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ASMA

BRONQUIAL
VALERIA PADILLA LOPEZ 1261743
Introducción
Las alergias respiratorias tienen lugar cuando la
persona susceptible inhala partículas capaces de
ocasionar una reacción inmunológica. Se producen
entonces signos y síntomas que, según afecten a las
vías respiratorias altas o bajas, se manifiestan como
rinitis alérgica o asma, dos patologías que
frecuentemente se hallan asociadas.
Es una enfermedad inflamatoria de los bronquios

Asma
que provoca que estos se obstruyan, dificultando la
respiración. La obstrucción se debe a una reacción
inmunológica entre el alérgeno inhalado y los anticuerpos

Bronquial producidos por la persona alérgica.

Alérgica
El asma es una enfermedad respiratoria,
caracterizada por inflamación crónica de las vías aéreas
(bronquios), que causa episodios recurrentes de
sensación de falta de aire (disnea), pitos en el pecho con
la respiración (sibilancias), tos y sensación de opresión
en el pecho.
ASMA BRONQUIAL

El asma bronquial se caracteriza por una obstrucción reversible y ocasional de la vía


aérea que, si no se trata adecuadamente, puede llevar a una obstrucción permanente. Se
asocia frecuentemente a otras patologías.

El asma alérgica representa el 70% de todos los tipos de asma y es la enfermedad


crónica más frecuente en niños y adultos jóvenes. La inflamación se asocia a la oclusión de
los bronquios (brocoespasmo) y a un aumento de la secreción mucosa.

En muchas ocasiones los bronquios también reaccionan de esta manera ante


infecciones respiratorias, el aire frío y el ejercicio físico (hiperreactividad bronquial).
Los síntomas del asma son las crisis recurrentes de
tos, la dificultad para respirar (disnea), la opresión del
tórax y los ruidos sibilantes al respirar. Muy a menudo el
asma aparece en forma de crisis. Puede llegar a ser muy
grave y exigir un tratamiento de urgencia.
SÍNTOMAS El asma se acompaña de alteraciones al realizar la
exploración funcional del aparato respiratorio
(espirometría) que permite certificar el diagnóstico,
determinar su gravedad y conocer la respuesta al
tratamiento.
El asma alérgica frecuentemente se asocia con la
tos espasmódica y la rinitis alérgica, que puede
precederla en el tiempo.
CAUSAS

Una vez que se ha diagnosticado el asma y/o la rinitis alérgica, es necesario que el
especialista elabore una historia clínica exhaustiva para descubrir cuáles son los posibles
desencadenantes y realizar un estudio alergológico detallado, que consiste en: Pruebas
cutáneas con alérgenos específicos. Casi siempre las pruebas se realizan con la técnica del
"prick" y son rápidas, indoloras, sensibles, reproducibles y prácticamente libres de riesgos
para la salud del paciente.
Los análisis de sangre y secreción mucosa permiten
comprobar la existencia de marcadores de alergia (aumento
de la inmunoglobulina E (IgE)), incremento de los leucocitos
eosinófilos (eosinofilia). Es muy importante medir el nivel de
anticuerpos IgE específicos para los alérgenos detectados
(ácaros, pólenes, epitelios animales, hongos).

Las pruebas de provocación en las mucosas,


utilizando de forma controlada los alérgenos
implicados, además de certificar la relación entre la
exposición al alérgeno y los síntomas, pueden ser
esenciales en el estudio de algunos tipos de
alergias como las laborales.
ASMA BRONQUIAL

El tratamiento de la alergia respiratoria, una vez diagnosticada


correctamente y determinados cuales son los alérgenos
responsables, se basa en tres aspectos esenciales que pueden ser
complementarios:
Evitar la exposición al alérgeno, que puede ser suficiente para el
control de la enfermedad, en el caso de alérgicas exclusivas a
epitelios de animales. Es prácticamente imposible evitar la
exposición a la gran mayoría de los alérgenos ambientales (ácaros,
pólenes y hongos), pero la aplicación de algunas medidas higiénicas
pueden reducir esta exposición.
TRATAMIENTO
Administración de fármacos con efecto sobre los síntomas, como
los antihistamínicos, los antiinflamatorios o los broncodilatadores
inhalados. Debe considerarse que el efecto beneficioso desaparece
al suprimir la medicación y que algunos de estos medicamentos
pueden tener efectos secundarios no deseados sobre la salud del
paciente.
La inmunoterapia desensibilizante es considerada el tratamiento
más completo de la alergia respiratoria y se consigue a través de
las vacunas antialérgicas. La inmunoterapia específica permite
alcanzar una tolerancia inmunológica después de un tratamiento
prolongado, que siempre debe realizarse bajo el control del
especialista.

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