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HISTORIA DE LA REVISORIA FISCAL

En el siglo XIX, ya se contaba con evidencia documental que nos permitía


comprobar la existencia de la revisoría fiscal tal como lo observa el Contador
Público John Cardona Arteaga en su ensayo denominado La Profesión Contable
en Antioquia 1850 – 1900, en este momento no se habían normas reglamentarias
para este ente.

Como primer antecedente legal de la institución, tal como la conocemos hoy, los
investigadores mencionan el artículo 562 del Código de Comercio Terrestre del
Estado de Panamá, que fue adoptado como legislación permanente para toda la
República mediante la ley 57 de 1887. Este artículo facultaba al Gobierno,
respecto de las sociedades anónimas, para nombrar un Comisario, pagado por las
compañías, que vigilara las operaciones de los administradores. Fue derogado por
la ley 27 de 1888.

La primera ley que habla sobre el Revisor Fiscal en Colombia fue la ley 58 de
1931, en ella se refiere a la Revisoría Fiscal como un hecho dentro de las
actividades mercantiles, con esta se establece la institución de los contadores
juramentados y desde este momento se asocia la revisoría fiscal con la contaduría
pública. Esta ley estableció normas sobre el revisor fiscal de las sociedades
anónimas

Esta Ley se refirió al Revisor Fiscal en su Articulo 26, en el cual establecen las
incompatibildades.
“ El Contralor o Revisor Fiscal de la Sociedad no podrá en ningún caso tener
acciones en está, ni estar ligado, dentro del cuarto grado de consanguinidad, o
segundo de afinidad con el Gerente, con algún miembro de la administración, con
el Cajero o con el Contador. El empleo de Contralor es incompatible con
cualquiera otro empleo de la Sociedad.”
El artículo 40 de la misma ley, estableció su responsabilidad frente a la sociedad
"Los miembros de la administración y los fiscales y revisores fiscales, son
solidariamente responsables para con la Sociedad, de los daños que causen por
violación o por negligencia en el cumplimiento de sus deberes."
El artículo 41 estableció la responsabilidad del revisor fiscal frente a los
accionistas, indicando:
"Los miembros de la Administración y los fiscales o revisores son solidariamente
responsables para cada uno de los accionistas y acreedores de la Sociedad, de
todos los daños que le hubieren causado por faltar voluntariamente a los deberes
que les imponen sus funciones respectivas.”
Al principio el cargo de revisor fiscal se ejercio por cualquier profesion. Ya que aun
no existia la Contaduría como profesíon.
Esta ley empezó a regir a partir de septiembre de 1937, es decir que aunque fue la
primera ley que nos habla del revisor fiscal, no es la primera en ser aplicada,
debido que en 1935 se publica la ley 73, en la cual el articulo 6 establece las
funciones que debían cumplir los revisores fiscales en las sociedades; además, en
el articulo 7, indica que el revisor fiscal sera nombrado por la Asamblea General
de Accionistas, y que su período debía ser igual al del gerente, contando además
con la posibilidad de ser reelegido en el cargo, adicionalmente tendrá un suplente
que lo reemplazará en sus faltas absolutas, temporales o accidentales.
Mediante el Decreto 1946 de 1936 se ordenó a las Cámaras de Comercio
abstenerse de practicar o renovar la inscripción de las sociedades anónimas
cuando la compañía no tuviese revisor fiscal según lo dispuesto por la ley 73 de
1935.
En 1938, mediante la resolución número 1, la Superintendencia de Sociedades
Anónimas exigió que los balances que se le enviaran fueran suscritos por las
firmas autógrafas del gerente, el secretario, el revisor fiscal y el contador de la
sociedad, norma que debe considerarse como antecedente de la figura de estados
financieros certificados que hoy consagran nuestras leyes.
Posteriormente en el año 1940, la Superintendencia de Sociedades Anónimas,
mediante su resolución 204, ordenó que la firma del revisor fiscal en los balances
de las sociedades anónimas debía precederse de la declaración de que ellos
estaban fielmente tomados de los libros Probablemente este sea el antecedente
legislativo más remoto sobre el dictamen del revisor fiscal.
Con la publicación del Decreto 2521 de 1950, se reglamentó toda la legislación
que existía relativa sociedades anónimas, en el capítulo VII Del revisor fiscal,
determina que todas los sociedades deben tener revisor fiscal con suplente, los
nombramientos de estos deberán registrarse en la cámara de comercio con base
en las actas de la asamblea, contienen las funciones de este profesional, de igual
manera habla de que la firma con la cual autorice los balances de la sociedad
debe ir precedida de la declaración de que ellos están fielmente tomados de los
libros y de que las operaciones registradas en estos se conforman con los
mandatos legales y estatutarios y con las decisiones de la asamblea general y de
la junta directiva. 

Durante esta misma época de los 50, en el año 1951 se constituyó el instituto
nacional de contadores públicos. Se expide el decreto 2373 de 1956, en el que se
reglamenta el ejercicio de la contaduría pública en Colombia. Puede ser que los
contadores públicos de la época fueran los únicos que ejercieran la revisoría fiscal,
pero este decreto estableció la obligación para que los contadores públicos fueran
los únicos profesionales aptos para su desempeño. Como puede observarse en el
artículo 48, este Decreto le da vida jurídica a la revisoría fiscal plenamente y
establece que este ejercicio profesional es exclusivo del contador público. Impone
además la obligación al revisor fiscal de realizar un trabajo profesional de
conformidad con las normas de auditoría generalmente aceptadas y ordena que la
firma del revisor fiscal debe ir acompañada de una opinión en los términos de
contenido, alcance y responsabilidad que le establece la legislación. Hasta el año
de 1960, cuando se promulgó la ley 145, este decreto con sus modificaciones, fue
el marco legal de la revisoría fiscal y del contador público.

El proyecto de código de comercio de 1958, propuso el establecimiento de la


revisoría plural. Recomendó que los revisores fuesen siempre personas naturales.
Incluía como inhabilidad la de ser consocio de los administradores, el cajero o el
contador de la sociedad.
La ley 151 de 1959 ordenó que la elección de los revisores fiscales de “las
empresas o instituciones en que tenga parte principal el Estado”.
Finalmente, en 1960 se derogó expresamente el Decreto 2373 de 1956 y sus
reglamentarios y se promulgó la ley 145 que entre otras cosas define al contador
público y establece una única clase de contadores públicos que podrán ser
titulados o autorizados, pero se mantuvo que las sociedades estuvieran obligadas
a tener revisor fiscal y de que estos fuesen contadores públicos. Estableció que la
dependencia laboral inhabilitaba al contador público para dar fe pública, pero no
aplica en el caso de los revisores fiscales.

El decreto 1651 de 1961, consagró la pena de cancelación de la inscripción


profesional de los contadores públicos, incluyendo entonces a los revisores
fiscales obligatorios, que autorizaran o intervinieran en la elaboración de
declaraciones de renta inexactas, que sería impuesta por la Junta Central de
Contadores.
En 1971 con la expedición del Decreto 410, mediante el cual se adoptó un nuevo
código de comercio que reguló íntegramente la materia, derogándose, en
consecuencia todas las disposiciones anteriores sobre las sociedades
comerciales, incluyéndose, entre otras, la ley 58 de 1931, la ley 73 de 1935 y el
decreto 2521 de 1950.Con este decreto se establece en los artículos del 203 al
217, las dsociedades que deben tener Revisor Fiscal, se reguló la elección del
mismo, se actualizo las funciones e incompatibilidades, periodo de duracion,
sanciones y se establecen parámetros en cuanto al contenido del dictamen e
informe que este emita.
Con el decreto 2815 de 1974 consagró la responsabilidad del revisor fiscal,
solidaria con los administradores y contadores, por los mayores valores que en
materia del impuesto sobre las ventas estableciera la Autoridad Tributaria.
En cuanto al Decreto 1520 de 1978 dispune que en los estatutos de las Cámaras
de Comercio se regule la revisoría fiscal.
La ley 32 de 1979, creó la Comisión Nacional de Valores, esta exigió que la
información consagrada por los emisores fuese dictaminada por contadores
públicos independientes, la entidad consideró que el revisor fiscal clasificaba como
uno de estos.
Luego el decreto 3410 de 1938, exigió la firma del revisor fiscal en la declaración
de renta y complementarios. Consagró el sentido y alcance de tal firma para
efectos tributarios, con relación a los principios de contabilidad generalmente
aceptados y respecto de la razonabilidad de la información.
Continuando con el decreto 2503 de 1987 el cual exige la firma del revisor fiscal
en las declaraciones de renta, de ingresos y patrimonio, de ventas y de
retenciones en la fuente y estableció que su falta daría lugar a considerar no
presentadas tales declaraciones.
Con la ley 43 de 1990, se cataloga a la revisoria fiscal como una actividad
relacionada con la ciencia contable, se exige el cumplomientp de las normas de
auditoria generalmente aceotadas durante su implementacion, y se determina la
elaboracion de papeles de trabajo en donde se deja como evidencia el registro
realizado en la sociedad.

La ley 45 de 1990, exige la presencia de revisor fiscal en cualquier institución


vigilada por la Superintendencia Bancaria o la Superintendencia de Valores. Y la
ley 42 de 1993, eliminó la intervención de la Contraloría General de la República
en la elección de los revisores fiscales de las entidades del Estado
Nuestra revisoría fiscal
 Desde 1935, algunas personas jurídicas están obligadas por la ley a tener
revisor fiscal.
 De 1956, la revisoría fiscal sólo puede ser desempeñada por contadores
públicos quienes esten certificados ante la Junta Central de Contadores.
 Las normas que regulan las funciones del revisor fiscal: el Código de
Comercio, dentro del libro dedicado a las sociedades comerciales, y en la
ley 43 de 1990.
Casos en que la revisoría fiscal es obligatoria
 Cualquier entidad sometida al control y vigilancia de la Superintendencia
Bancaria, con excepción de los intermediarios de seguros.
 Toda institución sometida a la inspección y vigilancia de la
Superintendencia de Valores, tales como bolsas de valores
 Las empresas de servicios públicos reguladas por la ley 142 de 1994

El Código de Comercio permite que cualquier sociedad comercial, pueda


tener revisor fiscal, por decisión de su junta de socios.
Nombramiento
 El nombramiento del revisor fiscal es de competencia de la asamblea
general de accionistas o junta de socios.
 Las sociedades en comandita por acciones, en el nombramiento sólo
pueden participar los socios comanditarios.
 Instituciones financieras que son propiedad del Estado en más de un 90%.
La designación del revisor fiscal corresponde al Gobierno Nacional, a través
del Presidente de la República y del Ministro de Hacienda y Crédito Público
Independencia e inhabilidades
 El contador público deberá tener y demostrar absoluta independencia mental
y de criterio.

Las principales causas de inhabilidad son las siguientes


 Ser asociado de la misma compañía
 Haber sido empleado de la sociedad
 Las sociedades de contadores públicos no pueden ser revisores fiscales de
empresas en las cuales alguno de sus afiliados sea ocasional o
permanentemente contador, cajero o administrador.
 Los contadores públicos, personas naturales, no pueden ejercer más de
cinco revisorías fiscales en sociedades por acciones

Funciones
Son funciones del revisor fiscal
 Cerciorarse de que las operaciones que se celebren o cumplan por cuenta
de la sociedad se ajustan a las prescripciones de los estatutos
 Dar oportuna cuenta por escrito, a la asamblea o junta de socios, según los
casos, de las irregularidades que ocurran
 Colaborar con las entidades gubernamentales que ejerzan la inspección y
vigilancia de las compañías y rendirles los informes a que haya lugar o le
sean solicitados
 Velar por que se lleven regularmente la contabilidad de la sociedad
 Inspeccionar asiduamente los bienes de la sociedad
 Impartir las instrucciones, practicar las inspecciones
 Autorizar con su firma cualquier balance que se haga
 Cumplir las demás atribuciones que le señalen las leyes
Pronunciamiento sobre Revisoría Fiscal del Consejo Técnico de la Contaduría
Pública, en resumen, la revisoría fiscal debe:
 Realizar una auditoría financiera
 Realizar una auditoría de cumplimiento
 Realizar una auditoría sobre el control interno
 Debe practicar una auditoría de gestión
 Colaborar con las entidades gubernamentales que ejerzan la inspección y
vigilancia de la sociedad
 Los revisores fiscales firmen las declaraciones mensuales de retención en
la fuente, las bimestrales sobre el impuesto al valor agregado y las anuales
sobre el impuesto sobre la renta.
 También existen y son de obligatorio cumplimiento, 8 pronunciamientos del
Consejo Técnico de la Contaduría Pública

Informes
 Los que deben emitirse al fin del período contable, como resultado
de las auditorías indicadas atrás
 Los correspondientes a estados financieros de períodos intermedios
 Certificaciones sobre asuntos concretos
 Adicionalmente la ley exige comunicar por escrito las irregularidades
que se observen durante el desarrollo del trabajo, en cualquiera de
las áreas objeto de auditoría.

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