Está en la página 1de 5

Los actos humanos como objeto material de la ética

Lina Vanessa Carrillo Jaimes


1223973
Septiembre 2021

Universidad Francisco de Paula Santander


Facultad de ciencias empresariales  
Contaduría pública

Ética Contable
Jesús Villamizar
Los actos humanos como parte esencial

Desde el punto de vista ético, los actos humanos son aquellas acciones que se ejecutan

materialmente de forma consiente y libre, así mismo, estos constituyen el objeto de la ética y

de allí se desencadena cualquier tipo de señalamiento sobre su naturaleza. Para llevar a cabo

un acto humano intervienen sus facultades específicas, es decir, la inteligencia y la voluntad,

a su vez, estas facultades poseen elementos constitutivos como lo son la advertencia y el

consentimiento. Si bien es cierto, aunque al momento de intervenir tanto la parte racional

como la voluntad el hombre se apropia de sus actos, no todos los actos que realiza son

netamente de su especie, algunos, como en el caso de los actos naturales, son instintivos ya

no se tiene control sobre ellos.

Antes de llevarse a cabo el acto humano, se suelen hacer presentes dos elementos: la

advertencia y el consentimiento. En primer lugar, la advertencia hace posible que el hombre

perciba la acción que está a punto de realizar, y puede llegar a valorar si este acto es

aceptable conforme a los principios morales que posea. Por otra parte, el consentimiento

constituye una finalidad, ya que se posee un conocimiento de cuál es el propósito del acto.

Como se mencionó anteriormente, los actos humanos son la base del pensamiento ético y

están estrechamente sometidos a las postulaciones morales para determinar su carácter, ya sea

lícito, ilícito o indiferente. Desde tiempos primitivos, los actos humanos son llevados a cabo

por voluntad propia y no eran sometidos a juicios individuales, no obstante, conforme

evolucionó el pensamiento crítico del hombre, la subjetividad se hizo presente en la mayoría

de juicios personales, estos se basan en las costumbres, las creencias e incluso en la etapa

histórica en la que se desarrolle.


Obstáculos de los actos humanos

El pleno conocimiento de los actos humanos es propenso a sufrir algunas fluctuaciones

previas, algunas afectan las advertencias y otras directamente al consentimiento. En primer

lugar, se encuentra la ignorancia, debido a que se desconoce la responsabilidad moral

arraigada a la acción que se va a efectuar, algunos pueden ser de obligatorio cumplimiento,

por inadvertencia, por olvido o privación o por un juicio equivocado al respecto, la

ignorancia, por lo general, puede ser vencida en la búsqueda del conocimiento y por un

esfuerzo razonable adicional, sin embargo, hay excepciones.

A su vez, existen actos humanos que se imposibilitan gracias a la falta voluntad, se suele dar

por sentimientos como el miedo, las pasiones, la violencia o los hábitos. El miedo, es un

estado de ánimo que lleva a los individuos a crear diferentes posibilidades negativas frente al

acto que va a cometer. Las pasiones, en la mayoría de las circunstancias, suelen hacer que el

hombre sea más impulsivo, ya que es un componente natural del mismo, por esta misma

razón, se suelen confundir estas pasiones y resultar en actos que van en contra de la

moralidad.

La violencia es un factor provocado por agentes externos que llevan al hombre a actuar en

contra de su voluntad y de sus antecedentes morales, además, puede llevar al hombre a perder

la libertad de sus acciones. En la mayoría de casos, las decisiones basadas en pensamientos

violentos no generan buenos resultados ni para si mismo ni para su entorno.

En última instancia, está la repetición constante de actos que terminan por convertirse en

hábitos. Cuando el hombre actúa de manera reiterativa, suele estar expuesto tanto a nociones

buenas como malas, ya que en sus costumbres está la determinación de la naturaleza moral de

los actos que ejecuta desde su normalidad. Cuando los hábitos se convierten en vicios, se
corre el riesgo de pender la voluntad en el transcurso, aunque haya conocimiento de las

consecuencias morales, se pasan por alto las mismas.

La moralidad en los actos humanos

Los actos humanos están constituidos por una estructura compleja, por esta razón, se

desconoce en cuál de los componentes que intervienen en dicha estructura interviene la

moralidad. Conforme con lo anterior, para la resolución de esta incógnita es imprescindible

valorar ciertos elementos tales como el objeto, las circunstancias y la finalidad.

En un principio, el objeto es el elemento clave, ya que constituye el acto en sí, pero bajo la

lupa de las consideraciones morales, las cuales determinan su naturaleza, es decir, que un

mismo acto puede involucrar un objeto distinto cuando se toma en cuenta la moral.

Seguidamente, se involucran las circunstancias, es decir, el momento en el cual se ejecute el

acto humano y que están ligadas a factores que afectan su finalidad. Al involucrar la moral

con las circunstancias, se debe tener en cuenta sj la moral tiene un peso relevante, o si de lo

contrario da igual debido a que las circunstancias hubiesen sido las mismas.

Por último, se toma en cuenta la intención que tiene el hombre a la hora de ejecutar el acto, y

se puede dar el caso de que esta no coincida con su objeto inicial, e incluso pueden llegar a

ser contradictorios, desviando la moral del individuo.

¿Cómo se determina la moral en los actos humanos?

Existe un principio básico bajo el cual se juzga la moralidad del modo de proceder, la cual

involucra los tres elementos de los actos humanos, en otras palabras, para que un acto sea

considerado como bueno, tanto el objeto, como el fin y las circunstancias allegadas a la
situación deben de ser buenas, por el contrario, un acto es considerado como malo al

momento de que uno solo de los elementos lo sea.

La comprensión de la libertad y su relación con la moral

El ser humano, bajo las disposiciones terrenales y bajo postulaciones religiosas, es libre en

sus decisiones, y gracias a esta circunstancia es que se puede hablar de propiedad sobre las

mismas. La libertad obedece a la personalidad del hombre, ya que de él es quien depende la

toma de decisiones para su actuar. El hombre está ligado a su naturaleza y a sus instintos más

primitivos y en algunas circunstancias suele inclinarse por su lado biológico a la hora de

decidir con libertad. En otras ocasiones, por el contrario, la libertad es posterior a la razón, y

esta toma en cuenta el pensamiento premeditado para tomar una base para extraer los

principios. Cuando se invierten los papeles entre la razón y la libertad, es cuando se habla de

libertinaje, el cual puede ser destructivo si se convierte en reiterativo, si bien es cierto, aunque

el hombre es un ser autónomo, es en su capacidad racional donde determina sus actos

humanos en concordancia con la moralidad.

También podría gustarte