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MI HISTORIA, ES UNA HISTORIA DE SALVACIÓN 1

Intención
El motivo de este ejercicio es que los jóvenes y/o adolescentes comprendan que las
vivencias que causan tristeza y frustración en nuestra vida, así como las experiencias
buenas son el inicio de la construcción de un nuevo yo, las cuales generan sentido e
identidad cristiana. Esta comprensión no es propicia de la fuerza humana, sino una gracia
que se otorga por medio del Espíritu Santo. Sí, de Aquel que llevó a Jesús al desierto, (Cfr.
Mt. 5, 1-2).
Cita Bíblica Is. 43, 1-7
La persona a cargo dará una breve síntesis de este capítulo tomando en consideración y de
suma importancia el verso cuatro.
Actividad #1
1. Recortar de diez a quince cuadrados de 10 x 10 cm
2. A cada cuadrado se realizan dos perforaciones, una por el lado derecho e izquierdo
superior.
3. Cortar una medida considerable del hilo y quemar las puntas del hilo. Esta actividad
requiere de una persona adulta encargada de realizar este paso.

Descripción
En el tema anterior vimos el desierto en sentido geográfico, pero también en sentido
figurado en nuestras vidas, así como los animales que viven en él y que algunas veces se
encuentran en lo más profundo de nuestro ser que es el corazón.
Estos animales no nacen de la nada, es decir, estas actitudes nuestras son provocadas
porque dentro de nosotros hay una ausencia de algo o Alguien, y la mayoría de las veces es
la falta de Amor. En la actualidad vivimos en un mundo egoísta, frío, indiferente, irritante,
que lastima y nos hiere, pero que también nos ha arrebato nuestro sentido de vida, así como
nuestra identidad, y nos quiere construir bajo ideología vacías y sin sentido.
Pasar por estos momentos difíciles nos generan miedo o angustia, sin embargo, miremos
aquellos hombres y mujeres que han salido de esas dificultades.
Significado
El corazón es considerado uno de los órganos más importantes desde el punto de vista de la
ciencia, mientras que para la Iglesia representa el símbolo del amor humano, porque
siempre está inquieto buscando conquistar lo que es el amor.

1
Cfr. LOYOLA, IGNACIO, Ejercicios Espirituales Folleto 1, Provincia de las Antillas, República Dominicana, 2012,
pp. 14-17.

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El corazón humano está conformado por trece partes importantes y cada una de ellas tiene
su propia función, pero esta no es aislada de las demás, sino que en conjunto trabajan para
que nuestra sangre pueda llegar a todo el cuerpo, pero también almacena una ley
hermosísima que Dios quiso depositar en nuestro corazón. Esa ley no es una ley
inquisidora, es decir, que destruye al hombre o que lo hace esclavo. Si partimos de la cita
bíblica donde se afirma que el Hijo de Dios ha venido para dar vida y darla en abundancia y
si por otro lado decimos que Dios por haber puesto una ley somete al hombre dejándolo
encadenado como un esclavo, nos estamos equivocando, porque el que da la vida no puede
privarlo o limitarlo en cuanto a ser libre, esto no significa hacer y deshacer cuanto me
plazca mientras no lastime o perjudique a alguien más, al final de cuenta es mi vida. No,
esto no puede ser así, porque el hombre se empieza destruir a sí mismo, como quien
consume drogas, se lastima física y psicológicamente, quien agrede, etc.
Sin embargo, la libertad nos debe llevar a construir una vida donde yo pueda sentirme como
una águila que anda por los cielos volando sin miedo, sin ataduras y que aun así en las
dificultades esas alas puedan mantenerme firme y en una constante lucha contra esos
vientos fuertes y, cuando reconocemos esa fuerza puedo describir mi identidad, por
ejemplo, soy una persona libre, que busca el bien, que lucha por conquistar la cima de
felicidad, que es virtuoso, disciplinado, amistoso, servicial, caritativo, alegre, justo,
amoroso, puede perdonar, sabe abrazar, etc., hay un sinfín de calificativos que nos pueden
describir.
Por esta razón, para ver quiénes somos y hacia dónde queremos ir, es necesario echarnos un
clavado al desierto de nuestro corazón2. Sí, es ese órgano vital donde nuestra sangre es
expulsada gracias a esta bomba, donde surge la relajación de los ventrículos, donde se
almacenan nuestra vivencias únicas e irrepetibles, aquellas que nos recuerdan que es lo que
buscamos. En el corazón surgen los anhelos, deseos, pasiones y nuestra afectividad.

Cita de consolación
Mt. 19, 21. "Jesús le dijo: «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los
pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme.»"

Del yo antiguo al nuevo yo por medio de la ley de amor


Nuestra lucha por conquistar nuestra vida es todos los días, segundo a segundo. ¿Cómo
podemos iniciar un nuevo trayecto?
Consiste en reconocerme que soy una persona, con dificultades y virtudes, que ama y
obedece a papá y a mamá, que platica con ellos, que ayuda en las labores de la casa, por
ejemplo, limpiando mi habitación, colocando mi ropa en el cesto, acomodando mi cama,
etc.; cumpliendo con mis responsabilidades de la escuela, compartiendo mis alimentos con
alguien más, jugando con los demás, platicando nuestras experiencias, respetando y
2
Cfr. CARTUJO, ANÓNIMO, El camino de la verdadera felicidad, Monte Carmelo, España, 2007, pp. 11-12.

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cuidando al otro, sonriendo, viendo alguna película que me ayude a comprender mi
realidad, escuchando música bonita.
Actividad #2
1. Ahora voy a ver, pensar y reflexionar en cómo ve Dios mi vida. Sin sentirme
obligado/a, ni forzado/a, porque no se lo tengo que contar a nadie, sino que
tranquilamente en oración, recuerdo la historia que yo sé de mi vida, lo que mi
mamá o mi abuelita me contó, el sitio donde nací, mis primeros años de niño/a y
luego de joven y ahora… Cierro los ojos y veo como en una película mi historia,
con sus detalles, las distintas personas que intervienen en esa historia. No importa
que eso me pueda hacer llorar o de dolor o de agradecimiento y alegría.
2. Dibujar en cada cuadrado esos momentos que le han dado un plus a mi vida, pero
también aquellas experiencias que me hicieron sentir frustrado, menos, despreciado
e incomprendido.
Profundizando…
Y me puedo preguntar: ¿en qué momentos, en qué situaciones creo que Dios estaba más
presente en mi vida?, ¿a través de qué personas intervino Dios?
Romanos 8, 28-39
v. 29 Dios me destinó a ser su hijo/a
• ¿Qué momentos importantes de mi vida recuerdo?
• ¿Qué cosas buenas me sucedieron?
• ¿Cómo era mi relación con los demás?
• ¿Cómo era mi familia?
• ¿Cómo era mi relación con Dios?
v.35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo?, ¿las pruebas o la angustia, la persecución
o el hambre, la falta de ropa, los peligros o la espada?
En mi vida, en nuestra vida, hay muchas cosas que son difíciles y que nos estorban, nos
traban para vivir: pruebas, angustias, miedos, hambre, injusticias, pobreza, dificultades
familiares… Pero también voy a pensar que, si Dios está conmigo, ¿quién me separará de
su amor?

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