RELATORIA

SIN FINES DE LUCRO

La tendencia en estos últimos tiempos en gran parte de los países con monopolio
económico, ha sido creer que el crecimiento financiero debe ser el fin máximo de
toda sociedad para tener estándares de calidad para toda la ciudadanía, es decir,
que se debe buscar ante todo el aumento de la riqueza total de la nación y a este
objetivo deben estar centrados todos los esfuerzos del estado y la población en
general.
Partiendo de este punto de vista, los esfuerzos de un país y su sociedad misma
deben estar en aras de impulsar la formación de los individuos en áreas que se
encaminen en elevar las finanzas, produciéndose beneficios económicos que darán
la oportunidad para mejorar la sociedad misma, cuando esto no pasa, se convierte
en una pérdida total de tiempo y ocasión para cambiar la calidad de vida de sus
habitantes.
En Esta época, los cambios que se están presentando en la sociedad han llevado
a la Juventud a percibir el mundo desde un punto de vista mercantilista, la necesidad
del dinero rápido, el deseo de poseer bienes materiales y el poder adquisitivo han
dejado de lado el verdadero significado de la educación. Esta última, no es
entendida como algo primordial y valioso para el desarrollo de la sociedad, la misma
que puede brindar oportunidades para crear un mundo más justo, democrático y
humanitario donde sus futuras generaciones se puedan desarrollar de forma
integral.
Por el contrario, vemos como las políticas educativas desarrolladas por una gran
minoría, pero bien preparadas para gobernar a su favor, ven en la educación una
forma de subyugar al pueblo educándolo para la renta, para poner a su servicio las
habilidades productivas en beneficio de unos pocos y en el detrimento de muchos.
Para Martha Nussbaum, “el estilo de sociedad que se requiere con esta forma de
ver la educación está dirigida a una sociedad que recibe una formación mecánica
orientada para realizar una actividad productiva, dirigida por una minoría con una
formación profesional altamente compleja y especializada, (Empresarios) quienes
reciben la mayor parte del dinero generado por el trabajador”.
De este modo se sostiene la idea que el crecimiento económico es el único criterio
para entender el bienestar de dicha nación y sólo es justificado si se introyecta en
cada individuo la idea del aumento de la riqueza de un grupo minoritario se
convertirá en beneficio para todos. Esto supone la idea de una sociedad
estratificada, con un mínimo o ningún movimiento social, arraigada en su
pensamiento patrio sin importar en qué condiciones se encuentren la mayoría de
los individuos, es decir si a la nación le va bien, se debe hacer cargo que a todos
les irá bien.
Una educación basada en las humanidades, será siempre una educación que
piensa para el presente, pero también para el futuro. Con esta premisa se debe
educar desde la infancia, donde se estructure el pensamiento crítico, el análisis, la
resolución de problemas y a su vez se desarrolle al ser desde todas sus
dimensiones, un individuo capaz de sentir y ponerse en el lugar del otro, defender
sus ideales sin sobrepasar los límites de sus derechos y poniendo en práctica sus
deberes con la sociedad.

Cabe anotar que según Nussbaum “La gente no lucha por la renta nacional, lucha
por una vida con sentido para ellos mismos.” Por tener mejores oportunidades y
ofrecerles a las futuras generaciones un mundo más equitativo, donde exista el
respeto y valoración por su semejante, sin importar su raza, creencias religiosas,
identidad de género, o filosofía política. Un lugar en el que la violencia no tiene
cabida y donde las artes encuentren un terreno fértil para renacer.
En su libro recopila las vivencias de muchos pueblos que luchan por sobrevivir y
hace una dura crítica a las entidades gubernamentales quienes en su deber ser
tendrían que velar por el progreso de las sociedades, exaltar la democracia y ser
ejemplo a las juventudes, los mismos que tendrán la misión de elegir a sus
gobernantes y participar activamente de las normativas que regirán el destino del
pueblo y den solución a los problemas sociales.
Hay que educar no solo para aceptar las diferencias si no para aprender de ellas, y
admitir nuestra propia vulnerabilidad cuando no somos capaces de entenderlas, de
esta manera nos orientamos a colocarnos en los zapatos de quienes son llamados
diferentes y reconocer lo productivos que pueden llegar a ser para el país y la
sociedad misma.

Es difícil no estar de acuerdo con Nussbaum y con su obra como una contribución
a las ciencias sociales y a la economía del desarrollo en particular, en la actualidad
se necesita de una educación fundamentada en las humanidades y desarrollar una
lista de capacidades humanas en donde no seamos indiferentes ante las
desigualdades y que podamos dolernos del dolor del otro.