceptual es necesario que los materiales de aprendizaje se or-
ganicen y estructuren correctamente, lo cual les provee de una riqueza conceptual que pueda ser
explotada por los alumnos. También es necesario hacer uso de los conocimientos previos de los
alumnos y hacer que éstos se impliquen cognitiva, motivacional y efectivamente en el aprendizaje.
El profesor debe planear actividades donde los alumnos tengan oportunidades para explorar, com-
prender y analizar los conceptos de forma significativa, ya sea mediante una estrategia expositiva o
por descubrimiento.
El saber hacer o saber procedimental es aquel conocimiento que se refiere a la ejecución de procedi-
mientos, estrategias, técnicas, habilidades, destrezas, métodos, etcétera. Podríamos decir que a di-
ferencia del saber qué, que es de tipo declarativo y teórico, el saber procedimental es de tipo prácti-
co, porque está basado en la realización de varias acciones u operaciones.
Los procedimientos (nombre que usaremos como genérico de los distintos tipos de habilidades y
destrezas mencionadas, aunque hay que reconocer sus eventuales diferencias) pueden ser defini-
dos como un conjunto de acciones ordenadas y dirigidas hacia la consecución de una meta determi-
nada (Coll y Valls, 1992). En tal sentido, algunos ejemplos de procedimientos pueden ser: la elabo-
ración de resúmenes, ensayos o gráficas estadísticas, el uso de algoritmos u operaciones matemáticas,
la elaboración de mapas conceptuales, el uso correcto de algún instrumento como un microscopio,
un telescopio o un procesador de textos.
• la meta a lograr,
Asimismo, se ha establecido que un aprendizaje de este tipo ocurre en etapas, que comprenden:
1. La apropiación de datos relevantes respecto a la tarea y sus condiciones. Ésta es una etapa donde se
resalta el conocimiento declarativo, sin ser todavía de ejecución de la tarea. Se centra en propor-
cionar al aprendiz la información o conocimiento factual relacionado con el procedimiento en
2. La actuación o ejecución del procedimiento, donde al inicio el aprendiz procede por tanteo y error,
mientras el docente lo va corrigiendo mediante episodios de práctica con retroalimentación. En
esta fase, se llega a manejar un doble código: declarativo y procedimental. Debe culminar con la
fijación del procedimiento.
4. El perfeccionamiento indefinido del procedimiento, para el cual en realidad no hay final. Marca cla-
ramente la diferencia entre un experto (el que domina el procedimiento) y el novato (el que se
inicia en su aprendizaje).
Una crítica importante hacia la forma en que habitualmente se enseñan los procedimientos en
la escuela es que no se llega más allá de la fase uno, o si acaso se introduce al alumno a la fase dos.
Parece que la creencia errónea más arraigada al respecto es que es posible ejecutar un procedimien-
to simplemente a partir de proporcionar la información "teórica" o las "reglas" que nos dicen cómo
hacerlo. Esto puede ilustrarse si retornamos el ejemplo de la enseñanza de la Estadística en contex-
tos universitarios: el alumno recibe una información de "manual" es decir, se le pide que memorice
definiciones de conceptos, se le dicen las reglas básicas a aplicar y se realizan algunos "ejercicios"
(la mayoría aislados, artificiales y rutinarios); la retroalimentación que recibe consiste en informarle
si aplicó o no la fórmula correcta o si las operaciones condujeron al resultado correcto. Casi nunca se
trabaja en contextos de práctica auténticos, no se supervisa la automatización del procedimiento ni
se intenta su perfeccionamiento, no hay episodios de reflexión en y sobre lo que se hace, no se
exploran rutas alternativas, etcétera. Y éste parece ser el caso de otros aprendizajes igualmente
importantes: la metodología de investigación, el desarrollo de habilidades profesionales y la elabo-
ración de la tesis o disertación, entre muchos otros.
El aprendizaje de los procedimientos, como el de los otros tipos de contenido, implica un proce-
so gradual en el que deben considerarse varias dimensiones (que forman cada una de ellas un
continuo, desde los momentos iniciales de aprendizaje hasta los finales del mismo). Estas dimensio-
nes relacionadas entre sí son las siguientes:
1. De una etapa inicial de ejecución insegura, lenta e inexperta, hasta una ejecución rápida y ex-
perta.
2. De la ejecución del procedimiento realizada con un alto nivel de control consciente, hasta la
ejecución con un bajo nivel de atención consciente y una realización casi automática.
4. De una comprensión incipiente de los pasos y de la meta que el procedimiento pretende conse-
guir, hasta una comprensión plena de las acciones involucradas y del logro de una meta plena-
mente identificada.
Es común percibir a los dos tipos de conocimientos (declarativo y procedimental) como separa-
dos, incluso a veces se privilegia uno de ellos en detrimento del otro. Pero en realidad debemos
verlos como conocimientos complementarios. En particular, la enseñanza de alguna competencia
procedimental (la gran mayoría de ellas), debe enfocarse en un doble sentido: 1) para que el alumno
conozca su forma de acción, uso y aplicación correcta, y 2) sobre todo para que al utilizarla enri-
quezca su conocimiento declarativo.
• Observación crítica
• Establecimiento del sentido de las tareas y del proceso en su conjunto, mediante la evocación de
conocimientos y experiencias previos
• Actividad intensa del alumno, centrada en condiciones auténticas, lo más naturales y cercanas
a las condiciones reales donde se aplica lo aprendido
Uno de los contenidos anteriormente poco atendidos en todos los niveles educativos era el de las
actitudes y los valores (el denominado "saber ser") que, no obstante, siempre ha estado presente en
el aula, aunque sea de manera implícita u "oculta": Sin embargo, en la década pasada notamos
importantes esfuerzos por incorporar tales saberes de manera explícita en el currículo escolar, no
Como inicio, pasaremos revista a los conceptos de actitud y valor. Dentro de las definiciones más
aceptadas del concepto de actitud, puede mencionarse aquella que sostiene que son constructos
que median nuestras acciones y que se encuentran compuestas de tres elementos básicos: un com-
ponente cognitivo, un componente afectivo y un componente conductual (Bednar y Levie, 1993;
Sarabia, 1992). Otros autores (Fischbein) han destacado la importancia del componente evaluativo
en las actitudes, señalando que éstas implican una cierta disposición o carga afectiva de naturaleza
positiva o negativa hacia objetos, personas, situaciones o instituciones sociales.
Las actitudes son experiencias subjetivas (cognitivo-afectivas) que implican juicios evaluativos,
que se expresan en forma verbal o no verbal, que son relativamente estables y que se aprenden en el
contexto social. Las actitudes son un reflejo de los valores que posee una persona.
Se ha dicho que un valor es una cualidad por la que una persona, un objeto-hecho despierta
mayor o menor aprecio, admiración o estima. Los valores pueden ser económicos, estéticos, utilitarios
o morales; particularmente estos últimos representan el foco de los cambios recientes en el currículo
escolar. Puede afirmarse que los valores morales son principios éticos interiorizados respecto a los
cuales las personas sienten un fuerte compromiso" de conciencia", que permiten juzgar lo adecua-
do de las conductas propias y ajenas (Sarabia, 1992).
En términos generales, la mayor parte de los proyectos educativos interesados en enseñar valo-
res en la escuela toman postura a favor de aquellos que se orientan al bien común, al desarrollo
armónico y pleno de la persona, y a la convivencia solidaria en sociedades caracterizadas por la
justicia y la democracia. La base de los programas educativos se sustenta en la promoción de los
derechos humanos universales (libertad, justicia, equidad, respeto a la vida, etcétera), así como en
la erradicación de los llamados antivalores (discriminación, autoritarismo, segregación, maltrato,
explotación, etcétera).
El aprendizaje de las actitudes es un proceso lento y gradual, donde influyen distintos factores
como las experiencias personales previas, las actitudes de otras personas significativas, la informa-
ción y experiencias novedosas, y el contexto sociocultural (por ejemplo, mediante las instituciones,
los medios de comunicación y las representaciones colectivas). Se ha demostrado que muchas acti-
tudes se gestan y desarrollan en el seno escolar, sin ninguna intención explícita para hacerlo. De
cualquier modo, el profesor es el que directa o indirectamente se enfrenta a esta problemática com-
pleja y difícil, que muchas veces rebasa a la institución escolar misma.
Sin embargo, hay muchas actitudes que las escuelas deben intentar desarrollar y fortalecer (como
el respeto al punto de vista del otro, la solidaridad, la cooperatividad, etcétera) y otras que debe
procurar erradicar o relativizar (como el individualismo egoísta o la intolerancia al trabajo colecti-
vo). Para ello el profesor se vuelve un importante agente o un otro significativo, que ejerce su in-
fluencia y poder (de recompensa, de experto, etcétera) legitimados institucionalmente, para promo-
ver actitudes positivas en sus alumnos.
De acuerdo con Bednar y Levie (1993), hay tres aproximaciones que han demostrado ser efica-
ces para lograr el cambio actitudinal, a saber: a) proporcionar un mensaje persuasivo, b) el modelaje
de la actitud y e) la inducción de disonancia o conflicto entre los componentes cognitivo, afectivo y
conductual. Dichos autores recomiendan que se planteen situaciones donde éstas se utilicen en
forma conjunta.
Algunas metodologías y técnicas didácticas que han demostrado ser eficaces para trabajar di-
rectamente con los procesos actitudinales son, por ejemplo, las técnicas participativas (juego de
roles o "role-playing" y los socio dramas), las discusiones y técnicas de estudio activo, las exposicio-
nes y explicaciones de carácter persuasivo (con conferencistas de reconocido prestigio o influencia)
e involucrar a los alumnos en la toma de decisiones (Sarabia, 1992).
2
+2
15b8CJ3
• ••
Enfoque Caracterís ticas
CLARIFICACIÓN DE • Orientado al autoconocimiento y análisis crítico de
VALORES Y JUICIO la realidad personal, familiar, comunitaria.
CRÍTICO • Se basa en preguntas esclarecedoras, reflexión per-
sonal, hojas de trabajo e instrumentos de auto análisis,
y elaboración de proyectos y planes.
(Adaptado del modelo de educación cívica propuesto por García y Díaz Barriga, 1999.)
En este ámbito es más que evidente que la enseñanza no puede centrarse en la recepción repetitiva
de información factual o declarativa, sino que se requieren experiencias de aprendizaje significati-
vas, que permitan no sólo adquirir información valiosa, sino que incidan realmente en el comporta-
miento de los alumnos, en la manifestación del afecto o emoción moral, en su capacidad de com-
prensión crítica de la realidad que los circunda, en el desarrollo de habilidades específicas para el
diálogo, la auto dirección, la participación activa, la cooperación o la tolerancia.
Las siguientes son algunas de las metodología s de orientación constructivista que intentan pro-
mover aprendizajes significativos en este complejo campo: la clarificación de valores y actitudes
orientada al autoconocimiento, la discusión sobre dilemas, el análisis de casos, la comprensión y
escritura crítica, el aprendizaje cooperativo y situado, el entrenamiento en habilidades sociales y
autorregulatorias, la participación activa en proyectos académicos y comunitarios de servicio o
prosociales (véase cuadro 2.10). Posteriormente, en el capítulo respectivo, se harán algunos comen-
tarios acerca de la evaluación de estos aprendizajes.
En este capítulo se realizó una revisión de la aproximación constructivista del aprendizaje escolar,
en la que se enfatizó la labor de (re)construcción significativa que debe hacer el aprendiz de los
contenidos o saberes de la cultura a la cual pertenece, y se postuló que la finalidad de los procesos
de intervención educativa es enseñar a pensar y actuar sobre contenidos significativos y contextuados.
Se estableció asimismo que el aprendizaje significativo ocurre sólo si se satisfacen una serie
de condiciones: a) que el alumno sea capaz de relacionar de manera no arbitraria y sustancial la
nueva información con los conocimientos y experiencias previas y familiares que posee en su
estructura cognitiva; y b) que los materiales o contenidos de aprendizaje posean significado poten-
cial o lógico.
Aprenderengrupos _
Aprender de libros _
En este caso, se solicita a los docentes o a los alumnos que en una cuartilla relaten aquella
experiencia de enseñanza o de aprendizaje que hayan sentido más relevante, satisfactoria,
éA~i(Capítulo
~1q;~~
2 Constructivismo y aprendizaje szgnificatiVo - ',~
.,,~
-~i,~
"'. ~".l" .
< < • <
aprendizajes logrados. De acuerdo con Mayer (ob. cit.), a este proceso de integración entre lo "pre-
vio" y lo "nuevo" se le denomina: construcción de "conexiones externas".
Por las razones señaladas, se recomienda utilizar tales estrategias antes o durante la instrucción
para lograr mejores resultados en el aprendizaje. Las estrategias típicas de enlace entre lo nuevo y lo
previo son las de inspiración ausubeliana: los organizadores previos y las analogías.
En el cuadro 5.4 se presentan de manera resumida los principales efectos esperados de aprendi-
zaje en el alumno con cada una de las estrategias, que el lector podrá analizar junto con el cuadro
anterior referente a la clasificación de estrategias. El agente de enseñanza debe tener presente este
tipo de información para tomar las mejores decisiones pedagógicas.
Las distintas estrategias de enseñanza que hemos descrito pueden emplearse simultáneamente
e incluso es posible hacer algunas propuestas híbridas entre ellas (por ejemplo, una analogía repre-
sentada en forma de mapa conceptual, donde tópico y vehículo tengan mapas particulares puestos
en comparación; véase más adelante), según el docente lo considere necesario.
Desde la ya clásica declaración de Ausubel (1978) (véase capítulo 2), todos sabemos la importan-
cia de los conocimientos previos en la construcción del conocimiento (Miras, 1993). Simple y senci-
llamente, la actividad constructiva no sería posible sin conocimientos previos que permitan enten-
der, asimilar e interpretar la información nueva, para luego, por medio de ella, reestructurarse y
transformarse hacia nuevas posibilidades. De ahí la importancia de activar los conocimientos previos
pertinentes de los alumnos, para luego ser retornados y relacionados en el momento adecuado con
la información nueva que se vaya descubriendo o construyendo conjuntamente con los alumnos.
Las estrategias que presentamos en este apartado preferentemente deberán emplearse antes de
presentar la información por aprender, o bien antes de que los aprendices inicien cualquier tipo
de actividad de discusión, indagación o integración sobre el material de aprendizaje propiamente
dicho, sea por vía individual o cooperativa.
Conviene que para el buen uso de ellas se tomen en cuenta los siguientes aspectos (véase Cooper,
1990):
a) Hacer una identificación previa de los conceptos centrales de la información que los alumnos.
van a aprender o de la línea argumental del texto a revisar.
- _ ,Capftulo Estrate la de enseñanza ara la romocián de a rendiza essi ni cativos
•
• . ...
- - .. . -
e) Explorar los conocimientos previos pertinentes de los alumnos para activarlos (cuando existan /
evidencias de que los alumnos los posean) o generarlos (cuando se sepa que los alumnos po-
seen escasos conocimientos previos pertinentes o que no los tienen).
De entre las estrategias que se emplean en tal sentido, vamos a presentar aquí las que nos han
parecido más efectivas, es decir: la actividad focal introductoria, la discusión guiada y la actividad
generadora de información previa.
Los tipos de actividad focal introductoria más efectivos que pueden utilizarse son aquellos que
presentan situaciones sorprendentes, incongruentes o discrepantes con los conocimientos previos
de los alumnos. Un ejemplo de actividad focal introductoria para plantearse antes de tratar el tema
de materiales conductores o aislantes consiste en envolver un trozo de hielo en papel aluminio y
otro en un pedazo de tela gruesa (juzgado por ellos mismos como tela "caliente") y animar a los
aprendices a predecir cuál de ellos se derretirá primero y por qué creen que será así. Otro ejemplo,
al estudiar el tema de flotación de cuerpos, consiste en utilizar distintos materiales con diferente
densidad que propongan una experiencia "contraintuitiva" y pedir que predigan cuáles se hundi-
rán y cuáles no, y que expongan sus hipótesis sobre las variables involucradas en la flotación de los
cuerpos.
De este modo, las funciones centrales de esta estrategia serían las siguientes:
• Actuar como situaciones que activan los conocimientos previos de los alumnos. Especialmente
cuando la presentación de la estrategia se acompaña de participaciones de los alumnos para
exponer razones, hipótesis, etcétera.
Discusión guiada
En este caso se trata de una estrategia que, aunque no lo parezca, requiere de cierta planificación.
Dicha planificación debe hacerse en principio, partiendo de los tres aspectos que deben considerar-
se para toda actividad que intente generar o crear información previa.
Cooper (1990) define a la discusión como "un procedimiento interactivo a partir del cual profe-
sor y alumnos hablan acerca de un tema determinado" (p. 114). En la aplicación de esta estrategia
desde el inicio los alumnos activan sus conocimientos previos, y gracias a los intercambios en la
discusión con el profesor pueden ir desarrollando y compartiendo con los otros información previa
que pudieron no poseer (o al menos no del mismo modo) antes de que la estrategia fuese iniciada.
• Tenga claros los objetivos de la discusión, así como hacia dónde quiere conducirla: activar y
favorecer la compartición de conocimientos previos pertinentes que sirvan al aprendizaje de
los nuevos contenidos.
I
• Inicie la discusión introduciendo de manera general la temática central del nuevo contenido de
aprendizaje solicitando la participación de los alumnos sobre lo que saben de ésta. Anime a
participar a una buena cantidad de alumnos, de manera que los otros escuchen y se involucren
activamente.
• En la discusión, elabore preguntas abiertas que requieran más que una respuesta afirmativa o
negativa. Dé tiempo para que los alumnos respondan.
• Maneje la discusión como un diálogo informal en un clima de respeto y apertura. Anime a que
los alumnos también hagan preguntas sobre las respuestas escuchadas de sus compañeros.
• No deje que la discusión se demore demasiado ni que se disperse; la discusión debe ser breve,
bien dirigida (sin que parezca que lo está haciendo) y participativa.
• La información previa pertinente que interesa activar y compartir, si se desea, puede anotarse
en el pizarrón a la vista de los alumnos.
Una actividad generadora de información previa es una estrategia que permite a los alumnos acti-
var, reflexionar y compartir los conocimientos previos sobre un tema determinado. Algunos auto-
res se refieren a ésta como "lluvia de ideas" o "tormenta de ideas" (Wray y Lewis, 2000).
Cooper (ob. cit.) propone las siguientes actividades para llevarla a cabo:
• Pida a los alumnos que, sobre dicha temática, anoten todas o un número determinado de ideas
(por ejemplo, 5 o 10) que conozcan en relación con ella. Los alumnos pueden participar en esta
tarea de forma individual, en pequeños equipos o con el grupo completo. Incluso si los alum-
nos ya saben elaborar mapas conceptuales o algún tipo de representación gráfica conocida,
se les solicita que elaboren uno con las ideas de la lista (especialmente cuando se realiza de for-
ma individual o en grupos pequeños). Marque un tiempo limitado para la realización de la
tarea.
• Pida a cada alumno o al grupo que lea sus listas (que escriba sus mapas, según sea el caso) de
ideas o conceptos relacionados ante el grupo total, y anótelas en el pizarrón.
• Recupere las ideas y origine una breve discusión; procure que vayan relacionadas con la infor-
mación nueva por aprender (aquí puede ser útil un mapa conceptual construido por el docen-
te). Puede terminar la actividad con el señalamiento del objetivo del episodio instruccional a
seguir o animar a los alumnos a descubrirlo con su ayuda.
Tanto la discusión guiada como la actividad generadora de información previa no deben durar
mucho tiempo y se les debe considerar en todo momento como recursos estratégicos que sirven a
ciertos fines. Procure que estas estrategias no se conviertan en la actividad central de la sesión o
sesiones de enseñanza-aprendizaje.
Objetivos o intenciones
Los objetivos o intenciones educativos son enunciados que describen con claridad las actividades
de aprendizaje y los efectos que se pretenden conseguir en el aprendizaje de los alumnos al finalizar
una experiencia, sesión, episodio o ciclo escolar.
Como han señalado de manera acertada Coll y Bolea (1990), cualquier situación educativa se
caracteriza por tener una cierta intencionalidad, lo cual quiere decir que en cualquier situación
pedagógica, uno o varios agentes educativos (por ejemplo, profesores, textos, etcétera) desarrollan
una serie de acciones o prácticas encaminadas a influir o provocar un conjunto de aprendizajes en
los alumnos con una cierta dirección, y con uno o más propósitos determinados.
En particular, en las situaciones educativas que ocurren dentro de las instituciones escolares,
los objetivos o intenciones deben planificarse, concretizarse y aclararse con un mínimo de rigor,
dado que suponen el punto de partida y el de llegada de toda la experiencia educativa; además
desempeñan un importante papel orientativo y estructurante de todo el proceso.
Es sabido que los objetivos tienen un papel central en las actividades de planificación, organi-
zación y evaluación de la actividad docente; pero en esta ocasión vamos a situamos en el plano
propiamente instruccional con el interés de describir cómo los objetivos pueden actuar como autén-
ticas estrategias de enseñanza.
En este sentido, una primera recomendación relevante que debemos considerar es la intención
de compartir los objetivos con los alumnos, ya que de este modo se ayuda a plantear una idea común
sobre a dónde se dirige el curso, o la clase o la actividad que se va a realizar (Perkins, 1999 y Stone,
1999). Para ello, es necesario formular los objetivos de modo tal que estén orientados hacia los
alumnos.
De este modo, es pertinente puntualizar que como estrategias de enseñanza deben ser construi-
dos en forma directa, clara y entendible utilizando una redacción y un vocabulario apropiados para
el alumno; de igual manera es necesario dejar en claro en su enunciación las actividades, contenidos
y/o resultados esperados (lo que interese más enfatizar) que deseamos promover en la situación
pedagógica.
Por cierto, las actividades que se expresen en los objetivos deberán ser aquellas que persigan el
logro de aprendizajes significativos. Al respecto, Perkins (1999) señala que los aprendizajes con
comprensión (término con muchas semejanzas al de aprendizaje significativo) deben demostrar el
uso inteligente y flexible de lo aprendido ante situaciones novedosas. De este modo, las actividades
que demuestren un desempeño flexible, o que permitan ir más allá de la mera reproducción o me-
morización de los aprendizajes, deberían ser las que tuvieran más cabida, dentro de la enunciación
de los objetivos como instrumentos curriculares y como estrategias de enseñanza. Actividades tales
como explicar, justificar, aplicar, extrapolar, analizar, etcétera, un tópico cualquiera permiten poner
en evidencia aprendizajes con comprensión.
Las funciones de los objetivos como estrategias de enseñanza son las siguientes (véase Cooper,
1990; Garda Madruga, Martín Cordero, Luque y Santamaría, 1995; Shuell, 1988):
• Actuar como elementos orientadores de los procesos de atención y de aprendizaje. Esta orienta-
ción será más clara para el aprendiz si además existe un adecuado alineamiento (léase coheren-
cia) entre los objetivos y las actividades educativas propuestas (Eggen y Kauchak, 1999).
• Servir como criterios para poder discriminar los aspectos relevantes de los contenidos o de la
instrucción (sea por vía oral o escrita) sobre los que hay que realizar un mayor esfuerzo y proce-
samiento cognitivo.
• Permitir a los alumnos formar un criterio sobre qué se esperará de ellos durante y al término de
una clase, episodio o curso. Este criterio debe considerarse clave para la evaluación.
Con base en lo antes dicho, proponemos las siguientes recomendaciones para el uso de los objetivos
como estrategias de enseñanza:
1. Cerciórese de que son formulados con claridad, señalando la actividad, los contenidos y / o los
criterios de evaluación (enfatice cada uno de ellos según lo que intente conseguir en los alum-
nos). Use un vocabulario apropiado para los aprendices y pida que éstos den su interpretación
para verificar si es o no la correcta.
2. Anime a los alumnos a aproximarse a los objetivos antes de iniciar cualquier actividad de ense-
ñanza o de aprendizaje.
3. Puede discutir el planteamiento (el porqué y para qué) o la formulación de los objetivos con sus
alumnos, siempre que existan las condiciones para hacerlo.
4. Cuando se trata de una clase, el objetivo puede ser enunciado verbalmente o presentarse en
forma escrita. Esta última es más plausible que la primera, además es recomendable mantener
presente el objetivo (en particular con los aprendices menos maduros) a lo largo de las activida-
des realizadas en clase.
5. No enuncie demasiados objetivos, porque los alumnos pueden extraviarse o desear evitarlos
antes que aproximarse a ellos. Es mejor uno o dos objetivos bien formulados sobre los aspectos
cruciales de la situación de enseñanza (la generalidad de su formulación dependerá del tiempo
instruccional que abarque), para que realmente orienten sus expectativas y los procesos cognitivos
involucrados en el aprendizaje.
Señalizaciones
Las señalizaciones se refieren a toda clase de "claves o avisos" estratégicos que se emplean a lo
largo del discurso, para enfatizar u organizar ciertos contenidos' que se desean compartir con los
aprendices. De este modo su función central consiste en orientar al aprendiz para que éste reconoz-
ca qué es lo importante y qué no, a cuáles aspectos del material de aprendizaje hay que dedicarle un
mayor esfuerzo constructivo y a cuáles no.
Tal estrategia conlleva una tradición muy consolidada en el campo del diseño de textos
instruccionales. Aunque recientemente, gracias a los trabajos y metodología s sobre el análisis del
discurso en el aula que han aparecido en los últimos años, se han identificado algunas señalizacio-
nes y claves del discurso que resultan útiles para beneficio del aprendizaje de los alumnos.
Dadas las diferencias evidentes que existen entre el discurso escrito y el discurso pedagógico
(oral) empleado en las aulas, presentamos por separado los tipos de estrategias de señalización
para cada unade dichas modalidades, así corno sus usos posibles.
Las señalizaciones intratextuales son aquellos recursos lingüísticos que utiliza el autor o diseña-
dor de un texto, dentro de las posibilidades que le permite su discurso escrito, para destacar aspec-
tos importantes del contenido temático. Antes de presentar algunas de las que han demostrado ser
más eficaces, y para que puedan ser mejor comprendidas, haremos una revisión introductoria a
algunas consideraciones relativas a factores importantes en el diseño y estructuración de los textos.
Por otro lado, también existen evidencias sobre la importancia de estructurar la información
adecuadamente al nivel de párrafos. Kieras (1978,cit. por Hemández y Carda, ob. cit.) señala que
la mala estructuración de ideas dentro de los párrafos llega a provocar una sobresaturación de la
Según Kieras, los párrafos deben estructurarse comenzando por presentar la idea esencial de
inicio y, posteriormente, las ideas secundarias conectadas con ella. Otros autores añaden a lo ante-
rior que las ideas centrales puestas al inicio de los textos actúan como señales o marcos contextuales,
e indican al lector cuáles van a ser los contenidos relevantes que serán tratados en ellos (véase
Hernández y García, ob. cit.). También existe evidencia sobre el llamado "efecto de primacía", que
indica que la información puesta a inicio de los textos tiene una alta probabilidad de recordarse
mejor.
En síntesis, una buena conexión entre las ideas introducidas en el texto, y de éstas con los cono-
cimientos previos, asegura una mejor comprensión y aprendizaje de la información contenida en él.
Regresando al tema de las señalizaciones, y con base en lo expuesto en los párrafos anteriores,
se identifican varias estrategias de señalización intratextual que sería importante considerar para
orientar al lector sobre la macroestructura o la superestructura del mismo. Dichas señalizaciones
son las siguientes (véase García, Martín, Luque y Santamaría, 1995; León, 1992 y 1999:
a) Hacer especificaciones en la estructura del texto. Usar adecuadamente expresiones que especifican
los componentes estructurales del discurso. Por ejemplo, si estamos hablando de un texto que
conjunta varias ideas, éstas podrían acompañarse con expresiones tales como "primero", "se-
gundo", "en primer término", "en segundo término", "por último" o si estamos hablando de
un texto estructurado en forma de comparación, sería necesario acompañados de términos ta-
les como "en comparación ... ", "de igual manera ... ", etcétera. (Véase más adelante, en la parte
final de este capítulo, las diferentes estructuras de texto y los marcadores de discurso que se
suelen asociar con ellos; sobre un análisis adecuado de los marcadores recomendamos la obra
de Portolés, 1998.)
b) Presentaciones previas de información relevante. En este caso pueden utilizarse al inicio de los tex-
tos, dentro de los párrafos, frases que aclaren de lo que tratará el texto, el propósito del autor,
etcétera, que orienten al lector. Es una forma de explotar el llamado "efecto de primacía", al que
nos referíamos anteriormente.
c) Presentaciones finales de información relevante. Similares a la anterior, pero en este caso la informa-
ción relevante o aclaratoria deberá presentarse al final del texto a modo de conclusión. Un
d) Expresiones aclaratorias que revelan el punto de vista del autor. Consisten en expresiones usadas por
el autor o diseñador para destacar su punto de vista personal, poniendo énfasis o aclarando
asuntos de relevancia (por ejemplo, "Cabe destacar que", "Por desgracia ... ", "Pongamos aten-
ción a ... ", etcétera).
Estas señalizaciones no añaden información adicional al texto, tan sólo lo hacen explícito u
orientan al lector hacia lo que se considera más relevante a ser comprendido.
Más allá de las señalizaciones quisiéramos presentar, otras estrategias que el autor o el diseña-
dor pueden utilizar y que estarían más abocadas a reforzar la codificación y la asimilación de la
información del lector (Hartley, 1996; Hernández y García, ob. cit.). Éstas son las siguientes:
a) Explicitación de conceptos. Consiste en exponer los conceptos de interés dándoles una mayor
claridad en su presentación (por ejemplo, exposición apropiada de sus características definidoras)
o proveyéndoles de mayor contexto para elaborar conexiones internas (relaciones con otros
conceptos subordinados o supraordinados) o de conexiones externas (con los conocimientos
previos).
b) Uso de redundancias. Se refiere al uso de formas lingüísticas alternativas que hablen sobre las
mismas ideas o conceptos ya presentados (aunque sin llegar a la repetición), con la intención de
que sean objeto de un procesamiento ulterior en la memoria operativa.
c) Ejemplificación. Como su nombre lo indica consiste en adjuntar ejemplos pertinentes que acla-
ren los conceptos que se desean enseñar o presentar, tratando de concretizarlos con objetos o
situaciones que los ilustren.
Por otro lado, las señalizaciones extratextuales son los recursos de edición (tipográficos) que se
adjuntan al discurso y que pueden ser empleados por el autor o el diseñador para destacar ideas o
conceptos que se juzgan como relevantes. Algunos ejemplos de señalizaciones extratextuales utili-
zadas de forma común son las siguientes (véase Hartley, 1996):
• Empleo de cajas para incluir material que se considera valioso (ejemplos, anécdotas o bibliogra-
fía adicional).
• Inclusión de notas al calce o al margen para enfatizar la información clave (pueden ser concep-
tos, frases o hasta pequeños mapas conceptuales).
Nota: las evaluaciones fueron realizadas en escalas de 7 puntos de la siguiente forma: la familiaridad tenía un rango
de evaluación que iba desde 1 (no familiar) a 7 (muy familiar); la probabilidad de uso tenía un rango de 1 (uso
improbable) a 7 (uso muy probable); y el valor para el aprendizaje desde 1 (no ayuda) hasta 7 (mucha ayuda).
A pesar de la gran variabilidad encontrada en cada una de las tres categorías de evaluación, es
posible destacar varios hechos. Primero, los alumnos apreciaron mejor ciertas ayudas, por
ejemplo: el uso de negrillas para los términos técnicos, los resúmenes de capítulo, y los glosa-
rios de capítulo o en avance (es sorprendente que no les otorguen el mismo valor a ayudas
tales como: objetivos, preguntas de discusión, demostraciones y esquemas de capítulo). Se-
gundo, a pesar de la variabilidad, los sujetos reconocen que las ayudas pedagógicas llegan a
ser más provechosas que inútiles para facilitar su aprendizaje (todas fueron evaluadas,
en promedio, por arriba de 4). Por último, puede concluirse, siguiendo a los autores, que
los alumnos suelen ser muy pragmáticos al valorar o utilizar las ayudas que aparecen en los
textos. Al parecer los alumnos utilizan las ayudas sólo para extraer información factual con
miras a presentar sus exámenes, y no usan aquellos apoyos que promueven un procesamiento
más profundo o que les demanden más tiempo. Además, en muchas ocasiones los mismos
alumnos desconocen los beneficios que pueden obtener o no han aprendido a sacar provecho
de las ayudas pedagógicas colocadas en los textos instruccionales. ¿Usted qué piensa?
Si bien el hecho mismo de usar las señalizaciones intratextuales provoca ciertas redundancias
en el texto, creemos que es posible aplicar, para el caso de los textos instruccionales, algunas de las
extra textuales como apoyos visuales adicionales, con el propósito de identificarlas con mayor faci-
lidad.
Los seres vivos son irritables, por lo que responden a los estímulos y cambios físicos de su
medio ambiente. En los seres humanos y en otros animales superiores algunas células del cuer-
po están muy especializadas y responden a cierto tipo de estímulos: los conos y los bastones
responden a la luz, y ambos se localizan en la retina; algunas células de la nariz y los botones
gustativos de la lengua, responden a estímulos químicos; y las células especiales de la piel lo
hacen a cambios de temperatura o presión. En los animales inferiores y las plantas, pueden
faltar estas células especializadas, pero entonces, el organismo entero responde a la estimulación.
Por ejemplo, los unicelulares responden al calor o al frío. La irritabilidad de las células vegeta-
les no siempre es tan manifiesta como la de los animales; pero también son sensibles a cambios
en el medio. En ellas, los movimientos del flujo pueden ser acelerados o frenados por la inten-
sidad de la luz.
Ahora, se presenta el mismo pasaje, aunque modificado con distintos tipos de señalizacio-
nes. Identifique los que hemos integrado en esta segunda versión del texto y compare.
Aun cuando todos los seres vivos son irritables, ya que responden a estímulos
Irritabilidad y cambios físicos de su medio ambiente, no todos lo hacen de la misma forma.
Así, por ejemplo, en los seres humanos y en otros animales superiores, algunas células del
cuerpo están muy especializadas y responden a cierto tipo de estímulos:
• Algunas células de la nariz, y los botones gustativos de la lengua, responden a estímulos quími-
cos.
En oposición, en los animales inferiores y las plantas puede haber una ausencia
Irritabilidad
de estas células especializadas; pero, entonces, el organismo entero responde a
indiferenciada
la estimulación: por ejemplo, los unicelulares responden al calor o al frío.
2.· Es indispensable ser consistente en el empleo de las señalizaciones seleccionadas a lo largo del
texto. Por ejemplo, para el caso de las señalizaciones extratextuales, si en una primera sección
se emplea el enmarcado en rojo de las definiciones de los conceptos, no es conveniente que en la
siguiente se haga lo mismo con los ejemplos.
3. Hacer un uso racional de dichas estrategias puesto que su función es detectar la información
más importante y organizada. Un empleo exagerado e inconsistente de ellas no permitirá al
alumno diferenciar lo esencial de lo secundario.
4. En los textos académicos es posible alternar las señalizaciones intratextuales o extra textuales o
incluso pueden utilizarse conjuntamente. Se debe cuidar que su uso sea estratégico y no desme-
surado, de lo contrario, perderán sentido.
Gracias a los análisis recientes que se han hecho sobre el discurso en las aulas, ha sido posible
identificar una serie de estrategias discursivas que los profesores utilizan para orientar, dirigir y
guiar el aprendizaje de los alumnos en el contexto de la situación escolar (en otros contextos, con
seguridad habrá otras variedades de estrategias discursivas).
En este apartado seguimos las aportaciones de Edwards y Mercer (1988; véase también Mercer,
1997) sin abundar demasiado en ellas, porque un tratamiento adecuado de éstos y otros trabajos
(por ejemplo, Coll et al., 1992; García, Secundino y Navarro, 2000; Lemke, 1997) rebasaría las carac-
terísticas del presente capítulo (para los lectores interesados, sugerimos aproximarse a dichas obras).
Aunque sabemos que corremos el riego de incurrir en simplificaciones excesivas, nos interesa
presentar aquí algunas ideas y conceptos que consideramos valiosos y de posible utilidad para los
docentes.
Mercer (ob. cit.), por ejemplo, ha identificado ciertas estrategias y/o formas de conversación
utilizadas para construir una versión conjunta del conocimiento con los aprendices. Tales estrategias,
según su objetivo, se clasifican en tres categorías:
c) Para describir las experiencias de clase que se comparten con los alumnos.
Los profesores necesitan saber lo que saben los alumnos y cómo y cuánto van progresando
en sus aprendizajes. En tal sentido utilizan dos tipos de estrategias básicas en relación con la cate-
goría a).
Si bien muchas de las preguntas que los profesores hacen a los alumnos tienen como propósito
lograr el control de los alumnos (Mercer, 1997; Lemke, 1997), otras pueden llegar a ser muy relevan-
tes para el proceso de enseñanza-aprendizaje. Mercer (ob. cit.), por ejemplo, señala que las pregun-
tas más efectivas son aquellas que se hacen con el propósito de guiar los esfuerzos de construcción
de los estudiantes (preguntas tales como: ¿por qué hiciste ... ?; ¿explícame cuál es la razón ... ?, ¿qué
pasaría si ... ?). Estas preguntas, en cierto sentido, ayudan a que el alumno ponga atención sobre
determinados aspectos de los contenidos, o sobre las acciones relacionadas con ellos, y a que se
esfuerce yendo más allá de su comprensión inmediata.
En otros momentos, cuando los docentes están explicando o hacen una pregunta que los alum-
nos no pueden contestar de inmediato, pueden emplear la estrategia de "obtención mediante pis-
tas" que consiste en "conseguir" participaciones o respuestas de los alumnos (según sea el caso) por
vía indirecta, mediante pistas visuales o no verbales (incluso pueden ser verbales). Las pistas son
dadas por el maestro de forma estratégica, buscando no decir la respuesta correcta sino sólo insi-
nuada, y queda en el (los) alumno(s) apoyarse en ellas para dar con la respuesta o la idea que se está
solicitando. El uso de dicha estrategia puede justificarse por el hecho de animar a que los alumnos
participen activamente en el proceso de construcción y a que tomen nota de los aspectos relevantes
que se están tratando.
Los profesores también emplean otra clase de estrategias que esencialmente sirven para
retroalimentar o guiar a los aprendices cuando éstos intervienen por medio de participaciones es-
pontáneas o respuestas dadas a una pregunta del profesor (categoría b) (véase el cuadro 5.6, donde
se ilustran algunas de las estrategias de esta clase).
Una de las estrategias comúnmente empleadas, que sirven para incorporar las participaciones
de los alumnos en el diálogo es la de confirmación de las mismas (por ejemplo, "sí, lo que acabas de
decir está bien dicho ... " [cuando realmente lo sea)). Esta estrategia también sirve para destacar que
lo que ha sido dicho por un alumno, desde el punto de vista del docente, queda legitimado y se
considera correcto.
Otra estrategia, la repetición, también conlleva funciones en el mismo sentido. Consiste en que el
docente repite lo que ha dicho o contestado un alumno con la finalidad de remarcar lo que le parece
que se ha dicho correctamente, y que a su juicio tiene un significado relevante para lo que posterior-
mente será aprendido.
La estrategia de reformulación sirve para dar una versión más ordenada o estructurada de lo
que los alumnos han opinado sin la precisión o habilidad suficiente. Aquí el docente integra lo que
hayan dicho uno o varios alumnos, y al mismo tiempo, recompone lo que considera necesario, para
que quede claro cómo es que habrá de comprenderse y aprenderse.
Una estrategia muy similar a la anterior es la de elaboración, que consiste en ampliar, extender o
profundizar la opinión de algún alumno, o de varios, cuyo punto de vista no ha quedado suficien-
temente claro o que incluso se ha dicho en forma confusa.
Finalmente, los profesores pueden usar dos estrategias adicionales, cuando las respuestas u
opiniones espontáneas de los alumnos son incorrectas, inexactas o inapropiadas. Éstas son las de
PROFESORA: Bien. Acabamos de leer las instrucciones para el experimento, Gary. Que-
remos hablar un poco del equipo de trabajo, ya que vamos a utilizar un felpudo incom-
bustible (FRASE DEL TIPO "NOSOTROS ... ").
Um, Debbie, ¿qué pasa con el felpudo incombustible, por qué es importante? Lo ponemos
en la mesa, ¿no? ¿Por qué? (OBTENCIÓN MEDIANTE PISTAS).
PROFESORA: Sí. Porque alguna cosa del experimento podría quemar la mesa, sí. Y por
eso necesitamos el felpudo incombustible (CONFIRMACIÓN /REFORMULACIÓN).
Está hecho de amianto, material que no arde, y esto nos es muy útil, como ustedes saben.
También vamos a utilizar un trípode. Sarah, ¿por qué utilizamos el trípode? ¿Hannah?
(PREGUNTA).
HANNAH: Para colocar, esto, para que puedas colocar el um, el mechero bunsen debajo y
tener algo para que las cosas se apoyen encima.
PROFESORA: Para que las cosas se apoyen encima, bien ... (REPETICIÓN/CONFIRMA-
CIÓN).
¿Qué hay que hacerle a un mechero bunsen cuando no lo estás utilizando? (PREGUNTA).
PROFESORA: Hay que pasarlo a una llama amarilla (REPETICIÓN). ¿Por qué esto es
importante, Oliver?
PROFESORA: Para que nadie pase el brazo por la flama, bien (REPETICIÓN/CONFIR-
MACIÓN).
rechazar e ignorar, las cuales deben ser empleadas con cierto cuidado, acompañándolas de explica-
ciones sobre por qué no se consideran adecuadas.
Como puede apreciarse, todas las estrategias pertenecientes a la categoría b) se pueden colocar
en un continuo que estaría fundado en el grado de precisión que tienen las participaciones de los
alumnos, y sobre cómo éstas pueden ser o no rescatadas para la creación de una versión construida
conjuntamente por el enseñante y los alumnos. Lo que es indiscutible es que todas las estrategias
llegan a servir para señalizar u orientar al alumno sobre qué debe y qué no debe recuperarse para el
aprendizaje como actividad construida, amén de servir a otros fines.
Respecto a las estrategias de la categoría e), éstas ayudan a que los alumnos perciban la conti-
nuidad de lo que han venido construyendo desde que iniciaron las actividades de enseñanza y
aprendizaje; también sirven para demostrarles cómo las cosas que se han venido aprendiendo con
anterioridad han mejorado sus niveles de comprensión. De nuevo el uso de estrategias en el discur-
so contribuye de manera importante en ello, así como en el proceso de sentar las bases de lo que a
continuación se aprenderá.
Las frases que el profesor utiliza en clase del tipo "Nosotros ... ", donde se involucra él mismo
junto con el grupo clase, es una de las estrategias que se emplean eficazmente para utilizar expe-
riencias y/o conocimientos compartidos, logrados en momentos previos de una secuencia o episo-
dio didáctico, y para ponerlos en relación con otras cuestiones que se están aprendiendo sobre la
marcha. También ayudan a que los alumnos perciban que se ha logrado compartir una serie de
saberes gracias a la experiencia pedagógica compartida.
Las recapitulaciones literales y las recapitulaciones reconstructivas son otras estrategias que los pro-
fesores usan en la clase. Ayudan a restablecer contextos intersubjetivos y, sobre todo, proveen me-
dios eficaces para lograr la continuidad (véase también Coll et al., 1992; Edwards y Mercer, 1988;
Lemke, 1997; Mercer, 1997, y Sánchez, Rosales, Cañedo y Conde, 1994). Dichas recapitulaciones son
resúmenes de lo que se ha dicho o hecho y que se considera valioso aprenderse; son ampliamente
reconocidas como recursos discursivos que ayudan y orientan a los alumnos porque ofrecen un
contexto.
En un trabajo interesante, Sánchez, Rosales, Cañedo y Conde (1994; véase también Sánchez,
1993, y Sánchez, Rosales y Cañedo, 1996) intentaron analizar y comparar el discurso expositivo de
profesores expertos y principiantes, partiendo de la idea de que el discurso puede estudiarse como
un texto. De este modo, la perspectiva teórica central de su estudio la constituyen los trabajos que se
han desarrollado desde la teoría de la comprensión de textos, en particular la teoría macroestructural
de Kintsch y Van Dijk (véase capítulo 7 de la presente obra).
Según estos autores el discurso expositivo pedagógico (como cualquier otro acto comunicativo)
se estructura esencialmente por medio del compromiso entre lo "dado" y lo "nuevo".
El problema del discurso expositivo pedagógico, entonces, se traduce en tres aspectos centra-
les: a) cómo se ha logrado construir o acordar lo ya dado, b) cómo se desarrollará lo nuevo y, por
último, e) cómo puede el enseñante cerciorarse, mediante actividades evaluativas, de que lo nuevo
realmente se ha aprendido y que en adelante pasará a formar parte de lo ya dado.
Lo nuevo, expresado por medio del discurso, tiene que estructurarse adecuadamente para que
sea comprendido por el alumno. Se debe desarrollar en forma apropiada en los niveles micro, macro
.:IIt/J;..a.:g~.1&1:,~n,::,!ifn~,!
~~ra la promocián ,de apren.d!~~Jf~!jp,:ifiCtlttvos
Sin intentar elaborar una reseña minuciosa de dichos trabajos (remitimos al lector interesado a
revisar las obras citadas del grupo de E. Sánchez), lo que nos interesa resaltar son las diferencias
encontradas entre los profesores expertos y los principiantes en la construcción de su discurso
expositivo, a partir de esta propuesta de análisis. De manera simplificada, dichas diferencias encon-
tradas son las siguientes:
• Los profesores expertos crean un contexto cognitivo más completo (evocan contenidos verdade-
ramente conocidos por los alumnos). Emplean más recursos (por ejemplo, evocaciones, indaga-
ciones, uso frecuente de frases tales como: "esto es importante para entender ... ") y los usan en
forma estratégica para crear dichos contextos.
• Los profesores expertos estructuran su discurso de información nueva (un discurso dosificado
de ideas) añadiendo una cantidad significativa de repeticiones, ejemplos simples y recapitulaciones,
entre otras cuestiones. Mientras que los profesores novatos muestran una tendencia opuesta:
introducen una cantidad exagerada de ideas nuevas sin apoyos (como los mencionados a nivel
micro y macroestructural) que les den un buen apuntalamiento y sentido.
• Los profesores expertos usan señalizaciones para identificar y presentar ideas o temas nuevos, y para
demostrar la existencia de continuidad temática, con mayor frecuencia y destreza que los prin-
cipiantes.
• El uso que los expertos hacen de las repeticiones, etcétera, lo aplican estratégicamente a las ideas
más importantes de su discurso. Por ejemplo, las recapitulaciones se utilizan de manera contigua
a la elaboración de una idea muy relevante en la exposición global.
• Los expertos aplican estrategias evaluativas informales (por ejemplo, preguntas dirigidas a los
alumnos para asegurarse de que "se está comprendiendo") para verificar si se comprenden las
ideas principales de su discurso. Los profesores principiantes casi no realizan evaluaciones.
Como podrá concluirse de los trabajos revisados en esta sección, en el discurso del profesor, sea
que éste se estructure por vía predominantemente expositiva y/o que se desarrolle inmerso en un
Una vez más, lo importante es que estas habilidades y estrategias discursivas estén presentes y
que, sobre todo, se intente hacer un uso reflexivo y estratégico de las mismas.
Ilustraciones
Las ilustraciones (fotografías, dibujos, pinturas) constituyen uno de los tipos de información gráfi-
ca más ampliamente empleados en los diversos contextos de enseñanza (clases, textos, programas
por computadora, etcétera). Son recursos utilizados para expresar una relación espacial esencial-
mente de tipo reproductivo (Postigo y Pozo, 1999). Esto quiere decir que en las ilustraciones el
énfasis se ubica en reproducir o representar objetos, procedimientos o procesos cuando no se tiene
la oportunidad de tenerlos en su forma real o tal y como ocurren.
Se han utilizado con mayor frecuencia en áreas como las ciencias naturales y disciplinas tecno-
lógicas, no así en áreas como humanidades, literatura y ciencias sociales, donde generalmente, en
comparación con las anteriores, ha sido menor su presencia.
Se ha dicho con cierta agudeza que una imagen vale más que mil palabras; sin embargo, este
refrán debe relativizarse en función de qué imagen, discurso, convenciones e intérpretes sean a
quienes nos estemos refiriendo. Las imágenes serán interpretadas no sólo por lo que ellas represen-
tan como entidades pictóricas, sino también como producto de los conocimientos previos, las acti-
tudes, etcétera, del receptor.
Precisamente las cuestiones mencionadas son algunas de las características que debemos consi-
derar para el buen uso de las ilustraciones, lo cual quiere decir que para utilizar ilustraciones debe-
mos planteamos de una o de otra forma las siguientes cuestiones: a) qué imágenes queremos pre-
sentar (calidad, cantidad, utilidad); b) con qué intenciones (describir, explicar, complementar,
reforzar); e) asociadas a qué discurso, y d) a quiénes serán dirigidas (características de los alumnos,
como conocimientos previos, nivel de desarrollo cognitivo, etcétera).
No obstante, es indudable reconocer que las ilustraciones casi siempre son muy recomendables
para comunicar ideas de tipo concreto o de bajo nivel de abstracción, conceptos de tipo visual o
espacial, eventos que ocurren de manera simultánea, y también para ilustrar procedimientos o ins-
trucciones (Hartley, 1985).
En los textos, aunque también en las clases escolares, las relaciones establecidas entre discurso
e imágenes pictóricas, muestran una preponderancia a favor del texto, por lo que las ilustraciones
muchas veces sirven para representar algunas cosas dichas en el discurso o bien para complemen-
tar, presentando cierta información adicional a lo que el discurso dice.
Retomando la clasificación de Duchastel y Waller (1979) sobre los tipos de ilustraciones más
usuales que pueden emplearse con fines educativos, proponemos las siguientes:
• Expresiva
• Funcional
• Algorítmica
Descriptiva
Este tipo de ilustraciones muestran cómo es un objeto físicamente, nos dan una impresión holística del
mismo, sobre todo cuando es difícil describirlo o comprenderlo en términos verbales. Lo importan-
te es conseguir que el alumno identifique visualrnente las características centrales o definitorias del
objeto. Las figuras A, B Y e son ejemplos de ilustraciones descriptivas.
Paralela Antiparalela
a) b)
Figura e Enlaces de hidrógeno en: a) la estructura de hoja {3-plegada paralela, en la que todas las cadenas polipeptidicas van en la misma dirección;
y b) hoja {3-plegada antiparalela, en la que las cadenas polipeptídicas van en direcciones opuestas.
Expresiva
A diferencia de las anteriores, las ilustraciones expresivas buscan lograr un impacto en el aprendiz o
lector considerando aspectos actitudinales y emotivos. Lo esencial es que la ilustración evoque cier-
tas reacciones actitudinales o valorativas que interesa enseñar o discutir con los alumnos. La figura
D es un ejemplo de este tipo de ilustración.
Figura D Cada año, los desastres naturales causan la muerte de miles de personas.
Otros ejemplos de ilustraciones expresivas son: fotografías de las víctimas de la guerra, la hambruna
.0los desastres naturales; fotografías o dibujos de un héroe honrando a la bandera para resaltar
valores patrios.
Construccional
Estas ilustraciones resultan muy útiles cuando se busca explicar los componentes o elementos de una
totalidad ya sea un objeto, un aparato o un sistema. Hay que reconocer que entre las ilustraciones
constructivas y los mapas (por ejemplo, croquis, planos, mapas) hay un continuo y constituyen
toda una veta amplia de información gráfica, que bien podría considerarse aparte (véase Postigo y
Pozo, 1999). Lo importante en el uso de tales ilustraciones es que los alumnos aprendan los aspectos
?[~;;¡í,N;;.:;¡;;::;~<
_",,=t'~, '~_"',..;' ~~,
e;
-.
- - Capítulo 5 Estrategias de enseñanza para la p'romoc¡ón de apendzzajes signifi..cativos
estructurales que interesa resaltar del objeto o sistema representado. La figura E es un ejemplo de
ilustración construccional.
Núcleo
Monocristal
Crisol Resistencia de
calentamiento
Figura E Construccional.
Más ejemplos de ilustraciones construccionales son: diagramas de las partes de una máquina; di-fe-
rentes vistas de un transductor neumático; esquema de las partes del aparato reproductor femenino.
Funcional
A diferencia de la anterior, que constituye una representación donde se enfatizan los aspectos es-
tructurales de un objeto o proceso, en las ilustraciones funcionales interesa más bien describir
visual mente las distintas interrelaciones ofunciones existentes entre las partes de un objeto o sistema para
que éste entre en operación. ASÍ, en estas ilustraciones se muestra al aprendiz cómo se realiza un
proceso o la organización de un sistema, y lo relevante es que aprenda y analice sus funciones
locales y globales. La figura F es un ejemplo de ilustración funcional.
• •• •
e_ •
• ----~---. Vaporización
•
.--~-~~--.
"
Figura F Funcional.
AIgorítmica
Este tipo de ilustraciones esencialmente sirve para describir procedimientos. Incluye diagramas don-
de se plantean posibilidades de acción, rutas críticas, pasos de una actividad, demostración de re-
glas o normas, etcétera.
La intención al utilizar estas ilustraciones es conseguir que los aprendices aprendan procedi-
mientos para que después puedan aplicarlos y solucionen problemas con ellos. Un ejemplo se pre-
senta en la figura G.
Más ejemplos: diagrama de los primeros auxilios y pasos a seguir para transportar a una persona
fracturada; esquema con los pasos de un procedimiento para elaborar programas de estudio.
Las funciones de las ilustraciones en un texto de enseñanza son (Duchastel y Walter, 1979;Hartley,
1985; Newton, 1984):
• Permitir la explicación en términos visuales de lo que sería difícil comunicar en forma pura-
mente lingüística.
Se cree que las ilustraciones contribuyen de manera importante a generar elementos de apoyo
para construir modelos mentales, sobre los contenidos a los que se refiere la explicación en clase o el
CREACiÓN DE PLAZAS
Necesidades de
Oficio de
Dependencias creación de
información
nuevas plazas
Necesidades
Estudios Estudio de
de plazas ~ necesidades Control
administrativos
adicionales
Secretaria
general Acuerdo
administrativa
Transferencias y
Presupuesto
ajustes
por programa
presupuestales
altas/bajas
Archivo
de plazas
texto (véase capítulo 7 de esta obra). Por ejemplo, Mayer (1989) demostró que el empleo de ilustra-
ciones (constructivas y funcionales) previo a la exposición de información textual, consistente en
conceptos científicos y de ingeniería, permitían desarrollar modelos conceptuales apropiados, lo
cual mejoraba el aprendizaje (la solución de problemas sencillos) de dicha información.
Asimismo, varios estudios han demostrado que las ilustraciones inducen la formación de imá-
genes mentales en los aprendices o lectores quienes las reciben; de hecho, existe evidencia empírica
que demuestra que las ilustraciones se igualan en efectividad con la instrucción explícita para ela-
borar imágenes mentales (véase Balluerka, 1995).
Después de una amplia revisión de la literatura realizada por Levie y cols. (Levie y Lentz, 1982;
Anglin, Towers y Levie, 1996; véase también Branden, 1996) sobre el uso de las ilustraciones, se
puede concluir que éstas facilitan el aprendizaje cuando se presentan con materiales textuales. Otras
conclusiones más específicas de interés son las siguientes:
b) Cuando las ilustraciones proveen información redundante al texto facilitan el aprendizaje don-
de ocurre tal redundancia.
d) Las ilustraciones pueden utilizarse en ciertas ocasiones como eficaces y eficientes sustitutos de
palabras.
e) Los aprendices pueden fallar para hacer uso efectivo de ilustraciones complejas, a menos que se
les den pistas apropiadas para hacerlo.
f) Las ilustraciones mejoran la disposición del aprendiz y pueden emplearse para evocar reaccio-
nes afectivas.
g) En general, el uso de las ilustraciones favorece más a los estudiantes de menor edad y con
escasa habilidad verbal; aunque habría también que tomar en cuenta aquí los estilos cognitivos
y las preferencias de codificación que tienen los alumnos (Hernández y García, 1991).
h) Las ilustraciones suelen ser más útiles para los malos que para los buenos lectores.
i) Las variables de las ilustraciones tales como: tamaño, posición en la página, estilo, color y grado
de realismo llegan a afectar la atención; pero no necesariamente constituyen ayudas adicionales
significativas para el aprendizaje.
Vale la pena reiterar que el simple uso cosmético de las ilustraciones en los textos no conduce a
nada y menos cuando la dificultad del texto es alta, porque surge un efecto distractor más que
facilitador. De este modo, resulta necesario cuidar que las ilustraciones sean utilizadas como verda-
deros apoyos de los contenidos que se consideran valiosos a aprender (véase Pérez, Llorente y
Andrieu, 1997).
1. Seleccionar las ilustraciones pertinentes que correspondan con lo que se va a aprender. Es con-
veniente tener muy claro qué función desempeñará la ilustración cuando sea utilizada.
2. Incluir ilustraciones que tengan estrecha relación con los contenidos más relevantes que a ense-
ñar (Anglin, Towers y Levie, 1996; Hernández y García, 1991). Es necesario colocarlas cerca del
contenido al que se refieren. Es mejor incluir unas cuantas ilustraciones que se relacionen con
las ideas relevantes y entre sí mismas, que incluir demasiadas ilustraciones inconexas o decora-
tivas que provoquen saturación.
3. Vincular de manera explícita las ilustraciones con la información que representan. En el caso de
un texto, pueden emplearse pies de figura y referencias a las ilustraciones (por ejemplo: "véase
la figura número 7 donde se observa que ... "). Una ilustración inconexa no favorece el aprendi-
zaje y el alumno tiende a "saltarla" al revisar el texto.
4. Las ilustraciones a color serán preferibles a las de blanco y negro sólo si esta dimensión añade
información relevante sobre el contenido que se ilustra, o si se busca realzar el atractivo del
material. De no ser así, el color influye poco en el aprendizaje.
6. Es preferible que las ilustraciones sean "autocontenidas" en el sentido de aclarar, por sí mis-
mas, qué están representando.
7. Son preferibles las ilustraciones completas y realistas que las abstractas, sobre todo para el caso
de estudiantes de poca edad.
Antes de terminar este apartado, mencionaremos otros recursos representacionales, más allá de
las ilustraciones, que pueden emplearse sobre todo en las aulas; éstos son: las dramatizaciones, los
modelos y lo que algunos autores denominan realía (Eggen y Kauchak, 1999). Dichos recursos son
variedades del continuo constituido entre las representaciones pictóricas y lo real.
Los modelos permiten representar cómo son o funcionan ciertos objetos, procesos o situacio-
nes. En cierto modo, son emulaciones especialmente diseñadas a partir de lo que hemos llegado a
saber de la porción de la realidad a la que se refieren.
Así, su función principal como recurso instruccional (diseñado y utilizado por el enseñante) o
de aprendizaje (diseñado por el aprendiz) consiste en ayudar a los aprendices a identificar y com-
prender características de lo real que de otro modo resultarían difíciles de entender para ellos.
Dentro de las simulaciones utilizadas en la enseñanza podemos distinguir dos tipos: las simulacio-
nes simbólicas y las experienciales (Gredler, 1996). Las simulaciones simbólicas son una forma de
"modelización" posible gracias a los recursos de la tecnología informática.
Una simulación simbólica es una representación dinámica del funcionamiento de algún univer-
so, sistema o fenómeno por medio de otro sistema (en este caso la computadora). En particular,
constituye un recurso especialmente valioso para las situaciones pedagógicas.
Por otro lado, las simulaciones experienciales, también conocidas como dramatizaciones, son
representaciones donde el aprendiz puede tener la oportunidad de participar dentro de la simu-
lación. Se prestan mucho para emular eventos, acontecimientos o temas sociales. Proponer una
dramatización en clase puede ser una experiencia que motive mucho a los participantes de la mis-
ma y a los alumnos en general. Aunque tal vez lleve un poco de tiempo su preparación, los resulta-
dos sobre la motivación de los alumnos son más que evidentes.
Finalmente, se encuentra el campo del realia que mientras sea posible, debe abrirse y preferirse
para gozo de los aprendices. No hay nada como los objetos auténticos y tangibles. Todos los recursos
anteriores, incluyendo las ilustraciones, son modos de representar lo real para los alumnos y cada
uno de ellos lo hará con cierto grado de fidelidad y éxito; pero siempre seguirá siendo un sustituto al
que se recurre porque muchas veces los objetos reales no pueden llevarse a las aulas, o porque llevar
una ilustración, un modelo o una simulación puede resultar menos costoso y más práctico.
Siempre que sea posible y de acuerdo con los fines pedagógicos que se persigan, será mejor
presentar ante los ojos de los alumnos objetos reales y tangibles, que ellos observen y experimenten
directamente.
Gráficas
Las gráficas son otro tipo más dentro de los distintos tipos de información gráfica (véase Postigo y
Pozo, 1999). Se trata de recursos que expresan relaciones de tipo numérico o cuantitativo entre dos
o más factores o variables por medio de líneas, sectores, barras, etcétera.
Las gráficas básicamente son de dos tipos: lógico-matemática (gráficas tipo polígono) y de arre-
glo de datos (gráficas tipo histogramas, tipo "pastel", etcétera).
Gráfica lógico-matemática
Otros ejemplos son: gráficas de la curva de la pérdida de la audición en función de la edad y sexo:
gráfica del desarrollo infantil en el área de adquisiciones psicomotoras; gráfica de la variación de la
presión atmosférica en relación con la altitud sobre el nivel del mar.
d
50
45
40 /
35 / ;,
30 /
25 V
20
V
15 V
10
/
5
/
/
o 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Para el caso de las gráficas, es menester que los alumnos aprendan cómo interpretarlas (algo que
algunos autores han denominado alfabetización gráfica o graphicacy, véase Postigo y Pozo, 1999), de
lo contrario su utilización como estrategias no tendría ningún sentido para ellos. De hecho, esta
Alumnos Personal
docente
NOTA: En los datos de educación superior hay diferencias con los que publica la SEP, lo cual se debe a los distintos
tratamientos, agrupamientos y a los plazos de recolección.
• No incluye técnico superior universitario: 8561 alumnos en 1996 ni capacitación para trabajo: 407.7 mil alumnos,
19899 docentes y 463.4 mil alumnos y 26 099 docentes en 1996.
•• Por acuerdo presidencial, en marzo de 1984 la educación normal recibió el carácter académico de licenciatura .
••• Datos preliminares.
FUENTE: Dirección General de Planeación, Programación y Presupuesto, SEP, para educación superior anuarios esta-
dísticos de la ANUlES.
alfabetización gráfica se considera cada vez más necesaria en un mundo de información, dentro y
fuera de la escuela, plagado de un sinfín de información gráfica (ilustraciones, gráficas, diagramas,
mapas, planos, etcétera) en todas las áreas del conocimiento.
• Ayudan a comprender mejor las relaciones cuantitativas que si éstas se expresaran en forma
puramente verbal. Es más, muchas relaciones cuantitativas son difíciles de comprender si no se
utilizan las gráficas.
Varias de las recomendaciones en el uso y diseño de las ilustraciones son comunes a las de las
gráficas. A continuación exponemos las más asociadas con estas últimas:
2. Se requiere vincular de manera explícita las gráficas con la información que representan. Es
indispensable rotularlas y aclarar qué fenómenos o variables se están representando.
3. Deberán emplearse dentro del texto pies de figura y referencias a las ilustraciones (por ejemplo:
"véase la gráfica número x que ilustra ... "). Una gráfica aislada no le dice nada al alumno o al
lector.
4. Con las ventajas técnicas existentes hoy en día, las gráficas pueden elaborarse en formas
sofisticadas (uso del color, diseño tridimensional, etcétera); pero hay que cuidar que siempre
dejen en claro las relaciones cuantitativas que interesa discutir con los alumnos.
5. Con las gráficas llega a darse el caso de que el texto dependa de lo que la gráfica describe (y no
al revés como con muchas ilustraciones); es decir, la relación verboicónica puede basarse menos
en el texto y más en la gráfica, por tal razón es importante presentar gráficas bien diseñadas y
adjuntar explicaciones adecuadas a ellas, para que, al mismo tiempo que enseñan el contenido
que interesa resaltar, vayan mostrando al alumno-lector cómo hacer una lectura de la misma en
forma apropiada y promoverse así la doble lectura texto-gráfica.
Preguntas intercaladas
Las preguntas intercaladas son aquellas que se plantean al alumno a lo largo del material o
situación de enseñanza y tienen como intención facilitar su aprendizaje. Se les denomina también
preguntas adjuntas o insertadas (Balluerka, 1995; Hernández y Carda, 1991; Rickards y Denner,
1978; Rickards, 1980).
Esta estrategia de enseñanza ha sido ampliamente investigada sobre todo en el campo del dise-
ño de textos académicos. Por tal razón, nuestra exposición se centrará principalmente en el ámbito
de tal modalidad.
Las preguntas intercaladas, como su nombre lo indica, se van insertando en partes importantes
del texto cada determinado número de secciones o párrafos, de modo que los lectores las contestan
a la par que van leyendo el texto.
Los dos primeros procesos son los que se encuentran más involucrados en el uso de las pregun-
tas, y si éstas se elaboran correctamente (preguntas de alto nivel) es factible abarcar los tres.
Según Rickards y Denner (ob. cit.) es posible identificar varios factores críticos en su uso: a) la
posición, b) la frecuencia, e) el nivel de procesamiento que demandan y d) la interacción entre ellos.
En relación con la posición que guardan con el contenido a aprender, las preguntas se clasifican
en prepreguntas y pospreguntas.
Las prepreguntas se emplean cuando se busca que el alumno aprenda específicamente la infor-
mación a la que hacen referencia (aprendizaje intencional), por lo que su función esencial es la de
focalizar la atención sobre aspectos específicos. En tanto que las pospreguntas deberán alentar a que
el alumno se esfuerce en ir "más allá" del contenido literal (aprendizaje incidental), de manera
que cumplan funciones de repaso, o de integración y construcción.
El número de párrafos en que deberán intercalarse las preguntas, por supuesto, no se halla
establecido; el diseñador lo seleccionará considerando que se haga referencia a un núcleo de conte-
nido importante.
La frecuencia de las preguntas dentro de un texto también se fija a criterio, advirtiéndose que
conviene no abrumar al aprendiz con un número exagerado de ellas. Además, se ha comprobado
que el factor frecuencia no parece ser tan relevante, puesto que lo más importante es la calidad de
las preguntas que se elaboran.
Respecto al nivel de procesamiento que demanda la pregunta, podemos identificar, por un lado,
las preguntas que inducen un procesamiento superficial de la información, en tanto que solicitan al
lector el recuerdo literal y de detalles sobre la información (preguntas factuales o reproductivas); y
por otro lado, las que promueven el procesamiento profundo por que demandan la comprensión
inferencial, la aplicación y la integración de la información (preguntas implícitas y constructivas).
Al comparar la eficacia de estas dos clases de preguntas en el recuerdo y comprensión de la infor-
mación, se ha demostrado que las preguntas que exigen un nivel de procesamiento profundo de
información son las que producen un mayor recuerdo de la información leída (Hernández y García,
1991).
Por lo general, en los libros de texto las preguntas intercaladas se redactan bajo la modalidad de
reactivos de respuesta breve o completamiento; aunque es posible emplear, siempre que sea perti-
nente, otros tipos de reactivos, o bien, referirse a respuestas de tipo ensayo o a actividades de otra
índole.
Al mismo tiempo que se introducen las preguntas, se le puede ofrecer al aprendiz retroalimenta-
ción correctiva (es decir, se le informa si su respuesta a la pregunta es correcta o no y por qué). En ese
sentido, las preguntas intercaladas también pueden ayudar a supervisar el avance gradual del lec-
tor-estudiante, cumpliendo funciones de evaluación formativa.
Por lo anteriormente expuesto, es posible afirmar que las principales funciones de las pregun-
tas intercaladas son (véase Hernández y García, 1991):
La parte sur de Mala puede ser descrita como un desierto. Las lluvias acumuladas son de
menos de dos pulgadas al año. El suelo es rocoso y arenoso, y durante el verano las tem-
peraturas han llegado a ser hasta de 57° centígrados.
La historia de Mala ha estado marcada por la explotación. Los primeros esclavos fue-
ron forzados a salir de Mala para ser llevados a Europa en 1860. Cuando los europeos
llegaron a colonizar Mala, nunca les pagaron a los nativos por la tierra que ocuparon.
Antes de la llegada de los europeos, tribus de árabes nómadas frecuentemente saqueaban
Mala.
d) ¿Por qué se afirma que las condiciones geopolíticas de Mala no la han hecho progresar
social y económicamente?
La pregunta e) es una pospregunta que requiere que el alumno haga una inferencia y
~ conozca el significado del término colonialismo.
1. Es conveniente su empleo cuando se trabaja con textos extensos que incluyen mucha informa-
ción conceptual, o cuando se demuestra que es difícil para el alumno inferir cuál es la informa-
ción principal o integrarla globalmente. Se recomienda hacer un análisis previo de las partes
del texto que contienen la información central o identificar los contenidos que interesa que los
lectores-alumnos aprendan, para posteriormente hacer una inserción apropiada y pertinente
de las preguntas, ya sea antes o después de los párrafos, según sea lo que interese resaltar o
promover.
4. Se sugiere dejar al alumno un espacio para escribir la respuesta. Esto es más conveniente que
sólo pedirle que la piense o verbalice.
5. Se deben proporcionar instrucciones apropiadas (pueden ponerse al inicio del texto) al lector
sobre cómo manejar las preguntas intercaladas, indicándole que no las salte.
6. Tienen que ofrecer retroalimentación correctiva si se desea monitorear el aprendizaje del alum-
no. Es conveniente no presentarle en forma inmediata o adyacente la respuesta, para no inducir
a su simple copia; puede prepararse una sección especial con la retroalimentación.
Resumen
Una práctica muy difundida en todos los niveles educativos es el empleo de resúmenes sobre el
material que se habrá de aprender. No debemos olvidar que como estrategia de enseñanza, el resu-
men será elaborado por el profesor o el diseñador de textos, para luego proporcionárselo al estu-
diante como una propuesta mejor organizada del cúmulo de ideas que ya se han discutido o ex-
puesto.
Un resumen es una versión breve del contenido que habrá de aprenderse, donde se enfatizan
los puntos más importantes de la información. Dicho en términos de Kintsch y Van Dijk un resu-
men alude directamente a la macroestructura de un discurso oral o escrito (véase capítulo 7). Para
construir la macroestructura de un texto es necesario aplicar las macrorreglas de supresión, genera-
lización o construcción (véase cuadro 5.10 que se refiere a las macrorreglas) (Kintsch y Van Dijk,
1978;Sánchez, 1993;Van Dijk o Kintsch, 1983).
Para elaborar un resumen de un texto cualquiera, se tiene que hacer necesariamente una
jerarquización de la información contenida en él, en términos de su importancia (dicha jerarquización
en ocasiones está claramente marcada en el texto original, pero en otras no y corre a cargo del
procesamiento del lector).
Se supone que la información de mayor nivel de jerarquía, es decir, aquella que se considera de
mayor importancia, será la información mejor recordada. A este efecto se le ha denominado en la
Macrorregla de supresión u omisión
• Suprimir información que puede ser importante, pero que es redundante o repetitiva.
Ejemplo tomado del primer párrafo del texto "El ciclo del agua en la naturaleza" (véase más
adelante):
El agua que existe en la naturaleza, di~t7 ibttitlt! el! mtlle~, , í(j~, mtl7!tmtítll:t:~ y l:tts(j~ (supresión de
información secundaria), puede cambiar de estado por la aeei6lt de diveI~o~ faeto[e~ del medio
(supresión de información redundante), y así pasar del estado gaseoso al líquido o al sólido en una
serie de transformaciones que forman un ciclo.
Macrorregla de generalización
En el texto se habla de estados "gaseoso", "líquido" y "sólido", lo cual puede sustituirse por un concep-
to supraordinado, por ejemplo "estados de la materia".
En los distintos párrafos finales (párrafos del tercero al sexto), se habla de las fases del ciclo
del agua, lo cual puede expresarse del siguiente modo si aplicamos la macrorregla de cons-
trucción:
"Las distintas fases del ciclo del agua son manifestaciones de cambios de un estado a otro de
la materia."
~_.'1'!1~-~
literatura "efecto de los niveles u (véase Carcía, Elosúa, Gutiérrez, Luque y Gárate, 1999; Sánchez,
1993).
Así, en la elaboración del resumen, los lectores deben ser sensibles a los distintos tipos de infor-
mación en la jerarquía del texto procesado, para proceder seleccionando los contenidos clave omi-
tiendo paralelamente la información trivial y de importancia secundaria (aplicación de las
macrorreglas de supresión). Aunque también deben realizar operaciones más sofisticadas de con-
densación, integración y de construcción de la información (macrorreglas de generalización y cons-
trucción), sobre todo cuando se trata de discursos largos y complejos.
Estas macrorreglas se aplican en forma inteligente (razón por la cual se les ha denominado
también macroestrategias) sobre la microestructura del texto constituyendo así la macroestructura.
Además, es posible aplicar las macrorreglas (si así se desea) en forma recursiva no sólo al discurso
original (o a su microestructura) sino también a las distintas versiones macroestructurales ya cons-
truidas.
Aun así, aparte todavía es necesario realizar un trabajo de redacción para darle coherencia a la
información seleccionada y condensada utilizando expresiones globales metasemánticas (por ejemplo
"este discurso tratará sobre ... u, "el tema más relevante es u, "lo esencial. .. u, etcétera), indicadores
de resumen o reformuladores recapitulativos (U para resumir u, u en pocas palabras ... u, u en suma ... u,
u en conclusión ", etcétera) y/o de relevancia (véase el uso de adverbios ponderativos tales como:
u esencialmente ", "especialmente ... ", y expresiones como "recalcar. ..", "hay que hacer hincapié ... ",
etcétera) (véase Álvarez, 1998; Portolés, 1998).
Un buen resumen debe comunicar las ideas de manera expedita, precisa y ágil. Puede incluirse
antes de la presentación del texto o de una lección, en cuyo caso sería una estrategia preinstruccional;
o bien, aparecer al final de estos elementos, funcionando como estrategia postinstruccional. Pero
también es posible construirlo en forma acumulativa, en conjunción con los alumnos durante la
secuencia de enseñanza, en cuyo caso fungiría como estrategia coinstruccional.
• Ubicar al alumno dentro de la estructura u organización general del material que se habrá de
aprender.
Por lo general, un resumen se elabora en forma de prosa escrita, aunque también llega a dise-
ñarse esquemáticamente numerando o marcando las ideas principales; o bien, representándolo con
ciertos apoyos gráficos (cuadros sinópticos o mapas que expresen los conceptos más importantes y
sus relaciones; véase más adelante). .
El agua que existe en la naturaleza, distribuida en mares, ríos, manantiales y lagos, puede
cambiar de estado por la acción de diversos factores del medio, y así pasar del estado gaseoso
al líquido o al sólido en una serie de transformaciones que forman un ciclo.
Durante la evaporación, el agua pasa del estado líquido al gaseoso; este fenómeno se realiza
principalmente por la acción de los rayos solares sobre las capas superficiales del agua. Al
pasar al estado gaseoso, el agua sube en forma de vapor a las capas superiores de la atmósfera.
La filtración consiste en el paso del agua a través de la tierra; es abundante cuando cae en
bosques y ayuda a constituir depósitos de agua subterráneos. Las corrientes que se forman
brotarán en manantiales que permitirán satisfacer necesidades humanas.
En la fase de escurrimiento una parte del agua que cae, corre de las partes altas a las bajas,
formando los ríos y arroyos que llegarán al mar. De esta manera se cierra el ciclo del agua.
Conceptos esenciales del texto: a) ciclo, b) ciclodel agua, e) cambio de estado, d) evaporación, e)
condensación, fJ precipitación, g) filtración y h) escurrimiento.
El agua que se encuentra en la naturaleza puede pasar de un estado físico a otro (SUP deller párrafo)
formando Uli ciclo (GEN) que se repite periódicamente" (SUP del 2° párrafo/CONS).
{"En resumen, durante este ciclo, el agua pasa primero del estado líquido al gaseoso (evaporación)
debido al calor de los rayos solares (SUP de13er párrafo). Después, el vapor formado se convierte en
gotas que forman nubes (condensación), y cuando estas gotas se unen, caen por su propio peso (precipi-
tación) (SUP / CONS: 4° párrafo). Por último, una parte de esta agua es absorbida por la tierra (filtra-
ción); mientras que otra corre a través de ella para llegar al mar, donde el ciclo comienza de nuevo
(escurrimiento). (SUP /CONS: 5° y 6° párrafos) }(CONS).
1. Diseñar resúmenes cuando el material que habrá de aprenderse sea extenso y contenga infor-
mación con diferentes niveles de importancia; es decir, cuando pueda jerarquizarse toda la in-
2. En el caso contrario, cuando el material de por sí ya viene condensado o casi está conformado
por información clave, más que elaborar un resumen puede convenir darle una organización
alternativa al contenido, empleando una estrategia de organización gráfica (un cuadro sinópti-
co o un mapa conceptual).
Organizadores gráficos
Ampliamente utilizados como recursos instruccionales, los organizadores gráficos se definen como
representaciones visuales que comunican la estructura lógica del material educativo (Armbruster,
1994; Trowbridge y Wandersee, 1998; West, Farmer y Wolff, 1991).
Son de gran utilidad cuando se quiere resumir u organizar corpus significativos de conocimien-
to y pueden emplearse, como estrategias de enseñanza, tanto en la situación de clase como en los
textos académicos. También es posible enseñar a los alumnos a utilizados como estrategias de apren-
dizaje. La efectividad en ambos casos ha sido ampliamente comprobada en la mejora de los proce-
sos de recuerdo, comprensión y aprendizaje sea por vía textual o escolar (véase revisiones de
Armbruster, ob. cit.; Ogle, 1990; West, Farmer y Wolff, ob. cit.).
Existe una amplia variedad de organizadores y también varios intentos de clasificación desa-
rrollados en la literatura especializada (véase al respecto Trowbridge y Wandersee, ob. cit.; West,
Farmer y Wolff, ob. cit.).
En este apartado vamos a centramos en sólo algunos tipos de organizadores gráficos, ya que
otros se tratarán en distintos apartados de este mismo capítulo (los mapas y redes conceptuales son
para algunos autores organizadores gráficos al igual que los "organizadores textuales").
Por tales razones, nos limitaremos a presentar aquí los distintos tipos de cuadros sinópticos
(también llamados: marcos, grillas o tramas) y los diagramas simples que jerarquizan la informa-
ción.
Un cuadro sinóptico proporciona una estructura coherente global de una temática y sus múlti-
ples relaciones. Organiza la información sobre uno o varios temas centrales que forman parte del
tema que interesa enseñar.
Sirven para diseñar la instrucción o como estrategia de enseñanza para textos o su empleo en
clase. También los alumnos pueden aprender a elaborados para ser utilizados como estrategias de
aprendizaje.
El llenado de las celdas se realiza por el docente o el diseñador de un texto según sea el caso.
Pero también es factible que los alumnos lo lleven a cabo de forma individual, en pequeños grupos
o colectivamente con el grupo-clase, conformándose dinámicas distintas en cada caso.
Existen básicamente dos tipos de cuadros sinópticos: simples y de" doble columna". Los prime-
ros se elaboran en forma un tanto "libre" de acuerdo con la especificidad de los aspectos semánticos
de la información que va a ser organizada; y los segundos, con base en ciertos patrones de organiza-
ción prefijados (véase Armbruster, ob. cit.; Harrison, 1994).
Para construir un cuadro sinóptico simple sólo basta con saber cuál es la información central
que interesa destacar. Esta información central son los temas o conceptos principales que en el cuadro
se desarrollarán en función de ciertas variables o características. En este sentido, una primera tarea
básica para su elaboración consiste en identificar los temas o conceptos, y lo que se quiere decir en
tomo a ellos.
Para el diseño del cuadro propiamente dicho, se recomienda que los temas centrales o conceptos
clave se pongan como etiquetas en la parte izquierda de las filas (de arriba a abajo) y que en la parte
superior de las columnas se coloquen las etiquetas de las ideas o variables que desarrollan dichos temas
(de izquierda a derecha). En un momento determinado los temas también llegan a incluir subtemas
que se añadirán subdividiendo las filas correspondientes.
Hay ocasiones en que es recomendable colocar los temas en las columnas (cuando sólo son dos
temas que interesa por ejemplo comparar) y las variables en las filas (cuando son muchas varia-
bles).
Para lograr un buen diseño y así ayudar a que los alumnos comprendan más fácilmente la
lógica del cuadro, se deben tomar en cuenta los aspectos siguientes: 1) analizar cuál es la distribu-
ción que conviene para su mejor comprensión, 2) que los temas clave que interesa revisar o discutir
sean señalizados de algún modo (uso de mayúsculas, negrillas, color, etcétera) para que se distin-
gan de las variables, y 3) seguir las convenciones que nos rigen en la escritura occidental al hacer el
prellenado o el llenado de los cuadros, es decir, escribir de derecha a izquierda, de arriba abajo y de
lo simple a lo complejo.
El cuadro 5.11 muestra un ejemplo de cómo elaborar un cuadro. En este caso nos interesa orga-
nizar la información sobre los distintos tipos de memoria. Para ello, es necesario identificar los tipos
de memoria porque constituirán los temas de nuestro interés para la elaboración del cuadro. Se
trata de los siguientes: memoria sensorial, memoria a corto plazo y memoria a largo plazo.
I
.'.mf1'!l_~'!.~~dM""1'<. •• '<'1,. .~;;<~
·)~JCU.A~RO
5.11 ·Ejemp'~:~~1.U;r,~~_~~P.~~tstIJÓp~~CÓ
~il!'ple, .
, .~t 9" <... > __ l.""'" >l. "'. _~~~.~,Il,}:,,~,!t....,.,it\.· f<'lió;::~"""'_'" •• ;. .~•••• '.. 'j
Para dichos temas de información es vital desarrollar cada una de las variables siguientes: ca-
pacidad de almacenaje, duración de almacenamiento, modo de almacenaje y tipo de pérdida de la
información,
Los tipos de memoria los colocamos en la parte derecha de las filas (de arriba abajo y de la más
simple a la más compleja) y las etiquetas de las variables mencionadas en la parte superior de las
columnas (de izquierda a derecha). De esta forma el cuadro queda como se indica areriba.
Así, en el cuadro 5,11, se analiza cada tema por separado (por ejemplo, analizar las característi-
cas de la memoria sensorial en relación con las variables de interés). Al mismo tiempo podrán
establecerse comparaciones entre los tres tipos de memoria (por ejemplo, ofrecer ejemplos, sacar
implicaciones, etcétera); también, lograr una visión de conjunto de todo el sistema para enfatizar,
por ejemplo, la complejidad del sistema global, comparando las tres columnas y considerando to-
das las variables.
Armbruster (ob. cit.) comenta que la facilidad para elaborar un cuadro depende tanto de los
conocimientos previos pertinentes a la temática general (y los distintos temas que la componen)
que posee la persona que lo elabora, como de la habilidad para identificar las variables o ideas que
se desee representar en el mismo.
Por otro lado, los cuadros sinópticos de doble columna (véase Harrison, ob. cit.) siguen cierto
formato organizacional basado en las relaciones que representan. De este modo, una vez identifica-
do el tema o categoría central, es posible elaborar cuadros sinópticos donde las columnas expresen
las siguientes relaciones:
• Causas / Consecuencias
• Gusto/Disgusto
• Teoría/Evidencia
• Problema/Solución
• Antes/Después
• Acciones/Resultados
Las variables o categorías de las filas pueden ser aquellas que interese desarrollar para el tema
central. Los siguientes cuadros representan ejemplos de cuadros sinóptico s de doble columna:
CAUSAS CONSECUENCIAS
Económicas
Políticas
Sociales
•
-- --- ~~-- - ~- ~ --
TEORÍA EVIDENCIA
Psicogenética
(Piagetiana)
Sociocultural
(Vigotskiana)
Como podrá notarse, los cuadros sinópticos anteriores están constituidos por "dos columnas"
en las que se expresa la relación central que interesa resaltar. Las relaciones mencionadas arriba son
algunas de las más típicamente empleadas en las situaciones de enseñanza y en los libros de textos
de diferentes disciplinas o áreas curriculares. Para el cuadro 5.12 de doble entrada" causal conse-
cuencia", la temática fue el "Movimiento de Independencia" y las variables (que se siguen colocan-
do en las filas) serían los aspectos económicos, políticos y sociales. En el cuadro 5.13,la temática fue
"Teorías evolutivas que explican la autorregulación".
Otra modalidad de los cuadros la constituyen los llamados cuadros C-Q-A (véase Ogle, 1990).
Dichos cuadros de tres columnas han sido ampliamente utilizados con buenos dividendos en el
aprendizaje de los alumnos.
La estructura y función del cuadro C-Q-A se realiza del siguiente modo (véase cuadro 5.14):
b) A continuación se pide que se preparen los cuadros C-Q-A con tres columnas y dos filas (hojas
de trabajo).
c) La primera columna se denomina "Lo que se conoce" (se simboliza con la letra C) y se utiliza
para anotar lo que ya se sabe en relación con la temática, ya sea que se trate de hechos, concep-
tos o descripciones, a manera de lista o clasificados.
d) La segunda columna sirve para anotar "Lo que se quiere conocer o aprender" (se corresponde
con la letra Q).
e) En el espacio de la tercer columna se anota "Lo que se ha aprendido", aunque también puede
ponerse simultáneamente, si se desea, "Lo que falta por aprender" (se representa con la letra A).
Lo que se quiere
Lo que se conoce conocer/aprender Lo que se ha aprendido
(C) (Q) (A)
El llenado del cuadro C-Q-A se realiza durante todo el proceso de instrucción. Las dos primeras
columnas deben llenarse al inicio de la situación de enseñanza-aprendizaje, para provocar que los
alumnos logren activar sus conocimientos previos y desarrollen expectativas apropiadas. La tercer
columna puede irse llenando durante el proceso instruccional o al término del mismo.
La comparación y relación entre las primera y tercera columnas, evidentemente, resulta útil
para establecer un enlace más claro entre los conocimientos previos y el reconocimiento de la infor-
mación nueva que se ha aprendido. Y, en general, las tres columnas permiten que los alumnos
reflexionen y tomen conciencia (metacognitiva) de lo que no sabían al inicio de la situación
instruccional y lo que han logrado aprender al término del proceso, además de cómo se relaciona
una cosa con la otra. .
Cada alumno va llenando su tabla individualmente o por grupos pequeños. También el profe-
sor puede colocar un cuadro en el pizarrón o un acetato, donde se integren las participaciones de los
alumnos.
En varios trabajos, se demuestra que los cuadros C-Q-A se han empleado como estrategia de
aprendizaje (Ogle, 1990; Wray y Lewis, 2000); aunque también se utilizan como estrategia de ense-
ñanza. De hecho, pueden ocuparse primero como estrategia de enseñanza interactiva, para organi-
zar lo que se sabe y lo se ha aprendido, y posteriormente enseñarle a los alumnos cómo usarlos en
la clase o cuando se enfrenten a textos académicos. La enseñanza como estrategia de aprendizaje se
efectúa según las recomendaciones plasmadas en el capítulo 6.
1. No use los cuadros de forma indiscriminada; altérnelos con algún otro tipo de organizador
gráfico.
2. Dos preguntas centrales en la elaboración de los cuadros sinópticos de cualquier clase serían las
siguientes: a) ¿Cuáles son las categorías, grupos o ejemplares importantes de información aso-
~'Y\',~'J~ "I::.,r,.. H"."lt ~.'- • ,,-I.,~~~ l••• ~ .••m
Estrategiasd'fHW/tt1..~~~P;~:~
.~qP/()?TlOCtóJ 1~
ajJ:;,~ndizajessignin.cativos
ciados con la temática que se va a representar? y b) ¿Cómo podrían subdividirse tales catego-
rías, grupos o ejemplares? (Véase Armbruster, 1996.)
4. Emplee los cuadros sinópticos de diversas formas: preséntelos llenos por completo, llénelos
con los alumnos en una situación interactiva, presénteles el formato y que los alumnos realicen
el llenado, o simplemente solicíteles que los diseñen y elaboren por completo. Los distintos
usos comentados nos permiten interpretar a los cuadros sinópticos (como sucede con otras
estrategias, por ejemplo, los resúmenes escritos, los mapas conceptuales, los organizadores tex-
tuales, etcétera) como recursos de enseñanza y aprendizaje en el más amplio sentido: en unas
ocasiones con la tendencia a ser utilizados como genuinas estrategias de enseñanza y, en otras,
como potentes estrategias de aprendizaje.
Finalmente, existen otros organizadores gráficos muy utilizados en las escuelas y en los textos que
también sirven para organizar la información, los más conocidos son los" diagramas de llaves", los
"diagramas arbóreos" y los "círculos de conceptos". En todos estos casos, la información se organi-
za de modo jerárquico, estableciendo relaciones de inclusión entre los conceptos o ideas, por lo que
constituyen organizadores alternativos a los mapas conceptuales, aunque carecen de algunos bene-
ficios que estos últimos tienen (los mapas especifican más las relaciones entre conceptos, incluyen
relaciones cruzadas, etcétera).
Objetivos
Organizadores previos
Preinstruccionales
Actividad generadora
de información previa
Señalizaciones
Estrategias Coinstruccionales Ilustraciones
de enseñanza Analogías
Mapa conceptual
Resúmenes
Postinstruccionales Mapa conceptual
Organizadores gráficos
Los diagramas de árbol se elaboran estableciendo las relaciones jerárquicas de arriba hacia aba-
jo (como en la figura 5.3) o de abajo hacia arriba (por ejemplo, en los diagramas de árbol muy
usados en biología que explican las taxonomías o la evolución de las especies).
Por otro lado, un ejemplo de círculo de conceptos es el de la figura 5.4. Siendo un poco más
explícitos para el caso de los círculos de conceptos, algunos autores han propuesto ciertas recomen-
daciones para su elaboración (Trowbridge y Wandersee, 1998, p. 113). De éstas, las más importantes
son las siguientes:
• Considere que el círculo debe tener una etiqueta que representa dicho concepto.
• Para demostrar relaciones inclusivas puede dibujar un círculo pequeño dentro de un círculo
mayor. Cada círculo deberá tener su propio concepto y etiqueta.
• Los conceptos que sean mutuamente excluyentes deben representarse por círculos separados.
• Cuando quiera mostrar características comunes entre conceptos dibuje círculos sobrelapados
parcialmente (círculos en intersección) y etiquete en forma apropiada.
• Puede utilizar el tamaño en los círculos representados para indicar el nivel de especificidad de
cada concepto o la cantidad relativa de instancias.
• El título que describe al diagrama debe colocarse en la parte superior del mismo. Se recomienda
incluir una oración explicativa debajo del diagrama.
Como podrá observarse, cada uno de los tres tipos anteriores de diagramas presentan jerar-
quías de información sobre temas, categorías o conceptos. En ellos, existe un concepto o idea central
inclusora yuna serie de ideas que establecen relación de inclusión.
Los diagramas son de muy fácil elaboración y no sólo se utilizan como estrategias de enseñanza
para organizar la información nueva, sino que también es posible motivar a los alumnos para que
los usen como estrategias de aprendizaje.
Mapas y redes conceptuales
De manera general, se afirma que los mapas y las redes conceptuales son representaciones gráficas
de segmentos de información o conocimiento conceptual.
Como estrategias de enseñanza, por medio de dichas técnicas representamos temáticas de una
disciplina científica, programas de cursos o currículos; además podemos utilizarlas como apoyos
para realizar procesos de negociación de significados en la situación de enseñanza (presentarle al
aprendiz los contenidos curriculares que aprenderá, está aprendiendo o ya ha aprendido). Así, el
docente los emplea, según lo requiera, como estrategias pre, co o postinstruccionales.
Los mapas y las redes poseen algunas similitudes; aunque también ciertas diferencias que va-
mos a exponer a continuación.
Al vincular dos conceptos (o más) entre sí se forma una proposición. Ésta se encuentra consti-
tuida por dos o más conceptos relacionados por medio de un predicado o una o varias palabras de
enlace (ya sea verbos, adverbios, preposiciones, conjunciones, etcétera). Las palabras de enlace expre-
san el tipo de relación existente entre dos conceptos o un grupo de ellos. A su vez, cuando vincu-
lamos varias proposiciones entre sí, formamos auténticas explicaciones conceptuales.
En términos gráficos, para construir un mapa conceptual, los conceptos se representan por elipses
u óvalos llamados nodos, y los nexos o palabras de enlace se expresan mediante etiquetas adjuntas a
líneas (relaciones de jerarquía) o flechas (relaciones de cualquier otro tipo).
Con un ejemplo sencillo explicaremos con más facilidad todas estas ideas presentadas hasta
aquí. Tomemos los conceptos más relevantes del texto "El ciclo del agua en la naturaleza" e intente-
mos representarlos por medio de un pequeño mapa conceptual (véase figura 5.5).
De este modo, tenemos un pequeño mapa conceptual, formado por varios conceptos, con dife-
rentes niveles de inclusión que establece relaciones semánticas entre sí.
Como ya hemos dicho, en los mapas conceptuales los conceptos y proposiciones se organizan
formando jerarquías. Lo anterior quiere decir que se colocan los conceptos más inclusores o los más
generales en la parte superior del mapa; y en los niveles inferiores, los conceptos subordinados a
éstos. En el ejemplo mencionado, el concepto "ciclo del agua" es un concepto inclusor y
supraordinado en relación con varios conceptos. Pero, a su vez, está subordinado a otro llamado
ciclo, el cual es de mayor nivel de inclusión que todos ellos. Por su parte, los conceptos "evapora-
ción" y "precipitación", por ejemplo, son conceptos que pertenecen al mismo nivel, por lo que se
denominan coordinados. Por último, cada uno de los conceptos del mapa se vincula entre sí por
líneas con palabras de enlace; por ejemplo, la frase que realiza el vínculo entre los conceptos "ciclo
son
Figura 5.5 Mapa de conceptos clave del texto "El ciclo del agua en la naturaleza':
del agua", "filtración" y "escurrimiento" en el mapa es: "se compone de"; por lo que con tales
conceptos y la frase de enlace formamos la siguiente proposición: "el ciclo del agua se compone
de ... filtración ... y escurrimiento".
Las redes conceptuales o semánticas también son representaciones entre conceptos; pero a dife-
rencia de los mapas no necesariamente se organizan por niveles jerárquicos. La configuración más
típica que resulta en las redes conceptuales es la denominada de "araña" (un concepto central y
varias ramificaciones radiales que expresan proposiciones), aunque también pueden darse estruc-
turas de "cadena" (conceptos que se enlazan encadenados unidireccionalrnente, por ejemplo, de
derecha a izquierda o de arriba abajo) o híbridas (lones, Palincsar, Ogle y Carr, 1995; West, Farmer y
Wolff, 1991).
Otra diferencia, quizá más distintiva con respecto a los mapas conceptuales, consiste en el gra-
do de flexibilidad para rotular las líneas que relacionan los conceptos. En el caso de los mapas
conceptuales, no existe un grupo fijo de palabras de enlace o símbolos para vincular los conceptos
entre sí; mientras que para el caso de las redes sí los hay (véase Dansereau, 1985; Posner, 1979). Una
última diferencia radica en que las relaciones entre conceptos se indican por medio de flechas que
expresan el sentido de la relación.
Por ejemplo, Dansereau y sus colaboradores (Dansereau, 1985; Holley y Dansereau, 1984) han
identificado tres tipos básicos de relaciones semánticas entre conceptos, objetos o procesos: relacio-
nes de jerarquía,. de encadenamiento y de racimo (cuadro 5.15).
.- • • -. .
1. Relaciones de jerarquía
• Relación de parte-todo. Se refiere a las relaciones en las que un nodo inferior es parte del
concepto contenido en un nodo superior.
Simbolo:p
• Relación de tipo (de) o ejemplo (de). Es la relación donde uno de los nodos se considera
como un miembro o una ejemplificación del concepto contenido en otro nodo.
Símbolo: t
Palabras clave identificables: "tipo de", "ejemplo de", "hay n tipos de", "es una clase de"
2. Relaciones de encadenamiento
• Relación de sucesión. Se refiere a las relaciones en que los conceptos o procesos conteni-
dos en un nodo anteceden o siguen la realización de otro concepto o proceso incluido
en otro nodo.
Conexión: sucesión
Símbolo: s
Palabras clave identificables: "antes que", "primero que", "después que", "posterior a"
Conexión: causa
Símbolo: ea
3. Relaciones de racimo
Símbolo: a
Símbolo: c
•
• Relación de evidencia. Se refiere a la relación de evidencia o prueba establecida entre
dos nadas conceptuales.
Conexión: evidencia
Símbolo: e
Las funciones de los mapas y las redes conceptuales son las siguientes:
• Permiten representar gráficamente los conceptos curriculares (que se van a revisar, que se están
revisando o se han revisado) y la relación semántica existente entre ellos. Ello le permite al
alumno aprender los conceptos, relacionándolos entre sí según dos códigos de procesamiento:
visual y lingüístico (semántica).
• Facilitan al docente y al diseña dar de textos la exposición y explicación de los conceptos, sobre
los cuales luego puede profundizarse tanto como se desee.
• Permiten la negociación de significados entre el profesor y los alumnos; esto es, mediante el
diálogo guiado por el profesor, se pueden precisar y profundizar los significados referidos a los
contenidos curriculares. En este mismo sentido, es posible animar y enseñar a los alumnos a
que elaboren sus propios m:apas o redes (según sea el caso) de manera individual o en peque-
ños grupos, y luego discutirlos mutuamente (Novak y Gowin, 1988; Ontoria, 1992).
• Si el profesor los utiliza adecuadamente, pueden coadyuvar a que los alumnos relacionen con
más facilidad los asuntos vistos en sesiones anteriores con los nuevos temas que se revisen.
• Con los mapas y las redes es posible realizar funciones evaluativas; por ejemplo, para explorar
y activar los conocimientos previos de los alumnos y/o para determinar el nivel de compren-
sión de los conceptos revisados (véase capítulo 8).
2. Clasifíquelos por niveles de abstracción e inclusividad (al menos dos niveles); esto le permitirá
establecer las relaciones de supra, co o subordinación existentes entre los conceptos.
3. Identifique el concepto nuclear. Si es de mayor nivel de inclusividad que los otros (generalmen-
te es así), ubíquelo en la parte superior del mapa; si no lo es, destáquelo con un color especial
(este paso puede hacerse simultáneamente con el anterior).
6. Reelabore el mapa cuando menos una vez más; volver a hacerlo permite identificar nuevas
relaciones no previstas entre los conceptos implicados.
7. Siva a ocupado con los alumnos, acompañe la presentación o uso del mapa con una explicación.
En la figura 5.6 se observa un ejemplo de mapa conceptual y otro de red semántica utilizando los
mismos conceptos.
2. Identifique el concepto nuclear; luego encuentre y establezca relaciones entre el concepto nu-
clear y los restantes conceptos, según las tres categorías básicas propuestas (jerarquía, secuen-
cia y racimo), utilizando las convenciones establecidas (uso de flechas y simbolismos para cada
tipo de relación semántica).
Algunas recomendaciones para el empleo de mapas o redes conceptuales son las siguientes:
1. Antes de utilizar los mapas o las redes en la situación de enseñanza, asegúrese de que los alum-
nos comprendan el sentido básico de los dos recursos --es indudable que la comprensión de lo
que es una red implica un tiempo mayor por el número de convenciones implicadas-o Aun
cuando sean elaboradas y utilizadas por el profesor, es necesario hacer comentarios introductorios
o, de ser posible, tener algunas sesiones previas con ejemplos vistos en clase.
2. Procure involucrar los conceptos principales; no haga mapas o redes enormes que dificulten la
comprensión de los alumnos. Pondere usted mismo el grado de complejidad y profundidad
necesario.
3. Puede llevar preparados los mapas o las redes a la clase (en acetato o en un cartel) o elaborados
frente a los alumnos. En tal caso puede, si así lo desea, aprovechar la situación para enseñar a
los alumnos cómo elaborados y, de esta manera, los utilicen ellos mismos como estrategias de
aprendizaje.
Estrategias
de enseñanz
/ pueden ser
ejemplo ejemplo
RED SEMÁNTICA
Elaboración
Postinstruccional
gura 5.6 Ejemplos de mapa conceptual y red semántica utilizando los mismos conceptos.
·. Capítulo 5 Estrategias de enseñanza Rara la Rromoción de dRrendizajes sifl.ziffmtivos
5. Sugerimos que introduzca con sus alumnos (o los lectores del texto diseñado) sólo una de las
dos modalidades de representación gráfica (especialmente si se trata de alumnos de educación
básica); debe utilizar la que ofrezca la mayor aportación a sus necesidades didácticas. Las redes
suelen servir más para trabajar con contenidos de ciencias naturales y disciplinas tecnológicas;
mientras que los mapas son más útiles para casi todas las disciplinas, incluyendo ciencias socia-
les y humanidades.
6. Puede emplear cualquiera de los dos recursos al nivel que se lo proponga (clase, tema, unidad,
capítulo, curso, texto, etcétera), aclarando a cuál se refiere, para ayudar al alumno a tener un
contexto conceptual apropiado de las ideas revisadas o que se revisarán.
7. A partir de las partes de un mapa determinado para una unidad didáctica, es posible construir
nuevos mapas donde se profundicen los conceptos (por ejemplo, a la manera de los niveles de
elaboración sugeridos en la teoría de la elaboración de Reigeluth). Algunos autores (Trowbridge
y Wandersee, 1998) comentan que al relacionar varios micromapas (que generalmente represen-
tan contenidos conceptuales a nivel de una sesión) es posible estructurar macromapas, los cuales
representan conceptos centrales de temas o unidades de un curso o hasta de un curso mismo.
En este sentido, los micromapas también son útiles como recursos instruccionales, proporcio-
nándoles a los alumnos una visión de conjunto de corpus significativos de contenidos concep-
tuales de un curso, y ayudándolos a contextualizar los aprendizajes conceptuales. También es
posible construir mapas progresivos, que consisten en poner en relación distintos micromapas,
con los que se puede documentar las construcciones logradas por los aprendices (por ejemplo,
relacionar varias sesiones secuencialmente; o para documentar cómo ha ocurrido un proceso
de cambio conceptual) y en señalar explícitamente la forma en que los conceptos entran en
relación, después de completado un episodio, tema, unidad temática, etcétera.
8. No emplee en exceso estos recursos, pues a sus alumnos les resultaría tedioso y, por tanto,
perderían su sentido pedagógico.
Organizadores previos
De acuerdo con Mayer (1982), el contexto ideacional creado por la introducción de conceptos
inclusores relevantes (cuando no estén presentes en los conocimientos previos) o su movilización
(cuando estén presentes) debe ser acompañado de la utilización activa por parte del alumno para
lograr una adecuada asimilación de la nueva información.
Los organizadores previos deben introducirse en la situación de enseñanza antes de que sea
presentada la información nueva que se habrá de aprender; por ello se considera una estrategia
típicamente preinstruccional. Se recomiendan cuando la información nueva que los alumnos van a
aprender resulta larga, difícil y muy técnica (Hemández y García, 1991).
Existen evidencias en la literatura especializada que han demostrado que los organizadores son
efectivos para lograr un procesamiento más profundo de la información; por ejemplo: al facilitar el
recuerdo de conceptos (no de datos o hechos) y al producir mejoras en la aplicación y solución de
problemas que involucren los conceptos aprendidos (véase Balluerka, 1995).
Es importante no confundir al organizador previo con el resumen. Como señalamos, este últi-
mo se estructura a partir de lo más importante del propio contenido que se ha de aprender; mien-
tras que el primero se configura con base en ideas o conceptos de mayor nivel de inclusión o gene-
ralidad que los que se presentarán en la información nueva a aprender. De igual manera, un
organizador previo debe distinguirse de las típicas introducciones anecdóticas o históricas que sue-
len presentarse comúnmente en los textos, las cuales muchas veces no presentan conceptos inclusores
relevantes sino datos fragmentarios que no le sirven al aprendiz-lector para asimilar el contenido
de aprendizaje.
Hay dos tipos de organizadores previos: los expositivos y los comparativos (García Madruga,
1990). Los primeros se recomiendan cuando la información nueva que se va a aprender es descono- .
cida por los aprendices; los segundos, cuando se está seguro de que los alumnos conocen una se-
rie de ideas parecidas a las que se habrán de aprender. Así establecerán comparaciones o contrasta-
ciones.
No hay que olvidar que, en ambos casos, las ideas o los conceptos que establecen el puente
cognitivo (de similar nivel de inclusión que los conceptos de la información nueva para el caso de los
comparativos y de mayor nivel para el de los expositivos) deben crear el contexto o el soporte
ideacional necesario para la posterior asimilación de los contenidos.
• Activar o crear conocimientos previos pertinentes para asimilar la información nueva a apren-
der.
• Proporcionar así un "puente" al alumno entre la información que ya posee con la que va a
aprender.
• Ayudar al alumno a organizar la información que ha aprendido y que está aprendiendo, consi-
derando sus niveles de generalidad-especificidad y su relación de inclusión en clases, evitando
la memorización de información aislada e inconexa.
Por lo común, los organizadores previos se elaboran en forma de pasajes o textos en prosa;
aunque son posibles otros formatos como los organizadores visuales en forma de mapas, gráficas o
"redes" de conceptos, donde éstos se diagraman para ilustrar sus relaciones esenciales.
Revisemos ahora un ejemplo de organizador previo elaborado para el tema "El ciclo del agua en
la naturaleza". Confróntelo con el resumen del mismo y observe que el resumen se diseñó a partir de
los conceptos definidos en el texto; mientras que el organizador se desarrolló con los conceptos" ci-
clo" y "cambio de estado", que son más generales y engloban a los conceptos definidos.
.
Estreteqies docentes para un aprendizaje slgmflcatlvo 199
Cambio de estado
Al estudiar la naturaleza nos podemos dar cuenta de que los elementos y los compuestos que
forman parte de ella están en constante cambio. Así, por ejemplo, si pones un trozo de hielo,
que es agua en estado sólido, en un recipiente afuera del refrigerador, observarás que pasado
un tiempo se va derritiendo hasta que, por último, queda en estado líquido, y si esta agua la
pones a hervir verás cómo se va transformando en vapor, pues ha pasado a un estado gaseoso.
Ciclos de la naturaleza
Habrás observado que en la naturaleza existen fenómenos que se repiten siempre en el mismo
orden. Por ejemplo, fíjate lo que pasa con las estaciones del año: siempre se presentan en el
mismo orden formando un ciclo. Siempre encontrarás que al terminar la primavera seguirá el
verano y al terminar éste, el otoño y después el invierno y nuevamente llegará la primavera.
r---!!.
*Invierno O
Verano
~~~
Otoño
Se pueden encontrar muchos ciclos en la naturaleza. Otro ejemplo de ciclo es lo que suce-
de cada 24 horas con el hombre: cada día la gente se encuentra despierta y realiza múltiples
actividades; pero al llegar la noche necesita descansar durmiendo para poder al día siguiente
estar despierta y activa, y en la noche volver a dormir.
Ola Noche
Como recomendaciones para elaborar organizadores previos tenemos (Díaz Barriga y Lule,
1978;Díaz Barriga, 1989):
2. No confundir el hecho de que el organizador previo es más inclusivo y general que el texto, con
la suposición de que, por ello, será más difícil de leer y comprender. Por el contrario, el organi-
zador debe formularse con información y vocabulario familiares para los aprendices.
3. No realizar organizadores demasiado extensos de tal manera que el alumno los perciba como
una carga excesiva y decida "saltarlos" o les preste escasa atención.
4. Es conveniente elaborar un organizador previo para cada núcleo o unidad específica de mate-
rial de aprendizaje, para que, de esta forma, posea la pertinencia deseable.
5. Cuando el texto resulte muy complejo y se desee desarrollar organizadores para alumnos de
poca edad o con un nivel académico bajo, es conveniente emplear apoyos (como ilustraciones,
mapas, redes, etcétera), en vez de sólo presentar un simple pasaje en prosa.
6. No elaborar organizadores previos para materiales de aprendizaje que ya contienen una intro-
ducción o información de contexto bien secuenciada o elaborada.
7. Tampoco deben emplearse los organizadores cuando se aprenderán datos o hechos desorgani-
zados o sin una vinculación clara entre sí.
8. No considerar que el mero hecho de presentar el organizador será suficiente para mejorar el
aprendizaje de los alumnos; es mejor si discute el tema con ellos.
a) Elabore un inventario con los conceptos centrales que constituyen la información nueva
que habrá de aprenderse.
b) Identifique aquellos conceptos que engloben o incluyan a los conceptos centrales (o que
sean del mismo nivel de inclusión que los más importantes en la información que se habrá
de aprender). Estos conceptos (supraordinados o coordinados) son los que servirán de con-
texto y/o apoyo para asimilar los nuevos; hay que recordar que éstos deben preferente-
mente ser parte de los conocimientos previos de los alumnos.
c) Puede elaborar un mapa conceptual para identificar y reconocer las relaciones entre los
conceptos supraordinados (base del organizador previo) y los conceptos principales de la
información nueva que habrá de aprenderse.
d) El desarrollo de estos conceptos de mayor nivel de inclusividad constituirá la base del or-
ganizador previo. En su confección, ya sea puramente lingüística y/o visual, deje en claro
las relaciones entre estos conceptos y la información nueva; igualmente anime a los alum-
nos a explorar lo más posible dichas relaciones.
Analogías
El empleo de analogías es muy popular y frecuente: cada nueva experiencia tendemos a relacionar-
la con un conjunto de conocimientos y experiencias análogas que nos ayudan a comprenderla.
" •••.¡~_"''"n-'' .•.•..
I' , •..•-.'-- ~<"~"\..:,,
•• '.' _ . - ~_" - 'i'''<H':
Una analogía es una proposición que indica que un objeto o evento es semejante a otro (Curtis y
Reigeluth, 1984; Glynn, 1990). Se manifiesta cuando:
• Dos o más objetos, ideas, conceptos o explicaciones son similares en algún aspecto; aunque
entre ellos puedan existir diferencias en otro sentido.
• Cuando una persona extrae una conclusión acerca de un factor desconocido sobre la base de su
parecido con algo que le es familiar.
De acuerdo con varios autores (Curtis y Reigeluth, ob. cit.; Dagher, 1998; Glynn, ob. cit.), una
analogía se estructura de cuatro elementos: a) el tópico o concepto blanco que se va a aprender, que,
por lo general, es abstracto y complejo; b) el concepto vehículo (o también llamado análogo) con el
que se establecerá la analogía; e) los términos conectivos que vinculan el tópico con el vehículo; d) la
explicación que pone en relación de correspondencia las semejanzas entre el tópico y el vehículo.
Según Glynn (ob. cit.), una analogía será eficaz si con ella se consigue lograr el propósito de
promover un aprendizaje con comprensión del tópico. Para valorar la eficacia, se consideran los
siguientes aspectos: a) la cantidad de elementos comparados, b) la similitud de los elementos com-
parados y c) la significación conceptual de los elementos comparados.
Como estrategia de enseñanza, se recomienda considerar los siguientes pasos para su aplica-
ción (Dagher, ob. cit.; Glynn, ob. cit.):
2. Evocar el vehículo cuidando que sea familiar y concreto para el alumno. Aquí se solicita la inter-
vención de los alumnos para que comiencen a buscar las similitudes y se vayan perfilando las
conclusiones.
4. Emplear algún recurso visual (por ejemplo, un diagrama, un mapa conceptual) en el que se
plasmen e integren las similitudes identificadas en la comparación (véase cuadro 5.16).
5. A partir de las comparaciones y contrastaciones, derivar una serie de conclusiones sobre el apren-
dizaje logrado del tópico.
6. Indicar los límites de la analogía (el vehículo se parece al tópico pero no es igual), reconociendo
que lo más importante es aprender el tema.
7. Evaluar los resultados determinando el conocimiento que los alumnos lograron sobre los atri-
butos importantes del tópico e identificar los errores que pudieron derivarse del uso de la ana-
logía.
La similitud entre el tópico y el vehículo generalmente produce que entre ellos haya un concep-
to supraordinado que los subsuma o los incluya. Es importante identificar dicho concepto porque
permitiría el establecimiento de nuevas analogías alternativas, que podrían servir en un momento
dado para enriquecer la comprensión de los alumnos. Por ejemplo, en una supuesta analogía crea-
2. 2.
3. 3.
4. 4.
n. n.
Cabe hacer hincapié, una vez más, en que esta estrategia de enseñanza debe emplearse sólo
cuando la información que se va a aprender se preste para relacionada con conocimientos aprendi-
dos anteriormente, si y sólo si el alumno los conoce bien. Puesto que el hecho de que el alumno
relacionara la información nueva con datos sueltos o endebles, provocaría confusiones y no se jus-
tificaría el uso de la estrategia. Por ejemplo, si se está trabajando sobre el mismo sistema circulatorio
humano y, al tratar de facilitar el aprendizaje, el docente establece como sistema análogo el funcio-
namiento de un lavabo y su tubería, pidiendo al alumno comparar ambos, siendo que los alumnos
no saben casi nada del funcionamiento del lavabo, la supuesta analogía no favorecerá el aprendizaje.
Por último, tampoco hay que confundir las analogías con los ejemplos. Estos últimos son ins-
tancias de un concepto determinado; mientras que la analogía es una comparación entre dos o más
conceptos en relación con sus características o elementos componentes.
• Proporcionar experiencias concretas o directas que preparen al alumno para experiencias abs-
tractas y complejas.
Ciertas analogías son empleadas reiteradamente por los docentes. Entre ellas, son muy conoci-
das la comparación del esqueleto humano con el armazón de un edificio, el cerebro con una compu-
tadora, la representación del DNA con una cremallera, el científico con un detective, el flujo sanguí-
neo con el funcionamiento de una tubería, el ojo humano con una cámara fotográfica, el sistema
nervioso humano con un sistema de comunicación, la célula biológica con una fábrica, etcétera.
Ejemplos de analogías:
"La estructura y funciones de nuestras células (TÓPICO) pueden compararse con una fábrica (VE-
HÍCULO). (Inicia EXPLICACIÓN) El proceso de manufactura se asemeja (CONECTIVO) con el proce-
so de vida que se realiza en la fábrica. Los productos finales son los componentes que forman las múl-
tiples partes de la célula ... La oficina principal y el departamento de planeación de nuestra célula-fábrica
es el núcleo. El núcleo es el centro de control de la célula: supervisa todo lo que llega a ella ... "
"Una campana (VEHÍCULO) hecha de hierro rígido es muy elástica y suena por varios minutos. Una
campana hecha de cobre o plomo -metales que son más plásticos y suaves- vibrará sólo por unos
cuantos segundos. (Inicia EXPLICACIÓN) Analizando el sonido de una campana (lo que implica
analizar la forma en que vibra) es posible determinar sus propiedades elásticas y plásticas. Lo mismo
(CONECTIVO) sucede con la corteza terrestre (TÓPICO): cuando un temblor la sacude, podemos
conocer sus procesos y estructura internos a través de mediciones de movimientos de oscilación li-
bre."
1. Asegúrese de que el vehículo ciertamente contenga los elementos pertinentes (los que interesa
enfatizar) con los cuales se comparará con el tópico y que exista similitud entre ellos.
2. Cerciórese de que el contenido o situación con la que se establecerá la analogía sea comprensi-
ble y conocida para el alumno, de otra forma, la analogía será confusa y no significativa.
4. Vigile que la analogía no "vaya demasiado lejos" en el sentido de ir más allá del punto de
similitud, pues esto la invalida.
5. Explique al alumno las diferencias y limitaciones de la analogía propuesta. Se debe saber hacer
uso de la analogía y reconocer en qué momento es necesario desprenderse de ella.
7. Anime a los alumnos, después de que se hayan familiarizado con la estrategia, a construir con-
juntamente con usted las analogías y luego a que lo hagan en forma colectiva (en pequeños
grupos) o autónoma.
Los textos poseen una estructuración retórica que les proporciona organización, direccionalidad y
sentido. A dicha organización de las ideas contenidas en el texto, de acuerdo con la teoría
Estmte tas de enseñanza ara la romocián de a renrl¡Zlz'('s si ii ¡Cati/los
macroestructural de Kintsch y Van Dijk (1978), se le conoce como superestructura textual, aunque
también se le suele denominar patrón o estructura de textos. Una superestructura se refiere, entonces,
a la forma de organización del texto y no tanto al contenido (el cual tiene que ver directamente con la
micro y macroestructura).
En general, los autores de los textos además de preocuparse sobre cómo expresar adecuada-
mente las ideas que les interesa comunicar, utilizando distintas estrategias discursivas y cuidando
aspectos como la coherencia temática, seleccionan y utilizan determinadas superestructuras para
agrupar las ideas que desean expresar, con la intención de mejorar la lectura, la comprensión y el
aprendizaje del lector.
Por su parte, cuando el lector se aproxima a un texto, atiende a los significados proporcionados
por éste y usando sus conocimientos previos construye el texto base y el modelo de la situación
(Van Dijk y Kintsch, 1983; Van Dijk, 1993; véase capítulo 7). Pero también (y gracias a ello puede
construir sobre todo el texto base) procede identificando los aspectos y las claves organizativas o
superestructurales que el autor del texto decidió seleccionar para comunicar sus ideas. Esta habili-
dad para detectar las claves de organización superestructural ha sido denominada por algunos
autores como conocimiento o sensibilidad a la estructura del discurso oral o escrito, y se desarrolla
en la medida en que vamos interactuando con los diferentes géneros y estructuras textuales.
Se supone que la destreza de algunos lectores para procesar la estructura de los textos se debe
básicamente a una mejor internalización de su superestructura (en forma de esquema organizati-
vo) y a un uso estratégico de las claves retóricas que los acompañan, lo cual afecta en forma positi-
va los procesos de codificación y recuperación de la información contenida en el texto (Horowitz,
1985).
En la actualidad se conocen con un cierto grado de detalle las estructuras de los textos narrati-
vos (en particular cuentos populares, historietas, fábulas, etcétera), de los textos expositivos (colec-
ción, secuencia, comparación-contraste, causa-efecto o covariación y problema-solución o aclarato-
rio) y de los textos argumentativos (véase Gárate, 1994; Meyer y Freddle, 1984; Richgels y cols.,
ob. cit.).
Textos narrativos
En la década de los setenta surgió toda una línea de investigación sobre el estudio del procesamien-
to de la lectura de los textos narrativos, llamada la "gramática de historias" (véase Fitzgerald, 1991;
Hernández y Rojas-Drummond, 1989). En dicha línea, se elaboró un planteamiento teórico
y metodológico que impulsó de forma notable el estudio de los procesos de comprensión de la
lectura.
Los textos narrativos tienen como función principal divertir y, en algunos casos, dejar una ense-
ñanza moral al lector (por ejemplo, las fábulas). Sobre los aspectos estructurales de los cuentos
populares, fábulas, cuentos de hadas, etcétera (otros tipos de textos narrativos son la novela, el
drama, el género policiaco, etcétera. Véase Fitzgerald, ob. cit.), podemos decir en términos genera-
les lo siguiente (véase Gárate, 1994):
1. Un texto narrativo está compuesto principalmente por un escenario y una trama o secuencia de
episodios.
3. Posterior a ello, se presentan uno o más episodios constituyendo la trama. Cada episodio se
encuentra compuesto por una secuencia de eventos que constituyen un principio, un desarrollo
y un final.
4. Al principio del episodio ocurre un evento inicial, que generalmente le ocurre al personaje prin-
cipal, creándole un problema que dispara toda la secuencia de acontecimientos siguientes.
5. En el desarrollo ocurren básicamente tres tipos de eventos: a) una reacción que consiste en una
respuesta del personaje al evento inicial, que lo puede obligar a crear una meta como respuesta
interna (un proyecto del personaje para salir avante del problema creado por el evento inicial),
b) posteriormente un intento, que es algo que hace el personaje como producto de la reacción
(meta), y e) un resultado (consecuencia del intento que puede o no resolver el problema).
6. En la parte final del episodio puede ocurrir una resolución del problema como producto de la
trayectoria meta intento resultado, que se denomina final.
7. Un texto narrativo tiene distintos episodios que se van organizando entre sí por medio de rela-
ciones temporales y/o causales. Cuando la historia se encuentra basada en relaciones tempora-
TEXTO NARRATIVO
~ _
.
...........:.~
._.<~~-~~.~--
..--~--
••.•. _ ••••
__ •• ~.~_.
-_. -- ,
_.
...!« ",_
-.'••..•.• ~_.._._~J~
- .
les su estructura es más flexible, en comparación con la estructura causal que le provee de una
organización más rígida. Esto trae importantes consecuencias en el recuerdo de la información
de la historia (Hernández, 1987).
8. Una forma típica de estructuración de los episodios es lo que se llama secuencia de desarrollos
repetidos, que consiste en que el personaje intenta varias acciones antes de conseguir solucio-
ñar el problema que le provocó el evento inicial, repitiéndose recurrentemente la secuencia de
reacción compleja (meta) __ intento __ resultado.
9. Por estas razones, se afirma que los textos narrativos tienen como punto central de la trama un
esquema de solución de problemas compuesto de la cadena reacción compleja (meta) __ intento
___ resultado; es decir, al personaje principal le ocurre algo, se plantea una meta y a través de
distintos medios (acciones, intentos, relaciones con otros personajes) pretende solucionado (con-
seguir o evitar algo) (Gárate, ob. cit.). Muy probablemente tal cadena de eventos lo vuelve más
recordable.
10. El estilo utilizado por los textos narrativo s se caracteriza por usar ciertas formas retóricas. Por
ejemplo en la parte del escenario se usan frases estilísticas tales como "Había una vez ... "; y en
otras partes del texto, algunas frases como "el más ... que haya existido jamás".
LA BICICLETA
Escenario Había una vez un niño que se llamaba Antonio al que le gustaba
mucho andar en bicicleta.
Primer episodio
Evento inicial Un día, se fue por un camino que nunca había visto antes
Meta interna
Reacción y se puso muy triste quedándose al lado del camino, sin saber qué
hacer.
Segundo episodio
Textos expositivos
Los textos expositivos son otro tipo de discurso quizá más complejo por su grado de abstracción y
arreglo lógico. Slater y Graves (1990) mencionan que no es fácil definir un texto expositivo; no
obstante, proponen que éste debe poseer cuatro características, a saber:
• Tiene como función principal presentar al lector información de distinto tipo (teorías, predic-
ciones, limitaciones, generalizaciones, conclusiones, personajes, fechas, etcétera)
• Son" directivos" en el sentido de proveer al lector de una guía basada en claves explícitas .
Este tipo de textos son continuamente utilizados en la prosa de distintas ciencias naturales
(física, biología, entre otras), sociales (historia, geografía, etcétera) y otras disciplinas (por ejemplo,
matemáticas, administración). Se dice que la expositiva es la superestructura predominante en los
textos académicos, desde los ciclos finales de la educación básica hasta la educación universitaria.
De hecho, los textos científicos son en esencia expositivos; aunque pueden asumir diferentes géne-
ros (por ejemplo, el reporte científico, la monografía, el ensayo, etcétera).
Aunque existe un debate respecto a cuántas estructuras textuales pueden identificarse (véase
Slater y Graves, ob. cit.), varios autores concuerdan en señalar que los textos expositivos asumen
cinco tipos de superestructuras (véase Alonso, 1991; Horowitz, 1985a y b; Meyer, 1984; Richgels et
al., 1988; Richgels, McGee y Slaton, 1990; Sánchez, 1993; Slater y Graves, 1990), a saber: descripción
(enumeración, colección), secuencia, comparativo, covariación y problema-solución. Cada tipo de texto
se asocia con ciertos marcadores de discurso (o palabras clave). (Véase Portolés, 1998.)
A continuación, realizaremos una breve descripción de cada uno de los tipos de texto expositivo
con un ejemplo sencillo, presentando un esquema (organizador gráfico textual) elaborado en tres
niveles principales jerarquizados: nivel tópico, nivel de ideas principales (relación retórica) y nivel de
información de detalles (véase Richgels y cols., 1988).
El nivel tópico, de mayor jerarquía, corresponde a la idea principal del texto; generalmente se
coloca en la parte introductoria del texto a nivel explícito, o en ocasiones de forma sugerida o implícita.
El nivel siguiente, el de las ideas principales, alude a su característica retórica, es decir, repre-
senta el tipo específico de relación estructural que predomina en él y que de algún modo lo caracte-
riza porque éste varía en cada tipo de texto. Por lo general, la presentación de la relación retórica
estructural y los marcadores de discurso que la apoyan, constituye la parte más sustancial en conte-
nido y se encuentra en lo que podría llamarse el desarrollo del texto.
El nivel jerárquico más bajo se refiere a la información de detalle que extiende la información
retórica esencial del nivel inmediato superior. Dicha información amplía la relación retórica. Po-
dríamos pensar que la relación retórica predominante de un texto constituye el armazón del mismo;
y la información de detalle, el relleno necesario para profundizar en su comprensión. Evidentemen-
te, la información de detalle también se encuentra desarrollada a lo largo del texto.
Por último, un buen texto debe incluir una sección final de conclusión que cierra el texto. Sin
embargo, no todos los textos requieren de dicha sección, especialmente cuando se trata de textos
expositivos breves. En textos largos o complejos sí es recomendable considerarla, bajo la forma de
recapitulación o resolución.
Otra parte importante es el título, el cual debe ser claro, pertinente e informativo en el caso de
textos expositivos educativos. Un buen título debe tener una relación esencial con el tópico del texto
y con la información retórica superestructural.
1. Textodescriptivo
Este tipo de superestructura está organizada asociativamente alrededor de un tema específico, ar-
ticulando en forma subordinada una serie de características, atributos o propiedades particulares.
Nivel tópico
Los atributos llegan a presentarse en forma de mera asociación (descriptivo tipo simple), o bien, con
mayor organización retórica, ya sea enumerando cada atributo y presentándolos claramente en
forma de lista (descriptivo enumerativo), o agrupándolos en categorías o clases (descriptivo de
colección o de agrupación).
Los marcadores de discurso en los textos descriptivos son los conectores aditivos tales como:
"además ... ", "aparte ... ", "incluso ... ".
En los descriptivos enumerativos los marcadores de discurso son más claros, puesto que cons-
tituyen expresiones ordenadoras que indican explícita o implícitamente la enumeración de las cate-
gorías presentadas en el texto alrededor del tema básico. Pueden ser: "en primer término ... ", "en
segundo lugar ... ", "por último ... ",
También son claras las palabras clave en los descriptivos de colección o agrupación, tales como:
"hay varias ... que ... ", "una primera clase ... ", "un primer tipo ... ", "un segundo tipo", "otra clase ... ", etcé-
tera.
Cabe recordar que todos estos textos agrupan la información sin un orden secuencial rígido (la
información puede ser intercambiable de lugar o de orden en el texto). Los textos descriptivos son
muy empleados en definiciones, biografías, cartas, narraciones y como partes importantes de textos
informativos de diversa índole.
Existen tres tipos de conocimiento que se encuentran incluidos en nuestra MLP: el primero es el
conocimiento declarativo; el segundo, el conocimiento de estrategias y procedimientos; y el terce-
ro, el conocimiento metacognitivo.
En este tipo de superestructura las ideas se organizan por medio de un orden cronológico. El víncu-
lo entre los componentes es estrictamente temporal (no son intercambiables en su orden de apari-
ción); por esta razón algunos autores le denominan superestructura de orden temporal. Las palabras
clave en los textos de secuencia son aquellas que expresan semánticamente un orden de eventos,
sucesos o acciones en el tiempo. Algunas de ellas son: "primero ... ", "segundo ... ", "acto seguido ... ",
"posteriormente ... ", "después ... ", "por último ... ", etcétera.
Para elaborar un organizador anticipado se sugiere: primero, partir de un inventario de los con-
ceptos o ideas que son objeto de estudio del material de aprendizaje; posteriormente, se identifica-
rán los conceptos supraordinados, es decir, los que son más inclusivos o que dan contexto al tema
del nuevo material de aprendizaje; por último, se redactará el organizador anticipado, sobre la
base de los conceptos supraordinados, teniendo en cuenta que debe usarse un vocabulario familiar
para el alumno.
Nivel tópico
3. Texto comparativo
Las palabras clave son: "a semejanza -diferencia- de", "desde un punto de vista ... desde otro
punto de vista", "se asemejan ... ", "se distinguen ... ", "es similar a... ", etcétera. También se usan los
marcadores llamados conectores contraargumentativos: "sin embargo ... ", "en cambio ... ", "por el con-
trario ... ".
TEXTO COMPARATIVO-ADVERSATIVO
Nivel tópico
Nivel relación-retórica
4. Textode covariación
La superestructura de este tipo de textos se fundamenta en una relación retórica del tipo causa-
efecto (un evento o antecedente causa a otro evento o consecuente). Casi siempre, se presenta la
causa y una serie de explicaciones que la vinculan al efecto. También es posible que se presenten
varias causas (presentadas en forma secuencial o en forma interactiva) y un solo efecto, o una sola
causa y varios efectos. Las palabras clave son todas aquellas que expresan una relación semántica
de covariación (marcadores de discurso llamados ordenadores consecutivos): "la causa principal es ... ",
upar esta razón ... ", "la consecuencia es ... ", "un efecto es ... ", "otro efecto es ... ", "por tanto ... ", "en conse-
cuencia ... ".
TEXTO DE COVARIACIÓN
Nivel tópico
Nivel relación-retórica
5. Texto de problema-solución
TEXTO DE PROBLEMA-SOLUCiÓN
Nivel tópico
Nivel relación-retórica
Estas superestructuras expositivas que acabamos de describir brevemente se presentan en los tex-
tos desde el nivel de párrafo, sección o capítulo.
En los textos comunes suelen encontrarse algunas veces en sus formas puras o ideales; pero en
la mayoría de las ocasiones se encuentran implícitas, encubiertas o mezcladas unas con otras.
Por desgracia, la mayor parte de los textos instruccionales, además de tener las carencias o
problemas ya mencionados (véase la sección de señalizaciones en este capítulo), tienen una inade-
cuada estructuración, lo cual provoca que en muchos casos las superestructuras no queden sufi-
cientemente claras a los lectores, ya sea porque el autor no ha sabido hacer uso de ellas o porque las
presenta en forma oscura, provocando que la comprensión y el aprendizaje de la información con-
tenida se vean seriamente afectados.
1. Los niños están más familiarizados con los discursos narrativos desde temprana edad. Todos
los cuentos populares, los cuentos de hadas y leyendas (presentados primero en forma oral y
posteriormente por vía escrita), e incluso las historietas a las que se enfrentan por medio de la
televisión o los comics (con modalidad oral, visual y/o escrita), siguen un patrón superestructural
similar, aunque con ciertas variantes. Por tanto, la comprensión y el recuerdo de dicho tipo de
textos desde la niñez suelen ser mejores en comparación con otros (véase puntos 3 y 4).
2. Sin embargo, se reconoce que en los textos narrativos, algunos factores llegan a influir en forma
importante en la comprensión, entre otros: la modalidad (los resultados son mejores en el caso
de la presentación oral que escrita), la complejidad, la canonicidad, el contenido, los conoci-
mientos previos, los aspectos socioafectivos y los factores socioculturales (Hemández, 1987;
Hemández y Rojas-Drurnrnond, 1989; Gárate, 1994; León, 1986).
4. En general, se acepta que existe una mayor dificultad para la comprensión y recuerdo de textos
expositivos, en comparación con los textos narrativos. Se ha demostrado en varios trabajos
(véase revisión de Balluerka, ob. cit.) que: a) los textos expositivos exigen más esfuerzo cognitivo
(por elemplo, más procesos atencionales, mayor tiempo de lectura en las frases) y despiertan
menos interés que los textos narrativos; y b) la elaboración de inferencias resulta mucho más
probable en la lectura de textos narrativos que en la de textos expositivos; de hecho, algunos
autores sostienen que la generación de inferencia s en los textos narrativos es más automática,
mientras que en los textos expositivos tiende a ser más reflexiva y controlada.
5. No existe un acuerdo total sobre las diferencias debidas a la edad para comprender los cinco
tipos de textos expositivos. A partir de los años correspondientes a los últimos grados de la
educación básica, parece que se va adquiriendo la sensibilidad necesaria para identificar las
superestructuras expositivas en los textos (primero en los textos descriptivos de colección y
enumerativos y después en los de covariación, comparativo adversativos, y problema-solu-
ción). De hecho, la tendencia de los lectores más pequeños, quienes no demuestran mucha
sensibilidad a las superestructuras expositivas, es recordar los textos expositivos (por ejemplo,
un texto causal o de problema-solución) como un mero listado de ideas, lo cual afecta seriamen-
te la comprensión de las relaciones entre ideas.
6. Como ya se ha insinuado, son las diferencias individuales las que se tornan más claras; es decir,
a partir de la niñez tardía y durante toda la adolescencia, los buenos lectores comienzan a dis-
tinguirse por la sensibilidad para identificar y hacer uso de las relaciones retóricas (identifican-
do las relaciones de primer orden y utilizando los marcadores sintácticos), primero en el campo
de la comprensión de textos y un poco más tardíamente en el campo de la composición escrita.
Los malos lectores nuevamente tienen dificultades para identificar las superestructuras ---espe-
cialmente las más complejas- cuando leen y tienden a utilizar la estrategia de listado en su
recuerdo.
7. En todo momento se debe tener presente la importancia de varios factores que se sabe influyen en
el procesamiento de los textos expositivos, a saber: su complejidad, su canonicidad,la relación de
la temática abordada con los conocimientos previos o con el interés despertado en el lector y los
factores culturales implicados en ella (Gárate, 1994; Horowitz, 1985; Richgels y cols., 1987).
1. Proporcionar un discurso escrito (u oral) mejor estructurado. Éstos, como ya hemos comenta-
do,llegan a redundar en el aprendizaje y en el recuerdo del contenido expresado. Es menester
recordar una vez más que la significatividad u organización lógica de los materiales de apren-
2. Aplicar, a partir de la estructura textual, varios tipos de estrategias de enseñanza. Por ejemplo,
a partir de los elementos estructurales de los textos es posible:
3. Por último, enseñar a los alumnos la estructura de los textos narrativos y expositivos como un
tipo de conocimiento esquemático-estratégico (véase la llamada "estrategia estructural", en el
capítulo 7 de la presente obra) para mejorar el aprendizaje, comprensión y composición de
textos. Éste debe ser el fin último: convertir dichos recursos en estrategias poderosas para la
comprensión y composición de textos.
Las estrategias de enseñanza que hemos presentado aquí no necesariamente tienen que utilizarse
cuando se trata de enseñanza expositiva.
Cuando Ausubel (1978) defendió este tipo de enseñanza frente a otras modalidades como la
enseñanza basada en el aprendizaje por descubrimiento, hizo una serie de especificaciones que no
han sido bien consideradas, o han sido mal aplicadas o interpretadas incorrectamente por quienes
dicen utilizarla.
De acuerdo con Ausubella enseñanza expositiva es recomendable por encima de otras pro-
puestas de enseñanza (especialmente para aprendices de mayor edad) si y sólo si: se parte yestruc-
tura con base en los conocimientos previos de los alumnos, se le da una organización apropiada al
contenido (de lo general a lo particular o detallado y de lo simple a lo complejo), se le proporciona
una cierta significatividad lógica y psicológica a la información nueva que se pretende enseñar, se
utilizan ciertas estrategias de enseñanza (por ejemplo, organizadores previos), y se garantiza y
se promueve el esfuerzo cognitivo-constructivo de los alumnos (véase Hernández y Sancho, 1993,
así como el capítulo 2 del presente trabajo). Según Ausubel, la toma en consideración de éstos y
otros aspectos hace posible que ocurran aprendizajes significativos por recepción en la enseñanza
expositiva.