Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los objetivos del tratamiento de los pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto
(GPAA) son: 1. Control de PIO dentro del rango objetivo; 2. Nervio óptico y capa de
fibras nerviosas estables, y 3. Campos visuales estables. En la actualidad está
demostrado que el único factor modificable para disminuir la velocidad y tasa de
progresión glaucomatosa es la reducción de la presión intraocular (PIO) ya sea con
tratamiento médico y/o terapia láser como primera opción terapéutica, dejando la
cirugía incisional del glaucoma como segunda opción terapéutica cuando los anteriores
no han reducido significativamente la PIO para el daño funcional glaucomatoso del
paciente.
PIO META
El grado de reducción de la PIO es un parámetro personalizado para cada paciente en
función de diferentes factores como: edad (expectativas de vida), antecedentes
familiares (glaucoma, ceguera), comorbilidades, PIO basal, daño en el campo visual,
daño en el nervio óptico y capa de fibras nerviosas. Todos estos factores nos llevan a
determinar una PIO meta u objetivo. Antes de iniciar un tratamiento, médico o
quirúrgico, es importante entablar una adecuada relación médico-paciente para darle a
conocer que el glaucoma es una enfermedad crónica y asintomática, que requiere un
tratamiento de por vida, continuo y controlado, y que todos los hipotensores tópicos
tienen efectos secundarios locales y sistémicos. Debemos recalcar que la terapia
intenta reducir la PIO para preservar en el mayor tiempo posible el campo visual y
evitar la disminución de la calidad de vida, pero no mejorará la agudeza visual.
Cuando nos referimos a PIO objetivo o meta es el rango dentro del cual hay una menor
probabilidad de progresión y/o pérdida de capas de fibras nerviosas y por ende de
campo visual. Cuando se decide iniciar tratamiento, asumimos que el rango de
presiones medidas previas a la terapia (PIO basal) han contribuido al daño del nervio
óptico y por lo tanto debemos tener como objetivo una reducción muy por debajo de
ésta. Está demostrado que un descenso de 25% de la PIO basal disminuye la
progresión del GPAA, siendo justificado elegir valores más bajos de PIO objetivo si hay
un daño más avanzado del nervio óptico, si el daño está progresando rápidamente o si
hay otros factores de riesgo como antecedentes familiares de glaucoma.
TRATAMIENTO FARMACOLOGICO
La terapia médica se presenta como la intervención inicial más común para disminuir la
PIO. Hay una variedad de fármacos y la elección del medicamento está en función de
los efectos adversos, dosificación, descenso necesario de la PIO y costo. Los análogos
de prostaglandina son los colirios hipotensores más frecuentes utilizados porque son
los más eficaces, se toleran bien y se instilan una vez por día; son seguros, por lo cual
son considerados la primera línea de tratamiento. Otros colirios hipotensores incluyen
betabloqueantes, parasimpaticomiméticos, alfa 2 agonistas adrenérgicos, inhibidores
de la anhidrasa carbónica tópicos y orales.
CLASIFICACIÓN FARMACOLÓGICA
Los tratamientos farmacológicos del glaucoma se introdujeron por primera en 1862, con
el descubrimiento de agentes mióticos. En 1901, se descubrieron los efectos
reductores de la presión intraocular de la adrenalina. Los inhibidores de la anhidrasa
carbónica sistémicos fueron descubiertos a principios de 1950, aunque el desarrollo de
la farmacoterapia del glaucoma experimentó su auténtica explosión tras la autorización
de timolol oftálmico en 1978. La utilidad en este campo de los análogos de la
prostaglandina se descubrió de forma accidental, incorporándose al mundo de la clínica
a partir de 1996.
La tolerancia ocular es parece ser algo mejor con latanoprost que con travoprost y
bimatoprost (menor hiperemia conjuntival). El tafluprost y algunos otros fármacos del
grupo disponen de formatos (en monodosis) formulados sin detergentes catiónicos
(como el cloruro de benzalconio o los polyquaternium).
Tienen una buena capacidad de reducir la tensión intraocular (13‐29%), pero sus
inconvenientes principales son una incidencia alta de reacciones de hipersensibilidad
en uso crónico, y que termina perdiendo efecto al cabo de un mes aproximadamente
(tolerancia farmacológica). Están indicados, por tanto, en asociación con otros
fármacos para retrasar la cirugía o en tratamientos cortos en la profilaxis del aumento
de la PIO en pacientes sometidos a cirugía láser. Entre el 11 y el 15% de los
pacientes abandonan el uso de estos medicamentos por la aparición de reacciones
adversas. Se producen reacciones de intolerancia (10‐12%), con hiperemia ocular,
prurito, lagrimeo, sensación de cuerpo extraño y edema de párpados y conjuntiva.
También, a nivel sistémico, se ha observado somnolencia, sequedad de boca seca,
alteraciones del gusto y, sequedad nasal. A veces rinitis y disnea. Están
contraindicados en pacientes con alteraciones cardiovasculares graves.
Rho quinasas: La familia de proteínas Rho está compuesta por una serie de proteínas
G, entre las que encontramos a RhoA. En estado inactivo, esta proteína se encuentra
unida a GDP (Guanosin difosfato) y a un factor denominado GDI (“Guanine dissociation
inhibitor”), que impide el intercambio de GDP por GTP. Cuando los factores GEF
(“Guanine nucleotide Exchange Factors”) desplazan al GDI, permiten el cambio de
GDP por GTP, activando la proteína. Este cambio conformacional da lugar a la
activación de una cascada de señalización que finaliza con la interacción con sus
dianas. El principal efector de la proteína RhoA es Rho-quinasa (ROCK), que es una
serina/treonina quinasa. Ésta se activa cuando RhoA se une a ella. Tiene dos
isoformas: ROCK I y ROCK II. Ambas isoformas comparten varios efectos celulares,
aunque también presentan algunas actividades específicas de cada isoforma. Se
conocen muchos sustratos de ROCK, entre los que encontramos la MLCP (“Myosin
Light Chain Phosphatase”) y MLC (“Myosin Light Chain”). ROCK tiene la capacidad de
fosforilar MLC. Cuando esto ocurre, se produce contracción. Además, ROCK es capaz
de inhibir MLCP, que es la encargada de desfosforilar a MLC, por lo que mantiene la
contracción.
CONSIDERACIONES ESPECIALES
Cuando se lleva a cabo el examen bajo anestesia (EBA) debe considerarse el efecto de
los anestésicos sobre la PIO. D. Cuando la edad del paciente lo permite, se realizan las
pruebas funcionales y estructurales habituales, ajustando cuando sea necesario las
bases de datos normativas. Las anormalidades provenientes de los estudios
funcionales y estructurales deben confirmarse y evaluarse la correlación entre las
pruebas.Si es evidente la HTO significativa (existan o no anormalidades en las pruebas
diagnósticas) debe instalarse tratamiento farmacológico. La terapia farmacológica en
niños tiene particularidades relacionadas a los riesgos de toxicidad pero debe
responder a criterios de efectividad y tolerancia, ajustándose al grado de afección
glaucomatosa, así como a la magnitud de la HTO. En cuanto a las opciones
terapeuticas:
Debido a que la edad de la paciente afectada suele ser menor a 40 años, rara vez se
trata de casos de glaucomas primario de larga evolución. Se trata de una etapa
desafiante por el riesgo teratogénico o de amenaza al embarazo con el tratamiento
antiglaucomatoso. Una vez informada la presencia del embarazo debe ser interrumpido
todo tratamiento farmacológico antiglaucomatoso y establecerse un plan de evaluación
frecuente. El embarazo suele presentar una reducción progresiva de la PIO al paso del
tiempo, pero en mujeres con glaucoma puede haber exacerbaciones de HTO, en
especial, al interrumpirse el tratamiento antiglaucomatoso. El primer trimestre es el
periodo de mayor riesgo teratogénico por lo que ningún medicamento hipotensor ocular
debe ser prescrito; así mismo, el riesgo de aborto puede asociarse al uso de análogos
de prostaglandinas. Aunque no se ha probado directamente una complicación directa
del uso de antiglaucomatosos tópicos, el riesgo potencial existe, por lo que hay
sustento razonable para tomar decisiones conservadoras. Brimonidina es el fármaco
más seguro en esta etapa. El uso de anestésicos, sedantes y antimetabolitos pueden
ser teratogénicos, por lo que los procedimientos con láser son preferidos por sobre los
incisionales.
BIBLIOGRAFÍA
Consejo general de colegios oficiales de farmacéuticos. Punto farmacológico no
82: Glaucoma. España 2014. Disponible en:
https://www.portalfarma.com/Profesionales/comunicacionesprofesionales/inform
es-tecnico-p
Paczka J, Jiménez J, López. Glaucoma Primario de Ángulo Abierto: Glaucomas
Secundarios y Condiciones Especiales. Algoritmos. Comité del Consenso
Mexicano de Glaucoma. 2019 Permanyer.