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CÓDIGO: 7395

TO - 15 COPIAS - 2020
HORA DE JUEGO DIAGNOSTICA

El niño no recibe pasivamente significantes ya hechos, sino que recibe un material de


significantes que activamente extrae y procesa”, resignifica, investiga cuidadosamente
las fuentes de ese material significante, sus posibles destinos, así como las operaciones
esenciales que realiza el bebé.

La “ hora de juego diagnóstica”, es entendida por Alicia Fernández, como


: "este espacio de encuentro entre el profesional y el niño, supera la
clásica dicotomía de test proyectivo-test de inteligencia y ayuda a
observar cómo operan aquellos aspectos que tradicionalmente han sido
contemplados en forma aislada….Permite observar la dinámica del
aprendizaje"
Es un instrumento técnico fundamental en el proceso diagnóstico de un niño, con el
objetivo de conocer la realidad psíquica del mismo, en el cual la acción del jugar y el
material que utilizan (juegos y/o juguetes) proporcionan al terapeuta la posibilidad
de realizar una lectura articulada del proceso simbólico (mundo simbólico, proyección
de deseos inconscientes) y del proceso cognitivo (funcionamiento cognitivo,
funcionamiento de la inteligencia) puesto en juego.
“A través de la observación del juego, tanto fuera como dentro de una entrevista
diagnóstica, el profesional puede obtener valiosísima información sobre la estructura
psicológica del niño” (Weigle,1986); es así como logra conocer aspectos de la
personalidad, identificaciones sexuales, emociones y conflictos presentes y pasados
del niño. Casas (1986), señala que “….frente al niño nos encontramos ante dos
situaciones que coexisten: Aparato psíquico en formación por un lado y en conflicto
por otro “ (Casas,1986). Por lo tanto, el juego en general presenta un rol fundamental
en la construcción del sujeto, y constituye un factor de suma importancia en la
estructuración del psiquismo.

El niño se expresa con su juego y tal acto constituye la forma de comunicación de éste
con el entrevistador, de ésta manera podemos decir que una de las técnicas que les
permite a los entrevistadores de niños investigar en el psiquismo del mismo , es la
Hora de juego. Sin embargo otro tipo de técnicas como los diferentes test son
igualmente de gran utilidad a la hora de realizar un diagnóstico. Freire de Garbarino
(1986), considera que la Hora de Juego, es la técnica más adecuada para la
investigación del psiquismo infantil , de todas maneras la autora no quiere decir que la
entrevista de juego sea el único medio para el diagnóstico infantil, puesto que como
hemos señalado anteriormente existen otros medios o técnicas como los diferentes
test, sin embargo ella considera a la entrevista de juego el mejor medio.
La observación de la hora de juego diagnóstica permite la comprensión del mundo
interno del niño, así como su realidad, su problemática y sus conflictos. Constituye así
mismo la forma de comunicación entre él y el entrevistador, posibilitándole la
manifestación de sus emociones, sentimientos, angustias y temores que presenta de
manera inconsciente. Al jugar el niño proyecta su realidad tanto de su mundo interno
como de su realidad exterior.
En el diagnóstico infantil la importancia radica en que, en el niño la palabra no forma
parte de la comunicación específica con el entrevistador, sino que lo hace a través del
juego, de movimientos corporales, dibujos, y de los diferentes test. El niño no
comunica en palabras su estado emocional, afectivo, sus conflictos y su problemática.
Así mismo es importante tener en cuenta en todo diagnóstico infantil, la etapa
evolutiva en la que se encuentra el niño, ya que los juguetes que utilizará así como el
tipo de juego que desplegará , tendrán que ver con su etapa evolutiva,

La hora de juego diagnóstica es utilizada como una unidad y por lo tanto presenta un
comienzo, un desarrollo y un fin.

Para entender algo de la utilización del juego como recurso diagnóstico


es necesario reconocer la : LA IMPORTANCIA DEL JUGAR :
“La ocupación favorita y más intensa del niño es el juego” (Freud,1907-)
QUE ENTENDEMOS POR JUGAR?

“El juego infantil se define como una actividad placentera, libre y espontánea, sin un
fin determinado, pero de gran utilidad para el desarrollo del niño” (Gómez,J,F).

El juego del infante es considerado fundamental en el desarrollo físico y psíquico del


niño, puesto que es en este momento donde se forjan las bases para el resto de su
vida. Varias conceptualizaciones e investigaciones al respecto consideran que el juego
cumple un rol fundamental en la construcción del sujeto, ya que a través del mismo el
niño aprende, razona y construye su personalidad.
Para Winnicott (1972) (…) “el juego se origina en el espacio transicional, en esa zona
intermedia entre lo subjetivo y lo objetivo, en la zona de confluencia entre realidad
interior y realidad exterior” , de esto se desprende que, el juego nace en el niño en ese
espacio de ilusión que se crea entre él y su madre, lo cual es el origen de la creatividad.
Por lo tanto Winnicott , considera que el juego es creación. (…) “la experiencia cultural
comienza en el vivir creador, cuya primera manifestación es el juego, y se ubica en el
espacio potencial que existe entre el individuo y el ambiente”
La importancia del juego infantil como recurso para el conocimiento del
psiquismo del niño dentro de la hora diagnóstica.
En el juego intervienen varios aspectos de la subjetividad de la persona como , lo
biológico, lo psicológico y lo social que tiene que ver con el entorno o medio en el cual
la persona se encuentra o se ha desarrollado.
Por lo tanto podemos decir que el juego infantil nos puede brindar información sobre
el psiquismo del niño.
El juego constituye el lenguaje del niño. “El juego adquiere valor en sí mismo, en tanto
que posee una función estructurante en la constitución psíquica, y tiene un sentido a
develar en el trabajo terapéutico con niños” (Di Gregorio&Vitureira,). A través del
juego el niño se comunica, y mediante el mismo el profesional logra identificar lo que
le sucede.
A través de la actividad lúdica el niño manifiesta sus conflictos y de éste modo se
intenta entender su pasado y su presente. (Aberastury,1968,p.13)

El juego posee además, la particularidad de ser un “como si”, ya que el niño escapa de
su realidad a través del mismo, representando de una manera que considera más
agradable y hermosa la realidad que vive. Brindándole la posibilidad de actuar de
manera activa aquello que vivió en forma pasiva, de cambiar situaciones o
modificarlas, cambiar los finales que no le han resultado placenteros por otros que si le
sean, y cambiar de roles los cuales le han sido prohibidos.
El niño en el juego toma la posición de dominación y revive los objetos reales
dominando de ese modo situaciones que le resultan penosas y no tan placenteras, las
cuales no son posibles de repetir con los objetos reales. Por medio de la actividad
lúdica el niño expresa hacia el exterior sus miedos, sus dolores, angustias y sus
conflictos actuales, modificando esas situaciones que internamente le producen
displacer y que su yo no puede tolerar. Se puede inferir que lo esencial del juego es el
“como si”.
Huizinga (1938), historiador holandés, autor de “Homo Ludens” (Hombre que juega) le
asigna al juego diferentes características:

 Es una actividad libre.

 Es una situación imaginaria la cual se diferencia de la vida real.

 Posee reglas que la regulan.

 Posee motivación intrínseca.

 Produce orden y tensión en el jugador


De éste modo Hizinga (1938), sostiene que el juego se realiza en determinado tiempo y
espacio. Tiene un momento de comienzo y un momento de finalizado. Así mismo
considera que toda actividad de juego se realiza en un determinado campo donde se
desarrolla
Cómo es el juego en los diferentes períodos del niño?
EVOLUCIÓN DEL JUEGO
Cuando el niño nace necesita adaptarse a un mundo nuevo al cual deberá
conocer y comprender, el medio (padres) le proporcionan juegos, juguetes y
elementos para jugar. Los adultos son los que le enseñan a jugar. La maduración
biológica es una condición esencial para el proceso de aprendizaje y el juego es un
instrumento para llevar a cabo este proceso de aprendizaje (para la formación de los
comportamientos inteligentes y el psiquismo).
Sus capacidades perceptivas (mirar, oler, escuchar, tocar) van construyendo
una noción de ese mundo pero su incapacidad motriz limita su capacidad de
exploración. Muchos de sus intentos de explorar se hallarán en la base de su futura
actividad de juego. Como la vista se desarrolla desde el primer momento, el niño ya
puede distinguir la luz de la sombra, su capacidad de gustar y reconocer sabores ya es
notoria desde las primeras horas de vida y todas sus experiencias van configurando en
su mente la imagen de la madre. Otro sentido muy importante es el tacto, y que el
pequeño pueda estar en contacto con la piel de su madre porque le permite elaborar
la pérdida de la experiencia de haber estado en el vientre materno. A los pocos días de
vida es capaz de reconocerla por la voz y el olfato; desde que nace, el niño sabe
mucho sobre su madre.
Esta relación física es totalmente necesaria después del nacimiento y la carencia
de esta relación satisfactoria podría traer como resultado trastornos en el contacto con
la realidad y lo predisponerlo a enfermedades de la piel .

A partir de su nacimiento hasta los cuatro meses el interés del bebé se dirige
casi exclusivamente a su madre.
En el tercer y cuarto mes aprox., se producen cambios importantes tanto
psíquicos como físicos; empieza a controlar sus movimientos, coordina el movimiento
con la vista y ya puede acercar la mano al objeto que ha focalizado con sus ojos
siempre que éste se encuentre cerca. El primer juguete que se ofrece es el “sonajero”
(deriva de la sonaja, primer instrumento musical), y también algo con él aparece y
desaparece: “los sonidos”.
El niño ya conoce a su madre, y comienza a jugar con su cuerpo , Winnicott afirma que
las primeras experiencias del niño sano se relaciona con la primera posesión, y esta
relación se vincula poco a poco con fenómenos autoeróticos, la succión del puño, del
pulgar y el dedo gordo del pie , y más adelante con el primer animal o muñeca blandos
y con los juguetes duros, estas acciones son un “como sí ”, ya que el pecho materno
no está presente ; en éste momento el bebé no diferencia su cuerpo del de su madre,
para él es uno solo. , sin embargo la madre en algunos momentos no está presente y
estas ausencias para él resultan desagradables; el juego aparece aquí como
amortiguador entre el deseo interno y la realidad externa que lo frustra. La madre no
se encuentra presente por lo tanto es sustituida por esas partes del propio cuerpo del
niño, a lo que se suman luego los ositos, trapitos, etc. cuestiones que Winnicott ,
denominó objeto transicional, lo cual ayuda a soportar la espera y la separación con su
madre.

En la segunda mitad del primer año, puede sentarse , el jugar a las escondidas (
juega con las sábanas, aparecer y desaparecer ) , es la primera actividad lúdica en la
cual el niño elabora la angustia de separación, el duelo por un objeto que debe perder,
.

La derivación de objetos y conflictos que el niño domina y que son


reemplazables, cumplen con la necesidad de descarga y elaboración sin hacer peligrar
a los objetos primarios. El niño a esta edad juega con su cuerpo y con los juguetes ;
también juega con sus ojos a abrirlos y a cerrarlos, tiene el mundo y lo pierde. . El niño
ahora es capaz de repetir los sonidos que salen de su cuerpo, los escucha y su
expresión cambia; dichos sonidos son los “laleos”, su primer intento de expresión
verbal. El niño experimenta por medio de movimientos que al golpear un objeto
también produce sonidos, lo chupa, lo explora, lo muerde y va reproduciendo
experiencias que le tranquilizan.
Cuando arroja sus juguetes al suelo, espera y exige que se los devuelvan. Dicha
actividad es necesaria porque con ella, el niño experimenta que puede perder y
recuperar aquello que ama. Tanto A. Aberastury como Phillippe Gutton consideran que
es una etapa básica para el niño porque experimenta, intuye y elabora que las
personas o los objetos pueden tanto aparecer como desaparecer y a través del
prejuego, los niños expresan que son capaces de reconocer objetos, apartarlos y
atraerlos hacia sí, el bebé atraviesa la posición depresiva, debe desprenderse de la
madre para poder pasar a la relación con el padre; aparecen ansiedades intensas y el
juego ofrece posibilidad de elaborarlas.
En este punto, ambos autores consideran que a pesar de que el niño haya
encontrado una forma de elaborar sus angustias de pérdida, reclaman con urgencia
incontrolable la presencia de sus verdaderos objetos: sus padres. A esta edad el temor
a su pérdida se intensifica y les angustia; su vida emocional está marcada por ella y
conforma el motor de las actividades que describimos; el niño se interesa por los
objetos huecos que puedan contener otros objetos penetrantes y pasa a utilizar todo
lo que le sirva para penetrar, por ej. Los ojos, los oídos, las bocas de las personas que
están próximas le permiten hacer sus primeras experiencias de exploración. Sus
objetos preferidos son pequeños, y son los herederos de sus dedos exploradores.
Otros de los juegos que aparecen en esta edad es jugar con los agujeros (de las
bañeras, por ej.) las tazas de juguete, o con una rotura en la pared, o el agujero de una
cerradura... un palo, un lápiz, sus dedos, todo sirve para poner y sacar, unir y separar.
Entre los 8 y los doce meses, el niño se desplaza gateando, amplía su campo de
acción y comienza una minuciosa y constante exploración.
En cuanto al aspecto social del juego en esta edad, Rubinstein y Howes (1976)
estudiaron las actividades de niños de 8 a 18 meses y observaron que si bien no
jugaban juntos, sí sentían intensamente la presencia de los demás niños
Arrastrar juguetes, o cajas de cartón también son actividades lúdicas dentro de éste
período.
Fue Freud , quien comienza a teorizar sobre el juego infantil tras observar el juego de
su nieto, el conocido juego del carretel. En su artículo “Más allá del principio del
placer”, es donde el autor desarrolla su investigación. En un primer momento el niño
arroja lejos de él objetos, los cuales simbolizan a su madre que lo abandona, esta
acción representada y repetida por el niño es interpretada por Freud como una forma
de elaborar la situación traumática que le produce el alejamiento de su madre. En un
segundo momento del juego el niño hace regresar los objetos. La interpretación
realizada por Freud sería por consiguiente que la mamá se va, pero el niño la hace
regresar cuando él así lo dispone. Actúa de forma activa la situación traumática que
vive pasivamente. El autor reseña posteriormente que hay un tercer momento en el
juego que es cuando el mismo niño desaparece frente al espejo. –mí mamá soy yo-
aparece y desaparece. Tendría como diría el autor relación con la identificación
primaria. Podríamos decir que lo que Freud descubre es que esa angustia y conflicto
del niño estaría relacionada con que la pérdida de la madre.

Alrededor de los dos años, presenta un juego exploratorio, toma y deja los
objetos. La actividad lúdica está al principio más ligada a la función que a la
representación.
El niño descubre un sistema dialéctico de placeres complejos centrados en una
nueva concepción del dentro y fuera que estructura el propio cuerpo en el medio
circundante. Los excrementos tienen el significado de un regalo de que el cuerpo del
niño acepta separarse y son ofrecidos a la madre con la esperanza de una gratificación.
Pero debido a las prohibiciones del adulto, el niño busca sustancias permitidas como
agua, arena y tierra con la cual jugar, realizando castillos, niños, animales salvajes,
líquidos con poderes mágicos; más adelante con la plastilina podrá modelar objetos ,
actividades de trasvasar sustancias de un recipiente a otro a manera de indicio que
espera y necesita la enseñanza del control de esfínteres, es decir adquirir la capacidad
de entregar a voluntad los contenidos del cuerpo ,por lo tanto a partir de dicha
prohibición corporal se desarrolla la actividad lúdica.
Los niños comienzan a darle vida a sus muñecas; tanto los muñecos como los
animales predilectos corporizarán a los hijos fantaseados y serán objeto de amor y
malos tratos. En este período comienza el aprendizaje de la maternidad y la
paternidad, aparecen los tambores, los globos, las pelotas como juguetes predilectos
que simbolizan el vientre fecundo, luego se transforman en un medio de comunicación
y finalmente para la descarga de sus tendencias agresivas y ya a esta edad se pueden
observar juegos paralelos, es decir cuando el niño disfruta la presencia de otros niños.
Los niños de dos años se observan mutuamente con intensidad y por lo general con
una tendencia compulsiva a imitarse
A partir de los dos años y medio, el niño adopta jugar con sus amiguitos de la
misma edad, al escondite y a descubrirse por sorpresa . El niño comienza a interesarse
por su propio cuerpo para luego interesarse por otros objetos inanimados; también
cuando dibuja, es el cuerpo su primer interés.
A partir de la capacidad creadora que presenta el juego, el niño le dará diferentes
significados a los juguetes que utilice; a modo de ejemplo Weigle , habla de la escoba,
la cual es utilizada para significar diferentes cosas, a través de esto, el niño aprende a
distinguir el objeto de aquello que lo simboliza, de ésta manera el niño comienza a
entender la existencia del otro y ya no juega con el otro como si fuera un juguete, sino
que juega “con” el otro.

Entre los tres y los cinco años el juego del niño se amplía y se complica; su
riqueza e intensidad nos permiten evaluar su desarrollo psíquico. Comienza a dibujar
(tiene mayor destreza en la motricidad fina y mayor representación de su esquema
corporal). Los deseos sexuales toman fuerza. Aparecen juegos sexuales de exploración
mutua entre los niños. Es lo esperable.
En cuanto al juego de las escondidas, los niños de 3 años prefieren esconderse
de a dos y que un adulto sea quien les busque. Es extraño encontrar que un niño
menor de 5 años acepte el rol solitario de buscador; a esta misma edad, el niño
combina sus juguetes concentrando cada vez más su atención, y empleando más
tiempo con ellos y comienza a jugar un poquito más con otros niños, se fascina cuando
reúne objetos y disfruta cuando repite ritualmente algunas acciones lúdicas.

A los 4 años aprox comienzan a desarrollarse las amistades y éstas se basan en


el interés que ellos tienen ante el mismo tipo de actividades. Los deseos genitales
adquieren pujanza y se expresan en todo tipo de actividades. Los juegos sexuales entre
niños son la norma y no son negativos sino que contribuyen al buen desarrollo.
Los juegos sexuales propiamente dichos son el jugar a papás y mamás, al
doctor, a la enfermera, a los novios, a los casados, y en ellos satisfacen sus
necesidades de tocar, de mostrarse, de ser vistos y ver. En estas secuencias se
propone tanto la representación de las pulsiones parciales y su realización como
también los procesos defensivos utilizados a lo largo de la historia del niño. Las
actividades sexuales son el motor de este juego, cuyas secuencias lúdicas se impregnan
de múltiples escenas en las cuales se condensan tramas simbólicas y figuraciones
reales.
En los preescolares ( 5 años aprox), aparece el dar vida a objetos inanimados, donde
pegarse con un objeto es pegarse con una persona, por ejemplo en el caso de pegarse
contra una piedra le dice “piedra mala”. Otra actividad de juego fundamental en este
período es el pintar, cortar, rasgar y pegar .

Pasados los 5 años, en líneas generales comienzan las elecciones por género , lo
cual no significa que este verticalmente ligada al sexo biológico ni que sea privativo
del mismo , pero sí a los deseos que se van diferenciando en relación a las
identificaciones personales , individuales de cada niño , por ejemplo , los juegos de
que requieren acción, grandes desplazamientos , de conquista, de misterio,; la elección
y uso de pistolas, escopetas, y disfraces de personajes de TV están, generalmente
asociados a lo masculino ; en cambio, los juegos más tranquilos, con muñecas, los
juegos de representaciones con intercambio y asignación de roles ( maestro/ maestra;
peluquero / peluquera ; mamá , papá , se asociasan generalmente a lo femenino .
Sin embargo estas elecciones de juegos no invalida la libre elección de cada
niño o de cada niña sin perjuicio de interpretar que esté instalada la elección de
género.
Por otro lado, cabe señalar que en el juego de los niño/as se ve representada una
porción de la sociedad: …Encontramos a alguien que es el líder, alguien que obedece,
alguien que propone, etc.; se logra identificar los diferentes roles que toman los que
juegan, lo cual los va preparando para su vida adulta.

A partir de los seis o siete años, (en la etapa escolar) aparecen los juegos
colectivos, la aceptación de reglas, que posteriormente será el cumplimiento de la ley
en la vida en sociedad. También aparecen las actividades deportivas en donde se
deben aceptar las normas y las reglas de juego , muchos de los juegos se elaboran con
variaciones y reglas; por ejemplo, entran en la actividad lúdica las largas discusiones –
que algunas veces llegan a ser peleas– acerca de las reglas y del juego legal.
También están presentes juegos menos estructurados, van dejando los juegos
del escondite, y se van configurando otro tema por ejemplo : el del cazador y el
cazado
Las lecturas de ficción, los estudios de ciencias sociales y naturales, las letras y
los números, también enriquecen y estimulan al niño, porque proveen una vía de
expresión y de confrontación de su propia experiencia, por lo tanto con el aprendizaje
escolar aparecen nuevos juegos en los que se combinan las capacidades intelectuales
con el azar.
El grupo permite que el niño realice el aprendizaje de la competencia y del
compartir roles, a través de distintos juegos que van desde el azar hasta la pericia. Por
ejemplo, las carreritas, la lotería, el dominó, el monopoli que le permiten conocer un
mundo nuevo; al comienzo, la competencia significa aniquilar, se triunfa sobre alguien
pero no con alguien. Uno de los juegos más empleados en esta edad es el “tatetí” o
“tres en rayas”, es el símbolo de las vicisitudes que la vida impone, Los competidores
son los hermanos y se lucha por conseguir la relación exclusiva con los padres al mismo
nivel el uno con el otro.
Otros juegos que se desarrollan a esta edad son el football, el basquet , la
rayuela etc en los que hay un significado genital encubierto.
Hacia la prepubertad ( de los 9 a los 11 años aprox.) El niño comienza a
desprenderse de los juguetes lo que exige una larga elaboración de duelo (incluso
algunos adolescentes guardan juguetes de la infancia) y adquieren poco a poco lugar
las palabras. Se agrupan con los del mismo sexo, cobra importancia la aparición del
grupo, la barra (Como eslabón entre la familia y el mundo adulto); el niño con sus
amigos más íntimos pueden jugar durante horas sin la presencia del adulto porque ya
saben que hay un adulto confiado que está disponible; el cuerpo vuelve a tener un
papel fundamental , se intensifica el gusto por la lucha, por las carreras y el football; se
acentúa el placer por el escondite, por los juegos de manos. La culminación de estos
juegos es el cuarto oscuro donde la exploración y la búsqueda ya tienen contenidos
genitales muy evidentes. La oscuridad, como condición necesaria en ese juego, nace en
la medida en que se van definiendo más, las capacidades genitales.
Cuando el niño ya no juega y abandona estos objetos, es uno de los primeros
fenómenos de la pubertad, el juego se borra... y el niño se orienta nuevamente de un
modo definitivo hacia el cuerpo. Esto se debe a que el niño ya ha adquirido la
genitalidad. En este período aparece el aburrimiento, la morbosidad ansiosa. El niño
pasa con esfuerzo y en forma progresiva de una relación lúdica a una relación de
pareja (sexualizada).
El grupo de pares que posibilita los primeros contactos exogámicos. Las
relaciones interindividuales van desplazando o sustituyendo a las figuras primarias.
(Proceso de desinvestidura de los objetos incestuosos para reinvestir otros nuevos)
Durante la adolescencia se desprenden de su cuerpo y rol infantil (duelos) y de sus
juguetes. Debe lograr un pasaje del juego con el propio cuerpo, al juego con los
objetos ( eso lleva a que por momentos en lo sexual el otro sea tratado como objeto ,
cosificado) . Abandono de los objetos, vuelta al propio cuerpo y al de su pareja .
Se desarrolla fundamentalmente el deporte, la música y los paseos que ocurren de un
modo lúdico, estas actividades le permitirán separarse de sus padres y resolver
situaciones que su propia etapa lo hacen atravesar y de este modo afirmarse en su
individualidad y lograr llegar a su madurez; el juego adquiere significado en relación a
la sexualidad: pretexto de encontrarse, actividad narcisística, etc.
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CONCEPTUALIZACIONES TEORICAS SEGÚN DIFERENTES AUTORES :


Donald Winnicott, planteaba:
“El niño que juega habita en una región que no es posible abandonar con facilidad y
en la que no se admiten intrusiones” (Winnicott,1972,). Se especializa como
psicoanalista infantil y pone especial énfasis en la relación madre - lactante, centrando
allí sus estudios. Considerando esta relación como indisoluble, creando a partir de allí su
teoría del fenómeno transicional y objeto transicional. Por consiguiente establece en
ésta que: (…) “los recién nacidos tienden a usar el puño, los dedos, los pulgares, para
estimular la zona erógena oral, para satisfacer los instintos en esa zona y, además, para
una tranquila unión”. Observa que luego de algunos meses los pequeños comienzan a
jugar con muñecos o con otros objetos brindados por su madre. Por lo tanto se da una
secuencia entre el hecho de que el bebé se introduce el puño en la boca y luego pasa a
apegarse a un osito o juguete blando o duro, los cuales sustituyen a su madre. A partir
de éstos hechos importantes comienza a establecerse la capacidad del niño para
reconocer el objeto como otro, “no yo”. Al referirse entonces al juego del niño,
Winnicott diferencia el sustantivo “juego” con el verbo sustantivado “jugar”.
Los fenómenos transicionales son universales y constituyó una teoría bien aceptada
tanto dentro del círculo psicoanalítico de su época como de otras. Por consiguiente va a
decir que: “El jugar es una experiencia creadora que tiene un lugar y un tiempo. El lugar
del origen del juego es el espacio potencial entre la madre y el bebé, es lo que
Winnicott llama espacio transicional”. Así mismo va a decir que este espacio transicional
se va a crear en el momento de la fusión del bebé y el objeto el cual es la madre. Es el
espacio en donde el niño y el adulto son creadores. Esto lo motiva de alguna manera a
reforzar su teoría sobre el juego al cual considera que tiene “un lugar y un tiempo”. No
se encuentra “adentro” ni “afuera” al decir del autor. Por lo tanto para asignarle un
lugar al juego Winnicott establece un espacio “potencial” entre el bebé y su madre.
Sostiene que el juego es una forma de vida básica que ayuda a desarrollar la autonomía
del niño en relación a los demás. El argumentó que la excitación del juego no está
principalmente asociada a expresiones displacenteras, sino que también se asocia con
las precarias sensaciones placenteras del niño, que provienen de un interjuego entre la
realidad psíquica personal y las experiencias de control de objetos actuales. Este
interjuego deriva de las más tempranas experiencias de control mágico de las
respuestas maternas y ayuda a que el niño confíe en su disponibilidad y amor y en su
propio potencial mágico. La internalización de estas características establecen las bases
de los futuros juegos, que se desarrollan en forma solitaria o acompañada, y en los
cuales el niño puede crear o recrear un mundo donde permanece flotando entre la
realidad psíquica y la realidad objetiva… Sin necesidad de alucinar, muestra una
capacidad potencial para soñar y vive con ella en un marco elegido de episodios o partes
de la realidad externa. Al jugar, el niño manipula fenómenos exteriores al servicio de los
sueños e impregna a algunos de ellos de significación y sentimientos oníricos. El juego
compromete al cuerpo, para manipular los objetos y también porque algunos intereses
se relacionan con aspectos de excitación corporal. En esencia la actividad lúdica es
satisfactoria porque canaliza un alto grado de ansiedad. Sin embargo, si ésta sobrepasa
los límites, resulta insoportable y se interrumpe el juego.
En cuanto al placer vivenciado por el niño durante el juego, él señala que se da cuando
el despertar de los instintos no es excesivo; cuando va más allá de cierto punto lleva a la
culminación que puede ser frustrada (acompañada de sentimientos de confusión mental
e incomodidad física que sólo el tiempo puede curar) o bien alternativa (por ej. cuando
sus padres reaccionan a su provocación). El momento en el cual el juego llega a su
saturación o culminación, se relaciona con la capacidad para contener y elaborar
experiencias. Autores actuales, como Mayes, Marans y Colonna, sostienen que el juego
provee una ventana hacia la elaboración de otras estructuras mentales.
Su teoría del juego: Es necesario establecer una secuencia entre los procesos de
desarrollo y establecer donde comienza el jugar. En un primer momento el niño y el
objeto se encuentran fusionados y la visión que el niño tiene sobre el objeto es
subjetiva. Posteriormente Winnicott , nos va a decir que esa visión tiende a ser objetiva
y el objeto repudiado. Esto es posible en el caso de que exista una madre o figura
representativa que ocupe ese lugar y esté dispuesta a participar. Se establece una
relación de confianza y amor, por lo tanto el niño juega al encontrarse cerca de esa
persona a la cual ama. Se establecen de éste modo dos zonas de juego. Es primero la
madre quien juega con el bebé adaptándose a su forma de jugar.

Otras posturas más modernas:


Consideramos importante desarrollar otras posturas más cercanas a la época actual.
Incluso especificar que el juego no solamente es utilizado como herramienta
diagnóstica a la hora de identificar conflictos de carácter emocional en el niño, sino
que también ha sido utilizado como instrumento de diagnóstico de diferentes
patologías en el caso de Aberastury, así como de déficit en el aprendizaje en el caso de
Paín y Fernández, entre otros.
Arminda Aberastury: A través del juego y del tipo de juguetes que utilizaba el niño,
Aberastury lograba identificar la edad desde el punto de vista madurativo del mismo y
su patología, entre otras cosas. Por otro lado le era de suma importancia el lugar de los
padres del niño en el tratamiento del mismo, pues consideraba que la patología del
niño tenía que ver con la de sus padres. Sin embargo su experiencia en el tratamiento
la lleva a establecer con propiedad que es recomendable mantener cierta distancia con
los mismos, manteniéndolos lejos del tratamiento. Sostiene en su obra que Freud
consideraba que el niño juega no solamente para repetir situaciones placenteras, sino
para elaborar aquellas que le resultaban dolorosas y traumáticas. La autora manifiesta
que esto también lo comprobaba en su labor con los niños ya que esas situaciones
traumáticas aparecían en el juego de los mismos. “Al jugar, el niño desplaza al exterior
sus miedos, angustias y problemas internos, dominándolos mediante la acción. Repite
en el juego todas las situaciones para su yo débil” (…) (Aberastury. Por otro lado nos va
a decir que el niño al tener los objetos a su alcance podrá hacer activo lo que sufrió
pasivamente y cambiar el final que en ese momento le resultó doloroso por otro que le
sea placentero.
A través del juego el niño elabora esas situaciones traumáticas que le produjeron
ansiedad y angustia. Por lo tanto Aberastury observaba la hora de juego en los niños
que trataba, para así lograr diagnosticar diferentes enfermedades. Concluye que, en la
primera hora de juego el niño muestra sus fantasías inconscientes sobre su
enfermedad, así como las fantasías inconscientes de su curación.
Sara Paín: es importante rescatar los aportes de Sara Paín entre otros autores, por
considerarlos recientes en el tiempo, y por lo pronto de gran vigencia en lo que tiene
que ver con determinados síntomas que padecen un gran número de niños en la
actualidad, como lo son las dificultades de aprendizaje propiamente dichas. Siguiendo
los lineamientos de Paín (2002) se puede establecer que el aprender y el jugar
presentan momentos similares. Por lo tanto Paín considera que la actividad lúdica del
niño desde el punto de vista evolutivo, que comienza a los dos años de edad, incluye
los tres aspectos de la función semiótica, establece que los mismos son, el juego, la
imitación y el lenguaje.
El juego es una actividad asimilativa en la cual el sujeto brinda al objeto una acción
ausente a través de un objeto presente que es el símbolo del primero.
La imitación es la acción diferida que se encuentra internalizada en el sujeto como una
imagen, lo cual le permite al niño que realice sobre los objetos simbólicos acciones
utilizando su propio cuerpo.
El lenguaje que constituye la función semiótica por excelencia según la autora,
permite hacer referencia sobre un objeto ausente por medio de una articulación
fonoauditiva. Por lo tanto plantea que, el lenguaje interviene en el juego, (Paín 2002)
Ahora bien, (…) “la actividad lúdica nos provee de información acerca de los esquemas
que organizan e integran, el conocimiento en un nivel representativo”. Por lo cual
dicha autora considera de gran utilidad para el diagnóstico de las dificultades de
aprendizaje la observación del juego a través de la “hora de juego diagnóstica”. Como
hemos mencionado anteriormente según los planteamientos de la autora, el
aprendizaje y el juego presentas momentos equivalentes. De tal forma que si
observamos el juego del niño vamos a encontrar tres momentos determinantes, los
cuales son:

 Inventario: en éste primer momento el niño intenta clasificar el contenido de la caja


de juegos. Esto lo puede realizar a través de la manipulación de los materiales o
probándolos en su funcionamiento, o a través de la mirada. Evalúa los materiales para
así establecer qué posibilidad de acción le permiten. Es importante visualizar que tipo
de inventario realiza el niño.

 Organización: el segundo momento consiste en la postulación del juego. Comienza


en éste momento la organización simbólica del material, y comienza a desarrollar un
argumento utilizando el material que contiene la caja. Es importante observar de ésta
manera la coherencia del relato.
 Integración: éste tercer momento tiene que ver con la posibilidad de aprender. Se
relaciona con la posibilidad de establecer un argumento que tenga relación con los
objetos, con la capacidad de decisión entre un final u otro, con el grado de tolerancia a
la frustración, con la capacidad de recordar, con mostrar y guardar lo que es como
sujeto. Por lo tanto el niño que presente alguna dificultad en el aprender no podrá
llegar a éste tercer momento en el juego, y así mismo podrá presentar dificultades de
diferente grado en los dos momentos anteriores.
Alicia Fernández: Es pertinente desarrollar a grosso modo los aportes que Alicia
Fernández realiza con respecto a la relación entre el jugar y el aprender: Establece que
“El saber se construye haciendo propio el conocimiento del otro, y la operación de
hacer propio el conocimiento del otro sólo puede hacerse jugando” (Fernández,1997,).
La autora establece a partir de ésta frase la relación existente entre el aprender y el
jugar. El conocimiento lo posee el Otro, y sólo se lo puede adquirir de manera
indirecta; en cambio, el saber, que es una construcción personal y otorga posibilidad
de uso, está relacionado con el hacer, con encarnar el conocimiento de acuerdo con
los caracteres personales.
Por lo tanto Fernández, …. Sostiene que no hay construcción del saber si no se juega
con el conocimiento. Según la concepción de esta autora, al hablar de juego se refiere
a un proceso, a un lugar y a un tiempo que Winnicott denominó espacio transicional,
de confianza y creatividad; que tenía que ver con el creer y el no creer, entre el
adentro y el afuera.
La autora manifiesta que para construir un saber y para apropiarse de un conocimiento
es necesario jugar con la información como si fuera cierta y como si no fuera cierta. En
lo que refiere a lo que tiene que ver con las dificultades de aprendizaje, especificidad
que le atañe a la autora, ella manifiesta que estos pacientes muestran un déficit en el
jugar. Por lo tanto su experiencia clínica le ha demostrado que al implementar el juego
en el tratamiento de tales pacientes, creando un espacio de confianza compartida, se
logra ir modificando la rigidez y estereotipia del síntoma . Ahora bien, lo que va a decir
esta autora es que el objetivo de su trabajo desde el punto de vista psicopedagógico es
lograr la recuperación del placer perdido de aprender, lo cual se logra recuperando por
ende el placer de jugar. “Para jugar se necesita de otro y un espacio de confianza” .

Consideraciones finales :
TENEMOS LA CONVICCION QUE, EN EL AMBITO CIENTIFICO, LOS CONCEPTOS SON
HERRAMIENTAS PARA PENSAR, REFLEXIONAR Y NO MANDATOS A SEGUIR ….

“Si el juego es el modo de expresión del niño, el uso que él hace de los juguetes
testimonia su fantasía, su forma de actuar y de vivir” (Barreiro,1999)
El juego presenta la capacidad de desarrollar la creatividad en el niño, por lo tanto es
así que el niño toma elementos de su realidad y los escenifica de muchas maneras
distintas, lo cual le provoca placer, por lo que se puede inferir que el juego le permite
elaborar sus conflictos. “Freud decía muy acertadamente: Un niño juega no solo para
repetir situaciones placenteras, sino también para elaborar las que le resultaron
dolorosas o traumáticas”.
Por otro lado podemos decir que: “El niño juega espontáneamente pero también
aprende a jugar” , esto implica que su actividad lúdica presenta influencias de su
ambiente..
La importancia del juego radica en funcionar como estructurante del psiquismo
infantil y su utilización para el conocimiento del mismo
Gómez, J, F. en su libro “El juego infantil y su importancia en el desarrollo” , plantea
cuales serían los beneficios del juego para el niño:

 Es indispensable para la estructuración del yo.

 Le permite al niño conocer el mundo que lo rodea y adaptarse a él.

 Es fundamental para que el niño aprenda a vivir.

 Enriquece la imaginación (creatividad).

 Desarrolla la observación, ejercita la atención, la concentración y la memoria.


Así mismo este autor señala que el juego permite el desarrollo de tres funciones que
son básicas para la maduración

 La asimilación.  La comprensión.  La aceptación de la realidad externa.

Es necesario pensar al niño a partir de dos consideraciones, por un lado es un ser


individual con sus propias características, sus potencialidades y posibilidades
particulares que lo hacen un ser único e irrepetible, pero del mismo modo, es
igualmente necesario pensarlo como un ser inserto en una familia, en un espacio y un
contexto socio cultural con determinadas características que lo predisponen y a su vez
lo construyen y reconstruyen de manera permanente.
El niño que es traído a la consulta es un sujeto que sufre, padece y siente
determinadas emociones que no logra expresar con palabras. Entendemos que en el
niño el lenguaje verbal no constituye la forma específica con la cual puede comunicar
su mundo interior y su padecer, por lo tanto es necesario apelar a otros medios
llamados “mediatizadores”, como podría ser entre otras la caja de juegos, para que
logre expresar al exterior esos afectos que muchas veces son miedos, inseguridad,
soledad, abandono, etc.
Ahora bien, el niño construye su subjetividad a partir del medio en el cual se
desarrolla, por ende va a representar en sus juegos aspectos de su vida, de su realidad
externa y de su realidad interior.
Es importante reconocer que los autores clásicos que hemos recorrido, sentaron las
bases para el desarrollo del análisis del psiquismo infantil.
Es necesario señalar que los profesionales que se dedican a la infancia en la actualidad
se encuentran con un niño inserto en un espacio y un contexto que está en
permanente cambio.
La sociedad, la familia, la educación, la cultura, la comunicación, las formas de vivir y
de sentir se transforman constantemente y por ende el niño experimenta el mismo
cambio, de esta manera , es importante tener en cuenta que como profesionales
dedicados al entendimiento del psiquismo infantil es necesario realizar un cambio
sustancial en la forma de abordaje de este sujeto. La modernidad a la cual asistimos
nos hace pensar de forma diferente a la infancia y a las familias de hoy. Los padres
atravesados por la época moderna en donde no tienen espacio para pensar en las
problemáticas que en algunos casos presentan sus hijos, asisten a la consulta buscando
una respuesta rápida cuando ya no logran manejar el problema del mismo.

(…) “y como juega el niño sin saber que juega” (…) Eduardo Galeano
BIBLIOGRAFIA:
Aberastury, A. (1962).Teoría y técnica del Psicoanálisis de niños. Buenos Aires: Paidos.

Aberastury, A (1968). El niño y sus juegos. Buenos Aires:).

Paidos. Aberastury, A. (1978) El Psicoanálisis de niños y sus aplicaciones. Buenos Aires:


Castellana.Paidos

García Arzeno, M.(1993). Nuevas aportaciones al psicodiagnóstico clínico. Buenos Aires: Nueva
Visión. Recuperado de: http://es.slideshare.net/bahulasva/nuevas-aportaciones-
alpsicodiagnosto-clinico

Winnicott,D. (1972). Realidad y juego. Buenos Aires: Guedisa.

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