Está en la página 1de 1

EDUCACION EN LOS EVANGELIOS.

Hay muchos pasajes en los evangelios que nos pueden ayudar a desarrollar el fundamento
bíblico de la Educación cristiana, pero consideramos este pasaje bíblico tiene una
característica especial como fundamento. JESÚS COMO MAESTRO:

1) Su énfasis en la enseñanza. Dado que Jesús es la encarnación de la enseñanza cristiana,


El nos sirve como nuestro mejor ejemplo para la enseñanza y la educación. El fue un
maestro y aceptó gustoso esa designación (Juan 13:13), con la cual otros lo
identificaban (Juan 3:2). Libros enteros se han escrito para describir a Jesús como
maestro y presentar el énfasis que El le dio a la enseñanza.

2) Sus fines. Aunque el fin primordial de Jesús era dar vida a los hombres (Juan 10:10), El
comunicaba la calidad abundante de esa vida mediante la enseñanza. Su mensaje
incluía un concepto más claro de Dios, la liberación del dolor, la libertad de temores
falsos y paralizantes, la victoria sobre la tentación, la ciudadanía efectiva en el reino de
Dios, y la preparación para el discipulado.

3) Sus métodos y principios. Jesús eligió deliberadamente el método de la enseñanza


directa, ya que no confió su mensaje a la escritura. El recalcó las verdades ya conocidas
por los hombres, y lo que estaba registrado en las Escrituras. Grabó esas enseñanzas en
los corazones de los hombres, y el Espíritu Santo fue enviado para convertirlas en una
realidad consciente (Juan 14:26). El éxito que alcanzó en la comunicación de su
mensaje está verificado por el hecho de que tengamos tantos de sus dichos registrados
en los evangelios. Jesús empleaba buenos principios educativos. Como vemos en la
parábola de los talentos (Mateo 25:14-30), reconocía las posibilidades de cada
individuo y lo desafiaba a emplear toda la potencialidad que había recibido de Dios.
Jesús empezaba donde se encontraban sus discípulos y procedía de lo conocido a lo
desconocido. Este procedimiento está ilustrado claramente en la conversación con
Nicodemo (Juan 3:1-12). Vinculaba consigo a sus seguidores en una relación personal
de confianza, no sólo debido a su amistad, sino a que les enseñaba con auténtica
autoridad personal. Su enfoque era simple y directo, apelando a la persona toda, pero
dirigía especialmente su mandamiento a las voluntades de los hombres. Las parábolas
eran la forma de enseñanza más característica de Jesús, pero también empleaba otros
métodos, tales como discursos, preguntas y respuestas, lecciones objetivas y proyectos.
Aunque utilizaba las acostumbradas técnicas del aprendizaje, su enseñanza era única y
sumamente efectiva. Los que le escuchaban “se admiraban de su doctrina; porque les
enseñaba como quien tiene autoridad” (Mateo 7:28-29).

También podría gustarte