Tema 13

Teorías del desarrollo

Nuevas corrientes críticas al desarrollo: Sumak
Kawsay
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Índice Pág.

13.1 Economía social y solidaria 3

13.2 El buen convivir y el buen vivir 4
Recursos complementarios 7
Bibliografía 9

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13.1 Economía social y solidaria

De acuerdo con la Constitución del Ecuador,
Art. 283.- El sistema económico es social y solidario; reconoce al ser
humano como sujeto y fin; propende a una relación dinámica y
equilibrada entre sociedad, Estado y mercado, en armonía con la
naturaleza; y tiene por objetivo garantizar la producción y reproducción
de las condiciones materiales e inmateriales que posibiliten el buen vivir.
El sistema económico se integrará por las formas de organización
económica pública, privada, mixta, popular y solidaria, y las demás que
la Constitución determine. La economía popular y solidaria se regulará
de acuerdo con la ley e incluirá a los sectores cooperativistas,
asociativos y comunitarios.
Conviene notar que mientras el sistema económico es social y solidario,
se reconoce la forma de organización popular y solidaria. Para entender esta
mezcla de palabras (Martínez Godoy, 2015, p. 150), es necesario diferenciar
estos términos. La economía popular es aquella economía invisible, por lo
común informal, “mientras que economía social y solidaria es el proyecto social
que cuenta con una gran reserva moral, y que está potencialmente presente en
las actuales unidades de economía popular.” (Páez, Preciado, Ramos, Tejada
& Vásquez, 2018, p. 140)
De allí se recoge que la economía social y solidaria realmente es una
expectativa, una aspiración para “volver a la cooperación, volver a la
comunidad, volver a la complementariedad, a la pluralidad de culturas y modos
de hacer economía y definir proyectos de vida.” (Coraggio, 2018, p.64) No
cuenta con una definición precisa. Se identifica más bien con una diversidad de
experiencias prácticas que, de una forma u otra, interpelan a los problemas que
emergen de las aplicaciones de la visión ortodoxa de la economía.
Experiencias de distinta magnitud en distintos rincones de todo el planeta.
(Guerra, 2012)
De acuerdo con la Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria

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(REAS, 2011, p. 1), la economía solidaria “pretende incorporar a la gestión de

la actividad económica, los valores universales que deben regir la sociedad y
las relaciones entre toda la ciudadanía: equidad, justicia, fraternidad
económica, solidaridad social y democracia directa”.

13.2 El buen convivir y el buen vivir

Sobre la base de esta noción de economía social y solidaria, se
construye lo que en Bolivia se llamará suma qamaña (buen convivir), y en
Ecuador sumak kawsay (buen vivir).
La economía popular y solidaria así planteada desde la Constitución de
2008, se liga al concepto del “Buen Vivir” que debería ser mejor
traducido como “Vivir en plenitud”, porque busca trascender al
capitalismo; esto es, poner al ser humano por encima de la lógica del
capital. (Páez, Preciado, Ramos, Tejada & Vásquez, 2018, p. 142)
Existe una sutileza en el uso de la versión aymara suma qamaña,
sutileza que se resalta en el uso del convivir en lugar del vivir: es saber
convivir, ser acogido por todos y saber colaborar con lo que se tenga, “ya no
puede darse individualmente sino sólo en y con un grupo social mayor.” (Albó,
2009, p. 3)
El definir al buen vivir puede conllevar sus dificultades (García Álvarez,
2014, p. 38-41). Sus proponentes defienden que no es una propuesta acabada
y que, por tanto, constituye un trabajo en construcción. Alguno en particular
señala que no se trata de un concepto de desarrollo convencional, pues este
concepto no existe en la cosmovisión indígena.
Tanto aquel de desarrollo, cuanto el crecimiento económico, legitiman
sus sentidos epistemológicos, analíticos y simbólicos porque provienen
de una de las nociones más caras de la modernidad, y que sería forjada
en el Iluminismo: el concepto decimonónico del progreso, y la promesa
emancipatoria que implica: esto es, la liberación y superación de las
condiciones de necesidad y escasez. La libertad moderna está inscrita

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en las coordenadas de la producción, y, por consiguiente, de la escasez.

El desarrollo, por tanto, sería la apuesta de la humanidad por liberarse
del férreo yugo de la escasez. (Dávalos, 2008)
Ciertamente el buen vivir no puede reconciliarse con las concepciones
de desarrollo ni de crecimiento económico como concepción lineal de progreso
material por etapas, y quizás tampoco con el progreso material en sí mismo.
En las comunidades indígenas no existe la concepción de un proceso
lineal que establezca un estado anterior o posterior, la trascendente
viene a ser la expansión de las potencialidades individuales y colectivas,
cualquier persona ha de tener las mismas posibilidades de elección,
aunque no tenga los mismos medios. Similares ideas las podemos sacar
de Huanacuni, quien considera que el vivir bien es mucho más que el
bienestar basado en la acumulación de bienes, por tanto, no debería ser
equiparado con el desarrollo, ya que el desarrollo es inapropiado y
altamente peligroso de aplicar en las sociedades indígenas, tal y como
es concebido en el mundo occidental. (García Álvarez, 2014, p. 43)
En todo caso, Albó (2009, p. 9), recogiendo los aportes de Javier
Medina, enumera los criterios de lo que suma qamaña significaría para un país
posible y deseable:
• Una sociedad convivial
• Una sociedad de frugalidad de vida y calidad de vida
• Una sociedad de alta sinergia
• Una sociedad de baja entropía
• Una sociedad del equilibrio
• Una sociedad eco-simbiótica con su espacio
• Una sociedad de redes y flujos dinámicos
• Una sociedad de democracias locales directas
Como menciona el mismo Albó (2009, p. 9), “Aunque esos textos a
veces se suben a un lenguaje demasiado esotérico, son quizás por ahora el
sumario más estimulante para comprender las múltiples facetas del suma
qamaña a un nivel más general.” De cualquier forma, resalta que el buen vivir

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se genera como un contraste a lo que se concibe como el paradigma capitalista

o neoliberal.
Debe anotarse que, así como existe la distinción explícita entre
economía popular y economía social y solidaria, a momentos también existe
una distinción implícita entre el concepto de buen vivir/convivir y la práctica de
las comunidades indígenas cuyo idioma se ha utilizado para etiquetarlo.
Pero no olvidemos tampoco que estas comunidades aymaras tampoco
son la utopía hecha realidad. Son distintos, conflictivos y dialécticos
como todos los humanos. Todo ese sueño de una plena convivencia
sigue siempre en pugna con otras realidades cotidianas más prosaicas,
llenas de chismes y envidias y a veces incluso violentas. En 1975 escribí
(…) que repasé y reescribí de nuevo en 1986 (…) y de nuevo en 2002,
en medio de nuevos conflictos como los de los ayllus Laymi y
Qaqachaka, que dejaron unos 80 muertos, y nuevas esperanzas, como
las que han llevado al aymara Evo al gobierno y, con él, han generado
una nueva Constitución, dentro de la que se expresa también el ideal y
la esperanza de que se pueda generalizar para todos el suma qamaña.
Veamos pues qué tal podríamos avanzar más allá de esas comunidades
rurales aymaras.” (Albó, 2009, p. 7)
De cualquier manera, la constitución ecuatoriana explicita un régimen de
desarrollo, lo que será explorado en el siguiente tema.

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Recursos complementarios

• El Instituto de las Naciones Unidas para la Investigación del Desarrollo

Social (UNRISD), realizó en el año 2013 una conferencia acerca de la
economía social y solidaria. Aquí las conclusiones de ella:

https://www.youtube.com/watch?v=Ff0Q4MSv3PM&list=PLHotu3zGFIYdUd4I1
uYz056LP6NPolcwk&index=8
• El organismo de control y acompañamiento de la economía popular y
solidaria en el Ecuador es su Superintendencia (SEPS). En el siguiente
vídeo conceptualizó a la EPS

https://www.youtube.com/watch?v=Dj_FTuPxKyk

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• Una breve conceptualización del Buen Vivir a cargo de Fernando Huanacuni

https://www.youtube.com/watch?v=9oZHJMTcfOE

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Bibliografía
Albó, X. (2009). Suma qamaña = el buen convivir. CIPCA
Coraggio, J. L. (2018). La economía social y solidaria como alternativa a la
economía de mercado. En Tobar, J. (comp.) (2018). Cauca, café con
raíces : caficulturas, agroecología y economía social y solidaria. Editorial
Universidad del Cauca. p. 61-74
Dávalos, P. (2008). Reflexiones sobre el sumak kawsay (el buen vivir) y las
teorías del desarrollo. América Latina en Movimiento. Disponible en:
https://www.alainet.org/es/active/25617
García Álvarez, S. (2014). Sumak kawsay o buen vivir como alternativa al
desarrollo en Ecuador. Aplicación y resultados en el gobierno de Rafael
Correa (2007-2011). Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid
Guerra, P. (2012). Miradas globales para otra economía. SETEM
Martínez Godoy, D. (2015). Entre economía social y economía popular:
confusiones y desaciertos políticos en el “Ecuador del Buen Vivir”.
Eutopía. Nro. 7. FLACSO Ecuador. p. 147-161
Páez P., Preciado V., Ramos D., Tejada R. y Vásquez S. (2018). La reserva
moral de la economía popular y solidaria: Políticas para la
transformación de las relaciones de producción en Ecuador. Revista
Propuestas para el Desarrollo. p. 139-162
REAS. (2011). Carta de Principios de la Economía Solidaria

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