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I.

CAPÍTULO 1: ANTECEDENTES DE LA REVISORÍA FISCAL EN


COLOMBIA

INCP

La labor de los contadores ha desarrollado un papel fundamental en la historia porque


son las personas encargadas de manejar los estados financieros y económicos de las
comunidades empresariales. Desde el nacimiento de esta profesión, los contadores tenían unos
conocimientos que les permitían actuar y desarrollar sus funciones, pero ante la ley no existía
un ente controlador de su trabajo y su rol no estaba reglamentado bajo ningún estatuto, y es en
este momento donde se hace necesario crear una asociación de contadores públicos en
Colombia; aquel que les permitiera a sus profesionales estar regulados, distribuir funciones y
controlar sus quehaceres debido a la creciente demanda de su profesión. En consecuencia,
desde el año 1923 los contadores públicos más reconocidos del país intentaron formar con
unas bases sólidas una asociación de contadores que, finalmente junto a la iniciativa de
estudiantes de la Universidad Nacional y a partir de varias asambleas se logró constituir el
Instituto Nacional de Contadores Públicos (INCP) el día 23 de septiembre de 1951.

Desde la creación de la INCP sus delegados buscaban reglamentar la profesión


contable ante el Gobierno Nacional, entonces una de las primeras gestiones fue sentar unas
bases de organización interna, designar comités y organismos asesores del consejo de
administración y, finalmente crear juntas delegadas, para la organización de las personas que
ejercían la contaduría pública. Ahora bien, una de las intenciones políticas y económicas
responden a que se debían crear unos entes de control para los estados financieros de las
entidades públicas del país, para que vigilaran el manejo de los recursos estatales, segundo,
para no permitir que se crearan monopolios nacionales, fraudes de firmas, entre otros.
Colombia, en el año 1982 enfrentó una crisis financiera, y es en ese momento donde se
empezaron a reglamentar los estatutos de la profesión contable como ente controlador del
orden público y económico y como responsable de proteger a terceros, normalizar la
comunidad y ser vigilante del Estado, por este motivo la profesión viene siendo una de las más
importantes en nuestra sociedad, porque quienes la ejercen se encargan de regular los entes
estatales, y segundo sus profesionales se encargan de velar por una información verídica que
se encuentra radicada y anotada en los libros contables.

A partir de la reglamentación de la profesión y después de un arduo trabajo, la INCP


logró crear la facultad Nacional de Contaduría y ciencias económicas, programa que permitió
a las personas inscribirse y estudiar esta profesión. Por otro lado, la asociación notó la
necesidad de crear un ente de publicidad ya que era indispensable informar a la comunidad de
contadores sobre los asuntos internos de la cooperación, para ello, se creó la revista “El
contador público” en junio de 1954, y a partir de este año, la revista ha publicado varios
volúmenes en donde los profesionales publican apartados de políticas internas de la profesión
contable y otros temas de interés para la contaduría.

Por otra parte, se encuentra que la ADECONTI (Academia Colombiana de Contadores


Públicos Titulados) que fue creada en 1955 y 1965, con la finalidad de acoger a los
profesionales de la contaduría pública, la creación de esta institución fue de manera
premeditada, generando una debilidad dentro de su implementación ya que no estaba claro la
finalidad de su creación, ni los beneficios que se generarían al ser parte de esta. Tras un largo
tiempo, en la década de los 70 los contadores públicos a través de la ADECONTI luchan por
la implementación de las leyes que controlarían la labor del contador público, y durante esa
transición, el nombre que acoge finalmente la Academia Colombiana de Contadores Públicos
es INCP (Instituto Nacional de Contadores Públicos).

En 1953 Rojas Pinilla, al dar un golpe de Estado logra que se expida el Decreto 2373 de
septiembre 18 de 1956, donde se reglamenta por primera vez la profesión del Contador
Público y se protege el ejercicio de la profesional en Colombia.

Aportes a la Revisoría Fiscal a partir de la siguiente normatividad, Decreto 2373 de 1956,


Ley 145 de 1960 y Ley 43 de 1990.

La revisoría fiscal es un órgano de fiscalización al que, en interés de la


comunidad, bajo la dirección y responsabilidad del revisor fiscal, y con sujeción
a las normas de auditoría generalmente aceptadas, le corresponde dictaminar los
estados financieros, y revisar y evaluar sistemáticamente sus componentes, así
como los elementos que integran el control interno. (CTCP,1999).

En Colombia, la revisoría fiscal debe ser ejercida únicamente por los profesionales en contaduría
pública.

Con la aprobación del decreto 2373 de 1956, se especifica el requisito que los revisores
fiscales sean contadores públicos, pueden ejercer revisoría fiscal aquellos contadores
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juramentados y que obtengan matrícula anta la JCC. Para garantizar el cabal cumplimiento de
esta exigencia, se imponen sanciones de acuerdo con el artículo 7 del mismo decreto. En su
artículo 15 nos indica que la atestación o firma de un contador Público hace presumir que
dicho documento se ajusta a los requisitos legales.

Con el surgimiento de la ley 145 de 1960 se anulan las calidades de contador público y
contador inscrito, todos los contadores serían los “contadores públicos” siendo esta la
condición para ejercer la revisoría fiscal. Esta ley nos indica que cuando existe una
dependencia laboral, esta inhabilita al contador público para dar fe pública.
En su artículo 10 se evidencia que se conserva la regulación sobre el dictamen de los
balances.

La expresión “Término de cuentas” es usada por primera vez con el decreto 2373 de 1956
y posteriormente la encontramos en la ley 145 de 1960.

En la ley 43 de 1990 se reglamenta la profesión de contador público, esta figura prevalece


como condición para ejercer el el cargo de revisor fiscal, esta ley se ajusta a la revisoría fiscal
y a otros servicios como la auditoria financiera.

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