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Resumen para examen de salud mental:

Semana 1

¿Qué es la salud mental?

La Organización Mundial de la Salud reconoce a la salud mental como:

Reconocer que la Salud Mental se construye a lo largo del curso de la vida,


implica mirar a la familia y al contexto sociocultural de las personas, así podemos
entender a la Salud Mental como un proceso que propicia el desarrollo y
crecimiento individual en las distintas etapas de vida y de acuerdo a las
exigencias de la experiencia social. (González S, 2007).

Primer artículo
Los problemas de salud mental en la niñez y la adolescencia pueden dificultar
que los adultos jóvenes hagan una transición exitosa de la escuela al trabajo,
pero la evidencia sobre este tema no es concluyente. Por lo tanto, el objetivo de
esta tesis es evaluar el impacto de los problemas de salud mental desde la
infancia hasta la adultez temprana en la transición de la escuela al trabajo desde
la perspectiva del curso de vida. En esta tesis se examina la asociación de las
adversidades infantiles con los problemas de salud mental y el nivel educativo.

Además, se identifican las trayectorias de los problemas de salud mental desde


la niñez hasta la adultez temprana y se vinculan con la situación educativa y
laboral, así como con las condiciones laborales y las características
psicosociales del trabajo de los adultos jóvenes. En este primer capítulo,
presentamos una perspectiva del curso de vida para la investigación sobre el
trabajo y la salud, proporcionamos información básica sobre el sistema educativo
y de atención a la juventud holandés y el mercado laboral, definimos los
conceptos principales y presentamos el esquema de la tesis.

El papel de la familia en el desarrollo de la salud mental

El curso de vida toma en cuenta las relaciones que se establecen a nivel familiar
y entiende a estas relaciones como una realidad compleja que denotan
reciprocidad, dependencia, afecto y poder.

La familia es el proveedor de facto del cuidado a la salud mental cuando los


servicios de atención son escasos como sucede en México o en diversos países
de Latinoamérica.
Segunda lectura

En todas las culturas, los miembros de la familia a menudo desempeñan papeles


importantes e incluso críticos en la vida de los adultos que sufren de depresión
y otras afecciones mentales crónicas. Estos roles podrían ser aún más
pronunciados en los países de ingresos bajos y medianos (LMIC), donde los
valores y las normas culturales pueden fomentar más la participación familiar y
la familia suele ser el proveedor de facto de la atención de la salud mental cuando
los servicios de salud mental son escasos.

Las pautas y recomendaciones internacionales han intentado llamar la atención


sobre la base de evidencia que respalda la necesidad de la participación
familiar.1, 2 A pesar de las razones convincentes para adaptar los tratamientos
basados en evidencia para adultos para incluir a las familias en LMIC, el tema
ha recibido sorprendentemente poca atención en la literatura. Sobre los servicios
globales de salud mental y su implementación, con la excepción de unos pocos
estudios que han involucrado a la familia en el tratamiento de pacientes con
trastornos psicóticos, 3 abuso de sustancias4 y demencia.5, 6 Una revisión 7 de
las intervenciones comunitarias y domiciliarias para personas con trastornos
neuropsiquiátricos en LMIC mostró que menos del 10% de las intervenciones
involucraron a la familia.

Esta brecha es una importante oportunidad perdida. Un cuerpo sustancial de


literatura, compuesto predominantemente de trabajo de observación tanto en las
ciencias sociales como en el campo médico, describe los roles de los miembros
de la familia involucrados en la vida de las personas que padecen enfermedades
mentales, que incluyen brindar apoyo práctico para el manejo de la enfermedad
y la adherencia al tratamiento en el domicilio, influyendo en las vías de búsqueda
de atención, y acompañamiento y apoyo durante las visitas a la clínica y las
hospitalizaciones psiquiátricas. El cuidado familiar también tiene importantes
dimensiones morales y emocionales con potencial tanto para afirmar como para
aliviar el sufrimiento.

La falta de atención al papel de la familia en el campo de intervención de la salud


mental global tiene varias consecuencias potencialmente importantes. En primer
lugar, las intervenciones psicosociales centradas en el individuo introducidas en
contextos culturales en los que se otorga un gran valor a la participación familiar
podrían apartar al paciente de los apoyos sociales naturales y aumentar el
aislamiento social o el riesgo de estigmatización. En segundo lugar, las
intervenciones psicosociales centradas únicamente en el individuo pueden
perder oportunidades cruciales para fortalecer el tratamiento a través del
compromiso y la participación de la familia. En tercer lugar, un enfoque estrecho
en los resultados individuales impide un examen más amplio de los efectos de
las intervenciones psicosociales (tanto positivas como negativas) en la familia.
Tercera lectura resumen

El papel de las familias en la prevención de problemas de salud mental ha sido


subrayado en múltiples ocasiones. El informe de la OMS (2004a) sobre la
prevención de los trastornos mentales: Intervenciones efectivas y opciones de
políticas indicó que “los factores de riesgo y protección relacionados con el
individuo y la familia pueden ser biológicos, emocionales, cognitivos,
conductuales, interpersonales o relacionados con el contexto familiar” (p.22) .
Estos factores tienen fuertes impactos en diferentes momentos de la vida y
pueden transmitirse de una generación a otra (por ejemplo, depresión, ansiedad,
abuso de alcohol). La promoción de la salud mental debe recibir la atención
adecuada dentro de la promoción general de la salud. Es motivo de gran
preocupación que, en la práctica, la promoción de la salud mental se pase por
alto con frecuencia en los programas de salud.

Recomendaciones

• Educar a las familias y sociedades sobre las condiciones de salud mental, los
síntomas y el tratamiento.

• Desarrollar asociaciones entre familias y proveedores de salud mental para


lograr buenos resultados de tratamiento y menos remisiones

• Proporcionar clases de educación para la vida familiar y servicios familiares que


promuevan el bienestar familiar (comportamientos maritales y de crianza de alta
calidad), buena salud mental y física

• Desarrollar Planes de Acción y Políticas de Salud Mental para asegurar


sistemas de atención integrales y coherentes, y seguir a través de la
implementación y evaluación

• Desarrollar estrategias nacionales de prevención del suicidio adaptadas en


función de las creencias contextuales y culturales para disminuir el número de
intentos de suicidio.

Aumentar el gasto gubernamental para los servicios de salud mental, incluido el


aumento del número de profesionales en el campo de la salud mental.

• Promover la inclusión social y el acceso a la atención de la salud,


específicamente a los servicios de salud mental, para todas las edades

• Promover el empleo formal con beneficios y seguro de salud para aumentar la


probabilidad de utilizar los servicios de salud
eterminación social, biológica, familiar y comunitaria de la Salud Mental

Las familias construyen respuestas de atención que no son tomadas en cuenta


por la medicina institucional y, como lo viste en medicina familiar y comunitaria,
en este campo de relaciones sociales se construye la cultura.

Articulo 4 resumen

En este artículo se expone la evidencia sobre la implementación de políticas


públicas en salud mental, con el objetivo de describir los avances y los desafíos
para poner en marcha el modelo biopsicosocial y comunitario principalmente en
Latinoamérica. Se realizó una revisión teórica de artículos indexados en Web Of
Science, Scopus, PubMed y SciELO. Se incorporaron informes y programas
gubernamentales. Los determinantes sociales impactan a la salud mental, la
pobreza aumenta significativamente el riesgo de desarrollar una psicopatología.
Por ello, la Organización Mundial de la Salud insiste en la necesidad de adoptar
un paradigma biopsicosocial para enfrentar los desafíos de salud mental.
Alrededor de un tercio de los países, todavía no cuenta con una política nacional
de salud mental y existen grandes disparidades de financiamiento y cobertura
para la población entre países de ingresos altos y bajos. Particularmente de
Latinoamérica, los resultados ilustran un avance en países de ingresos medios
y bajos, en elaborar programas de salud mental desde un enfoque comunitario y
biopsicosocial. Sin embargo, presentan desafíos en su operacionalización,
financiamiento y adaptación a sus realidades socioculturales. La evidencia indica
que para avanzar desde un paradigma biomédico hacia uno que incorpore los
determinantes sociales de la salud, no se deberían mantener idénticas
estrategias en comunidades distintas, puesto que las necesidades de países de
ingresos bajos y medios difieren a las de países de ingresos altos. Por ello,
resulta fundamental aumentar la investigación local para generar evidencia que
refleje las necesidades nacionales en materia de políticas públicas en salud
mental.

Respecto a las políticas públicas y salud mental, la evidencia tiende a concluir


que los desafíos en mejorar los programas y políticas de salud mental guardan
relación con la integración y comprensión de sus determinantes sociales y
multicausalidad en la etiología de la enfermedad mental, así como de la
adecuación de los mismos a las distintas realidades y necesidades locales.
Alrededor de un tercio de los países todavía no cuentan con una política pública
nacional de salud mental y existen grandes disparidades en las tasas de
cobertura para la población entre países de ingresos altos y bajos, así como
diferencias presupuestarias para políticas públicas en salud mental.

Por su parte, países de ingresos bajos y medios, enfrentan dificultades


principalmente relacionadas al financiamiento y escasez de políticas públicas en
salud mental, dependiendo asimismo de financiamiento internacional. Respecto
a las enfermedades mentales más frecuentemente estudiadas, destacan en
primer lugar la depresión, seguida de estudios de estrés y psicosis.

En ambos casos, se mencionan los determinantes sociales como relevantes en


la prevalencia de trastornos mentales y la necesidad de fortalecer el sector
primario en la atención de salud mental, así como en educar a la comunidad en
este ámbito. El programa de Perú por su parte también destaca la necesidad de
la intervención temprana en infancia para prevenir el desarrollo de enfermedades
mentales y la importancia de descentralizar territorialmente la atención y
especialización en salud mental.

Ministerio de Salud, incorpora en sus lineamientos la complejidad etiológica de


los trastornos mentales, haciendo referencia por ejemplo, a los determinantes
sociales de la salud, afirmando que las intervenciones en salud mental deben
ser con un enfoque comunitario y de carácter biopsicosocial, enfatizando en la
necesidad de intervenir en la calidad y modos de vida de las personas, a fin de
favorecer su bienestar, integración social y la promoción de sus derechos
humanos. Apartado de salud mental, indicando determinantes sociales que
merman la salud mental de su población, destacando la violencia urbana,
homicidios, violencia de género y la situación migratoria.

En conclusión, la evidencia sugiere el abordaje biopsicosocial de las


problemáticas de salud mental, mediante el fortalecimiento del sistema primario
e intervenciones de carácter comunitario, así como la incorporación de los
determinantes sociales en la estrategia programática. Pareciera que, en países
de ingresos altos los desafíos guardarían relación principalmente con transitar
desde la práctica hospitalocéntrica hacia la intervención primaria y comunitaria,
debido a los desafíos en la implementación de las nuevas políticas, requiriéndose
incrementar la evidencia respecto a la eficacia de los programas basados en este
enfoque. En los países de ingresos medios y bajos, las necesidades serían
todavía más básicas y guardarían relación primordialmente con las brechas en
el acceso y el bajo financiamiento para la salud mental, así como de la todavía
somera experiencia en la implementación de políticas públicas integrales e
intersectoriales. Por tanto, la evidencia indica que para virar desde un enfoque
biomédico hacia uno que incorpore los determinantes sociales de la salud, no se
deberían mantener idénticas estrategias en comunidades distintas, puesto que
probablemente no serían efectivas para responder a sus necesidades
particulares.

Semana 2

El primer reto clínico crucial que tiene que afrontar el médico, es la entrevista con
el paciente, destreza que puede mejorarse con la práctica. Las personas con
trastornos psiquiátricos son muy vulnerables a sufrir violaciones de sus derechos
humanos por lo que el médico debe promover la inclusión y un trato humano y
digno. Existen principios básicos y técnicas que son importantes en toda
entrevista psiquiátrica. Da clic en cada símbolo (+) para conocer la información.
Primera lectura resumen

Según el Atlas de Salud Mental 2014 de la Organización Mundial de la Salud


(OMS), más de 45% de la población mundial vive en un país donde hay menos
de 1 psiquiatra por cada 100.000 personas y aún menos neurólogos.

Cuáles eran los trastornos prioritarios basándose en los siguientes criterios: si


representaban una carga elevada (en cuanto a mortalidad, morbilidad y
discapacidad), generaban grandes costos económicos o se asociaban con
violaciones de derechos humanos. Estos trastornos prioritarios incluyen
depresión, psicosis, lesiones autoinfligidas y suicidio, epilepsia, demencia,
trastornos por el consumo de sustancias, y trastornos mentales y conductuales
en niños y adolescentes.

La GI-mhGAP es una guía modelo, por lo que es esencial que sea adaptada a la
situaciones nacionales o locales específicas. Los usuarios pueden seleccionar
una parte de los trastornos prioritarios o las intervenciones para adaptarlas e
implementarlas, conforme a las diferencias contextuales en cuanto a prevalencia
y disponibilidad de recursos.

La GI-mhGAP es una guía modelo y es esencial que sea adaptada a la


situaciones nacionales o locales específicas. Los usuarios pueden seleccionar
una parte de los trastornos prioritarios o de las intervenciones para adaptarlas e
implementarlas conforme al contexto.

La GI-mhGAP 2.0 empieza con el módulo “Atención y prácticas esenciales de


salud”, un conjunto de buenas prácticas clínicas y directrices generales para las
interacciones de los prestadores de atención de salud con las personas que
solicitan atención de salud mental. Todos los usuarios de la GI-mhGAP debe
familiarizarse con estos principios y seguirlos en la medida de lo posible.
La GI-mhGAP es una guía modelo, por lo que es esencial que sea adaptada a la
situaciones nacionales o locales específicas. Los usuarios pueden seleccionar
una parte de los trastornos prioritarios o las intervenciones para adaptarlas e
implementarlas, conforme a las diferencias contextuales en cuanto a prevalencia
y disponibilidad de recursos.

PRINCIPIOS GENERALES

— Use habilidades de comunicación eficaces.

— Promueva el respeto y la dignidad.

ELEMENTOS ESENCIALES DE LA PRÁCTICA CLÍNICA DE SALUD MENTAL

— Evalúe la salud física.

— Realice una evaluación para determinar si existe un trastorno mental,


neurológico o por consumo de sustancias (MNS). — Trate los trastornos MNS.

El uso de habilidades de comunicación eficaces permite a los prestadores de


salud brindar atención de buena calidad a adultos, adolescentes y niños con
trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias (MNS). Tenga
en cuenta los siguientes consejos y habilidades básicas de comunicación.

Cree un ambiente que facilite la comunicación abierta Reúnase con la persona


en un lugar privado, si fuera posible.

Muéstrese cordial y realice las presentaciones de una manera culturalmente


apropiada. Mantenga el contacto visual y muestre un lenguaje corporal y
expresiones faciales que faciliten la confianza.

Explique que la información abordada durante la visita se mantendrá


confidencial y no se intercambiará sin autorización previa.

Si los cuidadores están presentes, sugiera que desea hablar con la persona a
solas (salvo que se trate de niños pequeños) y obtenga su consentimiento para
compartir la información clínica.

Cuando entreviste a una mujer joven, considere la posibilidad de que esté


presente otra funcionaria o una cuidadora.

Las personas con trastornos MNS corren un mayor peligro de muerte prematura
causada por enfermedades prevenibles y, por consiguiente, siempre deben ser
sometidas a una evaluación de su salud física como parte de un examen integral.
Asegúrese de tomar nota de los antecedentes adecuados, entre los que se
incluyen los antecedentes tanto de salud física como de trastornos mentales,
neurológicos y por consumo de sustancias, seguidos de una evaluación de la
salud física para detectar enfermedades concurrentes e instruir a la persona
acerca de medidas preventivas. Siempre se deben emprender estas acciones
con el consentimiento fundamentado de la persona.

Tome notas detalladas de los antecedentes y pregunte acerca de los factores de


riesgo. Inactividad física, alimentación inapropiada, consumo perjudicial de
tabaco, alcohol u otras sustancias, comportamientos peligrosos y enfermedades
crónicas. Realice un examen físico. Considere un diagnóstico diferencial.

Descarte trastornos físicos y causas subyacentes de las manifestaciones de


MNS mediante las preguntas sobre los antecedentes, el examen físico y las
pruebas básicas de laboratorio, según sea necesario y factible. Detecte las
comorbilidades.

A menudo una persona puede tener al mismo tiempo más de un trastorno mental,
neurológico o por consumo de sustancias. Es importante evaluar y tratar esto
cuando ocurre.

La historia clínica describe los sucesos vitales dentro del ciclo vital, desde la
infancia a la ancianidad y debe explorar la reacción emocional ante cada suceso
que recuerde el paciente. Su función es documentar los datos más relevantes de
la enfermedad, facilitar un juicio etiológico y una valoración clínica sobre la
gravedad del trastorno, además de apoyar con el planteamiento
terapéutico. Está compuesta de los siguientes apartados:
Semana 3

Durante la práctica clínica, debemos considerar que los enfermos que asisten al
consultorio del médico general, también pueden aquejar algún trastorno
emocional. Por tal razón, se considera que el médico general debe ejercer en
alguna medida la psicoterapia.

Por otra parte, la escasez de psicoterapeutas no ofrece el número suficiente de


personas entrenadas en esta especialidad para atender el elevado número de
trastornos mentales.
Psicoterapia

Debemos comenzar mencionando que existen diferentes definiciones de


psicoterapia, pero todas se caracterizan por incluir una relación profesional y
humana. Considerando este punto, definiremos a la psicoterapia como:

Las psicoterapias consisten en un conjunto de procedimientos técnicos que se


sustentan en conocimientos teóricos relativos a cuestiones de orden etiológico,
psicopatológico y terapéutico sobre los problemas a los que se dirigen. La
existencia de un cuerpo de hipótesis teóricas y técnicas que fundamenta la
práctica distingue las psicoterapias formales de los intentos espontáneos de
ayuda que se dan entre individuos, los cuales, si bien pueden ser de gran utilidad,
no buscan explicar teóricamente las razones de su eficacia ni transmitirse en
forma de técnicas replicables y evaluables.

Con estas herramientas podemos realizar cambios en las diferentes esferas


(bio-psico-social), ya sea como un diagnóstico clínico o referido como un
problema o conflicto más complejo que no encuadre en una clasificación
nosográfica.

La efectiva planificación del tratamiento debe involucrar una descripción


confiable y válida de las áreas problemáticas que son el foco de la intervención.

Los enfoques psicoterapéuticos son perspectivas o marcos teóricos desde


donde el psicoterapeuta abordará el conflicto o problema del paciente . Entre los
que podemos encontrar diferentes estrategias que en ocasiones podemos
utilizar de manera complementaria para mejorar la atención del paciente. Entre
ellas te mencionamos algunos ejemplos a continuación.

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