Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ELEMENTOS PRINCIPALES
DE LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN
Durante siglos la aparición del hombre sobre la tierra se interpretaba a la luz de una
lectura histórica de los relatos bíblicos. El hombre era el resultado de un acto creador de
Dios por una acción directa e inmediata sobre la totalidad del ser humano. Hasta que
irrumpe la concepción evolucionista, según la cual, el hombre es un producto de la
evolución genética del mundo animal, y por lo tanto, el hombre sería poco superior al
animal, del que procede a las inmediatas, en su morfología y su psiquismo. Esta concepción
descubre la cadena de pasos graduales, por medio de la paleontología, desde el reino animal
al hombre y establece, con estas premisas, que la evolución explica suficientemente la
aparición del primer ser humano.
Para comenzar es importante señalar que la tradición bíblica explicaba el origen del
hombre acudiendo a la teoría creacionista. El pensamiento creacionista tradicional se
sustentaba en una interpretación literal del libro del Génesis. Sus tesis básicas eran:
1
Cf. Juan, Ruiz de la Peña. “Imagen de Dios. Antropología Teológica Fundamental”. Editorial Sal Terrae.
Tercera Edición. España, 1996. Pág. 268 – 269.
2
El talante fijista de estos autores se refleja en la crítica que opusieron a los trabajos
de algunos de sus contemporáneos, como Lamarck (1744 – 1829), que sí defendían una
visión evolucionista del acontecer natural2. Pero a pesar de esta concepción fijista que se
aprecia en muchos de sus trabajos, los estudios y las clasificaciones zoológicas y botánicas
que realizaron Linneo y Cuvier fueron la base de estudios que, a diferencia de los suyos,
apoyaban una concepción evolucionista del origen de las especies, teniendo como base dos
grandes líneas de investigación que hoy convergen en la ecuación hombre – animal: la
etología y la genética comparada. La primera, detecta las analogías constatables entre el
comportamiento animal y el humano. La segunda pone de manifiesto los mecanismos
genéticos en que se fundan estas analogías.
2) Explicaciones Evolucionistas:
La publicación de esta obra tuvo una gran repercusión social y generó mucha
polémica en su época. Afirmaba que las especies no son independientes las unas de las
otras, como aseguraba la interpretación literal de la Biblia; ni inalterables, como matizaba
Linneo. En la actualidad, la teoría de la evolución se ha confirmado con numerosos datos
paleontológicos.
2
Cf. Piet, Schoonenberg. “El Mundo de Dios en Evolución”. Ediciones Calos Lohlé. Argentina, 1966. Pág. 12.
3
Cf. R. Cejudo; R. Román; J. Méndez. “Filosofía, Bachillerato”. Ediciones EDEBÉ. España, 2001. Pág. 15 – 16.
3
herencia biológica de los caracteres fue subsanada por Gregor Mendel (1822 – 1884).
Siete años después de la aparición de “El origen de las especies”, este religioso agustino
formuló una teoría de la herencia en la que aseguraba que los caracteres hereditarios están
determinados por factores específicos. Más tarde, estos factores fueron llamados genes. Los
estudios de Mendel iniciaron una larga y fecunda tradición de investigaciones sobre la
herencia biológica. Las doctrinas mutacionistas, consecuencia de estas investigaciones,
explican los cambios en las características de las especies a partir de alteraciones o
mutaciones en el material genético.
Una vez que las teorías evolucionistas dieron cuenta de las líneas maestras de la
evolución, la ciencia (la paleontología, la biología, la genética y la inmunología) ha ido
precisando los escalones concretos de este proceso. La ciencia ha explicado cómo, a partir
de los primeros organismos multicelulares, se llega hasta el ser humano.
Las clasificaciones que muestran los orígenes del hombre, a partir de la evolución
de los primates, están sujetas a frecuentes cambios, debido a la rapidez con que avanzan las
investigaciones en estas cuestiones. Una de las clasificaciones que hoy en día se considera
todavía válida es la siguiente5:
PRIMATES
ANTROPOIDES
CERCOPITECOIDEOS HOMINOIDEOS
HOMÍNIDOS PÓNGIDOS
AUTRALOPITHECUS AFARENSIS
HOMO HABILIS
HOMO ERECTUS
5
Cf. R. Cejudo; R. Román; J. Méndez. “Filosofía, Bachillerato”. Ediciones EDEBÉ. España, 2001. Pág. 16.
5
Los estudios más recientes parecen confirmar que la especie Homo Sapiens Sapiens,
es decir, el ser humano actual, procede del Australopithecus (homínido más antiguo
conocido). Los Australopithecus existieron hace unos 3,5 a 3,2 millones de años, su
representante más antiguo fue el Australopithecus afarensis. Se trata del primer homínido
bípedo, de mandíbulas poderosas y fuertes molares, y extremidades largas. Registra una
masa craneal de 400 cm3. Su altura: 1, 20 mts., y 30 kilos de peso. Fue encontrado en
Etiopía y fue llamada Lucy6. Al parecer, éste dio lugar a dos líneas de evolución, una
extinguida (Australopithecus robustus) y otra que evolucionó hasta el hombre actual. Por
esta segunda línea evolutiva, el Australopithecus afarensis evolucionó a una especie
considerada ya humana, el Homo Habilis. Su antigüedad es de entre 1 millón y 2 millones
de años. A partir del crecimiento de los pastizales, se ve obligado a adoptar una posición
más erguida. Tenía un cerebro de 750 cm.37. Cambia su forma de alimentarse: a las frutas y
vegetales, agrega la carne de carroña. Y destaca por la elaboración de los primeros
utensilios conocidos8. Aunque los Australopithecus ya andaban erguidos, con el Homo
habilis se produjo un aumento de la capacidad craneal (de 400 cm3 a 750 cm3) y la
aparición de las primeras culturas materiales. El siguiente paso de la evolución se da con la
aparición del Homo Erectus (hará 1 millón y medio de años), especie que se caracterizó
por una capacidad craneal de 1.100 cm3 y cambios culturales muy destacables, pues sabía
aprovechar el fuego y vivía de la caza. Con partes de su esqueleto se encontraron restos de
cenizas y de la caza de animales. Son los primeros homínidos que se distribuyeron
ampliamente por la superficie del planeta. Poseía un cuerpo alto; espesas cejas y gran
musculatura. Descubre el uso del fuego; y fabrica la primera hacha de mano. Siguiendo esta
línea evolutiva llegamos a nuestro antepasado inmediato9, el Homo sapiens: vivió en
Europa, en África y en Asia hace 300 mil años. Con una capacidad craneal de 1.200 cm3.
Utiliza instrumentos de piedra y hueso más trabajados; ejerce la caza; el uso y dominio del
fuego; practica una dieta variada, y especialmente come la carne pasada por el fuego; y
emplea el vestido. Aumenta el tamaño de su población, manifiesta ritos y el arte: la pintura
rupestre10. El Homo Neanderthalensis: con una capacidad craneal de unos 1.200 a 1.400
cm3; ocupó Europa y el oeste asiático hace unos 400 mil años, y se extinguió hace 30 mil
años. Eran macizos y musculosos, cazaban mamuts y rinocerontes lanudos y utilizaban
utensilios de piedra más sofisticados que el Homo erectus. Se supone que creían en la vida
después de la muerte, porque enterraban a sus muertos con armas y alimentos 11. Y el Homo
Sapiens da paso a nuestra especie, el Homo sapiens sapiens, con una capacidad craneal de
unos 1.400 cm3. Vive en Europa hace entre 40 mil y 50 mil años. A partir del año 10 mil
a.C.; genera cambios importantes en la organización económica y social: desarrolla las
6
Cf. Paleoantropología hoy: Australopithecus afarensis (paleoantropologiahoy.blogspot.com)
7
Cf. R. Cejudo; R. Román; J. Méndez. “Filosofía, Bachillerato”. Ediciones EDEBÉ. España, 2001. Pág. 16.
8
Cf. Homo Habilis | Historia Cultural
9
Cf. Homo erectus: características, origen, evolución y rasgos | Meteorología en Red
(meteorologiaenred.com)
10
Cf. Ya Había Homo Sapiens Hace 300 mil Años (codigotlaxcala.com)
11
Cf. Homo sapiens neanderthalensis. (oocities.org)
6
Este Homo Sapiens, cuyo origen se remonta a hace unos 200 mil años, dio lugar a
una segunda salida de África, en varias oleadas, hace unos 100 mil años. En su expansión,
el Homo Sapiens colonizó de nuevo todo el mundo, conviviendo y mezclándose
genéticamente con los Neandertales y Denisovanos que ya ocupaban Europa y Asia14. Con
el paso del tiempo el Homo Sapiens Sapiens, hace 40 a 50 mil años, fue la única
subespecie o población humana que sobrevivió, dando lugar a la variedad de grupos
humanos que pueblan la tierra.
Por lo tanto, se puede hablar de una única especie humana con dos linajes y dos
salidas de África. Los humanos actuales que pueblan la tierra son descendientes directos del
segundo linaje, aunque todos los que salieron de África mantienen trazas genéticas (entre
un 2 y un 8%) de los descendientes del primer linaje que salió de África15.
Actualmente, se hace más sólida la tesis de que el Homo Neanderthalensis y el
Homo Sapiens convivieron, se mezclaron y se enfrentaron hasta la extinción del Homo
Neanderthalensis16. Sin embargo, buscar una causa específica para entender la desaparición
de los Neandertales no es tarea sencilla. Quizás las dos especies compitieron en los mismos
ecosistemas y ello sólo tenía una solución a corto plazo; prevaleció la especie que mejor
supo aprovechar sus recursos biológicos y tecnológicos para explotarlos y sobrevivir en las
difíciles condiciones de Europa. Según evidencias de hallazgos de ambas especies, la
hipótesis afirma que el Homo Sapiens superó al Neandertal en tecnología y organización
social. Unos utilizaban proyectiles para la caza; los otros carecían de ellos, así que se
exponían más al peligro y sufrían más fracturas y heridas durante la caza. Además, los
Sapiens cazaban en grupos más numerosos y se organizaban de una manera más
12
Cf. HOMO SAPIENS [Características+Herramientas] - SobreHistoria.com
13
Cf. Rubén, Herce. “Monogenismo y Poligenismo. Status Quaestionis”. Artículo publicado en Scripta
Theologica/ Vol. 46/ 2014 / Pág. 110 – 111.
14
Cf. Rubén, Herce. “Monogenismo y Poligenismo…” Pág. 111.
15
Cf. Rubén, Herce. “Monogenismo y Poligenismo…” Pág. 111.
16
Cf. Neandertales y sapiens comparten el 99,5 % del genoma - Celtiberia.net
7
jerarquizada y eficiente. Los Neandertales, más corpulentos, estaban mejor preparados para
combatir el frío. Pero el Homo Sapiens dominaba mejor el fuego y sabía utilizar
herramientas para protegerse del clima, como las agujas para “coser” abrigos. Y corría más
rápido17.
incompatibles, es decir, que produzcan descendencia estéril, tiene que haber transcurrido
más de un millón de años desde su separación. Y hoy en día los resultados genéticos
señalan que esa separación en el linaje evolutivo entre Neandertales y Sapiens habría
ocurrido hace menos del millón de años. En 2017 se estimó que pudo ser entre hace 760 mil
y hace 550 mil años, lo que posibilitó que al volverse a encontrar los neandertales de
Eurasia y Sapiens que habían evolucionado independientemente en África pudieran tener
descendencia fértil, como ya se ha visto que realmente ocurrió y no sólo una vez sino más
veces22. Estos hallazgos y la nueva hipótesis del ancestro común de Sapiens y Neandertales
genera un giro a muchos aspectos que los científicos daban por sentados en el ámbito de la
paleoantropología y la evolución humana, y especialmente, les ha obligado a proponer que
Sapiens y Neandertales se consideren dos subespecies de una única especie humana, es
decir, que se denomine de nuevo a los Homo Sapiens Neanderthalensis, un término
abandonado hace algunas décadas.
En síntesis, según la teoría de la evolución, el ser humano es una especie animal que
pertenece al orden de los primates. Dentro de este orden está emparentado con especies
como el Chimpancé, el Gorila y el Orangután. Según los expertos, la bifurcación de la rama
de los hominoideos en póngidos y homínidos se produjo hace unos 5 ó 10 millones de años.
Y desde la línea de los homínidos se postula que su secuencia evolutiva fue:
Australopithecus Afarensis; Homo Habilis; Homo Erectus (el primero en salir de África y
conquistar Eurasia y Europa); del cual procedería el Homo Sapiens (presente en África
primero y Europa después), el Homo de Neanderthal (presente en Europa y Asia), y el
Homo de Denisova (presente en Europa y Asia). Y en un segundo oleaje de conquistas por
parte del Homo Sapiens en Europa y Asia, el Homo Sapiens se habría enfrentado y se
habría mezclado genéticamente con el Homo de Neanderthal, dando paso a la aparición del
Homo Sapiens Sapiens, existente en Europa hace entre 40 mil y 50 mil años.
23
Cf. R. Cejudo; R. Román; J. Méndez. “Filosofía, Bachillerato”. Ediciones EDEBÉ. España, 2001. Pág. 17.
24
Cf. R. Cejudo; R. Román; J. Méndez. “Filosofía, Bachillerato”. Ediciones EDEBÉ. España, 2001. Pág. 17.
25
Cf. R. Cejudo; R. Román; J. Méndez. “Filosofía, Bachillerato”. Ediciones EDEBÉ. España, 2001. Pág. 17.
10
26
Cf. Ricardo, Capponi. “Felicidad Sólida. Sobre la construcción de una felicidad perdurable”. Ediciones Zig –
Zag. Cuarta edición. Chile, 2019.- Pág. 118 – 119.-
27
Cf. Ricardo, Capponi. “Felicidad Sólida…” Pág. 119.
28
Cf. R. Cejudo; R. Román; J. Méndez. “Filosofía, Bachillerato”. Ediciones EDEBÉ. España, 2001. Pág. 17 – 18.
11
Finalmente, otra de las características que hace del ser humano una de las especies
animales más peculiares es la autoconciencia, entendida como el conocimiento inmediato
que el hombre tiene de su existencia y de su individualidad. Así, el hombre se sabe un ser
independiente y distinto, no sólo de la naturaleza, sino también del resto de los hombres.
Aunque es un misterio cómo surge la autoconciencia y por qué, parece ser que en el
hombre primitivo ésta tenía un fuerte carácter colectivo. El hombre se sentía, sobre todo,
perteneciente a un grupo, ya que, para sobrevivir, dependía totalmente de éste. Sin
embargo, la manera de enfrentarse a la muerte (enterramientos y cuidados al difunto)
parece mostrar, ya, la creencia en el más allá y en la supervivencia tras la muerte. Muchos
historiadores deducen de esto que debía de existir una autoconciencia individual, pues,
aunque estuviesen plenamente identificados con el grupo al que pertenecían, ya debían de
considerarse seres individuales y distintos.
CONCLUSIONES:
1.- Es una hipótesis que va evolucionando hacia una firme teoría explicativa del
surgimiento del ser humano, sobre todo a partir de los análisis genéticos que la ciencia
actual hace posible, entre los distintos fósiles de la especie homínida, con su respectiva
datación. Aunque en esto la cautela siempre es necesaria, ya que los hallazgos y la
aparición de nueva información, constantemente está modificando la estructura de esta
teoría, con la aparición de nuevas hipótesis que también pueden ejercer el impacto
debilitante de la teoría en sí misma, ya que dan origen a nuevas lagunas que constituyen un
nuevo desafío para los científicos. Claramente, aún hay mucho más que investigar y se hace
necesario contar con mejores datos de fechas geológicas y especímenes más completos para
poder refutar positivamente las probabilidades de fortalecimiento de esta teoría.
2.- Llama la atención que en esta línea evolutiva de la especie humana, los científicos
verifiquen que el origen del linaje humano se remonta a la existencia de un solo grupo o
familia de homínidos, que gracias a los cambios anatómicos más significativos: marcha
bípeda; extremidades superiores libres; y crecimiento cerebral asociado al desarrollo de
inteligencia abstracta, lenguaje – comunicación y conciencia individual, dan origen al único
linaje humano actual: el Homo Sapiens Sapiens.