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El acto humano

Muchas veces el hombre toma decisiones que afecta o favorecen su comportamiento, el


desarrollo profesional o personal. Aunque en casos muy particulares se arrepiente de haber
ocasionado un acontecimiento que le causó incomodidad o que generó problemas, y con
ello el ambiente se tensó. Justamente el hacer este tipo de acciones humanas requieren de
elementos como el pensar, la elección y la deliberación, puesto que un acto que causa
irritación o crecimiento es porque llevó un proceso para llegar a ese resultado, como el
hombre que decide aventurarse en los deportes extremos y conquistar muchas cimas o
metas, es decir, llega a un fin voluntario, llamado así, porque justamente el sujeto decidió
emprender ese acto mediante un conocimiento 1, es conclusión se le denomina así por las
siguientes razones, primera porque hay un fin razonable de por medio, el cual es
cognoscible por el agente; segundo, en el hombre hay un obrar por causa de la razón
anterior, sin embargo, él mismo decide si va por aquello o se niega a actuar, esta negación
al final de cuentas es una decisión que se convierte en la tercera razón que alude a la
deliberación2, esta acción se lleva en el interior del humano y no de forma visible o
externa3.
Sin embargo, el hombre también posee ciertos actos naturales que no son propiamente
humanos o volitivos, como es el respirar, el sentir, el crecer, nacer, etc., y que además los
comparte con los animales y las plantas, la única diferencia es que el hombre prosee
inteligencia, pero habré de formar una paréntesis, pues hay personas que dicen que los
animales adquieren cierta inteligencia inferior que la del hombre, es decir, cierta
racionalidad, sin embargo, esto es un error, porque las investigaciones científicas refieren a
la anatomía y operatividad cerebral, en otras palabras, poseen cierta sensibilidad lo que les
permite interactuar no solo con otras especies de animales, sino también con el ser
humano4, entonces se dice única y exclusivamente que el acto volitivo es propio de la
naturaleza racional5, o sea, del hombre, dueño de su propio obrar6.
Efectivamente es propietario de sus acciones, porque se dirige por conocimiento al objeto,
como el ir hacia un lugar determinado, la voluntad ordena a sus piernas para realizar tal
actividad, pero en ocasiones se ve impedido esta voluntad por causa externa, como quien
manipula a una persona para elija lo adverso a su parecer 7 o actúe de una forma
determinada contraria a su juicio. Ante estos hechos la decisión de actuar contra la propia
voluntad puede ocasionar miedo, porque en algunas ocasiones se puede tentar contra la vida

1
Cfr. S. Th., q.6, a. 1.
2
Cfr. a. 2.
3
Cfr. a. 4.
4
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, El lenguaje del delfín, en
https://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/prepa3/n2/r4.html#:~:text=Los%20delfines%20han%20sido
%20declarados,como%20%E2%80%9Cpersonas%20no%20humanas%E2%80%9D.
5
Cfr. A.2, ad.1.
6
Cfr. A.2, ad.2.
7
Cfr. A3. A.4
de una persona8, hablando de sucesos muy severos en la actualidad, mientras que otros no
son tan rígidos, como la adquisición de un objeto. En este caso se llega por vía de
manipulación para que obre de manera contraria a su deseo, sin embargo, si la persona que
pretende obrar según su apetito y tiene claro cual es el fin que le conviene, sería muy difícil
que la coacción resultara, porque de tal manera se obra por un fin conocido, aunque resulte
controversial, pero es algo muy real creemos que todo lo queremos es por causa a un fin,
sin embargo, la cuestión es ¿qué tanto aporta para alcanzar el fin al cual el hombre por
naturaleza está llamado?, pues a esto se dirá que no todo, porque a veces el querer ciega la
razón y el deseo es más prominente 9, sin embargo, ante esta determinación no causa
involuntaria ni en lo anterior, porque hay una decisión de por medio, lo cuál indica que hay
una deliberación o una toma de decisión para actuar, sea conforme a la razón, al querer de
la propia voluntad, ante el miedo o la ignorancia 10. Si bien esta última es quizás la más
propensa a padecer, porque algunos prefieren lo fácil o no instruirse para evitar ciertas
responsabilidades o porque hace lo que no es propio para su fin, sino por el placer que
desea.
Aunque esta ignorancia algunas veces pasa discurridamente, porque hay cosas que el
hombre por mucho conocimiento que posea no todo lo puede abarcar, como quien estudia
la ciencia y se especializa en un determinado fenómeno, a este mismo peldaño se le acuña
la falta de saber por cultura, como el día de la independencia de su país, el saludo por
convivencia, lo que no se debe evitarse para ser sancionado. Casi todos estos actos son
voluntarios, aunque en algún momento el agente diga todo lo contrario, es decir, lo
desconocía. El único que se salva de ser involuntario «es el acto que no se estaba obligado
a conocer»11.
ELEMENTOS DEL ACTO HUMANO
Previamente se ha descrito lo que causa lo voluntario y cuando se considera involuntario,
aunque este último guarda un misterio natural que muy pocos se han atrevido a considerar,
si bien es cierto que el hombre por razón natural está llamado a ser feliz y que tiene que
esforzarse por alcanzarlo, es preciso también considerar lo que se opone a este ejercicio
virtuoso y más si es de origen natural. Aunado a este complejo en párrafos anteriores
también se ha denotado que el hombre es dueño de su propio actuar, que se dirige a un fin
último y que una vez conseguido deviene la deleitación que es harem de la voluntad, este
rasgo que conforman la esencia del acto humano.
Entendemos que por acto humano como el obrar del hombre que ejerce de forma consciente
y libre hacia un fin, con esto se afirma que el obrar volitivo será ejecutado de forma
sensata, que es saber lo que se va hacer y libre que ha tomado la decisión de llevarlo a cabo,
es quizás esta definición una aproximación a la esencia real del acto humano que,
finalmente después de realizar un análisis se podrá determinar que es el acto humano.

8
Cfr. q.6,ad.6.
9
Cfr. A.7.
10
Cfr. q.6,A.8.
11
Q.6, a.8
Con frecuencia se afirma que el obrar del hombre se dirige a un fin último, el cuál debe ser
una operación de la virtud, es uno, auténtico, además posee la cualidad de ser el último y de
satisfacer todo apetito, sin dejar nada insatisfecho, con estos rasgos podemos determinar
que cualquier otro fin que no posea todas y absolutamente todas no puede ni debe decirse
que es la felicidad a la cual el ser humano aspira, por tanto, se puede inferir que el fin
último es la fuente de la moralidad. Afirmar lo preliminar no basta con decir que es solo el
fin el causante de la moralidad del acto, sino también el objeto y las circunstancias.
Robar en tiempo de hambruna, de guerra o desastres naturales es diferente que, si se comete
por el simple hecho de sentirse importante o imponente, ambos contextos son diferentes,
pero el acto es el mismo, a esto se le denomina como condiciones accidentales que rodean
al acto, es decir, son las circunstancias por las cuales se llevó a cabo el robo, en la primera
fue cubrir una necesidad básica, que es la sobrevivencia, mientras que la segunda es en
razón de poder.

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