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ESTUDIO SOBRE

LA CARTA DE SANTIAGO

EN BASE A LA OBRA: “ESCRITOS JOÁNICOS Y CARTAS CATÓLICAS”


DE JOSEP – ORIOL TUÑÍ Y XAVIER ALEGRE

Asignatura: Cartas Católicas.


Profesor: Juan Carlos Inostroza Lanas
Estudiante: César Paredes Poblete
Fecha de entrega: 13 de julio de 2022
INTRODUCCIÓN

El presente informe desarrolla una exposición de las características principales de la


Carta de Santiago, en base al texto titulado: “Escritos Joánicos y Cartas Católicas”, de la
Editorial “Verbo Divino”, en su quinta edición del año 2001, cuyos autores son Josep Oriol
Tuñí y Xavier Alegre.

El esquema general que los autores presentan en su exposición es el siguiente:

Introducción: 4 razones para fundamentar el hecho de que la Carta de Santiago sea


considerada como uno de los escritos más singulares y enigmáticos del Nuevo Testamento.
Y pasan luego a analizar la Carta en sus tres dimensiones.

Dimensión Literaria: abordan la cuestión de la crítica textual, señalando los códices


griegos que permiten hoy reconstruir el texto original con cierta fidelidad; y luego se
centran en las características de lengua y estilo de la Carta de Santiago, sección en la cual
he querido incorporar las citas de la Biblia de Jerusalén, a manera de ejemplos, para una
mejor comprensión de los aspectos en los que enfatizan los autores Oriol y Alegre. Luego,
los autores pasan a describir la estructura y el contenido de la carta, identificando las
temáticas principales que la Carta de Santiago va desarrollando por cada uno de sus
capítulos y sus secciones de versículos respectivos.

Dimensión Teológica: identifican los temas principales que el autor de la Carta de


Santiago desarrolla, como son: su concepción teológica; su cristología; la relación fe y
obras en orden a la justificación; su propuesta ética; la relación entre la perfección del
creyente y la Ley de libertad; y su escatología.

Dimensión Sociohistórica: aquí los autores centran su atención en dilucidar cómo se


evidencia que la Carta de Santiago posee un trasfondo: judío – cristiano – y helenista, para
cerrar con cuestiones abiertas respecto de: fecha de composición de la Carta; su autor; el
lugar de su composición; y los destinatarios de la Carta de Santiago.

En esta exposición he incorporado además el comentario de otros autores, que


permiten ampliar la mirada, sobre todo en lo que respecta a la dimensión literaria y
sociohistórica de la Carta. Finalizo con las conclusiones principales de la exposición,
adjuntando también un anexo que contiene 27 temas que son abordados por la Carta de
Santiago y que pertenecen, como base, a una tradición presinóptica, para lo cual utilizo la
Biblia de Jerusalén para confrontar las citas paralelas.
1

RESUMEN
CAPÍTULO VIII - CARTA DE SANTIAGO

La Epístola de Santiago es uno de los escritos más singulares y enigmáticos del NT


por las siguientes cuatro razones1:

1.- Aparentemente, carece de casi todo lo que se puede considerar como distintivo de la fe y
prácticas cristianas, lo que ha hecho pensar que no se trata de un documento cristiano, sino
judío interpolado para introducirlo al uso cristiano.

2.- Martín Lutero despectivamente la tituló como “epístola de paja” ya que pensaba que se
oponía a la doctrina paulina de la justificación por la fe y no tenía como tema principal a
Cristo, aunque sí era una obra de un hombre piadoso que contenía buenas sentencias.

3.- Lo inusual de su forma literaria, su teología que provoca cierto escándalo sobre todo a
las Iglesias protestantes, y el que cueste más que cualquier otro escrito del NT situarlo en el
marco histórico en el cual se originó.

4.- Uno de los temas centrales que trata es la cuestión de la relación entre la fe y la vida en
la sociedad y el mundo, que permite constatar la distancia que existe entre el proyecto de
Jesús y lo que cada cristiano vive a nivel personal y comunitario. Invita a evaluar la
coherencia entre la fe que se profesa y la vida que cada cristiano ejerce.

I.- DIMENSIÓN LITERARIA

1.- El Texto:

a.- Crítica Textual: No se cuenta con ningún texto occidental de los primeros siglos, y sin
embargo, el texto puede ser reconstruido con cierta fidelidad a partir de los códices griegos
unciales B (el texto más fidedigno), S, A y C. También son valiosos los datos del Papiro 74,
el códice griego minúsculo 33 y el códice latino ff2.

b.- Lengua y Estilo: El texto desarrolla un griego koiné excelente, superado sólo por la
Carta a los Hebreos en el NT. Utiliza un lenguaje lleno de vivacidad y de frescura, con
frases breves. Usa la subordinación con conjunciones y las construcciones con participio
más que la coordinación, empleando adecuadamente el aoristo y la voz media. Emplea bien
los artículos y las partículas. Se preocupa del orden adecuado de las palabras (1, 2; 3, 3. 8;
5, 10). Usa palabras técnicas y adjetivos compuestos. Hace juegos de palabras 3: 1, 2ss:
pruebas – probada; paciencia – paciencia; perfecta – perfectos.

“…sentíos realmente dichosos cuando os veáis


rodeados por toda clase de pruebas… la calidad
1
Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos y Cartas Católicas”. Editorial Verbo Divino. Quinta
Edición. España, 2001. Pág. 291 – 292.
2
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…” Pág. 292.
3
Op. Cit. Pág. 293.
2

probada de vuestra fe produce paciencia. Pero la


paciencia ha de culminar en una obra perfecta, para
que seáis perfectos e íntegros…

2, 4. 13: ser jueces – será juzgado – sin misericordia / la misericordia – juicio.

“… ¿No sería esto hacer distinciones entre vosotros y


ser jueces con mal criterio?... Porque quien no tuvo
misericordia será juzgado sin misericordia; la
misericordia se siente superior al juicio”.

Además, utiliza imágenes y comparaciones llenas de fuerza. El vocabulario es muy


rico; contiene 63 hapax legomena en el NT, de los cuales 45 provendrían de los LXX y 18
serían inéditos; 4 de ellos no se encuentran en la koiné4. Algunos ejemplos de ello:

1, 17: “oscilación” o “cambio”. “…desciende del Padre de las luces, en quien no hay
cambio [oscilación] ni fase de sombra”.

1, 21: “plantada” o “sembrada”. “… y recibid con docilidad la palabra sembrada


[plantada] en vosotros…”.

Ejemplo de otros términos que son únicos en toda la Biblia Griega (NT y los LXX):

1, 21: “inmundicia”. “… desechad todo tipo de inmundicia y de mal, que tanto


abunda…”.

1, 26: “religioso”. “… Si alguno se cree religioso, y no pone freno a su lengua…”.

Y ejemplo de aquellas expresiones que sólo se encuentran en esta carta de Santiago:

1, 17: “sombra de movimiento [ni sombra de mutación]”. “…Padre de las luces, en quien
no hay cambio ni fase de sombra… [“en quien no hay sombra de movimiento”]”.

1, 18: “primicias de sus criaturas”. “… Nos engendró por su propia voluntad, con palabra
de verdad, para que fuésemos las primicias de sus criaturas”.

1, 23: “observarse en un espejo”. “…Si alguno se contenta con oír la palabra sin ponerla
por obra, se parece al que contemplaba sus rasgos en un espejo”.

1, 25: “permanecer [mantenerse]”. “…En cambio, el que considera atentamente la Ley


perfecta de la libertad y se mantiene firme [y permanece firme], no como oyente
olvidadizo, sino como cumplidor de ella, será feliz practicándola”.

1, 27: “religión pura y sin mancha”. “La religión pura e intachable [y sin mancha] ante
Dios Padre…”.

4
Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…” Pág. 293.-
3

1, 27: “guardarse sin mancha”. “…ayudar a huérfanos y viudas en sus tribulaciones y


conservarse incontaminado [guardarse sin mancha] del mundo”.

1, 14 // 1, 17 // 1, 18: “tener obras”. “… ¿si no tiene obras?... si no tiene obras… yo tengo


obras…”.

1, 18 // 1, 21 // 1, 22 // 1, 24 // 1, 25: “por las obras”. “… y yo te mostraré por las obras mi


fe… ¿no alcanzó [Abrahán] la justificación por las obras cuando…? ¿… y por las obras,
la fe alcanzó su perfección?... que quedó justificada [Rahab] por las obras al dar
hospedaje…?

A veces, el autor de la Carta de Santiago “utiliza la aliteración, empezando una


serie de palabras importantes con la misma consonante (1, 14 s) o repitiendo las mismas
consonantes o sonidos (1, 2. 6; 2, 4.13.20; 3, 5.8.17; 4, 9; 5,2 s). Utiliza los mismos finales
(1, 2. 6; 2, 12. 16; 4, 8. 14). Tiene una cierta sensibilidad para la cadencia y una
inclinación especial por la aliteración (1, 2. 6. 14. 25; 3, 5. 17; 4, 9)” 5. Carece
prácticamente de anacolutos o cambios repentinos en la construcción de las frases que
produzca una inconsistencia. Los estudiosos de la lengua griega destacan de manera
especial la exactitud asombrosa con que el autor utiliza y domina las partículas para unir y
oponer las frases o las proposiciones, recurriendo a la asonancia y a distintos
procedimientos retóricos que dan viveza a su estilo a pesar de la aridez de los temas que
aborda6.

Utiliza el género de la diatriba, muy usada en el helenismo por influjo de la


filosofía cínico – estoica: con forma de diálogo; se expresa por medio de las interpelaciones
a los oyentes (en 108 vv. Tiene 54 imperativos); formulación de tesis y refutación de
objeciones que pueden presentar los adversarios, preguntas, ejemplos tomados de la
naturaleza, de la técnica y de la historia, comparaciones (16 veces), injurias 7. Algunos de
ejemplos de ello:

Tono dialogal: 2, 18. “Y al contrario, alguno podrá decir: ‘¿Tienes tú fe? Pues yo tengo
obras. Muéstrame tu fe sin obras y yo te mostraré por las obras mi fe”.

Imperativos: 1, 2: “…sentíos realmente dichosos”; 1, 16: “No os engañéis…”; 1, 19:


“Tenedlo presente…”; 1, 21a: “…desechad todo tipo de inmundicia…”; 1, 21b: “…recibid
con docilidad la palabra…”; 1, 22: “Poned por obra la palabra…”; 2, 1: “…no mezcléis
con la acepción de persona la fe…”; 2, 5: “Escuchad, hermanos míos queridos…”; 2, 12:
“Hablad y obrad tal como corresponde…”; 3, 1: “…no queráis ser maestros muchos de
vosotros…”; 3, 5: “…Pensad que un fuego insignificante…”; 4, 7: “…Someteos, pues, a
Dios; resistid al diablo…”; 4, 8: “Acercaos a Dios y él se acercará…”; 4, 9: “Lamentad
vuestra miseria, entristeceos y llorad…”; 4, 10: “Humillaos ante el Señor…”; 4, 11: “No
5
Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…” Pág. 293.-
6
Cf. M. Carrez; P. Dornier; M. Dumais; M. Trimaille. “Cartas de Pablo y Cartas Católicas”. Ediciones
Cristiandad, Tercera Edición. España, 1984. Pág. 274.
7
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…” Pág. 293.-
4

habléis mal unos de otros…”; 4, 13: “Tened en cuenta una cosa los que decís…”; 5, 1: “…
llorad y dad alaridos por las desgracias…”; 5, 4: “Tened en cuenta que el salario de los
obreros…”; 5, 7: “…tended, pues, paciencia hasta la Venida del Señor. Fijaos en el
labrador…”; 5, 8: “…Tened también vosotros paciencia y fortaleced vuestro ánimo…”; 5,
9: “…no os quejéis unos de otros…”; 5, 10: “…tomad como modelo de sufrimiento y
paciencia…”; 5, 12: “…no juréis ni por el cielo ni por la tierra…”; 5, 13: “Que ore… que
cante salmos…”; 5, 14: “Que llame a los presbíteros…”; 5, 16: “Confesaos, pues,
mutuamente vuestros pecados y orad los unos por los otros…”.

Ejemplo de la Naturaleza: 3, 3: “Si ponemos a los caballos frenos en la boca para que
nos obedezcan, podremos dirigir todo su cuerpo…”; 3, 5b: “Pensad que un fuego
insignificante puede destruir un bosque enorme…”.

Ejemplo de la Técnica: 3, 4: “Lo mismo pasa con las naves: aunque sean grandes y las
empujan vientos impetuosos, basta un pequeño timón para dirigirlas adonde quiere el
piloto…”.

Ejemplo de la Historia: 2, 21: “Abrahán, nuestro padre, ¿no alcanzó la justificación por
las obras cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ...” y 2, 25: “¿No ocurrió lo mismo
con Rahab, la prostituta, que quedó justificada por las obras al dar hospedaje a los
mensajeros y hacerles marchar por otro camino?”.

Algunas Comparaciones: 1, 11: “Cuando sale el sol con fuerza, seca la hierba y su flor
cae, y se pierde su hermosa apariencia. Así también el rico se marchitará en plenos
proyectos”. 1, 23: “Si alguno se contenta con oír la palabra sin ponerla por obra, se
parece al que contemplaba sus rasgos en un espejo”. 2, 26: “Porque así como el cuerpo
sin espíritu está muerto, también la fe sin obras está muerta”. 3, 5b – 6a: “Pensad que un
fuego insignificante puede destruir un bosque enorme. También la lengua es fuego, todo
un mundo de iniquidad. En efecto, la lengua, que es uno de nuestros miembros, puede
contaminar todo el cuerpo…”. 5, 7: “Fijaos en el labrador, que espera con paciencia que
la tierra dé su precioso fruto, hasta recibir las lluvias tempranas y tardías. Tened también
vosotros paciencia y fortaleced vuestro ánimo, por la Venida del Señor está cerca”.

Refutación de Objeciones - Preguntas: 2, 5 – 6a: “¿Acaso no ha escogido Dios a los


pobres según el mundo como ricos en la fe y herederos del Reino que prometió a los que le
aman? ¡En cambio vosotros habéis menospreciado al pobre!”. 2, 14: “¿De qué sirve,
hermanos míos, que alguien diga: ‘Tengo fe’, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la
fe?”. 3, 13: “¿Hay entre vosotros alguien sabio o con experiencia? Pues que lo demuestre
con su buena conducta, con las obras inspiradas en la humildad que da la sabiduría. Pero
si vuestro corazón encierra amarga envidia y ambición, no os jactéis ni mintáis contra la
verdad”.
5

A partir de estas principales características, es posible deducir que el que escribió


esta Carta tuvo que ser un helenista culto, que dominaba bien la retórica y conocía la
Versión de los LXX, ya que va presentando citas de dicha traducción8.

2.- Construcción y Contenido de la Carta: No es fácil descubrir una estructura definida


en la Carta de Santiago. Se ha pensado, más bien, en que la Carta contiene una reunión de
diversas unidades menores, y desde allí, surgen muchas opiniones que van desde la división
de la carta en doce exhortaciones dirigidas a las doce tribus hasta la renuncia a toda
agrupación lógica de los temas tratados9. Y sin embargo, lo que queda claro es que contiene
una serie de exhortaciones morales de diversa longitud, más o menos relacionadas entre sí.
A continuación se revisará este contenido10.

a.- Saludo epistolar [1,1]: Utilizando un prescripto, el autor se denomina a sí mismo


“Santiago, siervo de Dios y de nuestro Señor Jesucristo”. El título de siervo subraya su
autoridad11, asociado al título que el AT atribuye a Abraham (Sal. 105, 42); a Moisés (Sal.
105, 26); a Josué (Jue. 2, 8); a los profetas (Am. 3, 7). Santiago se dirige a “las doce tribus
de la Dispersión” (1,1), es decir, no se dirige a una comunidad específica 12, sino a la
globalidad de los cristianos dispersos por el mundo, que viven bajo situación marcada por
la persecución y quizás el exilio (cf. Dt. 28, 25; Is. 49, 6; Jr. 15, 7; 1 Pe. 1,1). Se trataría de
una carta circular, lo que no excluye que el autor la haya dirigido a un grupo concreto,
queriendo ocultar la identidad de sus destinatarios a fin de indicarles que ellos son el pueblo
de los últimos tiempos (1, 12; 5, 7 – 12), o bien, a fin de destacar el carácter universal del
mensaje13. En todo caso, a juicio de algunos autores, es simbólica la cifra de doce, asociada
a las tribus: refiere a las doce tribus de Israel, a los doce apóstoles de Jesús y a las doce
tribus del nuevo pueblo de Dios. La Carta se dirige por tanto a todos los cristianos,
guardándose el autor de precisar en dónde viven14.

b.- Prólogo [1, 2 – 18]: Se exhorta en torno al motivo de la tentación, externa e interna, y
se desentraña su esencia y su sentido, en dos partes 15 (1, 2 – 12 y 13 – 18). En la primera
parte se indica que la prueba es el lugar en el cual se forja y edifica la existencia del
creyente, alcanzando la perfección (1, 2 – 4). Y para vencer la tentación hay que pedir la
8
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…” Pág. 294.
9
Cf. M. Carrez; P. Dornier; M. Dumais; M. Trimaille. “Cartas de Pablo y Cartas Católicas”. Ediciones
Cristiandad, Tercera Edición. España, 1984. Pág. 278.
10
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…” Pág. 294.
11
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…” Pág. 294.
12
M. Carrez; P. Dornier; M. Dumais; M. Trimaille, señalan en su obra: [el Autor de la Carta “No trasluce
ninguna relación personal entre el remitente y los destinatarios, y no hay nada que nos permita situarlos en el
tiempo ni en el espacio. ¿Quiénes eran? ¿Dónde vivían? ¿En qué época? Son preguntas que necesitan un
estudio minucioso para darles respuestas hipotéticas”.
13
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…” Pág. 295.
14
G. Becquet; P. Cazaux; F. Dumortier; E. Fudji; M. Gart; A. Harl; M. Jacob; G. Oberson; P. Pochou; C.
Schäffer; G. Sindt. Cuadernos Bíblicos N° 61. “La Carta de Santiago, Lectura Socio – lingüística”. Editorial
Verbo Divino. España, 1988. Pág.13.
15
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…” Pág. 295.
6

sabiduría, superando la inconstancia (1, 5 – 8). El motivo de la pobreza y de la riqueza


prepara el tema de una de las tenciones fundamentales de la comunidad (1, 9 – 11), sobre la
que el autor volverá más adelante (5, 1 – 6). Finaliza esta parte la bienaventuranza del
hombre vencedor de la tentación al que se le promete la corona de la vida (1, 12). En la
segunda parte, se enseña que la tentación no viene de Dios, sino de la propia
concupiscencia (1, 13 – 15), ya que todo lo bueno procede de Dios (1, 16 – 17), que nos ha
creado libremente por su palabra como primicias de su creación, para que vivamos de
acuerdo con la vocación recibida de él (1, 18).

c.- Cuerpo de la Carta [1, 19 – 5, 6]:

1, 19 – 27: Primero, se subraya la importancia de poner en práctica lo que enseña la


Palabra, si queremos vivir según la vocación recibida. 1, 19 – 20: contrapone el escuchar a
la ira16. 1, 21 – 25: exhortación a despojarse de todo lo malo y comportarse según la
mansedumbre y en la aceptación y práctica de la Palabra salvadora que ha sido plantada en
los corazones de los destinatarios. 1, 26 – 27: se concluye con la importancia de dominar la
lengua y clarifica en qué consiste la práctica auténtica de la Palabra y la verdadera religión:
visitar a los necesitados.

2, 1 – 13: Se describe un problema que se vive en la comunidad 17: la acepción de personas


en las reuniones cultuales según sea uno pobre o rico. Es una práctica escandalosa, ya que
contradice la praxis de Cristo: la opción preferencial por los pobres (2, 5); la regla de oro
que contiene en sí toda la Ley y los Profetas; y el primado de la misericordia. La salvación
se manifiesta en la solidaridad desinteresada y en no dejarse dominar por los poderes del
mundo que ponen en peligro la libertad que se ha recibido de Dios. Al final de la vida
seremos juzgados de acuerdo con la ley de la libertad (2, 12) y según la misericordia vivida
en favor del prójimo (2, 13).

2, 14 – 26: Se desarrolla un tema fundamental y controvertido en la comunidad: el de la


mutua implicación entre la fe y las obras18. De qué sirve tener fe, si no se tienen obras
(buenas), en orden a obtener la salvación eterna (cf. 1, 21; 4, 12). Las obras son el signo de
la fe auténtica. No basta la mera confesión de fe monoteísta, por buena que ésta sea, si no
se está dispuesto a cumplir la voluntad de Dios. La fe sola no sirve de nada. Y como las
obras son el signo de la fe, entonces las obras solas tampoco sirven de nada. Por eso
Santiago quiere mostrar la fe desde sus obras. San Pablo está de acuerdo con que las obras
son signo de la fe (cf. Gál. 5, 19 – 26; 1 Cor. 3, 5 – 17; 2 Cor. 5, 2 – 10; Rom. 2, 12 – 3, 8).
Y en consecuencia, Santiago puede reafirmar la conclusión de que la fe sin obras no sirve
de nada (2, 20). Se concluye con los ejemplos de Abraham y de Rahab que muestran la
mutua implicación de la fe y de las obras (2, 21 – 26). Santiago señala que si Abraham, por
la fe en Dios, superó la mayor de las tentaciones, demuestra que su fe era firme y auténtica.
Y en este sentido, Abraham fue justificado por las obras (2, 21a. 23 – 24). Esto no quiere
decir que la justificación aconteciera por las obras (de la Ley), en el sentido típicamente
16
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 296.
17
Op. Cit. Pág. 296.
18
Op. Cit. Pág. 296.
7

paulino expuesto en Rom. 3, 21 – 31, sino en el sentido de que fe y obras actúan


conjuntamente, pero ambas no actúan como dos magnitudes coordinadas, sino que las
obras están subordinadas a la fe y se convierten en el signo que pone de manifiesto la
solidez de la fe (2, 22)19.

3, 1 – 12: 3, 1 y 3, 12 forma una inclusión, ya que se utiliza la misma expresión: “mis


hermanos” y “hermanos”. Santiago llama la atención a sus lectores respecto de los
peligros que pueden surgir a raíz del poder desenfrenado de la lengua (3, 1 – 12) 20. Parece
que en la comunidad hay maestros que causan problemas, y por eso advierte contra el afán
de ser maestro, ya que el juicio será más severo para ellos, puesto que se les exige
coherencia entre lo que dicen y lo que hacen. Santiago muestra la importancia que posee un
miembro tan pequeño como la lengua, capaz de corromper todo el cuerpo (2, 3 – 6) y difícil
de dominar. Finalmente exhorta a poner fin a la ambigüedad de la lengua, ya que se utiliza
para alabar a Dios y a la vez para maldecir a los hombres (3, 9 – 12).

3, 13 – 18: Siguiendo la advertencia en contra de la pretensión de ser maestro, contrapone


la sabiduría que viene de arriba a la terrena (3, 13 – 18)21. Para discernir la auténtica
sabiduría de la falsa es criterio es el buen obrar (cf. 2, 13 – 16), e indica las cualidades de la
sabiduría verdadera (2, 17). Se concluye con una promesa escatológica: el don otorgado
por Dios será la justicia plena en el marco de la paz, a quienes trabajan por la paz (cf. Mt. 5,
9) y la reconciliación en la comunidad (3, 18).

4, 1 – 12: Comienza un nuevo bloque. Santiago denuncia la situación gravemente negativa


en que se encuentra la comunidad y que contradice su vocación cristiana. ¿Cuál es la raíz
de esta situación? Es el egoísmo mortal que se ha apoderado de los miembros de la
comunidad22 y que se expresa en todo tipo de división y violencia, fruto de su incapacidad
de orar adecuadamente (4, 1 – 3), puede que se trate de los conflictos relacionados con los
maestros que Santiago ha criticado en el capítulo 3. Santiago insiste en que hay que optar
por Dios o por el mundo (4, 4), teniendo en cuenta los derechos de Dios que ha infundido
en nosotros su Espíritu (4, 5). Santiago utiliza una cita de Prov. 3, 34, e inicia un fragmento
parenético con el que exhorta a someterse a Dios y a resistir al diablo (4, 7 – 10); y a no
calumniar ni juzgar al hermano, dos lacras que impiden la vida comunitaria, porque sólo
Dios es el legislador y juez, el único que tiene derecho a juzgar a alguien (4, 11 s.).

4, 13 – 17: Santiago hace dos serias advertencias contra la autonomía engañosa de los
cristianos ricos (4, 13 – 17 y 5, 1 – 6). ¿Por qué hace estas advertencias? A causa de la
dicotomía entre la fe que los ricos creen tener por ser miembros de la comunidad y su obrar
que no da testimonio de dicha fe23: no hacen el bien que deben (4, 17); explotan al pobre (5,
4 – 6). En la primera advertencia (4, 13 – 17) Santiago critica la autoconfianza orgullosa
19
Op. Cit. Pág. 298.
20
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 298.
21
Op. Cit. Pág. 298.
22
Op. Cit. Pág. 299.
23
Cf. Op. Cit. Pág. 299.
8

con la cual los ricos hacen sus planes económicos, olvidando que sus vidas son fugaces y
que todo depende de Dios24. En la segunda advertencia (5, 1 – 6) amenaza a los ricos, en
tono claramente profético (cf. Is. 13, 6; Am. 8, 3; Is. 14, 31) y con toda seriedad con el
juicio por su actitud antisocial. También, en tono sapiencial, Santiago afirma que su riqueza
está podrida (Eclo. 29, 19), el oro que no se emplea en favor del hermano, enmohece.
Santiago les recuerda que el salario del que han privado a sus trabajadores explotados por
ellos clama al cielo (5, 4). Mientras los ricos han vivido en delicias y han condenado y
asesinado al inocente que no les oponía resistencia (cf. Eclo 27, 13 y Sab. 2, 10. 19), no se
han dado cuenta de que se estaban cebando para el día del Juicio definitivo25 (5, 5 – 6).

Epílogo: 5, 7 – 20: Sigue la temática del Juicio, en virtud del cual Santiago exhorta a sus
lectores a vivir de acuerdo con la fe en la venida inmediata del Señor26 (5, 7 – 20). En el
contexto de la espera de la Parusía y del Juicio, Santiago exhorta, en un primer fragmento
(5, 7 – 11) a perseverar con toda paciencia en medio de las pruebas27, incluidas las que
comporta la vida comunitaria (5, 9), siguiendo el ejemplo de los profetas y de Job (5, 10 s.).
Exhorta respecto del funcionamiento de la comunidad28: prohíbe todo tipo de juramento (5,
12); recomienda la oración29, especialmente en caso de enfermedad, frente a lo cual
conviene llamar a los presbíteros de la Iglesia para que unjan con óleo al enfermo y oren
por él, lo que dará alivio y perdón de los pecados (5, 13 – 15). De allí, Santiago recomienda
la confesión mutua de los pecados y de orar unos por otros, recordando el ejemplo de Elías
y el poder de la oración en general (5, 16 – 18). Con la expresión: “hermanos míos” (5,
19a) Santiago expone el pasaje final de la carta: recuerda a sus lectores la responsabilidad
que tienen frente al hermano que se desvía de la verdad y la importancia de la corrección
fraterna30 (5, 19 – 20).

II.- DIMENSIÓN TEOLÓGICA

1.- DIOS: La concepción teológica de Santiago es eminentemente teocéntrica. Subraya la


correlación entre el ser y el obrar de Dios y el del hombre, pues Dios es el que posibilita el
ser y el obrar del hombre. Así como Dios es perfecto, indivisible, inmutable, pero no
inactivo (cf. 1, 17), es puro y absolutamente bondadoso, así también el hombre debe ser y
actuar31. Santiago describe a Dios de la siguiente manera: es Creador y Padre del universo
(1, 17). Ha creado todo libremente por su palabra (1, 18). En Él no hay nada demoníaco ni
negativo y su Espíritu habita en el hombre (3, 9; 4, 6). Da sin cálculo (1, 5); no tienta a
nadie (1, 13). No cambia de humor como los ídolos, y de Él sólo viene lo bueno (1, 17). Es
un Dios cercano (4, 7b), escucha la oración confiada (1, 5); es bondadoso y misericordioso
(5, 11); perdona los pecados (5, 15). Ama la justicia social (1, 27); venga la injusticia (5, 4
24
Cf. Op. Cit. Pág. 299.
25
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 300.
26
Cf. Op. Cit. Pág. 300.
27
Cf. Op. Cit. Pág. 300.
28
Cf. Op. Cit. Pág. 300.
29
Cf. Op. Cit. Pág. 300.
30
Cf. Op. Cit. Pág. 300.
31
Cf. Op. Cit. Pág. 309.
9

– 6). Escoge a los pobres (2, 5) y exige que se les honre (2, 3 – 5). En su mano está la vida
presente y la futura (4, 12. 15). Su juicio es duro contra los ricos que explotan al pobre (5, 1
– 6) y contra los que creen poder renunciar a las obras del amor (2, 14). El creyente debe
someterse a Dios con alegría (4, 13), porque Dios es el Legislador y el Juez (4, 12) y da la
corona de la vida a los que son fieles en las pruebas y aman a Dios (1, 12).
2.- CRISTO: Es sorprendente que el nombre de Jesús sólo aparezca dos veces (1, 1; 2, 1),
y que en ningún pasaje se mencione su muerte y resurrección. Pero en seis veces aparece
como “Señor”: 1, 1; 2, 1; 5, 7. 8. 14. 15. Un título que Santiago aplica también a Dios y
que permite comprender la cristología propia del autor. En 2, 1 el nombre “Señor” recibe el
adjetivo “de la gloria”, reflejando así una expresión arcaica de la teología judeocristiana, y
asociada al Cristo exaltado a la derecha de Dios (Lc. 24, 26); y al retorno del Hijo del
hombre al fin de los tiempos (Mt. 16, 27; 19, 28; Mc. 8, 38; 10, 37), lo que permite
entender que Santiago sitúa a la comunidad ante el Señor, Juez de la comunidad 32. De
hecho, en 5, 7 – 8, el título Señor está en relación con la espera de la Parusía, momento en
que aparecerá como Juez (5, 9). Y si ha de traducirse 1, 1 como “Santiago, siervo de
Jesucristo Dios y Señor”, se tendría una de las confesiones cristológicas más
impresionantes del Nuevo Testamento, semejante a lo que se declara en Jn. 20, 29 33. De
hecho, la expresión “Jesucristo Dios y Señor” tiene la misma estructura que 3, 9: “Con ella
bendecimos al Señor y Padre…”.

3.- LA JUSTIFICACIÓN: RELACIÓN FE Y OBRAS: Para Santiago, el hombre no


puede salvarse a sí mismo, necesita ser salvado radicalmente por la palabra (1, 21): del
juicio de Dios (2, 14); de la enfermedad corporal (5, 15); de la muerte (5, 20). El que salva
es Dios (1, 17), causa de la nueva creación escatológica del hombre (1, 18). Es Dios el que:
da la corona de la vida (1, 12); da su Espíritu que habita en el hombre y da su gracia (4, 5 –
6); elige a los pobres como herencia de su trono (2, 5); y levanta a los humildes (4, 10) 34.
Respecto a la relación fe y obras35: Santiago lucha contra una forma unilateral de entender
la fe, según la cual ésta es auténtica incluso sin manifestarse en las obras del amor (2, 14).
Para Santiago, la fe auténtica se muestra cuando coopera con las obras del amor (2, 18. 22).
Sin ello, la fe es inútil (2, 20) y muerta (2, 17 – 26). La fe viva y sólida se manifiesta en las
obras de misericordia (2, 16 – 25) y en la obediencia a Dios (2, 24). Para Santiago no valen
ni las obras solas ni la fe sola (2, 24), son las obras las que llevan a la plenitud de la fe.

Con respecto a la relación fe y obras, son muchos los autores que hoy opinan que
Santiago no se opone a la doctrina paulina de la justificación por la fe 36: de hecho, San
Pablo, que enseñó la prioridad de la fe en Cristo sobre el cumplimiento de los preceptos de
la ley mosaica en el proceso de justificación del hombre pecador, nunca consideró en
menos las obras que surgen a causa de la fe. Al contrario, para él la fe se expresa por medio
del amor de agápe, que no es un mero sentimiento interior, sino que se traduce en actos

32
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 310.
33
Cf. Op. Cit. Pág. 310.
34
Cf. Op. Cit. Pág. 310.
35
Cf. Op. Cit. Pág. 311.
36
Cf. Op. Cit. Pág. 311.
10

concretos y costosos. Por lo tanto, no media ningún abismo entre la afirmación de que la fe
sin obras es estéril (Sant. 2,20) o muerta (2, 26) y la de Gál. 5, 6, según la cual lo que vale
es una fe que se traduce en amor, puesto que las obras evocadas por Santiago no son las
prescripciones morales o rituales de la ley mosaica, sino las de la caridad (2, 15 – 16)37.
4.- ÉTICA: Si se exceptúa 1, 21 – 22, en ningún otro texto se indica que los imperativos
éticos broten de un indicativo teológico, y tampoco el mandamiento del amor es el
principio unificador de los distintos preceptos éticos. Su enseñanza moral se basa en la
certeza de que así uno se acerca a Dios (1, 20; 2, 5s; 4, 5s.), cumple su voluntad y obtiene
beneficios espirituales tanto en esta vida como en la futura (1, 2 – 4. 12; 2, 5). Domina en
Santiago el tema del sufrimiento o prueba38. En Santiago hay una cierta relación entre
pecado y sufrimiento, especialmente la enfermedad (5, 14 – 16). Pero la prueba es ocasión
para purificarse y anticipar el gozo y la espera escatológicos (1, 2 – 4), que deben
configurar la vida del cristiano. Así, la prueba no es tentación de Dios ni proviene de Él,
sino que se entiende como una forma de purificar al creyente (1, 12 – 15). Para Santiago, el
valor de un cristiano se manifiesta en las pruebas, que pueden consistir en persecuciones y
vejaciones, pero también en acontecimientos menos espectaculares, como la pérdida de las
riquezas (1, 9 – 11), o puramente interiores, como los deseos y tendencias que conducen al
pecado39. Por otro lado, Santiago enfatiza en la dignidad de los pobres40 que son elegidos
por Dios y objeto de la bienaventuranza escatológica (1, 19. 12; 2, 5. 7 ss.). Es como si para
Santiago existiera una relación estrecha entre ser pobres y ser cristiano 41. Para una persona
de condición humilde, el ser cristiano es ya una especie de exaltación (1, 9). Los verdaderos
ricos no son los que son tenidos por tales y el Señor está de parte de los que son oprimidos
o tratados injustamente. De ahí surge una consecuencia 42: hay que mejorar su condición
aquí en la tierra (4, 13 ss.). Y por eso hay que exhortar a los ricos a que se conviertan, y hay
que denunciar su mal cuando desprecian, maltratan (2, 6s.) y explotan (5, 1 – 6) a los
pobres, recordándoles la caducidad de los bienes terrenos (1, 10s.).

5.- LA PERFECCIÓN Y LA LEY: Es un tema clave en la carta. Según Santiago, sus


destinatarios deben ser “perfectos e íntegros, sin que dejéis nada que desear” (1, 4b), como
son perfectos: el don de Dios (1, 17); la “ley de la libertad” (1, 25); y la fe de Abraham (1,
25). Para Santiago es perfecto: “Si alguno no cae al hablar” (3, 1)43. ¿Cómo se alcanza la
perfección? Cumpliendo toda la Ley, y quien quebranta la Ley en un solo punto es como si
quebrantara toda la Ley (2, 9 – 11). Santiago se refiere a la Ley como “ley perfecta de la
libertad”, no porque la ley lo sea así en sí misma, sino para el que la cumple de verdad; para

37
Cf. M. Carrez; P. Dornier; M. Dumais; M. Trimaille. “Cartas de Pablo y Cartas Católicas”. Ediciones
Cristiandad, Tercera Edición. España, 1984. Pág. 283.
38
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 312.
39
Cf. M. Carrez; P. Dornier; M. Dumais; M. Trimaille. “Cartas de Pablo y Cartas Católicas”. Ediciones
Cristiandad, Tercera Edición. España, 1984. Pág. 282.
40
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 312.
41
Cf. M. Carrez; P. Dornier; M. Dumais; M. Trimaille. “Cartas de Pablo y Cartas Católicas”. Ediciones
Cristiandad, Tercera Edición. España, 1984. Pág. 285.
42
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 312.
43
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 313.
11

el que se contenta con escucharla sin someterse a ella no es más que un instrumento de
condenación. En efecto, para Santiago, la ley no consiste en unos preceptos que no se
pueden quebrantar: las obras de la ley prácticamente siempre tienen algo que ver con el
respeto y el amor al prójimo. Existe equivalencia entre la ley y el hermano44. Pero esta Ley
no se refiere sólo a la Torá. En el contexto de 1, 17 – 25, se trata de la “ley perfecta de la
libertad” (1, 25) es la Palabra de la verdad por medio de la cual Dios ha engendrado al
creyente, haciendo alusión a la instrucción cristiana recibida en el bautismo45. En 2, 8 - 12
la Ley se refiere al amor a los pobres. En 4, 11 Santiago subraya que quien critica al
hermano y lo juzga, no cumple la Ley. Para Santiago la Ley se concreta en el amor al
prójimo, que es la Palabra plantada en nosotros por la instrucción bautismal. Esta Ley del
amor al prójimo, que es la Palabra plantada en cada creyente, cuando la cumple, es capaz
de dar la salvación46. Así: Palabra plantada en cada creyente (fe) y cumplimiento de esa
Palabra (obra) no se oponen y colaboran mutuamente para la salvación. Finalmente,
Santiago insiste en las exigencias éticas de Jesús: el amor al prójimo y la justicia social.

6.- ESCATOLOGÍA: Santiago insiste en dos ideas respecto de Dios: el futuro está en
manos de Dios (1, 12. 18. 21. 25); y el juicio es algo propio de Dios, el único Juez (4, 12) 47.
Y desde allí señala: ha empezado el tiempo último de la historia (5, 8); el Juicio es
inminente. Para la comunidad48 es tiempo de prueba con el fin de perfeccionar la paciencia
(1, 2 – 4; 5, 7 – 11); debe confiar en el premio prometido (1, 12); debe renunciar a todo
proyecto de vida lejos de Dios y lleno de orgullo (4, 13 – 16). La comunidad cristiana es la
primicia de la nueva creación escatológica de Dios (1, 18). A los “maestros” que no
merezcan realmente este título les espera un juicio mayor (3, 1). Los ricos49 no reconocen
este tiempo de inminente juicio ni al Juez único, no reconocen lo efímero de la vida (1, 11),
y acumulan tesoros para el día de la matanza (5, 4) que descubrirá su insensatez (5, 1 – 3).
Los pobres50 son herederos del Reino (2, 5). Santiago advierte luego: el que en esta vida no
ha sido misericordioso con los demás, experimentará a Dios como Juez inmisericorde (2,
13). La fe “sola” no le salvará del juicio (2, 14). Pero si uno ha actuado con misericordia
con el prójimo, puede confiar en que la misericordia de Dios triunfará sobre el juicio (2,
13).

III.- DIMENSIÓN SOCIO - HISTÓRICA

1.- Santiago y el Judeocristianismo:

a.- Trasfondo judío: Santiago expone temas enraizados en la tradición judía, tales como:
Dios es uno (2, 19; 4, 12); es Dios y Padre (1, 27; 3, 9); es el Creador de los seres humanos
44
Cf. M. Carrez; P. Dornier; M. Dumais; M. Trimaille. “Cartas de Pablo y Cartas Católicas”. Ediciones
Cristiandad, Tercera Edición. España, 1984. Pág. 286.
45
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 313.
46
Cf. Op. Cit. Pág. 313.
47
Cf. Op. Cit. Pág. 314.
48
Cf. Op. Cit. Pág. 314.
49
Cf. Op. Cit. Pág. 314.
50
Cf. Op. Cit. Pág. 314.
12

que han sido hechos a su imagen (3, 9). Es misericordioso y dador de todos los dones (1, 16
– 18). Es el único Legislador y Juez (4, 11s.), es Señor todopoderoso (5, 4) y absoluto de
todo (4, 13 – 15). Condena la doblez (cf. 1, 8; 4, 8) que en el judaísmo es causa del pecado
y se debe a la falta de oración51. Santiago designa la Ley52 como “perfecta” y como “ley de
la libertad” (1, 25; 2, 12; cf. Sal. 119, 45); o “ley regia” (2, 8 // Lev. 19, 18) e insiste en que
hay que guardarla plenamente (2, 10s.). Señala a “nuestro padre Abraham” (2, 21); a los
profetas y a Job como ejemplos a seguir (5, 10); se refiere a “las doce tribus de la
dispersión” (1, 1)53. Insiste en el valor purificador de la prueba (1, 3. 12). Usa la palabra
“gehena” para designar el lugar del tormento (3, 6) y habla de la venida del Señor (5, 7; cf.
Mal. 3, 1 - 3) y del Juez que está a las puertas (5, 9; cf. Jr. 17, 19) 54. La piedad de Santiago:
el motivo del justo pobre (1, 9; 2, 5; 5, 6) y la importancia de la caridad (1, 27; 2, 15 – 16)
tiene su origen en la tradición judía. Y con respecto a sus concepciones morales, muestra
gran afinidad con Prov., y Eclo., para los cuales el ideal es vivir según la sabiduría 55, la
verdad, la justicia e insisten en la importancia de vigilar la lengua.

b.- Trasfondo cristiano: Santiago pertenece claramente al mundo del cristianismo


primitivo. Junto con explicitar el nombre de Jesús en 1,1 y 2,1, la epístola refleja varios de
los dichos de Jesús que se conocen por la tradición sinóptica 56, por ejemplo: 1, 5. 17: Dios
concede la sabiduría y Él da todo don perfecto, hay que pedirlo a Dios. Y 5, 12: No jurar ni
por el cielo ni por la tierra, ni por ninguna cosa. Y sobre todo la relación con el Sermón de
la Montaña es innegable:

Mt. 7, 21: “No todo el que me diga ´Señor, Señor´ entrará en el Reino de los Cielos, sino
el que haga la voluntad de mi Padre que está en los cielos”.

Sant. 1, 22: “Poned por obra la palabra y no os contentéis sólo con oírla, engañándoos a
vosotros mismos”.

También, la discusión sobre la relación entre la fe y las obras57 en 2, 14 – 26 no se


comprende sin un cierto conocimiento de la doctrina paulina de la justificación por la fe, tal
como se vivía dentro del cristianismo primitivo. Santiago utiliza el lenguaje de la
escatología cristiana58 en 5, 7 – 8: paciencia hasta la venida del Señor… está cerca. Utiliza
el lenguaje de la iniciación cristiana 59 y alusiones sacramentales, aunque no queda claro
si se trata del bautismo o sólo de la conversión en general, en 1, 18. 21: “Nos engendró…
con la palabra de verdad para que fuésemos las primicias de sus criaturas… y recibid con
docilidad de la palabra sembrada en vosotros, que es capaz de salvar vuestras vidas”. La
51
Cf. Op. Cit. Pág. 316.
52
Cf. Op. Cit. Pág. 317.
53
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 317.
54
Cf. Op. Cit. Pág. 317.
55
Cf. Op. Cit. Pág. 317.
56
Cf. Op. Cit. Pág. 318. [Ver anexo de este informe].
57
Cf. Op. Cit. Pág. 318.
58
Cf. Op. Cit. Pág. 318.
59
Cf. Op. Cit. Pág. 318.
13

Iglesia Católica ha considerado Sant. 5, 14 – 15 como el fundamento bíblico del sacramento


de los enfermos60. Las alusiones cúlticas61 son innegables: utiliza el término Iglesia como
calificativo de la comunidad (5, 14). Se habla de: “palabra que regenera” (1, 18 ss.);
“asamblea” (2, 2); “cuerpo y los miembros” (3, 10); “bendición y maldición” (3, 10); “culto
o religión verdadera” (1, 26 s.); “maestros” (3, 1 – 2); “ancianos” (5, 14); “cantos” (5, 13);
“oraciones y confesiones mutuas” (5, 16).

Con respecto a Jesús: se le denomina como “Jesucristo glorificado” o “de la gloria”


(2, 1) lo que coincide con una línea de reflexión cristológica que encontramos en ciertas
corrientes del cristianismo primitivo. Se le denomina “Señor” (1,1; 21, 1; 5, 7 – 8. 14 – 15).
Es con el poder y la autoridad de Jesús como los ancianos de la comunidad ungen con
aceite a los enfermos.

Los textos parenéticos de Santiago tienen una fuente común con los escritos de San
Pablo y la tradición sinóptica. También hay afinidad con obras de otros autores cristianos,
sobre todo del 95 al 150, como la Carta a los Corintios de Clemente Romano, la Carta de
Bernabé y el Pastor de Hermas. El autor Köster 62 señala que la Carta de Santiago estaría en
la herencia de un judeocristianismo entusiasta y arcaico dedicado a la elaboración de los
logia como palabras del Señor, la continuación de la predicación profética de Jesús y de la
actividad profética de misioneros cristianos marcados por el ideal de la pobreza, y una
organización de la Iglesia en secta escatológica. En efecto, la Carta de Santiago es una
especie de repetición meditada de algunas “palabras de Jesús”. Un estudio minucioso de
esos logia muestra que Santiago no se inspira directamente en Mateo ni en Lucas;
probablemente recoge una tradición de las palabras de Jesús en que se inspiraron Mateo y
Lucas63. Finalmente, según los textos 1, 9 s. y 5, 1 – 4 pareciera que existe tensión entre
ricos y pobres. Esta contraposición entre rico – malo y pobre – justo es convencional en
determinadas áreas del judaísmo64 y ha quedado reflejada en Sal. 10; 49 y 140. Es clara la
antipatía que Santiago manifiesta hacia los ricos, y la dureza de su lenguaje parece reflejar
que su forma de pensar no es compartida por la mayoría de la comunidad.

2.- Santiago y el Helenismo: La lengua de Santiago es el griego. El autor pertenece y


refleja la cultura y sociedad grecorromana del siglo I 65. Su lenguaje manifiesta esas huellas:
multiplicación de imperativos, empleo de palabras raras, utilización de la retórica griega y
procedimientos propios de las discusiones rabínicas66. Su sistema lingüístico revela una
ideología de múltiples elementos: concepción del poder y de la autoridad; una antropología
universalista y abstracta; búsqueda de un ideal de humanidad marcado por la resistencia, la

60
Cf. M. Carrez; P. Dornier; M. Dumais; M. Trimaille. “Cartas de Pablo…”. Pág. 276.
61
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 318.
62
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 319.
63
Cf. M. Carrez; P. Dornier; M. Dumais; M. Trimaille. “Cartas de Pablo…”. Pág. 275.
64
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 319.
65
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 320.
66
Cf. G. Becquet… Cuadernos Bíblicos N° 61. “La Carta de Santiago…” Pág.67.
14

perfección y el dominio de los deseos sensibles 67. Santiago valora la perfección del
individuo que permanece impasible, ya que en Dios no hay cambio ni sombra de
movimiento (1, 17). Esto permite identificar rasgos de la filosofía estoica popularizada en
su época68.

Por otra parte, Santiago cita y conoce bien la versión de los LXX 69. Por ejemplo: 3,
9. 18; 4, 5; 5, 4; 1, 10:

1, 10: “y el rico, en su humillación, porque pasará como flor de hierba…” // Is. 40, 6 – 7:
“…Que todo ser vivo es hierba y todo su esplendor flor del campo. La flor se marchita, se
seca la hierba…”.

Además, el comienzo de la epístola es típico de las cartas helenísticas (1, 1). Utiliza
la diatriba, desarrollada en las escuelas cínica y estoica, y utilizada por los predicadores
populares y por San Pablo (2, 18; 3, 10; 4, 13). Utiliza metáforas propias de la literatura
griega y latina, por ejemplo: el control del caballo y del barco en 3, 3 – 4; el domar los
animales en 3, 7; el vapor en 4, 14. El dicho de 4,15: “Si el Señor quiere, viviremos y
haremos esto o aquello” no tiene trasfondo bíblico, pero es una frase familiar en el
helenismo. Refleja una cierta familiaridad con el lenguaje técnico de la astronomía (1, 17);
con el lenguaje mágico (2, 19) y filosófico70 (3, 6).

3.- Cuestiones Abiertas:

a.- Fecha de composición: Dos grandes opciones hipotéticas. 1.- Aquellos que creen que
la Carta es obra del hermano de Jesús71: la sitúan entre los años 35 y 49, y estiman que la
comunidad (2, 2) y la cristología (2, 1) aún están en estado embrionario; hay una espera
próxima de la parusía (5, 7); la enseñanza es pre paulina (2, 14 ss.); y parece no tener
conocimiento de la evangelización en tierra pagana, ni de la crisis que ello provocó en el
judeocristianismo. Otros la sitúan antes del martirio de Santiago, entre los años 62 y 65, y
estiman que la comunidad ya está organizada; subrayan las afinidades con las tradiciones
neotestamentarias que suponen un cierto retraso en el tiempo. Y 2.- Aquellos que no creen
que la Carta sea obra del hermano de Jesús72: piensan que la Carta es el escrito más
antiguo del NT, enviado desde Jerusalén entre los años 40 y 50, antes del Concilio de
Jerusalén. Otros estiman que la afinidad de la Carta con la tradición oral pre sinóptica hace
posible la datación temprana de la Carta. Otros la sitúan hacia el año 60 porque Santiago no
conoce las cartas de Pablo ni alude a la situación judeocristiana posterior al año 70. Pero
también se piensa que la Carta puede ser más tardía, y la sitúan entre los años 80 – 100, por
los siguientes indicios: la ausencia de elementos carismáticos; la presencia de rasgos

67
Cf. G. Becquet… Cuadernos Bíblicos N° 61. “La Carta de Santiago…” Pág.67.
68
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 320.
69
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 320.
70
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 321.
71
Cf. Op. Cit. Pág. 321.
72
Cf. Op. Cit. Pág. 322.
15

institucionales; el poco significado del kerigma; y el énfasis en la coherencia entre la fe y la


vida que parece haberse enfriado73.

b.- El Autor: A finales del siglo II atribuye la Carta a Santiago, el hermano del Señor (cf.
Mc. 6, 1 – 6a) y líder de la Iglesia de Jerusalén (cf. Hch. 15; Gál. 2, 1 – 14), martirizado el
año 62 d. C. quien gozó de gran prestigio en el cristianismo primitivo 74. Pero hoy son pocos
los especialistas que sostienen esta opinión75. Las razones son serias para poner en cuestión
que el autor sea el hermano, y son las siguientes 76: 1.- El buen griego del escrito y su
conocimiento del helenismo y de la ética estoica parecen no ser propios de un hombre
procedente del medio rural sencillo de Galilea, inmerso en el mundo arameo – hebreo del
judeocristianismo de Jerusalén; 2.- El problema candente de la convivencia entre judeo -
cristianos y pagano – cristianos en el que Santiago desempeñó un papel fundamental, está
totalmente ausente en la Carta; 3.- Si el autor fuera el hermano del Señor no se entiende por
qué no considera el ejemplo dado por Jesús y sí menciona el ejemplo de Abraham, Rahab,
Job y los profetas; 4.- Si la Carta fuera de Santiago: ¿Por qué no fue conocida en el mundo
cristiano hasta fines del siglo II?; 5.- La temática de la relación entre Fe y Vida y el peligro
de la incoherencia parece no ser un problema propio de los primeros cristianos, sino de las
generaciones posteriores, a fines de la era apostólica; y 6.- Y las relaciones literarias y
teológicas con escritos pertenecientes a una época posterior, como son Mt., 1 Clemente,
Carta de Bernabé, Didakhé, Hermas, hacen pensar que Santiago el hermano del Señor no es
el autor de la Carta.

c.- Lugar: Dos son las opciones: Jerusalén, para quienes el autor es Santiago el hermano
del Señor77; y Alejandría o Antioquía, puesto que la Carta hace pensar que su autor es un
judeo cristiano muy culto, gran conocedor del mundo helenista y griego78.

d.- Destinatarios: El aspecto marcadamente judío de la Carta; la ausencia de alusiones a


las persecuciones, hace pensar que se trata de un escrito muy antiguo. Pero, su vocabulario
tan griego, su parecido con la primera carta de Pedro, y su tendencia a universalizar,
73
Cf. Op. Cit. Pág. 322.
74
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 322.
75
M. Carrez; P. Dornier; M. Dumais; M. Trimaille, señalan en su obra: [“hay que contar con las dificultades
de tal atribución, que para muchos son hoy insuperables: la escasez de referencias a Jesús y, sobre todo, a su
pasión – resurrección en un pariente del Señor, favorecido además con una aparición del Resucitado, según 1
Cor. 15, 7; la escasa importancia de las prescripciones concernientes al culto en la puma de un cristiano muy
ligado al Templo de Jerusalén; la elegancia del lenguaje en un galileo de Nazaret y la semejanza de Santiago
con los primeros Padres o escritores cristianos del siglo II.
76
Cf. Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos…”. Pág. 323 – 324.
77
Cf. Op. Cit. Pág. 323 – 324.
78
Cf. Op. Cit. Pág. 323 – 325.
16

permite pensar que se trata de un escrito tardío. La carta podría ser posterior a las de Pablo.
Por lo tanto, los destinatarios podrían ser judíos cristianos, no palestinos, dispersos por la
sociedad helenizada del Asia Menor79.

79
Cf. G. Becquet… Cuadernos Bíblicos N° 61. “La Carta de Santiago…”. Pág.6.
CONCLUSIONES

A partir del texto analizado “Escritos Joánicos y Cartas Católicas”, más algunos
comentarios y apreciaciones incorporadas procedentes de otros autores, ha sido posible
formular las siguientes conclusiones acerca de la Carta de Santiago:

1.- Desde un punto de vista literario: la Carta de Santiago puede ser reconstruido con
cierta fidelidad a partir de los códices griegos unciales B, S, A y C, aportando valiosos
datos también el Papiro 74, el códice griego minúsculo 33 y el códice latino ff. El texto
desarrolla un griego koiné excelente, con un lenguaje vivaz construido de frases breves,
preocupado por el orden adecuado de las palabras, usando técnicas y adjetivos compuestos
y haciendo juego de palabras. Carece de anacolutos y destaca en la precisión con que el
autor utiliza y domina las partículas para unir y oponer las frases o las proposiciones.
Utiliza imágenes y comparaciones llenas de fuerza. Expone 63 hapax legomena, y de ellas
45 provienen de la versión de los LXX y 18 son de su original autoría. Desarrolla el género
literario de la diatriba: interpelaciones; tesis y refutación de objeciones; preguntas;
comparaciones; e injurias. Esto permite deducir que el que escribió esta Carta tuvo que ser
un helenista culto, que dominaba bien la retórica y conocía la Versión de los LXX, ya que
va presentando citas de dicha traducción.

Con respecto a su estructura, no es fácil determinar una estructura definida, es


evidente que contiene una reunión de diversas unidades menores que han dado origen a
distintas propuestas de división de la carta por parte de los especialistas. En cuanto a su
contenido, la carta presenta: un saludo epistolar inicial; un prólogo; y luego, un cuerpo
que incluye el tratamiento de diversas temáticas en contexto comunitario: 1.- Escuchar y
poner en práctica la Palabra en oposición a la ira; 2.- Importancia de dominar la lengua; 3.-
Crítica en contra de la acepción de personas que contradice la praxis de Cristo; 4.- La
mutua implicación entre la fe y las obras; 5.- Los peligros que provoca el poder
desenfrenado de la lengua y la pretensión de querer ser maestro dentro de la comunidad; 6.-
El egoísmo que se ha apoderado de los miembros de la comunidad, expresado en división y
violencia; 7.- Las advertencias en contra de los cristianos ricos, por su incoherencia de vida
en relación con los pobres; y 8.- El Juicio final que es inminente, y por lo cual es necesario
vivir de acuerdo con la fe en la venida inmediata del Señor.

2.- Desde un punto de vista teológico: La concepción teológica de Santiago es teocéntrica:


Dios es perfecto y activo, así también el hombre debe buscar la perfección y manifestar por
medio de sus obras la fe. Dios es pura bondad, no tienta a nadie, de Él no procede mal
alguno. Es un Dios cercano y misericordioso, ama la justicia social, escoge a los pobres. En
su mano está el juicio, da la corona de la vida a los que son fieles en medio de las pruebas.
Con respecto a Jesucristo, Él es el Señor de la gloria, expresión arcaica de la teología
judeocristiana, que se asocia con Cristo exaltado a la derecha de Dios y con el retorno del
Hijo del hombre al fin de los tiempos. Jesucristo es el juez de la comunidad. Jesucristo es
Dios y Señor.
Otro punto teológico fundamental en la Carta de Santiago es la relación entre fe y
obras en orden a la justificación. El hombre no puede salvarse a sí mismo, necesita
radicalmente ser salvado por la Palabra. La fe no puede entenderse desde una perspectiva
unilateral: el hombre no se salva sólo con decir que tiene fe, sin traducirla en obras de
caridad. La fe auténtica es aquella que coopera con las obras del amor, de lo contrario esa
fe está muerta. Por otro lado, las obras que no están animadas por la fe, tampoco sirven de
nada. Queda claro ya para los estudiosos que Santiago, con su enseñanza al respecto, no se
opone a la doctrina paulina de la justificación por la fe, porque simplemente San Pablo
enseña también que lo que vale es una fe que se traduce en amor. Santiago (2, 20) y San
Pablo (Gál. 5, 6) enseñan que la fe debe traducirse en obras de caridad, obras que no se
identifican con el cumplimiento de las prescripciones morales o rituales de la Ley de
Moisés.

La ética reflejada en la Carta de Santiago se basa en el siguiente presupuesto: quien


se acerca a Dios y cumple su voluntad, obtiene beneficios espirituales tanto en esta vida
como en la futura. Y presta énfasis a dos puntos: primero, el sufrimiento o prueba, que es
ocasión para el cristiano de purificarse, a partir de lo cual se manifiesta su valor. El
cristiano que vence en la prueba y es constante se purifica de todo mal y anticipa la espera
escatológica. Y segundo, la dignidad de los pobres que son elegidos por Dios y son sujeto
de la bienaventuranza escatológica. Los verdaderos ricos son los pobres de este mundo,
aquellos que son tratados con injusticia y opresión. Consecuencia de ello: es necesario
mejorar su condición aquí en la tierra, para lo cual es indispensable denunciar las injusticias
cometidas por los ricos para que se conviertan y practiquen la justicia a favor de los pobres.

En relación con la perfección y la ley, para Santiago, sus destinatarios deben ser
perfectos, es decir, deben evitar caer en el hablar y cumplir toda la Ley, la Ley perfecta de
la libertad, aquella que va en relación directa con el prójimo y con la Palabra que ha sido
plantada en cada creyente. Esa Ley de libertad se refiere al amor al prójimo y especialmente
a los pobres. La Palabra plantada en cada creyente, cuando el creyente la vive o la cumple
amando al prójimo, y especialmente al pobre, contribuye a la salvación. Por eso consiste en
la Ley de la libertad. Y finalmente, otro tema fundamental de la Carta es la escatología, el
futuro está en manos de Dios y el juicio es algo propio de Dios. El juicio es inminente y
para la comunidad es un tiempo de prueba para perfeccionarse en la paciencia, por eso a los
maestros no dignos de ese título les espera un juicio mayor; a los ricos que no reconocen al
único juez, serán descubiertos en su insensatez en el último día; y a los pobres, les espera
heredar el Reino. Es necesario ser misericordioso con el prójimo, para hallar misericordia
en Dios.

3.- Desde un punto de vista sociohistórico: es evidente que la Carta de Santiago refleja un
trasfondo judeocristiano y las características de la cultura y la sociedad grecorromana del
siglo I. 1.- El trasfondo judío se evidencia por las temáticas que desarrolla y que están
enraizadas en la tradición judía: Dios es uno, es Padre, es Creador de todo; misericordioso,
Único legislador y juez, que condena la doblez; la Ley perfecta, de libertad y regia, la que
debe ser guardada íntegramente; alude a Abraham, a los profetas, a Job, a las doce tribus de
la dispersión; la prueba tiene un valor purificador; señala la venida del Señor y Juez; da la
importancia a la caridad y a la vigilancia sobre la lengua, temáticas típicamente judías. 2.-
El trasfondo cristiano, refleja el mundo del cristianismo primitivo, señala a Jesús y va
haciendo alusión a varios de los dichos de Jesús contenidos en la tradición sinóptica, como
una repetición mediata de algunas “palabras de Jesús”. Al respecto, los especialistas indican
que un estudio minucioso de estas “palabras” muestra que Santiago se inspira en una
tradición presinóptica. Por otro lado, la temática relación fe y obras, no se comprendería sin
un cierto conocimiento de la doctrina paulina de la justificación por la fe, tal como era
vivida en el cristianismo primitivo. Además, Santiago utiliza el lenguaje de la escatología
cristiana, de la iniciación cristiana con alusiones sacramentales referidas al bautismo, al
perdón de los pecados, y a la unción de los enfermos. Y 3.- El trasfondo helenista se nota
en que la Carta de Santiago desarrolla una antropología universalista y abstracta; presenta
el ideal de humanidad marcada por la resistencia, la perfección y el dominio sobre los
deseos sensibles. Santiago cita y domina la versión de los LXX, utiliza la diatriba que era
utilizada en las escuelas cínica y estoica, utiliza metáforas propias de la literatura griega y
latina, y presenta un lenguaje familiar con la astronomía, la magia y la filosofía.

Finalmente, en relación con la fecha de composición, autor, lugar de composición y


destinatarios de la Carta de Santiago, se levantan varias hipótesis: por una parte, la Carta
sería obra del hermano de Jesús, lo que la situaría entre los años 35 y 49 como fecha de
composición; o más tardía, entre los años 62 y 65, antes del martirio de Santiago. Y por otra
parte, la Carta no sería obra del hermano de Jesús, sería uno de los escritos más antiguos
del Nuevo Testamento, compuesto entre los años 40 y 50, antes del Concilio de Jerusalén.
Otros la sitúan hacia el año 60 porque estiman que Santiago no conoce las Cartas de San
Pablo ni alude a la cuestión judeocristiana posterior al año 70. Otros estiman que la Carta es
más tardía, entre los años 80 y 100, ya que no aparecen elementos carismáticos; presenta
rasgos institucionales de la comunidad; el poco significado del kerigma; y el énfasis en la
coherencia entre fe y vida que parece estar enfriándose.

Con respecto al autor de la Carta, hoy son muy pocos los especialistas que piensan
en que haya sido escrita por el hermano del Señor, Santiago, líder de la Iglesia de Jerusalén,
por las siguientes razones: 1.- el lenguaje griego excelente, el conocimiento del mundo
helenista que sería ajeno al hombre sencillo proveniente de Galilea; 2.- el silencio que la
Carta hace respecto de la controversia en cuanto a la relación judíos – cristianos y paganos
– cristianos, en la que Santiago tuvo protagonismo; 3.- el silencio que la Carta guarda
respecto del ejemplo de Jesús como modelo para los cristianos; 4.- la fecha tardía en que se
conoció esta Carta en el ambiente cristiano de finales del siglo II; 5.- el énfasis puesto en la
relación fe y obras que no parece ser un problema para los primeros cristianos; y 6.- las
relaciones literarias y teológicas notorias que existen entre la Carta y los escritos
representativos del cristianismo de una época posterior al “hermano del Señor”. En
relación con el lugar de composición, lo más probable es que haya sido escrita en
Alejandría o Antioquía, ya que la Carta hace pensar que su autor es un judeocristiano muy
culto, conocedor del mundo helenista. Y con respecto a los destinatarios de la Carta, éstos
podrían ser judíos cristianos, no palestinos, dispersos por la sociedad helenizada del Asia
Menor.

BIBLIOGRAFÍA

1.- Josep-Oriol Tuñí y Xavier Alegre. “Escritos Joánicos y Cartas Católicas”. Editorial
Verbo Divino. Quinta Edición. España, 2001. Pág.

2.- G. Becquet; P. Cazaux; F. Dumortier; E. Fudji; M. Gart; A. Harl; M. Jacob; G. Oberson;


P. Pochou; C. Schäffer; G. Sindt. Cuadernos Bíblicos N° 61. “La Carta de Santiago,
Lectura Socio – lingüística”. Editorial Verbo Divino. España, 1988. Pág.13.

3.- M. Carrez; P. Dornier; M. Dumais; M. Trimaille. “Cartas de Pablo y Cartas


Católicas”. Ediciones Cristiandad, Tercera Edición. España, 1984. Pág.
ANEXO
TEMAS PARALELOS ENTRE
LA CARTA DE SANTIAGO Y LA TRADICIÓN PRESINÓPTICA

TEMÁTICA CARTA DE SANTIAGO TRADICIÓN


PRESINÓPTICA
Alegría en las pruebas 1, 2 – 4: “…sentíos realmente Mt. 5, 11s: “Bienaventurados
dichosos cuando os veáis seréis cuando os injurien y os
rodeados por toda clase de persigan, y cuando, por mi
pruebas… la calidad probada de causa, os acusen en falso de
vuestra fe produce paciencia… la toda clase de males… Alegraos y
paciencia ha de culminar en una regocijaos, porque vuestra
obra perfecta…”. recompensa será grande en los
cielos…”.

Lc. 6, 22 s: “Bienaventurados
seréis cuando los hombres os
odien, cuando os expulsen, os
injurien y proscriban vuestro
nombre como malo por causa
del Hijo del hombre… Alegraos
ese día y saltad de gozo, que
vuestra recompensa será grande
en el cielo…”.
Llamada a la perfección 1, 4: “Pero la paciencia ha de Mt. 5, 48: “Vosotros, pues, sed
culminar en una obra perfecta, perfectos como es perfecto
para que seáis perfectos e vuestro Padre del cielo”.
íntegros, sin que dejéis nada que
desear”.
Dios da al que le pide 1, 5 – 6: “Si alguno de vosotros Mt. 7, 7: “Pedid y se os dará:
carece de sabiduría, que la pida buscad y hallaréis; llamada y se
a Dios. Seguro que se la os abrirá”.
concederá… pero que la pida
con fe, sin vacilar; porque el que Mt. 21, 21: “Jesús les
vacila es semejante al oleaje del respondió: ‘Os aseguro que si
mar, agitado por el viento y tenéis fe y no vaciláis, no solo
zarandeado de una a otra parte”. haréis lo de la higuera, sino
que… y todo cuanto pidáis con fe
en la oración, lo recibiréis”.

Lc. 1, 20: “Mira, por no haber


creído mis palabras, que se
cumplirán a su tiempo, vas a
quedar mudo, y no podrás hablar
hasta el día en que sucedan estas
cosas”.
Dones de Dios 1, 17: “Toda dádiva buena y Mt. 7, 11: “Pues si vosotros,
todo don perfecto que recibimos que sois malos, sabéis dar cosas
viene de lo alto, desciende del buenas a vuestros hijos, ¡cuánto
Padre de las luces, en quien no más vuestro Padre que está en
hay cambio ni fase de sombra”. los cielos dará cosas buenas a
los que se las pidan”.
TEMÁTICA CARTA DE SANTIAGO TRADICIÓN
PRESINÓPTICA
Escuchar la Palabra y 1, 22 – 23: “Poned por obra la Mt. 7, 24 – 27: “Así, pues,
ponerla por obra palabra y no os contentéis sólo todo el que oiga estas palabras
con oírla, engañándoos a mías y las ponga en práctica se
vosotros mismos. Si alguno se parecerá al hombre prudente que
contenta con oír la palabra sin edificó su casa sobre roca… no
ponerla por obra, se parece al se derrumbó porque estaba
que contemplaba sus rasgos en cimentada sobre roca”.
un espejo: efectivamente, se
contempló, pero, en cuanto se dio Lc. 6, 47 – 49: “Voy a
media vuelta, se olvidó de cómo explicaros a quién se parece todo
era”. el que viene a mí, escucha mis
palabras y las pone en práctica.
Se parece a un hombre que, al
edificar una casa, cavó
profundamente y puso los
cimientos sobre roca”.
Felicidad en la práctica de 1, 25: “En cambio, el que Mt. 5, 19b: “En cambio, el que
la Ley considera atentamente la Ley los observe y los enseñe [los
perfecta de la libertad y se mandamientos de la ley] ése será
mantiene firme, no como oyente grande en el Reino de los
olvidadizo, sino como cumplidor Cielos”.
de ella, será feliz
practicándola”.
Pobres y Reino de Dios 2, 5 – 7: “¿Acaso no ha Mt. 5, 3: “Bienaventurados los
escogido Dios a los pobres según pobres de espíritu, porque de
el mundo como ricos en la fe y ellos es el Reino de ellos
herederos del Reino que Cielos”.
prometió a los que le aman? ¡En
cambio, vosotros habéis Lc. 6, 20b: “Bienaventurados
menospreciado al pobre! ¿No los pobres, porque vuestro es el
son acaso los ricos los que os
Reino de Dios”.
oprimen y os arrastran a los
tribunales? ¿No son ellos los que
blasfeman el hermoso Nombre
que ha sido invocado sobre
vosotros?”.
Misericordia frente al juicio 2, 12 – 13: “Hablad y obrad Mt. 5, 7: “Bienaventurados los
tal como corresponde a los que misericordiosos, porque ellos
han de ser juzgados por la ley alcanzarán misericordia”.
que nos hace libres. Porque
quien no tuvo misericordia será Mt. 6, 14 – 15: “Que si
juzgado sin misericordia; la vosotros perdonáis a los hombres
misericordia se siente superior al sus ofensas, os perdonará
juicio”. también a vosotros vuestro Padre
celestial, pero si no perdonáis a
los hombres, tampoco vuestro
Padre perdonará vuestras
ofensas”.
Fe y obras 2, 14 ss.: “¿De qué sirve… que Mt. 7, 21: “No todo el que
alguien diga: ‘Tengo fe’, si no diga ‘Señor, Señor’ entrará en
tiene obras? ¿Acaso podrá el reino de los Cielos, sino el que
salvarle la fe?... pues, así es haga la voluntad de mi Padre
también la fe; si no tiene obras, que está en los cielos”.
está realmente muerta…
Muéstrame tu fe sin obras y yo te
mostraré por las obras mi fe…”

TEMÁTICA CARTA DE SANTIAGO TRADICIÓN


PRESINÓPTICA
Es temible ser maestro 3, 1 – 2: “Hermanos míos, no Mt. 23, 8: “Vosotros, en
queráis ser maestros muchos de cambio, no os dejéis llamar
vosotros, pues habéis de saber ‘Rabbí’, porque uno solo es
que tendremos un juicio más vuestro Maestro; y vosotros sois
severo, pues todos caemos todos hermanos”.
muchas veces”.
Mc. 12, 38 – 40: “Guardaos
de los escribas, que gustan
pasear con amplio ropaje, ser
saludados en las plazas, ocupar
los primeros asientos en las
sinagogas y los primeros puestos
en los banquetes; y que devoran
la hacienda de las viudas so capa
de largas oraciones. Ésos
tendrán una sentencia más
rigurosa”.
Bien y mal (a propósito de 3, 8 – 12: “…ningún hombre Mt. 12, 33 – 37: “¡Raza de
la lengua) ha podido domar la lengua, pues víboras!, ¿cómo podéis vosotros
es un mal turbulento y está llena hablar cosas buenas siendo
de un veneno letal. Con ella malos? Porque la boca habla de
bendecimos al Señor y Padre, y lo que rebosa el corazón… Os
con ella maldecimos a los digo que los hombres darán
hombres, hechos a imagen de cuenta el día del Juicio de toda
Dios; de una misma boca palabra ociosa que pronuncien.
procede la bendición y la Porque por tus palabras serás
maldición. Esto, hermanos míos, declarado justo y por tus
no debe ser así”. palabras serás condenado”.
Comparación del mundo 3, 12: “¿Acaso, hermanos míos, Mt. 7, 16: “Por sus frutos los
vegetal puede la higuera producir conoceréis ¿Acaso se recogen
aceitunas y la vid higos? uvas de los espinos o higos de
Tampoco el agua salada puede los abrojos? Así, todo árbol malo
producir agua dulce”. da frutos malos. Un árbol bueno
no puede producir frutos malos,
ni un árbol malo producirlos
buenos”.
La sabiduría en sus obras 3, 13: “¿Hay entre vosotros Mt. 11, 19b: “Pero la
alguien sabio o con experiencia? Sabiduría se ha acreditado por
Pues que lo demuestre con su sus obras”.
buena conducta, con las obras
inspiradas en la humildad que
da la sabiduría”.
Promesa a los creadores de 3, 18: “Los que procuran la paz Mt. 5, 9: “Bienaventurados los
paz siembran en paz frutos de que trabajan por la paz, porque
justicia”. ellos serán llamados hijos de
Dios”.
Pedir bien para recibir de 4, 3: “Pedís y no recibís porque Mt. 6, 7 ss.: “…cuando oréis,
Dios pedís mal, con la intención de no charléis mucho, como los
malgastarlo en vuestros deseos paganos, que se figuran que por
de placer”. su palabrería van a ser
escuchados. Nos seáis como
ellos, porque vuestro Padre sabe
lo que necesitáis antes de
pedírselo… No andéis, pues,
preocupados diciendo: ‘¿qué
vamos a comer?, ¿qué vamos a
beber?, ¿con qué vamos a
vestirnos?, pues por todas esas
cosas se afanan los paganos.
Vuestro Padre celestial ya sabe
que tenéis necesidad de todo eso.
Buscad primero el Reino de Dios
y su justicia, y todas esas cosas
se os darán por añadidura.
El servicio exclusivo 4, 4: “¡Adúlteros!, ¿no sabéis Mt. 6, 24: “Nadie puede servir
dedicado a Dios que la amistad con el mundo es a dos señores, porque
enemistad con Dios? aborrecerá a uno y amará al
Cualquiera, pues, que desee ser otro; o bien se dedicará a uno y
amigo del mundo se constituye despreciará al otro. No podéis
en enemigo de Dios”. servir a Dios y al dinero”.
Desgraciados los que ríen: 4, 9: “Lamentad vuestra Lc. 6, 25: “¡Ay de los que reís
llorarán miseria, entristeceos y llorad. ahora!, porque os afligiréis y
Que vuestra risa se cambie en lloraréis.
llanto y vuestra alegría en
tristeza”.
Humillación y exaltación 4, 10: “Humillaos ante el Señor Mt. 23, 12: “Pues el que se
y él os ensalzará”. ensalce, será humillado; y el que
se humille, será ensalzado”.

Lc. 14, 11: “Porque todo el


que se ensalce será humillado, y
el que se humille será
ensalzado”.
Dios puede salvar y 4, 12: “Uno solo es legislador y Mt. 10, 28: “…temed más bien
condenar juez, el que puede salvar o al que puede llevar a la
perder. En cambio tú, ¿quién perdición alma y cuerpo en la
eres para juzgar al prójimo?” Gehenna”.
Preocupaciones por el 4, 13 - 14: “Tened en cuenta Mt. 6, 32 – 34: “No andéis,
mañana una cosa los que decís: ‘Hoy o pues, preocupados diciendo:
mañana iremos a tal o cual ‘¿qué vamos a comer?, ¿qué
ciudad, pasaremos allí el año, vamos a beber?, ¿con qué vamos
negociaremos y ganaremos a vestirnos?, pues por todas esas
dinero”. ¿Cómo habláis así, si cosas se afanan los paganos.
ni siquiera sabéis qué será Buscad primero el Reino de Dios
mañana de vuestra vida?” y su justicia, y todas esas cosas
se os darán por añadidura. Así
es que no os preocupéis del
mañana, pues el mañana se
preocupará de sí mismo: cada
día tiene bastante con su propio
mal”.

Lc. 12, 19 - 21: “…y me diré:


Ahora ya tienes abundantes
bienes en reserva para muchos
años. Descansa, come, bebe y
banquetea. Pero Dios le dijo:
¡Qué necio eres! Esta misma
noche te reclamarán la vida.
¿Para quién será entonces todo
lo que has preparado?”

TEMÁTICA CARTA DE SANTIAGO TRADICIÓN


PRESINÓPTICA
El juicio para el que conoce 4, 17: “Aquel, pues, que sabe Lc. 12, 47: “Aquel siervo que,
el bien hacer el bien y no lo hace, conociendo la voluntad de su
comete pecado”. señor, no ha preparado nada ni
ha obrado conforme a su
voluntad, recibirá muchos
azotes”.
¡Ay de vosotros los ricos! 5, 1: “Así que vosotros los ricos, Lc. 6, 24: “Pero ¡ay de
llorad y dad alaridos por las vosotros, los ricos!, porque ya
desgracias que van a caer sobre habéis recibido vuestro
vosotros. Vuestra riqueza está consuelo”.
podrida, y vuestros vestidos,
apolillados. Vuestro oro y Mt. 6, 19ss: “No os
vuestra plata están llenos de amontonéis tesoros en la tierra,
herrumbre, y esta herrumbre donde hay polilla y herrumbre
será vuestro testigo de cargo y que corroen, y ladrones que
devorará vuestras carnes como socavan y roban. Amontonaos
fuego. Habéis acumulado más bien tesoros en el cielo,
riquezas en estos días, que son donde no hay polilla ni
los últimos”. herrumbre que corroan, ni
ladrones que socaven y roben,
porque donde esté tu tesoro, allí
estará también tu corazón”.
Paciencia en la espera de la 5, 7 – 9: “Hermanos, tened, Mt. 21, 34: “Cuando llegó el
parusía pues, paciencia hasta la Venida tiempo de la vendimia, envió sus
del Señor. Fijaos en el labrador, siervos a los labradores para
que espera con paciencia que la percibir sus frutos…”.
tierra dé su precioso fruto, hasta
recibir las lluvias tempranas y Mt. 24, 33: “Así también
tardías. Tened también vosotros vosotros, cuando veáis todo esto,
paciencia y fortaleced vuestro sabed que Él está cerca, a las
ánimo, porque la Venida del puertas”.
Señor está cerca”.
Mt. 13, 27 – 30: “…los
siervos se acercaron al amo y le
preguntaron: ‘Señor, ¿no
sembraste semilla buena en tu
campo? ¿Por qué tiene entonces
cizaña? Él les respondió: ‘Algún
enemigo ha hecho esto’. Los
siervos le dijeron: ‘¿Quieres,
pues, que vayamos a recogerla?’
Les respondió: ‘No, no sea que,
al recoger la cizaña, arranquéis
a la vez el trigo. Dejad que
ambos crezcan juntos hasta la
siega. Ya diré a los segadores,
cuando llegue la siega, que
recojan primero la cizaña y la
aten en gavillas para quemarla, y
que almacenen el trigo en mi
granero’”.

TEMÁTICA CARTA DE SANTIAGO TRADICIÓN


PRESINÓPTICA
No quejarse del hermano 5, 9: “Hermanos, no os quejéis Mt. 5, 22: “Pues, yo os digo
para no ser juzgado unos de otros, para no ser que todo aquel que se encolerice
juzgados. Tened presente que el contra su hermano será reo ante
juez ya está a las puertas”. el tribunal; el que llame a su
hermano ‘imbécil’ será reo ante
el Sanedrín; y el que le llame
‘renegado’ será reo de la
Gehenna de fuego”.
Prohibición del juramento 5, 12: “Ante todo, hermanos, no Mt. 5, 33 – 37: “Habéis oído
juréis ni por el cielo ni por la también que se dijo a los
tierra, ni por ninguna otra cosa. antepasados: No perjurarás, sino
Que vuestro sí sea sí, y vuestro que cumplirás al Señor tus
no, no. Así no incurriréis en juramentos. Pues yo os digo que
juicio”. no juréis en modo alguno: ni
por el Cielo… ni por la Tierra…
ni por Jerusalén… Limitaos a
decir: ‘Sí, sí’, ‘no, no’, pues lo
que pasa de aquí proviene del
Maligno”.
Oración incesante de Elías 5, 17 - 18: “Elías era un Lc. 4, 25: “Os digo de verdad
hombre de igual condición que que en vida de Elías, cuando se
nosotros; oró insistentemente cerró el cielo por tres años y seis
para que no lloviese, y no llovió meses y hubo gran hambre en
sobre la tierra durante tres años todo el país, había muchas
y seis meses. Después oró de viudas en Israel; pero a ninguna
nuevo y el cielo dio lluvia y la de ellas fue enviado Elías, sino a
tierra produjo fruto”. una mujer viuda de Sarepta de
Sidón…”.
Los hermanos extraviados y 5, 19 – 20: “Hermanos míos, si Mt. 18, 12. 15 – 16: “…Si un
su conversión alguno de vosotros se desvía de hombre tiene cien ovejas y se le
la verdad y otro le convierte, descarría una de ellas, ¿no
sepa que el que convierte a un dejará en los montes las noventa
pecador de su camino desviado y nueva, para ir en busca de la
se salvará de la muerte y cubrirá descarriada?... Si tu hermano
multitud de pecados”. llega a pecar, ve y corrígele, a
solas tú con él. Si te escucha,
habrás ganado a tu hermano. Si
no te escucha, toma todavía
contigo uno o dos, para que todo
asunto quede zanjado por la
palabra de dos o tres testigos…”.

Lc. 15, 7: “Os digo que, de


igual modo, habrá más alegría
en el cielo por un solo pecador
que se convierta que por noventa
y nueve justos que no tengan
necesidad de conversión”.

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