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QUÉ ES EL ECUMENISMO:
Basado en “Para Comprender el Ecumenismo”. Juan Bosh. Editorial Verbo Divino,
España, 1991. Pág. 9 – 12.

El término “Ecumenismo”:

1.- La palabra “OIKOUMENE” pertenece al griego clásico. Se relaciona con la vivienda; el


asentamiento, la permanencia. Y quiere decir: “Tierra habitada, mundo conocido y civilizado,
universo”. Proviene de “OIKOS”: casa, espacio habitable y habitado. Por lo tanto,
OIKOUMENE significará el mundo habitado en el que coexisten diversos pueblos, con
diversidad de lenguas y culturas.

2.- Progresión en la Historia de cómo se ha entendido el término “Ecumenismo”:

La Antigua Grecia. Oikoumene: tierra habitada por los helenos, un pueblo


civilizado que ofrece una cultura abierta a todos dando esa
unidad básica de cosmovisión que exige una civilización
auténtica. “Mundo habitado” hasta donde se extendía la
influencia griega, porque más allá es el mundo de los
bárbaros.
La Antigua Roma. Oikoumene: realizada en la paz romana, de todos los pueblos
que aceptan vivir bajo la influencia del “mundo civilizado”
identificado con el Imperio Romano.
Literatura Bíblica. Oikoumene: en el Nuevo testamento se usa en sentido de
“mundo” (Hch. 11, 28); o en sentido de “Imperio Romano”
(Lc. 2,1). El sentido transitorio de la presente Oikoumene,
prestando énfasis en la inminente llegada de una nueva y
transformada Oikoumene regida por Jesucristo.

Un proceso en continuo desarrollo que se inicia como la


tierra habitada, para hacerse lugar habitable: la casa en la que
cabe toda la familia humana y cuya realidad no se encierra
en la frontera inminente de la historia, y que es obra de Dios
que llama a la humanidad, la que debe colaborar.
Cristianismo Primitivo. Oikoumene: se usa en el sentido de “mundo”; “imperio
romano”; “mundo civilizado”.

Se introduce en el lenguaje eclesiástico oficial cuando el


Concilio de Constantinopla (381) denomina al Concilio de
Nicea (325) como “Concilio Ecuménico”: aquellas doctrinas
y usos eclesiales que son aceptados como norma autoritativa
y con validez universal en toda la Iglesia Católica.
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Cristianismo Primitivo. Oikoumene: Tras la caída del Imperio Romano, este término
comienza a tener un sentido exclusivamente eclesiástico: la
Oikoumene es la Iglesia universal. Y desde allí, se emplea
para designar los concilios que hablan en nombre de toda la
Iglesia.

Para la Iglesia Católica, un Concilio es ecuménico solamente


cuando representa a toda la Iglesia y sus decisiones son
confirmadas por el Obispo de Roma.

En cambio, para la Iglesia Ortodoxa, solamente será


ecuménico cuando toda la Iglesia extendida por el orbe haya
aceptado sus decisiones.

Oikoumene: también se utiliza para referirse a los grandes


credos de la antigua Iglesia: “credos ecuménicos”, los de los
apóstoles, el de Nicea y el de san Atanasio.
Desde el Siglo XIX. Oikoumene: aparece un nuevo significado que con el tiempo
tendrá la acepción técnica moderna.

1846 – Londres – Alianza Evangélica: “Concilio Ecuménico


Evangélico Universal”. Indica una actitud: los miembros de
distintas denominaciones evangélicas confraternizan. Pastor
calvinista francés: Adolphe Monod.

Es necesario que esta Asociación sea “Ecuménica”:


propague el espíritu ecuménico que trasciende la
nacionalidad y la lengua, las denominaciones y las
cuestiones eclesiásticas, la clase y la profesión. Henry
Dunant, uno de los pioneros del YMCA o ACJ. (Asociación
Cristiana de Jóvenes, fundada el 06 de junio de 1844).

1900 – Nueva York: Conferencia Ecuménica Misionera.


Usan el término porque se han propuesto un plan de
expansión misionera que “abarque toda la tierra”.

1910 – Edimburgo – Conferencia Misionera Mundial: el


título “ecuménica” es eliminado, ya que la ausencia de las
Iglesias ortodoxas y católica, según sus organizadores, hace
inapropiado su uso.

1914 y 1920 - Movimientos: “Fe y Constitución” y “Vida y


Acción”, generan un drástico cambio en el significado del
término “ecumenismo”: El arzobispo luterano Nathan
Söderblom sugiere la creación de una “reunión internacional
de Iglesias” con el apelativo de “ecuménica” para intentar
resolver el problema de la paz. El término adquiere una
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nueva acepción: la relación amistosa entre Iglesias con la


finalidad de promover la paz internacional, de tratar de la
unión de varias Iglesias, o incluso de generar el espíritu de
acercamiento entre cristianos de diversas confesiones.

1925 – Conferencia de Estocolmo: universaliza todavía más


el nuevo uso del término “ecuménico”. Suecos, alemanes y
franceses lo aceptan sin reparo. Pero los cristianos de habla
inglesa prefieren los términos “mundial” o “universal”,
porque asocian a “ecumenismo” a los concilios ecuménicos.

1937 – Conferencia de Oxford: “ecuménico” designa con


claridad las relaciones amistosas entre las diferentes Iglesias
con el expreso deseo de realizar la UNA SANCTA y de
estrechar la comunión entre todos los creyentes en Jesucristo.

1948 – Ámsterdam: Consejo Mundial de Iglesias: el término


“ecuménico” expresa el intento de reconciliación de las
Iglesias cristianas como expresión visible de la
“universalidad del cristianismo” y como SIGNO para que el
mundo crea.

GEOGRÁFICO / DESEO DE UNIDAD


CULTURAL / POLÍTICO OIKOUMENE CRISTIANA

REFERIDO A LA IGLESIA TAREA MISIONERA


EXTENDIDA POR TODO DE LA IGLESIA
EL UNIVERSO
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QUÉ ES EL ECUMENISMO:
Basado en “Para Comprender el Ecumenismo”. Juan Bosh. Editorial Verbo Divino,
España, 1991. Pág. 12 – 15.
Declaración “Nostra Aetate” N°1 y 2, Concilio Vaticano II.

Hacia una definición del Ecumenismo:

1.- Se recogerán algunas descripciones que desde la teología y desde el magisterio de algunas
Iglesias se han ofrecido en estos últimos decenios. Las descripciones principales son las
siguientes:

a.- Es el movimiento cristiano, suscitado por el Espíritu Santo, nacido a principios del siglo
XX, en ambientes misioneros protestantes y anglicanos, constituido por: sentimientos, ideas,
obras e instituciones, reuniones y conferencias, ceremonias, manifestaciones y publicaciones,
es decir, actividades e iniciativa que tienden a preparar la reunión, no solamente de los
cristianos, sino de las diferentes Iglesias en una nueva unidad. Su finalidad es restablecer la
unidad de todos los cristianos para que el mundo crea en Jesucristo.

b.- Es la gracia del Espíritu Santo que suscita actitudes de la mente y del corazón, tales
como:
✓ Compunción de espíritu al constatar la división entre los cristianos y el anhelo
de unidad.
✓ Reconocimiento de que los otros tienen también razón, aunque afirmen cosas
distintas que nosotros; que poseen también verdad, santidad, dones de Dios,
aunque no pertenezcan a nuestra cristiandad.
✓ Respeto, porque los reconocemos como hermanos en Cristo y los miramos
como amigos más que como oponentes.
✓ Comprensión, porque buscamos las verdades divinas que compartimos en
común, aunque reconozcamos honestamente las diferencias en la fe que hay
entre nosotros.
✓ Esperanza, que nos hará crecer juntos en un más perfecto conocimiento y
amor de Dios y de Cristo.

c.- Quiénes participan: aquellos que invocan el Dios Trino y confiesan a Jesucristo como
Señor y Salvador, y que en las comunidades donde han oído el evangelio, aspiran a una
Iglesia de Dios, una y visible, verdaderamente universal enviada al mundo entero para que
se convierta al evangelio, se salve para gloria de Dios.

c.- No es el resultado sincretista de una suma de las diferentes confesiones de fe de la que


viven y proclaman las diversas Iglesias. No es el lugar de encuentro para el triunfo de una
Iglesia sobre otra, y su finalidad no es hacer conversiones.
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2.- Tres elementos esenciales que destacan en el Ecumenismo:

1.- Originalidad: es una experiencia inédita, original, sin precedentes en la historia del
cristianismo. Esta novedad radical estriba en que las Iglesias confrontadas en diálogo han
dejado de lado la polémica y viven convencidas de que es posible entender el misterio de la
realidad eclesial de las otras comunidades cristianas. El Ecumenismo es nuevo, en sí mismo
UN MOVIMIENTO que cada día se va definiendo y se va haciendo, y que nace de la historia
de la salvación, de una voluntad libre de Dios de la gracia.

2.- Actitud y voluntad de diálogo: destaca la actitud dialogal, y por eso el ecumenismo es
ante todo una actitud del espíritu, un encuentro de dos agentes. Cada uno da la propia
interpretación de sí mismo, pero escucha la del otro. Y es que existe voluntad de escucha. Se
toma en serio lo que los otros dicen de ellos mismos. Se llega a la convicción de las
dificultades que supone superar los límites de la comprensión de las otras Iglesias. Por eso,
el ecumenismo es el ensayo continuo de nuevos enfoques, es rastreador de nuevas pistas,
forjador de utopías.

3.- Movimiento espiritual: se tiene la convicción de que las divisiones son humanamente
insuperables, y que la unidad tendrá que ser obra de Dios. A partir de esa fundamental
convicción, surge espontáneamente una actitud orante. No consiste sólo en resolver
problemas doctrinales aislados, sino que consiste en una cosmovisión que trasciende a las
diferencias doctrinales y exige un determinado comportamiento ético y una manera de ver y
afrontar la vida. Problema adicional: las Iglesias cristianas se desunieron también en esas
cosmovisiones que trascienden a los problemas meramente doctrinales. Y así cada comunión
cristiana fue encarnándose de tal manera en una particularidad que la universalidad del
evangelio sufrió deterioros irreparables generándose factores nuevos de división: la
latinización del cristianismo romano; la germanidad del luteranismo; la britanización del
anglicanismo. Y este problema se agrava cuando: estas visiones eurocéntricas fueron
presentadas a los pueblos del Tercer Mundo como inseparablemente unidas a la esencia del
evangelio. Así, la división llega a la visión misma de la vida, a la lectura profunda del
evangelio, a la concepción del hombre y a sus relaciones con Dios. Por esta razón es
fundamental y necesaria la oración, la cual es el alma del ecumenismo. De aquí surge el
ecumenismo espiritual, que permite comprender a la unidad más como un “misterio” que
como un “problema”, y su acceso requiere una actitud orante, humilde, de súplica y oración.
El Ecumenismo implica una vida teologal, la actitud de oración silenciosa que se eleva al
Padre por mediación de Jesús, y que permite vivir al cristiano en un clima espiritual como si
ya se hubiese adelantado el tiempo definitivo del reino, aunque en realidad todavía no ha
llegado a su plenitud. Vivir en esa dialéctica es lo que da sentido teologal a la experiencia
ecuménica.
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4.- Diferencia entre Diálogo Ecuménico y Diálogo Interreligioso:

El diálogo Ecuménico es uno de los medios principales de encuentro y conocimiento


mutuo entre los representantes y comunidades de la Iglesia Católica y de las Iglesias y
Comunidades Eclesiales cristianas “no en plena comunión con la Iglesia Católica” (Ut Unum
Sint N° 1), cuya finalidad es restaurar la unidad querida por Cristo entre todos sus discípulos.
En cambio, el diálogo Interreligioso es el intercambio respetuoso, de mutuo conocimiento,
entre la Iglesia Católica y los representantes y comunidades de las religiones no cristianas, a
fin de cumplir “su misión de fundamentar la Unidad y la Caridad entre los hombres, y aún
más, entre los pueblos” (Nostra Aetate N°1), para lo cual centra su atención en “aquello que
es común a los hombres y que conduce a la mutua solidaridad” (Nostra Aetate N°1). “La
Iglesia Católica no rechaza nada de lo que en estas religiones hay de santo y verdadero.
Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que,
por más que discrepen en mucho de lo que ella profesa y enseña, no pocas veces reflejan un
destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres”. (Nostra Aetate N°2).

PRINCIPALES HITOS HISTÓRICOS DEL ECUMENISMO

Basado en “Iglesia y Ecumenismo” de Pedro Rodríguez. Ediciones RIALP, España,


1978. Pág. 25 – 75.-
ECUMENISMO EN EL ÁMBITO CATÓLICO:

Teólogos Protestantes Con ello se indica que el movimiento ecuménico se da en


intentan escribir una historia la Reforma Protestante desde su mismo origen. No sería
del ecumenismo, obra que sólo la historia de las sucesivas separaciones y
lleva por título: “1517 – fragmentaciones, sino el estudio de los intentos históricos
1948”. de concordia y unión entre los separados.

Por su parte, historiadores católicos, siguiendo ese


criterio, podrían también mostrar que la historia del
ecumenismo se identifica, en cuanto a su dimensión
temporal, con la historia misma de la Iglesia de Cristo. El
Apóstol condena con severidad las divisiones entre los
cristianos; y esas divisiones se sucedieron con
separaciones de comunidades de la plena comunión con
la Iglesia Católica. Desde la experiencia del cisma y la
herejía la Iglesia Católica se preocupa por reintegrar en la
unidad las ramas separadas del único tronco que surge en
la Iglesia de Cristo, por una doble vía:

1.- Toda ruptura de la unidad de fe y de comunión es


contraria a la voluntad de Dios y atenta al ser de la Iglesia
y a la existencia cristiana.

2.- Promueve iniciativas en orden a restaurar la unidad


rota o amenazada.
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Intentos por reintegrar en la Siglos XIII y XIV: Concilios Unionistas de Lyon II


unidad a los cristianos (1274) y Florencia (1439), fueron testigos de la deseada
orientales separados de la unión eclesial de Oriente y Occidente, por desgracia
Iglesia de Roma, sobre todo a efímera en ambos casos, dadas las complejas
la Iglesia Ortodoxa Griega. implicaciones políticas y culturales que se superponían a
la acción propiamente religiosa.
El Papa León XIII: impulsa un Su pontificado puede ser considerado como el principio
“movimiento unionista”. de un nuevo período en la historia de las relaciones de la
Iglesia Católica con las restantes confesiones cristianas.
Carta Al convocarse el Concilio Vaticano I, el Cardenal Pecci
“Preaclara Gratulationis” señaló tres tareas:
(1894).
1.- Pureza de la fe.
Es un llamamiento a la unidad 2.- Afirmar la paz y la unidad de la Iglesia: recomponer
de todos los cristianos en la la unidad con los cristianos orientales y con los
única Iglesia de Cristo. El anglicanos. Los protestantes, en cambio, son mirados de
Papa distingue dos niveles otra forma, porque el Papa tiene la convicción de que la
entre los “disidentes”: disolución de los principios del Cristianismo en
primero, las Iglesias de Occidente es la consecuencia inmanente a los principios
Oriente; y segundo, los demás de la Reforma protestante; y porque es un hecho la no
cristianos. existencia de sucesión apostólica en el ministerio de las
comunidades salidas de la Reforma.
Llama a las “Ilustres Iglesias
Orientales” para conciliar la 3.- Reforma de la disciplina.
paz; para reconciliarse con la
Iglesia de Roma. Se trata de En 1894, promulga la Constitución: “Orientalium
un enlace pleno y perfecto, dignitas”: adoptando enérgicas medidas contra todo
que es urgente porque “lo que intento de latinización de los orientales unidos a la Iglesia
nos une es casi todo y lo que Romana.
nos separa es muy poco”. Es
necesario alcanzar una En 1895 crea la Comisión Pontificia para la
comunión perfecta y plena. reconciliación de los disidentes con la Iglesia.

Llama a los demás cristianos. Relaciones con la Comunión Anglicana:


Les hace conscientes de que la
plaga actual del naturalismo y 1.- Nombra a John Henry Newman como Cardenal de la
del racionalismo que los Iglesia.
domina es un testimonio de
que la unidad de los corazones 2.- En 1895, León XIII nombra una Comisión pontificia
por la caridad sólo tendrá especial para el estudio de la validez de las ordenaciones
lugar en la previa unidad de la anglicanas. Los resultados fueron negativos, y la Carta
fe que se encuentra en la Apostolicae Curae de 1896 transmitía lealmente el
Iglesia de la que se separaron. criterio de la no validez de esas ordenaciones, con la
Invita a “estos hermanos inevitable consecuencia de distanciar por el momento el
nuestros” a esta unidad que diálogo emprendido.
“nunca ha faltado ni puede
faltar a la Iglesia Católica”
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para estar todos “en perfecta Finalmente, en esta época, por la iniciativa del Papa León
caridad”. XIII, comienza a extenderse en la Iglesia Católica la
semana de plegarias por la unión de los cristianos.

EL MOVIMIENTO ECUMÉNICO EN EL ÁMBITO PROTESTANTE:

INTRODUCCIÓN: Al inicio Tesis subyacente: “la unidad (visible) de la Iglesia se ha


del Siglo XX nacerán una perdido, hay que volver a encontrarla. Para ello los
serie de iniciativas e representantes de las diversas confesiones cristianas
instituciones de finalidad debemos reunirnos, reflexionar, rezar y tomar medidas
unionista que nacen y se prácticas”.
autopresentan como
“interconfesionales”. Desde una perspectiva católica, estas iniciativas e
instituciones protestantes tienen un elemento positivo: la
progresiva toma de conciencia que se da en las
confesiones salidas de la Reforma protestante de que la
unidad querida por Dios para su Iglesia no es algo
puramente invisible (por tanto, no radicalmente afectado
por las divisiones confesionales visibles), sino que esa
unidad ha de ser también visible, de manera que toda
ruptura de la unidad es contraria a los planes de Dios y
ofensa a su voluntad.

Ahora bien, esto explica que el origen institucional de lo


que hoy llamamos “movimiento ecuménico” se dé
fundamentalmente en las filas protestantes y que estas
actividades hayan sido miradas por algunos
“fundamentalistas” de la Reforma como sospechosas de
“connivencia” con Roma o de “catolizantes”: tan evidente
les parece que la tesis de la unidad visible de la Iglesia es
una bandera típica de la Iglesia Romana.

Frente a la Tesis Subyacente de los Protestantes, la Iglesia


Católica enseña que: “la unidad es una inamisible
propiedad de la Iglesia y que se mantiene en la comunión
con la Iglesia Romana”. En otras palabras: la Unidad de
la Iglesia jamás se ha perdido, porque esta unidad
permanece incólume en la Iglesia Romana. Lo que debe
fomentarse es la unidad entre los cristianos, que no es
equivalente a restaurar la unidad de la Iglesia, unidad que
nunca se ha perdido.

Por otro lado, la Iglesia Católica presenta reservas y


cautelas frente a estas iniciativas y movimientos
ecuménicos porque aparecían en sus manifestaciones
demasiado próximas a un relativismo acerca de la verdad
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que no podía sino favorecer el temido indiferentismo


religioso, considerado como una de las grandes plagas del
mundo moderno.

En todo caso, en la medida que se clarificaba el sentido de


las iniciativas ecuménicas, iría fomentando y dirigiendo
la participación en ellas de los católicos.
1.- Siglo XIX: expansión 1910: Conferencia Mundial de Misioneros, en
misionera protestante: Edimburgo. Asamblea consultiva de las sociedades
proyectó sobre el campo de misioneras protestantes. Se toma conciencia de la división
la misión todas las divisiones entre los cristianos misioneros que presenta a los
cristianas. misionados un Jesucristo según la versión de cada
denominación: metodistas; luteranos;
congregacionalistas; y episcopalistas. Frente a esto se
plantea el problema de la Iglesia Universal; se crea el
Consejo Internacional de Misiones.

Fue lugar de encuentro y de toma de conciencia de


hombres que después serían los promotores y los líderes
de las grandes iniciativas ecuménicas en el mundo
protestante: John Mott y J. Oldham, organizadores de la
Conferencia; los obispos americanos Brent y Temple,
fundadores de la Faith and Order; el arzobispo sueco
Nathan Söderblom, alma de Life and Work; el pastor A.
Keller.

Otras Organizaciones:

1.- Federación universal de asociaciones cristianas de


estudiantes. Fundada en 1895. (John Mott).
2.- Alianza mundial para promover la amistad
internacional a través de las iglesias. Conocida con ese
nombre desde 1915. (Söderblom).
2.- El Movimiento Life and Nathan Söderblom: Arzobispo Luterano de Upsala
Work (Vida y Acción). (Suecia). Desde el comienzo de la guerra europea dirige
la acción de las cristiandades nórdicas al ser vicio de la
paz y despliega una actividad incansable en pro del “orden
social cristiano”.

Prepara y realiza, junto a sus colaboradores, la


“Universal Christian Conference on Life and Work”
en Estocolmo, entre el 19 al 30 de agosto de 1925.
Participaron representantes de 33 países, de todas las
tendencias de la cristiandad, y hubo representantes de los
cristianos ortodoxos. La Conferencia se dedicó
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deliberadamente al terreno práctico, sin ocuparse de las


cuestiones referentes a la fe o a la estructura eclesiástica.
Se ve claramente que al problema de la desunión de los
cristianos se le quiso dar una solución práctica: “la
realidad esencial es la vida, la entrega del alma a Cristo
y el servicio fraternal que resulta de esa entrega; las
realidades accesorias son el dogma, el culto, las
organizaciones eclesiásticas diversas y aún opuestas”.

La Conferencia invita a los cristianos a unirse en el


terreno de la vida y de la actividad práctica, muy
especialmente en el campo de la moral social e
internacional.

“Segunda Conferencia Mundial de Life and Work”, en


Oxford, entre el 12 al 26 de julio de 1937. Obispo de
Chichester: G. Bell. Participaron 425 representantes de
las diversas confesiones cristianas, con mayor
participación de ortodoxos que en Estocolmo. Tema
elegido: “Iglesia, Nación, Estado”. A lo largo de las
reuniones aparece una vez y otra la importancia de la
doctrina y de la teología a la hora de plantearse el tema de
la unidad de la Iglesia: “La misión de la Iglesia, como su
razón de ser, es su testimonio, el de una revelación que,
al mismo tiempo, es una Redención. Todo lo que en este
testimonio de las iglesias no esté conforme con esta
Revelación falsea y hace ineficaz su acción en el mundo”.

Este clima teológico preparaba la creación del Consejo


Ecuménico de las Iglesias.
3.- El Movimiento Faith and Obispo Anglicano: Ch. H. Brent y Robert Gardiner.
Order (Fe y Constitución). Defienden la idea de que debía llegarse a una unidad de
Producto del mundo los cristianos en la fe y en la constitución eclesiástica.
anglosajón anglicano.
I Conferencia Mundial de Faith and Order, en Lausana
(Suiza). Se tratan problemas doctrinales del ecumenismo.
Temas: 1.- Llamamiento a la unidad; 2.- El mensaje de la
Iglesia al mundo; 3.- La naturaleza de la Iglesia; 4.- La
Confesión de fe; 5.- El ministerio eclesiástico; y 6.- Los
sacramentos.

Principios Fundamentales de la obra ecuménica:

1.- No se requiere a nadie que abandone o comprometa


sus convicciones doctrinales, pero cada uno debe
esforzarse en explicarla a los demás y comprender sus
puntos de vista.
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2.- Las divergencias irreductibles deben mencionarse con


la misma lealtad que los acuerdos.

Participantes: delegados que representan oficialmente a


las iglesias.

Autoridad de la Conferencia: no sustituye a la autoridad


de las iglesias, sino que le facilitan el diálogo y los medios
para realizarlo.

II Conferencia Mundial de Faith and Order, en


Edimburgo, entre el 2 al 18 de agosto de 1937. Presidida
por el arzobispo anglicano de York: W. Temple. Se
reunieron más de 500 delegados de 123 confesiones y
comunidades cristianas diversas. Lema: “La unidad de la
Iglesia en la vida y en el culto”.

“No buscamos crear algo nuevo; desearíamos, guiados


por el Espíritu Santo, descubrir en su plenitud la
naturaleza de la Iglesia creada en Dios por Cristo. La
Iglesia es una, pero existen diversas concepciones de la
unidad”. El informe final de esta Conferencia expone
estas concepciones y señala posibles caminos de
aproximación.
4.- El Consejo Ecuménico de A partir de 1936, las Comisiones Permanentes de ambos
las Iglesias. Movimientos: Faith and Order y Life and Work,
aprobaron un informe del Dr. Oldham que sugería
Las iniciativas ecuménicas en proponer a las dos Conferencias mundiales que se
el ámbito no católico han celebrarían en 1937 (Oxford y Edimburgo) la creación de
alcanzado un punto una Consejo Mundial de iglesias, para que echaran raíces
culminante en la creación del oficialmente las iniciativas ecuménicas.
Consejo Ecuménico de las
Iglesias, cuyo origen está en Asamblea Mundial en la que se constituye oficialmente
tres movimientos ecuménicos: el Consejo Mundial de las Iglesias, en Ámsterdam, desde
Vida y Acción; Fe y el 22 de agosto al 9 de septiembre de 1948. Participaron
Constitución; y el Consejo 147 iglesias de 44 países, representadas por 351
Internacional de Misiones. delegados. El Comité Central del Consejo Mundial de las
Iglesias será presidido por el Obispo Bell; su secretario
general será el Dr. Visser’t Hooft.

Definición del CEI:

Este Consejo Ecuménico de las Iglesias se entiende a sí


mismo como una asociación fraternal de iglesias que
confiesan al Señor Jesucristo como Dios y Salvador según
las Escrituras y se esfuerzan por responder juntas a su
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común vocación para la gloria del solo Dios, Padre, Hijo


y Espíritu Santo.

Fines y Funciones:

1.- Invitar a las iglesias al objetivo de la unidad visible en


una sola fe y en una única comunidad eucarística
expresada en el culto y en la vida común en Cristo, y a
progresar hacia aquella unidad para que el mundo crea.
2.- Facilitar el testimonio común de las iglesias.
3.- Desarrollar el estudio común.
4.- Favorecer el progreso de la conciencia ecuménica y
misionera entre los fieles de todas las iglesias.
5.- Ayudar a las iglesias en su tarea mundial de misión y
evangelización.
6.- Establecer y mantener relaciones con los consejos
nacionales y regionales, las alianzas confesionales
mundiales y otras organizaciones ecuménicas.
7.- Convocar sobre un asunto particular, cuando las
circunstancias lo exijan. Conferencias mundiales que
quedarían autorizadas a publicar sus conclusiones.

Sus Grandes Asambleas Plenarias:

Asamblea I: Ámsterdam (22 de agosto al 9 de


septiembre de 1948). “Desorden del hombre y designio de
Dios”. Puso de manifiesto, junto a la voluntad de
permanecer unidos, las grandes diferencias de fe y
disciplina que separaban a las distintas comunidades
cristianas.

Asamblea II: Evanston, USA (15 al 31 de agosto de


1954). “Cristo, esperanza del mundo”. Dos corrientes
teológicas atravesaron las discusiones: una, más bien de
corte americano, que acentuaba las esperanzas humanas
en el progreso continuo de la humanidad (R. Niebuhr); y
otra, más frecuente en la teología europea, que llamaba la
atención sobre el carácter escatológico del Reino de Dios
(K. Barth).

Las Iglesias ortodoxas, en desacuerdo con la concepción


de la unidad reflejada en el informe final de la Asamblea
I, formularon una “declaración de principios” separada.

Asamblea III: Nueva Delhi (19 de noviembre al 3 de


diciembre de 1961). “Cristo, Luz del mundo”. “La visión
protestante de la unidad, como hipnotizada por el futuro
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en Evanston, se ha tornado hacia el pasado en Nueva


Delhi, no sólo en la oración de Cristo, sino en los datos
apostólicos. Por esta razón se ha vuelto más adulta cara
a los verdaderos problemas, como son la naturaleza de la
sucesión apostólica, el episcopado, la validez y plenitud
de los ministerios”.

Asamblea IV: Upsala (4 al 20 de julio de 1968). “He aquí


que hago nuevas todas las cosas”. Relación entre el CEI y
la Iglesia Católica provocado por el Vaticano II. Presencia
obsesiva en las discusiones de las llamadas teologías “de
la muerte de Dios”, “de la secularización”, “de la
revolución”, etc., con una visión muy antropológica del
cristianismo: la unidad de la Iglesia sólo puede
encontrarse si se busca en la unidad de todos los hombres.

Asamblea V: Nairobi (28 de noviembre al 10 de


diciembre de 1975). “Cristo libera y une”. El objetivo del
CEI es impulsar a sus miembros hasta llegar a la unidad
en la fe y en la eucaristía. Aumenta el compromiso
sociopolítico del CEI con los movimientos marxistas de
liberación del Tercer Mundo hasta extremos que pueden
hacer peligrar el futuro del CEI.

LA OPOSICIÓN PROTESTANTE AL MOVIMIENTO ECUMÉNICO:

Consejo Internacional de Consejo Internacional de Iglesias Cristianas. Agosto de


Iglesias Cristianas. 1948. Fundador: Dr. Carl MacIntyre. Pastor de la Bible
Presbyterian Church. Pertenecen a este Consejo 55 grupos
y pequeñas iglesias “evangélicas”, “creyentes en la
Biblia”, que siguen en general las corrientes protestantes
del fundamentalismo, aunque hay también baptistas,
congregacionalistas y metodistas. Proceden de 23 países,
en su mayoría anglosajones.

Objetivo: denunciar y oponerse por todos los medios a


los errores y desviaciones del Consejo Ecuménico de las
Iglesias, calificado de tendencias comunistas,
modernistas, pacifistas y romano – católicas.

Niega que exista un problema de unidad de los cristianos,


puesto que la unidad de la Iglesia es invisible. Y declara
que el movimiento ecuménico “trabaja” en favor de la
Iglesia Católica Romana.
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Declaración de Fe:

1.- La absoluta inspiración divina de la S.E. en su lengua


original, con las consiguientes inerrancia, infalibilidad y
carácter de suprema autoridad en lo relativo a Fe y vida.
2.- La Trinidad.
3.- La eterna divinidad y perfecta humanidad (excepto el
pecado) de Jesucristo: su nacimiento de una Virgen; su
muerte vicaria y expiatoria; su resurrección corporal y su
segunda venida.
4.- La salvación por la gracia como resultado de un
renacer por el Espíritu y la Palabra.
5.- La eterna felicidad de los redimidos y la pena eterna
de los condenados.
6.- La perfecta y espiritual unidad de todos los hijos de
Dios.
7.- La necesidad de mantener la pureza de la Comunidad
tanto en la doctrina como en la praxis.
8.- La total corrupción del hombre a consecuencia del
pecado original.

LA IGLESIA CATÓLICA Y EL MOVIMIENTO ECUMÉNICO:

Convicción irrenunciable de El Papa Benedicto XV: continua su preocupación por el


la Iglesia Católica: la unidad diálogo con los cristianos de Oriente; funda el Instituto
de la Iglesia se encuentra en suPontificio Oriental en Roma y pone de relieve la
propio seno. importancia del estudio y la investigación científica.
Además, concede amplias indulgencias a los que
De esta convicción surge una participaran en la semana de oración por la unidad.
actitud de la Iglesia: el gran
servicio a la unidad de todos Funda e impulsa “las Conversaciones de Malinas”:
los cristianos que puede encuentros que tuvieron lugar, bajo la dirección del
prestar la Iglesia de Roma es cardenal Mercier y de lord Halifax, entre representantes
SER ELLA MISMA, anglicanos y de la Iglesia Católica. No se trataba de
proclamar y manifestar su entablar negociaciones, sino simplemente de aprender a
unidad. conocerse y a exponer libremente las posibilidades de un
acuerdo o los motivos de una divergencia. Los
participantes no habían recibido ningún mandato oficial
de Roma ni de Canterbury. El método de Malinas quedará
incorporado, y continuarán estas conversaciones bajo el
pontificado de Pío XI.
El Pastor Neander, en nombre 1925: El Papa Pío XI le prometió su oración más sincera
de Life and Work, visitó al y sus mejores deseos, pero no juzgó conveniente la
Papa Pío XI para invitar a la participación en la Conferencia. La Iglesia Católica fue
Iglesia Católica a la invitada con cortesía y deferencia, y se le dio a entender
en la invitación que debía prescindir de todo aquello que
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Conferencia de Estocolmo de declara esencial y necesario, por ser considerado por los
1925. miembros de la Conferencia accidental y facultativo.
En 1914, Benedicto XV El 16 de mayo de 1919, unos delegados de Faith and
agradece a Robert Gardiner, Order fueron recibidos por el Papa Benedicto XV. El Papa
secretario del Movimiento les comunica que la Iglesia Católica no participará en la
Faith and Order, por la Conferencia de Ginebra.
información enviada a Roma,
y promete unirse a la semana
de oraciones para la unidad,
fijada por los promotores de
Faith and Order para el 18 al
25 de enero.

1927. El Movimiento Faith En 1927, el Papa Pío XI comunica al Movimiento Faith


and Order. and Order que la Iglesia Católica no participará de la
Conferencia de Lausana.

Ambos pontífices: Benedicto XV y Pío XI publicaron, el


primero, un Decreto (1919); el segundo, una Resolución
(1927) dirigido a los Obispos Ingleses, por la que se
prohibía la participación de los católicos en la Asociación
para la Promoción de la Unidad entre los Cristianos.

¿Por qué se oponen los Papas a la participación de los


Católicos en Faith and Order? A causa de la peculiar
eclesiología anglicana: la teoría de las tres ramas, según
la cual, las Iglesias Romana; Ortodoxa; y Anglicana
serían tres ramas distintas y de igual valor que, juntas,
constituyen la Iglesia Católica indivisa fundada por
Jesucristo.

En otras palabras: la eclesiología de Faith and Order


supone que ninguno de los cuerpos eclesiásticos
actualmente existentes constituye en sí mismo la única y
verdadera Iglesia de Cristo: todas las Iglesias vigentes en
la actualidad son imperfectas, no sólo en sus miembros,
sino también en sí mismas, y se encuentran en estado de
cisma respecto de la única y verdadera Iglesia de Cristo,
que todavía no existe.

El 6 de enero de 1928: Junto con ello, el Papa Pio XI


dirige a los católicos la Encíclica Mortalium animos en
la que denuncia los peligros y los errores que, desde la fe
católica, se observaban en el Movimiento Ecuménico. Las
metas y los objetivos del movimiento ecuménico tenían
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toda la ambigüedad de que está cargada la palabra con que


el Papa los designa: “Pancristianismo”.

La evolución ulterior de Life and Work y Faith and Order


determinó que Pío XI autorizara la asistencia privada de
católicos a las conferencias ecuménicas de 1937, aunque
sin tomar parte activa en las decisiones ni en los votos.
El Pontificado del Papa Pío 1943: Encíclica Mystici Corporis. Indicaciones
XII. doctrinales acerca de la unidad de los cristianos.
1947: Mediator Dei.
1951: Humani generis.

Dos documentos del Santo Oficio abordan de un modo


expreso la participación de los católicos en el diálogo
ecuménico:

1.- Monitum, 5 de junio de 1948.

2.- Instrucción Ecclesia Catholica, 22 de diciembre de


1949. Respuesta positiva a la clarificación operada en
Ámsterdam (1948), que parecía eliminar el eclecticismo
protestante de Estocolmo y Lausana. Contiene medidas
disciplinares y doctrinales que la Iglesia Católica debía
necesariamente tomar acerca de su decisión, prudente
pero firme, de promover con mayor intensidad el diálogo
y los contactos con los hermanos separados; y, por otra,
de la grave responsabilidad de proteger la verdadera fe y
la pureza de la doctrina de los fieles.

Por primera vez aquí se proclama que el Movimiento


ecuménico de los no católicos ha sido suscitado por la
gracia del Espíritu Santo. Preocupa a la Iglesia el peligro
del indiferentismo o del falso irenismo que podría
introducirse en los fieles si se daba una multiplicación
indiscriminada y acrítica de reuniones interconfesionales.
Los obispos deben designar a sacerdotes que, fieles a las
directrices de la Santa Sede, sigan de cerca todo lo que
concierne al Movimiento. Además, permite a los católicos
participar de la oración conjunta con los otros cristianos,
aunque excluye la comunicatio in sacris.
Pontificado de Juan XXIII 5 de Junio de 1960: El Papa Juan XXIII crea el
(1958 – 63). Secretariado para la Unidad de los Cristianos. Su
objetivo: “mostrar nuestro amor y benevolencia hacia los
Pontificado de Pablo VI que llevan el nombre de cristianos, pero se hallan
(1963 – 78). separados de esta Sede Apostólica, y a fin de que puedan
seguir los trabajos de Concilio y encontrar más fácilmente
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El Concilio Vaticano II. la vía que conduce a esta unidad por la cual Jesús dirigió
(1962 – 65). al Padre celestial una súplica ardiente”. Su labor:
contactos personales y trabajos teológicos. En el Concilio,
el Secretariado se encarga de preparar el Decreto Unitatis
redintegratio sobre el ecumenismo. Terminado el
Concilio Vaticano II, el Secretariado pasó a ser un
organismo permanente de la Santa Sede para promover y
coordinar las relaciones de la Iglesia Católica con las otras
comunidades cristianas.

1964: Encuentro del Papa Pablo VI y el Patriarca de


Constantinopla Atenágoras en Jerusalén, en el que
culmina el esfuerzo histórico del Papado por la
aproximación a los orientales.

1969: La visita del Papa Pablo VI a la sede en Ginebra del


Consejo Ecuménico de las Iglesias.

21 de noviembre de 1964: Promulgación del Decreto


Unitatis Redintegratio. Papa Pablo VI: principios
católicos del ecumenismo; normas para el ejercicio del
ecumenismo; Iglesias orientales, y las iglesias y
comunidades eclesiales separadas en Occidente.
Relaciones entre la Iglesia Primera Etapa: desde la creación del Consejo
Católica y el Consejo Ecuménico (1948) hasta la convocatoria del Concilio
Ecuménico. Vaticano II (1960). Actitud de expectativa y prudente
reserva de la Iglesia Católica, motivada por los equívocos
que, en torno a la naturaleza del Consejo Ecuménico y del
ecumenismo en general, podría observarse en los medios
protestantes.

Segunda Etapa: desde 1960 a 1968. Creciente relación


entre la Iglesia Católica y el Consejo Ecuménico. La
doctrina del Concilio Vaticano II y de los documentos
posteriores de la Santa Sede marca el criterio doctrinal y
práctico, por parte de la Iglesia Católica.

En 1965 se crea el “Grupo mixto de trabajo de la Iglesia


Católica y el Consejo Ecuménico”, que se reúne
periódicamente y promueve el estudio y la cooperación de
ambas entidades dentro de un vasto programa. La Iglesia
Católica participa en los trabajos de Fe y Constitución, la
Comisión cuenta con doce miembros católicos.

Tercera Etapa: ¿Cómo sirve mejor al ecumenismo la


Iglesia Católica, siendo miembro del Consejo Ecuménico
o no siéndolo? El Grupo mixto de trabajo declara en 1967:
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“por el momento, la pertenencia de la Iglesia Católica al


Consejo Ecuménico no permitiría un mejor servicio a la
causa común de la unidad de los cristianos”.

10 años después, la decisión de la Iglesia Católica se


mantiene. Eso también porque en los últimos 10 años el
CEI ha experimentado una evolución que puede
perjudicar muy seriamente la relación con la Iglesia
Católica, dado que el CEI ha adherido a una creciente
interpretación política del cristianismo,
comprometiéndose con apoyo moral y financiero de
diversos movimientos marxistas “de liberación”,
provocando polémicas disgregadoras entre las iglesias
miembros del CEI. Y por otro lado, las posiciones en
torno a la ordenación de mujeres levantan un muro
difícilmente superable en la relación con la Iglesia
Católica y con las Iglesias Orientales.

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