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El documento describe 7 características clave de un buen gerente: 1) ser optimista y tener confianza en los empleados, 2) comunicarse claramente, 3) empatizar con los empleados para sacar lo mejor de ellos, 4) tener autocontrol y evitar la negatividad, 5) escuchar activamente otras perspectivas, 6) ser consciente de sus propias fortalezas y áreas de mejora, y 7) tener un conocimiento amplio más allá de su campo de especialización.
El documento describe 7 características clave de un buen gerente: 1) ser optimista y tener confianza en los empleados, 2) comunicarse claramente, 3) empatizar con los empleados para sacar lo mejor de ellos, 4) tener autocontrol y evitar la negatividad, 5) escuchar activamente otras perspectivas, 6) ser consciente de sus propias fortalezas y áreas de mejora, y 7) tener un conocimiento amplio más allá de su campo de especialización.
El documento describe 7 características clave de un buen gerente: 1) ser optimista y tener confianza en los empleados, 2) comunicarse claramente, 3) empatizar con los empleados para sacar lo mejor de ellos, 4) tener autocontrol y evitar la negatividad, 5) escuchar activamente otras perspectivas, 6) ser consciente de sus propias fortalezas y áreas de mejora, y 7) tener un conocimiento amplio más allá de su campo de especialización.
1. Optimismo: El mejor estilo de gestión es optimista.
Los estilos de gestión
negativos pueden demostrar poca confianza en las capacidades. En algunos casos, este pesimismo se extiende a la percepción que tiene un gerente de su propia habilidad. La gestión pesimista también puede traducirse en estilos dominantes o temerosos, donde el gerente crea una atmósfera negativa. 2. Comunicación clara: La comunicación clara es algo más que garantizar que todos los trabajadores se sientan valorados, también ayuda a impulsar la eficiencia. Más allá de hablar, los grandes gerentes tejen los principios de claridad en cada proceso, desde la incorporación de empleados hasta las operaciones. 3. Empatía: La gestión ética significa empatizar con tus trabajadores. Cuando entiendes a tu gente, es posible sacar lo mejor de todos. La empatía se nombra constantemente como uno de los rasgos más valorados en el lugar de trabajo. Pero, incluso en las culturas más solidarias, los objetivos y el estrés pueden socavar nuestra capacidad de empatizar. Esto significa que es importante dar un paso atrás para pensar en lo que quieren y necesitan sus empleados. 4. Autocontrol: Para ser un gran gestor, es fundamental saber gestionarse uno mismo. Esto significa mantener el control de su lenguaje corporal para que los empleados no absorban la negatividad de sus pensamientos internos. Es importante ser consciente de sí mismo y encarnar una personalidad profesional. Piense en cómo puede evitar la micro gestión excesiva. En su lugar, planifique con anticipación y dé a los trabajadores el espacio para crecer. Con el tiempo, esto le quitará un peso de los hombros y facilitará la delegación. 5. Habilidades de escucha: La capacidad de escuchar es crucial para los gerentes de línea que desean que todo su equipo u organización progrese. Escuchar otras perspectivas le permite obtener información importante que puede ayudar a mejorar los procesos e impulsar la eficiencia. En última instancia, escuchar bien es una forma de delegación de ideas. Hay momentos en los que tendrá que manejar procedimientos disciplinarios difíciles como gerente. Cuando surgen estas situaciones, Pat enfatiza que es importante escuchar. 6. Conciencia de sí mismo: Nadie nace con el conjunto completo de habilidades que hacen a un gerente de primer nivel, por lo que necesita el conocimiento para identificar formas de crecer. Piense en ello como una evaluación personal: reconozca las áreas de desarrollo y planifique cómo las logrará. 7. Conocimiento: Finalmente, los grandes gerentes deben tener conocimientos y esto debe extenderse más allá de cualquier campo o profesión. Ya sea que trabajen en el gobierno o en el comercio minorista, todos los gerentes deben conocer los conceptos básicos de la ley laboral, por ejemplo.