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UNIVERSIDAD DE CIENCIAS

Y ARTES DE CHIAPAS
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES

TESIS
SIGNIFICACIÓN PARENTAL EN EL
TDAH

QUE PARA OBTENER EL GRADO DE:


MAESTRA EN PSICOLOGÍA

PRESENTA

ANDREA AGUILAR SOBRINO

DIRECTOR

DR. JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ GORDILLO

Tuxtla Gutiérrez, Chiapas Mayo de 2023

1
2
AGRADECIMIENTOS
A mis padres

Por haberme forjado como la persona que soy en la actualidad; muchos de mis logros se los debo a ustedes. Por
ser los principales promotores de mis sueños, por creer y confiar en mí. Por su lucha constante en nuestra
educación, por su apoyo y por heredarnos las ganas de seguir adelante.

A Eduardo

Por ser mi mano izquierda, por estar siempre presente cuando lo necesito, por esforzarte al hacer las cosas bien
porque eres el mayor ejemplo a seguir.

Familiares y amigos

A todas esas personas que de una u otra forma estuvieron presentes alentándome, por su apoyo incondicional, en
especial a las familias que me abrieron las puertas de su hogar y quienes tuvieron la confianza para ser
entrevistadas y formar parte de este trabajo. Y en especial a mi asesor el Dr. José Luis Hernández Gordillo
gracias por la paciencia, la guía y el apoyo.

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INDICE
AGRADECIMIENTOS 3

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 6

JUSTIFICACIÓN 10

OBJETIVO GENERAL 12
OBJETIVOS ESPECÍFICOS 12

CAPÍTULO 1. METODOLOGÍA 13

1.1 ENFOQUE Y TIPO DE ESTUDIO 13

1.2 TÉCNICAS E INSTRUMENTOS 14


1.2.1 ENTREVISTA 14

1.3 PARTICIPANTES 15

1.4 CONTEXTO 16

1.5 PROCEDIMIENTO 18

1.6 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN 20

CAPÍTULO 2. MARCO TEÓRICO 21

2.1 PERSPECTIVAS SOBRE EL TDAH 21


2.1.1 PERSPECTIVA PSIQUIATRICA 22
2.1.2 PERSPECTIVA COGNITIVA 24
2.1. 3 PERSPECTIVA EDUCATIVA 25
2.1.4 PERSPECTIVA PSICOANALÍTICA 26

CAPÍTULO 3. EL SOMA Y EL SÍNTOMA 29

3.1 LA ÉPOCA Y EL SÍNTOMA 29


3.1.1 TIEMPO Y LUGAR DEL SUJETO VERSUS TIEMPO Y LUGAR DEL ORGANISMO 29
3.1.2 EL SÍNTOMA PSICOANÁLITICO 32

3.2 ENTRE PAREDES 36


3.2.1 PADRES BIOLÓGICOS, PADRES SIMBÓLICOS 36

3.3 EL LUGAR DEL NIÑO ENTRE LOS PADRES 41

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CAPÍTULO 4. ANÁLISIS DE RESULTADOS 45

4.1 RESULTADOS 45

4.2 LOS SÍNTOMAS DEL TDAH 46


4.2.1 VIVIENDO LA ETIQUETA 47
4.2.2 EL SÍNTOMA 49
4.2.3 EL CUERPO HABLA 52

4.3 LA FAMILIA Y EL MALESTAR DEL TDAH 55


4.3.1 EL SOSTÉN DE LA FAMILIA 55
4.3.2 EL ENTORNO Y LA CRIANZA 58
4.3.3 MI HIJO, ¿MI ORGULLO? 62

4.4 RELACIÓN MADRE E HIJO 64


4.4.1 MIRADA MATERNA 65
4.4.2 EL SOSTÉN MATERNO 66

4.5 LA FIGURA DEL PADRE 68


4.5.1. ¿PATERNIDAD DESEADA? 69
4.5.2 LA TERCERA PERSONA 70
4.5.3. LO REAL O LO IMAGINARIO 73

CONCLUSIONES 75

REFERENCIAS 78

5
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
En la actualidad es común escuchar el concepto de trastorno por déficit de atención e
hiperactividad, este tipo de diagnóstico no solo aparece en consultas médicas, sino que se hace
presente en las escuelas, en los orientadores psicopedagógicos, docentes y demás profesionales
de la educación.

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad, como se hace llamar actualmente o por
sus siglas (TDAH) es uno de los trastornos infanto-juveniles más estudiados en psicopatología
infantil, como así lo demuestran los más de 90 términos diagnósticos utilizados para
designarlo y los miles de artículos publicados sobre el tema. Sin embargo, y pese al interés y a
los estudios realizados, todavía existen discrepancias tanto en la terminología utilizada para
referirse al trastorno, a su etiología, al diagnóstico y su tratamiento (Castillo, 2006).

El TDAH, en el DSM-V (2013) se le categoriza como un trastorno del neurodesarrollo con


tres grupos de síntomas: la capacidad para mantener la atención, el control de la impulsividad y
el grado de actividad, es decir una triada de patrones de conductas (hiperactividad,
impulsividad e inatención) que definen al sujeto. La desorganización constituye también un
elemento esencial de la estructura clínica, especialmente en adultos, y bien podría catalogarse
como el cuarto dominio clínico (López, 2014)

Resulta complicado definir el TDAH, desde el enfoque psicopedagógico ya que está


relacionado con deficiencias perceptivas y dificultades en el aprendizaje. Los niños con TDAH
o dificultades de aprendizaje se encuentran en riesgo de fracaso académico (Riccio, 1994).

Por otra parte se ha planteado que el déficit de atención proviene de una causa genética, que en
ocasiones es desconocida, a pesar de la amplia información que se posee, los neurólogos,
psiquiatras u otros profesionales continúan en diversas investigaciones para conocer la
procedencia del trastorno, y en la mayoría de los casos se opta por el medicamento como
tratamiento.

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Actualmente la perspectiva biológica es la que más peso tiene sobre el diagnóstico, Ya que el
valor médico tiene una visión sobre el origen y sus mecanismos, ante esto psiquiatras y
neurólogos desautorizan todo tipo de procedimiento terapéutico, aunque no debe descartarse
del todo un orden biológico, también es importante considerar que cualquier tipo de
enfermedad física tiene un impacto en la psique del sujeto, y la significación que se brinde en
torno a dicho malestar que afecta positiva o negativamente al mismo.

En su mayoría el TDAH ha sido estudiado desde esta perspectiva biológica, este prioriza el
ámbito físico y objetivo del ser humano, desde las causas que provocan el trastorno hasta su
definición, es así que manejan diversidad de conceptos tales como: “Sostener la atención,
planificar, priorizar y organizar las tareas, controlar el movimiento, regular las emociones,
tomar decisiones y que para poder cumplir estas funciones de manera óptima, son necesarios
ciertos niveles de dopamina en el área prefrontal del cerebro” (Guerra, 2000, p. 132)

Es así, que para médicos y psiquiatras las causas provendrían de una disfunción de
neurotransmisores en el cerebro, por lo que el uso de medicamentos aumentaría cantidades de
dopamina (Cueva, 2015) con lo cual se atendería la problemática. Si al sujeto se le lleva a
estimular con determinados ejercicios ciertas áreas del cerebro, como la prefrontal en relación a
las funciones ejecutivas, el sujeto podría mejorar su nivel de atención.

Durante este proceso también se encuentra los padres entregándose al mandato de la ciencia y
la perspectiva médica, esto es comprensibles, ya que dicho discurso se apoya del prestigio y la
confianza de estos profesionales, logrando de esta manera calmar la angustia y desesperación
que los padres experimentan ante esa imposibilidad de resolver los problemas, recibiendo con
ello una respuesta que genera calma. Sin embargo, lo que queda excluido desde la perspectiva
médica es hacer hablar a los padres, lo cual en ocasiones conduce a escuchar la singular trama
de lo familiar.

Esa problemática parental queda evidenciada cuando los padres solicitan otra opinión y
consulta psicológica, dejando de lado el protocolo inicial. Desde esta perspectiva algunos de
estos profesionales se proponen escuchar a los padres e inquirir sobre la dinámica ´parental, los
problemas vinculares y personales, la historia familiar, los pormenores de la concepción del

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hijo, y solo allí se perfila con claridad una seria dificultad en la dinámica parental, en los
vínculos.

Sin embargo, lo que generalmente ocurre es lo contrario, la subjetividad queda reducida a un


cumplimiento generalizado de características que se miden por la prevalencia e intensidad,
dejando de lado el contexto del niño y sus modos de respuesta frente a las distintas situaciones
que les toca vivir. Todos estos elementos son esenciales para ampliar las perspectivas o la
lectura sintomática de la “conducta” del niño en cuestión. (Cueva, 2015)

En la actualidad, el diagnóstico es valorado por los docentes, madres de familia, directores de


las instituciones educativas, y profesionales a cargo de menores, quienes en su afán de
encontrar una respuesta clasifican y etiquetan de acuerdo a lo descrito en el manual diagnóstico
y estadístico de los trastornos mentales. Sin embargo, es aún más complejo analizar un
síntoma, porque este tiene que ver con aquello contingente, no está determinado por ningún
parámetro, (Cueva,2015) y depende de cada caso, desde esta perspectiva no existe un síntoma
universal, por tanto no hay un significante que defina al sujeto.

Aunque diversos enfoques plantean un abanico de síntomas, uno de ellos, señala que el
abordaje de esta problemática debe apuntar a la angustia, lo traumático de la existencia para
cada sujeto que se manifiesta en esta conducta.

Si bien la hiperactividad es uno de los temas más difundidos en nuestros días, se utiliza para
nombrar conductas muy disímiles, sin respetar criterios diagnósticos rigurosos, produciendo un
elevado sobre-diagnóstico que se acompaña de tratamientos medicamentosos y escasos
resultados terapéuticos. La familia contribuye a su pesar a complicar las cosas. Desbordados
por la exigencia de su entorno e impotentes a lograr una fructífera comunicación con el niño
hiperactivo, se aferran a diagnósticos o fármacos que les ofrece una sociedad dispuesta a
encauzar y encuadrar adecuadamente a sus miembros. Es así que el diagnóstico y tratamiento
conforma, tranquiliza y brinda un lugar exento de responsabilidad para los que están
implicados de un modo u otro en él. (Sanfeliu, 2011)

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Cabe destacar que desde una postura psicoanalítica, la hiperactividad se define como un exceso
de movimiento desorganizado. Los psicoanalistas lo consideran una señal, un síntoma, un
indicio de conflictos que muchas veces no son evidentes y hay que descubrir. Por ello se ha
tomado esta perspectiva desde un enfoque psicoanalítico, pues su abordaje ha sido diferente a
lo que actualmente es investigado, es decir por un enfoque enteramente biológico y que no
compromete el entorno del ser humano, diferente a las categorías de análisis en las que el
psicoanálisis lo aborda y debido a ello su comprensión ha sido dificultosa y en ocasiónes

Desde hace unas décadas diversos estudios han pretendido confirmar la aparición de inéditas
formas de malestar en la cultura que, vinculadas a la crisis de los ideales y de la autoridad
tradicional, corresponden con la emergencia de nuevas enfermedades psicopatológicas.

Sin embargo, más allá de su cuestionable exactitud, el mencionado diagnóstico no podría ser
sostenido sin adherirse a teorías clásicas, según la cual, la ley es un agente pacificador de las
pasiones humanas (Tendlars, 2006). Se trata de una perspectiva que en modo alguno ha sido
apegada a corrientes psicológicas, las cuales tratan de sostener la teoría con respecto a la ley y
crianza del niño. En efecto, la literatura con respecto a las funciones parentales, podría tomarse
como un referente para estudiar y definir cada uno de los síntomas presentes que engloban
al TDAH. Y de esta manera, aparece la figura del padre, la cual es tratada como aquel cuya
tarea es separar al niño de su madre, instaurar la ley, prohibir el incesto y ofrecerse como un
modelo de hombre que le permitirá el acceso a otras mujeres. (Rendón, 2014)De manera que
el niño pueda hacer su propia transición desde la dependencia hacia la independencia.

A partir de lo anterior se plantea la siguiente pregunta de investigación: ¿cuáles son las


funciones parentales en niños diagnosticados con TDAH?

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JUSTIFICACIÓN
En los centro escolares, el cuidado y apoyo de menores diagnosticados con TDAH se
considera sumamente importante y útil para las diversas adaptaciones y medidas
psicoeducativas, al señalar las barreras que limitan el aprendizaje del alumno; sin embargo, los
diagnósticos o apoyos psicoeducativos tienden a ser escasos o sin la aplicación de una
metodología o enfoque teórico que lo fundamente, por lo que la valoración e intervención de
estos menores no es llevada a cabo o tiende a caer en diagnósticos erróneos.

Debido a la extensa cantidad de investigaciones acerca del TDAH y su diagnóstico, ha


resultado necesario comprender este término de manera amplia y significativa, no solo desde el
contexto educativo, sino a través de la comprensión de los diversos discursos correspondientes
a otras disciplinas. Sin embargo, caracterizar el trastorno es en ocasiones sumamente complejo
y en ocasiones inentendible, por ello quienes se encuentran a cargo de menores con este
diagnóstico deberían conocer las numerosas perspectivas que definen al malestar.

Siguiendo con esta postura psicoanalítica, esta analiza al TDAH más bien como una
construcción psíquica del sujeto; es decir como un malestar, y también como una pregunta
sobre el niño y las coordenadas de su existencia, estos son conceptos que se derivan del
psicoanálisis (Palomera, 2001). Es decir, debe conocerse la historia del sujeto y las diversas
coordenadas por las que atraviesa. La herramienta para esto es la palabra, el discurso del niño,
la observación, desde la perspectiva del sujeto que puede ser clave para que sea posible
vislumbrar las razones de la emergencia del malestar en cuestión, así como los elementos que
han intervenido para que se produzca ese tipo de construcción sintomática.

En suma, desde la corriente psicoanalítica, el TDAH es un síntoma, por lo que las causas son
diversas y están relacionadas con el contexto del niño; es decir, la época, la escuela, los padres,
etc. Es en este sentido que la familia pasa a ser el contexto más cercano al desarrollo del niño,
con ello se puede diferenciar la función que cada uno de los padres tiene en relación al hijo.
Por un lado existe la extensa literatura que describe la función de la madre primordialmente, y

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por otro lado aunque un poco más fragmentada la función paterna, representada como la
figura de ley o autoridad.

Una gran cantidad de material producido sobre el padre y su paternidad demuestra la


progresiva importancia que tal figura progenitora ha adquirido tanto en el interior de las
dinámicas familiares como en el desarrollo psicológico del niño (Fernández, 2002)

Los descubrimientos relativos a la influencia del papel paterno en el desarrollo infantil tienen
una referencia poco extensa en comparación con la función materna; pocos de los modelos
conceptuales acreditados, consideran al padre como factor de desarrollo y organización de la
personalidad del niño. El material recogido sobre el padre a veces se encuentra fragmentado y
desorganizado. En varias de las reseñas literarias que sucesivamente se han ido proponiendo
se puede observar la dificultad y el esfuerzo en clasificar las temáticas investigadas en un
cuadro global del desarrollo.

El presente trabajo de investigación aborda la interrogante acerca de la función que ejercen las
funciones parentales sobre todo en aquellos que tienen hijos diagnosticados con TDAH.
Guarda relación con la literatura de Freud (1913) en cuanto al “lugar de la madre” y por Lacan
(1963) de la “función paterna” y demás autores, con ello se pretende conocer e integrar la
presentación conceptual no solo de la definición del trastorno, sino también la función que se
establece en relación al hijo con TDAH.. De igual manera se pretende que dicha recopilación
de información nos ayude a entender y abordar de una manera diferente este tipo de
situaciones que se hacen presentes en los centros de trabajo educativos, sobre todo para
aquellos profesionales que somos ajenos a dichos temas y que su abordaje en ocasiones suele
ser diferente.

Actualmente, la literatura existente visualiza la importancia del Padre en la construcción del


psiquismo del niño, ya que comprende instancias que le otorgan seguridad, afianzamiento,
autonomía, independencia y demás (Tendlarz, 2006).

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A pesar de todo ello, el concepto en relación al padre, no siempre ha sido el mismo, pues este
se ha venido transformando conceptualmente. Cada sociedad, cada disciplina e incluso cada
época posee una referencia acerca del estereotipo de padre. De este modo se procura conocer
parte de la noción acerca de las funciones parentales sobre todo en el discurso psicoanalítico,
el cual enmarca “la función estructurante del psiquismo infantil, a partir de figuras de autoridad
y referencia como lo son, la madre y el padre. En suma, el ser padre para la psicología y en
específico para el psicoanálisis, cobra relevancia, por cumplir una función central en la
construcción y desarrollo del psiquismo humano” (Vilche, 2016, p.p 3)

OBJETIVO GENERAL

 Analizar las funciones parentales en torno al hijo diagnosticado con TDAH.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS
 Describir los estigmas del sujeto con TDAH
 Describir el lugar simbólico del niño diagnosticado con TDAH
 Describir la sintomatología del niño con TDAH

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CAPÍTULO 1. METODOLOGÍA

1.1 ENFOQUE Y TIPO DE ESTUDIO


El trabajo de investigación se basa en el enfoque cualitativo, para entender el sentido y
comprender la realidad del sujeto de investigación. Lo que se busca mediante este enfoque es
obtener datos como concepciones, percepciones, creencias, emociones, interacciones,
experiencias, procesos y vivencias manifestadas por los participantes de manera individual o
colectiva, con la finalidad de realizar un análisis y comprensión de la realidad en que viven.
(Sampieri, 2008).

La investigación cualitativa estudia la realidad en su contexto natural, los principales


métodos para recabar los datos cualitativos se basan en la observación y entrevistas en el
ambiente natural y cotidiano de los participantes, así como la recolección de documentos y
otros materiales.

Es así como la investigación cualitativa extrae las descripciones a partir de las


entrevistas, narraciones, grabaciones, transcripciones de audio, registros de observación,
etcétera, por lo que se realizan en los contextos naturales de los sujetos, a partir de sus
vivencias personales, para un posterior análisis de las categorías.

El método de estudio de caso es una herramienta valiosa de investigación y su mayor


fortaleza radica en que a través del mismo se registra la conducta de las personas involucradas
en el fenómeno estudiado (Martínez, 2006); con este método de estudio los datos pueden ser
obtenidos desde una variedad de fuentes, tanto cualitativas como cuantitativas; como
documentos, registros de archivos, entrevistas, observaciones, etc.

Por ello, el trabajo se realiza a partir de la aplicación del método de estudio de caso con
un enfoque etnográfico. El estudio de caso se enfocará en 3 sujetos participantes, de quienes se
pretende conocer parte de la dinámica familiar y sobre todo la función del padre y madre en
torno al malestar del hijo diagnosticado con TDAH, puesto que desde la visión psicoanalítica

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(Romano, 1997), la sintomatología que presenta el niño con TDAH, oculta un lenguaje que
intenta comunicar.

Debido a lo anterior, la investigación se realiza bajo el enfoque cualitativo, el cual


ayudará en la reflexión y análisis de los significados recuperados a partir de las entrevistas
realizadas a los padres de familia. La experiencia de vida de los participantes será fundamental
para el entendimiento del fenómeno que acontece, a partir del discurso de los padres.

Los casos que fueron seleccionados comparten la característica de tener dentro de la


familia un menor (en este caso el hijo) con el diagnóstico de TDAH, cada uno de
ellos provenientes de diferentes contextos socioeconómicos. Se pretende recabar la mayor
información y posterior a ello estudiar y analizar esta para obtener una mayor comprensión del
fenómeno.

1.2 TÉCNICAS E INSTRUMENTOS

Con respecto al trabajo de campo, éste se apoyó en la observación y entrevistas que


se desarrollaron en diferentes momentos con los padres de alumnos diagnosticados con
TDAH, provenientes de diversas instituciones escolares.

1.2.1 ENTREVISTA

Las entrevistas cualitativas tienden a ser más íntimas, flexibles y abiertas. En ella
intercambiaremos información entre el entrevistador y el entrevistado, logrando una
comunicación y construcción de significados respecto al tema, mediante las preguntas y
respuestas obtenidas.

Las entrevistas serán dirigidas a los padres para solicitarles información acerca de su
quehacer específico en el hogar, tiene como objetivo conocer el desarrollo emocional y social
del niño fuera del aula, así como la función que desempeñan como padres. Por ello la
entrevista a utilizar será de manera semiestructurada, la cual se basa en una guía de preguntas

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(anexo 1) donde se tendrá la libertad de introducir preguntas adicionales para
precisar conceptos u obtener una mayor información sobre los temas deseados.

1.3 PARTICIPANTES
Los participantes son padres de familia de niños diagnosticados con TDAH de diversas
instituciones educativas de nivel primaria, tres de ellas de educación regular y
dos correspondientes al Centro de Atención Múltiple (CAM) de la modalidad de Educación
Especial. Son cinco padres de familia con una edad que oscila entre los 35 y 45 años de edad.
Se les comentó el motivo de investigación a lo cual accedieron a participar; son familias
provenientes de los municipios de frontera Comalapa, Ocosingo y Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

El primer participante, “T”, de 42 años, originario del ejido Grecia del municipio de
Chicomuselo, padre de 4 hijos (2 hombres y 2 mujeres) siendo el menor “D” de 7 años
diagnosticado con TDAH por educación especial a la edad de 6 años, actualmente cursando el
segundo grado de primaria en educación regular, el padre se dedica a la cosecha de café por las
mañanas en compañía de su hijo mayor y por las tardes se dedica a predicar en un templo
religioso pues tiene el cargo de pastor, por lo que en su mayoría del tiempo se encuentra fuera
del hogar, su esposa se dedica al cuidado del hogar, el matrimonio asiste todos los días al
templo religioso de la localidad donde viven, en compañía de su hijo menor “D”.

La segunda entrevista se realizó a “E”, una madre de familia de 40 años, originaria del
municipio de Ocosingo, madre de 3 hijos varones, “M” su hijo menor de ocho años, quien
cursa el tercer grado de primaria fue diagnosticado a la edad de 3 años con TDAH por parte de
la Unidad de Apoyo a la Educación Regular, conocida como USAER. La madre se dedica al
cuidado del hogar y de los hijos, actualmente vive con su esposo quien se dedica al comercio,
por lo que ella se mantiene en la casa en compañía de 3 de sus hijos

La tercera participante “S” de 25 años, es la madre de familia, originaria del municipio


de Ocosingo, actualmente vive con su esposo, quienes por un tiempo estuvieron separados por
diversos problemas familiares. Dentro de la familia se encuentran dos hijos, una niña de 2 años

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de edad y un niño de 7 años, quien, este último fue diagnosticado con TDAH y problemas en
el lenguaje a la edad de 3 años por parte del Centro de Atención Múltiple (CAM). La madre se
dedica al cuidado de los menores y el padre trabaja como chofer en un horario de 5 am a 6 pm
de lunes a sábado, por lo que es imposible contar con la colaboración para dichas entrevistas.

Una cuarta entrevista de un padre de familia participante originario de Tuxtla


Gutiérrez, de ocupación camillero fue suspendida, ya que se encontraba en proceso de divorcio
con la madre de sus hijas, dichas menores, ambas diagnosticadas con trastorno de deficit de
atencion sin hiperactividad por parte de instituciones médicas, contaban con edades de 12 y 8
años, quien se hacía cargo del hogar únicamente era el padre que dividía sus horarios entre el
hogar y trabajo, mientras que la madre se dedicaba a trabajar de enfermera en horarios muy
extensos, aunque ambos padres accedieron a ser entrevistados, esta no se pudo realizar ya que
comenzaron con los trámites de divorcio.

En total se realizaron 3 entrevistas. Las cuales están conformadas por padre y madre.
En cada familia se cuentan con las dos principales figuras paternas (madre y padre) y estos no
rebasan los 4 hijos por matrimonio; sin embargo parte de los menores se encuentra al cuidado
de la abuela o las tías debido a que los ambos padres se dedican a trabajar.

1.4 CONTEXTO
El estudio se realizó en instituciones educativas diferentes de educación regular y tales como la
escuela primaria “Tierra y libertad”, turno matutino, del municipio de Chicomuselo. La escuela
primaria “Sor Juana Inés de la Cruz” y “Gabriela Mistral” ambas de turno matutino,
pertenecientes al municipio de Ocosingo en el estado de Chiapas.

La primer actividad se llevó a cabo en la institución educativa “Tierra y Libertad” con


clave 07DPR2338N ubicada en el Ejido Grecia, con una pequeña población de
aproximadamente 168 personas, en un contexto rural, ubicado en el municipio de
Chicomuselo, Chiapas. La institución consta de 6 aulas, una de cada grado de 1º a 6º, una
dirección, una cancha y cocina, es un terreno amplio. Cuenta con 6 maestros de base, 1 por

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cada grupo, no cuentan con director, por lo que uno de los maestros debe hacerse cargo de
ello, no tienen personal de limpieza, educación física o de la Unidad de Servicios de Apoyo a la
Educación Regular (USAER). La matrícula es de 146 alumnos de 1º a 6º únicamente cuenta
con turno matutino, en dicha comunidad se cuenta con otras instituciones educativas como un
kinder multigrado y una secundaria tridocente, además de contar con una clínica de salud que
consta de 1 doctor y 2 enfermeros.

La segunda recolección de datos se realizó con el apoyo de las autoridades educativas


del plantel en la institución “Sor Juana Inés de la Cruz”, turno matutino, con clave
07DPR4785L ubicada en la comunidad “Gracias a Dios” del municipio de Ocosingo, a una
distancia de 25 minutos aproximadamente de la cabecera municipal, por lo que se encuentra en
un contexto semi urbano. Actualmente la institución educativa consta de 15 aulas, dos para
cada grado escolar de 1º a 6º, una dirección y dos baños. Dentro de ella laboran 14 docentes 12
frente a grupo, un director y un maestro de educación física, además de un personal de
limpieza Consta de una matrícula de 273 alumnos. Únicamente se labora en el turno matutino
y cuenta con servicios de USAER.

La tercera institución se encuentra en el municipio de Ocosingo, Estado de Chiapas,


lleva por nombre “Gabriela mistral” se ubica alrededor de 10 minutos saliendo del municipio
de Ocosingo, por lo que es una zona semiurbana, cuenta con 6 aulas de 1º a 6º , una dirección
y dos baños, la matrícula es de 257 alumnos atendidos por el personal académico que consta de
6 maestros frente a grupo, un directo y un personal de limpieza, no cuenta con servicios de
USAER y únicamente cuenta con turno matutino.

Los espacios permitidos para realizar las entrevistas son escuelas primarias de
educación regular, únicamente una de ella cuenta con apoyo para educación especial, sin
embargo como última institución se lleva a cabo la solicitud de ingreso al centro de atención
múltiple (CAM), pero su acceso fue más restringido. La institución se encuentra en el
municipio de Ocosingo, se dedica a la atención escolar en niños con diagnósticos como
TDAH, Síndrome de Down, ceguera, autismo, entre otras, su matrícula no excede los 43
niños, divididos en 5 salones, de acuerdo a cada necesidad educativa que presentan.

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1.5 PROCEDIMIENTO
La investigación se desarrolla en diferentes fases articuladas entre sí, mismas que se describen a
continuación.

Fase 1. Acercamiento y negociación


La primera etapa consiste en el acercamiento hacia el sujeto e ingreso al campo de estudio
(sujeto contexto, ambiente), a manera de recolectar los datos más relevantes desde las primeras
observaciones. Antes de la realización de la investigación es conveniente obtener la aprobación
de los sujetos implicados, es decir padres de familia así como de la institución escolar.

El procedimiento se basa en la recolección y análisis de los datos, a partir de


observaciones, y entrevistas, así como la revisión de documentos o antecedentes que permitan
recolectar toda la información correspondiente.

En el caso de la recolección de los datos esta debe estar vinculada a los temas centrales,
por lo que cada unidad deberá ser analizada; es decir, que sea la apropiada de acuerdo al
planteamiento inicial, el cual está sujeto a cambios dependiendo de lo que se vaya recolectando.

Fase 2. Selección y determinación de los casos.


El primer contacto se llevó con los responsables de la institución escolar debido a que son
ellos quienes cuentan con el historial académico y médico de los alumnos, por lo que se
seleccionaron aquellos menores que se encuentran con diagnósticos de TDAH, ya sea por
parte de un neurólogo o psicólogo. Se seleccionaron 5 casos de diferentes instituciones
educativas, estos participantes cumplían con los criterios para llevar a cabo la entrevista de
acuerdo al tema del presente trabajo de investigación.

En cuanto a los motivos y elección sobre el desarrollo de la tesis se debe al interés que
despertó en mí al comienzo de uno de mis primeros trabajos con niños, siendo maestra
sombra, recién egresada y dispuesta a practicar lo aprendido, sin embargo, comprendí que la

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realidad supera a la enseñanza que se nos fue impartida, y que mi mejor maestro lo encontré
fuera de clases, y solo tenía 8 años. Me parece de gran interés e importancia el poner mayor
atención a la niñez, que es donde se presentan las bases para el desarrollo personal del
individuo desde lo psicológico hasta lo social.

Fase 3. Consentimiento de los padres


La solicitud en el consentimiento de los padres, es llevada a cabo puesto que nos proporcionan
datos personales y la autorización ya que es un trabajo con menores de edad, por ello el
consentimiento de cada uno de ellos es significativo. Se informa que los datos proporcionados
e identidades serán manejados de manera responsable, respetando la privacidad de cada uno de
ellos como familia, puesto que son los responsables de los menores diagnosticados con
TDAH, quienes participan en el presente trabajo.

Fase 4. Recolección de los datos


Durante esta fase se establecen los horarios y días, en los cuales se realizarán registros de
observación y entrevistas llevadas a cabo dentro de la institución escolar, estas entrevistas serán
dirigidas a los padre de familia, las cuales para su mayor aprovechamiento de información se
realizan con ayuda de los equipos de grabación del audio.

Fase 5. Ordenamiento y análisis de información.


Teniendo en cuenta los registros obtenidos, se llevará a cabo la categorización de dichos
registros, los cuales se ordenarán para posteriormente ser analizados e incluidos en un reporte
final, cumpliendo con las características acordes al planteamiento inicial de la investigación.

19
1.6 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN
El método de estudio de caso contribuirá en la investigación de manera sistemática y profunda,
analizando los problemas y situaciones que se presentan. Para ello, el texto recuperado
mediante la transcripción de los registros de observación y las entrevistas se dividirá en
unidades de análisis, decodificándolas, posteriormente, estas se agruparán en categorías y
metacategorías a partir de las cuales sea posible un análisis global de dichos registros.

Como primer paso, se transcribe los audios obtenidos durante las entrevistas,
realizando un trabajo muy puntual, para no interferir o distorsionar el discurso del
entrevistado, posterior a ello, la información se clasificará y se obtendrán en categorías, las
cuales son conceptos o enunciados que permiten identificar la acción subrayada.

Todas las categorías señaladas tendrán concordancia con el tema de investigación, de


esta manera se identifican las ideas centrales, de manera que el paquete de categorías
obtenidos se agruparán para obtener las metacategorías conformadas con la información más
relevante del texto.

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CAPÍTULO 2. MARCO TEÓRICO
2.1 PERSPECTIVAS SOBRE EL TDAH
Los discursos dominantes de cada época han permitido abordar diversos fenómenos, el
abordaje de cada uno de ellos ha sido estudiado desde diferentes perspectivas, permitiendo así,
segregar o incluir nuevas enseñanzas a lo ya establecido como verdadero. A lo largo del tiempo
la sociedad va cambiando y con ella los descubrimientos y las respuestas a cada uno de los
fenómenos que se presentan, con ello han logrado dar una respuesta “aceptada” para aquello
que resulta diferente o anormal, con ello no solo se engloba lo descubierto en el medio, si no
que esto pasó a ser parte del plano de lo infantil, “pensar en la infancia” y el desarrollo,
siguiendo la misma lógica de investigación.

Estudiar el desarrollo del humano desde la primera etapa de la vida como lo es la etapa
infantil, involucra una serie de investigaciones que generan una teoría y una concepción, en
este caso los niños vienen cargados de concepciones estereotipadas, de representaciones
lógicas y demás, por lo cual su definición forma parte de un recorrido histórico social.

Durante el renacimiento se iniciaron una serie de experimentos destinados a establecer


un saber sobre la anormalidad de los sujetos, generando con esto una nueva forma de
racionalizar los cuerpos (Sánchez, 2014), creando con ello una serie de criterios que definían
en su momento la normalidad, una normalidad enmarcada en las verdades del positivismo y los
comienzos de la psiquiatría moderna.

En cuestión de los temas relacionados con el plano infantil denotan el excesivo


etiquetado hacia diversas psicopatologías, tal como el diagnóstico del TDAH, que en nuestros
días cuenta con más de una definición, abordada desde diferentes puntos de vista, haciendo
unas más relevantes que otras.

Los intentos por generar un nuevo saber sobre lo humano estaban fuera de lo humano
mismo, la búsqueda de criterios de normalidad y por ende de anormalidad se encontraban

21
básicamente orientados por una concepción fenomenológica de la realidad humana que
mediante la supremacía de la mirada ultimara con la comprensión de las enfermedades para
posteriormente clasificarla, dando lugar de este modo a una nosología que despojó al sujeto de
sus cualidades subjetivas.

2.1.1 PERSPECTIVA PSIQUIATRICA

El TDAH actualmente se define como un patrón de comportamiento “desadaptado” o


“anormal” desproporcionado de acuerdo a la edad del niño y que se resume como síntomas de
una hiperactividad, impulsividad e inatención, generalmente se presenta en edades muy
tempranas como 4 o 6 años y que se hacen presente en más de uno de los escenarios donde el
niño (a) se desenvuelve (casa, escuela, sociedad, etc.) principalmente estos síntomas generan
diferentes puntos de vista escolar, familiar y social.

Actualmente este tipo de síntomas son empleados para la clasificación de diagnósticos


en el CIE-10 y DSM-5, estas categorías nos permiten a través de la observaciones y
clasificación de conductas establecer un diagnóstico clínico a base de estos síntomas.

Por lo que respecta a características operativas, las diferencias son importantes:


mientras que en el DSM se detallan los síntomas de cada categoría diagnóstica, y a su vez cada
síntoma en concreto es descrito a través de un listado de comportamientos claramente
definidos, en la CIE aparecen descripciones pormenorizadas de las características y síntomas
que configuran el trastorno, pero es preciso que el clínico determine su presencia o no en
función de su propio análisis e interpretación de los comportamientos que los reflejan. (Soler,
2014)

Es así, que el TDAH es considerado desde esta perspectiva un trastorno del


neurodesarrollo y su origen se afianza en lo neurológico y genético, separándolo así de los
factores ambientales que pueden ser más determinantes. Dicho diagnóstico proporciona y
define un patrón de características de comportamiento que suelen presentarse e involucran al
funcionamiento cognitivo, por lo que para su diagnóstico se requieren de 4 a 6 síntomas
(Acosta, 2000). Además de que en su afán por clasificar existe dentro de ella una

22
subclasificación, en otras palabras desde esta postura, se aborda al TDAH desde su
neurofisiología, por lo que sus síntomas descritos en el DSM requieren de un manejo
psicofarmacológico.

Por ello para determinar e identificar a un TDAH lo más importante es en este caso
observar la cantidad e intensidad de los síntomas, desde su inicio y aparición en distintos
contextos. Aunque cabe señalar que desde esta postura citada, recae a su vez una evaluación
que depende de lo que se conoce como las “funciones ejecutivas”, estas se refieren a los
procesos de control mental y a aquellas habilidades necesarias para poner en marcha y
mantener un conjunto apropiado de comportamientos de solución de problemas con el fin de
obtener una meta. (Soler, 2014)

Es decir, se les denomina funciones ejecutivas al conjunto de habilidades o estrategias


cognitivas necesarias para realizar tareas tales como la planificación secuencial de actividades, la
programación de acciones de acercamiento a la meta, la corrección de acciones de acuerdo con
un plan, la anticipación de eventos, la autorregulación a través de los mecanismos de
monitorización, la flexibilidad cognitiva y la ponderación del tiempo y el espacio, entre otros
(flores, 2012). Dichas funciones se pueden ubicar en áreas frontales específicas del cerebro,
por lo que si estas fallan son signos de posibles lesiones cerebrales causantes de diversas
psicopatologías y sobre todo el rasgo principal para el TDAH. En la actualidad es una de las
posturas con mayor peso, pero cabe señalar que aunque las evaluaciones se hayan realizado
exitosamente, algunas lesiones son inexistentes o no se muestra fallo alguno en áreas
específicas del cerebro, el diagnóstico sigue presente, pero genera una gran cantidad de dudas
respecto a lo ya descrito.

Por otro lado, la no detección puede condicionar el desarrollo del menor con diversas
dificultades para adaptarse a su entorno y desarrollar todas sus potencialidades, pero a su vez el
etiquetaje prematuro o la patologización de características diferenciales de su comportamiento
ocurre quizá por el difícil manejo en el entorno familiar o escolar que lo recibe, pero no por
ello hay realmente una patología; en la actualidad hay un riesgo de sobrediagnóstico del TDAH

23
cuando se puede estar ante niños desatendidos o sometidos a sistemas educativos que no
respetan las diferencias individuales en las etapas del desarrollo. (Soler, 2014)

2.1.2 PERSPECTIVA COGNITIVA

Por su parte la psicología cognitiva estudia los procesos que subyacen al comportamiento
humano, con especial énfasis en el procesamiento y la representación de la información que
realiza la mente humana. Como misión tiene, el comprender aspectos del funcionamiento
psicológico humano, así como el desarrollar conocimiento científico relevante en el marco de
las necesidades de la sociedad. (Barceló, 2016).

Dentro del marco de esta perspectiva se entiende que el modelo se basa en la gran
influencia que poseen los factores instruccionales y motivacionales sobre las conductas
hiperactivas, visto desde este modelo, el TDAH podría ser entendido como un trastorno en el
desarrollo de la inhibición de respuesta conductual del niño. Por ello, desde esta mirada se
encuentra la intervención conductual, la cognitiva y la cognitivo-conductual.

En la cual se postula que los síntomas de hiperactividad, impulsividad y dificultades de


atención, son patrones de conductas desadaptativas y desajustadas que pueden ser modificadas
de igual forma que cualquier otro desorden de conducta, a través de las técnicas basadas en los
principios de aprendizaje, (Pizarro, 2003) al igual que la médico-psiquiatra deja de lado diversos
factores sociales, parte de la idea que la conducta que se manifiesta es aprendida y por lo tanto
puede ser modificada.

Se piensa que desde esta perspectiva, los niños están rodeados de una multitud de
estímulos ambientales, los cuales saturan su capacidad de control de dichos estímulos, por lo
que el niño responde a esta sobre estimulación de manera desorganizada y descomunal (Díaz,
2005).(Barcelo, 2016). Desde la terapia cognitiva se trata “de enseñar a los niños con TDAH
aquellas técnicas que resultan adecuadas para manejar el autocontrol y la resolución de
problemas”, es decir la estimulación tiene una supuesta solución sobre aquello que lo aqueja,

24
utilizando los métodos de resolución de problemas, dentro de los cuales se pueden encontrar
varios procedimientos en lo que refiere a la intervención cognitiva en niños.

Desde este paradigma, el niño con TDAH muestra dificultades en controlar sus
conductas, deficiencias en las habilidades de pensamiento y planificación. Sostienen que las
principales estrategias utilizadas en el tratamiento de niños con TDAH son el entrenamiento
de autoinstrucción, entrenamiento en resolución de problemas, modelado, contingencias
conductuales, educación emocional, y ejercicios de juegos de rol (Pizarro, 2003). También
aparecen como posibles intervenciones el entrenamiento en relajación, ensayo conductual,
imaginería, auto - evaluaciones positivas, cambio de la focalización atencional y
reestructuración cognitiva. (Barceló. 2016) Aunque habiendo diversos métodos de abarcar el
TDAH, comparte ciertos rasgos con lo médico o biológico.

2.1. 3 PERSPECTIVA EDUCATIVA

Se considera que un alumno que presenta dificultades en su aprendizaje debido a su inatención


y excesivo movimiento será un alumno con problemas durante su educación primaria. Los
niños (as) con TDAH parece que no aprenden las cosas más esenciales que se requieren en la
educación escolar, tales como sentarse, realizar las tareas escolares, pedir permiso y no
interrumpir. Al contrario de sus compañeros (as) de clase, estos niños presentan dificultades y
un notorio atraso en sus conocimientos y comportamientos, según la escala educativa con la
que son evaluados, con el paso del tiempo estos cambios o actitudes son descubiertos por
quienes los tienen a su cargo que principalmente son los maestros y los padres en casa.

Desde esta postura que marca la educación en el niño, se señala la percepción que se
tiene sobre el TDAH en el ámbito pedagógico, ya que regularmente son los maestros los que
solicitan el apoyo y sobre todo los actores principales de lo que acontece en el aula. Pensar en
los maestros como actores principales es reconocerles su formación profesional, su experiencia
en el ámbito escolar, es reconocer su producción subjetiva y cómo ésta establecerá ciertos
parámetros dentro del aula (Barceló, 2016).

25
En ocasiones quienes detectan el problema principalmente son los maestros, quienes lo
identifican con mayor frecuencia que los progenitores o los médicos de los niños con TDAH y
es por eso que se consideran a los maestros actores principales. sin embargo, no siempre se
cuenta con la formación académica adecuada para tratar este tipo de casos en el aula y muchas
veces se hace el desconocimiento en el tema. Por lo que generalmente se limitan a hacer lo
necesario.

Se sabe que en la formación del maestro y en su quehacer laboral se encuentra el


proceso de aprendizaje de los niños, sin tener presente que ambos –maestros y niños- poseen
una estructura psíquica que les permitirá enfrentar la realidad según lo vivido por cada uno
(Muñiz, 2013). Este proceso de aprendizaje tiene un pensamiento lineal, simplista, donde
aprender es lo primordial. Esto impedirá que se piense al niño como sujeto en devenir, en
constitución, en constante cambio.

Es decir, el primero en notificar es el docente, es quien señala y da un pre diagnóstico


producto de su precognición, detecta a un niño con cierta característica y se lo comunica a sus
superiores y estos le enseñan al padre o madre el recorrido que debe hacer (pediatra,
neuropediatra, psiquiatra o psicólogo) en el momento en que se lo deriva al pediatra,
neuropediatra o psiquiatra, se está pensando el TDAH como algo orgánico o médico, y ya en
última instancia un psicólogo. (Barceló, 2016)

2.1.4 PERSPECTIVA PSICOANALÍTICA

La postura psicoanalítica actualmente es criticada, pero a su vez esta se encuentra fuertemente


comprometida con las formas de subjetivación que adquiere el sufrimiento en diferentes
ámbitos y dimensiones, tomando en cuenta la singularidad de la situación. Entienden, que en la
infancia el aparato psíquico está en vías de constitución con un psiquismo que se produce en
un contexto socio-histórico determinado. Desde esta perspectiva el síntoma ocupa otro lugar,
no se lo ve como una amenaza, sino como un significado de algo con lo cual hay que trabajar y
tratar de llegar a los orígenes del mismo, el síntoma constituye la enfermedad y al mismo
tiempo la potencial cura, para Freud este síntoma no puede devenir consciente (Barceló, 2016).

26
Con esta conceptualización retomada desde Freud y el psicoanálisis sobre el síntoma, esta
requiere ser analizada conocer el núcleo y las causas de ello. Es necesario que como tal el
concepto de TDAH no es mencionado por esta postura, pues no lo ve como un todo sino que
lo analiza por partes, es decir a través de cada síntoma o malestar que se presenta dentro de
ella.

Es así, que la tarea del analista es encontrar el sentido oculto de ese síntoma que se
encuentra fuera de la consciencia del paciente. Diversos autores manifiestan que en la clínica se
ha visto un aumento considerable de niños diagnosticados con TDAH, lo que ha provocado
un mayor interés desde el psicoanálisis por conocer las causas de este aumento (Barceló, 2016).

La postura psicoanalítica defiende la presencia de factores de orden psicosocial, así


como las fallas en los encuentros intersubjetivos primarios y que determinarían parte de las
importantes dificultades en la subjetivación del niño, en los procesos atencionales y en su
dificultad de regulación motriz (Guerra, 2013).

Uno de las características sobre el TDAH es la inatención en la que se apoya de las


teorizaciones de Freud, señalando que los trastornos en la atención tienen que ver con la
dificultad para investir determinada realidad, o para inhibir procesos psíquicos primarios. A la
vez, la atención resta eficiencia a las acciones automáticas, poniendo freno a la impulsividad
(Janin, 2013). (Montoya, 2018)

Está claro que, de acuerdo a las diferentes corrientes y posturas encargadas del estudio
del ser humano en sus primeras etapas de vida, el TDAH tiene diversas perspectivas sobre su
origen e intervención, las cuales difieren entre unas y otras. Es así que cada una ocupa un
abordaje diferente.

El estudio sobre el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) atraviesa


por diferentes cuestiones o posicionamientos, este puede ser entendido como un trastorno en
el desarrollo de la inhibición de respuesta conductual del niño, por lo que en muchas ocasiones
se espera un tratamiento que ayude a modificar esas conductas a través de diversas técnicas.

27
Por otro lado, también la psicología social comunitaria aportará su enfoque integrador e
histórico, este posicionamiento nos permitirá problematizar ciertos universales y pensar en el
lugar que les otorgamos a nuestros niños y sus manifestaciones como el TDAH. En el caso de
la pedagogía, el enfoque de la mayoría de los maestros se encuentra en el proceso de
aprendizaje de los niños, este enfoque lineal de aprendizaje impide pensar al niño como sujeto
productor de conocimiento, al contrario, se lo piensa como depositario del conocimiento que
otorga el maestro (Moreno, 1999). Para adquirir ese conocimiento, será necesario limitar el
movimiento en esta idea de que se aprende estando sentado y observando al frente. (Barceló,
2016)

Y como última aportación y de la cual se pretende abarcar más, se centra en la postura


psicoanalítica de la cual el énfasis estará puesto en ese síntoma que manifiesta el niño como
resultado del vínculo temprano con sus padres. Lo cual, este síntoma será necesario historiar y
simbolizarlo a efectos de conocer el conflicto.

28
CAPÍTULO 3. EL SOMA Y EL SÍNTOMA
3.1 LA ÉPOCA Y EL SÍNTOMA
Año con año se eleva la cantidad de niños desatentos e hiperactivos, características para un
diagnóstico de TDAH, habría que pensar que esto se convierte en una nueva epidemia, que
comienza por expandirse de tal manera que su diagnóstico ya abarca edades que antes no
mencionaba, ejemplo, se creía que era un trastorno de la infancia y actualmente puede abarcar
y diagnosticarse hasta en la edad adulta.

Es de saber que el mundo y en especial la cultura de los niños ha cambiado a lo largo


del tiempo, al igual que las expectativas y las exigencias en torno a ellos se han multiplicado.
Actualmente, la problemática se centra en conocer los nuevos malestares de la época que
aquejan al niño. Así, la imagen del cuerpo se transforma en un operador fundamental para
pensar la experiencia infantil en nuestros días. (Sierra, 2019).

3.1.1 TIEMPO Y LUGAR DEL SUJETO VERSUS TIEMPO Y LUGAR


DEL ORGANISMO

A lo largo de la historia se han ido construyendo teorías, nociones e ideas acerca de la


infancia, a través de diversas disciplinas se forman estos discursos que van desde lo clínico a lo
educativo y su consecuencias se ven en la práctica de cada campo de estudio, así como los
modos de abordaje posibles.

El siglo XX fue denominado el siglo del niño, sobre todo por el acelerado avance que
se presentó en las ciencias y los aportes que de ella sobresalieron, teniendo como eje central el
estudio de la infancia o de los niños, en la incógnita sobre el desarrollo de la infancia tuvo lugar
el esfuerzo científico generando una serie de discursos y prácticas que generaron dominios
específicos de conocimientos, en la mayoría de los casos fueron definidos por referencia a la
edad y por su oposición a la condición de adulto: la pediatría, la psicología infantil, la
psicopedagogía, la literatura infantil, son ejemplos de ello. (Sierra, 2019.)

29
Se sabe que con el avance en el estudio de la infancia ciertos enunciados provenientes de
diferentes discursos tanto médicos y educativos influenciaron en cómo nuestra cultura
construyó la idea de niño y de las relaciones de éste con sus padres y las instituciones.

En diversas disciplinas el estudio central en el niño se basa en una serie de actitudes,


comportamientos, habilidades, destrezas, etc. que deben desarrollarse a cierta edad, es decir se
maneja el desarrollo a través de tiempos, secuencias y conceptos que definirán al sujeto como
un objeto acabado que deberá llevar un crecimiento y desarrollo normal, que son los objetivos
futuros para ser un adulto completamente sano y que socialmente hablando este será definido
como una persona capaz y productiva.

Subyace una idea de desarrollo que señala una dirección definida, temporal y
sistemática de las estructuras psicológicas y físicas de los niños a medida que avanzan en edad y
madurez. (Tizio, 2005).

Diversas teorías pedagógicas derivaron de estudios psicológicos a principios del siglo


XX, en las cuales incluyeron conceptos como “sujeto” y “conocimiento” y que a su vez este
poseía un “modo de aprendizaje” lineal y a través de los procesos de atención, al igual que
otras teorías y posturas se define a la educación como un proceso lineal y cronológico,
teorizando que de acuerdo a la edad del niño este debe adquirir ciertos procesos cognitivos,
sociales y psicológicos, para que este pueda ser considerado apto para las actividades a
desarrollarse en lo institucional y educativo , así, afirmando la existencia de un sujeto pensante
de sus propios objetos de pensamiento. La educación continuaba con el concepto de moldear
al sujeto, así, dando origen a formalizar y automatizar actividades orientadas al desarrollo de lo
“correcto y normal”.

Bajo estas condiciones en el saber científico, es el psicoanálisis que irrumpe con su


pregunta acerca de aquello que escapa a la conciencia y a la voluntad, cuestionamiento que
lleva a Freud (1917) al descubrimiento de lo inconsciente. Para ello define al sujeto y el síntoma
en una primera acepción, haciendo referencia a la expresión de un sufrimiento que puede ser
descifrado: “El sentido de un síntoma reside, según tenemos averiguado, en un vínculo con el

30
vivenciar del enfermo”. Desde esta perspectiva, el síntoma es justamente eso que el sujeto
supuestamente no sabe y aparece dicho en otro lenguaje. (Fryd, 2001.)

En la investigación infantil se ubican los conceptos TDAH y déficit, como


problemas escolares sociales y familiares recurrentes de atención, la apuesta de la presente
investigación es ubicarlo como síntoma desde una perspectiva psicoanalítica.

El sujeto del inconsciente no tiene edad, pero sí tiempos lógicos de efectuación. Sin
embargo, el tiempo cronológico de la niñez es irremplazable en cuanto a experiencias que se
irán inscribiendo de modos muy diversos en cada niño. Momentos que no pueden ajustarse a
formatos estándares y que irán estructurando el psiquismo (Daumas, 2009)

Con estas posturas ideológicas se abren nuevos caminos que demandan a investigar el
diagnóstico y tratamiento de aquello que afectan a los menores de manera psicológica teniendo
definido de que el síntoma suele conducir a un sujeto a demandar un análisis. Actualmente, en
el caso de los niños, quienes suelen demandar son los padres y docentes porque “hay algo que
no marcha como debiera”, poniéndo de manifiesto cómo el niño y su síntoma aparecen como
obstáculo a lo escolar, lo social y lo familiar.

Parte de estas posturas psicoanalíticas han ayudado a conocer y descubrir aquellos


síntomas que presentan los niños diagnosticados con TDAH, sin embargo esto ha generado
un debate inacabado acerca de los males que aquejan al niño y la raíz que de ellos derivan. Ya
que estos son más atendidos y canalizados al ámbito médico, debido a que estos problemas
son tratados de acuerdo a la prontitud que el ambiente demanda. Es decir, ante las diversas
presiones sociales y la preponderancia del éxito escolar, la familia se ve influenciada y orillada
a buscar las soluciones rápidas y eficaces; lo que al otro ya le ha funcionado (Laurent, 1999)

Por lo cual son atendidos desde una óptica biologicista, que quiere decir, ir hacía la
perturbación de un órgano o deficiencia sin considerar al conjunto que conforma el sujeto. Es
decir, se ubica al sujeto en una categorización cuando este presenta algún signo parecido con la
sintomatología que establece el DSM.

31
3.1.2 EL SÍNTOMA PSICOANÁLITICO

Cabe señalar que varios teóricos coinciden con que lejos de velar por la salud y el bienestar del
niño este solo es atendido desde su enfermedad, es decir, de aquello que se ve y denota para el
otro, haciendo de esta manera que se anule la escucha respecto a la historia del pequeño que
padece.

Por ello, no es suprimir el malestar, sino la de a partir de éste, configurar un


dispositivo para atender lo que aqueja a un niño y su familia, es decir; entender que la
manifestación problemática obedece a algo más allá de la conciencia del sujeto que lo padece, y
que por lo tanto, requiere y demanda de un espacio para la elaboración de un sentido al mismo
(Arce, 2008).

Es así, como actualmente y por los modos de vida que se han generado, el sentido del
síntoma es tomado como un trastorno, y por lo tanto los adultos no respetan la singularidad
del niño, ya que se espera un saber cifrado del síntoma, es decir un diagnóstico preestablecido a
partir del cual se reclama una lista de indicaciones a seguir (Sierra, 2019). encontrándonos que,
el síntoma no es más que manifestaciones de perturbaciones neurológicas sin incluir las
situaciones sociales del sujeto, suponiendo que este es un ser puramente biológico y sin verdad
histórica

Para Hebe Tizio (2015) el aporte que tuvo el psicoanálisis a otras disciplinas es su
perspectiva sobre el síntoma. Ya que este tiene una función y esto es importante porque según
cómo se lo aborde puede aliviarlo o codificarlo. Y entonces a partir de ello esto cobra sentido
y se habla del carácter de síntoma, con el cual el psicoanálisis va a enseñar a enfrentar la
enfermedad del sujeto como los problemas que le aquejan involuntariamente.

Estos síntomas pueden estar en relación a algún acontecimiento o no, son la


manifestación de un sufrimiento y una respuesta frente a lo que no funciona en el Otro.
Habitualmente, se presenta como algo que molesta y hace sufrir al niño, como algo que se
produce a pesar del propio sujeto, es decir, como un enigma que ni él ni su familia
comprenden, aunque lo que ocurre es que no todos son molestos o fijos. En este sentido, no

32
todo lo que parece no funcionar en el niño constituye un síntoma para él, es necesario que ese
síntoma se convierta en un llamado al Otro. (Bassols, 2012)

El síntoma es una formación sustituta de índole inconsciente en la persona, que


obedecía en efecto a la represión de material inaccesible para la conciencia en tanto la
conflictiva que generaba (Miller, 2005). Es a partir de ahí que al síntoma se le considera como
una transacción o un trato entre las dos instancias –consciente e inconsciente-.

El síntoma pues, forma parte del sujeto de quien lo exhibe, es decir existe una relación
o nexo entre ambos. A su vez, este síntoma es la manera en cómo el sujeto goza, vive su vida a
partir de una determinación inconsciente que lo antecede, con lo cual se demuestra que existe
una relación entre el síntoma y el inconsciente.

Otros autores como Mannoni (2007) consideran que el síntoma más allá de su aparente
formación como sustituto de algo reprimido, resulta una especie de protección ante la amenaza
de algo angustiante.

A su vez, Lacan siguiendo lo dicho por Freud (Citado por Fryd, 2014), menciona que
para lograr un mayor entendimiento, implica saber que cada sujeto posee un síntoma
particular con el cual le hace frente al mundo. A su vez, describe que el síntoma se resuelve
enteramente en un análisis del lenguaje, porque el síntoma está en sí mismo estructurado como
un lenguaje, porque es lenguaje cuya palabra debe ser liberada.

Pero de esta manera la definición de síntoma para diversas disciplinas que abordan este
tipo de conceptos también difieren en la conceptualización de la infancia, la existencia del niño
generalmente es considerada en el momento de su nacimiento, cuando se percata de la
existencia de un naciente ser humano, para el psicoanálisis este pequeño ser humano ya tenía
lugar como objeto de deseo de los padres, de ahí la relación que se genera al estar implicado en
dicha trama, y que con el tiempo encadena al niño al campo del lenguaje.

33
Es entonces que a partir de ello, se puede decir que el niño es ante todo un ser hablante, que
tiene a su disposición la palabra, y que frente a lo traumático responde inventando sus propias
respuestas sintomáticas, de la cual el sujeto no es culpable pero sí responsable (Fryd, 2001).

Parte de esta estructura misma del lenguaje es que el síntoma es un significante y este a
la vez obliga a que el sujeto sea escuchado en su palabra para poder primero elaborar el sentido
del síntoma, y segundo, para liberar al sujeto del sufrimiento que lo ata a la dolencia de no
saber lo que le representa su síntoma.

Para los psicoanalistas no se busca una cura o eliminación del síntoma, pues consideran
que este mismo es lo que le permite vivir al sujeto, la medicina define al síntoma como algo
universal para establecer índices, por el contrario el psicoanálisis define al síntoma para
permitir que el sujeto hable a partir de ahí mismo.

Especialmente en los niños, estos buscan el síntoma adecuado a través del cual pueda
significarse como sujeto, se estima al síntoma como mera protección en el sujeto, entonces este
se convierte en un lenguaje cifrado cuyo secreto es guardado por el niño (Mannoni, 1967)

Se mantiene una premisa muy esencial en la definición psicoanalítica, con respecto a la


familia que es la que acoge y cuida, pero de dichas relaciones familiares también surgen los
síntomas.

Hay un enigma que busca ser descubierto, no para solucionarse, no para eliminarse, de
otra forma estaríamos hablando del borramiento del o la niña. De lo que se trata es de darle
un sentido al síntoma, de encontrar el vínculo con el pasado, un pasado que a pesar de que no
le corresponde pero que carga, lo lleva consigo en tanto hijo-descendiente que honra a su
padre y a su madre. (Daumas, 2009)

A pesar de las amplias y diversas conceptualizaciones que existen con respecto al niño y
su llamado TDAH, cabe señalar que aun en nuestros días olvidamos el papel de los niños en la
sociedad y sobre todo de su desarrollo, olvidando que se encuentran en una etapa de juego y

34
descubrimiento, que en la mirada de los otros pudiera ser un fastidio, sobre todo para quienes
están a cargo de sus cuidado, llámese padres o maestros, lo que se logra de esta manera es
encasillar al niño a un padecimiento en el que encaje perfectamente, esto, para tener una
respuesta y solución de aquello que nos aqueja.

Es por ello que, actualmente la atención del niño se dirige a buscar una cura, ya que
estos niños desatentos e hiperactivos convocan al otro, “chocan” con el mundo, “llaman” a
que se les dé alguna respuesta. (Janin, 2016)

Hay niños que a través de su movimiento continuo intentan sacudir a una madre
depresiva. A través de una actitud desafiante y perturbadora, la mantienen activa y en estado de
alerta, funcionando como un estimulante, un “despertador” permanente (Janin, 2016) Son
descargas que son pura evacuación de angustia, lucha contra la pasividad. Hay niños que se
“calman” e intentan tolerar lo insoportable, neutralizándolo a través de un movimiento
compulsivo.

A la vez, el otro lo mira como potencialmente peligroso e intenta controlarlo. Control


que puede ser vivido como encerrante y suscitar mayor movimiento (Janin, 2016) Hay otros
niños que, cuando el objeto “falla” (en tanto no puede satisfacer ni en el momento ni en el
modo preciso lo que el niño desea), la retirada de la investidura objetal no va al yo sino a la
nada, al vacío. Es decir, en lugar de tratar de satisfacerse a sí mismo, o de apelar a la fantasía (y
privilegiadamente al juego) el niño puede sentir que el fracaso es absoluto, que él está vacío y el
mundo no le ofrece nada placentero. Así, la búsqueda puede ser alocada, imparable, sin metas
claras. Una búsqueda caótica, en la que no se pueden filtrar ni seleccionar estímulos ni
organizar la acción.

35
3.2 ENTRE PAREDES
En “notas sobre el niño” de Lacan (1969), muestra las diferentes modalidades del
síntoma en relación a los padres: los que están relacionados con la pareja y los que se
derivan de la relación dual del niño y la madre. El síntoma del niño se encuentra en
posición de responder a lo que hay de sintomático en la estructura familiar. Cuando el
niño está ubicado como objeto del fantasma materno, lo que estaría indicando un
funcionamiento materno que excluye totalmente la función paterna como mediación. De ahí
que nace la teoría de que la función paterna puede ser la mediadora entre las exigencias del
orden y recalcando que para el psicoanálisis la función paterna y materna no hace mención
exactamente al padre biológico ni al sexo, sino más bien a una función simbólica y reguladora
para la vida del niño.

Para muchos profesionales es necesario tener un contacto y análisis con el niño


exclusivamente, cerrando por completo el discurso que los padres tienen ante su hijo, hay que
tener en cuenta que cuando los padres deciden empezar un proceso analítico, quiere decir que
están conscientes de que el niño y su síntoma les pertenece, en este encuentro familiar el
discurso de los padres es que un tercero (hijo) es quien demanda el análisis, aunque saben que
es un proceso que puede durar años y que a la vez pueden dejar cuando así lo deseen. Por ello
las relaciones y los abordajes que se hacen entre padres y los niños suenan un tanto
problemáticos, considerando que los padres buscan el problema en el hijo (a) como causa de
un mal funcionamiento biológico con lo cual ellos no tuvieron nada que ver y solo fueron
víctimas.

3.2.1 PADRES BIOLÓGICOS, PADRES SIMBÓLICOS

Hablar de los padres desde el psicoanálisis implica no pensar en asignar cada función con
respecto al sexo, es decir madre (mujer) padre (hombre) e incluso estos pudieran no tener lazos
biológicos con el niño y sin embargo llevar a cabo esta función. Es decir, se habla más de las
funciones que ambos ejercen sobre el niño.

36
Inicialmente dentro del campo psicoanalítico, la definición de función materna fue
descrita y significada por Freud, quien define esto respecto a la función que ejerce en el
lactante. Es decir no habla principalmente de un acto biológico, el acto de parir en la mujer no
la convierte en madre (desde el psicoanálisis) sino que esta deberá asumir una función. Es a
través de ella que su deseo va a significar a su hijo, se podría decir que no se trata
estrictamente de niños no deseados, sino de hijos no significados.

En este sentido, se podría definir como la función materna aquella que conforta y cuida
al infante en sus primeros años de vida, se habla de función con respecto al rol que se ejerce, y
como se menciona inicialmente, en psicoanálisis la definición de esta función no viene dada
por el modelo de género, sino por el efecto que tiene que ver con las funciones estructurantes
del psiquismo, la función materna es pues aquella interacción en sintonía relacional con el bebé
que va configurando un afuera acogedor y amable donde el bebé pueda sentirse parte del
entorno y que este entorno se adapte a su necesidad. “A través de esta función se va
dosificando el encuentro con ese afuera ajeno y extraño del espacio extra corpóreo que
experimenta el recién nacido para convertirlo en un encuentro amable y esperanzador”
(Esteban, 2016). El bebé nace en un estado de incapacidad y este debe estar dependiendo de
otro, por lo tanto este sin una figura contenedora no podrá sobrevivir.

Su condición neurológica de inmadurez del lactante hace que quede subordinado al


otro en una disparidad asimétrica de saber y de poder, y de producciones simbólicas y sexuales.
Es aquí donde entra esta función de la madre que no solo se encarga de cubrir las necesidades
de autoconservación como el aseo y la alimentación, pero sí a través de estos primeros
contactos el bebé podrá ir obteniendo un plus de placer, puesto que la forma en que es
sostenido generará las primeras representaciones psíquicas en él.(Esteban, 2016)

Otra de las funciones de las que se encarga la madre son las de interpretar las
necesidades que se le presentan al niño, además de que esta le transmitira el código de lenguaje
cultural, por ello esta función materna también es un lugar privilegiado para acompañar al niño
en su recorrido y sus primeras experiencias de lo que le rodea.

37
la madre como función contribuye a la implantación de la sexualidad en el psiquismo
incipiente del niño, tomando al hijo como objeto de amor a través de sus cuidados corporales
(Esteban, 2016). Si bien se trata de una función, a la vez podemos ver cómo se va gestando
este sostén emocional que permitirá al niño constituirse como sujeto humano. Desde antes de
nacer, cuando surge el deseo mismo de hijo -diferenciado del deseo de maternidad- y luego
durante el transcurso del embarazo y una vez nacido el niño, en el contacto piel a piel y
encuentro emocional de la lactancia darán la oportunidad de proporcionarle la experiencia de
mayor intimidad y las primeras vivencias de satisfacción (Verny, 1981).

El bebé no solo se nutre con leche, sino con todo lo que acompaña a la alimentación,
la voz de sus madres, la sensación de piel a piel que le calma y lo sostiene, sensaciones que su
madre va despertando en él, experimentando una manera de ser sostenido o no, con firmeza o
incomodidad. Estas primeras sensaciones darán lugar al desarrollo de sus primeras zonas
erógenas, en donde lo psíquico se apuntala a lo biológico, lugares en donde se instituyen los
modos de intercambio libidinal con un otro. Todo lo que el niño recibe luego lo irá
transformando y podrá comenzar a producir algo nuevo. Cada niño procesara estas
inscripciones de un modo singular, pero para su supervivencia será crucial contar con alguien
capaz de desarrollar esta función primaria lo mejor que buenamente pueda. (Esteban, 2016)

Cabe destacar que a todo este proceso entre madre e hijo (a) conlleva toda una relación
de dependencia, es decir surge la idea de que el bebé y la madre son en conjunto uno solo, no
se reconocen dos, sino uno en función del otro,… desde esta perspectiva psicoanalítica se
menciona que esta dependencia es que la madre siente que su hijo la completa, esta es objeto
del deseo del hijo y el hijo siente que es todo para la madre. Es específicamente que a partir de
esa dependencia de todo amor y con la ayuda y función de un tercero se deberá cumplir con la
llamada función paterna (Rey, 2014) pues gracias a esta separación del niño con su madre este
tendrá acceso a los demás ámbitos como culturales y sociales.

Es decir, que a partir de ello, se entiende que para esta perspectiva la función del padre
es más bien una función ordenadora. Es decir, si el padre es un ordenador que va más allá del
personaje que ocupa el papel del representante, se puede pensar que este es un significante

38
primordial. Cabe señalar que el lugar del padre en psicoanálisis, es un concepto con muchas
definiciones y aportes dentro del campo psicoanalítico. Sin embargo tres de los autores con
mayor peso en cuanto a sus contribuciones teóricas son: Freud, Lacan y Winnicott. Aunque los
aportes de cada uno de ellos varían en cuanto a definición y conceptos, existe un rasgo en
común pues consideran al complejo paterno como un núcleo fundante del psiquismo
individual como de la organización cultural, además de enfatizar la función de prohibición del
incesto. De igual forma, dichas teorías ayudaron a una mejor comprensión del tema.

Las tres obras coinciden en definir “la función central del complejo paterno y su
incidencia en operar por la vía de la dureza, una separación y un corte en la relación entre el
infante y la madre. Freud insistía en la importancia de la acción separadora de la barrera del
incesto, Lacan en la función de corte que conlleva la figura paterna en el complejo de Edipo y
Winnicott en el rol del padre como embajador de las “cualidades duras” que forman parte de
la crianza (León, 2013, pag. 112). En estas tres teorías se asocian conceptos como la
prohibición del incesto, la inscripción de la ley y su importancia para la constitución del
psiquismo”

Cabe señalar que el concepto de “complejo” es formulado por Lacan, al cual describe
como una estructura simbólica específicamente humana e inexistente en la naturaleza, rasgo
humano distintivo asociado al lugar del padre. Es decir, para Lacan, la función materna
abunda en la naturaleza, pero la función paterna –en sus vinculaciones con la cultura, el
lenguaje e incluso con la espiritualidad– es exclusiva del ser humano (León, 2013).

Para Freud en la naturaleza no hay barrera del incesto. Por ello, dicho complejo
paterno es el eje central de la cultura. Es decir, el complejo paterno como el rol humanizante
que introduce el progreso normalizador del individuo hacia la realidad cultural normativizante
(León, 2013).

Por otra parte Winnicott hace referencia y no citando a grandes rasgos, sobre el rol que
ejerce el padre en la crianza y su participación en el juego infantil, señalando que estos roles
también son parte de la función maternal, y define como “cualidades blandas” aquellas dadas

39
por la madre, que son las del cuidado, la dulzura, etc. Y atribuye al padre aquellas “cualidades
duras” por su severidad y estrictez. Es decir, a partir de ello, define al padre como un
representante de la ley, que también es un sostén de la autoridad materna, de ahí surge la
coincidencia con los demás autores, además de definir que el padre ingresa en la vida y en el
psiquismo del niño por la vía del deseo materno.
Estas teorías han sido causa de diversos debates entre disciplinas por la definición de las
teorías, sin embargo estos tres autores formularon sus conceptualizaciones a partir de un
fundamento disciplinar que coincide con una formación médica, Freud inicialmente desde sus
trabajos en neurología, Lacan desde la psiquiatría y Winnicott desde la pediatría, es decir que
sus formulaciones empezaron desde las disciplinas en las que cada uno se desempeñaba.

Lacan asignaba conceptos entre naturaleza y madre, por un lado, y entre cultura y
padre, por otro. Aludirá al requerimiento de una función paterna (no necesariamente
representada por el padre natural) cuyo nombre encarne la ley, lo suficientemente fuerte y
estricta como para hacer frente a la rivalidad edipica y promover así el sepultamiento del
complejo de Edipo (León, 2013).

De este modo, parte de estas teorías no solo son especificadas o influyentes a nivel
individual, sino que son definidas para dar una explicación a nivel social, cómo definiría Lacan
en cuanto a ley y su determinación en el plano de lo social, es decir, Lacan insistirá en la
estrecha determinación social y familiar de la psicopatología. Lacan plantea que la principal
fuente de psicopatología radica en la declinación de la figura paterna, que dada la moderna
contracción de la familia patriarcal en forma de familia conyugal, se habría vuelto debilitada o
carente. Argumento el cual ha sido criticado duramente en la actualidad. (León, 2013)

Las diversas transformaciones socioculturales en torno al lugar, la función y el rol del


padre en la familia y en la sociedad, muestran una creciente declinación del modelo patriarcal
tradicional y una apertura hacia nuevas y menos verticales construcciones de la paternidad
tanto a nivel mundial como nacional. Esto, permite sostener que es de suficiente relevancia
investigar las concepciones psicoanalíticas sobre el complejo paterno, así como analizar y
discutir estos resultados, no solo como una forma de profundizar el estado de situación en la

40
disciplina respecto a la temática abordada, sino también como una manera de enfrentar con
profundidad y rigor teórico un fenómeno de relevancia social. (León, 2013) Como el caso de
la ley, la cual es considerada como una construcción humana y que tiene que ver con los límites
creados por la cultura.

3.3 EL LUGAR DEL NIÑO ENTRE LOS PADRES


Es necesario reconocer que de primera mano quien sufre las consecuencias del diagnóstico de
TDAH es sin duda la familia, los educadores o quienes se encargan del cuidado del menor,
pues una de las características más sobresalientes en estos niños es su mal comportamiento y el
excesivo movimiento que presentan.

El diagnóstico de TDAH en ocasiones suele acompañarse de otros síntomas o


trastornos que agravan el cuadro y que a su vez dificultan su diagnóstico y tratamiento
(Rodríguez, 1917). Por ejemplo suele denominarse para muchos como trastorno de conducta,
pues es su principal característica, causando a la vez, mucha confusión entre los profesionales.

En su mayoría los niños con TDAH manifiestan problemas de conducta, ya sean


conductas oposicionistas (conductas de desafío, desobediencia, provocadoras) incluso cuadros
antisociales (conductas más agresivas, que transgreden la norma social, y que llevan a un mayor
riesgo de graves disfunciones sociales, adicciones, delincuencia (Espina y Ortego, 2001). Todo
esto hace que la convivencia sea muy complicada y frustrante para padres, profesores y
compañeros, puesto que el niño hiperactivo es visto como alguien que carece de propósito, no
se dirige a meta alguna, no es práctico ni posee pensamiento previo que lo guíe, desde ahí su
contemplación, casi sin antecedente, lo cual conduce a la conclusión de que los seres humano
estamos acostumbrados a etiquetar, a poner un nombre a aquello que desconocemos para
poder controlarlo, acostumbrados a juzgar y a entender a partir de esquemas teóricos que en
ocasiones casos están de más, dejando la individualidad del ser humano en un vacío.

La familia es considerada como una institución central, ya que de ella se obtiene


información amplia para examinar considerablemente las situaciones que giran en torno a la

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salud, considerando como punto de referencia la relación latente entre su dinámica y las
demandas psicosociales de las diferentes afecciones a lo largo del tiempo (Miranda, 1986). En
ocasiones frente al diagnóstico de TDAH en la familia, esta pasa por la aceptación, en su
búsqueda de estabilidad. El niño debe de adentrarse a la realidad de los otros y los padres
deben pasar por el duelo del hijo idealizado que colmará todas sus expectativas, los
progenitores sufren la culpa, que en ocasiones abruma y genera tensión entre las parejas.
Algunos de los casos presentados por autores partidarios del psicoanálisis han descubierto una
premisa clínica de amplios y graves efectos: el niño es el síntoma de los padres. En ocasiones,
el niño muchas veces se posiciona inconscientemente para los padres en el lugar de la
representación de un malestar que está constituido por una historia no abordada, mucho
menos elaborada en la familia donde se encuentra inserto. Partiendo primeramente desde el
trato inadecuado que se le ofrece al niño y su enfermedad, para pasar posteriormente a
considerar el sentido que adquiere el síntoma en tanto la formación sustitutiva que representa
para el niño y los otros que le rodean.

Por lo tanto, la familia además de exige una cura hace una demanda de enfermedad. la
elección de un hijo enfermo está en función precisamente de vínculos casi invisibles y
silenciosos que pueden sostener una historia en un padre o una madre. Además esos vínculos
que llevan a la elección del sujeto que tomará el lugar de síntoma, el niño los infiere, los lee
entre líneas en el discurso de los padres, tal vez incluso antes de nacer.

De esta manera, se recibe la demanda de los padres tan abiertamente como sea posible;
si el hijo se ha convertido en su síntoma, un síntoma o enfermedad que les corresponde a ellos,
es viable pensar que la demanda no es del hijo sino del padre o la madre, por lo tanto, la
demanda de curación sabemos de donde proviene.

A partir de ese momento, la vida familiar se irrumpe bajo la presencia de una patología
o trastorno en uno de sus subsistemas, esto implica para la familia ajustes y cambios que traen
consigo tensiones o crisis. Una crisis se produce “cuando una tensión afecta a un sistema y
requiere un cambio que se aparta de su repertorio usual

Las tareas de la familia están cada vez más repartidas: guarderías, escuelas, clases
especiales, servicios de salud, que descargan de muchas responsabilidades. El problema de la

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familia puede surgir cuando la familia renuncia a su papel de protector o filtro intermediario
que educa, provocando un vacío de autoridad, un espacio huérfano de posibilidades de
identificación (Sanfeliu, 1979). Las relaciones parentales, así como la que ejercen los hermanos
juegan un papel importante, conjuntamente a la comunicación que se superpone a estas
interacciones; además de que la crianza, con la ausencia de límites y normas se ven señaladas en
forma recurrente en este tipo de familias.
Tanto padres como maestros menosprecian más de lo conveniente al otro, cargándole la
responsabilidad del frecuente fracaso escolar, por otra lado las dificultades socioeconómicas
pueden limitar la disponibilidad de afecto estable, de la instauración de una ley interna, vacuna
de postreros conflictos con el exterior.

Cada vez se observa con mayor frecuencia un tipo de familia que busca afianzarse en la
no renuncia de autonomía de ninguno de sus miembros, la ausencia de jerarquía forja vínculos
fraternos y libertad e inseguridad parecen confundirse.

Una de las vertientes fundamentales del oficio de la madre pasa por abonar un terreno
en el que padre e hijo se puedan encontrar. La figura paterna que antes contenía envolviendo
con su mirada al sistema madre-bebé, entra ahora en escena y el drama se complica: habrá que
aprender a declinar la expulsión (Colina, 2006). La familia es la depositaria de la sociedad para
ejercer las primeras prohibiciones, el padre no es la ley, pero es quien la interpreta, la impone y
la hace reconocer con su simple presencia, pero la función paterna va declinando como lugar
de autoridad.

El niño quiere ser como y hacer lo mismo que los padres a los que ama. Los mismos
que limitan sus proyectos y provocan un rencor que rompe la fusión. La ambivalencia que
experimenta se corresponde con la doble función de la autoridad: se constriñe, pero a cambio
ofrece unas normas que le abrirán las puertas a lo social.

El modelo de familia conyugal nuclear, apunta como requisito para un buen desarrollo
de la transición, alcanzar la capacidad de establecer relaciones de objetos totales con el

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consiguiente disfrute de autonomía. No basta que la figura materna sea suficientemente buena
sino es realimentada adecuadamente por el pequeño (Colina, 2006).

En el caso del niño hiperactivo, se señala que este contagia a los que están en su
entorno, se ven forzados a desplegar una tempestad de movimientos en su intento de
contenerle (Moreno, 2009). Hay quienes identifican el frenético cambio de la sociedad actual
con la hiperactividad o, si se quiere, consideran a la hiperactividad como una consecuencia de
aquel. Se suceden modificaciones vertiginosas en la estructura encargada de la pervivencia de
una sociedad –la familia- considerada desde siempre como espacio fundante del nivel
psicológico de los sujetos en que ella nace. Otros limitan el diagnóstico a niños lastrados con
déficits.

La epidemia de hiperactividad no se transmite como gripe pero comparte lo versátil de


su presentación en sociedad en manos de una gran diversidad de poderes. No es un mito,
tampoco una nueva patología o el último hallazgo de laboratorios farmacéuticos, es un síntoma
resultado de la compleja red tejida por un sin número de factores, muchos de los cuales
escapan a nuestra detección, y en otros casos, a su valoración relativa en un universo donde
intervienen muchas variables

44
CAPÍTULO 4. ANÁLISIS DE RESULTADOS

4.1 RESULTADOS

La información que se muestra a continuación se obtuvo a partir de las entrevistas y


observaciones llevadas a cabo con los padres y madres de familia de hijos diagnosticados con
TDAH. Inicialmente eran cuatro familias; sin embargo, una de ellas estaba en procesos de
divorcio por lo que decidieron no colaborar en esta ocasión, las 3 familias restantes eran
inicialmente destinadas a entrevistas con los padres, pero debido a su horario laboral no podían
participar de esta manera, por lo que solo fue posible la entrevista a un padre y las restantes
hacia a las madres que se encargan del cuidado de sus hijos. las entrevistas se tornaron un poco
complicadas ya que las madres aplazaban las fechas destinadas, debido a diversas problemáticas
que se les presentaba.

La información se transcribió y digitalizó, posteriormente se llevó a cabo la


conformación de unidades de análisis, por lo que cada registro de entrevista se dividió en
categorías que representan ideas o acciones. Se crearon las categorías analíticas las cuales eran
frases o palabras que explicaban a las unidades de análisis. Se realizó un listado de información
de todas la categorías encontradas, asignando un nombre a cada conjunto de categorías que
comparten ciertas características, creando así las metacategorías, obteniéndose cincuenta y
siete, hasta agruparlas en cuatro, las cuales llevan por nombre: los síntomas del TDAH, la
familia y el malestar del TDAH, relación madre e hijo y la figura del padre, las cuales se
describen en este capítulo

La primer categoría está relacionada a aquellos síntomas o malestares que aquejan al


menor y que repercuten en la elaboración de un diagnóstico en el infante, se describen aquellos
síntomas que familiares y maestros señalan como conductas anormales y que dan la pauta al
estigma.

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La segunda categoría denominada se relaciona a las situaciones que emergen de cada
familia, situaciones de violencia y rutinas que repercuten dentro del marco familiar, además de
observarse la planificación familiar y el deseo o rechazo de la madre hacia el embarazo, el
afrontamiento de situaciones familiares por las cuales atraviesan las familias con hijos
diagnosticados.

La tercera categoría describe la función que ha ejercido frente al infante, las implicaciones de la
llegada de un bebé al seno familiar y maternal, la función como mujer y del amor infinito al
hijo y su deseo materno.

La última categoría alude al lugar del padre dentro de las relaciones familiares y con el
hijo, la interposición que ejerce dentro de la familia como su intervención o ausencia dentro
del marco familiar corrobora o refuta la teoría acerca del padre y la relación con el hijo.

4.2 LOS SÍNTOMAS DEL TDAH


A lo largo del tiempo se han construido nociones acerca de la infancia, vista y analizada desde
el ámbito médico, educativo y psicológico. Esto ha tenido sus consecuencias en la práctica con
los niños. En lo que respecta a la psicopatología infantil, en los últimos cuarenta años los
criterios diagnósticos que bajo esta lógica se producen han aumentado indiscriminadamente
(Sierra, 2019). En nuestra época, el tratamiento psiquiátrico, la medicación y el discurso de la
prevención han alcanzado una aceptación incomparable, contrariamente, pocos advierten
sobre los efectos que a corto, mediano y largo plazo les ocasiona a los niños de hoy y que en
un futuro próximo serán padres. Las familias quienes se encuentran a cargo de los menores
que han sido diagnosticados con algún trastorno, constantemente se encuentran señaladas y
comprometidas en situaciones en las que se demuestran determinados comportamientos del
menor, haciendo de ellos blancos fáciles para señalarlos con una etiqueta, puesto que
demuestran una serie de comportamiento que hacen del TDAH, algo fácil de percibir.

46
4.2.1 VIVIENDO LA ETIQUETA

El diagnóstico de los hijos sobre cualquier ámbito de la vida, evidentemente representa una
preocupación para los padres, quienes al recibir la noticia se encargan de ponerlo en manos de
una institución o un profesional para que descifre y corrija la enfermedad. Lo que caracteriza al
niño para colocarle la etiqueta de TDAH es que presenten comportamientos como
hiperactividad e inatención, diagnósticos que provienen desde un supuesto saber por parte y en
su mayoría de las instituciones escolares, quienes regularmente canalizan al niño para que sea
atendido en otras instituciones o requieren de un apoyo extra.

“D” es un niño un poco inquieto, así como lo ve siempre es él… este… que no
se sienta, muy juguetón. Solo lo atienden hasta las 10:00 am por que no puede
con él., ya platicamos con el profe, porque dice que “D” no trabaja, se distrae por lo
mismo que juega…. (Entrevista 1, Tomás, 19/04/19)

En el discurso de uno de los padres, podemos observar que la atención hacia los niños
que presentan este tipo de comportamientos y que suelen clasificarlo como “TDAH”, suele ser
diferente al resto del grupo ya que indican “no poder con ellos”. Por tanto el diagnóstico
cumple la función de alinear al sujeto e inscribirse dentro de una nosografía taxonómica

Es de pensar que los seres humanos somos mucho más complejos que un conjunto de
características, como plantea el DSM, y a la vez estas no nos pueden definir en su totalidad, de
hecho no existe un solo significante que pueda definir al sujeto. Somos el resultado de eventos
contingentes, del lenguaje, de la cultura, del deseo del otro (Guerra, 2000).

Sin embargo cuando este diagnóstico no es atendido por falta de recursos económicos
o diversos factores, este tiende a no ser tratado y la etiqueta continúa a lo largo de los años,
dentro de la escuela y la familia.

“Si, desde que estaba chiquito le diagnosticaron TDAH. Desde el kínder, pero si,
es… es bastante olvidadizo, lo noto así como que le digo algo y no me entiende, le
ordeno algo y como a los dos minutos como que se olvida, y se pone a jugar o corre y
se va, como que en su cabeza no entra lo que le digo, así como estudia siempre le

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digo “haz tu tarea papi” y siempre me dice no tengo y nunca me hace nada, se olvida,
es lo que me dice la maestra…” (Entrevista 2, Esther, 13/05/21019).

“Pues lo llevamos por su problema para hablar y también nos dijeron que tenía
problema de hiperactividad, que si es un niño hiperactivo, dice, pero como estaba yo
embarazada de mi hijita, ya no lo lleve, pero trata de darle más atención porque si le
va a costar me dijeron……. Pero es que también en el kínder no le hacían caso, como
es muy travieso, lo dejaron así a su suerte, y así digo yo, porque con el profe que paso
el primer grado y con esta maestra ahí sí, si le ponen atención, como que si les
preocupa, y yo no busqué nada, con el maestro que le tocó me decía que le tiene
paciencia, íbamos a buscar ayuda psicológica, pero ya lo habíamos llevado al CAM, y
lo iba a volver a llevar pero como eran finales de curso él me decía “es que “Y” no
puede estar tranquilo” era de acá para allá, y así se la quiere pasar todo el tiempo, dice,
y no se quiere sentar, dice …..” (Entrevista 3, Sara, 08/10/2019).

En la cotidianeidad, el personal de la escuela construye a partir de precogniciones un


diagnóstico del niño “que a opinión del profesor, resulta certero”. Desencadenándose a partir
de este momento formas de interacción en torno a la vida escolar, familiar y de pares del niño
señalado. Por tanto, no es función de la escuela diagnosticar al niño a partir de un rasgo del
niño, pero a criterio del profesor representa un foco de alerta. Es decir, difícilmente el profesor
se cuestionara su quehacer áulico como factor desencadenante, ya que desde su criterio como
adulto, quién tiene el “defecto” es el niño no él.

Es así como a partir de los diversos discursos se construye una “realidad” llegando a
la conclusión de que quien está mal dentro de la escuela y dentro del núcleo familiar, es el niño.
Quién al no cumplir con el “estándar” se resalta a un niño inusual “desatento e inquieto”.

“Es bastante olvidadizo, lo noto así como que le digo algo y no me entiende, le
ordeno algo y como a los dos minutos como que se olvida, y se pone a jugar o corre y
se va, como que en su cabeza no entra lo que le digo…. hay veces que yo estoy en la
casa cocinando y el como que estuviera en otro lado, la verdad no sé qué le pasa
maestra” (entrevista 2, Esther, 13/05/21019).

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Pero a veces él no tiene paciencia también (se refiere al padre), ahí está regañándolo,
regañándolo, lo que tiene mi hijito es que le explicas, le explicas, le explicas, un ratito
está, está distraído, ya está mirando acá o allá, tienes que regañarlo para que se
concentre bien, si no le dices nada, en lo que tú estás hablando acá explicándole, él
está chupando el lápiz, no sé qué es lo que tiene (entrevista 3, Sara, 08/10/2019).

Los síntomas que los padres y maestros declaran suelen conducir a demandar un
análisis exclusivo para los niños, pues “algo no marcha como debe de ser”; es decir resaltan un
límite entre lo “normal” y este es el principal manifiesto por el cual el niño y su síntoma
aparece como un obstáculo para el desarrollo educativo, social y familiar.

Aunque no dudando de los aspectos biológicos del ser humano, en ocasiones el


síntoma es tomado como un trastorno dejando de lado la singularidad del niño, pues se espera
un saber cifrado del síntoma, necesitan de un nombre, una referencia, una etiqueta para saber
qué es lo que aqueja al niño. Los padres demandan un tratamiento que calme la angustia, por
otra parte educadores y maestros demandan una guía de trabajo o un listado de indicaciones a
seguir, para trabajar con los “especiales” como los hacen llamar. Sin embargo, lo que no
sabíamos es que el síntoma en ocasiones está en relación a algún acontecimiento y por lo tanto
“es la manifestación de algún sufrimiento y una respuesta frente a lo que no funciona en el
otro” (Cordié, 2003, p.49 ).

4.2.2 EL SÍNTOMA
Para la familia, una vez definido el diagnóstico este puede llegar a generar una especie de
calma. ya que aquello que aqueja ahora ya tiene un nombre o un diagnóstico y por lo tanto una
solución. En la mayoría de las familias el síntoma que el niño presenta se reduce a una
enfermedad y nunca se define como un malestar.

En este sentido, podríamos decir que el síntoma que construimos nos da un lugar en el
mundo, esto permite soportar la existencia, es una solución frente al malestar que nos aqueja
estando inmersos en la cultura. Aunque estos pudieran o no ser descifrados, a la vez que se
construyen nuevos (Castillo, 2006).

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por otro lado, la definición de síntoma según Lacan, es lo que pone en cruz respecto a
este discurso:

“el sentido del síntoma no es aquel con el que se nutre para su proliferación o su
extinción, el sentido del síntoma es lo real, lo real en tanto se pone en cruz para impedir que las
cosas anden, que anden en el sentido de dar cuenta de sí mismas de manera satisfactoria.
(Bonnaud, 2014, p. 16)

Sobre este aspecto, se hace alusión en el discurso de los entrevistados:

Nosotros estudiamos la palabra de Dios, somos cristianos, creyentes y yo predico, soy


pastor…. Pues… sabe…sinceramente… venía para mal, yo pienso verdad que fue un
milagro de parte de Dios. De hecho nosotros lo pudimos ver claro, que era un
milagro de parte de Dios porque he, constamos de que el niño nació mal, malito si, y
traía enfermedades graves, la gente que lo veía decía, no ese niño no va a caminar, ese
niño todo el tiempo lo van a andar así…dijimos no, lo que Dios puede hacer, lo
puede hacer aquí, sin ir allá, lo puede hacer y lo creemos y le creímos hasta el último y
así fue, así fue, si llego, nuestra fe alcanzó de que este “D” llegue a ser un niño
normal. (Entrevista 1, Tomás, 19/04/19)

Pero antes éramos los dos solitos, y todo lo que pasaba me ponía a llorar, me
desesperaba, y peor con su problema de mi hijito, y ya…: Si, creo que ahí lo deje un
poco no sé….no sé… qué me pasó también, porque así perjudicas siempre, si tiene
problemas con tu marido ya para que le pongas atención a tu hijo, en vez de que le
hagas un bien le haces un mal, y así me puse a pensar. (Entrevista 3, Sara,
08/10/2019).

En relación a la dinámica familiar, los síntomas viéndolo desde “un malestar” suelen
presentarse en relación a algún acontecimiento, para muchos autores, son la manifestación de
un sufrimiento y una respuesta frente a lo que no funciona en el otro, habitualmente se
exteriorizan, como algo que molesta y hace sufrir al niño, es como un enigma que ni él ni su
familia comprenden, también es cierto que, lo que ocurre es que no todos son molestos o fijos
(Sierra, 2019).

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En este sentido, las familias declaran que hay “algo” que no parece funcionar en el
niño, es decir, esto se convierte en un llamado para el otro y busca ser descifrado para que se
convierta en un síntoma analítico y no quede encapsulado en su propia satisfacción. Aunque la
vía de tratamiento no especifica en ninguno de los casos diagnosticados un proceso analítico,
sino más bien medicado.

y tomamos una decisión. Hicimos nosotros un compromiso directamente con Dios y


le dijimos a Dios que íbamos nosotros a resistir pasara lo que pasara un año, un año,
pase lo que pase vamos a resistir, después de un año eh, vamos nosotros a llevar al
niño al médico, después del año, pero antes no… Vino una palabra de alguien, de
parte de Dios, pero me dijo: no te preocupes, eh, no te preocupes de tu hijo, tal día,
tal fecha, dijo una fecha… tal fecha, día y fecha, en que iba a caminar y el niño estaba,
este estaba malito pues, entonces nosotros creímos e incluso yo anote la fecha el día,
y hasta día verdad, todo, trazado, lo anote, la fecha y el día en que iba a caminar…
(Comienza levantando la voz) y cuando eso sucedió “D” empezó a querer así y todo,
y cuando “D” dio su primer paso así solito esa fecha fue…. (Entrevista 1, Tomás,
19/04/19)

Él como que estuviera en otro lado, la verdad no sé qué le pasó maestra. El corre,
grita, pero no se va a otro lado nada más se queda aquí… él es el más chico ya, de 8
años, el más grande ya tiene 21, y el otro 12 años,que es el que apoya a veces a su
hermano, ya cuando llega de la escuela, pero también llega cansado, y no le gusta
enseñar, y como trabaja, entonces ahí estoy yo solita…. Pero a veces me olvido
también, como también hay trabajo en la casa pues, ahí lo dejo un ratito. Lo apoyo
nada más un ratito pero como le digo también tenemos trabajo pues, aunque mi
corazón pues está de ese lado, pero no puedo dejar el quehacer de la casa también, si
lo dejo pues, pero cuando vengo a ver no está, en la escuela siempre me mandan las
notas pues… Hay días en que está muy inquieto. (Entrevista 2, Esther, 13/05/21019).

Si bien, sabemos que la biología determina al ser humano, también se puede considerar por
una parte, que existen construcciones sintomáticas que afectan considerablemente a un sujeto,

51
y son estas las que deben ser descifradas en un marco de trabajo por medio de la clínica del
síntoma, este a la vez, es una mirada al ser en relación a lo que le tocó vivir (Guerrero, 2008)

Viéndolo de esta manera al definir al TDAH, no solo deberíamos reducirnos a una


explicación dada por el funcionamiento del sistema nervioso, el ser humano va mucho más allá
de lo físico, también posee un orden psíquico, debiendo ser visto no como objeto, sino más
bien como sujeto.

4.2.3 EL CUERPO HABLA

Sin duda, una de las mayores y más notables características de estos niños es el notorio y
excesivo movimiento que generan, con lo cual no pasan desapercibidos frente a la mirada del
otro, evidentemente educadores y maestros son quienes se percatan de este movimiento que
ven como “anormal o inadecuado” en el menor. Indudablemente la respuesta ante dicho
comportamiento se encuentra en esta etiqueta llamada “hiperactividad” que forma parte de
este diagnóstico implicado. En diversas ocasiones es común escuchar que no saben cómo
actuar en estos casos tanto los padres como los maestros y generalmente esto ocasiona cierto
malestar al estar en interacción con el menor. En los relatos que se escuchan de los padres,
generalmente la conducta del menor es uno de las primeras características que mencionan:

Es muy travieso, y es lo que me ha costado mucho en la escuela con él que no para,


que tiene mucha energía, y es muy distraído, es muy distraído, es su problema que
tiene, y lo que quiere lo quiere y si no se lo daban se ponía a hacer unos berrinches,
así hacía cuando estaba más chiquito…tantito salíamos y no para, no para, no
podíamos dejarlo un ratito solito, o vamos en una tienda y está dando vueltas en todo,
por ejemplo acá en la escuela no puede sentarse, y así es en la casa ni por más que yo
le diga, ahí lo estoy regañando, pero no, no para, sí una caricatura le gusta si un ratito,
pero cuando lo vengo a ver ahí está cambiando la tele, cambiando, cambiando, como
que no encuentra una cosa que le guste, y ahí esta canal por canal, todo el día,
(Entrevista 3, Sara, 08/10/2019).

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vinieron momentos difíciles con “D” sufrimos, ese año lo contamos por días, de
veras, fue bastante difícil, a veces amanecía llorando, lloraba y lloraba no se dormía,
lloraba, y cuando se trataba de dormir, era, tenía, parecía como epilepsia.. en el día
dormía, le batallamos en las noches, en el día dormía se quedaba quietecito, y casi no,
en las noches es donde le batallamos más, por que lloraba… si porque este, es, muy
inquieto “D” lo que quiera hace y si no se le dice nada si… es más pues, va creciendo,
así está el historial de “D”. y este, pero pues gracias a Dios verdad, aunque no se
porte bien, por lo menos caminó, de que, de que este si camino, estoy contento,
porque si este, si tan solo hubiera usted visto como estaba, no de veras, no si estaba
tremendo, aparte de lo que no se podía mover, no escuchaba, no parpadeaba, no
volteaba a ver no, nada, no nada, después de un año de haber nacido imagínese
(Entrevista 1, Tomás, 19/04/19).

Aunque cada familia tiene un discurso diferente acerca del niño, todas comparten el mismo
diagnóstico que les fue detectado al inicio de su vida escolar. Sin embargo, se puede observar
que aunque la hiperactividad que presentan es uno de los rasgos principales, la inatención que
presentan tanto en casa como en la escuela, es una de las características que los padres suelen
definir en sus hijos:

Ahh, este pues, como que… (se ríe), es que… no sé, es bastante raro, jajaja. casi
nunca obedece o se olvida, así como hoy en la mañana que lo traje a la escuela,
porque siempre le checo la hora pues, y hay veces que no hace nada no se cambia, no
se apura, no me obedece, solo se queda ahí jugando con la comida, ya hasta que yo
misma lo tengo que cambiar forzosamente, y le digo algo y no lo hace, se olvida, y le
tengo que estar regañando (Entrevista 2, Esther, 13/05/21019).

La respuesta más cercana y aceptada para este tipo de padecimientos siempre es el


“TDAH”, sin embargo, este tipo de comportamientos puede estar implicado en la formación
de un lenguaje oculto, que surge a partir de la falta de información que se tiene acerca de este
malestar. En estos casos los niños quedan reducidos a una categoría, por lo cual es muy
frecuente la discusión en relación al uso de etiquetas.

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El punto nodal de los nombres que se utilizan para diagnosticar en la infancia, no está
en la evidencia o verificación de una falla a nivel genético: sino en la diferencia entre pensar en
término de sujetos o de síndromes. Este último sería el caso cuando un nombre devenido
etiqueta explica todo lo que acontece con el niño, clausurando toda pregunta por sus
circunstancias, poco importa la categoría diagnóstica cuando se desestima la dimensión
subjetiva; cuando se interviene desubjetivando, borrando al niño (Sierra, 2019).

El niño y la familia terminan perdiéndose en un nombre que sin ser el suyo lo define
desde el otro y para el otro, que en ese acto se arroga el saber/poder de una respuesta en un
lugar donde debería de abrirse una pregunta. (Sierra,2019 p.74)

Desde esta posición saber/poder, el niño queda reducido a su real biológico, sin lugar en la
dimensión simbólica, al perder de vista que el cerebro está involucrado en actividades humanas
pero no es su productor; que el órgano que se aloja en el interior del cráneo no es la causa de la
subjetividad sino del sustrato. Se invisibilizan los procesos subjetivos y socioculturales que
intervienen en la vida de todo niño, como los concomitantes efectos que venimos situando:
un niño sin voz ni voto un niño al que se le cercena y acalla toda pregunta por la verdad de su
padecer ante la supremacía de lo orgánico como causa (Nasio, 2008)

En los últimos años los malestares infantiles son llevados al campo de la


psicopatologización, al mismo tiempo que el tratamiento por medio del fármaco se convierte
en la única vía posible (Pelliza, 2014). En términos no tan extensos se podría entender que los
síntomas en ocasiones es aquello que el sujeto inventa frente aquello que no va o aquello que
no tiene palabras, aquello que le genera angustia.

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4.3 LA FAMILIA Y EL MALESTAR DEL TDAH
En la presente categoría se menciona la manera en que la familia participa en el síntoma que el
hijo padece, además de conocer distintos problemas por los que las relaciones familiares
atraviesan. En su mayoría, las familias declaran que el hijo no fue “planeado”, Si bien suele
considerarse la existencia de un niño desde el momento de su nacimiento, el psicoanálisis
sostiene que este niño ya tenía un lugar en el objeto de deseo de los padres y como al circular
en el discurso la paternidad y maternidad está latente.

En diversos escritos acerca de la familia inicialmente se encuentra planteada por la


estructura que debe de llevar, es decir estos actores que son el ideal familiar deberá estar
conformada por un padre y una madre, que socialmente deberán cumplir con un rol en la
formación de un sujeto a lo largo de la vida. Sin embargo, desde la postura psicoanalítica estos
2 actores principales (padre, madre) pueden ser sustituidos por otros actores no biológicos, y
que más bien son vistos por las funciones que desempeñan.

4.3.1 EL SOSTÉN DE LA FAMILIA

Dentro de las historias familiares podemos encontrar que las figuras paternas declaran que el
infante no fue algo planeado, en su mayoría las parejas mencionan que el “nacimiento del
bebé” fue lo que los obligó a formalizar una unión como familia.

Muchas parejas inicialmente solo se encontraban en situación de noviazgo declarando


que la espera de un bebé no fue deseada. Para muchos autores existe de manera anticipada la
idea del niño, es decir, que está ya se encuentra en los pensamientos de alguno de los padres
mucho antes del embarazo, a veces un niño llega luego de una extensa búsqueda en ocasiones
dolorosa y llevada en silencio (Chacín, 2016). Cada bebé viene a incluirse en la historia que
precede, que se va inscribiendo desde mucho antes que los padres lo acojan en los brazos.

Es que… cuando me junté con mi esposo tenía 18 años, nos juntamos y quede
embarazada, y era de que estaba solita en la casa… mi marido empezó a cambiar,

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empezó a cambiar, en vez de que hiciera para bien lo hizo para mal, con su actitud, no
me hizo un bien, desde que nació mi hijito solo yo lo cuide, se enfermaba, solita yo lo
tenía que llevar al doctor, y él era de que no, no estaba ahí cuando lo necesitabas, o
cuando uno lo necesita, igual el niño así creció… es que el ya no estudió, ya estaba
por salir de la preparatoria, ya no estudió. Creo que es ahí donde lo perjudicó o no sé,
“está bien, pues que más” me dijo, no dijo nada, y ya, todo mi embarazo solo yo lo
checaba. Desde que quedé embarazada, como que se empezó a alejar, unos meses es
como lo digo, que te bajan la luna y las estrellas y luego te desconoce, pero sí… me
empezó a mostrar su carácter así como era, y así, desde que estaba embarazada, y a
veces me ponía a llorar, traté de darle lo mejor. (Entrevista 3, Sara, 08/10/2019).

Desde que nació “D” si… como al mes… que nació nosotros detectamos una… que
no estaba bien. Y pues este… eh… estaba bastante delicado, después notamos lo que
realmente este estaba pasando…este, es que espumeaba la boquita y se
retorcía, cuando se ponía eso, se retorcía, se retorcía, se espumeaba la boquita, y
blanqueaba los ojos, escondía todo, toda la papita del ojo, todo, blanco blanquito el
ojo. No sé para donde, como que el ojito daba vuelta. Bien tremendo. Sufrimos
nosotros... Bueno, pues en la palabra de Dios nosotros sabemos pues, que existe
verdad, que es grande en su poder y hace obras grandes que incluso los médicos a
veces no pueden hacer… Nosotros con mi esposa orábamos, ahí, ahí, hasta que le
pasara… ay, mucha alegría de que “D” ya estaba bien, si… si nosotros confiábamos
de que se iba a curar. (Entrevista 1, Tomás, 19/04/19)

Aunque para las familias la llegada del bebé los tomó por sorpresa, consideran que esta es una
experiencia única y que se vive de manera diferente para cada miembro, ya que el hijo viene a
crear una familia, a dar un nuevo sentido a la pareja, a asignar roles de “madre” y “padre”. A
este se le asigna un nombre, se le da un espacio y se depositan en él ilusiones y esperanzas.

En el discurso común puede confundirse desear un hijo con querer a un hijo, muchas
veces se escucha referirse a los niños como deseado o no deseado, usando el término deseado
como sinónimo de planificado y no deseado como equivalente a inadecuado o accidental, la
expresión de tener o traer un hijo al mundo hace referencia a la voluntad deliberada y a la
aspiración consciente. Pero el deseo, como todo deseo es inconsciente, por eso en la historia

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de un niño no importa tanto si ha sido buscado intencionalmente, sino para qué ha sido
deseado. Tal deseo emerge como un anhelo muy íntimo que es desconocido hasta para los
propios padres (Esteban, 2016)

La gente pues si, pues, nos criticó bastante a nosotros, pero después, después la gente
llegaba y decía, no, y si se dieron cuenta y yo siempre cuento esto para que no digan
ustedes que fue por la medicina, no, para que vean ustedes que fue el poder de Dios,
no fue la medicina que curó…Mi esposa sufrió bastante, siempre vea, a veces es uno,
es uno más fuerte, diría yo, pero también sufrí bastante, era un… este… Eh… cuento
esta historia con muchos las he llevado esta historia a donde quiera, y este, quien no
va a sufrir al ver un, un hijo verdad, ahí. Y.. si se sufre bastante y este, pienso yo que
de esa manera también nosotros le mostramos fidelidad a Dios también, de esa
manera también nosotros, fue como una, una lucha que Dios puso en nuestras vidas
si para que se demostrara que si verdaderamente creemos o no. pero si este, si lo
logramos.. (Entrevista 1, Tomás, 19/04/19)

Después me enteré que andaba con otra mujer y este y el otro, y es lo que nos hizo
más daño a mí y a mi hijito, porque solo estaba él, pero ya se daba cuenta de todo lo
que pasaba, ya se daba cuenta… el regañaba, creo que eso era lo que me atacaba
también, creo que si lo hice…. Como estaba chiquito mi hijito y por su problema a
veces no le tenía yo paciencia, le gritaba yo a mi hijito lo regañaba, de lo que me hacia
él a veces creo que con él me desquitaba, cuando estaba más chiquito (Entrevista 3,
Sara, 08/10/2019).

Ahora bien, podemos observar que el lugar que ocupa el infante dentro de la familia tiene un
sentido, pudiera ser el soporte de alguno de los padres o del núcleo familiar.Y al mismo tiempo
el conflicto marital se desplaza, desvía y entretiene a los adultos.

Pasar del lugar inexistente al de centro de recepción de deseos es un paso demasiado


grande, que sin duda alguna le cobrará factura tarde o temprano tanto al infante como a la
familia. Nos encontramos con situaciones en las que un niño es el sostén (imaginario y
simbólico) de uno de los padres o de la pareja, este tipo de situaciones provoca un

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reordenamiento familiar, en el cual los menores han ido ganando un gran poder, encarnan el
ideal, son las promesas de los padres, no para el futuro sino para el presente (Velásquez, 2013).

Desear un hijo desde el respeto por su individualidad le permitirá crecer física y


psíquicamente, le otorgará herramientas para desarrollar un pensamiento propio, para poder
ser quien quiera ser. Pero a veces algunas aspiraciones pierden de vista la subjetividad del niño
y pueden ser muy difíciles de sobrellevar, limitando el desarrollo psíquico como sujeto de su
propio deseo Este proceso hará más feliz a uno de los miembros de la familia o tendrá que ser
el salvador de una pareja que se desquebraja. Se espera de él que supla alguna pérdida, que
realice lo anhelado por papá o algo de mamá que no pudo realizar. (Esteban, 2016)

En los diagnósticos para definir el TDAH, la importancia de la familia cobra sentido


pues es el núcleo central del desarrollo del menor, es común escuchar en los discursos
maternales la queja por el otro; es decir, por su pareja, quienes expresan las experiencias dentro
de la familia, y viceversa. Quien suele quejarse del padre es la madre del menor, encontrándose
una notable falta de comunicación entre ambos progenitores. La presencia de una de las
figuras parentales o de ambas es la base primordial para la estructuración psíquica del infante.

4.3.2 EL ENTORNO Y LA CRIANZA

La mayoría de las familias que fueron participes en este trabajo se puede observar que incluyen
a ambas funciones parentales como padre, madre y hermanos, es decir a lo que comúnmente
se les denomina como familias completas, a excepción de una que no nos pudo proporcionar
dicho apoyo en las entrevistas porque durante ese tiempo comenzaban con trámites de
divorcio y ninguno de los padres accedió a dicha colaboración.

Se sabe que la familia es el primer núcleo socializante para el niño, por ello muchas
lecturas se dedican a estudiar este tipo de relaciones que se llevan a cabo dentro del hogar,
mencionan pues que esta primer socialización para los infantes se constituye a partir de la
crianza, que a la vez va relacionada a quienes integran la familia, pues de ella se configuran
diversas problemáticas que han trascendido al entramado social.

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Las pautas de crianza y desarrollo socioafectivo en la infancia permiten establecer
cómo los cambios en la familia, las interacciones y las pautas de crianza pueden afectar los
estilos parentales y el desarrollo socioafectivo y cognitivo de los infantes. (Valera, 2014)
Muchos de los profesionistas dedicados a la salud mental de los niños, regularmente también
trabajan a través de la relación que se lleve a cabo en el hogar, ya que consideran que esta se
encuentra relacionada con los diversos problemas de conducta que se presentan en los hijos y
que son notorios a lo largo de la vida escolar.

Aunque las familias comparten una situación similar estas poseen un estilo de crianza
diferente, se pueden observar modos distintos de educar a los niños, y sobre todo del hijo
considerado con “TDAH”. En estos casos familiares presentados, no hay familias que posean
estilos iguales de crianza, lo único que comparten es tener un miembro en la familia diferente
al resto de los hermanos, como los padres los consideran y que se ponen en evidencia en este
círculo social en que el menor se desarrolla y pasa la mayor parte de su tiempo, es decir en la
escuela.

El diagnóstico de cada uno de los niños fue asociado a ellos y a su complexión


fisiológica, en cada caso ni uno se asoció a esta dinámica familiar que llevan dentro del hogar,
considerando que en ocasiones las problemáticas que se presentan en su entorno familiar y la
crianza que el niño recibe pueden estar asociadas a diversas problemáticas de conducta, debido
a las situaciones por las cuales la familia este atravesando, tales como de divorcio,
drogadicción, violencia intrafamiliar, etc. Que van perjudicando el rendimiento de los niños en
las escuelas.

porque de que me ha llegado a pegar solo como dos veces, ya después de que ya no
más y ya no más le dije yo también, y ya, lo iba a dejar y él me dijo que no, que iba
empezar a cambiar, todavía no, no pensaba tener a mi hijita, la otra que tengo ahorita,
solo con uno, con el puedo salir adelante, como se lo he dicho yo, él era como que
insultaba mucho, regañaba mucho… la mera verdad yo ahí empecé a hacerle daño a
mi hijito, no sé por qué… creo que si por lo que le hice más daño a mi hijo, lo que
vivía yo con mi marido a veces lo miraba él, una vez nos agarramos enfrente de él, ya
casi tenía los tres años, porque me acuerdo que se metió “ya déjalo, dejen de estar

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pelando” no muy le sale pero decía, “dejen de estar peleando” y ya desde ahí como
que dejamos de pelear…(Entrevista 3 Sara, 08/10/2019)

Como cualquier otra familia, cada quien tienen sus problemas y pues el de nosotros
son el dinero y pues nuestro problemas más grande es el niño más pequeño, los
demás como quiera ya están grandes, pero el niño pues, a veces ya hasta lo siento que
mejor ni le quiere enseñar al niño… Siento que también nada más es en la escuela, yo
veo como que no tiene ganas ya. A veces yo voy a la escuela y me da pena, porque me
queda viendo su papá, padres de familia me quedan viendo, me da pena yo, porque
mis hijos no sirven, no se portan bien. Y a mí no me gustan los problemas ya, que tal
si me enfermo ya. (Entrevista 2, Esther, 13/05/2019).

Muchas de las condiciones que presenta el niño en el hogar permiten establecer una relación
significativa entre los problemas familiares y el rendimiento escolar (Morales, 1999). Y no solo
los problemas familiares, sino también la dinámica que la familia lleva a cabo, es decir diversas
familias pueden estar aparentemente bien, pero es necesario reconocer que sus ideales y cultura
también pueden verse implicados a la hora de criar a un menor.

nosotros en ese año en el proceso que pasamos como le digo que nosotros
prometimos eh, pasamos bastante fuerte, críticas de la familia de la gente no sabían lo
que nosotros habíamos dicho o prometido y nos criticaban incluso me llegaron a
dejar dinero, mira ten este dinero llévalo, o regálamelo yo si lo voy a cuidar yo si lo
voy a llevar, ¿por qué lo estás viendo? mi propia familia llegaba y me decía ¿por qué
eres así tan cruel?, no eres responsable, y cosas de esas, nosotros nada más callábamos
y todo y este sabíamos verdad y mucho…. ¿Qué?, díganme si hay algún doctor que ha
podido curar la epilepsia, diganmelo, no hay ningún médico que lo ha podido hacer y
yo estoy seguro que no lo iba a lograr, por más que yo vendía lo que no tenía verdad
para llevarlo al mejor médico no lo iban a lograr, yo sabía que la enfermedad era
bastante grave … y… y… que no tenía líquido en los, en las terminales pues (se toca
las rodillas) que no tenía líquido… y que los médicos lo pueden poner, es un líquido
que lo pueden poner, pero no, pues si, tal vez algunas cositas si vea, lo puede
controlar, pero, Dios va hacer algo grande y lo va hacer bien y así fue. (Entrevista 1,
Tomás, 19/04/19)

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Mucho antes de una educación formal o educativa hay algo previo que el autor Kant llamó los
“cuidados”: Desde el punto de vista del psicoanálisis los cuidados son esos primeros
momentos dónde el Otro significa algo de la pura esencia del niño, aquellos momentos de la
crianza que humanizan al cuerpo biológico como consecuencia de la intromisión de ese Otro
primordial, es decir, la madre o quien cumpla esta función (Valera, 2014).

Estos primeros encuentros dejan en el niño una marca indeleble, pues fungen como los
cimientos del sujeto por venir y constituyen la forma de búsqueda de satisfacción por el resto
de su existencia (Sevilla, 2001). Esa búsqueda particular en cada uno no siempre se
corresponde con las exigencias que la escuela demanda a los niños, pues constituye su
estructura psíquica y es algo que la educación difícilmente puede cambiar.

En este sentido lo que interesa nombrar es aquello que surgió en los niños como
producto de ese primer encuentro con el Otro familiar, cuando esa experiencia estuvo cargada
de conflictividad y trajo consigo la formación de múltiples síntomas que permearon sus efectos
en el contexto escolar (Valera, 2014).

Por ello, esta función de la crianza es un factor fundamental para el niño, ya que a
partir de esto el niño va adquiriendo recursos necesario para enfrentarse al mundo social, el
hecho de no contar con los recursos necesarios para ese encuentro tendrá como consecuencia
a un niño en desventaja, no solo física o moralmente, sino en los aprendizajes hasta entonces
adquiridos A todo esto podemos observar que el discurso parental y la riqueza de las relaciones
iniciales son entonces los elementos distintivos que anteceden y anticipan el modo con el cual
el niño podrá desplegar sus expectativas de apropiación y dominio en un campo social” .
(Valera, 2014)

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4.3.3 MI HIJO, ¿MI ORGULLO?

El inicio de una familia empieza generalmente con la llegada de un bebé, muchos de ellos
planeados y otros considerados “no planeados” pero que ejercen la responsabilidad ante sus
actos, regularmente estos padres van a considerar a sus hijos una apuesta de futuro y
depositan en ellos las esperanzas de alcanzar un objetivo ideal.

Con el paso del tiempo y a lo largo de la vida escolar estos padres son sabedores de que
sus hijos no cumplen con estas expectativas escolares y sobre todo con las expectativas que se
han depositado en ellos, es ahí donde los problemas con el menor comienzan a surgir.

Aunque como ya se mencionó, suele existir una gran influencia del infante con los
aconteceres cotidianos de sus padres y que generan que reproduzca una copia casi exacta de los
malestares parentales. Aunque este no suele señalarse. Así el niño, suele convertirse en el
portavoz de los padres (Mannoni, 1971 p.15).

La importancia también de trabajar con el discurso del niño, aunque en este caso
fueron los padres quienes a través de las entrevistas lograron ser escuchados y atendidos, el
trabajo no se centró únicamente en el niño, sino que este fue más allá de su persona,
conociendo poco y parte de la dinámica familiar de la que proviene, además de las
consideraciones que cada uno de estos padres tienen acerca de sus hijos. La importancia de
conocer a las familias es que estas también generan los patrones conductuales del hijo, por lo
tanto si este presenta conductas disruptivas como en el caso del diagnóstico del niño con
TDAH, el primer señalamiento será en torno a aquellos por quienes fue criado y que se supone
cumplen con la función materna y paterna.

El comportamiento que muchos de los niños presentan, suelen estar considerados en


relación con las figuras parentales; es decir, las conductas del niño desde el psicoanálisis, son
un síntoma que emerge desde lo familiar, en el marco parental y esta se evidencia a partir de
una repetición de conductas disruptivas, provocando a su vez dentro de la familia que la idea
que se tenía del hijo se rompa y la paternidad pase a ser poco placentera, ante esta situación el
displacer paternal, provoca (de forma inconsciente) que el adulto mire al infante como una
carga (Gutiérrez, 1972).

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Cada uno de estos niño tiene un lugar y una función, que aunque a simple vista este no
pueda definirse, ya que se requiere de un trabajo que puede durar años, este considerado por
el psicoanálisis, llega a ser el soporte del núcleo familiar, por lo tanto el malestar no es solo del
niño, sino de la familia, provocando de esta manera el olvido de aquello que aqueja
y centrando solo la atención en el hijo “enfermo”. Así, la presencia del infante calmará la
angustia de los demás problemas y se verá reflejado por un malestar el cual expresa a través de
sus conductas. “Donde el lenguaje se detiene, lo que sigue hablando es la conducta; cuando se
trata de niños perturbados, es el niño quien mediante sus síntomas encarna y hace presentes las
consecuencias de un conflicto viviente, familiar o conyugal, camuflado y aceptado por sus
padres” (Gutiérrez, 1972).

De acuerdo a Mannoni (1971) la idea nos permite pensar que la inestabilidad que se
presenta en la familia es más aceptable si la presenta el infante, ya que este es el distractor de
los problemas parentales

En realidad le he tenido que pegar a veces, ¿no?, así llamarle la atención un poquito
fuerte verdad, porque a veces si se le dice no entiende. Pero si este hemos tenido que
tratar si, de la manera que más se pueda vea, no tampoco agresivamente verdad. Pero
si hemos tratado con él… porque a veces se pasa también, llegó la…el día donde pues
este, nos pusimos a platicar mi esposa y yo y le dijimos que… a dónde íbamos a
acudir si íbamos a ir a un médico o un doctor, o íbamos a buscar de Dios, ¿hora en
que mano lo ponemos en la de Dios o de los médicos?…donde se nos hace más
conveniente…y tomamos una decisión…(Entrevista 1, Tomás, 19/04/19)

Pues ya sabe con su problema que tiene, ya ve que desde que estaba chiquito, desde
que empezó a caminar a gatear todo, que es muy, muy traviesito y así creció, no para,
no para, así anda jugando, todo te agarra, todo lo tira este el otro, así se la pasa, y
desde que creció… le ha pegado hasta yo también, pero por más que le hables, le
hables, no entiende, pero ya vi que entre más le pegas peor se vuelve, a veces le
pego, y me dice “ahh no me duele”, “no me duele” un ratito llora, y luego me dice
“ya ves no me duele” y así me hace…. A veces se me acaba la paciencia, no sé hasta
dónde se va a controlar, a los cuantos años se va a controlar, pero cuesta bastante.
(Entrevista 3 Sara, 08/10/2019)

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Los niños no solo ocupan un lugar central en la familia, también a nivel social, puesto que son
un grupo social muy extenso y sobre todo de consumo, son considerados un elemento con alto
potencial para el desarrollo de futuras generaciones. El niño de cada familia que en todos los
casos es hombre, tiene un valor y un significado que los propios padres desconocen, guarda
un mundo de ideales y solo a partir de la relación con el otro construirá un vínculo que le
permita desarrollarse psíquica y emocionalmente.

4.4 RELACIÓN MADRE E HIJO


En cada una de las familias que participaron en este trabajo se puede observar que en el hogar
existen las dos figuras parentales (madre y padre), socialmente hablando esta unión familiar
podría considerarse la más aceptada, ya que los miembros de la familia se mantienen unidos.
Como se planteaba en los apartados anteriores dentro de las denominadas funciones parentales
en la crianza de un hijo se combinan dos funciones: la función materna y función paterna, Las
cuales no van ligadas necesariamente a una persona ni a un sexo en particular y que se pueden
representar sin la necesidad de lazos sanguíneos. En este sentido hablar de la función que
ejerce la madre sobre el hijo consiste en que es aquella quien reconforta y cuida, la que aporta
la presencia corporal continua en los primeros años, es decir se habla de función, de un rol de
una persona en relación con el niño.

La relación que estas madres tienen con sus hijos es de suma importancia señalar, ya
que regularmente son las que pasan más tiempo en el hogar con los hijos, además estas son las
encargadas de satisfacer todo tipo de necesidades biológicas que el infante demanda en sus
primeros meses de vida, como la alimentación; sin embargo, este no es el único objetivo que se
le encomienda, ya que también se encargan de proveer los cuidados al niño. Los niños se
encuentran indefensos al venir al mundo, por lo que necesitan la presencia de otro que lo
auxilie, en este caso hablamos de la madre.

Esta función que ellas ejercen consiste en cubrir las necesidades de alimentación, aseo,
educación, etc. Diversos tratados de psicología también agregan la importancia de las
relaciones iniciales de la madre con el bebe pues a partir de estas primeras interacciones
generará en él una seria de representaciones psíquicas.

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4.4.1 MIRADA MATERNA
Para muchas de las madres el nacimiento de su hijo es una de las experiencias más profundas
por la que atraviesan. Por ello el vínculo entre el hijo y la madre es uno de los tópicos más
citados en la mayoría de teorías y sobre todo en las freudianas. Se cree que como la madre
(mujer) es quien acoge al niño en su vientre esta mantiene una conexión con alguien que aún
no conoce pero que ya ama. Contrario al padre que aún lo espera para recibirlo.

Por otra parte, la situación del bebé se mantiene como un sujeto débil que necesita de
cuidados para sobrevivir, lo que genera que la madre se adueñe de él, al auxiliar y proveer al
bebé a través de sus interacciones, el bebé desarrolla lo que Freud denomina como huellas
mnémicas, por tanto las caricias de la madre mediante los cuidados que además cubren las
necesidades fisiológicas del niño son llamadas huellas mnémicas las cuales son inscripciones
psíquicas que marcan el futuro de la estructuración psíquica del sujeto (Cueva, 2015)

Los ideales maternos que estas mujeres mencionan en las entrevistas tienen un rol
importante, ya que estas llegan a ejercer una relación afectiva con el infante desde su embarazo,
aunque no en todos los casos. Silvia Schlemenson (2009) menciona que estos cuidados por
parte de la madre le ayudan al infante a consolidar la estructura psíquica, si por el contrario
esto no ocurre de ese modo, el infante solo representará calamidad e inconformidad.

Me enteré que andaba con otra mujer y es lo que nos hizo más daño a mí y a mi
hijito, porque solo estaba él… nos regañaba su papá o algo, me salía con él lo
abrazaba y le decía que no pasa nada que él aunque no nos quiera pero yo sí te quiero
mucho…Antes no nos ponía mucha atención, no nos ponía atención, como que no
le importaba, su familia no le importaba, era los dos nada más yo con mi hijito, no le
importaba lo que pasaba, no se preocupaba por uno y así lo miraba él, creo que eso
es lo que me hizo más daño a mí. O no sé. Todo el tiempo estábamos los dos solitos,
los dos estábamos con mi hijo, porque vivo sola en mi casa, pero antes éramos los
dos solitos, y todo lo que pasaba me ponía a llorar, me desesperaba, y peor con su
problema de mi hijito (Entrevista 3, Sara, 08/10/2019).

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Si, si le, si le daba, pero casi no… no, perdón, no le dio, no le dio porque este no tuvo
leche, este... Fue con puro biberón… cumplió un año y “D” no parpadeaba, no
escuchaba. “D” no escuchaba, “D” no escuchaba nada. E incluso mi esposa agarraba
algo que hacía bulla verdad, como un bote algo así, y cuando estaba dormidito se iba y
le sonaba al bote para ver si iba a brincar o despertar y nada. Le dijimos a Dios que
íbamos nosotros a resistir pasara lo que pasara un año, un año. Mi esposa fue una de
las que aguanto también bastante, ya no decía nada, nomás se quedaba, me quedaba
viendo, no me contesto nada… fue bastante fuerte para nosotros, para ella y para mí,
bastante fuerte. (Entrevista 1, Tomas, 19/04/19).

El encuentro de las madres con sus hijos se construye a través de un sistema dual, en el que se
comunican a través del tacto y la mirada, la madre deja de ser ella misma y se vuelve cuidadora,
aunque en ocasiones desplaza inconscientemente a la figura del padre, la madre puede quedar
en el rol de dominio y poder sobre el niño, pues estas en su mayoría son las que interpretan las
necesidades del niño, le transmiten el código de la lengua de la cultura a la que pertenece y
contribuye a la implantación de la sexualidad en el psiquismo del niño, tomando al hijo como
objeto de amor a través de sus cuidados corporales. (Esteban, 2016)

4.4.2 EL SOSTÉN MATERNO

Si bien, las madres ejercen una función, estas también son un sostén emocional que permitirá
al niño constituirse como sujeto humano. Por eso la función materna es un lugar privilegiado
para acompañar al niño en el recorrido relacional con el mundo que lo rodea. Aunque los
discursos de las madres señalan un bebé no esperado, mencionan que lo procuran desde su
formación, ya que son las que se encargaron de alguna manera de brindar los cuidados que
requieren, además de que logran interpretarlos a través de su saber y así decodifican las
necesidades de su hijo.

De otra manera se pudiera entender, que en este sentido el infante se desarrolla a través
de lo que demanda el otro (la madre). Por lo cual ella construye un discurso alrededor de él,
pues es con quien convive, habla y quien atiende. Siendo ellas el primer vínculo de
socialización. Además, de ser el primer vínculo afectivo; aunque esta última función materna

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no refiere únicamente a la madre. El padre tiene una función, con su ausencia o presencia
representa un acto para la relación en la triada, madre, padre e hijo.

llegaba a regañar no le gustaba que estuviera haciendo bulla, llegaba a descansar y que
nadie lo moleste, creo que por eso así es mi hijito, porque casi no tuvo digamos
que…. Desde cuando nació, casi no tuvo el cariño de su papá. …rara vez lo abrazaba,
se acercaba, saber que pensó, le di varias oportunidades, le decía que en vez de estarle
haciendo un bien a mi hijo le estoy haciendo un mal, porque más se está traumando
mi hijo de lo que tú me estás haciendo, a veces yo me desquito con él, o una cosita
que me hagas y yo lo regaño rápido le digo, haz de cuenta que me volví histérica, ya
no tengo paciencia de nada, ya no tengo paciencia con mis hijos (entrevista 3 Sara,
08/10/2019)

Aparte de eso le pegaba esa enfermedad eso era cada una vez al día o en las noches,
en noches que se quedaba tranquilito y en noches en que se pasaba y se revolcaba se
retorcía, ay de veras bastante fuerte. Los dos, y lo cuidábamos y… a veces pasaba
horas y horas y horas, a veces se quedaba dormido en parte madrugada pero nosotros
no podíamos dormir, pasaba el carro en turno a tocar ahí y nosotros despiertos y
luego amanecía y como que si nada, yo salía a trabajar y todo, normal (entrevista 1,
Tomás, 19/04/2019)

Indudablemente las madres juegan un papel trascendental en la construcción de la


psique de sus hijos además de la personalidad y la subjetividad del infante. El lugar de la madre
deviene como una función, que podrá ser realizada por cualquier persona que procure y brinde
los cuidados para que el niño sobreviva, le procure caricias, tacto, amor, etcétera (Esparza,
2015).

Las madres no solo proveen a sus hijos de la alimentación, ellos responden también a la voz de
su madre, la sensación piel a piel que lo calma y lo sostiene. En este encuentro de miradas, de
gestos, de palabras, de sensaciones que la madre va despertando en él. Experimentando una
manera de ser sostenido o no, con firmeza o con incomodidad, acunado o arrullado (Esteban,
2020). Todo lo que el niño recibe, luego lo irá transformando y podrá el comenzar a producir
algo nuevo.

67
Para estas familias la vida conyugal marcha bien, pero hay excepciones donde los tratos
de violencia hacia la mujer se hicieron presentes, quedando el hijo como refugio de la madre,
estas funciones de padre y madre deben de marchar bien puesto que en ella albergan las bases
del posterior desarrollo afectivo del bebé. Estas funciones principales de la familia son el de
acogerlo en un ambiente de aceptación. Aquí las madres son las que constituyeron el primer
vínculo afectivo, aunque pudiera suceder que en ocasiones esta relación madre-hijo traerá
consigo la exclusión a un tercero, que en este caso será el lugar del padre, con un mayor grado
de vinculación entre ambos (madre e hijo/a).

4.5 LA FIGURA DEL PADRE


Inicialmente, el trabajo de investigación era destinado a la teoría con respecto a la figura
paterna, en cada uno de los casos las entrevistas fueron dirigidas para el padre de familia pero
estos no contaban con el tiempo suficiente para su realización, por lo que estas fueron
destinadas en algunos casos hacia la madre, que fue con quien se mantuvo más comunicación y
participación.

En todos los casos familiares podemos percibir que además de las funciones que las
madres desempeñan sobre sus hijos, en cada uno de los discursos de las madres se menciona la
figura paterna, ya que en estas tres familias se encuentra la participación del padre. Los hijos
viven e interactúan con esta figura patriarcal, se encuentra en el hogar la figura biológica del
padre, aunque bien la definición acerca del padre puede ser variada en los escritos
psicoanalíticos. Como ya se mencionó, las entrevista inicialmente iban dirigidas a los padres o
figuras masculinas del hogar de los niños diagnosticados con TDAH, pero como es de saberse
ellos no tienen el tiempo suficiente para este tipo de actividades, ya que son los que
económicamente llevan el mando en el hogar, hubieron dos casos en donde los padres
aceptaron y ofrecieron su ayuda, el primer caso no fue descrito, ya que este era quien se
encargaba del hogar y cuidado de las hijas pero estaba empezando con un proceso de divorcio,
en el segundo caso el padre ayudó con su discurso, ya que se dedica a predicar la palabra en un
templo religioso (pastor).

En este sentido, podemos definir que tradicionalmente, el padre está ubicado como
figura de autoridad, de respeto, el que impone la ley, el que sabe o supuestamente sabe, el que

68
protege, el que provee, el que brinda seguridad por su mayor fortaleza (Aray,1992). El
componente afectivo de la función paterna, que aunque se encuentra poco pronunciado
este siempre ha existido. (Vilché,2016)

4.5.1. ¿PATERNIDAD DESEADA?

Ante la interrogante ¿Qué es ser padre? Esta podría pensarse desde diversas disciplinas, en
ciertos textos se hace referencia a que el acto de ser padre era un reconocimiento desde lo
social, poseía derechos sobre su hijo, derecho de vida y de muerte, derecho de castigo y
derecho de decidir sobre el matrimonio del hijo, entre otros . A todo ello se considera que los
hombres han sido quienes a lo largo de la historia han tenido el poder en la sociedad patriarcal
sobre la mujer y se le ha designado un lugar al padre de poder y autoridad. Lugar que colocaría
al hombre de la familia como el “dictador”, quien decidía sobre las cuestiones familiares y a
quien se le debía respetar y obedecer. (Vilché, 2016)

Mi marido llega en la tarde, su papá se va a trabajar temprano, llega por ahí de las 5 o
6, ya cualquier cosa que haga acá en la escuela ya le digo a él, y a veces lo regaña, a
veces le pega,….. A veces no ha tenido tiempo para sus hijos también, porque llega
hasta en la tarde… ya antes tenía problemas con mi esposo pero gracias a Dios que
cambió, cambió el, antes no le importaba nada, porque ahí sí que andaba también en
su…..que andaba pues… creo que con otra mujer… Un tiempo, tardó como un año
así mi esposo, que no, no, no te hacía caso, tomaba y llegaba a la casa y así, le valía
todo, hasta su hijo. No se acercaba para nada a su hijo, y peor que era muy
travieso, (entrevista 3 Sara, 08/10/2019)

Si el niño está mal que no sé qué, que no se habían dado cuenta, aquí está esté pase y
cuando yo llegue, yo trabajo, mi esposa dijo: “un pase para Comitán” y razón tienen
los médicos, los doctores de aquí les digo, tienen toda la razón y se les agradece le
digo pero para mí, sería fallarle a Dios, no, ¿sabe que hice con ese pase?, lo rompí
(movimiento de romper una hoja) no pasa nada…y así.. Yo no sé de qué manera me
van a calificar, por mi irresponsabilidad o algo….Pero si como le dije lo más fuerte
que ha sido, que a veces le he tenido que pegar. Sí, eso ha sido lo más fuerte para mí
también es fuerte, y a veces digo yo ay me duele más a mí que a él, y luego ya está

69
jugando otra vez, pero a mí me sigue doliendo, pero este a veces se tiene que hacer
(entrevista 1, Tomás, 19/04/2019)

Actualmente, podemos observar las diferentes obligaciones que se le atribuyen al padre, el


cambio de la idea de padre remite actualmente a un vínculo de fraternidad; existe ahora una
nueva imagen para el papel del padre, la del padre-educador. Considerándolo como aquel que
carga en brazos a su hijo, cambia pañales, juega y habla con el recién nacido. Ya no es aquel de
quien la madre habla, sino que es él que habla a sus hijos (Vilché, 2016) Aunque este tipo de
atribuciones son puramente sociales. La manera en la que es vista la figura del padre ha venido
cambiando en el transcurso de los años, sin embargo como ya se mencionó, para el
psicoanálisis la terminología posee una visión diferente. Ya no se habla de un padre rígido, y
jefe de familia, sino de aquel que también se encarga de los cuidados y educación del niño que
es compartida con la madre. El lugar que ocupa en la familia es diferente al que en siglos
anteriores ocupaba. Pero de manera simbólica para el psicoanálisis seguirá siendo el mismo con
respecto a la función que debiera desarrollar haciendo mención que este pudiera no ser el
padre biológico, o del género contrario. La función que el padre debiera ejercer para el
psicoanálisis está ligada a lo que llaman como “complejo de Edipo” .

4.5.2 LA TERCERA PERSONA

Las tres familias entrevistadas coinciden en que ambos padres casados o en unión libre
comparten el mismo hogar, aunque inicialmente las entrevistas van dirigidas a los padres. Ellos,
por falta de tiempo y de las actividades que realizan no pueden hacerse cargo de estas
situaciones, sobre todo de las escolares, por ello, un aspecto común fue que debido a sus
horarios laborales no cuidan a los infantes, “su papá está trabajando” mencionan, por lo que
desde el discurso de la madre, el padre se ausenta.

La vida laboral y familiar de las familias se basan en que el hombre es quien provee el hogar y
las mujeres quienes se hacen cargo de los hijos, cabe mencionar que aunque ya se tenga la
entrada de la mujer a la vida laboral, esta no ha perdido del todo su rol de cuidadora y
protectora del menor, es decir, aunque existen aportes por parte de ambos, la cantidad de
tiempo que un padre le da a su hijo no es la misma que la madre le da. El rol actual de ambos
padres es que a la vez están absorbidos por el mundo laboral. El padre no solo es una

70
representación mental estática, sino también un elemento de una dinámica psíquica que se
desarrolla en el hijo a lo largo de sus diferentes etapas de desarrollo.

Freud (1923) mencionaba que la relación de la madre con el niño no es la única


importante, el padre es de suma importancia; es de esta manera que la función paterna (no
precisamente desde lo biológico) implica que el niño tenga una versión diferente de su madre.
Por ello es esencial la función del tercero que pueda interpretar lo que sucede entre ellos; es
decir, dar paso a la tríada madre-padre e hijo. Por otro lado, quien puede dar paso a esta
relación triangulada es la madre, por lo que el padre estará, sólo si la madre así lo desea
(Flester, 20107). Es la madre quien tiene que instaurar a un tercero; no obstante, en los
discursos maternos hay poco lugar para la terceridad.

Las funciones de cada uno de los miembros son las consecuencias de lo que padece el
niño, se le otorga un lugar muy peculiar a la madre y se fragmenta lo realizado al padre, aunque
a su vez la función que este debe de realizar se torna complicada, si no hay intervención la
intervención materna puede producir un caos, deviniendo en síntoma para el niño (Flester,
2007).

El padre debe hacer que la madre deje de poseer al niño, lograr que renuncie a él, a la
vez que este sea incluido en la relación madre e hijo, esto solo se efectuará a través de la propia
madre. En las familias entrevistadas, lo laboral y el sostén económico está a cargo del padre,
desplazando completamente esta función de ley, aunque bien pudiera ser reemplazada por otra
persona que lo rodea; no obstante, no aparece la función de padre que mediatice ese goce
materno.

No, no se acercaba para nada a su hijo, y peor que era muy travieso, ahí estaba
regañando, solo llegaba a regañarlo, era eso que mi hijito solo tenía como dos años ya
se daba cuenta de lo que pasaba, ya iba a cumplir los tres, ya por eso… es donde,
empezamos ahí a discutir, discutimos mucho, o a veces tratábamos de evitar que
discutíamos, pero creo que si se daba cuenta de lo que pasaba, si tuvimos problemas,
yo tuve problemas con mi esposo, de que era que… se la pasaba de acá para allá,
llegaba a la casa como a las 10 o 11 de la noche, y ya, era que los dos comíamos
solitos… Sí, creo que ahí lo deje un poco no sé...no sé… qué me pasó también,

71
porque así perjudicas siempre, si tienes problemas con tu marido ya para que le
pongas atención a tu hijo, en vez de que le hagas un bien le haces un mal, y así me
puse a pensar…Porque era que llegaba de su trabajo y… que no se acercaba pues a
uno, ya después que llegaba de su trabajo comía y ya se ponía con el teléfono y a
acostar y ya, que nadie lo moleste (entrevista 3, Sara, 08/10/2019).

Nosotros estudiamos la palabra de Dios, somos cristianos, creyentes y yo predico,


soy pastor y este... eh… bueno, pues en la palabra de Dios nosotros sabemos pues,
que existe verdad, que es grande en su poder y hace obras grandes que incluso los
médicos a veces no pueden hacer… Mi esposa siempre, eso sí mi esposa, en las
tareas, si mi esposa ha estado más al pendiente, ya ve que a veces nosotros siempre
salimos más, si, vamos a predicar (entrevista 1, Tomás, 19/04/2019).

Su papá ya llega tarde nomas a comer y descansar, porque se cansa pues del trabajo,
ya ni tiempo le da a uno, a veces es que lo ayuda al niño o ya alguna queja ya con él, le
platico pues sobre el niño, pero ah como ya llega cansado ya ni le digo nada… lo
regaña o le pega pero aun así no entiende el no obedece, más casi a mí. Porque ¿acaso
él está en las tardes en su casa? así como mi esposo pues trabaja. Llega a las 4, y él ya
ni se quiere enojar, así que yo solo nada más… como desde que estaba chiquito
siempre me mandan a hablar las maestras ya mejor me dijeron que le tenga paciencia,
que no le pegue, ya Dios sabe si sale bien mi hijo, si no sale bien, pues bueno ni
modo, así estoy ya, no le voy a decir nada. (Entrevista 2, Esther, 13/05/2019).

De acuerdo al discurso de la madre, refleja y da a entender cierta ausencia por parte del padre,
es decir en el hogar no hay ley, hasta que el padre se hace presente después de sus actividades
laborales, por tanto, no hay palabra y ley, mientras físicamente no se encuentre presente. La
molestia por la figura paterna se hace presente en el discurso de la madre que se queja de las
diferentes situaciones por las que atraviesa, aunque en ocasiones las propias madres se sienten
culpables de haber enfermado a su propio hijo. La madre refiere que el niño necesita de un
límite, de la palabra del padre para que este pueda frenarse. La madre necesita del padre para
poner límites, pero no necesariamente se necesita de una figura del padre real, pero sí del padre
simbólico que actuará ante los actos de los niños y sus consecuencias. La mujer al crear su

72
papel de madre deja de lado la posición de ser padre, aunque esta también puede presentarse a
través de ella.

4.5.3. LO REAL O LO IMAGINARIO

Parte de los diagnósticos se puede observar que aquejan más a los niños que a las niñas, estos
menores que son referidos como niños desafiantes presentan este tipo de conductas en el
hogar y sobre todo son señalados en las escuelas, pues presentan ciertas dificultades a la hora
de atender indicaciones ante diversas actividades, y sobre todo por la conducta que presentan,
lo cual da cabida para etiquetarlos con algún tipo de trastorno que encaje con sus
características. Sin embargo, ¿Qué significa para el propio padre ocupar el lugar de figura de ley
o autoridad? Aunque este puede mostrarse violento no significa que imponga ley, incluso en el
juego con el niño puede ayudar a la construcción psíquica de su hijo. Freud mencionaba que la
figura del padre también era de suma importancia, en sus escritos define que es el encargado de
romper algo que él denomina como “goce” del menor. Mencionaba que si el padre omite su
palabra y la madre rompe esa tríada los síntomas seguirán, la relación madre e hijo sigue
repercutiendo en este sentido. Cabe mencionar, que hablando de la figura paterna su fractura o
ausencia actualmente son temas que se recalcan en diversos problemas sociales, es decir no es
un tema exclusivo para el núcleo familiar, sino que conlleva diversos temas de interés social y
de grupos sociales en contra de este llamado patriarcado o figura paterna.

En el caso de las mujeres, las madres refieren tener dificultades al establecer los límites,
por lo que los padres son los encargados de los regaños cuando regresan a casa, ya sea que
porque su convivencia es menor o por no estar muy implicados en la función, él lleva a cabo la
función de poner el “no”, aun así las madres son las que toman las decisiones en relación a sus
hijos, desde la elección del nombre, hasta la tarea de educar y orientar a los niños.

Mmm… En realidad le he tenido que pegar a veces, ¿no? así llamarle la atención un
poquito fuerte verdad, porque a veces si se le dice no entiende, entonces ya así ya, ya
otra vez le digo te voy a pegar, y ya no… entiende. Pero si este hemos tenido que
tratar si, de la manera que más se pueda vea, no tampoco agresivamente verdad. Pero
si hemos tratado con él… porque a veces se pasa también (entrevista 1, Tomás,
19/04/2019).

73
Yo, yo porque estoy en la casa, ya mi marido llega en la tarde, su papá se va a trabajar
temprano, llega por ahí de las 5 o 6, ya cualquier cosa que haga acá en la escuela ya le
digo a él, y a veces lo regaña, a veces le pega, le ha pegado hasta yo también, pero por
más que le hables, le hables, no entiende, pero ya vi que entre más le pegas peor se
vuelve, a veces le pego, y me dice “ahh no me duele”, “no me duele” un ratito llora, y
luego me dice “ya ves no me duele” y así me hace…. A veces se acaba la paciencia…
conocí a algunas personas, que me decían que estaba mal lo que hacía, ya estaba más
grande mi hijito, ya tenía sus dos añitos, y empecé a darme cuenta que la que estaba
mal era yo, mientras seguía permitiendo lo que me hacía, aunque ya no me pega, para
mi estaba normal que me insulte, no se decía, porque vamos a llegarnos a creer todo
lo que nos diga, ellas me daban más ánimo, nos alejamos, me alejé de él y él se alejó
de mí, solo mi hijito, y ya, solo para mi hijito….(entrevista 3, Sara, 08/10/2019).

Cabe mencionar que los estilos de vida de las familias pueden ser variadas de acuerdo a los
contextos sociales en los que se desarrollan, desde un medio urbano o rural. Freud (1921)
manifiesta que durante el periodo al que él llama como “preedípico” el niño se interesa
especialmente en su padre, quiere parecerse a él; sería la identidad de género que está
adquiriendo el niño varón. Visto de esta manera, la paternidad es considerada como función
simbólica, minimizando por lo tanto, la presencia real del padre. Su concepción está centrada
en la función paterna, en su carácter.

74
CONCLUSIONES
Los menores diagnosticados con diversas patologías como TDAH, Autismo, etc., representan
un desafío para la educación regular y el área de la salud clasificatoria convergiendo en un
reducto familiar y llevando a cuestas las diversas etiquetas de la que convierten en objeto al
infante quien a su vez queda marcado de por vida.

A pesar de que se han logrado avances en la definicion de diversos malestares que


aquejan al niño, cada caso diagosticado aunque diferentes entre unos y otros, al final se
reducen a la medicación, tratamientos centrados básicamente en el soma soslayando al sujeto.

En este sentido, el presente trabajo muestra el lugar de los conceptos asociados a


psicopatologías en la medicina clasificatoria y en psicoanálisis, estableciendo un tiempo y lugar
del organismo versus tiempo y lugar del sujeto.

Existe la tendencia de estigamtizar los males que aquejan a los seres humanos con la
inherente medicación que conlleva al final de cuentas al uso de drogas para el tratamiento,
anulando así al sujeto. Se trata de un lugar cosificante en el mundo de la medicina clasificatoria.
En oposición a la generalidad del sujeto, el psicoanálisis, le apuesta al discurso del sujeto,
identifica el lugar simbólico que ocupa en su historia personal de vida e historia familiar, así
como el lugar de aprendizaje que construye dentro de sus procesos escolares, que en conjunto
determinan el lugar que finalmente le asignan los padres.

La familia coloca al “hijo etiquetado” en un lugar de indefensión y desprovisación


materno y paterno, al tratarse de casos de comunidades lejanas al mundo citadino, se observa la
acción paterna proclive silenciadora hacia la mujer y anulación del infante.

Por tanto en el abordaje psicoanalítico propuesto, se le da voz al menor, resaltando el


discurso infantil. Identificando las cadenas de significantes que el niño construye dentro de su
entramado existencial, donde las etiquetas pasan a segundo plano para permitirle al sujeto
accesar a los intersticios de su lenguaje con efecto liberador.

No solo se habla de las disciplinas que diagnostican y mandan un tratamiento, si no de


aquellas que derivan o demandan un tratamiento (escuela y familia), algo que se debe de tomar

75
en cuenta es que el niño se encuentra encasillado entre una familia y una escuela que son
incapaces de verse como productoras del problema, por lo cual derivaran a una solución
pronta y cercana, actualmente el conflicto escolar se centra en que esta intenta mantener un
orden controlado y disciplinado en los infantes sin pensar en el niño actual. Es aquí donde este
sujeto queda atrapado entre instituciones, llevando la responsabilidad fuera del aula y fuera de
la familia para derivarla aun saber profesional médico.

Lo propuesto constituye una mirada que permite integrar aspectos


biopsicosocioculturales e históricos como un modo de entender las vinculaciones entre
individuo y sociedad y los males que de ellos se desaten. Las definiciones utilizadas son
producto de un trabajo investigativo de carácter psicoanalítico, pero que a su vez esta posee
una serie de definiciones y estudios que son extensas y un tanto complicadas de definir, pero
que a pequeños rasgos nos permitirá comprender y dar una explicación a ciertas situaciones
que se nos presentan en el trabajo en el aula y con la familia, una idea diferente que para
nosotros los profesionales quienes estamos a cargo de la educación de los menores era
inexistente, que aunque no se busca con ello diagnosticar o dar un tratamiento si pudiéramos
en un futuro evitar a que las infancias sean tratadas desde la medicación y dando un poco más
de apertura al habla según sea el caso. No se intenta ir en contra de ideologías, biológicas o
religiosas, pero considero necesario para quienes se encuentran a cargo de los infantes, que se
considere conocer otras opciones que lejos de hundir al niño diagnosticado logre identificar las
fortalezas de cada una de ellas. Y Desde este posicionamiento saber que el problema sobre el
TDAH no radica en lo que se dice sobre el mismo sino en lo que no se dice.

Recalcando lo mismo, lejos de dar un diagnóstico y tratamiento a las familias


involucradas, ya que esta requiere de igual manera de años de preparación, para no caer en una
posición del saber absoluto, se pretende entender a esta psicopatología que se está
presentando cada vez más en los menores y con un elevado aumento a lo largo de los años,
analizarla también como el resultado de múltiples factores y no de un único factor a intervenir,
es decir no solo definir que el problema radica únicamente en el niño, pues en ocasiones se
desconoce la complejidad de los factores que intervienen, evitando convertirlo en un tema
unidireccional, creando una especie de circulo y una verdad absoluta donde la solución solo se

76
centra en el niño y su medicación y dejando invisibles a los demás factores intervinientes y
provocando así el uso desmedido de etiquetas.

77
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80
ANEXOS

81
ANEXO 1. GUIA DE ENTREVISTA
ENTREVISTA A LOS PADRES.
1. ¿me podría comentar un poco acerca de su hijo? (nacimiento, anhelos sobre el bebé,
percepción acerca del hijo, cambios observados en el niño, dinámica familiar antes del
nacimiento del niño, vivencia durante el embarazo, sospecha del diagnóstico, cambios en el
comportamiento).

2. ¿Cómo enfrentan la situación que viven con su hijo (a)? (integrantes, dinámicas
familiar, relación entre hermanos, contexto, cuidado de los hijos, figura de autoridad, cuidado
y apoyo del niño, relación con demás familiares, vida conyugal, comportamiento frente al
padre y frente a la madre)

3. ¿Cómo es la relación con su hijo y de qué manera trata de educarlo? (limites, normas,
reglas, sanciones, métodos de educación, crianza, apoyo en las tareas, castigos, obediencia,
figura paterna, figura materna, afectividad, vivencia en el hogar, apego)

4. ¿Qué significa para usted ser padre/madre? (sentir del padre/madre, paternidad,
vivencias, anhelos, dificultades, función en el hogar, relación con el hijo, rol de esposo (a)

5. ¿Qué fue lo primero que pensó al ver el síntoma o malestar en su hijo? (ideologías,
percepciones, concepción de TDAH, desarrollo futuro, apoyos, dinámica familiar después del
nacimiento del hijo)

82

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