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INTRODUCCION

El delirium se encuentra entre los trastornos mentales más comunes que se encuentran en
pacientes con enfermedades médicas, intoxicación por sustancias o efectos secundarios de
medicamentos. particularmente entre aquellos que son mayores. Están asociados con muchas
afecciones médicas subyacentes complejas y pueden ser difíciles de reconocer.

El delirium es un trastorno neuropsiquiátrico común y grave, con importantes repercusiones


en cuanto a aumento de la mortalidad, hospitalizaciones prolongadas y mayor riesgo de
deterioro cognitivo posterior a largo plazo.

El manejo del delirio se basa principalmente en el consenso de expertos y estudios


observacionales, y solo en un pequeño número de ensayos clínicos controlados, que son
difíciles de realizar en pacientes con deterioro cognitivo

Se debe reservar una prueba cautelosa de medicamentos psicotrópicos para el tratamiento


según sea necesario de la agitación severa o la psicosis con potencial de daño. En este
contexto, sugerimos el uso de dosis bajas de haloperidol (0.5 a 1 mg por vía oral [PO] o
intramuscular [IM]) ( Grado 2C ). Otros agentes antipsicóticos ( quetiapina , risperidona ,
ziprasidona , olanzapina ) son alternativas
DELIRIUM

El delirio es un estado confusional agudo caracterizado por una alteración de la conciencia


con una capacidad reducida para enfocar, mantener o cambiar la atención. Esto da como
resultado una alteración cognitiva o perceptiva que no se explica mejor por una demencia
preexistente, establecida o en evolución. El delirio se desarrolla durante un corto período de
tiempo (generalmente de horas a días) y tiende a fluctuar durante el transcurso del día.

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DIAGNOSTICO

1. CRITERIOS DE DSM V
A. Una alteración de la atención (disminución de la capacidad para dirigir, centrar,
mantener y cambiar la atención) y la conciencia (reducción de la orientación en
el entorno).
B. La alteración se presenta en un corto período de tiempo (habitualmente en horas
o unos pocos días), representa un cambio agudo de la atención y de la conciencia
de base, y tiende a fluctuar en gravedad durante el curso de un día.
C. Una alteración cognitiva adicional (alteración memoria, de orientación, del
lenguaje, de la capacidad visoespacial o percepción).
D. Las alteraciones de los Criterios A y C no se explican por un el trastorno
neurocognitivo preexistente establecido o en evolución y no se producen en el
contexto de un nivel muy reducido de conciencia como el coma.
E. Hay evidencia de la anamnesis, la exploración física o los hallazgos de laboratorio
de que la alteración es una consecuencia fisiológica directa de otra afección
médica, intoxicación o abstinencia de sustancias (droga de abuso o medicamento),
o efectos secundarios de medicamentos.

Las características adicionales que pueden acompañar al delirio y la confusión


incluyen las siguientes:

A. Alteraciones conductuales psicomotrices como hipoactividad, hiperactividad


con actividad simpática aumentada y deterioro en la duración del sueño y la
arquitectura.
B. Disturbios emocionales variables, que incluyen miedo, depresión, euforia o
perplejidad.
2. HISTORIAL
Obtener algunas pistas históricas sobre la etiología subyacente del delirio y la confusión, por
ejemplo, enfermedad febril reciente, antecedentes de insuficiencia orgánica, una lista de
medicamentos, antecedentes de alcoholismo o abuso de drogas o depresión reciente.

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3. EXAMEN FÍSICO

Un examen físico completo, concentrándose en los signos vitales, el estado de hidratación,


la condición de la piel y los focos infecciosos potenciales.

La apariencia general del paciente puede ser sugestiva, por ejemplo, la apariencia oscura
observada con la enfermedad pulmonar crónica, la aparición de ictericia de insuficiencia
hepática o los estigmas de la insuficiencia renal. Los rastros de aguja sugieren fuertemente
el abuso de drogas. Los labios rojo cereza indican posible envenenamiento por monóxido
de carbono.

Una lengua mordida o una fractura-luxación posterior del hombro sugiere una convulsión.

La abstinencia de alcohol o drogas sedantes puede causar un delirio caracterizado por la


activación autónoma del sistema nervioso (taquicardia, sudoración, enrojecimiento, pupilas
dilatadas) en personas más jóvenes, pero estas respuestas son contundentes o ausentes en la
población geriátrica.

4. EXAMEN NEUROLÓGICO

Una evaluación que enfatice el nivel de conciencia, el grado de atención o falta de atención,
los campos visuales y los déficits motores y nerviosos craneales inequívocos es importante
para identificar a las personas con una mayor probabilidad de enfermedad neurológica focal.
Los accidentes cerebrovasculares posteriores, por ejemplo, pueden presentarse como delirio
con pocos hallazgos distintos de la hemianopsia, y en algunos casos pueden presentarse sin
síntomas o signos focales.

5. INSTRUMENTOS CLÍNICOS

El método de evaluación de confusión (CAM) es una herramienta simple que los médicos
pueden utilizar para integrar sus observaciones e identificar cuándo el delirio es el
diagnóstico más probable, la administración tarda cinco minutos y puede ser articularmente
útil cuando se incorpora a la evaluación de rutina junto a la cama

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6. PRUEBAS DE DIAGNÓSTICO

Una serie de pruebas de laboratorio pueden ser consideradas en el paciente con delirio.

Los electrolitos séricos, la creatinina, la glucosa, el calcio, el recuento sanguíneo completo,


el análisis de orina y el urocultivo son razonables para la mayoría de los pacientes cuando la
causa no es inmediatamente obvia.

La determinación de gases en sangre a menudo es útil. En pacientes con hiperventilación, la


alcalosis respiratoria se debe con mayor frecuencia a sepsis temprana, insuficiencia hepática,
intoxicación temprana por salicilato o causas cardiopulmonares.

Los niveles de medicamentos deben ordenarse cuando corresponda. Sin embargo, los
médicos deben ser conscientes de que el delirio puede ocurrir incluso con niveles
"terapéuticos" de agentes como digoxina , litio o quinidina .

Neuroimagen: neuroimagen con TC de cabeza se puede usar de forma selectiva en lugar de


forma rutinaria para la mayoría de los pacientes con delirio.

Punción lumbar: los pacientes mayores con meningitis bacteriana tienen más probabilidades
de presentar delirio en lugar de la tríada clásica de fiebre, dolor de cabeza y meningismo.

Pruebas de EEG: la electroencefalografía (EEG) es útil en pacientes con conciencia alterada


para:

Excluir convulsiones, especialmente convulsiones no convulsivas o subclínicas.

Confirmar el diagnóstico de ciertas encefalopatías metabólicas o encefalitis infecciosas que


tienen patrones EEG característicos.

TRATAMIENTO

1. Modificación de los factores de riesgo:

Protocolos de orientación: la provisión de relojes, calendarios, ventanas con vistas externas


y la reorientación verbal de los pacientes pueden mitigar la confusión que resulta de la
desorientación en entornos desconocidos.

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Estimulación cognitiva: los pacientes con deterioro cognitivo, en particular, pueden
beneficiarse de actividades como visitas regulares de familiares y amigos.

Facilitación del sueño fisiológico: cuando sea posible, se deben evitar los procedimientos
médicos y de enfermería, incluida la administración de medicamentos.

El ruido nocturno debe reducirse. Un ensayo aleatorizado encontró que el uso de tapones
para los oídos por la noche se asoció con una menor incidencia de confusión en pacientes
de la unidad de cuidados intensivos.

2. Tratamiento Farmacológico

Actualmente, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA)


no aprueba ningún medicamento para el tratamiento del delirio

ANTIPSICÓTICOS:

Generalmente se usan para tratar la agitación severa en el paciente con delirio


Haloperidol dosis inicio AM: 0.5 mg a 1 mg vo/ev o 2,5 mg IM
Según sea necesario para controlar la agitación moderada a severa o los síntomas psicóticos,
hasta una dosis máxima de 5 mg en 24 hrs. No se recomienda la dosificación continua o
profiláctica.
Se recomienda solo el uso a corto plazo de agentes antipsicóticos, ya que estos agentes se
han asociado con un mayor riesgo de mortalidad y posiblemente accidente cerebrovascular
cuando se usan en pacientes con demencia
Antipsicóticos atípicos:
 Risperidona
 Quetiapina
 Olanzapina
 Ziprasidona
Benzodiacepinas: las benzodiacepinas tienen un papel limitado en el tratamiento del delirio;
están indicados principalmente en casos de abstinencia de drogas sedantes y alcohol o cuando
las drogas antipsicóticas están contraindicadas.

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Las benzodiacepinas (p. Ej., Lorazepam de 0,5 a 1 mg) tienen un inicio de acción más rápido
(cinco minutos después de la administración parenteral) que los antipsicóticos, pero pueden
empeorar la confusión y la sedación

Manejo del dolor: en el entorno apropiado (postoperatorio, postraumático), se debe


considerar el papel del dolor como contribuyente al delirio y la agitación, y se debe
proporcionar analgesia.

En un estudio aleatorizado de 53 pacientes después de la cirugía cardíaca, los que recibieron


morfina (5 mg IM) tenían una mejora más rápida de agitación y eran menos propensos a
requerir sedantes adicionales a los que se les administró haloperidol (5 mg IM)

CONCLUSIONES

El delirio es un síndrome clínico causado por una afección médica, intoxicación o abstinencia
de sustancias, o un efecto secundario de la medicación que se caracteriza por una alteración
de la conciencia con una capacidad reducida para enfocar, mantener o cambiar la atención.

Casi el 30 por ciento de los pacientes médicos mayores experimentan delirio en algún
momento durante la hospitalización. La incidencia es mayor en aquellos con edad avanzada
y enfermedad cerebral preexistente.

Una alteración de la conciencia y una cognición alterada son componentes esenciales del
delirio. Algunos pacientes están somnolientos y letárgicos, otros están agitados y
confundidos. Las alucinaciones visuales, el temblor y el mioclono / asterixis están presentes
de forma variable.

El historial médico pasado, una revisión de medicamentos y un examen físico pueden


proporcionar pistas sobre la etiología subyacente, la evaluación de laboratorio en pacientes
con delirio debe incluir electrolitos séricos, creatinina, glucosa, calcio, hemograma completo,
análisis de orina y urocultivo. Deben seguirse los niveles de fármaco, el análisis de
toxicología, las pruebas de función hepática y los gases en sangre arterial si la causa sigue
siendo oscura.

Evitar, cuando sea posible, aquellos factores que se sabe que causan o agravan el delirio

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Identidicar la causa, la terapia específica se dirige hacia esa afección como el medio más
efectivo para revertir el delirio.

Las restricciones físicas deben usarse solo como último recurso, si es que lo hacen, ya que
con frecuencia aumentan la agitación y crean problemas adicionales, como pérdida de
movilidad, úlceras por presión, aspiración y delirio prolongado

La tranquilidad, el contacto y la orientación verbal frecuentes de personas conocidas pueden


disminuir los comportamientos perjudiciales.

REFERENCIA BIBLIOGRAFICA

1. Francis J, Bryan G. Diagnóstico del delirio y estados confusionales. UpToDate.

2. Joseph Francis, Jr, MD, MPH. Delirio y estados confusionales agudos: prevención, tratamiento y

pronóstico. UpToDate. 22 de mayo de 2019.

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Espinoza Teodoro Julio. Medicación potencialmente inadecuada como factor de riesgo

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[Internet]. 2015 Oct [citado 2019 Nov 24] ; 32( 4 ): 221-228.

4. Rubio G. Fundamentos de Psiquiatría, Bases científicas para el manejo clínico. Editorial

médica Panamericana. 2014.

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