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DER-407-01

Derecho Civil VI
Shailyn Ferreras (20-0124)

COMENTARIO DE LOS ARTS. DEL 1625 AL 1649 DEL C.C.

Los artículos del Código civil del 1625 al 1649 establecen las garantías que tiene el vendedor con el
comprador. Es un medio de salvaguardar los derechos del comprador frente a posibles desperfectos
que puedan pasar al adquirirse la cosa. En principio, la garantía que tiene el vendedor al adquiriente,
tiene dos objetos: el primero, es la pacífica posesión de la cosa vendida y el segundo, los defectos
ocultos de esta cosa o sus vicios redhibitorios.

El primero de los objetos perseguidos por la llamada obligación de garantía se refiere al riesgo de
evicción, quedando por efecto de ella el vendedor obligado, de las cargas que se pretendan sobre el
mismo, y que no se hayan declarado en el momento de la venta. La garantía es debida por el
vendedor no solo por el hecho propio, sino, además, por el hecho de los terceros que atenten contra
la propiedad, la posesión o la tenencia del comprador

.Según sustrae el art. 1628 del C.C. “Aunque se exprese que el vendedor no quedará sujeto a
dar ninguna garantía, será, sin embargo, responsable por la que resulte de un hecho que le sea
personal: cualquier cosa que en contrario se convenga, es nula.”

La garantía de evicción por el hecho personal del vendedor puede traducirse en una turbación tanto
de hecho o de derecho en perjuicio del comprador. La primera puede ocurrir cuando el vendedor,
sin alegar derecho alguno, perturba al adquiriente en el uso de la cosa objeto de la venta; mientras
que la segunda es el mientras que la segunda es el atentado llevado a cabo por el vendedor en
deterioró del comprador sobre la base de un pretendido derecho.

Cuando se trata de la garantía de evicción que debe el vendedor por el hecho de un tercero, en este
caso hay que distinguir, a diferencia de lo que ocurre por el hecho personal del vendedor expuesto,
precedentemente, entre la perturbación de hecho y la de derecho. Si la perturbación es causada por
un tercero al adquiriente resulta ser de hecho, es decir, en el caso que este no alegue derecho alguno
al respecto de la cosa objeto de la convención, el vendedor no está obligado a garantizar, es
totalmente ajeno a la actuación causada por el tercero.

El vendedor solo está obligado a responder al comprador cuando la turbación causada en su


perjuicio por el tercero sea fundada en derecho. El vendedor no es responsable de las simples
turbaciones materiales, o turbaciones de hecho, aunque su resultado haya sido la perdida de la
posesión por parte del comprador.

El artículo 1627 del Código Civil permite a las partes envueltas en la convención poder por
acuerdos particulares ampliar la obligación de derecho, así como también disminuir sus efectos;
pueden de igual manera convenir en que el vendedor no quedará sometido a dar ninguna garantía.
Sin embargo, y así lo expresa el artículo 1628 del Código Civil, aunque se convenga que el
vendedor no quedará sujeto a dar ninguna garantía, será responsable por la que resulte de su hecho
personal. Lo contrario resulta nulo.

Es importante destacar los que nos dice el art.1629: “Aun cuando se llegue a estipular la no
garantía, está obligado a la restitución del precio pagado al comprador y sus accesorios, salvo
el caso que éste haya tenido conocimiento al tiempo de suscribirse el contrato de compraventa
del peligro de la evicción, o que haya comprado a su cuenta y riesgo”.

El comprador de buena fe que ha sido objeto de la evicción, cuenta con el amparo del C.C, para
obtener las reparaciones correspondientes. Es así que el Art.1630 c.c., se expresa en esos términos
al indicar: “Cuando se ha prometido la garantía o no se ha estipulado cosa alguna con relación
a ella, tiene derecho el comprador, en el caso de evicción, a demandar del vendedor”:

1-La devolución del precio.

2- la de los frutos, cuando está obligado a dárselos al propietario que lo vence en juicio;

3- Las costas ocasionadas por la demanda hecha por el comprador en garantía, y las causadas por el
demandante originario; y

4-En fin, los daños y perjuicios, así como las costas y gastos legales del contrato.

Cabe destacar también que si la cosa que se ha vendido aumenta de precio en la época de la
evicción, siendo este aumento independiente de la gestión del comprador, se queda la obligación del
vendedor a pagarle lo que valga en ese entonces, más el precio de la venta.
Después que se ha estipulado todos los casos en los que el vendedor queda obligado, debemos
de saber que cesa la garantía por causa de evicción en las siguientes formas:

1- Cesa la garantía por causa de evicción, cuando el comprador se ha dejado condenar por un
fallo en última instancia.

2- Cuando ya no se pueda admitir la apelación, sin haber citado al vendedor, probando éste que
había medios suficientes para hacer rechazar la demanda.

Los artículos descritos desde el 1641-1649, contienen de la garantía de los defectos de la cosa
vendida.

Es preciso saber, que el vendedor está obligado a garantizar la cosa vendida por los defectos ocultos
que ésta tuviere, si la hicieren inútil para el uso a que se destina, o que disminuyen de tal modo este
uso, que no lo habría comprado o hubiera dado un precio menor, a haberlos conocido. No es
responsable cuando el vendedor de los vicios o defectos manifiestos de los cuales puede
convencerse el comprador.

Mientras, si será responsable de los vicios ocultos, aunque no los haya conocido, a no ser que para
este caso se haya estipulado que no estará sujeto a ninguna garantía. En los casos de los artículos
1641 y 1643, tiene el comprador la elección entre devolver la cosa y hacerse restituir el precio, o
guardar la misma, y que se le devuelva una parte de dicho precio tasado por peritos.

Si conociese el vendedor los vicios de la cosa, está obligado además de la restitución del precio que
ha recibido por ella, a todos los daños y perjuicios que haya sufrido el comprador pero si ignoraba
el vendedor los vicios de la cosa, no se le obligará sino a la restitución del precio, y a reembolsar al
comprador los gastos ocasionados por la venta.

En los casos de que la cosa que tenía vicios ha perecido por causa de su mala calidad, es la pérdida
para el vendedor, que estará obligado respecto al comprador a restituirle el precio, y además las
indemnizaciones explicadas en los dos artículos precedente. La pérdida originada por caso fortuito,
será de cuenta del comprador.

La acción redhibitoria se ha de ejercer precisamente antes de cumplirse treinta días de efectuada la


compra y tradición, cuando se trate de animales; dentro del término de noventa días, cuando se trate
de objetos muebles, y dentro de igual periodo de noventa días contados de fecha a fecha inclusive,
después de manifestarse los vicios ocultos, cuando la venta haya sido de un inmueble. El legislador
hace la aclaración que dicha acción no tiene lugar en las ventas hechas por autorización judicial.

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